Partida Rol por web

Bamberg: una caza de brujas

Día 1: Juicio

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20/09/2021, 13:54
Director

El día transcurre en un ambiente opresivo. Las palabras de Förner  y la presencia de guardias recorriendo las calles y de funcionarios y clérigos reunidos en corrillos, discutiendo en voz baja y saliendo en todas direcciones por las callejuelas de los barrios hace que la gente esté más alerta de lo normal, y trate de escurrirse de su presencia cuando puede. La gente que no tiene la suerte de no poder permitirse no estar cara al público, como los tenderos o los panaderos, acaba siendo abordada por grupos de guardias malencarados y de clérigos de asecto severo, que los acribillan a preguntas bastante personales de una forma agresiva.

En ocasiones, hay sonido de pesados golpes en una puerta, y los hombres de la guardia salen de las casas arrastrando a alguien hacia un carro, que parte con ellos en cuanto los ha cargado. Los primeros arrestos son de mujeres sobre todo, pero a medida que avanza el día, se empieza a ver hombres también y, en un par de casos, niñas. Una de ellas montó un escándalo bastante audible, aferrándose a los muebles, el dintel de la puerta y la sotana del sacerdote, hasta que un guardia perdió la paciencia, le hundió el pomo de su alabarda en los riñones y se la llevó sobre el hombro como un fardo, tirándola de cualquier manera en el carro.

En los edificios más grandes, oídos curiosos se pegaron a las puertas y oyeron lo que pudieron de los interrogatorios in situ. En otros casos no hubo que esforzarse, ya que los propios arrestados gritaron a pleno pulmón verguenzas, secretos e historias ajenas, reales o inventadas, intentano comprrar su libertad o, quien sabe, tiempo.

No lo consiguieron.

En los corrillos de las mujeres en el mercado y los hombres en la taberna solo se hablaba del decreto del Príncipe-Obispo, y los primeros comentarios ladinos y las primeras miradas de reojo empezaban a dejarse ver. La desconfianza y el miedo aumentaban, pero quizás, entre todas las habladurías, alguien hubiese aprendido algo con valor real...

Intriga 1:

Los Jugadores con los dos números impares más altos (9,7) revelan su Clase a los Jugadores a su derecha (10,8). De modo que...

Horst tiene que revelarle a Wilburg su Clase (Protagonista o Ayudante) en un susurro sólo para él.

Harby tiene que revelarle su Clase a Berthold (Protagonista o Ayudante) en un susurro sólo para él.

Recordad, sólo vuestra clase. No le digáis ni qué sois ni que a Grupo pertenecéis. Sólo protagonista o ayudante. Narradlo como mejor queráis (este post no cuenta contra el límite de 3 al día). No tenéis por qué decírselo, podéis simplemente describir cómo se entera o qué le hace estar seguro de que es esa Clase.

 

Intriga 2:

Todo el mundo cierra los ojos.

Aldeandos con un número de jugador impar, levantad los pulgares.

Niños, abrid los ojos 5 segundos y volved a cerrarlos.

Aldeanos, bajad los pulgares. Todo el mundo abre los ojos.

De modo que...

En esta caso concreto, para mantener en secreto quién en quién, yo informaré directamente a los Niños de cuáles de entre los jugadores con número impar son Aldeanos.

 

 

 

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20/09/2021, 14:25
Director

Prosigue el día entre tus labores. Dondequiera que vayas, la gente que recoge tus pedidos o se acerca a la granja a compraros cosas es esquiva, no habla demasiado y procura no mirarse, sin duda por no tener que pensar si tendrá que señalarse con el dedo ante los hombres de Förner o ver cómo se la llevan... o si esa persona está pensando eso mismo de su interlocutor.

O peor aún, si está urdiendo mentalmente cómo hacer que culpen a esa persona para escapar ella.

El humor es tan plomizo como el cielo y la conversación es corta y huidiza. Pero, a lo largo del día, un sentimiento difícil de explicar anida en tu pecho cuando estás ante algunos de ellos. Es como si tu corazón se calentase con las llamas del hogar cuando están ahí, y la sonrisa aflora a tus labios sin pensarlo. Sabes instintivamente que puedes confiar en esa gente.

