Partida Rol por web

Arquitectos de Voluntad. Libro-1: Planes robados.

Sierra de Arkhania

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30/04/2017, 13:14
-Arquitectos de Voluntad-

Nada mas abandonar la ciudad, el cielo emergió claro y limpio, de un intenso azul. Y el frío os sorprendió. Pese a que estáis preparados, con pieles de más, os cala hasta los huesos.

Los caballos ascienden lentos por la nieve y Arkhania pronto queda lejos a vuestra espalda. Aquel páramo sin vida, sólo blanco, parecía no tener fin. Cortado por las cumbres heladas en un lugar en el que el viento nunca cesa de soplar.

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30/04/2017, 13:15
Agnel

-¿Cu-cu-cuál es el p-plan cuando nos topemos con el primer gi-gigante?- conseguí preguntar sin poder controlar el castañeteo de mi mandíbula por culpa de los temblores.

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30/04/2017, 15:32
Aegon Drakarys
Sólo para el director

-Decimos que venimos en misión diplomática y entregarnos pacíficamente- dije a Agnel mientras exhalaba una pequeña nube de vaho cálido cerca de ella, la sangre dracónica podía ser útil aquí, aunque debía cuidar de no abusar de ella, aunque incluso a mi este frío me estaba resultando sumamente perturbador -Por cierto Agnel, podría pedirte algo más? quisiera que estudiaras las lineas de mana de este plano mientras estemos aquí- estaba empezando a tener un plan, aunque no sabía bien como explicarlo

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07/05/2017, 19:26
-Arquitectos de Voluntad-

Agnel se giró hacia ti sorprendida ante lo que acababas de pedirle, pero no pudo reprochar nada pues una cadena enorme se alzó ante vosotros. Tras ella, un ser descomunal emergió alzándose en todo su esplendor.

Su yelmo, con estalactitas de escarcha se orientó hacia vosotros -Esta es la frontera- dijo al tiempo que alzaba la cadena que amenazaba con romperse. -Os aplastaré- Sentenció soltando el grueso metal y el estrépito que formó al caer lanzó nieve hacia vosotros que amenazó con tiraros de los caballos.

Una vez la nieve hubo caído de nuevo, pudisteis ver, en la montaña al frente, más siluetas que se perfilaban en el horizonte y se acercaban. Los gigantes habían recorrido un gran trecho y estaban muy cerca.

-Este es nuestro reino. Ya os hemos permitido bastante. Aquí los gigantes somos los únicos y verdaderos emperadores.- Rugió furioso y su profunda voz provocó un alud lejano que no representaba amenaza para vosotros.

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07/05/2017, 19:36
Agnel

Dejé de sentir frío pues mi corazón comenzó a bombear sangre con fuerza. -¿Qué hacemos?- le pregunté a Aegón visiblemente asustada. -Puedo transmitirle una idea en la cabeza pero ¿qué le digo?- pese a la ausencia de frío no podía dejar de temblar. 

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07/05/2017, 19:44
Aberth Azur

Tarde, conseguí un caballo. Sabía que Aegón me llevaba horas de ventaja y no podía esperar más. Al galope, presentí una presencia a mi lado y al girarme vi a Guiulia. -¡Elfa!- dije reconociéndola y estaba segura que ella me reconocería (siendo la única semigigante) -Aegón, el general, ha partido sin sus hombres a dialogar con los gigantes- le revelé completamente alarmada.

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07/05/2017, 19:47
-Arquitectos de Voluntad-

Nada mas abandonar la ciudad, el cielo emergió claro y limpio, de un intenso azul. Y el frío os sorprendió. Pese a que estáis preparados, con pieles de más, os cala hasta los huesos.

Los caballos ascienden lentos por la nieve y Arkhania pronto queda lejos a vuestra espalda. Aquel páramo sin vida, sólo blanco, parecía no tener fin. Cortado por las cumbres heladas en un lugar en el que el viento nunca cesa de soplar. Pero no por ello aminorasteis el paso.

Pocas horas después visteis a Aegón y Agnel delante de un imponente gigante de la escarcha. 

En la montaña al frente, más siluetas que se perfilaban en el horizonte y se acercaban. Los gigantes habían recorrido un gran trecho y estaban muy cerca.

