Partida Rol por web

Aventuras en la Marca

Parte III. El Bosque de Fangorn

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21/05/2020, 11:03
Director

Con el recuedo del ataque al campamento orco muy reciente en vuestra mente, pasaron un par de días hasta que descendísteis las estribaciones sur de las Montañas Nubladas, dirección este. Finalmente, tras ese tiempo, os adentrásteis en el bosque de Fangorn. Pensábais en las distintas formas de dar su merecido a los Numeroneanos negros, y a más orcos si los hubiera. Tras cruzar el linde, el bosque de Fangorn se veía como un bosque espeso y siniestro, y hasta cualquier niño o niña de la Marca sabía que los únicos que se adentrarían ahí a conciencia serían viajeros despistados o gentes sin escrúpulos, con la única intención de esconderse.

Una vez dentro, vísteis un gigantesco jardín, con una selección muy variada de distintas especies de árboles, y todos ellos con una altura más grande de lo habitual. Había, entre otras especies, olmos, nogales, hayas, robles, cerezos, manzanos o ciruelos, y en las región del norte del bosque, según decía, solían crecer coníferas como pinos y abetos. También podíais ver chopos, abedules, álamos o fresnos, pero crecían sobre todo en zonas más altas, en la falda de las Montañas Nubladas. Además, los dos ríos que fluían por el bosque son el Limclaro y el Entaguas, bastante más al norte.

Entonces escuchásteis unos pasos, muy cerca de vosotros. Ni tan siquiera habíais tenido tiempo de notarlos con anterioridad, pues los sonidos de Fangorn era traicioneros. Y allí os volvísteis a encontrar.

Notas de juego

Aquí podéis aplicar lo de las vendas. Confirmadme quién lleva la espada.

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21/05/2020, 11:06
Director

Seguíais caminando por el bosque, un poco a ciegas, trantando de rastrear aquí y allá huellas o indicios de ese malnacido de Ethelbak. No había otra resolución posible que dar con el alargado fardo que os entregó el Mago Gris, pues no habría entonces razón para acudir a Édoras. Mientras estábais pensando ésto y tratando de no tropezaros con las innumerables raíces que salían del suelo, escuchásteis unos pasos, muy cerca de vosotros. Ni tan siquiera habíais tenido tiempo de notarlos con anterioridad, pues los sonidos de Fangorn era traicioneros. Y allí os volvísteis a encontrar.

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21/05/2020, 11:17
Director

La sorpresas de unos se volvieron las sorpresas de otros. Hubo un encuentro en el bosque, un encuentro que nadie podría esperarse: por un lado, aparecieron dos sujetos: un enano y una elfa (Balderick e Iria), que rondaban por el bosque por alguna extraña razón. Por otro lado, surgieron tres hombres de Rohan, andando y tirando de dos caballos a su lado (pues el bosque no era lugar para cabalgar). Eran Rhoffar, Helmgund y el Mariscal del Folde Este Éomer de Rohan. Iriä y Balderick comprobaron que los tres hombres estaban heridos y magullados y visiblemente sucias sus ropas, como si hubieran llevado días a la intemperie.

La llegada de unos no había sido prevista por la del otro, ni tampoco percibida, pues tantos eran los sonidos de pájaros, ramas, vientecillos y alimañas que albergaba el bosque; y así os volvísteis a juntar, varios días después, tras compartir batalla en el paso de Rohan.

Notas de juego

Volvéis a estar juntos, por lo que podéis volver a postear para todos. Estáis al comienzo del bosque.

Un detalle: los ritmos de los grupos hasta ahora han sido diferentes y ahora seguramente choque un poco al volver a estar unidos (no lo critico, sino que es un hecho normal :D). Por ello, si algún jugador no puede ser tan asiduo como al principio la partida irá avanzando. No digo que llevemos un ritmo endiablado, por supuesto, pero sí trataré un poco de homogeneizar, de la manera que pueda, el ritmo de todos vosotros.

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21/05/2020, 11:33
Helmgund

Salieron rápida y velozmente hacia el bosque de Fangorn, no sin antes enviar al otro jinete a avisar al Sagrario de lo que estaba pasando. Helmgund se montó en su cabalgadura, y le ofreció al mariscal ir con él. Deberían ir turnándose de caballos, ahora que tenían uno de menos, pero debían ir lo más rápido posible. 