Wilhelm Schlingel (1) y Muriel Tudor (5) son Aldeanos.

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20/09/2021, 14:34
Director

Prosigue el día tras la barra de tu taberna. Los patronos son esquivos, hablan en corrilos en voz baja y frases cortas, echándote miradas de desconfianya y procuran no mirarse entre ellos, sin duda por no tener que pensar si tendrán que señalarse con el dedo ante los hombres de Förner o ver cómo se la llevan... o si esa persona está pensando eso mismo de su interlocutor.

O peor aún, si está urdiendo mentalmente cómo hacer que culpen a esa persona para escapar ella.

La conversación es susurrada y conspiratorial, y el ambiente es más bien tenso. La gente habla poco y bebe mucho, lo cual no es un gran problema para ti, aunque te preocupa que el ambiente cargado te vaya a afectar al negocio. Captas las miradas de la gente cuando se dirigen a la barra o te llaman para pedirte algo. La mayoría, torvas. Algunas, más comprensivas. Lees sus expresiones y entablas conversación casual con ellos. Se te da bien, llevas años haciéndolo, especialmente con las mujeres. Todas iguales, miedo y sospecha. Todas salvo... algunas. En algunas lo que ves es determinación y amabilidad. Gente que realmiente no está hundiéndose en la negatividad, sino pensando en qué hacer y cómo pueden ayudar mejor a que esta pesadilla pase. No sabes decir exctamente cómo puedes inferir eso con tas pocos datos, pero... sabes, por un instinto como el que sientes cuando hablas con Dios, que puedes confiar en ellos.

 

Wilhelm Schlingel (1) y Muriel Tudor (5) son Aldeanos.

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20/09/2021, 14:52
Friedrich Förner

El ambiente en la sala de juicios está saturado de ruido de conversaciones, el crujido de la madera de los asientos y palcos improvisados, en tintineo de metal de los guardias moviéndose entre la gente o tomando posiciones y el crepitar del fuego que arde en un gran brasero de cobre en el centro de la estancia, alumbrando la tétrica escena de decenas de rostros sentados en filas, medio iluminados y mdio en sombras.

Es, a su modo, un recordatorio macabro de por qué todos están aquí. Que la pena por brujería es la hoguera es de todos sabido. Las llamas que lamen los barrotes pronto podrían estar lamiendo a cualquiera de los presentes. Irónicamente, esas mismas hogueras son el centro de las reuniones de brujas. Es un pensamiento difícil de alejar, sobre todo porque los rostros de las figuras que presiden la sesión tras una mesa larga de roble cubierta con tapices con el escudo del león partido parecen casi en sombras tras el brillo colérico y febril de sus ojos, que parece ansiosos por bajarse del atrio y empezar a arrojar brujas al fuego ahí mismo.

No es exactamente fácil verlos como hombres de Dios, por grandes que sean los crucifijos en su cuello y el blanco de sus ropas los haga destacar como fantasmas en la luz de las llamas. Más aún después de lo que sucedió a lo largo de todo el día. Algunos aldeandos, como el padre de la niña a la que se llevaron a golpe de lanza, les miran con mal disimulada rabia. Otros con duda, preguntándose si realmente el Príncipe Obispo puede hacer algo como esto. ¿Sin duda hay leyes más altas que la suya, tanto de los hombres como de Dios? Otros casi parecen ansiosos porque dicte su sentencia y llegue la confusión y los gritos que casi de seguro van a seguir. ¿Exictación por ver a un siervo del Maligno recibir su castigo... o una nacida de un rincón más oscuro del alma?

Nadie lo dice, pero la pregunta se siente en el ambiente. Es este hombre alguien que juzga en nombre de Dios... ¿o del Diablo?

Förner se levanta y se dirige a la congreagación.

