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Bamberg: una caza de brujas

Día 2: Juicio

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24/09/2021, 22:20
Director

El amanecer hace poco por despejar el miedo y la perenne sensación de aprensión que parece haber descendido como un sudario sobre la ciudad. Los nervios están a flor de piel. Todo el mundo parece tener ojeras por falta de sueño- incluso Förner, y parecen inusualmente ensimismados mientras atienden a los quehaceres diarios.

Las figuras de la picota no ayudan a calmar los nervios. Más bien los acentúan, especialmente la de la niña, que apenas parece viva. Mientras que los otros dos cautivos suelen gemir y quejarse, y sus heridas son testimonio de lo que han pasado en las prisiones de la ciudad, ella permanece en silencio y totlmente inmóvil, mirando hacia adelante con esos ojos sin vida.

Qué puede haber sucedido en las mazmorras para ponerle esa mirada en los ojos es algo sobre lo que nadie prefiere especular.

Algunos ciudadanos incluso parecen perder los nervios. El herrero lamenta abiertamente los actos de la Comisión en la plaza, y la dama de compañía de los Fuchs increpa al propio enviado del príncipe-obispo, que le responde con su habitual sequedad.

Señora, este caos no es mi obra. No he venido aquí para ser ni su ejecutor ni su niñera. He venido a combatir el mal que les amenaza, y ese mal es su responsabilidad. Este caos no hace más que confirmar que existe y sus raíces son fuertes. Son ustedes quienes deben encontrarlo y denunciarlo para que mi Comisión lo extirpe con acuerdo a las leyes de Dios. Si tanto desea que retorne la paz, demuéstrelo afanándose esta noche en el juicio. Ahora deje paso y vuelva a sus quehaceres si no quiere que la arreste por desacato.

Durante el resto del día, las rondas de la Guardia parecen aumentar en frecuencia. Los hombres de armas se han aplicado a cotener el estallido del caos que se produjo por la mañana, y como resultado, las celdas están  más ocupadas de lo que nadie recuerda, con gente que observa a su alrededor con ojos vidriosos, como preguntándose que ha sucedido, o quienes son y dónde están. Otros siguen sumidos en sus delirios incluso dentro de las celdas, aullando y blasfemando hasta que los alguaciles entran en sus celdas y los hacen callar por la fuerza. Dos presos se abren la cabeza al lanzarse contra los barrotes, convencidos de que pueden transformarse en ratas o niebla y escapar.  Los carceleros se limitan a tomarles el pulso y dejarlos tirados tras asegurarse de que no están muertos.

Al menos esos no gritan.

Las reyertas estallan por doquier. Cuando no es la gente enloquecida el las plazas, son los cuidadanos en sus casas. El ambiente les hace más crispados, y algunos reaccionan con violencia a las preguntas de los guardias o los hombres de la comisión, obligando a estos a actuar. A medida que pasa el día, la respuesta de los soldados se vuelve más violenta. Son hombres al fin y al cabo. No son inmunes a la superstición y el terror. De modo que al final del día, no solo las celdas están llenas. También los hospitales.

 

 

 

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27/09/2021, 10:25
4: Edeltraut

Por la noche Edeltraut recibió instrucciones de la familia para la que trabajaba. Habían logrado un salvoconducto para escapar sobornando a algunos guardias pero, para evitar el saqueo de la casona, Edeltraut debía seguir allí y aparentar vida normal en la hacienda.

Siguiendo sus órdenes, y como era habitual, por la mañana salió a hacer la compra del día. Al llegar a la plaza no pudo más que horrorizarse ante lo que vio. Demasiada gente en los cadalsos y una turba absurdamente enfervorizada. Asustada, pero decidida a cumplir con su deber, se aferró a su Rosario y anduvo a la tienda empujando a todo aquel loco que se le cruzara en el camino mientras rezaba para ganar coraje. Mas no parecía que estuviera abierta.

Entonces vio al Obispo con su guardia y gritó en su dirección, entre inquiriendo una respuesta y rogando una solución:

¡Señor! ¡Excelencia! ¡Haga algo, necesitamos orden! ¿Qué vamos a comer si la aldea esta sumida en el caos?

 

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27/09/2021, 17:42
10: Wilburg

El molinero llegó a la plaza del pueblo algo intranquilo por los sucesos del día anterior.

Tó lo que sabía ya non lo sé. ¡Ora sí que tamos fastidiaos!