En la primera de las paradas, Helmgund se vendó con rapidez, y luego ayudó a su compañero con su herida. Necesitaba a Rhoffar al máximo nivel, porque se compenetraba muy bien con él. De hecho, dada la mala suerte que había tenido, tuvo una idea: 

Rhoffar, amigo, quizás debieras llevar tu la espada. Es élfica, quizás necesites suerte, y este arma te la pueda dar en combate. Estoy seguro de que la aceptarás, amigo. Creo que te serviría bien, y me sentiría más tranquilo si la llevas. 

Tras la parada, continuamos el viaje, algo más fortalecidos. El bosque de Fangorn sería una dura prueba... 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Hago un pre-post para lo de la espada y las vendas. 

Gafados en tiradas de vendas xD Paso de 8 a 10, me borro la venda. 

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21/05/2020, 18:03
Rhoffar

Finalmente los cuatro rohirrim se pusieron de acuerdo en que alguien debía de avisar al rey o a alguien de importancia de lo que allí estaba ocurriendo. Eran valientes y osados guerreros , que acompañados del mariscal Éomer, valían por diez su número. Pero hasta el orco más desgarbado y enclenque podía tener la suerte, o ellos la mala suerte de que un ataque de éste lograra acertar en el peor de los sitios y acabar con ellos, dejando en el olvido su misión, sin que nadie supiera del mal que ellos estaban investigando.

Fue el propio Éomer quien envió a Erthrond al Sagrario a avisar de todo esto al Mariscal Théodred, su antiguo mariscal, con quien había luchado junto con Helmgund. Rhoffar se mantuvo firme, pero por dentro suspiró aliviado de que no fuera él al que enviaran a avisar. Aunque Erthrond había estado cautivo, parecía en mejor forma que él pues no tenía una herida que aun le sangraba. Además, Rhoffar era uno de los jinetes más cercanos al mariscal Théodred y eso corría también en su contra. Pero al final designó a Erthornd.

-Da recuerdos de Helmgund y de Rhoffar al Mariscal Théodred-dijo acercándose a Erthrond y estrechando su brazo-. Dile que esta vez nos divertiremos sin él -rió cuando dijo esto.

-Perdemos una gran espada y un buen apoyo en la batalla, Erthrond. Espero volver a cabalgar juntos algún día -se despidió el guerrero.

________

Cuando Erthrond se marchó, Helmgund se acercó a Rhoffar y le entregó la espada élfica que habían encontrado en la armería orca.

-Gracias amigo mío -dijo aceptando la espada y atándosela al cinturón-. Espero darle buen uso.

Tras esto montaron en los caballos. Al ver que eran solo dos caballos y tres jinetes, acordaron ir cambiando de montura cada poco para refrescar los caballos. La primera de las noches, cuando pararon a descansar, tanto él como Helmgund, curaron su heridas. Las limpiaron y vendaron. No sangrarían más y en varios días solo sería otra historia más que contar a sus nietos.

Tras varios días llegaron al bosque de Fangorn. A Rhoffar no le gustaba la idea de entrar en aquel viejo bosque. Era un jinete que amaba cabalgar por las planicies, no ir esquivando árboles, teniendo que estar atento a loq ue podía aparecer detrás de cualquier tronco o acechando en alguna rama. Pero si algo tenía Rhoffar era que su talante y disciplina. No se quería al acatar una orden y menos para descubrir el mal que asolaba Rohan.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Me apunto la espada. Me quito la venda... esta sí que es una venda de buena calidad ;)

Rhoffar: 14 -4 (ataque campamento orco) = 10 +1 (venda mal puesta) = 11 -6 (ataque cabañas orcas) = 5 +4 (venda cojonuda) = 9 Pv

Helmgund: 12 -3 (ataque campamento orco) = 9 +1 (venda mal puesta) = 10 -2 (ataque cabañas orcas) = 8 +2 (venda malilla)  = 10 Pv

Una pregunta, ¿nos curamos algo por el camino de manera natural?

______________________

Una pena lo de Erthrond, le echaremos de menos seguro...y a su espada más.

