Partida Rol por web

Ambos lleváis cuatro días en el hospital, sedados para que vuestras heridas se recuperasen. De ti no se mucho -respondió Lucas Edwing mirando a Viktor -solo que un policía te trajo hasta aquí cuando estaban operando a mi hijo. Dijo que le habías salvado la vida. Detrás de la cama tienes una caja de bombones, creo que te ha dejado una nota junto a ella.

Tras responder al joven Dashkov Lucas se volvió hacia su hijo -Nacer, eres tan cabezón como tu padre. Los médicos aún están asombrados de que sigas vivo. Por lo que se estuviste tirado más de ocho horas desangrándote antes de que los militares te recogieran. Fue todo tan caótico, estuvimos llamándote para localizarte pero no contestabas al móvil y no conseguimos encontrarte por ningún lado. Tu madre y yo estuvimos buscándote por toda la ciudad, temíamos no encontrarte antes de que la guerra empezase y el país se fuera a la mierda.

¿Lo vas a leer Gene? Si es así puedes quedártelo, junto al dinero que tan justamente te has ganado. No creo que pueda colocar todos estos libros antes de jubilarme y, la verdad, prefiero que alguien lo lea antes de que los vándalos o el gobierno lo destrocen -te respondió Margarita devolviéndote el dinero -pero no te acostumbres a estos regalos, quiero obtener una buena jubilación.

Una mañana una mujer joven, de rostro amable, entra en la librería mientras Margarita está fuera, tomándose su té de las once.

Buenos días ¿eres la encargada de esta tienda? -te pregunta cordial.

- ¿ El país se ha ido a la mierda? - preguntó sin demasiada sorpresa ni alarma y haciendo un poco caso omiso a toda su historia, se había salvado, daba igual cómo, era mejor no recordarlo. A fin de cuentas para él ya estaba todo jodido, algo que le había quedado demostrado con los prejuicios que lo condujeron a aquella cama de hospital. Se sentía, en cierta manera, relajado, supuso que le estaban poniendo medicación fuerte, sedantes...por lo que no tenía ninguna necesidad de consumir nada, por ahora.  

Hablando de su madre... - ¿ Dónde está mamá? 

Viktor aparcó la escena familiar y dejo de entrometerse en esta mientras recogía los bombones y la carta que el señor le había indicado.

No había terminado de leer la carta y escuchó una alarmante noticia.-¿como? Una guerra?.-Pregunto mientras se incorporaba un poco sobre la almohada, mas por la alarmante que por si tuviera familiares, que no era el caso.

Desde que Margarita me regaló el libro siempre aprovecho para leerlo en cada descanso, y la visita me sorprende con la vista atrapada en sus páginas.
Al oír la campanilla de la puerta alzo la cabeza. Carraspeo y sonrío a la mujer.
-Buenos días. Soy... la dependienta -respondo. En teoría debo limitarme a ordenar, pero me hace ilusión encargarme de una posible venta-. En qué puedo ayudarla?

El país, todo Arimor-responde Lucas negando con la cabeza -tu madre ha ido a casa a descansar un rato, lleva muchas horas esperando a que despiertes y necesitaba dormir.

El hombre parece dudar por unos instantes antes de continuar hablando -Algo extraño cayó del cielo la noche de tu accidente, una lluvia de algún tipo de mineral del espacio que nadie había previsto. Todos los gobiernos se han volcado en la búsqueda e investigación de dichos meteoritos, compuestos por un extraño material al que han llamado Phthalo. Las grandes potencias y colectivos se han distraído con este suceso pero solo es cuestión de tiempo que las cosas vuelvan al límite, como la otra noche. Tu madre y yo hemos estado hablando, de todo lo que hemos conseguido, de lo que hemos perdido y lo que dejamos de hacer. Creo que hemos cometido muchos errores durante nuestra vida y es hora de enmendarlos, errores también contigo, hijo. Siento mucho si te he hecho sufrir en algún momento de tu vida... -dice Lucas, incapaz de aguantar las lágrimas.

Quiero comprar los libros, toda la colección que tengas en la librería -te dice sonriendo, sin cambiar en nada su rostro amable -estas hojas guardan conocimiento acumulado durante generaciones, su tinta acoge las vidas de cientos de personas que dejaron en ellas plasmadas sus ideas, su forma de ser, sus historias. Es nuestro deber mantener su memoria vida para las generaciones que están por venir, para que aprendan de nuestros errores y repitan nuestros éxitos -te comenta con los ojos iluminados por la ilusión al ver la enorme cantidad de novelas.