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27/09/2021, 19:42
5: Muriel Tudor

La chica se despierta sudorosa, tras una pesadilla muy intensa. Tose violentamente y, al destapar su boca, comprueba que sus manos están llenas de blasfemia. ¡No! ¿Qué es esto? ¡No puede ser que esa ceniza haya salido de su interior! ¡No puede ser que esa pesadilla... sea real! ¿Las brujas existen? ¡Las brujas existen! Y según la pesadilla, y según Förner, no tienen nada que ver con lo que se cuenta de ellas. ¿Por qué tuvo esa pesadilla? ¡Las brujas la persiguen! ¿Será la única o las brujas acechan a todo el mundo?

Rápidamente, antes de tocar nada más e infectar algún mueble con el pecado, lava sus manos con el urinario de debajo. Vuelve a lavarse de nuevo con el cubo de agua fresca y se enjuaga varias veces. Necesita más agua fresca, necesita lavarse, purificarse. Abre las ventanas para lanzar los líquidos impuros a la calle, pero la calle ya está llena de impureza.

—¡Dios mío, el pueblo ha enloquecido! —Luego denota la escena de los tres picotados, prestando más atención a la niña. Aunque no se parece a las de su sueño, Muriel se asusta y entra en pánico, llevándose la mano al pecho— ¡Una bruja real, tan pequeña! ¿Cómo puede ser? ¡Están jugando con nosotros!

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27/09/2021, 22:27
9: Horst “mataosos”

La mente de Horst era un avispero. ¿Quien era? ¿Era lo quien era antes?¿porque hay una niña muerta?¿QUE DEMONIOS ESTABA PASANDO?

-Br...bru...brujas. ¿son ellas quienes han hecho esto? ¿Son capaces de traer el infierno a la tierra? Oh padre celestial, ¿QUIEN SOY YO?-Gritaba Horst, deambulando entre toda aquella locura, mientras su mundo ideal se deshacía a su alrededor. 

 

 

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27/09/2021, 23:03
6: Franz Laurentius

Franz se despertó en la madrugada y cuando vio sus manos pero no le dió tiempo a reaccionar porque su mujer empezó a gritar como una loca. Brujas, había brujas en el pueblo. Ahora sin duda alguna se trataba de una realidad. Ese día se levantó más temprano de lo normal y fue a la parroquia a rezar hasta la misa de la mañana.

Cuando salió la tensión empezaba a derramarse por el pueblo como un cántaro en un día de lluvia. Así que ordenó a todos los alguaciles que estuvieran activos durante todo el día, conteniendo el furor y ayudando a los hombres del vicario. Y no sólo hoy, sino todos los días hasta que diesen con las brujas.

Por la noche llegó al juicio y se colocó en el mismo lugar que la noche anterior, con su mujer y sus hijos. Estaba realmente preocupado, si los ánimos ya estaban así, en el momento en el que empezaran las ejecuciones veía muy difícil poder controlar el pueblo sin usar la violencia.

Malos tiempos.

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27/09/2021, 23:49
1: Wilhelm Schlingel

¡Plam! ¡Plam! ¡Plam!...

Y así hasta el infinito. Era todo lo que se escuchaba en la forja. El rítmico golpeteo del martillo sobre el metal. Herr Schlingel se afanaba, meticuloso, sobre el hirviente acero. Una y otra vez golpeaba en el sitio exacto, saltando chispas y escoria. 

Ya había arrojado dos hojas al suelo, inútiles tras un golpe en mal sitio. No había vuelto a recibir otro encargo, pero él quería elaborar una espada digna de reyes. Y esta iba a ser la tarde. No podía quitarse de la mente el frágil cuerpo de la chiquilla de la picota, por muy bruja que fuese. No era cristiano, sencillamente, ofrecer tal tormento a un alma pura e inocente.

Wilhelm se creía que podía distraer tan funestos pensamientos templando la hoja, como si esa visión solo fuese un trozo de burdo metal en espera de enfrentarse al yunque.

La realidad es que no era así. Y cuando llegó la hora de acudir al juicio, lo hizo con un regusto tan amargo como el más amargo de los pomelos.

Henos aquí de nuevo, dispuestos a combatir el mal - susurró el herrero con claro sarcasmo, cuidándose mucho de que nadie le oyese.

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28/09/2021, 00:03
7: Harby

La pesadilla en la madrugada le obligo a vestirse antes y tirar al campo con las ovejas, no sin antes pasar por la fuente y lavarse las manos, mas temeroso por ser visto que por lo que mas tarde sucedería en la misma.

