Partida Rol por web

Escucho intimidada la explicación del Sr. Martín y estoy a punto de sentarme de muevo cuando la voz de la otra chica se levanta para apoyar la idea de tapar la puerta. Me giro entonces, con la cabeza alta y me dirijo de nuevo frente al sr. Martín, esta claro, señor, que tenemos divergencia de opiniones, digo mirándole fijamente a los ojos, creo sinceramente que, ya que usted quiere poner nuestra vida en peligro, lo más apropiado es que votemos quién prefiere tapar o abrir la puerta. Me encamino hacia la otra joven y, tomándole por el brazo, continúo hablando con Martín, aquí tiene a dos que votamos tapar la puerta, ¿verdad?, digo mirando a 53 con ojos suplicantes, por favor, no dejes que abra la puerta, te lo ruego, tengo mucho miedo.

Observa la conversacion con ojos desorbitados se acerca a la maquina y ayuda a 57.
Mejor pongamos la maquina antes de que algun bicho de esos pueda pasar...

El anciano comienza a recular y se coloca en el lugar opuesto a la puerta. Su rostro esta blanco y grandes goterones de sudor ruedan desde su frente a su barbilla.

liz me coje del brazo y me lleva hacia martín, le suelta un rollo y me pide con mirada suplicante que la secunde. asiento nerviosa con la cabeza. a saber qué es eso que hay al otro lado, podría acabar con nosotros de un bocado..

Intento mover la máquina...en ese momento cierro los ojos y respiro profundamente...esto...esto me recuerda...como aquella vez...

Creo que se pasan los efectos de la droga anti-memoria o lo que sea...

Al menos, el número 52 viene a ayudarme.

- Venga, antes de que tiren la puerta abajo.

empuja junto a 57
vamos alla.... uuugggggggggg

- ¡Vamos!

¿Pero de que habláis? ¿que al otro lado hay un bicho? ¿un monstruo? ¿No sólo habéis perdido la memoria sino también el juicio? No puedo creer que esto me esté pasando a mí, por un lado de la puerta un montón de tipos haciendo ruidos de ultratumba, y por el otro otro montón de tipos, y adultos, que todavía cree en los zombies y en los duendes. Creo que...

Mis palabras se detienen en seco. Mi mirada se pierde, mientras sigo sujetando la puerta. Cierro los ojso un instante y los vuelvo a abrir tras sacudir la cabeza ligeramente.

creo que ... recuerdo algo.

Mientras empujo con mis dos manos y todavía dando la espalda al resto (porque sigo empujando la puerta) giro lentamente la cabeza. Mi mirada es confusa y mi rostro serio.

Gracias, le digo a la joven después de su intento de echarme una mano. Bien, parece que hay alguien con sentido común, pienso cuando veo a 52 y 57 empezar a mover la máquina, tal vez debería ayudarles, también es por mi bien, Yo..., espera, ¿qué haces? ¿no ves que no eres fuerte? Te puedes romper algo, pienso mientras palpo mis escuálidos bracitos, vale, y si no puedo ayudarles, ¿qué hago? No sé... mmm... mmm..., echo un vistazo rápido a la habitación, ¿y las otras puertas?, tal vez si las forzamos un poco podamos salir de aquí, termino deduciendo mientras me dirijo hacia la puerta más próxima para observar si hay alguna manera de abrirla.

Al observar la habitación por inercia te vas a la pared opuesta a la de donde vienen los gritos. Te percatas de que se oye un ruido constante desde esa habitación así que acercas a la puerta y ves que hay luz por debajo de la puerta. Parece que la luz esta encendida en esa habitación.

El ruido es como si fuera de una maquina o algo que provoque un ruido repetitivo en forma de bucle. Algo como: TAAC-TAAC

Finalmente la maquina de coca-cola se sitúa delante de la puerta pese a que el señor martín (55) quería intentar dejar pasar a alguien pero parece que nadie quería intentarlo.

Mientras os quedáis un poco más aliviados al ver ese objeto pesado tapiando la entrada de esas "cosas" os miráis unos a otros.

respiro algo más aliviada, pero sigo agarrando el maletín. espero que la máquina sirva para algo..., miro a mis compañeros de encierro. pero creo que deberíamos abrir alguna puerta, porque quedarnos aquí no es mi mayor pasión.

Tras colocar la maquina, respira pesadamente y se queda un rato mirando al vacio, luego parece volver en si y una pequeña sonrisa asoma en sus labios apenas un segundo.

Una leve sonrisa se dibuja en mi cara, mientras mis ojos idos parecen haber encontrado una respuesta, una cafetería... yo... trabajaba ahí, pienso mientras unas pocas incontrolables lágrimas rozan mis mejillas. De repente, el mecánico ruido que oigo a través de la puerta me devuelve a la realidad, taac, taac..., ¡Eh, eh!, ¡¿Hay alguien ahí?!, grito a la puerta aporreándola desesperadamente con la mano. Mientras espero respuesta, me giro hacia los demás, ei, tenéis que escuchar esto, parece que hay algo ahí detrás, les digo mientras me seco las lágrimas con la manga del mono.

el número 52 y liz sonríen a la vez, como si tuvieran telepatía, lo cual resulta un poco raro. además, liz se pone a llorar, lo cual hace la escena un poco más rara. de reptente sale disparada hacia una de las puertas, escuchando algo al otro lado e invitándonos a pegar la oreja en la puerta, para oirlo nosotros también. ten cuidado, la advierto, que no estamos para sorpresas...

Al escuchar la voz de Liz todos os acercáis hacía esa puerta mientras guardáis silencio. Pese a que se siguen escuchando ruidos procedentes de la puerta tapiada por la coca-cola os percatáis de que se oye un ruidos repetitivo y posiblemente mecánico desde detrás de esa puerta.
Además de que se aprecia que hay luz por debajo de la puerta.

Nadie responde a los gritos de Liz y os miráis unos a otros sorprendidos por la situación. De alguna forma todos os hacéis la misma pregunta.
¿QUE ESTA PASANDO AQUÍ?

Me retiro de la puerta una vez la máquina está instalada.
Ahora vendrán por otro lado, seguro. Ya tendremos ocasión de enterarnos de algo. Ahora debemos salir de aquí y buscar algo de comida.

Veamos... no hay ningún sitio lógico, mejor o peor que otro por el que salir. Salvo quizás la puerta que está al otro lado de la máquina de refrescos. Pero si esa puerta (la Oeste) tiene un cierre electrónico significa que tiene algo que proteger. Comida, o la salida, o el despacho del jefe de sección encargado de crear pesadillas. O el peluquero. Yo no he cambiado mi aspecto, pero creo que el resto sí. Este tipo no paraba de repetir el número 55. Y no creo que se refiriera al número que aparece en mi mono. Probemos.
Me acerco hacia la cerradura electrónica. tecleo en el panel 55.

Incomprensiblemente no pasa nada cuando míster martin teclea el código 55 en la maquina. Y antes de que empecéis a pulsar combinaciones aleatorias os aviso que se necesita un código y que es bastante complejo 8)