Ese ser que se alzaba ante vosotros rugió furioso y su profunda voz provocó un alud lejano que no representaba amenaza pero que daba muestra de su fuerza. Aún estáis muy lejos y el viento en contra hace que no podáis avisar al general. Tu percepción de elfa (y la experiencia de Aberth) os ponen en alerta al percibir la trampa. Sombras oscuras en la nieve rodean a Aegón y es sabido que los gigantes usan a orcos y trasgos como avanzadilla. El general se encuentra en medio de una emboscada.

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07/05/2017, 20:59
Guiulia Laedassian
Sólo para el director

Saludó con el rostro a la semigigante, era fácil de reconocer - lo se - confesó cuando habló de Aegon, tenían que alcanzarlo en cuanto antes, los gigantes sabían ser más pacientes con las mujeres, tal vez por su gran orgullo.

Cuando vieron la emboscada, aun estaban lejos, pero era solo una persona, y la elfa esperaba que que el enorme coloso no sintiera la necesiddad de dar la orden de emboscar, un hombre y de cerca, dos mujeres, ¿sentirían una amenaza de un grupo así? ¿merecían un ataque quienes avanzaban en solitario mostrando respeto? No podía arriesgarse y miró a Aberth.

- puedo crear algo de luz para que nos vean, tal vez frenemos la emboscada, ¿crees que la frenarían? - una luz cálida y serena ¿sería bien recibida? Esperó la respuesta de quien iba a su lado, para que le dijera si era buena o mala idea, y llevarla a cabo o no.

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08/05/2017, 03:33
Aegon Drakarys
Sólo para el director

Aquel gigante podría ser un desafío digno de cualquier dragón, sin embargo no estábamos aquí para pelear, debíamos evitar la violencia lo más posible, afortunadamente llevaba conmigo a Agnel, la cual, como supuse, tenía la habilidad para poder hacer las cosas más fáciles -Dile que venimos en paz para una audiencia- si eran medianamente listos, y al parecer lo eran, tendrían un sistema de gerárquico bien bien definido, lo cual significaba protocolos y leyes

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15/05/2017, 19:59
Aberth Azur

-Los gigantes de esta zona son los líderes, emperadores indiscutibles sobre la nieve que nos rodea. Su ego es comparable a su fuerza. Tienen subyugadas al resto de razas- le revelé a mi improvisada compañera con sinceridad. -Merece la pena intentarlo- le dije apretando el paso del caballo. Si mis hermanastros llegan a verme, quizá podríamos iniciar una conversación.

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15/05/2017, 20:53
Guiulia Laedassian
Sólo para el director

Guiulia alzó sus manos, agachó el rostro, y se concentró, normalmente pondría una mano sobre otra, pues de aquel modo sanaba, pero en esta ocasión se concentró en hacer salir aquel destello cálido, bastaba con que le vieran, y que su gran orgullo les reclamara no atacar a alguien cuya cálida luz pidiera el paso, quería tener la oportunidad de hablar con ellos de manera justa.

Sus manos indicaban a los laterales en los que se ocultaban aquellos que preparaban la emboscada, para dar a saber que sabía que criaturas estaban allí, y que a pesar de ello deseaba acercarse. Ver a los gigantes desde tan cerca, era sorprendente, no por temor, morir podía hacerlo en cualquier sitio y en manos de quienquiera que le atacara; lo increíble era aquel imponente porte que poseían.

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20/05/2017, 08:53
-Arquitectos de Voluntad-

Todo ocurrió muy deprisa. Agnel recibió la sugerencia de Aegón de transmitir un mensaje a la mente del gigante. Una proeza que la mujer no creía poder realizar. Ella jamás había intentando introducir un pensamiento en la mente de nadie, su campo de poder se limitaba a introducir conocimientos, no mensajes. Pero pensó en una novela caballeresca, algún pasaje de un poema, o cualquier texto que inspirara la compresión de aquel monstruo enorme. Luego, claro está, debía superar el frío, el miedo y el hecho de que con el yelmo le resultaba imposible ver la cabeza.

La humana bajó del caballo, alzó los brazos en muestra de paz y dio un paso dudoso hacia el gigante que pareció henchido ante la muestra de temor. El colosal bruto alzó una mano sobre la humana que bien podría aplastarla cuando algo atrajo su atención. El yelmo se alzó y miró a lo lejos distinguiendo una luz. Luego divisó dos jinetes, escudriñó entornando los ojos que miraban a través de la rendija y distinguió a Aberth Azur, la semigigante. Mitad miembro del clan, mitad ser despreciable e insignificante.

Aegón disntiguió a la semigiganta al girarse y también a la elfa Guiulia que, con un gesto hacia la nieve que rodeaba al general, lo puso en alerta. Efectivamente, se habían metido de lleno en una emboscada donde más seres (a parte del gigante) aguardaban ocultos bajo la nieve la orden precisa.