Comienza el primer juicio de brujas de Bamberg. Que el Señor nos de la sabiduría para ver a través de las mentiras del enemigo, y la firmeza para oponernos a su retorcida voluntad, por doloroso que nos pueda ser. Quien tenga una acusación que hacer, que se adelante sin temor.

 

Notas de juego

Las dos Intrigas están resueltas y quienes tienen que saber, ya saben oficialmente lo que tienen que saber :P.

Comienza el juicio. Teneis 3 turnos por día.

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20/09/2021, 15:25
Director

Independientemente de como te lo cuente, y para que vayas sabiéndolo ya a la hora de actuar, Horst es un Protagonista.

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20/09/2021, 15:27
Director

Independientemente de como te lo cuente, y para que vayas sabiéndolo ya a la hora de actuar, Harby es un Ayudante.

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21/09/2021, 11:20
10: Wilburg

Wilburg rompió el silencio que dejaron las palabras de Förner.

¿Y entos qué? ¿Quién es la bruja? Porcaquí el señor algozí diz que sos uno de nos. Y yo no quió sabé na de brujas, ¿mentiendes?

Yo solo sé algo del leñador y todo de mi mesmo.

Notas de juego

Intentaré que el dialecto inculto sea comprensible, pero si alguien necesita traducción me avisáis y lo pongo en notas.

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21/09/2021, 13:03
2: Clara

Clara había decidido sacar de su casa una pequeña silla, junto con una aguja, varios ovillos de lana e hilos de costura. La mujer se hallaba horrorizada por lo que tendrían que decidir en ese día, pero si al menos permanecía cosiendo sabía que podría tener ocupada su mente sin tener que pensar en lo que todos ellos tendrían que decidir.

Al escuchar al molinero, la mujer arqueó una ceja, extrañada de que el hombre hubiese revelado tan pronto, aunque sabía que más tarde o más temprano alguien tendría que hablar.

-El leñador... No es una bruja, ¿verdad? -le preguntó a Wilburg, dubitativa. Siempre había oído que las brujas eran mujeres de aspecto decrépito, colmadas de años y con verrugas en la nariz. El joven Horst no encajaba en lo que ella había escuchado sobre las brujas, aunque a juzgar por lo que había dicho Förner, cualquiera de ellos podía estar del lado del diablo.

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21/09/2021, 14:43
9: Horst “mataosos”

Horst estaba más nervioso que de costumbre. Con todo aquel revuelo no había tenido tiempo de comerciar con el resto de leña que le quedaba en la casa. Con aquel frío era importante vender la leña lo más rápido posible, en pleno día para evitar que los varios viajes que tenía que recorrer entre el pueblo y su cabaña coincidieran con la noche, fría y oscura. Estaba ensimismado en estos pensamientos, más el echo de que hace ya rato que no había ido a ver a su vieja mula, petunia, que casi no se dió cuenta de la pregunta de Clara.

-Señora Clara, ¿como voy a ser una bruja, si carezco de piel verde, berrugas, pies de pato, y ojos de avispa?-preguntó Horst. Aunque si lo pensaba bien ninguno de los que había acusado de ser bruja no reunían ningún tipo de rasgo parecido, lo cual dejó sumido a Horst en un profundo silencio.

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21/09/2021, 14:58
3: Eleonora

Después de un duro día duro en la granja, cosechando las hortalizas, empaquetando y enviando a los aldeanos, Eleonora se dirigió a la sala de los juicios y se sentó. Mientras los vecinos iban llegando y sentando, los observaba con cierto disimulo ¿Cómo es posible que uno de ellos fuera una bruja?

Centró su atención en los primeros en hablar después de Förner - Yo no veo que Horst reúna esos requisitos... - dijo mientras lo miraba. Luego se llevó una mano a la barbilla Aunque podrían llevar algún tipo de disfraz para poder moverse entre la gente, ¿no? pensó Ay en los fregados en los que me meten... Con lo bien que estaba yo con mis cultivos...

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21/09/2021, 22:19
7: Harby

Harby mas confundido que asustado se sentó cerca de quien conociera, y el tabernero era tan buena opción como cualquiera, mejor si contamos que ambos se conocen de cuando uno habla y el otro escucha.

