Partida Rol por web

Bajo las luces de New York

Hogar, dulce Hogar

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27/11/2012, 11:57
Katherine Aldridge

Al fin llegó a su apartamento, era un pequeño pero acogedor y tranquilo piso dónde vivía ella sola en la zona de clase media cercana a Greenwich Village. Cerró la puerta y dejó las cosas de sus bolsillos en un pequeño bol de cristal que tenía en una mesa junto a la puerta. Allí dejó las llaves, un paquete de chicles que llevaba, la cartera, el tabaco, el mechero y la carta arrugada y humedecida que le había dado Jack. Ya había pensado demasiado en ello durante el trayecto de vuelta a casa, ahora no quería saber nada. 

Después del pequeño recibidor había un pasillo por el que se podía acceder al salón con cocina americana por una puerta, y a las dos habitaciones por la siguientes puertas. Como vivía sola, una de las habitaciones la tenía dedicada completamente como estudio. En ella tenía un escritorio, una estantería llena de libros, una cómoda silla de estudio frente al escritorio y el lugar donde su querido e inseparable portátil descansaba cuando estaba en casa. También tenía una mesa aparte con otro ordenador, este de sobremesa que usaba para ver películas, conectarse en facebook o mirar el correo, por contra el portátil solo lo usaba estrictamente para el trabajo. En la pared colgaban varios cuadros con fotografías de la ciudad, la naturaleza y algún paisaje que hacía una amiga de la universidad que era fotógrafa y a la cual llevaba ya mucho tiempo sin ver.

En su cuarto había un armario lleno de ropa, una cama ancha con una mesita con lámpara al lado del cabecero, una cómoda llena de ropa, una ventana con vistas a un parque y un baúl lleno de zapatos. Todos los muebles eran de madera y tenían el mismo tono claro de color. La pared estaba pintada en azul claro, ya que Kate consideraba que ese color le relajaba. Allí dejó sobre la cama el resto de su ropa y el bolso y se puso algo más cómodo para andar por casa.

Fue hasta el salón y se dejó caer en el sofá. Frente a este había una mesa para la televisión con un hueco para el lector de dvd y detrás una estantería llena de películas y discos de música, también había una minicadena para escuchar los discos. Eran dos de las pasiones de Kate, la música y el cine. En el baño también tenía unos altavoces donde podía conectar el Ipod y escuchar música mientras se daba un relajante baño. Era su momento de paz.

Conectó la tele para desconectar del mundo y estuvo viendo un par de series de risa que echaban. Aquello le hizo olvidar el estrés del trabajo y cuando se acercó la hora de comer fue a la cocina para preparar la comida. No se complicó, cogió una de las cacerolas que tenía en los armarios de la cocina, la llenó de agua y echó unos espaguetis dentro. Sacó de la nevera un tomate, un pimiento y una cebolla y empezó a preparar la salsa. Le salía una salsa de chuparse los dedos y prácticamente era casera, aunque también le echaba un bote de tomate frito para no pegarse el día con ello. La cocina tenía los típicos electrodomésticos de una cocina: nevera, lavadora, lavavajillas, horno, y sobre la encimera una tabla para cortar, un microondas y una batidora. Aparte del fregadero con su grifo y su triturador de basura como era costumbre en aquellos pisos americanos. Tenía una mesa grande de madera en el salón, donde se podían sentarse a comer varias personas, pero ella prefería comer en la pequeña mesa estilo barra de bar que separaba la cocina del salón a lo americano.

En general el piso estaba muy bien organizado y ordenado, y poco a poco lo había decorado ella sola a su gusto. Aunque a veces cuando llegaba del trabajo cansada dejaba las cosas donde caían y no se molestaba en ordenar. No obstante, los domingos siempre los dedicaba a ordenar y limpiar el piso. Le encantaba vivir allí.