Entre ganado ovino se sentía a gusto. Rumiaban, pastaban y a veces intentaban escaparse, pero siempre mantenía el control de su rebaño y podía volver a casa con la faena realizada y satisfecho al terminar la jornada. Pero el pueblo era diferente, allí no mandaba, nadie escuchaba y cada uno gritaba en dirección contraria. Más aquella mañana la ciudad estaba revuelta, mayor era el ruido en la plaza aquel día con las tres personas exhibidas: bruja, falso profeta y borracho. -"¿Los borrachos también serán apresados? El Carnero la tendrá difícil, al menos la pila le queda lejos"-Rumia el pastor, mientras llevaba a su rebaño directamente a casa antes de tragar saliva, lavarse la manos, nuca y volver a juicio.

Sentado en su lugar ya acostumbrado, echo miradas a uno y otro y pocos hablaban, mas miedo que ayer mostraban sus caras y la duda en él se instalaba.
-¿Es que nadie hablara de lo mencionado por Wilburg? Ayer acuso y hoy se muestra como ayudante... ¿Ni mención?-Como otros el tampoco parecía atreverse a preguntar directamente, solo comentar y agarrar humildemente su gorro entre sus limpias manos. -Espera... ¿Tal vez fuera Wilhelm? Ojala tuviera mejor oído.

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28/09/2021, 12:23
Director

El fuego arde de nuevo en la sala de juicios, aunque esta vez las miradas que se desvían hacia el son muy distintas. Todas tienen marcadas en los ojos las vena rojas de una noche sin sueño y un día agitado. Muchas la observan con temor, recordando el gusto de cenizas en la boca. Algunos más la observan como si quisieran desentrañar en las profundidades del fuego alguna respuesta a la presencia del Maligno que con tanta fuerza se ha manifestado. Algunos la miran con un brillo profundo y hambriento en los ojos, como si tuviesen ahora más que nunca ganas de ver a alguien retorcerse en ellas y expiar el horror que han vivido durante el día.

Otros tienen sus propios pensamientos. Horst observa el baile de las llamas añorando el baile de las criaturas del bosque mientras trabaja, que ahora parece más lejos que nunca en esta habitación opresiva. Muriel lo observa pensando en sus hogueras de campaña, deseando estar junto a una de ellas y no aquí. Preguntándose quizás si no es tarde para escabullirse entre las sombras del bosque. Bertold observa con sonrisa bobalicona, recordando el brillo de una piel pálida y tersa y recorriendo los cuerpos desnudos perfilados a la luz del fuego en su cabeza. Wilhelm recuerda sus piezas arruinadas y el fuego de su forja, pero continuamente, la imagen se retuerce y toma la forma de un rostro infantil enmarcado en lenguas de fuego que hacen la vez de cabellos...

Förner entra en la sala. Si su expresión el primer día era severa, hoy parece casi colérica. Sin duda, no debe de haberle sentado bien estar al timón de los hombres a cargo de acallar el caos que se ha desatado. Y sin embargo, algo casi impercetible en la comisura de sus labios avejentados y crueles parece ser algo similar a una sonrisa de suficiencia. Como diciendo "¿No os lo dije?". Cuando habla, empero, su tono es el mismo de ayer, frío y ceremonioso.

Confío que los hechos de hoy hayan ayudado a convencerles de la necesidad de este proceso, y les hayan mostrado la importancia de ser diligentes en nuestra labor. La indolencia tiene su castigo cuando una trabaja contra los agentes del maligno,  y no creo que nadie dude ahora de que están entre nosotros, y no planean quedarse sentados mandando verrugas y echando males de ojo.

Algunos de los detenidos ya han confesado- con qué metodos, recordando los ojos de la niña de la plaza, preferís no pensarlo- Recibirán su expiación o serán castigados con todo el peso de la ley. De eso pueden estar seguros. Veo por los comentarios entre ustedes que ya alguno tiene cosas que desea decir. Espero que la locuacidad del resto sea propoprcional. Que comience, pues, el segundo juicio.

 

Notas de juego

A partir de ahora, todos estáis en la sala de juicios. Podéis narrar vuestro día hasta llegar hasta aquí, como algunos habéis hecho, pero tenéis que acabar de noche en la sala. Clara, en tu caso, como posteaste antes que yo, no lo tengas en cuenta.