Por cierto, si aun quieres, puedo decírselo a un amigo para que lleve a ese PNJ. Hace tiempo le hablé de la partida, de lo bien que nos lo estábamos pasando y lo emocionante que estaba y le gustó bastante. Ayer hablé con él y le dije que habíamos encontrado a un PNJ que estaba prisionero y que seguramente se uniera al grupo. Le dije que si estaba dispuesto te lo preguntaría, Orthanc, por si le dejabas llevarlo. Pero veo que se va al Sagrario. 

De todas formas a lo mejor se ha encontrado con alguien por el camino y que sea ese quien se lo dijera al mariscal Théodred, y él volver y encontrarnos justo antes de entrar en el bosque...estamos a tiempo ;) 

Como quieras. Se llama Azarian y es muy buen tipo, respondo por él... si no me lo cargo, que sé donde vive :P

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22/05/2020, 11:32
Iriä

- Por todos los Valar! - exclamó Irïa al ver de nuevo a los caballeros de Rohan. Se acercó a ellos con premura para preguntarles si habían visto a un hombre hacia el norte pero cuando se dio cuenta de que estaban completamente malheridos. 

La elfa se llevó las manos a la cabeza y miró a su amigo enano. Le hizo un gesto con la cabeza para que se acercara y fue preparando los ingredientes para ayudar a curarles. 

- ¿Qué os ha pasado? - preguntó - Creo que el destino quiere unirnos... teníamos que habernos ido con vosotros.. sólo hemos encontrado penurias en nuestro viaje - comentó algo fastidiada. 

 

Notas de juego

¿Cómo hacemos para curarles?

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22/05/2020, 11:48
Balderick

Al adentrarnos en el bosque nos encontramos con quien menos esperaba. Alli estaban nuestro compañeros de Rohan, parecía que estaban heridos.

- Amigos ¿qué os paso? ¿como estáis? ¿Fueron los orcos? - pregunto a los jinetes. La verdad no tenían muy buena pinta, pero a lo mejor el destino era este, que todos estuvieramos juntos y nos ayudasemos mutuamente.

- Veo que a ninguno de los dos grupos nos fue bien. Igual no fue tan buena idea separarnos.

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22/05/2020, 13:48
Rhoffar

Rhoffar se alegró de comprobar que no eran enemigos si no los compañeros con los que compartieron lucha contra los asaltantes dulendinos. Ellos tenían una misión distinta a la suya y al final se separaron. Pero parecía que el destino les había vuelto a converger en aquel viejo y místico a la par de misterioso bosque.

-¡Iriä y Balderick! -recordó Rhoffar al momento de verles-. Me alegra volver a veros -dijo el guerrero rohir acercándose a ellos y estrechándoles el brazo-. Veo que a vosotros la fortuna ha sido grata. En nuestro caso estuvimos jugando al gato y el ratón con los orcos, siguiéndoles de campamento en campamento hasta dar con unas ruinas que hacían las veces de pequeño asentamiento a unas jornadas al oeste de aquí. 

-Allí cargamos contra ellos y la verdad es que nos fue bastante bien, aunque sí que nos habría venido muy bien vuestra ayuda. Con dos armas más habríamos terminado con aquella escoria en un suspiro...y posiblente sin consecuencias -dijo sonriente, pese a que aun le dolía la herida sufrida, de la que aun se podía ver, debajo de su cota de malla, el gambesón y el pantalón manchados con la sangre de aquel corte.

-De todas formas busquemos un claro para poder hablar mejor -recomendó mirando la espesura, no fiándose de quién pudiera estar allí vigilándoles sin ser visto.

Al llegar a una zona más amplia aunque también cargada de vegetación, Rhoffar se quitó sus piezas de armadura para, por fin dar descanso a su cuerpo. Llevaba varios días sin aflojar una tira de sus piezas de armadura y se notaba en sus carnes tal constricción...y en su olor corporal.

-Ya lo siento -dijo a sus compañeros, pero sobre todo mirando a la mujer elfa-. Hace mucho que no tenía tiempo ni de lavarme en condiciones.

Cogiendo un trapo limpio de sus alforjas y un poco de jabón de sebo, Rhoffar se labó en una pequeña charca de agua cristalina. Se quitó la venda que él mismo se había puesto y miró al herida. Parecía mucho mejor, de hecho ya había empezado a cicatrizar, así que tras lavarla la dejó secando un rato al sol, aprovechando para secar la ropa que también había medio-lavado para quitar la sangre y la mugre adherida a ella.