Después de comer revisó su correo, comprobó su facebook ya que apenas solía usarlo y luego conectó el portátil para preparar el documento de texto donde empezaría a escribir su siguiente articulo, le dio formato y lo dejo preparado para solamente entrar y escribir... eso cuando tuviera algo de que escribir. De momento no tenía ninguna idea. Algo pasó por su cabeza y entonces rápidamente minimizó todas las ventanas y abrió el navegador de Internet, fue a un buscador y escribió: Richard Black. Quería buscar algo más aparte de la información que le había dado Jack. Eso le recordó lo del museo y abrió otra pestaña para buscar sobre el museo.

Cuando hubo leído lo suficiente se dio cuenta de que estaba trayéndose de nuevo el trabajo a casa y decidió ir al baño, llenar la bañera de agua y sales de baño, conectar el Ipod y dejar que el sonido de Bobby Blue Bland la relajara mientras apoyaba la cabeza en el borde de la bañera y la espuma cubría su cuerpo. Luego ya se prepararía para ir al Datboka.

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27/11/2012, 14:10
Director

Kate podía ir a darse un baño con la satisfacción del deber cumplido. Internet era una gran herramienta, pero había que saber navegar en las turbias aguas de la red si uno quería encontrar información fiable. Era una de las primeras cosas que aprendía un periodista: no te fies de lo que pueda decirte alguien anónimo. Sin embargo entre todos aquellos testimonios había fuentes y testimonios lo bastante veraces y comunes como para aceptar como válida una buena pieza de información. No era mucho más que lo que ya sabía, pero al menos era una forma de confirmar que efectivamente estaba en lo cierto.

Su curiosidad ya se había calmado. La periodista ya podía descansar tranquila, y el agradable calor del agua y la relajante música del cantante de Blues se encargaron de hacer el resto...El Datboka podía esperar, al menos un poquito más.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Richard Black. Las historias son en su mayoría repeticiones de la misma noticia con alguna variación en los detalles, todas fechadas hace ya tres años, pero Kate consigue sacar varias conclusiones.

    Capitán de la Policia Metropolitana de New York. Famoso por haber encontrado hace tres años años a una niña de cinco años, llamada Beatrice Gallaghed, que se había extraviado tres días por lo túneles del metro después de escapar de la mano de su madre. La fotografía del hombre cargando a la niña en brazos con absoluta ternura, mientras esta se abraza llorosa a su hombro, se repite en todos los periódicos digitales, junto con la fotografía de identidad del policia, completamente sonriente.

    Es dificil encontrar alguna fotografía que no sea una de estas o pequeñas variaciones: alguna foto robada durante horas de servicio o entregando la cría a sus padres.

    Recibió por aquello una condecoración que rechazó, pues consideraba que el hombre verdaderamente meritorio era un empleado anónimo de metro que guió a los policias durante su busqueda. No es la única en su haber: tiene varias por impecable servicio a la comunidad y haber participado en varios casos exitosos. Parece seguir en activo con sus cincuenta años.

    Museo de Historia Natural de New York: Figura en gran parte de la web: guías para turistas, opiniones de visitantes y su propia página web. Al parecer incluye en su haber la colección de antropología, aunque también tiene partes dedicadas a biología, etnografía...etc. Es una institución antigua formada en la Ilustración Americana pero que ha modernizado su discurso especialmente en los últimos años. La mayoría de la gente opinando en las páginas webs turísticas lo recomienda por ser interesante y divertido.

    No es de extrañar, porque ofrece actividades para todos los públicos: exhibiciones para niños y exposiciones más densas para adultos. Es el caso de la próxima exposición, Más Alla de la Muerte: un recorrido por el significado de la muerte a lo largo de la historia del arte y los ajuares que han acompañado a el hombre en ese viaje. Desde enterramientos prehistóricos pasando por los grandes mausoleos egipcios, las fotografías victorianas y la Segunda Guerra Mundial hasta las cámaras de criogenización. Un tema denso, pero que al parecer se ha tratado de enfocar desde una perspectiva antropológica de a manera más ascéptica posible.

    Es dificil saber como, dado que aún no se ha estrenado, pero muchos críticos la consideran ya "una de las mejores exposiciones sobre la naturaleza del hombre de este siglo".

