Partida Rol por web

El guerrero contemplaba el paisaje con detenimiento. De momento era una zona tranquila pero debían estar alerta a cualquier signo de amenaza. 

- Estad alerta y a ver si adelantamos algo antes que tengamos que descansar.

Girais hacia el oeste y abandonando el Camino del Duque os adentrais en la zona de colinas siguiendo el sendero que os lleva en dirección a los Picos Negros. Tras avanzar traqueteando un par de horas comienza a anochecer asi que parais en una zona despejada al lado del camino, y tras soltar a las mulas y darles agua preparais un pequeño campamento.

Una vez abandonamos la carretera el viaje en carreta se vuelve mucho mas incómodo, como era de esperar, y ya veremos si hay caminos para cruzar las montañas o tenemos que abandonarla a kilometros de nuestro destino, menudas ideas

Me bajo y estiro las piernas examinando el lugar elegido para nuestro campamento

-mas vale ser precavidos por si esa bruja tiene tantos seguidores como se dice, podría tener patrullas en los lindes de las montañas. Hagamos 5 guardias de dos horas de una persona, cada noche descansa una personas y vamos rotando. Yo quedo fuera del sistema de guardias ya que es mejor que conserve todas mis fuerzas de cara a hacer mi magia con mas eficacia.-

-Así que las guardias serían, por orden alfabético, Ataulfo, Duncan, Erren, Romualdo y Siriel y hoy descansa Vasily. ¿De acuerdo?-

- Me parece bien, hago la primera guardia - asiente Ataulfo - montemos el campamento y no preocuparos, despertaré a Duncan dentro de 2 horas.

El pequeño Siriel preparó el saco y se tumbó rápidamente. Estaba cansado y tenía sueño. Y como tenía la última guardia quiso dormir cuanto antes.

Se acomodó la mochila a modo de almohada, procurando poner la muda en la parte de arriba y después de mordisquear un poco parte de las raciones cerró los ojos para tratar de dormir.

Tras hacer los preparativos y cenar Ataulfo se acerca a la hoguera y permanece despierto mientras el resto cae rapidamente dormido despues de la jornada de viaje. Durante la noche no sucede nada reseñable ya que al fin y al cabo aun os encontrais cerca del Camino del Duque, un lugar bastante vigilado por el ejercito de Karameikos y que los monstruos y bandidos `refieren evitar normalmente.  Asi que tras la guardia de Siriel este procedde a despertaros a todos con su habitual buen humor.

El guerrero termina su guardia y se dispone a desperar a Duncan. La noche transcurre sin sobresaltos y parece que no hay problema alguna. La ncohe toca a su fin y se dispone a comer algo en cuanto Siriel, el último en hacer guardia, levanta al grupo de viajeros.

- Buenos días - saluda Ataulfo - Comamos algo y partamos sin perder más tiempo.

Venga remolones, que a quien madruga los dioses ayudan. Un nuevo día de aventuras nos esperan, vamos Vasily ¿¿¿que a los enanoshombre no os gusta madrugar???

El pequeño Siriel aguantó la respiración un momento cuando vio que Vasily se levantaba.

Su turno de vigilancia se había hecho muy largo, sin nadie con quien hablar, y se había entretenido en enlazar los cordones del buen clérigo de Petra

Madrugar no estaba echo para Duncan ni Duncan para madrugar. Se arremolinó un poco en la manta mientras pensaba.-¿Es que nadie sabe que los ladrones trabajamos de noche?.-Su guardia no había tenido complicaciones a parte de los habituales ruidos nocturnos y un par de chasquidos que fue a investigar sin resultado, pero esas horas de guardia debía recuperarlas por lo que se hizo un poco el remolón.

- Demos gracias a Petra que ha posado su vista sobre nosotros para que nada nos sucediera durante la noche. Oremos todos. - Pronuncia el clerigo con fervor al levantarse y ver que todo esta bien - Y despues desayunemos para tenrer fuerzas. Parece que hoy nos espera otro duro dia de viaje -

Para cuando Siriel a empezado a despertar a todo el mundo yo ya me encontraba en pie, trabajando en mi libro de conjuros desde que hubo luz suficiente para ver la escritura arcana

-mmm- es mi única respuesta cuando alguien se dirige a mi, concentrado como estoy en memorizar mi nuevo hechizo

Para cuando acabo ya está casi todo el mundo listo para partir y me dirijo con rapidez a los restos de nuestra fogata -mas os vale haberme guardado algo de desayuno-

- Tranquilo Raangar que por ahora tenemos la despensa bien surtida. Esto de viajar con carro y provisiones abundantes es algo nuevo para mi pero creo que no ha sido mala idea - responde el guerrero mientras corta un poco de pan duro y lo unta con miel - Deben de ser las ventajas de ser hombres de fortuna -

Ataulfo tras ajustarse la armadura, desayuna un trozo de hogaza de pan sin apenas ganas, pero hace un esfuerzo, debe estar en forma por lo que pueda pasar. Como es habitual cuenta las palabras como si costaran dinero y permanece taciturno como suele comportarse, aunque no ajeno a la conversación. Pronto estaba dispuesto a partir en cuanto el resto de los compañeros estuvieran dispuesto.

Despues de unas horas de viaje y mientras disfrutais de un idilico paisaje, aunque con un camino lleno de baches, no sucede nada de interes y podeisdisfrutar de la travesia. Pero al poco comenzais a escuchar el ruido de agua y recordais que los marecenarios que encontrasteis en los subtrerraneos de la mansión habian hablado de un molino donde habian recibido el encargo de robar la espada. Al poco veis ese lugar que a simple vista parece abandonado.

-Parece abandonado.-El razonamiento de Duncan parecía incuestionable.

- Parece..... Mejor sera que nos acerquemoas con cuidado. - exclama vuestra bella compañera mientras baja del carro de un salto - ¿Me acompañas Duncan? -

El guerrero desciende del carro y prepara sus armas pues toda precaución es poca. Su cabeza gira de un lado a otro sus ojos permanecen atentos a cualquier movimiento.