Partida Rol por web

Los Irongrads parecieron calmarse un poco con las palabras de Ameri. Su tono amigable parecía decir "hey, no somos una amenaza", y eso junto con la actuación de Dido les convenció de que no era necesario atarle las manos al grupo como garantía de que no harían nada raro.

Podrían ser solo viajantes, al final.

El interior del palacio era tan grandioso como debería esperarse de un palacio real. Aun abandonado y lleno de vegetación, de cierta forma no parecía que dicha vegetación estuviese creciendo sin contról de forma aleatoria, si no que ese era el propósito por el cual había sido puesta allí en primer lugar - para mezclarse con la estructura de piedra, llena de columnas y arcos, dándole al sitio un aspecto casi edénico.

Los pasillos eran amplios, de techo alto y paredes decoradas con ladrillos azules y mosaicos de animales en dorado. El color ya estaba apagado, claro, pero aun así eran más o menos distinguibles. 

Ameri al entrar en el palacio quedó asombrado, era incapaz de esconderlo en su rostro o gestos.
Se quedaba viendo los detalles en los mosaicos, incapaz de prestar la suficiente atención sin distraerse antes con algún otro grabado u  algo mas entre tantas cosas que ver en esos muros.  Casi como si tratara juntar por la fuerza la mayor cantidad de detalles posibles, quizás para sumarlo a sus cuentos y anécdotas con la esperanza de podérselo contar a sus víctimas/espectadores, si algún día volvía vivo a la ciudad.

Sacudió la cabeza tratando de centrarse, pero fue incapaz, caia rendido ante otro mosaico, parecía un niño en el país de las maravillas. Aun asi se forzaba por seguirle el paso a los demas, cada tanto se le escapaba una mirada cargada con odio, quizás expresando capricho, por no dejarle mirar las cosas tranquilo, se mordía el labio tratando de controlar ese nuevo impulso, que le envenena por dentro, aun sentía que se podía contener el odio, aunque le enfermaba, era un sentimiento parásito, que no le dejaba disfrutar lo que tenía delante, casi haciendo competencia al hambre que había sentido ultimamente. Aunque la idea de querer mas se hacia mas grande con el paso del tiempo.

“- Primera vez que veo cosas asi, porque no haber de esto en ciudades?”
Pregunta de forma inocente a Ashen, en un tono bajo, pero no el suficiente para que los guardias puedan escucharlo.
Sonrio un poco desviando la vista a otro mosaico, perdiéndose de nuevo unos momentos.
“- Este es genial”

Volviendose a distraer con una mirada soñadora. Casi como si se hubiera olvidado de dónde estaba.

El orgullo es como una hermana silenciosa, te guían hacia un acantilado por el mero hecho de reirse un rato. Si logran sobrevivir a este combate, los irogrands no volverán a cometer el mismo error. Suerte o desgracia, que prefiero que las cosas se tomen su tiempo.

Dependiendo de como salga el encuentro con la profeta, tal vez nos ahorremos un combate de mas-Típico de los jóvenes ser tan desesperados. Espero que sea una señora mayor, mas mente abierta puede ser.-Miro las construcciones por el rabo de ojo, aun en mi posición de jorobada, todo era muy magnifica y gigante.....no muy inteligente, un ejercito completa puede entrar sin problemas, en cambio si fueran construido al estilo de nuestro tamaño, ¡ningún hombre podrán tomarla!. ¿Quién vencería miles de enanos con lanzas, frente al hombre que gatea en 4 patas ?

