Partida Rol por web

Tú no has visto nada, tú no sabes nada :(
Por cierto, tienes un flashback en tu zona privada ;)

Liz no reaciona. Se ha quedado absorta ante la visión de la pistola, de mis calzoncillos o de ambos.

Liz, te has quedado anonadada. Escucha, se manejar armas de fuego. Era mi trabajo. Ahora tenemos una, pero no se lo digas a nadie o puede cundir el pánico. ¿comprendes, verdad? y ahora vayamos con los demás como si no hubiera pasado nada. ¿podrás hacerlo? no podemos quedarnos aquí para siempre. digo en voz muy baja

Sonrío intentando tranquilizarla. Mis blancos dientes contrastan con mi negra piel.

¿Se me notará la pistola? Ójala estuviera un poco mas rollizo...

El resto del grupo que se había quedado en la sala inicial pasan al vestuario junto a los que se habían adelantado. En un momento de silencio os percatáis de que los ruidos tras la maquina de coca-cola cesan en intensidad e incluso durante unos instantes parece que haya algo de calma aquí.

Os dais cuenta de que estáis sedientos y un poco hambrientos. El mono marrón que lleváis puesto es algo incomodo y sin bolsillos. Aquí hay ropa en las taquillas, mayoritariamente ropa deportiva. Tal vez podáis cambiaros o incluso daros una ducha.

Bien, Liz. ¿Volvemos con el resto?. Estoy escuchandoles entrando en el vestuario, pero no se si aquí hay algo mas que encontrar, así que pasar mas tiempo aquí es perder el tiempo hablo a Liz con voz muy baja intentando que nadie mas escuche mis palabras.

Aunque uno tampoco espera encontrar una pistola en una lavadora. ¿que pretendían? ¿borrar las huellas dactilares? Hay modos menos agresivos de tratar una estupenda Smith & Wesson SW1911PD del 45 con cargador de 8 balas y una en la recámara con marco de Scandium y carril de acero inoxidable.

Me acerco a una de las máquinas y la acaricio suavemente...me siento cómodo aquí...

Al entrar los que faltaban en el vestuario, vuelvo en mi y retrocedo hacia las taquillas. Cojo algo de ropa deportiva de mi talla para cambiarme.

- No os vayáis de fiesta sin mí, guapas.

Voy a un sitio algo más apartado...

Os miráis unos a otros sin saber muy bien que hacer cuando de pronto 57 coge algo de ropa y se cambia en la zona de las duchas lejos de miradas ajenas.

los rezagados al final han decidido entrar, aunque no parecen muy dispuestos a hacer nada. el número 7 va a cambiarse de ropa, también a mi me apetece cambiarme, pero antes quisiera satisfacer mi curiosidad y saber qué hay detrás de la otra puerta de la sauna, me acerco y pongo la mano en la barra, haciendo presión hacia abajo. haremos la fiesta, con o sin ti. respondo.

El cómplice silencio de Liz me llena el corazón de alegría.
Ha comprendido mis razones para esconder la pistola

Volveré con el resto o se preocuparán. ¿Metemos esto de nuevo en la lavadora? señalo el montón de ropa que la joven puso en mis manos y que dejé en el suelo de cualquier manera.

- Esto está mejor.- Digo tras cambiarme de ropa, me alegro de dejar el mono de trabajo...era feísimo. Después me asomo a la sauna a ver que hace la chica número 53.

Abres la puerta que da paso a una piscina. La habitación esta a oscuras pero usando la luz que entra por detrás tuya observas el agua que la cubre y otra puerta un poco más adelante. El lugar te parece muy frío y no puedes evitar un estremecimiento al abrir la puerta y notar el cambio de temperatura.
Ves un interruptor un poco más adelante, en la misma pared donde esta la puerta.

Busca entre las cosas un par de deportivas y una chaquete a ser posible.

Liz sigue silenciosa.
Debe de estar sufriendo una crisis bastante fuerte. Lleva un buen rato mirando la lavadora sin hacer nada más.

Vamonos, te protegeré. digo mientras la tomo del brazo para sacarla del cuarto de la lavadora.

Bueno si todos nos ponemos guapos yo no voy a ser menos....

Seguidamente busco algo de ropa que me encaje.

nada más abrir la puerta, un frío intenso me envuelve. la habitación está a oscuras, abro la puerta despacio para evitar sorpresas. no parece haber nada, está en el más absoluto silencio, todo lo que oigo son las palabras de mis compañeros. poco a poco mis ojos van acostumbrándose a la oscuridad, doy un par de pasos, el olor me confirma lo poco que mis ojos alcanzan a distinguir, una piscina. dios como me apetece darme un chapuzón. en la pared distingo la silueta de algo que podría ser un interruptor, me acerco a él, con pasos cautos, mirando al suelo y al frente alternativamente.

Al presionar sobre el interruptor unas luces de neón parpadean iluminando la sala. Ves la piscina que esta bastante descuidada y percibes el olor a agua de mar, apenas se ve el fondo ya que el agua esta verde. La piscina invita poco a nadar dentro de ella.

Tu mente recuerda algo, tal vez una situación similar parecida que hayas vivido anteriormente.

Todos os reunís de nuevo en el vestuario. Algunos se han cambiado de ropa y visten ahora ropa deportiva. Generalmente lo que había disponible por las taquillas consiste en zapatillas, ropa interior, camisetas blancas, bañadores, algún jersei y bastante ropa de chándal (pantalón y chaqueta).

La chica de pelo oscuro (pj 3) parece que ha encontrado otra sala. Esta allí ahora. El resto se va vestiendo y os miráis unos a otros sin saber muy bien que hacer. El miedo inicial ha pasado ahora a segundo plano, más bien ahora estáis preocupados por entender que esta pasando y que puede ser este lugar.

Aprovechando que la gente esta a su bola te acercas a la taquilla que te sonaba y sorprendentemente tus manos deslizan un doble fondo sacando una mochila de ahí. Dentro hay una muda de ropa limpia masculina, un sobre cerrado, una pistola automática, un juego de llaves y una tarjeta magnética.

cuando las luces se encienden, dejan a la vista una sala de lo más austera. solo hay una piscina, de aguas verdes, que me quitan enseguida las ganas de bañarme. algo me viene a la mente, algo del pasado, mis estudios, mi vida feliz que acabó cuando mis padres murieron. me tiemblan las piernas, busco la pared con la mano, detrás de mi, apoyo la espalda y me voy deslizando hasta acabar sentada en el suelo. mi padre, mi adorado padre abusaba de mi, el truncó mi vida dos veces. los recuerdos, recuperados tan de repente, tan dolorosos, me llenan de ira y de tristeza. las lágrimas corren por mis mejillas, apoyo los brazos sobre mis rodillas y la cabeza en mis manos. para recordad eso, mejor no haber recuperado la memoria.