Partida Rol por web

Nacido en el distrito del puerto de Azhkala, de una familia muy muy humilde, tus primeras armas fueron de niño travieso cometiendo algún hurto. Tus padres, ante la preocupación de lo que las malas juntas harían a su pequeño Samir, decidieron enviarte a vivir con tu tío Gorcaiz "el pescador".

Un día y medio en carreta hasta la zona del lago Weng te transportó con tus diez años a una nueva realidad... Tu tío, y el resto del universo parecían ser pescadores por aquellos lares.

Sin embargo aquello no era lo tuyo. Ni el lago Weng, ni los malolientes pescados.

Pasaste mucho, mucho tiempo en las boscosas montañas al norte del lago, en la medida de los permisos que se te concedieran, y así fue que, al pasar el tiempo, fuiste ganando aptitudes de guardabosques.

Los poblados pesqueros fueron en tu inquieto trajinar conocidos para ti, y de cada uno de ellos, gente amiga y buen rollo obtuviste.

Hoy, tras mucha agua baje el puente, te encuentras al sur del lago que  te vio crecer, aún mas al sur del Valle de Misnor. Pasando el Camino del lago, y a mitad de distancia de la Bifurcación del Sur... En el bosque al oeste de Amnagua... Lo que te ha llevado aquí, en medio de la noche siguiendo un rastro no es otra cosa que una promesa... Una promesa de justicia, y de sangre...

En los últimos años pasaste de ser un niño grande con la costumbre de estar más en el bosque y las montañas que en las aldeas, a ser un hombre experto en leer lo que dicen los rastros y lo que expresan los animales. Del mismo modo, un pescador anciano (Canon) otrora guardia en Amnagua te obsequio con los oxidados conocimientos del manejo de la espada larga. Por otro lado, de los cazadores en las aldeas pesqueras bien al norte del Weng aprendiste el uso del arco, y allí encontraste una gran pasión, descubriendote como un arquero preciso y diestro... En suma, adquiriste todo cuanto hace falta para ser un guardabosques hecho y derecho. Fue esto mismo lo que llevo a que en mas de una oportunidad los aldeanos te pidieran que amedrentes a los goblins de las montañas para que dejen de robar sus cabras, o a los trasgos del este para que no emboscaran las carretas de mercancías trocadas con Amnagua.

Pero, dos días atrás, te encontrabas al este del Valle de Misnor, y distinguiste a lo lejos una columna de humo. La dirección era sin duda una vivienda de pescadores-granjeros en la que, residían antiguos pobladores cuya hospitalidad habías gozado en más de una oportunidad, recibiendo abrigo y comida en los tiempos invernales. Al llegar al lugar descubriste lo peor... La barca del padre de familia (Saul) ardía a pocos metros del pequeño muelle, así como el rudimentario galpón. Pero eso no era todo. Descubriste a Nayem (la esposa de Saul), sosteniendo en su regazo a su pequeña hija...Cuyo nombre te fue imposible recordar al verla en aquél estado.

Nayem te dijo en llantos que su marido había ido al sur, que ya era tarde para su pequeña.

Nada te costó seguir el rastro de sangre del pescador hasta encontrarlo jadeando recostado contra una piedra, con un asqueroso tajo a lo largo de su espalda...

S...Samir... Gimoteó Escoria... Escoria! Trasgos y... y orcos... Mi pequeña bebe... La ultrajaron, y... Viste como se le hacía imposible hablarte entre tanta congoja e impotencia. P-P-Podrías... comenzó a implorarte, pero su vida escapó en un último aliento.

Sin embargo,  quedaba forjada una promesa al hombre moribundo con solo asentir mientras este dejaba el mundo terrenal.

Volver a la humeante vivienda con el cuerpo del difunto no fue sino un quiebre en tu amigable vida. Por primera vez te topabas de lleno con lo peor que los seres "racionales" se hacían unos a otros.