" Me echo un puto sueñecito más largo de la cuenta y se lía todo coño " pensó Nacer mientras su padre le soltaba toda aquella parrafada. La verdad que le había tocado en la patata que le dijera aquello, pero estaba tan quemado y harto de la vida que casi no podía demostrarlo, que casi no le salía emocionarse. Puso la mano en el hombro de su padre, se imaginó que esto le ayudaría a que se serenase.

- No tienes que disculparte, no he sido precisamente fácil - dijo con sinceridad, pues no había sido el mejor hijo, todo había que decirlo. De los demás no sabía que decir, realmente le sudaba la entrepierna si el mundo se iba a la mierda, pues para él su mundo siempre había sido una mierda total. Quizás nació con esa desazón y esa falta de humanidad... pero lo cierto es que no se sentía abrumado, ni siquiera un poco, por lo que estaba pasando. - ¿Es seguro estar por ahí ? - preguntó algo preocupado por su madre.

Mientras tu compañero habla con su padre abres la caja de bombones y encuentras un extraño sobre en su interior.

Lo abres y se te paraliza el corazón porque lo primero que ves es una foto del asesino de tu padre. Está más viejo pero sigue siendo él, sin duda alguna, el hombre que te destrozó la vida.

Encuentras una pequeña nota del agradecido policía junto a la foto.

Querido Viktor, gracias a tu intervención sigo con vida, al igual que mis compañeros, y el conflicto no empeoró aún más.

He estado investigando sobre ti y he encontrado información relativa a tu padre y a su asesino. Lo último que sabemos de él, por informadores, es que vive en alguna de las secciones abandonadas del metro de la ciudad, junto con otros delincuentes y vagabundos. El hombre adinerado cuyo hijo comparte habitación contigo se ha interesado en ayudarte y ha aportado contactos para descubrir que el delincuente se encuentra en la sección oeste de las ciudades, en algunos de los niveles más inferiores. Me ha hecho prometer que no diría nada para que su hijo no se entere pero creo que deberías saberlo.

Te he dado esta información pues estoy en deuda contigo pero te ruego que no arriesgues tu vida en una venganza que solo te envenenará el alma.

Cuídate.

¿Que? Si, si, la situación ahora está tranquila pero la tensión se oculta bajo una falsa fachada. El gobierno suspendió las elecciones el día en que tuviste el accidente y aún no ha dado señales de volver a instaurar una fecha. Mis informadores me cuentan que se están produciendo grandes compras de armamento y algunas cárceles han aceptado un programa de reintegración de los prisioneros que consiste, básicamente, en formar unidades de presidiarios para el ejército -te responde tu padre, haciéndote ver lo complicado de la situación -Los primeros días los científicos contratados por el gobierno hablaron de los meteoritos, del Phthalo, como algo que podría salvar a la humanidad, elevarla a una nueva era, pero el gobierno muy pronto descalificó a dichos científicos y aseguró que todavía no sabían gran cosa. Mentiras pues todos los gobiernos y grandes corporaciones se han lanzado a la búsqueda de dichos meteoros gastando unas cantidades muy elevadas de dinero.

Tu padre buscó algo en su traje y sacó un pequeño anuncio doblado que te mostró. En ella se veía una isla paradisiaca y unas mansiones espectaculares que se integraban en la zona -Tu madre y yo hemos decidido vender nuestras acciones, nuestras propiedades y dejar nuestros trabajos. Queremos irnos a una isla, una como esta, lejos del continente y de la guerra que se avecina. Dentro de tres o cuatro meses estará todo preparado, antes de que la información sobre lo que está haciendo el gobierno y las empresas se filtre y los ciudadanos salgan a las calles exigiendo justicia. Te pido por favor que vengas con nosotros, hijo.

La situación parecía realmente tensa... ¿ presos integrando unidades militares ? eso sería el caos más absoluto, no le extrañó que sus padres quisieran huir de ahí.

- Necesitamos conseguir armas - acertó a decir. Estaba pensando en toda la situación, en que sus padres lo habían vendido todo, su vida, para salir de allí e ir a un lugar seguro. Era algo real, su padre no era de los que dejaban las cosas sin más.. al parecer el mundo estaba a punto de cambiar para siempre - Iré con vosotros, pero necesitamos armas, no habrá nadie para protegernos. - Se miró el suero y todo lo que tenía conectado a su cuerpo - Tengo que salir de aquí. 

