Partida Rol por web

Te despiertas agitada por los sueños de la noche. Las sábanas están empapadas de sudor, al igual que tú. Las pesadillas se repiten si que logres encontrar una explicación.

El sol de Avalon se cuela por tu ventana. Hace buen día, otra vez. La gente empieza a preocuparse, no es normal que no llueva en tanto tiempo, y el miedo a las malas cosechas y el hambre se extiende por el país.

Empiezan a escucharse extraños rumores sobre la lluvia y los shide.

Rumores, son solo eso, rumores - mascullo entre dientes mientras camino hacia el bosque, de un humor de perros por la falta de sueño

Pero el malhumor aumenta cuando en las dos primeras trampas que reviso no hay nada y en la tercera, ha saltado, pero la presa ha logrado huir.

Bueno, empezamos genial - digo en voz alta mientras me apresuro a coger mi arco y colocar  mi carcaj para disparar a algo mientras sigo mi camino hacia otra zona de trampas

Como buena avalonesa, antes de salir de casa te aseguras de poner un penique bajo el pié izquierdo y de que la herradura de hierro frío está bien puesta en el marco de la puerta.

En cuanto te internas un poco en el bosque, te das cuenta de que Avalon ha cambiado.

Parece el mismo, pero no lo es. La vegetación parece más verde, el cielo más azul, incluso jurarías que hay más animales poblado el bosque.

Tu querido pais, para bien o para mal, ya no es el mismo.

A medio camino entre una zona de tarmpas y otra  me asalta una sensación de inquietud, vieja conocida....., de repente es como si no hubiese nada mas en el bosque, como si los pájaros hubiesen estado callados y de repente empezasen a cantar todos a la vez, es como si el propio bosque tuviese una sorpresa preparada, grande y a la vez terrible.

Tendré, que desempolvar mis espadas y volver a practicar - dije en voz alta mientras me volvia a poner en camino.

Si el cuerpo me pedia volver a tener la espada en mis manos, volver a tirar con ella, atacar a aquel desvencijado muñeco de paja que tenia medio abandonado en un pequeño granero al lado de la casa.

Co un repentino cambio al buen humor, decido apresurtame para ir a revisar las trampas y volver a casa de nuevo para preparar todo

En todas las trampas que revisas hay presas. El bosque te ofrece lo mejor de sí mismo, brindándote todo lo que necesitas. Mientras caminas, te da la impresión de que, de las zarzas y de los árboles, penden más frutos de lo normal. El cielo empieza a encapotarse, como dice el viejo dicho: "Si en Avalon no llueve, espera cinco minutos."

Mientras caminas por el bosque, te encuentras a una figura sentada con la espalda apoyada en un arbol. Lleva ropas casi hechas girones, y un extraño guante de cuero negro. Tiene la cabeza inclinada hacia abajo, con un pelo largo pelo trigueño, sucio y descuidado, tapádole la cara.

Alza la vista y, nada más ver su rostro, te das cuenta de que es un shide. Su belleza es increible, a pesar de estar cubierto de mugre. Sus ojos te miran suplicantes.

-Agua... por favor.- te dice casi en un susurro.

A Pesar del rechazo instintivo que me produce su raza, no puedo evitar compadecerme de aquel ser que esta allí, pidiendome agua, así que saco mi odre y lo pongo en una piedra al acance del Shide, mientras recojo un par de presas que se me han caido por "accidente", mientras sacaba el agua - toma, puedes beber de ahi - digo señalando el odre.

El hombre estira la mano que lleva desnuda y coge el odre.

-Gracias.- murmura mientras comienza a beber avidamente. Según el líquido entra en su cuerpo, su aspecto comienza a cambiar. Sus rasgos se van rellenando, pareciendo menos demacrado, y sus ojos cobran una nueva luminosidad.

Te devuelve el odre,levantándose. Es muy alto, casi un metro noventa. A pesar de sus ropas raídas, tiene cierto aire elegante. Tiene los hombros un poco inclinados, como si portase una gran carga.

Te mira con una sonrisa triste, consciente de tu rechazo.

-No te preocupes, el glamour ya no habita en mi. Ahora soy como... vosotros.- cuando pronuncia la última palabra, le tiembla un poco la voz.