El ovejero asintio levemente en ademan de saludo, antes de tomar asiento, encorvando la espalda hacia delante, para mirarse las sucios zapatos, preguntándose si era adecuado entrar allí dejando un sendero de barro a cada paso. Después de todo él era un simple paisano, alguien de segundo asiento, primero huérfano y ahora ovejero por defunción del primero, siempre en segundo plano como si fuera un simple extra de las historias de otros.

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21/09/2021, 23:27
6: Franz Laurentius

Había sido un día ajetreado. Y sólo era el primero. Esto era lo que esperaba por un tiempo. Ayudar a los hombres del vicario y ver como encerraban, interrogaban y torturaban a sus convecinos. No era esto lo que esperaba de su trabajo, pero era lo que había. En el rostro de Franz se notaba el disgusto.

Sin embargo fue de los primeros en llegar, y no lo hizo sólo, sino con toda su familia. Y todos se pusieron donde estuvieran bien visibles. Nadie diría que los Laurentius se escondían.

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22/09/2021, 09:12
Friedrich Förner

El silencio que ha caído tras las palabras de Förner es denso y pesado. Algunos tosen o carraspean, como intentando hacer algo mientras esperan que sea otro el primero en hablar, ya sea para no comprometerse, para acusarle, o para unirse a su acusación. Nadie quiere ser el primero.  En algún punto, un niño empiza a llorar, siendo silenciado de inmediato con una mano sobre la boca cuando Förner, cuya mirada ya de por si parece impaciente, vuelve los ojos en la dirección del sonido.

El presidente del tribunal parece entender esto, por lo que pese no hace nada por aliviar la tensión en el ambiente, limitándose a pasear sus ojos, oscuros y duros como los de un cernícalo, sobre los presentes, sin detenerse en ninguno. Como si todos, sin distinción de hombre o mujer, niño o anciano, fueran presas. Aunque la impaciencia y el descontento son evidentes en su expresión y parecen irradiar de él como el calor del fuego, el eclesiástco espera.

Y entonces, finalmente, alguien habla. En cuanto se rompe el velo de silencio, varias personas empiezan a hablar a la vez, ya sea entre ellas o en corrillos, más alejados del fuego. Finalmente,  el juez levanta la voz para hacerse oír.

¡Silencio! Este tipo de supersticiones es precisamente lo que quieren nuestros enemigos. Todas estas historias sobre ciraturas con piel verde, pies de pato... supersticiones, humo y espejos que los agentes del Mal usan para ocultar su verdadera forma. El mal conoce la forma de todas las cosas y los corazones, y el mayor triunfo del diablo es hacer creer a los justos que no existe, o que es los otros.

Förner se levanta y alza un dedo hacia el techo antes de proseguir.

Yo sin embargo os digo que las brujas están hoy, aquí, entre nosotros. No están riendo en una cabaña del bosque entre cabezas de pollo y pieles de cabrón. Están entre vosotros, y tienen la apariencia de gente común, de la gente que véis todos los días, quizás de vuestras propias esposas o hijos. Todo lo que se necesita para entregar tu alma al Enemigo es la simple determinación de hacerlo y la voluntad de aceptar sus órdenes. Que cese inmediatamente esta superchería. Y el que tenga algo que decir, que lo diga ante Dios y ante todos nosotros. Quien quera susurrar- dice, mirando con los ojos entornados en la dirección de uno de los corrillos que se han formado- puede susurrarme a mi o a los otros miembros de la Comisión en una habitación privada.

El tono en el que lo dice deja claro que dicha "habitación" no es precisamente una alcoba con sillas cómodas y un fuego ardiendo en el hogar. Aunque quizás haya fuego para otros menesteres.

Förner vuelve a sentarse.

¿Alguien más tiene algo que compartir con todos nosotros? El silencio es una virtud loable, yo mismo lo practico en mis días. Pero no cuando puede contribuir a corromper el corazón del pueblo.