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28/09/2021, 12:39
2: Clara

Clara se santiguaba con horror, convencida de que lo estaba viendo no era una caza de brujas, sino que parecía más bien un exterminio. Era como si simplemente quisieran diezmarlos. Esa niña, esa pequeña... ¿De verdad era una bruja? ¿O las brujas de verdad eran quienes estaban moviendo los hilos para acabar con todos los pueblerinos?

-¿Y los niños? ¿Es que también van a juzgar a los niños? -preguntó la costurera, horrorizada ante un Bamberg que parecía haber enloquecido. Ya no solo juzgaban a las brujas, sino que también habían señalado a uno de los pueblerinos como "Borracho".

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28/09/2021, 15:05
1: Wilhelm Schlingel

Escuché mi nombre en una voz conocida. Un susurro quedo, casi imperceptible, con miedo quizás, pero que a mis oídos sonó alto y claro.

Identifiqué al "mencionador" y me acerqué a él, con disimulo, pues no quería bajo ningún concepto llamar la atención del tribunal que en ese momento entraba en la sala. Entonces le susurré, más bajo si cabe que él lo hizo hacía tan solo unos momentos.

Harby... ya hace tiempo que nos conocemos, ¿crees que iría por ahí acusando a nadie sin tener nada de que hacerlo? ¡Joder! Casi puedo decir que no lo acusaría aun sabiendo, salvo que su delito fuese robarme las herramientas... no vuelvas a decir mi nombre, por favor.

Dije la última frase tratando de sonar firme pero sereno, no amenazante, aunque tal era el ambiente en la sala que dudaba mucho de haber tenido éxito.

 

 

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28/09/2021, 16:07
8: Berthold "Carnero" Bauer

Esa noche sin duda había sido una de las peores que recordaba en los últimos años, mucho más que cuando uno de los carneros se escapó y estuvo días a la intemperie buscándolo. El sueño había sido tan real, tan descriptivo, que todavía creía sentir las miradas de aquellas mujeres sobre él, aunque debía reconocer que el hecho de estar desnudas era algo que mejoró un poco la experiencia. Sin embargo al despertar creyó que eso debía significar algo, ¡tenía las manos negras de ceniza y estaba sudando! Inmediatamente pensó en el fuego y volvió ese pensamiento de la madera ardiendo, su casa, aunque de seguido soltó una bobalicona sonrisa ante el contorno de los pechos de las mujeres.

Tras asearse y dar una larga visita al carnero, Berthold se dispuso a asistir de nuevo al siguiente juicio.

El ambiente se había enrarecido respecto al día anterior, imaginándose que aquellos posters de madera tenían que ver. Se acercó a la multitud, colocándose detrás de alguna mujer compungida lo suficientemente cerca como para rozar de vez en cuando el trasero con su mano aprovechando que la multitud parecía empujar al resto entre gritos, no percatándose de que parecían entrar en una locura persecutoria de la cual ninguno podía escapar.

Nervioso por sufrir algún daño, y queriendo salvar a su carnero de la visión torturada de las personas que allí estaban esposadas, Berthold tiró de la cuerda de su carnero con la intención de salir rápidamente de la plaza, evitando también cualquier tipo de golpe completamente asustado por cómo estaban yendo las cosas. No terminaba de entender el porqué la gente sufría, ¿acaso no tenía fe en la salvación de su señor?

Diosito, pílleno confesaos…- El resto de horas se las pasó en su posada con temor a salir, teniendo que hacerlo una vez la noche volvió a caer y los pasos del exterior le indicaban que la hora de un nuevo juicio iba a darse con una clara asistencia obligatoria.

Arrastraba los pies y miraba a un lado a otro no queriendo encontrarse con ningún vecino loco, pareciendo que le preocupaba más eso que la aterradora visión de la plaza. En realidad no sabía qué iba a encontrarse una vez sus pasos le llegaran hasta ahí, y no fue cuando se plató a un par de metros que observó el estado de la niña con severa preocupación antes de girarse hacia la multitud, buscando a alguien. Sin embargo al primero que encontró fue al Alguacil Franz, o más bien la persona que parecía sufrir las continuas dudas del posadero.