Si te queda alguna duda sobre alguno de los dos temas, dimelo y comprobaré si tienes el dato a mano. ^^ Si no, Scott te espera en New York, New York. :P

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06/12/2012, 02:23
David Stanford [Superviviente]

23 de Noviembre

La mano de David caía inerte por un lateral de la cama, como una pequeña cascada de piedras sobre el fondo blanco. Su anillo de matrimonio pendía en su dedo correspondiente, bajo las endurecidas manos. Una copa vacía de Whisky reposaba en el suelo, tumbada de lado. Se le había caído al quedarse dormido, abrazando el vaso como única compañía en una noche de soledad.

Sobre la mesa de noche, el despertador puesto a las ocho y media de la mañana, para que tuviese tiempo de sobra para ducharse y arreglarse, hablar con sus almas gemelas y desayunar antes de hablar con la exótica bailarina. La idea de que todos los días acabasen de una forma parecida le resultaba un alivio y una condena a la vez. Por un lado estaba el hecho de que al parecer siempre había un aliento de paz y mujeres para la herida alma del descosido, pero por otro aquello no le alentaba para recuperar a su esposa. Si en lugar de una dominatrix hubiese sido el policía con su hija cogida del brazo, esa noche hubiese dormido abrazado a la mujer que amaba.

Pero no, el destino no le reservaría un destino así a un demonio en vida como David. Él estaba condenado a una larga lista de segundos platos, que bien podrían ser el primero de muchos, pero no de un hombre que ya había elegido su alimento favorito. Él necesitaba a su esposa, y aquel día no hacía más que confirmarle que la vida era una mierda y que nunca la tendría.

Daba igual que buscases a tu hija por medio mundo, porque al final la vida te devolvería lo único que te ha dejado siempre. Placebos para que le pongas una tirita a tu alma y puedas seguir sonriendo mientras los ríos de pena invaden tu alma. Al lado del despertador, el cenicero lleno de colillas y un mechero hawaiano a medio gastar lo confirmaban. No era droga ilegal, pues David acostumbraba a consumir exclusivamente marihuana, y de forma social, cuando alguien le invitaba y estaba de humor para ello. Le tenía demasiado respeto a la cocaína por culpa de gente como Lew y otros cuantos famosos, a la cual se sumaba Anna, la esposa de Charlie, a la que había tenido que arrastrar un par de veces a la condenada clínica de desintoxicación que era un auténtico sablazo para el bolsillo.

Nada había cambiado. Aquel día David se había convertido en la voz de la razón, pero seguía siendo solamente una ilusión. David hacía lo que nadie podía, pero tenía sus límites, y tarde o temprano acabaría estallando. Él tenía las buenas obras contadas, y el papel de detective no iba con él. En cuestión de horas o días se derrumbaría, y era mejor no estar cerca cuando pasase, pues las consecuencias eran ciertamente impredecibles.

El boxer negro de David, sobre el cual se alzaban una serie de músculos y vendas alrededor del pecho, allá por donde el abdomen perdía su nombre, no era sino el reflejo de que esa noche se había controlado. 24 horas sin sexo era toda una proeza, pues aquel hombre consumía hormonas de mujer como si fuese aire. Era algo ultraterreno, pero los había que se podían considerar afortunados de cara a terceros. La realidad es que, por muy envidiado que fuese, David no se consideraba nada afortunado. Le gustaba el sexo, por supuesto, pero cuando tienes la capacidad de decir "date por follada" y salir corriendo para casa cuando hay problemas descubres cuales son tus verdaderas prioridades en la vida. Tu gente.

La noche había ido tal como la esperaba. Una cena de lo más pronosticable, con un comportamiento típico y ejemplar por parte de cada uno de aquellos ángeles. No esperaba menos, ni tampoco más. Cada uno tenía su papel, y el abrazo de Becca le servía de aliento, como combustible era imaginar a su esposa necesitada del marido para según que cosas.

Herido y derrotado, al pensar algo así en duermevela, el puño de David no pudo evitar contraerse ligeramente, indicando que aquel último pensamiento no era bueno. Su mujer era muy fuerte, pero todo tenía un límite. Como lo tenía David, Anna, Charlie, Lew, Samantha, y todos los demás. Cada uno tenía la mecha de una longitud distinta, y prendía más o menos frente a diversas cosas.

