Partida Rol por web

Kimbo se encogió de hombros, pensar no era lo suyo, lo suyo era arreglar cosas y romper personas, eso sí se le daba bien.

Sonriendo ante sus propios pensamientos rompecráneos se unió a Rona en la puerta que investigaba.

Yo te cubro, vamos allá. Que no nos pagan por horas.

Al escuchar a Kimbo sonrió, y dió un tremendo patadón a la puerta.

Desconectó el conector de su muñeca del terminal del elevador y se giró para informar a la tripulación del Pandora.

- Al parecer, los movimientos registrados por el ascensor confirman movimiento constante entre los niveles inferiores por lo que convendría acabar con este piso cuanto antes para bajar a limpiar el sótano -añadiendo cierta nota de sorna que había aprendido de antiguos programas de televisión del siglo XX.

Tanto Rona como Kimbo parecieron estar de acuerdo ya que se dirigieron hacia la siguiente puerta que encontraron cerrada y le pantaron un sonoro patadón, a fin de ver lo que había al otro lado.

Rona no escucho nada al otro lado de la puerta. El apoyo de Kimbo hizo que se decidiera a patear la puerta. Ante ella y sus compañeros se encontraron una enorme cuyo fondo no había sido excavado por tecnología humana, sino por los moradores primitivos del asteroide. La sala tiene agarres en el suelo dispuestos para colocar los contenedores de Odium que usa el imperio. De hecho todavía había un contenedor roto tirado en medio de la sala. La antigua estancia se encontraba considerablemente limpia y vacía lo que delataba el previo saqueo al que había sido expuesta.

La mutante escudriñó la sala desde la atalaya perfecta que era su enorme corpachón descubriendo lo que parecía algo brillante bajo los restos del cajón destrozado en el centro de la sala.

Rona se acerca al cajón para comprobar qué es lo que brilla. Avanza con cautela, fijándose bien en todas direcciones; mira el techo, los lados, el suelo... no quiere que otra araña (u otra cosa) les sorprenda de nuevo. - Cuidado, no debemos pasar nada por alto compañeros.

- Las cosas brillantes a veces están hechas para atraer a las presas.... - susurró Mercy a la mutante que se aproximaba al extraño objeto. - ¡Cuidado no sea una trampa o algo peor! -

-Me andaré con ojo Mercy... tienes razón.

Rona extendió sus alas y se elevó un metro por encima del suelo. Si había una trampa era posible que estuviera colocada en el suelo.

Una nube de polvo se formó bajo el torbellino de aire provocado por el fuerte aleteo de la mutante. Rona se acercó aprovechando los altos techos de la estancia hacia la caja que había llamado su atención. Bajo los restos del contenedor una trozo de metal iridiscente, de color indeterminado, pero de una belleza incomparable. Era un trozo de Odium, el metal más preciado de toda la galaxia. Un pedazo del tamaño de un puño, seguro que en el mercado negro tendría un valor nada despreciable. El Odium yacía sobre el suelo polvoriento de la habitación y no parecía estar protegido por ninguna trampa.

le doy un golpe con el látigo, para ver si ocurre algo...

Se levanta más polvo...

Rona, con su cola présil recoge el trozo de Odium con cuidado. Después vuela hasta sus compañeros y se lo tiende a Mórmorac. -Creo que sacaremos algo por ésto.
 

Eso quiere decir que aún queda Odium en esta explotación, y nos da el motivo de que esas ratas hayan venido aquí. Todo tal cual lo supuso el gobernador.

Se rascó la barba unos segundos.

Lo cual me lleva a, ¿porqué se abandonaría una explotación con mineral? Ch1ld, necesito que te conectes a alguno de los terminales. Vamos a buscar algún historial de sucesos. Tal vez ocurrió algo y nos sirva a nosotros ahora.

La pequeña sonda de reconocimiento planetario asintió ante la petición de su amigo Kimbo. Se acercó a uno de los terminales y se conectó a él a traves del dedo de una de sus manos. Al mismo tiempo, se comunicó con Shiri por si les podía echar un cable buscando información en la red externa. Solían mantener conversaciones constantemente a la velocidad de la luz, por eso en ocasiones el droide parecía algo ausente e independiente.

- Le he pedido a Shiri que nos ayude desde fuera -informó al resto de la tripulación del Pandora.
 

Sherezade respondió inmediatamente al droide del Pandora.

Demasiado tiempo sin saber de vosotros Ch1ld_08. Exactamente han transcurrido 1'23456·10⁵ ciclos de procesador de la unidad de cálculo principal del Pandora. Si hubieran transcurrido 4'5·10⁴ ciclos más hubiera tenido que activar el protocolo de emergencia y salir del asteroide en busca de la estación de emergencia más próxima y lanzar una sonda interplanetaria de SOS.

Veo que me requieres para que descifre los registros de comunicaciones. Bien... ... ... Parece que los mineros lo pasaron mal y por eso terminaron todos muertos, me remontaré a los registros más antiguos ... ... Según veo, los imperiales que explotaron el asteroide unos 100 años estándar antes que estos colonos encontraron también cadáveres xenomorfos al llegar a la estación. Pero parece que fueron listos y una vez recogida la cuota de Odium exigida por el decreto Imperial vigente en aquel momento dejaron el asteroide tras algún incidente violento con alguno de los trabajadores que no terminan de concretar. Típico de los humanos dejar las tareas sin terminar. Si me remonto más atrás en el tiempo ... ... ... No puedo obtener nada. Los registros son antiguos y de tecnologías no basadas en Silicio de alguna civilización antigua que se tomo demasiadas molestias para que nadie pudiera descifrarlos.

La situación parece bastante mala para las formas de vida basadas en el carbono querido montón de chatarra...

Después de eso Sherezade cortó la comunicación.

Xenomorfos. 

Se mesó la barba pensativo.

No me gusta, el cabrón del gobernador nos ha colado un li-Jon. Un lio de cojon. No se si sería mejor jugársela a huir. Los imperiales no dejan de explotar el Odium sin motivos, Morlum.

- Bufff... estoy con Kimbo. Esto cada vez me gusta menos... - dijo Mercy. - espero que pase lo que pase dejemos el camino despejado para huir si es necesario. - 

- Señor... ¿le ocurre algo? Se ha quedado mudo.

Al ver que Mórmorac sigue sin contestar mete la piedra en su mochila. - Sigamos

- Probemos la puerta del fondo...

Se aproxima a la puerta y coloca el oído. Se fija en los alrededores del quicio y en el suelo.

El pequeño Ch1ld siguió a Rona tras comunicarles las malas noticias que le estaba transmitiendo Shiri por el emisor de audio que utilizaba para comunicarse con sus compañeros.

- Te cubro pequeña... -dijo emitiendo un audio de película de los 80's.