Ufff, ¡menos mal que su imperio esta en la ruina! ¡Solo miren como el oro están en las paredes! ¡Si resistieron el paso del tiempo! ¿pero es necesario desperdiciarlo de esa manera ? ¡úsenlo para construir armas! ¡Una poderosa Lanza, que penetrara cualquier armadura! ¡Nunca se limpia ni reparar! ¡Que tonto que son!

miraba hacia la hermosa arquitectura del lugar intentando ocultar el asombro que sentia algo celoso de que estas ruinas aun sigan en tan hermos figura a comparacion de las grandes ciudades de antaño bastemi, soltaba un pequeño "hsss" de gato casi inperceptible mas que para los que estaban directamente a un lado de el y despues de esto se le acercaba al irongrad que los guiaba y le decia en el tono mas noble y sofisticado que podia elaborar

-disculpe, emmm.. su profecia dice algo sobre mi? o sobre algun bastemi? que realmente yo me tope con estas personas hace solo 1 dia en el puerto antes de venir aqui y me pagaron para venir como guia

le decia al enano intentando safarse de la situacion diciendolo con un cierto tono de verdad... pues tecnicamente una verdad era.

Cuando Apolo entro al palacio sintio una sensaion extraña, era como si ya hubiera visto todo, de cierto modo era verdad, el mismo palacio no diferia mucho de algunos templos o mansiones de algunos Irongrads que el conocia o tuvo la oportunidad de ver, mas alla de las decoraciones las platas y vegetacion era un agregado que nunca vio.

¿Cuanto falta para llegar?, no quiero apresurar las cosas pero...ya pasamos por mucho antes de llegar a este lugar y descansar las piernas no estaria mal.

Dijo Apolo mientras tomaba dos pequeñas piedras del piso y las frotaba entre si con el afan de producir un pequeño chasquido y pasar el rato.

Los Irongrads no respondieron las cuestiones del grupo, llevándolos en silencio por los pasillos llenos de vegetación. En dado momento, una especie de lago o piscina artificial empezó a ladear el camino que seguían, conduciendo hasta una sala cuya entrada era visiblemente mayor que las otras que habían pasado por el palacio. Los Irongrads llevaron el grupo a través de esta y se mantuvieron en la entrada, bloqueando el paso por si los viajantes quisieran escapar.

La sala era rodeada por una versión mayor de aquel lado artificial que habían visto, a parte de arboles y vegetación frondosa que cubría las paredes y colgaba del techo sobre las cabezas del grupo. Delante de estos, había una serie de escalones que subían pequeñas plataformas hasta llegar a un gran trono gris. En cada lado del trono, habían marcas vacías en el suelo de donde estatuas un día debieron estar.

En el trono, una Irongrad joven, de piel oscura y cabellos un poco más oscuros que su piel, se encontraba sentada con una sonrisa intrigante en el rostro. Usaba un vestido de una sola prenda, de tejido fino y suave, pero un tanto revelador. En su cabeza, una especie de tiara o corona reposaba. Esta tenía una parte de bronce, pero otra parte era transparente, como de vidrio, y en su interior parecía ondular una especie de liquido brillante.

- Bienvenidos, señores viajantes. Por favor, entrad. - Ella miró a los Irongrads en la entrada. - Traedles algo para que puedan sentarse. Deben estar cansados de tanto viaje. - Ella hablaba con suavidad, pero había... Algo en su forma de hablar que inquietaba.

Ameri se veía distraído con tantas cosas, pero valieron poco con la magnificensia del salón del trono, se lo veía aún más encantado y feliz de lo que que hubiera sido posible para un humano.

La expresiones y gestos de Ameri no cambiaron al ver a la profeta, de hecho estába apunto de adelantarse para presentarse ante la niña de forma divertida y juglar. pero al escuchar la voz de ella, se paró en seco y se le vio tenso, casi intimidado, pero trato de esconder esos sentimientos.

Y decidió tomar una postura más formal. Tenía miedo por algún motivo, trataba darle la mejor imagen de si mismo que podía dar ante la profeta y con palabras suaves dijo:

"- Me presento señorita… mi nombre es Ameri, y mis acompañantes, como ha dicho, hemos viajado largos días y cortas noches. Nos honra que nos deje poder estar en su presencia…

… aunque, ya sabrá el motivo de nuestro fortuito encuentro."