Mientras hacía todas estas cosas, les explicó, con ayuda de Helmgund y Éomer, los pormenores de su periplo, cargado de enfrentamientos con los orcos y la liberación de Erthrond, quien les puso en la pista de los montaraces negros que estaban por esta zona, hasta que Rhoffar se acordó de otra cosa.

-Y otra cosa... -dijo levantándose y acercándose hasta donde había dejado todas sus pertenecias. De ahí sacó una hermosa espada élfica y se la mostró a Iriä -A lo mejor tú puedes decirnos algo más a cerca de ella -dijo entregándosela a la mujer elfa.

La espada estaba hecha con un metal que era negro por completo, con toques dorados por doquier, incluido el filo. En el mango había varios motivos  repujados muy bellos, que hacía que la espada en sí fuera de una calidad exquisita.

-Por cierto, ¿no tendréis una venda sin usar que pueda ponerme para seguir curándome esta herida? -preguntó el guerrero a sus nuevos compañeros cambiando de tema y sin darle tanta importancia a la espada que habían encontrado. Ellos ya habían gastado sus vendas para curarse con anterioridad, con lo que sería bienvenida una nueva que colocarse y ayudase a curar su herida.

-Y vosotros ¿qué tal con la visita al rey Theoden? ¿algo que destacar? -preguntó el rohir queriendo saber también de las venturas y desventuras sufridas por sus reencontrados compañeros.

Notas de juego

Perdón por el "tochopost" que me he marcado... es la ilusión por el reencuntro y la pila de cosas por contarnos la que ha hablado por mí... lo siento U_U

Para curar hacen falta "vendas" (que yo sepa), que curan 1d4 pv. Si tenéis alguna os agradecería que nos dierais una a Helmgund y a mí, ya que estamos un poco tocados. Si tenéis otra cosa que cure también será bienvenida ;)

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22/05/2020, 16:29
Director

Notas de juego

Aún no actualizo como tal, pero os comento una cosa: la espada que os enseña Rhoffar la saca de una funda alargada... como la vuestra. Es más... es vuestra. ¡Es el paquete de Gandalf!

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22/05/2020, 22:32
Helmgund

La primera impresión de Helmgund al ver que se acercaba alguien fue maldecir internamente por tener que luchar de nuevo , y probablemente en inferioridad de condiciones. Pero luego, comprobó que eran la elfa y el enano que tanta curiosidad le habían dado en el combate con los dunledinos, hacia varios días, en el linde del golpe oeste. Se relajó ostensiblemente, y se acercó a ellos, como todos, con la palma Palma de la mano abierta para saludar, y con una sonrisa en la cara. Parecía que habían tenido mejor suerte que ellos, pero en cualquier caso, se alegraban de verse. Todos. 

Comenzaron a ponerles al día, y Helmgund aprovechó para comentarles lo que habían visto. --Los orcos nos atacaron por sorpresa, y al perseguirlos hasta su guarida, liberamos un prisionero, y comprobamos que había algo oscuro por medio: numenoreanos negros en el bosque de Fangorn. No hemos visto ningún hombre hacia el norte... Pero quizás sea uno de ellos. Hay algo oscuro en esto, con Saruman, los orcos y los renegados entre los hombres. -Helmgund se sacó yelmo y soltó algo la armadura, pero por su complexión había sufrido menos que su compañero. Su delgadez había hecho por una vez que se sintiese con ventaja. Se aseó un poco, y comprobó su herida. Se sentía bien, pero sobre todo, se sentía acompañado por tener de nuevo dos manos más al combate. 

-El destino nos llama entonces a unir nuestras armas en un combate, señor enano y dama élfica. 

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23/05/2020, 09:23
Balderick

Mis ojos se abren como platos al ver lo que saca Rhoffar. Aquella espada, sobre todo aquella funda era el paquete que Gandalf nos había dado. ¿Cómo demonios estaba en sus manos? En ningún momento nos había comentado en la narración de su historia nada de donde la habían conseguido.

- Rhoffar, bonita espada. ¿Dónde la encontrasteis? No es fácil encontrar tales reliquias por estos parajes. Cuentáme como la hallasteis mientras descansamos y miro a ver si tengo alguna venda en mi equipaje para poder curaros. 