Aegón volvió a mirar hacia la pareja que llegaba en su auxilio y la llama de esperanza se avivó en su pecho. Pero sintió la sacudida de la tierra y el viento que alzó el golpe pasar a través de él. Cuando volvió la vista, la mano del gigante se encontraba posada en el suelo donde antes había estado la joven Agnel, hundida hasta los nudillos.

El caballo de Aegón se agitó pero logró controlarlo, el de Agnel salió desbocado por el susto. El semigigante lanzó un bramido y sus fieles, que hasta entonces se habían ocultado y aguantado el frío invernal, emergieron con las armas desenvainadas. Un centenar de orcos y trasgoides surgieron en torno a Aegón.

Los caballos de Aberth y Guiulia se detuvieron en seco ante el espeluznante espectáculo.

Notas de juego

Un lugar para los caídos. Nueva reseña: Agnel

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20/05/2017, 09:04
Aberth Azur

-¡No!- grité impotente al ver la mano caer sobre la joven Agnel. En ese momento me di cuenta de que los gigantes habían planeado desde hacía mucho el ataque a Arkhania, esperando a la chispa que lo desencadenara todo. Hice girar al caballo -Conozco un ritual que evitará que los gigantes de la escarcha entren a Arkhania. Serán repelidos durante mucho tiempo.- Revelé a Guiulia con la mirada cargada de ira producto de la impotencia -Pero necesito tiempo para ejecutarlo.- Comenté con la intención de volver sobre mis pasos hasta la misma frontera de la ciudad.

Ya no me importaba si aquel general sobrevivía o no. La sangre semigigante que corría por mis venas me llenó de furia y sólo quería quitarles aquello que tanto habían deseado... al precio que fuera necesario.

Mientras cabalgábamos hacia la frontera le revelé la verdad -Escúchame. Para hacer este ritual se necesita un sacrificio importante- sostuve su mirada -moriré al concluirlo- le dije sin perder un instante en la carrera -Necesitaré que lo hagas tú para concentrarme en la plegaria- esperaba que aquella elfa tuviera el coraje y el pulso firme para hacerlo -No se me ocurre otra forma. Pero no temas- en ese momento le sonreí -Regresaré a mi tiempo.- Le dije, Unrir perdería uno de sus soldados en este era pero lo ganaría muchos, muchos años después. -¿Cuento contigo?-

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20/05/2017, 09:10
-Arquitectos de Voluntad-

Tras el incidente, la elfa y la semigiganta giraron los caballos y dieron media vuelta, conscientes de que jamás podrían hacer frente a la amenaza que se les venía encima.

Tu situación era más delicada pues tenías a más de cien asesinos sanguinarios en derredor, un enorme gigante de la escarcha al frente y sus hermanos gigantes no tardarían en llegar. El corazón te latió fuerte en el pecho cuando la mano del gigante se alzó y con ella un reguero de sangre y vísceras, los restos aplastados de Agnel.

El bruto sacudió la mano como el que se libra de un insecto y la sangre se esparció. Sentiste que algunas gotas cayeron sobre tu rostro. Pero no podías distraerte, estabas en una situación precaria y, si no medías bien tus pasos, compartirías el mismo destino que ella.

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20/05/2017, 22:39
Guiulia Laedassian
Sólo para el director

- Puedo asegurar un espacio reducido, libre de ruido y ataques, aunque a parte de ello no se que esperas que haga... Va en contra de mi naturaleza siquiera pensar en matar a alguien.

Ni siquiera quiso pensar en lo que quedaba atrás, le dolía pensar que aquellos grandes guerreros se hubieran degradado tanto, siempre supo que podían ser un poco brutos, pero les consideraba gente de honor, ese asesinato a sangre fría ante una intención pacífica, solo les colmaba de deshonor.

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30/05/2017, 19:27
Aberth Azur

-Tendrá que ser suficiente- Sentenció Aberth sin apartar la vista de un punto concreto en la nieve. Un peñasco alto pero accesible (o todo lo accesible que puede ser en aquel terreno nevado).

-Hazlo- sentenció desenvainando un puñar ritualístico. Se rajó la palma izquierda esbozando una mueca y comenzó a dibujar signos en la nieve blanca con su propia sangre.

Mientras tanto, en la lejanía, se escuchaban los gritos de guerra de los súbditos de los gigantes de la escarcha y sus voces guturales dando órdenes en su idioma natal.