 

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22/09/2021, 11:21
8: Berthold "Carnero" Bauer

Berthold había estado esperando en silencio, no por no querer intervenir sino más bien por no saber qué esperaban de él. La posada era su oficio, su rutina y vida, lo que pasara fuera de sus cuatro paredes escapaba por completo de su control, sobre todo cuando se trataba de estos asuntos.

Sólo confío en nuestro señóh.- Alzó la mirada al cielo, dejando claro a quien se refería con sus palabras.- Non conozco y si sos maleshores o brujazos no sos acerquéis a mí ni a mis carneros.- Señaló al grupo en un intento de intimidación, pero se notaba su temor al temblar su labio inferior. Después se giró hacia Förner y Franz, esta vez en una actitud más sumisa.- Disculpen caballeros, “alguasil”.- Se rascó la barriga, dejando que la tela se abriera un poco y dejara al descubierto parte de su panza.- ¿Habéis pensao sobre el juisio? P’allá no hay tanta madera.- Siguiendo su preocupación inicial sobre la localización de su posada y la supuesta propagación, insistió sobre el tema.

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22/09/2021, 11:34
1: Wilhelm Schlingel

Llegué temprano a la sala donde se iba a celebrar el juicio. Y, afortunado de mi, pues de lo contrario hubiese tenido que ponerme en peor sitio. No quería perderme nada, ni un detalle. Por desgracia cada día arrojaría a un desdichado al fuego que todo lo "purifica", o por fortuna, ¿quien puede discernir esos extremos? Yo no, por supuesto, y no creo que nadie de los presentes pero... ¿Dios? Tal vez el todopoderoso pueda hacerlo, en ese caso, bienaventurados los purificados por el fuego que podrán verse en presencia del altísimo...

Este pensamiento me iba y venía sin cesar mientras me atusaba el bigote y permanecía en segundo plano. Förner ha cruzado su mirada conmigo en un par de ocasiones. La primera de ellas no fui capaz de mantenerle la mirada más de un instante... esa mirada era como... como si te desnudara el alma y estrujara todo lo que había dentro para... para vete a saber que.

Lo que no esperaba era que el Molinero dijera tan a la ligera que sabía algo sobre el pobre diablo de Horst. Si no había nada mejor, era lo mismo que condenar al "mataosos", porque... tenía muy sinceras dudas de que el tribunal aplazara una decisión hasta tener una veredicto fiable. Esto iría por el método de prueba y error... con consecuencias poco agradables para los invitados a participar.

Ya, cuando Förner intervino de nuevo, instandonos a que nos apresuráramos, no pude por menos que persignarme. No es que fuera un hombre demasiado devoto, pero en los días que se avecinaban... bueno, eran gestos que habría que repetir con frecuencia.

Señor... yo creo que, con todo el respeto, sin saber nada... ¿cómo podemos acusar a alguien de algo que desconocemos? Si... y es solo mi humilde opinión, la opinión de un hombre temeroso de dios, es que si el señor Wilburg conoce o sabe algo de nuestro querido leñador, el señor Horst, creo que... debería hacerlo público o, guardárselo para si hasta estar seguro.

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22/09/2021, 13:30
10: Wilburg

Wilburg asiente con la cabeza y, una vez más, contradice de palabra su propio gesto cuando contesta a Clara.

Eso non lo sé. Yo juraría que non, pero jurar ye pecao. Pinta non tié, ¿pero y sil señor Algozí tié razón y sus pintas non dicen na?

Entonces se gira hacia Wilhelm y, nuevamente, asiente con la cabeza.

Home, yo si sé algo dél, pero toy seguro que non soy el único.

Pol molino pasan tós, huraños o non, a buscar farina pal pan. Y los hay qu'intrigan y los hay que non. A veces las intrigas dícenme algo que non sabía, a veces algo útil, a veces non. Pero también te digo que non soy el único que sabe cosas, solo soy el único que satreve a decil-las en voz alta.

