Partida Rol por web

Aventuras en la Marca

Prólogo. La palabra de Gran Mariscal

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05/03/2020, 11:58
Théodred

Fortaleza de Cuernavilla, Abismo de Helm. Año 3018 de la T.E.

Estáis bajo el mando de Théodred, Primer Mariscal de la Marca, en su éored de la fortaleza de Cuernavilla. En ese lugar, el hijo del Rey Théoden comandaba sus tropas y las reunía para montar en el Folde Oeste. La vida transcurre para los jinetes como vosotros de un modo normal en Rohan: batidas, informes, caza y sospecha, mucha sospecha. La sospecha se hace grande, pues las noticias del Este (un lugar no muy lejano), auguran tiempo de guerra. El caso es que Théodred os mandó llamar en una de las salas de la fortaleza.

Helmgund, Rhoffar, acercáos... -Théodred tenía más o menos la misma edad que vosotros, pero tenía ese porte señorial digno de los descendientes de Éorl-. Tengo un encargo para vosotros -os dijo, y comenzó a explicaros-. Esta misma mañana ha salido desde helm una caravana de herreros enanos cargados con provisiones hacia Bree, tomando el Camino del Norte -y por ende, teniendo que atravesar el Paso de Rohan-. Casualmente, esta misma mañana me han informado que algunos dunlendinos campan a sus anchas por la Marca Occidental, cerca del Paso. Temo que les ocurra algo a los enanos, ya que mi padre el Rey mantiene ciertos negocios con ellos. Y es que esos enanos no son luchadores ni guerreros. Asi que... id a las cuadras, tomad vuestros caballos y cabalgad por el Folde hasta dar con la caravana y sus carretas, y luego escoltadlos hasta el Paso. El resto del viaje es cosa suya.

Théodred esperó unos segundos a que confirmárais la orden o preguntárais algo, si fuera así.

Notas de juego

Comenzamos.

Os recuerdo un par de cosas: el ritmo es medio, por lo que al menos tenéis que postear un par de veces a la semana. Y por otro lado, para unificar un mismo tipo de escritura, haremos ésto:

Sin formato para narración / Negrita para conversación / Cursiva para pensamientos.

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06/03/2020, 10:09
Helmgund

¡El Mariscal en persona quería verme! Por supuesto, dejé absolutamente todo lo que estaba haciendo en ese momento, y me dirigí hacia la estancia donde está Théodred, a quien saludo con respeto y admiración. 

Allí, el Mariscal nos encarga a Rhoffar y a mi una misión. Me parece extraño que una caravana de enanos esté por aquel camino, aunque no del todo imposible, y miró a Rhoffar, con quién he coincidido varias veces, y luego al Mariscal.

- Estoy listo para cumplir las órdenes, señor. Con permiso, señor, pero, ¿sólo dos escoltas? Sabe que las noticias que hemos traído los batidores son de agitación de los dunledinos en esas zonas... Se que Rhoffar es mejor guerrero que yo, que no soy malo, pero, ¿no convendría que fuera mayor? 

Pregunto, extrañado. Si es importante, deberían ser más jinetes, si no es importante... ¿qué hacían dos allí? 

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06/03/2020, 13:25
Rhoffar

La brisa de la mañana es fresca, de esas que despejan tu mente nada más inspirar un poco de aire. Pero algo en el viento me dice que no va a ser un día corriente, las aves cantan antes de su hora. Como cada día me dispongo a preparar mis tareas, siempre meticuloso, sin dejar nada al azar y es que. cuando preparar todo al detalle nada puede ir mal y esperaba que con esto mi presentimiento desapareciese. No ha sido así. 

A media mañana me hacen llamar ante el mariscal. Normalmente eso son buenos noticias pero hoy algo me dice que no. Procuro asearme un poco y no parecer un simple campesino y me dirijo hasta la presencia de Theodred. Cuando entro un buen jinete como es Helmund ya está presente, esperando como yo me supongo. 

- Buenos días señores, aquí estoy para lo que nuestro señor necesite. - digo a modo de saludo. Siempre correcto y formal en estos casos. 