Daba igual a aquellas horas. David, con la boca entreabierta, soltó una última bocanada de aire, abrazando definitivamente el sueño. Sueño, dulce Sueño. En aquella pequeña cárcel de ilusiones todo era más fácil, pues aquel desafortunado hombrecillo, por mucho que sufriese en la vida, siempre tendría el consuelo de que en el palacio de sus fantasías siempre quedarían placebos para el cuerpo, aunque era su mente el que los recibía mientras la maquinaria de guerra descansaba.

Era la hora de detener a David y enviarle a prisión preventiva durante ocho horas, pues ya desataría el holocausto cuando se levantase, si es que tenía fuerzas para moverse y cumplir con sus expectativas.

"Lo siento, agente, pero al final del día Clare es lo único que importa"

Lo que los dulces sueños del escritor ni sabían, era que "lo único" sólo podía hacer referencia a una persona, y esa era su esposa. El resto del mundo y ajedrez podía caer mientras la pieza imprescindible siguiese en juego. Sólo sin ella se abriría la tierra y saldrían los cuatro jinetes a sembrar el caos total. Quítale a David su esposa, y le quitarás un pilar al mundo.

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06/12/2012, 11:26
Ulysses Brown
Sólo para el director

Había sido un día intenso, demasiado intenso y complicado para él, un viejo negro sin espíritu...Llegar a casa acompañado de su hijo le reconfortó un poco. Un beso de Maggie y de sus hijas le reconfortó un poco más, y el calor del hogar junto al olor de la comida casera hicieron el resto.

No obstante, Ullyses seguía confuso. Su cabeza le daba vueltas -y no por el ponche de frutas que había servido tras el postre-. Lo peor eran los fantasmas. Seguían ahí, retumbando en su cabeza, pasando tras de él sigilosamente. Y ahora, también le acompañaban en los túneles. De eso estaba seguro.

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06/12/2012, 13:49
Director

Notas de juego

Tranquilo por el edit: era solo por la fecha. ¡Que te acabas de adelantar un mes! xD

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06/12/2012, 14:32
Violet
Sólo para el director

Violet se levantó de muy buen humor, la jaqueca del día anterior había remitido por completo. Se sentía eufórica y llena de energía. ¡Era el gran día!

Se dio un placentero baño relajante y desayunó algo mientras se untaba las perninentes cremas y se maquillaba. Para vestirse eligió unos apretados leggins, una camisola blanca con estampados geométricos oscuros y una chaqueta negra con el cuello de piel de zorro. Todo ello acompañado por unos botines negros con tacón y un bolso de mano, también negro. Estaba hecha toda una femme fatale. 

Eran las 9 de la mañana, demasiado temprano para acudir a su cita con el señor Standford, así que decidió visitar primero al señor de la inmobiliaria.

Hacía frío, pero no esperaba otra cosa en aquella fecha. Los coloretes de sus mejillas resaltaban sobre la palidez de su piel. Afortunadamente no tardó demasiado en conseguir un taxi.

-Lléveme a esta dirección, por favor -le pidió al conductor mientras le mostraba las señas escritas en el sobre de la invitación.

Tenía la sensación de que iba a ser una mañana provechosa.

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07/12/2012, 11:06
Director

El movil de Nathaniel sonó, mientras aún dormía en el sofa. No mucho, pues había sido solo un mensaje, pero suficiente para sacarle del ensueño en el que se encontraba. Mensaje de Magda. El libraba los sábados por la mañana, pero la secretaria seguía al pie de cañón hasta la hora de comer.

" Ha llegado la invitación de Electrosand"

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09/12/2012, 22:05
Katherine Aldridge

Sorbió de la taza de café humeante que descansaba sobre la mesa de su escritorio y la sostuvo durante unos segundos sobre las manos para calentárselas, después dio otro sorbo y la deposito sobre la mesa nuevamente. Llevó la mano al ratón de su portátil y volvió a repasar lo que estaba leyendo.