Pero vamos, qu'igual que yo sé algo dél, sé qu'alguien más (que non soy yo) sabe algo dél. ¡Dél y de ti!. ¡Tan seguro como que los dos tenís pulgares!... Esta es una aldea pequeña. Tó se sabe.

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22/09/2021, 18:02
4: Edeltraut

Al entrar, Edeltraut se puso un pañuelo tapándose boca y nariz.

Señorita, haga lo propio. Aquí hay mucho villano de intenciones simiescas...—le susurró mirando con repulsa a buena parte del gentío.

Luego guió a la joven cerca a la zona donde se encontraba la familia de ella, algo apartada del resto del populacho, y Edeltraut se quedó justo antes del reservado de la familia.

Viendo el actuar de los demás, no dijo nada más. Entonces sacó un rosario y empezó a rezar en voz baja, como siempre que se encontraba nerviosa.

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22/09/2021, 19:42
5: Muriel Tudor

El vicario le parece un hombre de dudosa moral, aunque resulte bastante persuasivo: cada nueva palabra de Förner resuena dentro de ella incrementando su temor hacia las brujas. Si es el representante de Dios, entonces sus palabras son un mensaje para con sus hijos creyentes y pretende salvarles del mal. Mira a los demás ahora con otros ojos, sintiendo la amenaza de los posibles pecadores. Son tal cual los recuerda: apariencia humana, no puede apreciar ni un solo rasgo diferente. Se da cuenta de que deberá mantener los ojos más abiertos, no solo para ver, sino para entender.

—Discúlpeme señor Förner —se inclina, dispuesta a decir todo lo que sabe—, hoy mi fogón recibió visitas continuas, muchos de los presentes anduvieron allá. Preparé deliciosas tartaletas de frambuesas, gracias a la leche de oveja ordeñada por Harby. Una delicia como cualquiera, aunque efectiva. Discúlpeme de nuevo, porque a pesar de la actividad, no pude hallar sospecha. ¡A partir de ahora daré todo por encontrarlas! —Se inclina de nuevo, esta vez más cabizbaja, esperando una reprimenda.

Cuando se recompone, termina de hablar:
—Muchos de mis comensales fueron después a la posada... quizás el posadero tuvo mejor suerte que yo.

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22/09/2021, 21:09
7: Harby

El muchacho que no tenia donde ocultar su cabeza pues las cosas de ciudad le eran casi ajenas, al escuchar reprimenda por parte de quien esta mas cerca del Señor levanta su cabeza y atendió aunque no sabe que quieren que diga.

Observa y escucha a otros. -¿Brujas entre hombres? ¿Acaso puede ser cualquiera?-Se repetía entre dientes, mientras las voces de otros sucedían en todas direcciones.

-Señor, entiendo que busca culpables, pero yo hoy solo vi y estuve con mis ovejas, dejadas atrás en la plaza primero y luego en su corral. -Hablaba sentado pues las piernas le temblaban y no se atrevía a levantarse ante aquella mirada serie de quien presidia el lugar. -Algo de queso y leche vendí en el día de hoy, pero no escuche nada de tretas y maldades por parte de nadie. Pero tendré las orejas limpias mañana de ser necesario. -Jugo con su parcheado gorro entre sus manos, mientras hablaba y continuo haciéndolo cuando hubiera terminado.

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22/09/2021, 22:00
6: Franz Laurentius

¡Por el amor de Dios, Berthold!le respondió Franz al tabernero¡Deja de llamar la atención! Ya te lo he dicho esta mañana, ¿acaso no sabes que la madera mojada no arde?

Había quiénes todavía no entendían muy bien lo que estaba pasando. Bueno eso iba a cambiar con las primeras ejecuciones. Cuando sintieran que de verdad ellos podían morir, el miedo se apoderaría de ellos y la última de sus preocupaciones sería si la hoguera es en tal sitio o si no se quién ha preparado no se cuánto.

—Hrost—interpeló al leñado después de la acusación del molinero en la que sólo dejaba claro que estaba metido en "algo" sin saber qué—, ¿algo que decir?