Escucho con vehemencia las palabras de nuestro señor, sin cambiar mi semblante en ningún momento. Había cabalgado ya en muchas ocasiones y algo así se antojaba sencillo, aunque solo fuésemos dos jinetes. Si Theodred pensaba que éramos suficientes dos jinetes, es que sería coser y cantar. 

- No te preocupes, Helmund amigo mío, seguro que dos jinetes experimentados como nosotros podremos con esto. Igual, si nuestro señor toma en consideración replantear la situación y brindarnos de más compañía, igual lo acataré con gusto. - digo mientras hago una leve reverencia hacia él.

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09/03/2020, 01:04
Théodred

Ayer cabalgué hacia el Paso -añadió el Mariscal-, y ahora los Dunlendinos y los orcos de Isengard, pese a que están en constante movimiento, saben de nuestras cabalgadas, y las de Éomer, cuya jurisdicción llega ahora, de manera temporal, hasta la Marca Occidental y casi hasta este punto. Si alguien os ve lo único que podrá pensar es que sois la avanzadilla de algún Éored, y de ser no ser así... como bien dice Rhoffar, ellos solo serán suelo para los cascos de vuestros caballos, y dianas para vuestras lanzas.

Entonces un soldado llegó. Era Góldrebar, uno de los hombres de confianza de Théodred. Entró, hizo una reverencia y le confió algo en el oído. Luego se marchó enseguida.

Soldados. ¡Marchad cuanto antes! -os encomendó de nuevo-. Movimientos extraños hay en la Marca, visitantes que desde distintos puntos campan por nuestro país sin más.

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09/03/2020, 01:05
Director

Entonces el Segundo Mariscal os dejó en la sala, y vosotros corrísteis a por vuestra montura. Ensillásteis los caballos lo más rápido que pudísteis, y en las alforjas de vuestras bestias metisteis todo lo necesario. La cabalgada era sencilla: rodear los montes aledaños de las Montañas Nubladas, subir un poco al norte y luego al este, y divisar en breves el Paso de Rohan. El tiempo: una hora a todo trapo, tal vez menos. Tras unos minutos, la poterna de entrada de Cuernavilla fue abierta para vosotros, y descendísteis la rampa que os llevaba a campo abierto, alejado cada vez más del Abismo de Helm...

Media hora después.

Cabalgábais por los pastos de la Marca, los más altos y sanos de la Tierra Media. En los caminos no vísteis a viajero ninguno, y atravesásteis el Arroyo Profundo y despues el río Wulflod, ambos a través de dos puentes. Seguíais el llamado al este de la Marca "Camino del Norte", el cual conectaba en tal dirección con Eriador y casi hasta los Puertos Grises.

Notas de juego

Haced cada uno una tirada de 1d20 + Alerta. Dificultad 11+

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11/03/2020, 07:22
Helmgund

Las respuestas del mariscal Théodred y de mi amigo me dejaron menos incómodo. Ciertamente, dos buenos jinetes podíamos impresionar mucho, y así se lo dije al Mariscal: 

- Sabéis, señor, que no quería cuestionar vuestro conocimiento y decisiones. Gracias por confiarnos esta misión. Compañero Rhoffar, por fin volvemos a unir nuestras armas por el Rey y el Príncipe. 

Salimos luego a prepararnos, y, aunque con celeridad, cogimos todo lo necesario. Mi caballo, Angleth, estaba descansado y lustroso, pues lo había preparado la noche anterior, que no tenía guardia. Me coloqué el casco, monté, vi que Rhoffar estaba listo y nos pusimos a salir de Cuernavilla, del Abismo, dirección a los largos pastos. 

El comienzo de la cabalgada fue tranquilo, y eso ayudó a que yo me despistara, y simplemente, me quedara pensando, en el galope del caballo, en la misión de nuestro mariscal. ¿Qué había querido decir con movimientos y visitantes extraños? ¿Una caravana que proteger? El peligro era real, entonces, y no era de los dunledinos, o no sólo de ellos. Quizás, los otros rumores y lo que Saruman estaba haciendo con aquellos orcos tendría algo que ver. 

Miré al horizonte, y me sentí cómodo cabalgando, en las zonas dónde había aprendido a ser soldado y cazador. Tener a Rhoffar a mi lado me tranquilizaba, porque sabía lo competente que era. Se lo dije: - Me alegra estar juntos. ¿Tú crees que habrá problemas o esto será una mera formalidad? ¿Te he contado que en las exploraciones cercanas a Isengard se ven cada vez más orcos? 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Pena de tirada. 