Se presenta estirando hacia tí la mano enguantada a modo de saludo.

-Soy Lawrence, aunque no te lo puedo pagar, estoy agradecido por tu ayuda.-

Ehm... - me quedo parada sin saber que decir, vaya, parece sincero, pero sigo sin fiarme demasiado de el - Bueno,  yo me llamo Gwy - digo tendiendo mi mano.

Mi curiosidad natural, que en tantos lios me ha metido siempre, hace acto de presencia ante el enorme cambio que ha experimentado Lawrence - ¿y que es eso de que has perdido tu glamour, que eres como nosotros? - le digo mirándolo a los ojos

Cuando coges su mano, notas la dureza del metal através del cuero. Sin embargo, la muñeca y los dedos parecen moverse con total normalidad.

-Encantado, Gwy.- dice con una sonrisa cordial. Retira la mano rápidamente, mirándola con una expresión extraña durante un segundo.

Te mira asombrado ante la pregunta, y se queda unos instantes parados, antes de contestar.

-Digamos que estaba en el peor momento en el lugar menos indicado. ¿Has escuchado la leyenda de la bruja de la Isla Gris? Pues no es una leyenda. Se encaprichó conmigo y, cuando no quise acceder a sus deseos, me maldijo. Alguien como yo no puede formar parte de la Corte de la Reina; me desterraron y me convertí en... mortal.-

Dice la palabra "mortal" con auténtico pánico. Te cuenta todo como si hiciese mucho tiempo que desease hablar con alguien.

Vaya.... - lo miro enarcando una ceja, ahora me fijo mas en el  es bello - Bueno, pero realmente mortal, o es otra clase de maldición.... porque acabo de ver el cambio que has experimentado solamente con beber el agua - le suelto si estar convencida del todo de la intenciones de este tipo, no me fio de el, y quiero que el lo tenga bien claro.

No espero su respuesta mientras empiezo a recoger todo y a recolocar las piezas cobradas en mis trampas y me dispongo a partir hacia mi casa para desollarlas y preparar las pieles y mi comida.

Las nubes cubren el cielo y pequeñas gotas empiezan a salpicaros. En el, forman pequeños surcos entre la mugre de su cara, dejando ver un piel lisa y clara.

Te mira confuso un segundo hasta que desvía la mirada al suelo, antes de contestar.

-Realmente mortal.- sigue pronunciando la palabra con pánico, como si no pudiese soportarla.-Cambio porque dependo del agua, como todos. Estaba deshidratado. Conservo todas las desventajas de los sidhe, pero sin serlo ya.- dice con amargura.- gracias por el agua y por tu ayuda. Que tengas suerte, Gwy- se despide.

Te da la espalda de forma despreocupada y comienza a caminar en dirección contraria a la de tu pueblo, con lo hombros hundidos. Has visto pocos sidhes en tu vida, pero nunca a ninguno con ese aire de derrota.

Me quedo de pie, sin saber que hacer mirando al shide - Oye, -le llamo.  Mientras se da la vuelta, cojo uno de los conejos que he atrapado y se lo lanzo - toma esto es para ti - le digo mientras el coje el conejo al vuelo.

Me doy la vuelta y sigo mi camino realmente he stado tentada de invitarlo a comer, pero si quiere algo más que lo pida el, no voy a cambiar mi forma de ver a los Shide, pero si lo necesita, y me lo pide.....

Sigo camino de mi casa con un torbellino de ideas en mi cabeza, si, realmente hay un cambio en Avalon

-Gracias.- murmura mientras coge el conejo muerto con un poco de recelo. Se gira sobre si mismo para continuar su camino, en dirección opuesta a la tuya.

Caminas hacia el pueblo, observando el aspecto extraño que está tomando el bosque. En cuanto empiezas a acercarte al pueblo, ves que hay gente reunida en la plaza hablando. Parece que no eres la única que se ha dado cuenta de los cambios. En el centro está el druida, intentando calmar a la gente, que parece bastante inquieta.

-Vamos a calmarnos un poco, que los sidhe y el Glamour vuelvan de forma activa no es malo. Avalon estará más protegida.-

Algunos de tus conciudadanos lo miran con desconfianza, mientras el resto parece bastante emocionados.