Nueva York era una de las ciudades más seguras de Estados Unidos pese a la gran fama que cargaba gracias al cine y la televisión, y a que anteriormente realmente había sido una de las ciudades más peligrosas. Sin embargo en los últimos años aquella tendencia se había reducido drásticamente. Parte de esta importante reducción había sido el gran trabajo policial desarrollado en los últimos años con sus políticas de tolerancia cero y el sistema CompStat, una base de datos estadística que permitía a los agentes mostrar los delitos por cuadriculas en tiempo real y determinar las zonas más peligrosas.

Kate se había levantado tarde aquella mañana ya que las mañanas de los sábados las dedicaba a recuperar las horas de sueño perdidas durante la semana, había preparado café y se había puesto frente al ordenador todavía en pijama para buscar información acerca de las cifras de desapariciones en la ciudad. En poco menos de unos minutos llegó a encontrar por Internet varias páginas que le fueron de gran ayuda, eso sí, tras descartar decenas que no le servían o de las que consideraba poco fiable su información. Luego contrastó esos datos con los datos oficiales de la web del ayuntamiento y determinó que el número de desapariciones del que le había informado Scott efectivamente se salía de la normalidad. Sobretodo teniendo en cuenta el poco tiempo en el que se habían desarrollado.

Cuando se cansó de buscar más y más información sobre aquello bajó la pantalla del portátil y cogió un cigarrillo del paquete que había sobre el escritorio. Se lo colocó en los labios y acercó la llama del mechero al cigarrillo mientras absorbía el aire para que se encendiera. Dio una larga calada y soltó el humo lentamente por la nariz, dejando que fluyera al ritmo sereno y tranquilo de su propia respiración.

-Scott dijo que habían desaparecido treinta y cuatro personas en un mes. -Murmuraba para si misma.- ¿Cómo un dato tan extraordinario ha pasado tan desapercibido en una base de datos tan completa?- Era cierto que el CompStat analizaba al detalle los datos de crimen de la ciudad: robos, asesinatos, hurtos... pero las desapariciones no estaban entre los datos que manejaban. Que una persona desaparezca no es un crimen, puede ser simplemente un fugado, o un descuido. En la página de la policía de Nueva York había ocho personas desaparecidas en el distrito de Manhattan, dos en el Bronx, seis en Brooklyn, cuatro en Queens y otras dos en Staten Island. Veintidós personas en total entre los cinco distritos que componían la ciudad de Nueva York. Y algunos de ellos habían sidos vistos por última vez en el año 94. No sabía con que criterio se llegaba a pasar a estar desaparecido ni tampoco logró encontrar una cifra aproximada de las denuncias de personas desaparecidas que se producían en la ciudad, ni tampoco de los casos que se resolvían o pasaban a engrosar las listas de otro apartado como asesinatos o otros tipos de muertes, ya fueran naturales o por asuntos de drogas, accidentes, etcétera.

Todo aquel baile de números estaba mareando a Kate y despertó más preguntas en su incansable mente. -¿Por qué ha desaparecido esta gente?. Scott mencionó un factor común en varios casos pero no dijo cual, por lo que le había dicho había desde estudiantes a empresarios. ¿Qué tipo de circunstancia provoca la desaparición de un número tan elevado de personas sin que nadie se percate de ello?. -Dio otra calada. -Si tuviera sus identidades podría revisar en las hemerotecas del periódico a ver si se menciona algo, tal vez así lograra conectar sus desapariciones de algún modo...

Le dio la última calada al cigarrillo y lo desmenuzó contra el cenicero para apagarlo. -Puede que vaya siendo hora de llamar a Derek. -Reflexionó en voz alta mientras buscaba en la agenda de su móvil el número del agente de policía.

 

Notas de juego

Busque los datos.