Observaste que la mujer no tuviera heridas, le ayudaste a enterrar a los suyos, y finalmente, partiste tras las huellas de aquella banda desalmada. Para tu desagrado, un molesto chaparrón hizo que casi perdieras el rastro antes de cruzar el camino largo...

Retomar la pista te tomo casi un día. Ésto, sumado al tiempo que demoraste al enterrar a los difuntos, y a que los bandidos marchaban decididos y evidentemente conociendo el terreno, te dio casi dos días de atraso.

Sin embargo, esta noche estrellada parecía favorecerte...

El tiempo se detuvo, los pensamientos me abordaron con mil preguntas sobre como aquellas bestias podían hacer tal cosa, no era recelo mas si la falta de compasión que habían mostrado para con aquella Niña.  Lo prometí a modo de juramente que les encontraría, no se si podría matarlos a todos pero…. Esa ceguera producto de la rabia en mi interior clamaba por hacerlo…. Mi mundo dado vuelta en una sola noche, y ahora tras las lluvias volvía a seguir el rastro de esos  sujetos….

Cada paso que daba observaba el suelo, las ramas en busca de alguna rota, retazos de tela… o algún fuego extinto…

Tus estériles esfuerzos, sumados a la marabunta de pensamientos viscerales hacen que, nuevamente pierdas el rastro.

Sin embargo, a una distancia cercana a los cien metros, el resplandor de una fogata crepitante a la vera del camino te indica que un campamento ha sido establecido... Quizá, alguien que pueda brindarte información cobre tus presas.

Inspire una vez más, el rastro se había perdido no por completo o quizás tantas cosas en mi cabeza me habían jugado una mala pasada; Observe el resplandor de una fogata mientras comencé a caminar hacia ella con la esperanza de hallar a alguien que pudiera darme alguna indicación para volver al rastro de aquellos Trasgos que habían arrasado con el pueblo de pescadores...

Mi vista atenta al igual que mis otros sentidos, debía encontrarles…. Costara lo que costara.

Poco tiempo luego de que Nathan se durmiera escuchas un ruido... Nada es lo que ves.

Sin embargo, cuando tu guarda está terminando y despiertas a Lorethel, tienen una extraña visión.

Ambas pueden ver a un individuo aparecer por páramo... Su aspecto es algo deplorable, como el de alguien que está al limite de sus fuerzas.

Por su forma de caminar directamente hasta ustedes, les queda claro que quiere que lo vean. Sus armas están visibles, pero en sitio para nada amenazador...

Al acercarte otro poco, entras al radio de luz proporcionado por la fogata. Dos hermosas mujeres es lo que ves, tanto así que de momento parece que incluso ellas se percatan de tu presencia y te observan por un segundo antes de hacer nada...

Al rededor de la fogata puedes ver a cinco figuras más, pero estas descansando... Algunas de ellas, pertrechadas como para la batalla (si bien están durmiendo!).

Me acerco poco a poco hasta que la luz de la fogata deja mi figura al descubierto - Buena noche para ustedes - Recito con el carisma que ahora era ajeno a mi - No molestare mucho y solo hare un par de preguntas, han visto trasgos por aqui? estoy siguiendolos... ya que han destruido mi pueblo por completo - Explique mi proposito en aquel lugar para que no se mal entendiera nada.

Miré a Lorethel un tanto desconcertada por la llegada de aquel hombre pero supuse de inmediato y más aún tras sus palabras, así que atiné a responder rápidamente.

-He visto a una variopinta compañía pero trasgos ni uno solo y perdón por mí incredulidad pero me parece que es demasiado andar buscando trasgos para un solo hombre, ¿no lo cree?

Me despierto sin muchos problemas cuando Arshade se acerca a mi luego de su guardia... despues de todo siempre tuve sueño ligero. Termino de colocarme mi equipo para hacer la guardia cuando ambas divisamos a un hombre en las cercanias de nuestro campamento, era claro que no intentaba ocultarse porque se acerco directamente a nosotras.