Uhm, interesante.... pienso mientras me coloco entre la gente y observo las caras de los allí presentes.

Decido intervenir - disculpa -digo- .... estará mas protegida si, pero nosotros tampoco estaremos libre de ellos, ¿no crees?.

Lanzo esta pregunta al tipo que estába hablando cuando llegué, aunque esperando que cualquiera me conteste... odio llegar con las conversaciones a medias.... pienso mientras frunzo el ceño.

Todo la gente que está en la plaza se gira hacia tí como si te hubieses vuelto loca. De hecho, un par de ellos, dan un par de pasos alejándose de tí. El druida, una vez pasada la preplegidad inicial, se gira hacia tí.

-Recuerda Gwyanna, que esta es su casa, nosotros llegamos después. Y el respeto es fundamental, más ahora que las puertas se han abierto de nuevo. No hay nada más que decir, volved a casa.Y no olvideis el penique en el zapato izquierdo antes de salir de ella.-

El druida se baja del alto en el que estaba subido y se acerca a tí.

-Gwyanna, acompáñama, haz favor.- dice mientras empieza a caminar hacia su casa.

Alsan - dije con cierto respeto, nunca me había gustado en exceso la gente que se deja llevar, por eso había reaccionado así, y por eso ahora trataba así al druida - creo que no me has entendido, claro que ellos han llegado antes que nosotros aquí, pero las historias y algunas experiencias nos dicen que son muy volubles y que pueden reaccionar de formas  imprevisibles.

De todos modos, te pido disculpas si te he ofendido, pero no variaré mi opinión sobre ellos sin pruebas ... no se si me explico - acabo diciendo cuando llegamos a la puerta de la casa - ojalá tengas razón y Avalon y sus habitantes estén más protegidos, y yo tenga que cambiar de opinión y retractarme de muchas cosas que haya dicho

El druida pasa a la humilde cabaña de piedra y madera haciendo un gesto, invitándote a entrar.

-No me ofende escuchar las verdades de los corazones de las personas. Se que no te gusta demasiado la buena gente, pero al menos, debemos tenerles respeto. Y muchos han hecho cosas buenas por el pais. Lo que no entiendo es porque han vuelto a abrir las fronteras. Pero pronto lo sabremos.-

Se acerca a una pequeña cocina de hierro, de donde sirve dos vasos de una infusión. Te deja una encima de la mesa mientras toma un ligero sorbo de la suya.

-Y la buena gente no es mala, solo caprichosa e inocente, como niños. Viven en un mundo ageno, inmortal. Me temo, a partir de ahora deberás acostumbrarte a su presencia.-

No me queda mas remedio, por supuesto, y sabes que nunca he cerrado la puerta a cambiar de opinion si los argumentos que me dan son buenos e irrebatibles - tomo un sorbo de la infusion que ha preparado el druida... está fuerte...- Alsan, dime una cosa.

Hago una pequeña pausa antes de formular mi pregunta, mientras me apoyo en la mesa y miro a mi alrededor, como tratando de encontrar las palabras para plantear mi pregunta de una forma diplomática, lo que no es mi fuerte.

Me tomo un nuevo sorbo de te y respiro hondo- ¿tú sabes algo que los demás no sepamos?, ¿me has traido aquí para algo? ¿qué me quieres decir?

El druida se descubre, echando la capucha hacia atrás. Te da la impresión de que está rejuvenecido, como si brillase con una nueva luz.

-Hay una nueva reina en Avalon, Elaine.  Va ahora camino de Luthon para reclamar el trono. Y lleva el grial. Una mujer valiosa que traerá la paz y la protección de los viejos tiempos a nuestro país. Lleva el grial con ella.

Siempre te ha tenido en cuenta y te ha hablado con franqueza, pero lo que te está contando sobrepasa todo lo que has escuchado antes. Una nueva reina sólo puede significar dos cosas: guerra o paz.

-Y con ella vuelve el glamour. Ya se que desconfías de los shide y de la magia, pero Avalon siempre ha sido así, forma parte de sus raices y de sus entrañas.-