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10/12/2012, 20:21
Nathaniel Scott
Sólo para el director

Recibí el sms con alivio, y me levanté lleno de energía. Acto seguido mandé un mensaje a Magda: "Luego me paso por la oficina"

Me arreglé y salí de casa en busca de un bar tranquilo. La mañana estaba animada; en el bar había un grupillo de jovenes charlando vivamente, el camarero miraba la tele a la vez que tarareaba mientras pasaba un trapo a la barra. Curiosamente salía la Electrosand en las noticias. Ojeando el periodico, desayuné un poco de tortilla y un café... 

Llegué a la oficina y busqué a Magda.

Buenos días ¿que tal la mañana? Como siempre, Magda estaba radiante. No importaba lo duro que fuera el día. Me estaba preguntado... ¿tienes planes esta noche? Apoyando los brazos en su mesa y acercándome. ¿Querrías venir conmigo a la Electrosand? 

Notas de juego

Esto lo tengo que poner en este apartado?

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10/12/2012, 21:14
Director

Una enfermera respondió al teléfono de Kate amablemente, antes de que la periodista oyese al ex-policia despotricar de fondo hasta que la pobre joven le devolvió su teléfono. La periodista había oido algo sobre violación de privacidad y discapacidad forzada entre los juramentos del anciano, antes de que el hombre se pusiera a refunfuñar en el auricular.

- Buenos días, Kate. El enfado desapareció con rapidez de la voz el anciano, que parecía incluso más cascada por teléfono que en la vida real. ¿Caso nuevo?¿Vas a visitarme esta tarde o condenarme a una tarde de bingo y dominó? Porque la Sr. Meyers está insufrible desde que ganó la última vez y no nos esta dejando ni vivir. Maldita vieja chalada. La medicación la esta liquiando el poco cerebro de ganso que tenía.

Que le vamos a hacer. Kate tenía gran especialidad en contactos que no pueden parar de hablar. Aunque no sea del tema en cuestión. Viejos, locos...Pero la información era la información ¿cierto?

Notas de juego

O.M.G.

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10/12/2012, 21:14
Director

Notas de juego

Iría en la oficina, que la he abierto para tí ;)

Pero no te preocupes, luego te lo muevo yo de un momentito, que para eso estamos :P

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10/12/2012, 21:59
Katherine Aldridge

Kate no pudo evitar sonreír ante todo el follón que escuchaba al otro lado de la línea y las palabras del anciano policía después. Llevaba toda la mañana tan preocupada por aquellos datos que ni siquiera se había parado a sonreír hasta que aquella historia de la señora Meryers le hizo incluso soltar una carcajada.

-En realidad yo llamaba para apuntarme a esa partida de bingo. -Bromeó la joven. - ¿Qué tal estás Derek?. ¿Te tratan bien?.

Sabía que al viejo ex policía le encantaba que Kate le visitara, aunque solo fuera por cuestiones de trabajo. La trataba como a una hija, y ella a él lo trataba como un padre. Incluso alguna vez había tenido que discutir con las enfermeras del centro por la medicación o incluso con él porque no se la quería tomar. Pero sobretodo a Derek le gustaban las visitas de la joven porque lo sacaban de la monotonía en la que estaba envuelto en aquel centro para mayores.

-¿Entonces esta tarde nos vemos?. -Preguntó con una sonrisa todavía dibujada en el rostro.

Notas de juego

Si me lo pides así.. jaja

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10/12/2012, 22:28
Director

- Malditos matasanos...Me hinchan a drogas de colores como si fuera un hippie y no me dejan comer un puñetero bistec ni en acción de gracias. ¿Te lo puedes creer? A Dereck le encantaba quejarse, pero era imposible que consiguiera camuflar la alegría e ilusión que le había causado la llamada de Kate. Era un viejo cascarrabias y solitario, pero el típico viejo cascarrabias desvivido por sus nietos.

Lamentablemente su servicio en el cuerpo solo le había dejado tiempo a echarse una mujer, Wanda, que había muerto hacía tiempo. Kate era lo más parecido a una nieta que tenía el anciano, y las enfermeras habían llegado a confudirle con una.

- ¡Les diré que te apunten entonces!-respondió a la broma de Kate con una carcajada, antes de volver a discutir con la enfermera. Tiempo de medicación, o algo así. -¡Nos vemos esta tarde!