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12/03/2020, 01:51
Rhoffar

Tras las palabras del mariscal mis movimientos son mecánicos, aprendidos desde niño y que no necesito ni siquiera recordar mentalmente porque salen solos, como un ritual en silencio. El correaje del caballo es cálido en mis manos y una sensación de emoción me recorre toda la espalda, amaba unirme con el caballo para una nueva misión, del tipo que fuese. 

El trayecto me ayuda a no pensar, solo fijarme en lo que tenemos por delante y estar preparado para lo que pueda venir. Por instinto a veces rozo la madera de mi lanza como señal de que sigue ahí, que no se ha perdido por el camino. No tengo ese temor pero es como un toc personal que he adquirido de tanta cabalgata durante todos estos años. La crin del caballo me hipnotiza al surcar los cielos en cada trote y me recuerda a mis primeros días sobre un caballo, cuando apenas sabía mantenerme sobre él. Todo era muy distinto ahora.

Cuando mi amigo me habla mi semblante no cambia pero ofrezco un tono cordial y cercano.

- Lo mismo siento mi buen amigo, es bueno tener en tu flanco alguien capaz y al que poder llamar amigo para llevar a cabo nuestra misión. - acaricio el pomo de mi silla mientras hablo, asiéndome a él. - Imagino que será más que una mera formalidad, pero seguro podremos con lo que se nos venga encima. El sol calienta nuestros rostros, es buena señal. - mi rostro se oscurece un poco al saber sobre los orcos. - Es una mala noticia sin duda, Isengard antes era un lugar seguro para nuestra gente, ahora solo puedo decir que encoje mi corazón escuchar estas palabras.

 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Pues no hablemos de la mía xD

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12/03/2020, 11:25
Director

Tras algo más de otra media hora de cabalgada, estábais ya muy cerca del paso de Rohan. Se trataba del único paso sencillo y estratégico entre las Montañas nubladas y las Montañas Blancas, el cual comunicaba el antiguo reino de Arnor y el actual Gondor. Vosotros lo habíais atravesado innumerables veces para ir a la Marca Occidental. Al norte estaba el valle natural de Nan Curunir, formado por las Montañas Blancas, donde la torre de Orthanc se alzaba en él; y a unas pocas millas al sureste, el Abismo de Helm. Ahora, casi habiendo entrado en el pudísteis ver desde lo alto de una colina un puñado de bandidos que habían descendido hasta la Marca Occidental el Reino (entre el río Isen y el Adorn) y que parecía que habían dado alto a una caravana de comerciantes, justo en el paso. ¿Tal vez los comerciantes de los que hablaba vuestro Mariscal? Los asaltantes parecían pretender saquearles, pues allí abajo unos increpaban a otros.

Notas de juego

¿acudís directamente o hacéis alguna otra cosa?

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12/03/2020, 12:41
Rhoffar

Notas de juego

Por mí dale, pero que decida Helmgund

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12/03/2020, 20:43
Helmgund

-Rhoffar, ¿Ves lo mismo que mis ojos? Allí tenemos a algunos que podrían ser nuestra caravana. Creo que están en problemas. -Mire con atención lo que estaba pasando allí, y desde la cima de la colina, vi algunos bandidos. De eso no había duda. Me había encontrado con varios en mis vigilancias por las fronteras, y eran cobardes, aunque en buen número de envalentonaban. Desenvainé mi espada, y le dije: -Rhoffar, creo que tendremos que unir nuestras armas en combate. No son rivales para nosotros, seguro. Gliphal, mi espada, está lista. Cabalguemos juntos, ¿No?- le dije mientras preparaba al caballo para salir al galope. 

Notas de juego

Dado que yo también digo de ir, roleo en consecuencia que vamos los dos. 

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13/03/2020, 13:48
Director

Salísteis pues al galope. Cada uno enarboló su arma, agitó sú caballo y tras espolearle descendísteis la colina desde la que estábais divisando las escena. Enseguida vuestras bestias pisaron los pastos, doblándolos, yendo directamente a la confrontación.

Notas de juego

Escena cerrada.