Partida Rol por web

Frank se adelanta, cogiendo el hacha ensangrentada, y sin mirar a la cara al hombre misterioso. Se siente cómodo en presencia de aquel demente, lo que le hace sentirse calmado.

-Larguémonos de aqui ya, ya hemos molestado bastante a este hombre -dice, con un tono que no deja sitio a réplica. -Volvamos a donde hemos salido, aqui ya no queda nada que salvar...Vosotros quedáos si queréis, yo creo que ya no podemos permitirnos perder más tiempo.

joder..., doy un tímido paso hacia atrás, con un gesto de asco en mi semblante, mientras ilumino con la antorcha lo que queda del amigo george. la situación surrealista en la que nos encontramos, se vuelve más rara si cabe. quien coño es george, quien coño eres tu y qué es lo que va a pasar? digo sin hacer mucho caso a los comentarios de frank.

- El viejo tiene razón, este tío no suelta prenda.- Aseguro.- Quizá los héroes de la otra sala hayan encontrado la salida...

Cuando Frank toma el hacha ensangrentada entre sus mano el tipo se gira hacía él quedándoselo mirando con los ojos perdidos como si observará más allá de donde esta él. Luego se gira hacía la puerta donde están jeanette y 57 y dice en voz alta, como quien no quiera la cosa.

- Él esta entre vosotros, lo vi en las cámaras de seguridad. No debéis confiar en él...

-Gracias por el consejo, pero ahora debemos irnos, amigo. Mejor será que no salgas de aqui -le dice, echando un último vistazo a la habitación, para luego regresar al habitáculo de donde salieron, minutos atrás.

-El camino está un poco oscuro, pero la antorcha aun parece funcionar -dice, afianzando con la mano el hacha. -En marcha.

- Si, lo mejor será que volvamos con el resto.- Pero antes de salir me dirijo al hombre.- Y tu...No hagas ninguna gilipollez o acabarás como tu amigo...

- Si... ¡SIN CABEZA! - dice riéndose alzando mucho la voz pero sin mirar a nadie en concreto

- Larguémonos.- Y avanzo por el pasillo junto a 51 y Jeannette.

Espero que esos capullos hayan hecho algo bien...

Él y los suyos están por aquí, cerca. Es cuestión de tiempo que acaben lo que han venido a hacer. ¿Y entonces que pasará? Algo no bueno, os lo puedo asegurar... ja, ja, ja... - se ríe mientras os alejáis de él dejándolo sumido en la oscuridad del lugar preguntándoos si estáis haciendo lo correcto.

Al dirigiros hacía la sala común os sorprende el silencio que procede de ahí ya que no se oye a vuestros compañeros discutir...

Vaya, parece que esto está vacío.

- ¡Eh chicos! ¿Estáis ahí?- Pregunto en voz alta.- Quizá hayan ido al comedor ese...- Digo dubitativamente a Frank y Jeanette.

Avanzáis hacía la sala central cuando al abrir la puerta y avanzar lentamente entre la penumbra se enciende de súbito la luz. Al otro lado de la sala podéis ver a liz que parece también algo sorprendida. Tal vez por veros o porque ha vuelto la luz.
Lo que más os llama la atención es que la puerta de la cocina esta abierta.

En unos instantes escucháis un disparo procedente de la cocina.

Liz, Jeanette y 57 toman de nuevo el camino en dirección a la ratonera. A la espera de que ahora que hay luz en el pasillo puedan conseguir algo más de esa sala.
Tenéis delante vuestra un pasillo largo y una puerta al fondo que esta abierta.

Poco después acude con vosotros 58 a la carrera

¡Dios! Que tío más imbécil, con la de gente que hay por el mundo y me han tenido que encerrar con el. refunfuño entre dientes, mientras avanzo por el pasillo. ¿Tendría que haber cogido el hacha del abuelo? me detengo a mitad, miro adelante y atrás, algo insegura. al final sigo andando, la prisa por saber y por salir me puede.

¡Habla! digo, casi exijo, nada más cruzar la puerta rota

La pequeña sala esta ahora iluminada por lo que el cadáver que antes visteis (quien lo vio antes, claro) ahora os parece aún más horrendo. Esta claro que lleva tiempo muerto y desprende un olor muy desagradable.
El resto de la habitación esta compuesto por unos monitores de televisión que están activados pero que solo emiten niebla y una mesa escritorio sobre la que descansan papelajos y demás objetos. El lugar huele a cerrado, a humedad y a putrefacción.

El tipo esta tirado en el suelo pero al veros entrar por el quicio de la puerta se gira hacía vosotros y sonríe antes de tomar la palabra.

- Hola, corderitos, je je

Me echo la mano al bolsillo rápidamente a la vez que los nervios hacen que chille:

¿Quien cojones eres tu?

Tu vecino que a venido a por un poco de sal, ja ja