Espero la respuesta del jinete, la verdad no pensé que volvería a ver aquello tan pronto, y mucho menos de esta manera. Sea como fuese al menos volvería a estar en nuestras manos y podríamos continuar con nuestro cometido. 

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26/05/2020, 10:54
Director

Habiéndoos acercado un claro, comenzásteis a cambiar impresiones. Rhoffar y Helmgund le contaron cómo habían sido atacados por flechas orcas hacía unas noches, y cómo habían encontrado un campamento orco horas después, acabando con todos sus ocupantes, liberando un soldado y luego encontrando esa bonita espada élfica.

Mientras hablábais se escuchaba el rumor del bosque, no muy lejos, pero sobresalía un ruido especial. Era como una caída de agua, un arroyo en movimiento, o algo parecido. Al otear el bosque alrededor no fue muy difícil observar que a un par de docenas en dirección noreste había un conjunto de rocas altas, una especie de elevación que albergaba una gran fuente cóncava de piedra (como si estuviera cincelada en la propia roca), ubicada entre los troncos de dos grandes árboles, en la cual caía agua natural procedente de un arroyo del norte. Desde allí incluso apreciábais un olor: un buen olor mezcla de agua natural con jugos y raíces de algún tipo.

Notas de juego

Iriä, como bien ha dicho Rhoffar, si poseéis vendas u otra cosa para curar (no apuntaste lo último que encontrásteis en el linde del bosque...) podéis narrar que les aplicáis las vendas (o dárselas a vuestros compañeros si queréis) y simplemente es lanzar 1d4 por cada venda. El resultado sube directamente los PV del personaje.

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26/05/2020, 12:21
Iriä

Irïa se acercó al arma que Rhoffar le estaba enseñando y no pudo disimular su alegría. Rebuscó en su macuto las vendas y aquella planta que habían encontrado y se las extendió a sus nuevos compañeros.

- Tomad, os ayudarán a sanar - dijo la elfa convencida.

Se dispuso a ayudarles a curar sus heridas, mientras eso, la elfa les contó sus peripecias.

- No pudimos llegar a Edoras pues fuimos robados por el camino - señaló la espada - Nos la robaron. Un hombre, nos dijo que era gondoriano pero no creemos que lo fuera. Estabamos persiguiéndole cuando nos hemos encontrado. Es importante que nos contéis con detalle cómo llegó esta espada a vuestro poder pues es muy valiosa para nosotros... tenemos una misión importante que cumplir con ella.

Notas de juego

Les doy para que sanen:

1- Venda

1 Harwite

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27/05/2020, 11:37
Rhoffar

Rhoffar estaba escuchando atento a Iriä sobre sus desventuras sufridas a partir de que se separaran. Por lo visto tenía que ver con aquella espada, que el guerrero intuía que era un presente para el rey Theoden de parte de los elfos. El rohir miró la espada que ahora tenía la mujer elfa en sus manos y con un rápido movimiento se la arrebató.

-¡¡Ah no!! Esta espada ahora es mía, me pertenece por haberla encontrado en la armería orca. Sufrimos mucho para conseguirla, perdiendo casi la vida en ello -dijo Rhoffar muy serio mirando a Iriä, mientras envainaba la misma en la delicada funda. El guerrero se quedó unos segundos erguido delante a la elfa, y tras mirar a su amigo Helmgund de soslayo, comenzaron a ensancharse las comisuras de sus labios hasta que apareció una sonrisa que no pudo ocultar y con ella una sonora carcajada. -jajajajajajajajaja

-Toma mujer. Era una broma -dijo entregándole la espada con la funda incluida-. Os pertenece por pleno derecho y es un placer devolvérosla -dijo sinceramente el rohir.

-En cuanto a dónde la encontramos, como ya os hemos dicho, fue en lo que parecía la armería orca, donde echaban todas las armas que quitaban a los muertos -comentó-. Pero me cuadra que el tipo al que perseguíais se pusiera en contacto con los orcos, conectando así lo que nos dijo Erthrond de los montaraces negros, con los orcos y con vuestro ladrón. Todo esto es para dinamitar la marca y sus relaciones con otros reinos...o eso pienso yo -dijo mientras se aplicaba el musgo que le había dado Iriä en la herida, para luego vendarla nuevamente con la gasa que acababa de limpiar en el arrollo.