Le sonríe de forma cómplice, como no queriendo poner en duda sus dotes.

"- Espero que sepa comprender."

Sentia que estaba caminando en la cuerda floja, si era momento de ser útil era ahora.

El cuerpo ya me avisaba que mis piernas no me daba para mas, debía descansar si no me cobrara caro el día de mañana. Bien sabe la sabia, que uno debe seguir sus instinto. Pero esta situacion...no era la indica. Respiro con lo que puedo y resisto apoyando mis manos en las prendas de Apolo.

No como ni me sentare, no bajare mi guardia ante la niña de deseos fantasiosos. En su lugar, solo le doy una mirada a su corona y mueve la cabeza negando. Luego volteo y limpio el polvo de la ropas de Apolo, ignorando por completo a la niña. No hay mejor forma que bajar alguien de su nube, que solo ignorandolo y saquen su lado de niño-O me atacara por mi ofensa. Con todo lo que he visto, ella debe ser una loca que intenta restaurar el glorioso imperio Irogrand. ¡Bah! ¡Como si fueran los primeros! ¡Los imperios tienen su ciclos! ¡Todo caen por su propio peso! Guerras y guerras, combate y política. Abarcan mas de lo que pueden, luego empiezan las rebeliones...al principio lo controlan, ¿pero cuando pasen años y siglos ? ¿Cómo quedan su ejercito ? ¡Debilitado! ¡cansados! Al final, entre tanta lucha de poder se auto-destruyen de forma mutua. Los territorios conquistado se liberan al fin, y el imperio se derrumba. Si en su lugar, buscaran administrar su tierra, crear una cultura. El pais se fortalecería lo suficiente, como para resistir el paso del tiempo.

El rostro de la profeta Nana se contorció en una mueca de indignación mientras sus ojos se fijaban en Dido. Se atiesó en el trono, asumiendo una postura corporal tensa y hostil.

- ¡Anciana! ¡No desvíes tu mirada cuando hablo! Ya estoy siendo demasiado misericordiosa con no mandar ejecutarte por ensuciar mi palacio con la presencia impura de tu raza... ¡¿Me pagas desafiándome de esta forma?! - Exclamó, dando un golpe al posabrazos del trono, llena de furia e indignación. - No necesito ser una profeta para saber que no me tienes ni una pizca de respeto, ¡pero tienes edad suficiente como para saber quien tiene posición de poder aquí, anciana!

Respiró con un poco más de calma, y miró a Ameri, cerrando los ojos por unos segundos, en silencio.

Los guardias entraron en la sala, cargando algunas almohadas y dejándolas detrás del grupo para que este pudiera sentarse en el suelo con más comodidad.

Asiente con la cabeza para Ameri, su sonrisa suave de certeza regresando al rostro.

- Vinieron aquí porque un cazador de recompensas llamado Elihu os contrató, porque la anomalía se está expandiendo hacia el sur y quieren que nos marchemos de aquí. - Dijo con seguridad, cruzando las piernas en el trono. - ¿Eso es todo?

 se llevaba la mano a la cara y tragaba saliva mientras escuchaba la reaccion de la profeta, le daba un golpe en el costado de manera discreta a dido mientras la juzgaba con la mirada y procedia a dar un paso al frente tapando a dido y comenzaba a hablar con su tono cordial y sofisticado.
oh su eminencia, perdone las acciones de esta mujer manchada... los años ya le han pesado en la cabeza y eso le hace olvidar sus situaciones, permitame presentrarme.
hace una reverencia con un saludo y luego se levantaba denuevo
puede decirme ashen y lo demas no es importante, no soy mas que el guia contratado para llevar a este grupo por su viaje y por ello me entra la duda, por que es que nos necesita aqui?
la miraba casi fijamente mientras tenia el resto de sus sentidos alertas en la habitacion, se le podia notar por los movimientos de sus orejas que no pensaba confiar en la profetisa tan facilmente aunque su actitud y palabras demostraran otra cosa, parecia tambien seguir con su acto de que no ha tenido nada que ver en caso de que pueda usar eso para librarse
 
 

“- Eso nos ha hecho más fácil las cosas”
Sonrió Ameri ante la demostración de la profeta.