Disculpe señó, caballero, “alguasil”.- Le dio dos golpecitos en el hombro para llamar su atención, aunque inmediatamente se separó para no recibir un golpe inesperado.- Los “criajos” son pequeños, el señóh nos dice de cuidarlos.- Miró de soslayo a la niña mientras se refería a ella, mostrando una mueca de tristeza, no percatándose de la gravedad de la situación.- El fuego e’un peligro, ¿no se van a hacer daño?

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29/09/2021, 14:02
7: Harby

El ovejero se sorprendió al ser descubierto ante el mencionado en sus cavilaciones y no hizo otra cosa que agachar cabeza y asentir ligeramente. Wilhelm no era una persona que se le nombrara para algo que no fuera oficio o auxilio, siendo el herrero, su cuerpo denotaba que no toleraba bromas o falsas acusaciones, era intimidante y que le hubiera oído desde luego no parecía gustarle a Harby, quien tras asentir, sin mirarle le contesto.

-Pe-pero es obvio que alguno lo esta causando, todo esto, todo aquello de la plaza. Dime, ¿Acaso no has soñado con ellas? Por la mirada de los presentes, quienes tienen la misma que la mía, es evidente que todos sabemos que lo que dice el hombre de Dios es cierto, luego, alguien debe ser o debe ayudarlas... -Trago saliva, pues si no terminara rápido sus palabras le esperaba una respuesta violenta de aquel hombre. -No te acuso, que dios me libre de ello, después de todo te creo tan aldeano como mi persona, ¿Pero no deberíamos estar hablando como dice el Señor Obispo? Ya has visto lo que hacen, quien sabrá lo que nos harán al resto si no les damos un nombre. -Comento sin darse cuenta de la gravedad de sus palabras. -Ojala fuera mas listo. -Concluyo a sabiendas de que no sabia nada.

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29/09/2021, 14:45
6: Franz Laurentius

El jefe de alguaciles miró con gesto serio a Berthold. Si no fuera porque al final todos se conocían en Bamberg y sabían como eran, ya lo habría metido en los calabozos.  Y eso habría sido desastroso para el negocio del tabernero.

A Fran no le gustaba nada lo que había pasado con la niña, pero desde su posición no iba a ir contra los designios del vicario. Si había tomado la decisión de apresarla debía de ser por algo.

El maligno está entre nosotros Berthold, él y toda su cohorte—dijo recordando la homilía de la misa de la mañana—. No sólo helará nuestros campos y nos atormentará por las noches. Confundirá nuestros sentidos y nos hará creer cosas que no son. Hará posible lo imposible para torturarnos y sumirnos en la desesperación. Porque en la desesperación somos débiles ante el pecado. ¿De verdad es una niña? ¿O las brujas se han infiltrado en el pueblo haciéndose pasar por algunos de nosotros?

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29/09/2021, 15:06
10: Wilburg

¡Endeluego que sí! ¡Las brujas existen! ¿Non habéis oido al algozí? ¿Non habéis visto lo questá pasando nel pueblo?

Home, que negarlo non tié sentido.

Wilburg se movió errático por la sala.

A ve... Yo ayer ya dije lo que sabía, pero ahora todo es distinto. La cosa sa mezclao mucho. ¿Non veis a la gente volviéndose loca? Ayer sabía que Horst tenía muchas papeletas de ser un concubino desos. Non era seguro, pero era probable. Lo compartí a riesgo mío. Pero non micisteis caso. Y ahora todo se ha mezclao. Ahora nadie sabe nada y vamos a ciegas.

¿El algozí nos pide un nombre? ¡Pos hoy yo tengo menos nombres quayer! Si es que la cosa está fea... ¿Qué podemos facer? A mi solo me se ocurre abstintarme.

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29/09/2021, 15:21
5: Muriel Tudor

Ayer dijo que mantendría sus puertas abiertas para todo aquél que quisiera ser testigo de sus quehaceres. Hoy, sin embargo, no puede cumplir promesa por miedo de ser acechada de nuevo por las brujas de sus sueños o, por descarte, de alguno de los locos que puedan llegar a quién sabe si violarla. Se mantiene encerrada, alimentándose de las últimas tartaletas que le sobraron del día anterior. Le gustaría haber ido al bosque, aún quedaban muchas bayas que recoger antes de que los cuervos se apoderen de los arbustos. Pudiera haber cazado algún animalejo que pastara, a su paso. Pero nada de eso sería posible en el día de hoy y supone que en las próximas semanas.