Notas de juego

Es que tu documentación me ha llegado a lo más profundo de la patata.

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10/12/2012, 22:34
Edward Bradley
Sólo para el director

El *beep* *beep* *beep* *beep* del despertador hizo acto de presencia a las 8:02 AM, como era costumbre los días en que Edward no tenía que asomar la cabeza por la oficina. No sin cierta reticencia apagó el abogado al aparato del diablo, deseando mandarlo volando contra la pared más cercana del estudio. Con parsimonia y sonmolencia acudió al baño a echarse agua helada por la cara. Había una noticia buena y una muy mala.

La buena era que su estado de salud era considerablemente mejor. Después de una noche horrible de estornudos y cajas de pañuelos que han visto su virtud destruida, Edward se encontraba en un estado óptimo para el trabajo. ¿Que cuál es la mala? Que tenía que conseguir que el modisto más sociópata de la costa este haga un traje para la guapetona de su jefa en tan sólo unos días. Permitió que el pensamiento le corroyera la mente mientras se vestía y tomaba un frugal desayuno. Bueno, habrá que ponerse a ello. - pensó el abogado mientras conectaba su teléfono móvil.

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10/12/2012, 22:44
Katherine Aldridge

-Es por tu bien... -Respondió la muchacha con voz dulce tratando de hacerle entrar en razón. -Ya sabes que la carne roja es mala para el colesterol y para tu corazón. - A menudo se daban estas situaciones en las que Kate lo sermoneaba como si fuera realmente su nieta. También ocurría al revés, Derek era el único con licencia para decirle a Kate que dejara de tocarse el flequillo, que lo llevaba bien, o con cualquiera de sus manías. También era el único al que Kate escuchaba cuando le decía que debía tomarse un descanso, y normalmente solía hacerle caso. Entre ellos había aquella especie de complicidad innata.

-Vale, un beso. Hasta la tarde. - Tras despedirse colgó el teléfono y lo dejó sobre la mesa. Tenía intención de pasarse sobre las cinco, cuando quedaba con Derek sabía que aquella era la mejor hora para pasarse por allí. Le libraba de la partida de bingo y no entorpecía con la hora de la cena. Además no podía pasarse muy tarde debido al horario de aquellos lugares y si quería aprovechar el tiempo debía ser puntual.

 

Notas de juego

Soy así... deberás tenerlo en cuenta antes de casarte conmigo. XD

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10/12/2012, 23:52
Director

El movil desveló lo inevitable. La ausencia de Edward del mundo mundano había supuesto casi su colapso. Al menos para Linda Charlmers, que se había dedicado a bombardear su movil con amables recordatorios que habían acabado en poco menos que amenazas de muerte. Zorra psicótica. El padrísimo le había comentado que el domingo tenía una reunión importante, y que se pasase para supervisar que todo iba bien. Cosa muy rara en él, por otra parte. Y el resto del movil  se había tomado el día libre, dejando la bandeja tan libre de mensajes como él la caja de pañuelos.

La cosa es que tenía dos trabajos pendientes, a cada cual mas hercúleo. Uno, conseguir un pase VIP para una inaguración que tenía lugar esa misma noche. Dos, conseguir que el modisto de moda hiciese un traje en tres días. Contando hoy.

Podía escaquearse o podía salir y demostrarle al mundo que se había pasado la noche durmiendo porque podía. Por que era tan sobrado que podía conseguir eso en un día. Y le sobraría tiempo para almorzar un perrito en el Empire State.

O algo así.

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12/12/2012, 23:54
Edward Bradley
Sólo para el director

Edward no necesitaba que nadie le dijera que era el amo haciendo su trabajo, pero también sabía hasta dónde podía estirar sus posibilidades, y más recién salido de una enfermedad. Colocando un recordatorio en su teléfono para esta noche y otra para la mañana del domingo (con el asunto de la reunión), se dispuso a trabajar.