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30/05/2017, 19:34
-Arquitectos de Voluntad-

El gigante que había matado a Agnel, había visto a Aberth dar media vuelta y correr con sus caballos por la nieve. Era algo que no podía eludir y, confiando en que sus huestes acabarían con el guerrero humano, corrió hacia la semigiganta conocedor de la magia que corre por sus venas.

Ahora te encuentras a solas rodeado por un montón de orcos malolientes y mal equipados que, entre tiritones de frío por haber mantenido la emboscada, gritan intentando intimidarte.

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30/05/2017, 19:36
-Arquitectos de Voluntad-

Aberth comenzó a ejecutar el ritual al tiempo que la tierra retumbaba. El coloso llegó con sorprendente rapidez hasta vosotras y sólo tu conjuro impidió que sus puños os aplastaran contra la nieve. Pero a cada golpe, todo retumbaba con un sonido ensordecedor. La semigigante luchaba con todas sus fuerzas por mantener la concentración intentando no pensar en si tú tenías la magia suficiente para contener al gigante.

El bruto se apartó y recurrió a sus dotes arcanas invocando una tormenta en la montaña más cercana. Sabías que, de producirse una avalancha, estaríais en su trayectoria. Aberth no parecía ser consciente de ello.

La mujer ejecuta el ritual antes que el gigante termine su hechizo. Tú, miras al bruto y a la montaña que comienza a temblar cuando un sonido de succión llama tu atención. Aberth había hundido el puñal en su abdomen y, con un fuerte tirón hacia arriba, se abrió en canal. -En cuanto el ritual esté listo- susurró -corre a la ciudad. No podrán seguirte- dijo entre estertores de dolor. Su sangre salía a borbotones de su herida dotando de la magia suficiente los signos que había hecho en el suelo. -Vuelvo a casa- Para que la sangre bañara por completo el círculo se dejó caer sobre él. Aberth, la sacrificadora, había hecho el mayor de los sacrificios. Darles una oportunidad.

La montaña volvió a temblar, y parte de la nieve de la montaña se desprendió. La avalancha no tardaría en comenzar, Aberth había concluido su cometido (sorprendentemente). Ahora sólo te queda regresar a la ciudad.

- Tiradas (1)
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30/05/2017, 20:51
Aegon Drakarys
Sólo para el director

Una verdadera desgracia acababa de acontecer justo frente a mi, sin embargo eso hacia mi trabajo más difícil, pero no podía darme el lujo de desconcentrarme, en este momento lo mejor que podía hacer era simplemente vengar su muerte, ya después pediría el apoyo de los dioses para revivir a la joven representante del gremio de hechiceros.

 

Ahora, volviendo mi mente hacia la actual situación, me sentía ofendido, ¿En verdad? ¿Orcos? ¿Planeaban detenerme solo con eso? la sangre en mi interior hirvió por un momento, justo como mi armadura para posteriormente lanzar una bocanada de calor hacia la nieve a mi alrededor, convirtiendola en una nube de vapor incandescente que aprovecharía para dañar y cegar a mis enemigos, si, eran más que yo, pero eso pronto cambiaría.

Notas de juego

(ups, no me había dado cuenta que no se subió mi post anterior XD)

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30/05/2017, 21:39
Guiulia Laedassian
Sólo para el director

La guarida neutral de Guiulia siempre había sido absoluta, por ello le extrañó oír algo siquiera, todo su ente se tornó resplandeciente por un instante, el pelo volaba y un gran haz de luz salió de sus miembros y su fosas oculares. La luz se condensó en una cúpula de unos tres metros, y mientras se preguntaba si una avalancha podría penetrar su guarida, la semigigante se abrió un canal en el estómago. Un "no" mudo salió como un suspiro tardío que no le dejó margen a salvarla o pedir que buscaran otro modo.

Cuando le dijo que no pasarían, solo pudo regalarle un toque anestésico, no tan firme como para paralizarla, pero si, ligero para que no sintiera más dolor - gracias - dijo, más no estaba en su costumbre agradecer un acto incorrecto que acabara con una vida, pero hizo una excepción queriendo regalarle una sonrisa agradecida, y lo estaba, había dado otra oportunidad a la ciudad y a sus habitantes, a costa de su propia vida. No obstante no pudo ofrecerle una sonrisa alegre, si amable, pero con un gran toque de tristeza.

Su sacrificio sería informado, y avanzaría hasta donde hiciera falta.