“- Y si, eso es todo.
- Y que también no es necesario que hablemos de lo que pasará si se quedan.”

Sincerandose con la profeta viendo que no es posible actuar o mentirle
“- Sepa disculpar a mi compañera… le necesito de cierta forma para vivir.
- Supongo que sabrá de mi condición”

Sentándose en uno de los almohadones de forma cortes y mirándole con cierta curiosidad.
Extrae 3 monedas de su saco y comienza a jugar con ellas en una de sus manos
“- Oraculo... ve un buen futuro si se queda aqui?”

Posó las 3 monedas de golpe contra el suelo, de tal manera que el metal no hizo ruido contra la piedra, un truco que había aprendido en sus actos callejeros, sonrió al ver que sus compañeros no habían notado su actuación, aunque dudaba que el gesto hubiera escapado de la oraculo.

Dejo la mano apoyada sin ver las monedas. Esperando una respuesta de la profetiza o algun gesto sobre el tema, no pensaba desenmascarar a la niña, pero queria confirmar algo.
Si poseia un poder como el de los ushinos, de poder sentir cosas de las que no se hablan... o en realidad podia ver sin necesidad de otros observadores, quizas ver el pasado y ell futuro... mucho con que distraerse, le resultaba divertido.
O solo actuaba... cosa de la cual entenderia tambien.

Trato de pensar que queria saber como habian quedado las moneras. (Cara o cruz)

La curiosidad seguia en los ojos de ameri esperando alguna señal de ella.

- Derecho al asunto, Bastemi, muy bien. - Dijo la profeta. - La pregunta que deberían hacerse más bien es porque en vez de dejar que mis buenos discípulos hiciesen lo que quisieran con ustedes, decidí antes llamaros para mi palacio. Hice eso porque os estuve observando desde que vinieron, y como parecen individuos con buen potencial, algunos con dones claramente divinos... - Dijo, haciendo un pequeño énfasis en sus ultimas palabras y mirando a Dido y Apolo. - ... O demoniacos, eso ya lo vamos a comprobar. El hecho es que puede que me sean valiosos en una misión que me encomendó los dioses en esta ciudad. Y como es una misión que me encomendó los dioses, si, Ushino, si tendré buena fortuna aquí. - Dijo, de forma muy seria y un tanto autoritaria. - No entendáis más de lo que acabo de decir, no os estoy invitando a ser discípulos míos, no quiero mezclar razas inferiores junto a la superioridad Irongrad, pero quizás... Vuestra estadía aquí sea mucho menos turbulenta si aceptan mi propuesta. - No parecía ser un pedido, más bien una orden.

Apolo tomo la parte de atrás de su sombrero y la jalo un poco dejando una vista un poco mas clara de la profetiza.

Ho gran profetiza, ya que sabe nuestras intenciones y como no ha propuesto ayudarla en su...misión,supongo que eso significa que podríamos llegar a algo para que abandonen la ciudad, por su seguridad, claro.

Apolo intentaba mantener su mente lo mas centrada que podia, no queria arriesgarse y menos teniendo a la profetiza frente a el, con todo eso aun debía mantener su misión original en mente.

¿A lo que quiero llegar, si nosotros cumplimos con su peticion, usted cumpliria con la mia? ejem, digo, ¿nuestra?

“- Lamento haber tenido que ser directo
- Pero endulzar y contar verdades a medias sería un sinsentido ante ud’s...”
Chasquea la lengua, sonríe disfrutando de alfin poderse sentar sobre una almohada, y comenzando a estirar los músculos de sus brazos y piernas. Llegandose a escuchar un hueso tronando.