En el pequeño cuarto que el abogado usaba como despacho había poco más que un escritorio con su ordenador portátil, bastantes estanterías ocupadas por libros de derecho que acumulaban polvo como unos campeones. Frente a la mesa estaba el sillón de trabajo más caro que Edward se pudo permitir. Ya que hay que hartarse a trabajar, al menos que tu espalda (y por qué no decirlo, tus nalgas) se sientan como si estuvieras sentado en una nube.

Bien, vamos a ello.- pensó Edward tras recostarse en su trono particular (nada que ver con el del Sr. Charlmers). Lo que iba a hacer era investigar por la red acerca del club Electrosand, para buscar los nombres del jefazo del local, e intentar contactar con el relaciones públicas. Una vez lo consiguiera, sólo había que llamarle para conseguir ese dichoso pase VIP.

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13/12/2012, 00:12
Director

Página web mediante y un par de emails y teléfonos de contacto más tarde, edulcorados con una cuanta charla melosa, Edward ya tenía en su poder el número del relaciones públicas de la ElectroSand.

Había llamado antes al supuesto número del dueño, al que había respondido una mujer. Aguantándose las ganas de hacer alguna broma obscena se enteró gracias a la tal Norah, camarera jefe de la discoteca, que el señorito no estaba en casa y él ni siquiera se encargaba de eso.

Y es que al parecer el jefe, Asthon García, se había desentendido de esa tarea y se la había relegado a una de las bailarinas principales, una tal Violet Carson. No era de extrañar, pues por lo que se comentaba por ahí el tio era un chulito impresentable y sin muchas luces, que se dedicaba a vestir chandals de marca y tirarse a intentos de modelo.

Bien por él.

Vamos, que estaba intentando conseguir entradas para un lugar donde el impresentable de su jefe ni siquiera se molestaba en tener contacto con sus mejores clientes. Quizás podría decirselo a Linda con sorna delante de su padre, para quedar bien, mientras le tenía aquel pase de colores brillantes y metalizados. Casi podía olerlo. La risa canina de su padre, a juego con la suya, mientras la niñita mimada ponía cara enfurruñada. Que mona.

Zorra.

Recostando su espalda (y por qué no decirlo, sus nalgas) en su silla de trabajo marcó con satisfacción el número. Ahora solo faltaba que detrás de aquellas cifras de verdad estuviese la tal Violet, y no una camarera, como la otra vez...

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13/12/2012, 01:03
Violet

El teléfono estuvo comunicndo un buen rato, pero al fin una voz femenina y algo aconjonada respondió a la otra linea.

- Violet Carson al habla, antes de nada, sepa usted que acaba de interrumpirme un orgasmo modístico.

Al menos parecía que esta vez había acertado, saludos bizarros aparte.

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13/12/2012, 02:15
Edward Bradley

Edward enarboló una sonrisa que dice "vaya, que picarón que soy", y que Violet no pudo ver por razones obvias mientras formulaba su respuesta.

- Nada más lejos de mi intención, le ruego me disculpe pero le llamo por un asunto importante. Mi nombre es Edward Bradley, y represento los intereses del diario Day of New York. Me han informado de que usted actúa como principal responsable de relaciones públicas para el local Electrosand, así que no dudo ni un instante que es usted la persona apropiada para tratar la propuesta que me hace llamarle. - Edward comenzó a juguetear con un boli, una manía de los tiempos de la facultad. - Verá, desde el Day of New York están muy interesados en el Electrosand y en su próxima inauguración, hasta tal punto de dedicarle un buen espacio en la sección de ocio y variedades de la edición de mañana a las virtudes de la fiesta inaugural de esta noche, así como de todas las personalidades invitadas, quizá hasta haya lugar para una entrevista con el Sr. García si el mismo accede, seguro que quedará encantado. Por desgracia resta el asunto del acceso al local, así que me pregunto si estaría dispuesta a ceder un pase VIP en concepto de pase de prensa para nuestra representante - espera a que Linda se entere de que la he llamado "representante" - como incentivo para la documentación de la misma en aras a un reportaje más fidedigno. Pero no quiero interrumpirle más de sus actividades, ¿qué le parece? - finalizó el abogado.