-Como mi compañera dice no hemos visto trasgos por aqui... tal vez si nos dices de donde vienes y que camino has tomado podriamos tener una mayor idea de como orientarte.

No quitaba los ojos del hombre en ningun momento sus palabras parecian coherentes y su historia verosimil... pero por ahora no eran mas que palabras. Mi mano derecha nunca se alejo de la empuñadora de mi espada corta que se encontraba atada por la espalda.

Una villa recien arrasada puede presentar valiosas recompensas para quien sepa mirar... puede que sea necesario hacer un pequeño desvio de nuestro camino hacia el templo subterraneo para "ayudar" en lo que podamos jejejeje

Samir coloco las manos a un lado de su cuerpo separandolas un poco y abriendo las manos mostrando las palmas en señal de que no les atacaria - Vengo de un pequeño poblado de pescadores al Norte del lago Weng, si pueden crerme he seguido el rastro de estros trasgos y Orcos pero lo he perdido - dijo con cierta molestia al final.

- Arrasaron con todo, incluso llevo el olor a humo en mis ropas.... - Recordaba cuando habia llegado al pueblo y todo estaba en llamas.... alli Nayem le miraba con ojos vacios con su nina en brazos... esos malditos no habian tenido compasion con nadie.

- De alli vengo y hacia ellos pretendo dirigirme - Contesto terminando de hablar

-Nosotros hemos estado gran parte de la noche aquí y no hemos visto nada de trasgos, en realidad no hemos visto nada extraño-dije con tranquilidad pues se notaba a leguas que no iba a atacarnos.

Evidentemente, estaba todo dicho. Ni las mujeres habían visto al grupúsculo de orcos y trasgo, ni el humano tenía otros asuntos aparentes que tratar con aquella gente.

Por ello mismo, a Samir tan solo le quedaba la opción de seguir por el entorno salvaje, alejado del camino (como había estado haciendo hasta divisar el fulgor de la fogata).

En sus respectivos lechos, Crotar, Durbara, Magnus, Nathan y Hugash continuaban con sus respectivos descansos.

- Siento haberles importunado, seguire mi camino... Debo encontrarles... - Pese a estar calmado en su voz se notaba la rabia contenida para dichoso grupo de malnacidos - Que la noche sea con ustedes Señoras - El Explorador ajusto su equipo y comenzando a caminar nuevamente hacia donde habia perdido el rastro...

Me  mantuve firme en el cruce de miradas con el hombre... sus rasgos y actitudes denotaban una determinación férrea en lograr su objetivo, pero esa determinación iba cargada con la rabia que lo dominaba y no con la razón y la lógica...

- No es que sea de mi incumbencia... pero a donde planeas dirigirte ahora que has perdido el rastro? En la noche te sera mas difícil encontrar sus huellas...

Tu afilada vista escudriña en el cansado hombretón.

Además de la armadura de cuero bajo su capa descubres que cuenta con una espada larga en su funda, un arco largo del que viendo los detalles, sabes que le ha dado muchísimo uso... Casi podrías intuír que se trata de una extremidad del mismo. Sin embargo, el mismo se encuentra en perfectas condiciones.

Asimismo, una daga pende casi oculta en su cinto al igual que dos carcaj laterales en los cuales a simple vista, intuyes que suman cuarenta flechas de fabricación común.

Una botella con agua (por el tipo de corcho y por la labranza de la misma).

De su espalda, también cuasicubierta por la capa, ves un atado de cuerda... Que, contando las vueltas que dá... O al menos las que puedes verle, debe ser de cincuenta piés...

Pero lo mejor de todo: Grampones, picota manual, y algún que otro artilugio que a todas luces te indica que el nota es un crack escalando.

Como contraparte, no ves que tenga ni un cobre!