Tranquilo Nacer, no hay ninguna prisa, la situación por ahora está estabilizada. Si no me equivoco no estallará un posible conflicto hasta, al menos, dentro de seis meses, tenemos tiempo más que suficiente para prepararnos. Y, por supuesto, contaremos con armas y un grupo de empleados de confianza, amigos por el tiempo que llevamos juntos, a los que salvaremos y nos ayudarán en nuestro nuevo hogar -respondió Lucas apresurándose para calmar a su hijo -el conflicto será en principio a pequeña escala, choques fronterizos con tropas regulares del ejército. El peligro vendrá después, cuando comiencen los bombardeos de zonas civiles aunque para cuando eso ocurra estaremos ya muy lejos de aquí.

- Espero que tengas razón - dijo cediendo. Aunque tenía claro que en cuanto tuviese oportunidad saldría de allí e iría a buscar a algunos de sus amigos y conseguiría un arma. El mundo estaba a punto de vivir una tremenda guerra.. seguro que más de uno quería tomar ventaja y aprovecharse de ello antes.

Cuando terminó de leer, respiró hondo y con calma pues en su estado no debía de ponerse nervioso, al menos no mas de la cuenta.-Bien, el mundo en guerra, meteoritos del espacio con minerales que codician todos...-Se incorporó en la camilla y buscó alguna clase de botón para llamar al medico o enfermera de guardia pues necesitaba saber cuanto tiempo mas debería de permanecer alli antes de poder salir a prepararse para la guerra civil y para matar a ese cabrón que acabó con su padre.

Oye tio, me llamo Viktor y tu supongo que eres Nacer, no?.-Le preguntó tendiéndole la mano.-Que te parece si cuando salgamos de esta nos tomamos una cerveza? Mientras podemos compartir los bombones.-Cogió un par de ellos y se los llevó a la boca, luego letendió la cajita al chaval.

Maldición, el puto trabajo cerrado. Un día que no se trabaja es un día que no se cobra, no importa si la sanguijuela que tenemos por jefe no vino. Iba mascullando bronca cuando me reencuentro con Floro que, más optimista o quizás resignado, también regresa a su hogar sin quejas. El anciano empieza a caerme bien. Como la mayoría de los viejos, a primera vista es aburrido y lento para relatar, pero una vez te has metido en sus anécdotas e historias, está lleno de experiencias y curiosidades que consiguen atraparme. Todavía no puedo creer la ciudad debajo de la ciudad que me muestra con total naturalidad. Está claro que conoce esos túneles a la perfección y en cada giro tiene una referencia o historia.

La tensión en el barrio estuvo asentada todo el día con policías, militares y todo el circo. En la periferia de la ciudad, lejos de los ojos de la gente decente, las fuerzas de seguridad pegan fuerte, directo a los dientes cuando las cosas se descontrola, y con todo, nunca logran resolverlo.  Nada a lo que no estemos acostumbrados cada vez que los revoltosos se agitan de más, pero esta vez el ambiente estaba más tenso. Hasta entrada la noche me mantuve vigilante, tratando de ver los movimientos de los militares y esperando que por la mañana nos permitan ir a trabajar. El niño ya dormía cuando Tina me señaló el cielo por la ventana. El espectáculo de estelas azules nos sorprendió primero. En seguida subimos a la terraza en donde algunos vecinos ya contemplaban azorados. Poco a poco casi todo el edificio estuvo allí y por un instante no pudimos decir nada, el silencio se apoderó del numeroso grupo, había lágrimas en los ojos de algunos, un momento de paz que seguía pendiendo sobre nuestras cabezas la mañana siguiente, cuando desperté para trabajar. De camino al bus todos comentan lo sucedido la noche anterior.

-Oh... -suelto sin querer-. Entonces tendrá que esperar a que vuelva Mar... la dueña -salgo de detrás del viejo mostrador-. No tardará, pero mientras tanto puede hojear los libros. Aquí están las novelas más antiguas y allí las nuevas; en aquella estantería tenemos las biografías, en aquella otra los diccionarios y enciclopedias, y en la última estudios y ensayos -le explico de corrido, después de tantos días ordenándolos y limpiándoles el polvo-. En esos montones están los que aún no hemos colocado, écheles un vistazo, hay cosas muy interesantes -intento que se sienta cómoda para que no se marche antes de que llegue Margarita-. Es usted joven, cómo es que le gustan tanto los libros? -se me escapa mientras la acompaño entre las abarrotadas estanterías.

Nacer apretó la mano de su compañero de habitación como pudo y después aceptó uno de aquellos bombones 

- Nacer. Ojalá pudiese beberme esa cerveza ahora - dijo mientras levantaba el bombón como si fuese una jarra de cerveza y simulando un brindis.