-¿Qué opináis mi señor Éomer? -preguntó a su mariscal el guerrero.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Rhoffar: 14 -4 (ataque campamento orco) = 10 +1 (venda mal puesta) = 11 -6 (ataque cabañas orcas) = 5 +4 (venda cojonuda) = 9 Pv +5 (Harwite de Iriä) = 14 Pv

Helmgund: 12 -3 (ataque campamento orco) = 9 +1 (venda mal puesta) = 10 -2 (ataque cabañas orcas) = 8 +2 (venda malilla)  = 10 Pv

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27/05/2020, 18:11
Éomer

Todo ésto son tramas de lo que parecen asuntos no ajenos a La Marca, y no por ello debemos mirar para otro lado. Sin embargo, señora elfa y maestro enano..., parece que habéis recuperado lo que es vuestro -dijo el Mariscal-. Ahora entiendo vuestra prisa por avanzar hacia el sur. Sólo os puedo decir lo que mis hombres ya os han dicho: buscamos a numeroneanos, hombres mal avenidos que no hacen sino el contrabando y la maldad en estas tierras, y se alian con los orcos para sus negocios. ¿Tendremos esta vez el favor de vuestra ayuda? -les preguntó a Iriä y Balderick-.

Notas de juego

Vale Iriä, pues tus vendas curan a tus compañeros de Rohan. Tienes la espada tú.

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27/05/2020, 19:42
Helmgund

Helmgund se preparó para curarse, mientras escuchaba a los demás hablar. Se asombró, más que la primera vez, de la extraña relación entre los diferentes, la elfa y el enano. Se sacudió la cabeza un par de veces, cómo si se diera cuenta de que era el momento de centrarse en otras cosas. Aquella venda podría ser especial por haber estado con una de los primeros nacidos, o quizás simplemente sus heridas estaban más curadas, pero Helmgund se vio bastante recuperado. El corte de días atrás ya no le dolía, y ese encontraba dispuesto a la lucha con sus compañeros. 

- Efectivamente, era fácil confundirse, los gondoreanos son hombres de Númenor, pero no aquellos que cayeron bajo la sombra, maldita sea. Sencillamente, están haciendo maldades que no deseamos que sean hechas en las fronteras de la Marca. Tienen tratos con los orcos, como demuestra que ellos tuvieran la espada, y por otro lado, os han engañado. Y eso no demuestra ninguna bondad. Aunque me de respeto el bosque de Fangorn, debemos eliminar esa amenaza para la Marca de los jinetes, y quitar alguna preocupación de las que agobian al Señor Théoden, rey de la Marca. 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Pues ale, curado :) Gracias. 

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28/05/2020, 10:44
Balderick

Escucho todas y cada una de las palabras de mis compañeros. 

- Eomer, iremos con vosotros si así lo pedís, veo que no es bueno separarnos. Eso sí, quiero comentarte que necesitamos llegar lo antes posible donde Theoden, recordar que nuestra misión es importante para el. Hagamos ambas cosas lo más rápido posible.

Espero que esta vez entre en razón y nos lleve pronto donde Theoden, la misión es vital y no podemos perder más tiempo.

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28/05/2020, 13:18
Director

Tras un rato de charla, retomásteis vuestro viaje. Aún debía ser de día, pero en el bosque de Fangorn el atardecer se mezclaba con la noche, y uno perdía, durante ciertos momentos, la noción del tiempo. Íbais yendo al norte, con las armas delante de vosotros por pura precaución, y la sensación agobiante del bosque comenzaba a exasperaros. Al principio los caballos de los Rohirrim avanzaban lentos y callados, pero luego se encabritaban cada cierto tramo; las hojas de los árboles caían en bastante cantidad y cada vez parecía que había más troncos delante de vuestros ojos, como si apareciesen más y más a cada paso. Las raíces sobresalían del suelo a gran altura, y a veces había que mirar más tiempo abajo (para no tropezar con ninguna de ellas), que al frente.

