Partida Rol por web

Viendo la enésima pelea entre Jeanette y Martin ya comienza a hacer mella en mi la desesperación. Al final acabaremos matándonos entre nosotros...

- Te sigo.- Digo a Jeanette. Ahora que hay luz quizá cambien las tornas...

Frank se aleja de la máquina de refrescos, siguiendo a Martin.

-Eh, MArtin, espera! Tengo mucho que contarte, y tienes que saberlo! -le dice, mientras le da alcance.

Sigo a Jeanette  y a 57.

Creo que Jeanette y Martin debian de ser pareja, porque siempre estan discutiendo y además hacen una buena pareja.

51 (Frank) y Martín desaparecen por la puerta del vestuario.
Liz, Jeanette y 57 vuelven por el último pasillo descubierto.
58 se queda a solas en la habitación central.

Al apartaros de la maquina de refrescos parece que esas cosas se relajan y dejan de golpear

Ehhhh, no me dejéis aquí solo...

Salgo corriendo por el pasillo detrás de Jeanette.

Salís del pasillo de la ratonera de nuevo a la habitación central. El sofá permanece aún ardiendo aunque ya solo quedan las brasas de él. Junto a él esta el cuerpo de 54 y la maquina de refrescos bloqueando la entrada a la peligrosa cocina.
Los otros que faltan (Martín, 51 y 58) suponéis que estarán en el vestuario.

El lugar luce bastante mejor ahora que volvéis a tener luz eléctrica aquí. Ya no parece ser tan peligroso o atemorizador como lo era a oscuras.

La puerta de la izquierda tiene una cerradura electrónica por lo que hace falta una especie de código para abrirla. La de la izquierda esta cerrada con llave y además es una puerta semi-blindada (es metálica) diferente al resto que son de madera vulgaris

hogar dulce hogar..., entro en la habitación central, por enésima vez desde hace horas. esto empieza a cansarme, como os lo diría, no es el sitio que yo elegiría para vivir, sabeis? ven conmigo. arrastro de un brazo al tipo silencioso conmigo. cuidado no pises a nuestro "periquito". esquivo el cuerpo de 54, preguntándome porqué sigue aquí. me paro delante de la puerta cerrada con el código. vamos a ver, sabes el número mágico para abrir la puerta? digo, cruzándome de brazos, apoyada en la puerta, y mirando al hombre a la cara.

Jeanette avanza tirando de vuestro nuevo amigo o más bien arrastrándolo. Resulta cómico verla intentar que el tipo ese haga lo que ella quiere. Os recuerda a cuando intentáis enseñarle a un perro que os traiga un palo u otro truco perruno.

Me dirijo a la puerta de la derecha y pego la oreja, a ver que se escucha.

Espero que aqui no haya monstruitos...

No escuchas nada de nada... excepto el clásico sonido que os llega de fuera y que os pone nerviosos a todos.

La puerta del vestuario se abre y sale por ella 58 llevando algo de ropa en el hombro y la mano en el bolsillo, como si viniera de paseo.

Mientras tanto en la habitación central jeanette y liz están con el tipo ese que esta en suelo tirado y balbuceando cosas sin sentido, al lado de la puerta con cerradura electrónica.

Por otra parte 57 se encuentra delante de la puerta de acero.

Cojo la chaqueta mejor y empiezo a maniatar al loco.

Bueno, ¿Qué me he perdido? He oido gritos mientras estaba ahi dentro...

- Creo que esta llave.- Enseño la llave en alto.- Puede abrir esta puerta, ¿no creeis?

Hace un gesto para que se acerquen.

- ¿Hacemos una barricada también o entramos como los valientes?

al escuchar a 57 mis cejas se levantan, movidas por el interés. una llave? y de donde ha salido? digo, mientras cambio de puerta y voy hacia él, sin preocuparme mucho de nuestro loco particular, del que ya se encara 58. no hagas tantas preguntas y abre, parece que con zombis o sin ellos, vamos a morir igual.

Jeanette, no seas loca, esperate un momento que voy a llamar a Martin que aún tendrá la pistola y al viejo, que tiene un hacha, por si las moscas, porque tal y como estás ahora supongo que sabes que por mi parte no me importaría empujarte contra esas cosas para salvar mi culo.

pff... suelto un soplido a la vez que pongo los ojos en blanco. déjame en paz tío, para trifulcas ya tengo a martin, que me pone más cachonda que tu. digo pasando por su lado. no vas a conseguir nada de mi, ni tan siquiera una patada en tu triste trasero. voy para el vestuario, es una buena idea hacerse con el hacha del abuelo.