“- … no poder mentir libera un poco. Y disculpe, pero actuar como alguien formal seria mentirle también”

Sonríe de forma inocente, incapaz de mostrar que se veía un poco avergonzado.
“- Volviendo al tema, me gusta vivir Nana y las acciones hostiles atenta contra eso.
- Y a diferencia de las anomalías, a ti y tus seguidores los quisiera tener como  personas civilizadas, al menos han dejado que hablemos”
Se rasca la cabeza, viendo que de nuevo caía en tratar de endulzar lo que decía, sabiendo que no servirá con ella.

“- Como puede ver solo he venido aquí para tener un futuro como algo mas que un vagabundo.
- No conozco las anomalías, seres divinos o demonios, pero algo me dice que algo va mal”
Cerrando la manos un poco frustrado, quizas la ira tratando de hacerse lugar
“- Además del hambre, no he tenido nada más que miedo al entrar en esta zona.”

Presionó su estómago apartando la mirada de la profetisa unos segundos.
Se levanto y trato de decirlo con palabras simples, viendo que ir al grano le resultaba difícil.
Camino un poco hacia Nana para que le escuchara.
“- Si cumplimos lo que se te encomendó… se irían?
- Nosotros tambien debemos cumplir lo que se nos pidió”

Levanto la mano posada en el suelo sin decir nada, las monedas no habian hecho ruido al tocar el suelo porque nunca estubieron en su mano en un principio, dejando a la vista las monedas en la mano izquierda, por un momento se vieron la posicion de las moneras en su muslo, para despues perderse de vista entre los dedos del ushino, que parecia ser la mano buena del ushino. 

Sonrio con pena viendo que la profetiza no seguiria su juego de todos modos.
De forma discreta para los demas, pero no para Nana, pudo ver que le estudiaba con la mirada.

Viendo si ella habia actuado o tratando de ver algo mas profundo en ella.

Cita:

Exagero mis gesto faciales a reirme. Como si me estuviera asfixiando, pero no podia evitarlo. Su comentario era de lo mas absurdo y innecesario, ¿poder ? ¿Cual ? ¿El de enviar a tu niños a que nos capturen, teniendo miedo de enfrentarnos cuerpo a cuerpo ? Claro, poderosa y imponente eres, ¡OH PROFETA NANA!.

Una cosa es decir, y otra cosas desmotrar. Quien depende mas de lo primero, es solo humo y palabras. El viento se lo lleva y se pierde.

Cita:

Dicho por una Irongrand que nacio en la epoca donde su imperio dejo de existir, y sus ruinas han sido invadido por una anciana, un gato, un hombre y nada mas.-Como gesto desafio, no miro a la profeta. Le doy la espalda, pero pensaba sus palabras. Me tenia de malas su actitud, ¿como supo nuestra mision ? Esta es la primera vez que hemos hablado, algo malo esta pasando aqui.

Sin medir a cuento, sin pensar mucho. Escribo en la tabilla lo mas rapido posible. Luego le doy vuelta a la tabilla y la volteo, luego la elevo encima de mi cabeza para que lo lea la profeta. Pero sin dignarme a mirarla aun.

MIRA CARAJITA, SI TANTO TE HA ENCOMEDADO LOS DIOSES UNA MISION. ¿PORQUE NO LO HAS HECHO TU ? ¿ACASO ERES INDIGNO DE SU PRESENCIA, QUE RECURRES A UNOS EXTRANJEROS DE MALA PAGA Y VIDA ? ¿PORQUE SIQUIERA NOS DA ESTA BIENVENIDA, CUANDO TU NIÑOS QUERIAN MATARNOS ? ¿ES UN TEMOR LO QUE VEO ? ¿TEMES QUE TE QUITEMOS TU SUEÑOS DE TRONO Y GLORIA ? ¿POR ESO ESTA AQUI, EN ESTA TIERRA MALDITA ALEJADO DE TODO DIOS ?