Entonces, tras un rato de marcha, escuchásteis un ruido leve pero ensordecedor. Era constante y parecía fluir de manera continua. Tras atravesar un claro, vísteis una estampa bellísima: un estanque de agua formado por una bonita cascada del río Limclaro, cuya agua cayendo provoca una constante niebla  en la orilla a su alrededor (lo cual hacía un paraje precioso dentro del extraño bosque).

Sin embargo, algo compungió vuestro corazón: junto al estanque, cerca de la orilla, se encontraban los cuerpos atrapados en raíces de árboles contra el suelo de los Numeroneanos Negros, a quienes perseguían. Ahora sus cadáveres estaban bien sujetos bajo las raíces de los árboles en derredor.

Notas de juego

Con vuestra siguiente intervención, el que quiera, puede hacer una tirada 1d20 por Erudición, dif. 11.

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28/05/2020, 14:09
Rhoffar

El tránsito por el bosque de Fangorn se iba vooviendo cada vez más costoso cuanto más se metían en su interior. Las hojas caídas hacían que no se distinguiera bien donde ponían sus pies y las raíces de los ancianos árboles no ayudaban a caminar con seguridad. Lo peor es que tiraban de sus monturas, que metidos en aquella jungla se sentían incómodos y lo hacían notar piafando y relinchando de ven en cuando. Aun así se portaban muy bien más de lo que Rhoffar esperaba, aunque la complicidad con "lluvia", su amada yegua, era casi total, como si de un miembro de su familia se tratara.

Detrás de unos árboles encontraron por fin el curso de un río, del que habían notado su rumor desde hacía poco. La estampa que ofrecía el río remansado en unos estanques naturales, rodeado de espesa naturaleza, era impresionante, virginal, fresco y vivo. Rhoffar solo pudo para y contemplar tal belleza. Y eso que él amaba las praderas donde poder galopar con la melena al viento, pero no ponía en duda que aquel lugar era bellísimo.

Pero al mirar con más detenimiento, vio que debajo de una raíces había un par de cuerpos. Eran los montaraces a los que seguían la pista. Adelantándose un poco, Rhoffar se acercó a los cuerpos para verificarlo. Mientras se acercaba miraba también en su entorno, pues no era normal que los cuerpos estuvieran metidos debajo de las raíces, algo olía a peligro en aquel lugar.

-No hay duda, son los montaraces que perseguíamos -verificó el rohir al acercarse a tan solo unos metros de los cuerpos.

Rhoffar miró con más detenimiento los cuerpos, el árbol que los retenía y la zona circundante por si había alguna pista sobre quién podía haber hecho aquello.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Tiradas hechas de:

-Erudicón a +1: he sacado un 18, pero en total serían 19, que no he sumado el +1

-Alerta a +4 (+2 por habilidad y +2 por trasfondo de guerrero): he sacado un 7

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29/05/2020, 11:15
Helmgund

El viaje por Fangorn, por aquel bosque encantado, estaba agobiando a Helmgund. Se notaba que era un jinete del folde Oeste, y además, de los que viajaban por las fronteras, dónde no había tantos bosques, y desde luego, no aquel bosque del que se contaban tantas leyendas. Eso si, ante la presencia de su mariscal no podía retroceder, y ante la compañía de aquella elfa y el enano, que parecían más dignos de leyenda, junto con el arma élfica, que de la realidad de la Marca. 

Y el ambiente del bosque no ayudaba, era agobiante, incluso sofocante. Aunque no lo sentía hostil, quizás por la presencia de la elfa. Palmeó en la espalda a Rhoffar y le dijo: - Quien nos diría, dentro del bosque encantado de las historias de miedo de las abuelas. Desde luego, impone, impone... El susurro pareció morir entre los troncos de los árboles, como apagado, intentando no molestar al bosque. 

Cuando encontraron la cascada, Helmgund se asombró de la belleza de la misma, y el agobio se le fue de la cabeza con la neblina y la hermosura del río. La verdad, se quedó tan extasiado por ello, que no vio al principio a los numenoreanos negros, pero Rhoffar los señaló. El jinete se acercó, y asintió a lo que decía su amigo Rhoffar. Si. Eran ellos, o al menos, algunos de aquel tipo.

Pero:

- Están, están debajo de los árboles, de sus raíces.  - Comenté, asombrado. - ¿Qué significa eso? ¿Los árboles han...?