Dentro de la sala del juicio se mantiene callada, no sabe qué decir ni en quién confiar. Las palabras del resto suenan demasiado vacías sabiendo que pueden estar mintiendo. Repasa las caras de los demás, busca algún gesto o comportamiento que puedan detectarse como bruja. Algo, aunque sea una mueca. Apuntaría al objetivo y ¡zas! flecha en el cogote ¿Quién mira al suelo? ¿Quién calla? ¿Quién habla demasiado? No, no puede ser, cada uno se comporta de diferente manera, no es el método. ¿Y el tanteo? ¿Wilhelm? No, el herrero es inocente. ¿Harby? Harby tiene que ser buena persona.

Escucha a Wilburg proponer la abstención y a ella le parece la opción más segura. Tal y como hizo ayer. Asiente: no tiene información sobre brujas y tampoco quiere ser partícipe en el asesinato de un inocente.

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29/09/2021, 21:12
4: Edeltraut

La normal seguridad de Edeltraut poco a poco se iba perdiendo ante lo desconocido. Los sueños, el caos, la soledad repentina en el hogar,... Todo era demasiado extraño para alguien que sabía mucho de las cosas del día a día, pero no del resto.

¡El molinero tiene razón! ¿Cómo vamos a acusar de brujería si no sabemos lo que hacen las brujas más allá de... de... nuestras leyendas? ¡Alguien que sepa de verdad a identificarlas que nos ayude! Porque abstenerse...—Edeltraut tragó saliba—puede ser peor, como dijo su Excelencia.

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30/09/2021, 00:16
3: Eleonora

Después de despertar y estar empapada en sudor y con las manos llenas de cenizas, Eleonora se aseó pensando en todo lo que aquellos malos sueños le habrían producido y cómo era posible que al ser sólo un sueño, tuviese las manos sucias. No llegó a ninguna conclusión clara.

Durante la mañana, estuvo haciendo sus quehaceres en la granja, recogiendo cosecha, sembrando otras y las hortalizas que sus vecinos requerían, las estuvo empaquetando. Aquel día, para distraerse un poco y no pensar en su mala noche, decidió y casa por casa repartiendo los pedidos y así también podía percatarse de si había algo sospechoso.

Una vez terminó con el reparto, se dio cuenta de que era la hora para la próxima reunión y fue directa con todos los vecinos. Miraba a todos, sin quedarse observando a nadie en concreto. No conseguía diferenciar a una bruja de un aldeano normal y lo que era también importante, ¿sería capaz de delatar a un vecino que ha estado por muchos años con ella? No lo tenía claro. Miró a Edeltraut y asintió ante sus palabras - Concuerdo con ella... Solo sabemos de esas leyendas lo que sería el aspecto físico y parece que son maestras del disfraz... ¿Hay alguna conducta diferente entre las brujas y nosotros?

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30/09/2021, 11:57
2: Clara

Clara se sentía incómoda en aquella sala de juicios, sabiendo que era posible que uno de sus compañeros o ella misma terminara siendo arrestado por los hombres de Förner. No tenía información acerca de las brujas, por lo que lo mejor que podía hacer en ese momento era escuchar y sacar sus propias conclusiones.

-Wilburg, ¿está usted seguro de que Horst pudiera ser concubino de una bruja? -preguntó la costurera, entendiendo que el molinero había sido más explícito que en el día anterior-. Si queremos que esta pesadilla acabe pronto, debemos tratar de escoger lo mejor posible. No podemos arriesgarnos a que juzguen a justos por pecadores -comentó, sabiendo que al fin y al cabo habían detenido a uno de los hombres de Bamberg por borracho en vez de por brujo.

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30/09/2021, 12:24
Director

Nota del Master: Viendo el primer turno, me he dado cuenta de que quizá tiene más sentido hacer turnos de lunes a jueves, de modo que la gente tenga tiempo para hablar. El viernes quedaría para las votaciones y el finde trabajaría en el nuevo post, o lo pondría si ya lo tengo aprovechando el paron de fin de semana. No lo hice al principio porque pensaba que igual podrían hacerse dos turnos por semana, pero estoy viendo que va a ser que no, ni el grupo ni yo funcionariamos bien con ese ritmo.

¿Qué os parece a vosotros?

Por cierto, podéis dirigiros a Förner como personaje, pero no os va a dar información de ningún tipo ni proponer nada, para no influenciar vuestra opinión. En una partida normal de esto en mesa, la figura del Director no existe, y él tampoco. Cae de cajón y me imagino que lo sabéis todos, pero por si acaso.