Partida Rol por web

Batallas en el norte (4)

Puerto

Cargando editor
31/08/2011, 13:27
Director

El puerto es un lugar bastante bullicioso, muchos barcos entran y salen continuamente y hay mucho transito de hombres cargando cajas y lo que no son cajas, parece no haber guardia en el puerto y eso hace que se llene muy rapido de matones y maleantes.

No es un lugar agradable para los mas exquisitos, el olor tumbaria a un ogro y la gente tiene la simpatia de este ultimo.

 

 

Cargando editor
31/08/2011, 14:09
Björn Svensson
Sólo para el director

La noche sorprendió al drakkar cerca de su destino: la ciudad de Följning, pero la costa, llena de escollos, no recomendaba seguir navegando en esa noche sin luna. Una decisión como aquella podría haber hecho que Björn perdiese su barco y a su tripulación, y eso es algo que no estaba dispuesto a permitir. Los icebergs no llegaban tan al sur, por lo que no tendrían que preocuparse de toparse con uno, pero el viaje desde la patria había estado plagado de ellos. Esta costa, llena de acantilados y ensenadas no permitía desembarcos a menudo, aunque la poca profundidad de muchas de las zonas permitían fondear sin mayor problema. Una ensenada, a cubierto del frío viento del norte fue la elegida. La noche fue fría, como todas en el Norte, pero paso muy lenta. A esas latitudes y en invierno, las noches eran largas.

Cuando el sol debiera de haber salido por entre las montañas del este, la tripulación del Dragón Bailarín se puso de nuevo a los remos. El propio Björn, con una antorcha en la mano, intentando disipar la eterna negrura, miraba desde la proa que ningún obstáculo impidiese llegar a su destino. Debía llegar cuanto antes a la maldita ciudad para reunirse con Harold "Mediamano", su viejo hermano que necesitaba ayuda.

Las luces de la pequeña hoguera que hacía de faro del puerto de Följning se vieron al doblar un último cabo. Su destino estaba cerca.

La entrada al puerto se hizo sin problemas. El sol comenzaba a iluminar la noche y, aunque débiles, sus rayos servían para que el drakkar no tuviese problemas. Como era tradicional, Erik "El Joven" quitó la talla de cabeza de dragón de la proa. Las intenciones de Björn y su tripulación eran pacíficas en esta ocasión y así lo querían hacer ver. Björn besó el Martillo de Thor que llevaba como amuleto cuando terminó su pequeña plegaria por la bondad del viaje.

Al atracar, la tripulación sabía de sobra que debía hacer, desembarcar los bienes saqueados e intentar sacar un buen precio por ellos. Ygritte se haría cargo de todo mientras el atendía el asunto que le había traído a esta ciudad. Följning no era tan desagradable como las ciudades de más al sur, pero su influencia sureña era más de lo que Björn estaba dispuesto a soportar. Si podía se iría lo antes posible de vuelta hacia el Norte.

Con paso ligero, Björn se dirige hacía la casa de Harold. Enriquecido por los antiguos saqueos, Harold sólo tuvo que pagar con la mitad de su mano izquierda para poder vivir de lo que había saqueado. La mayoría de los nuestros nunca llegaban a tan viejos ni con tanto dinero. Harold siempre fue listo y supo cúando retirarse. Marchó al sur y fundó una pequeña compañía de comercio que le reportaba pingües beneficios. Su casa y almacén era grande y fácilmente reconocible desde el puerto. Un grifo rampante de color negro sobre fondo amarillo era su distinción, la cual ondeaba orgullosa en la fachada principal.

Al golpear la puerta de la casa, un joven de unos 13 años apareció:

-¿Qué desea, buen señor? -Su voz, algo aflautada aún, comenzaba a endurecerse dando fe del paso a la madurez del chaval. Aunque seguro de si mismo, el tamaño de Björn sin duda le había impresionado.

-Mi nombre es Björn Svensson, y tu señor Harold Knutson me espera. Llévame hasta él.

Sin más dilación el joven lleva al norteño ante su señor.

Harold estaba sentado sobre una cómoda silla de madera, tallada finamente. Sus manos, reposando sobre los brazos de la silla, estaban llenos de anillos de oro, algunos incluso con dos. Si alguna vez este hombre fue un vikingo, nadie podría haberlo dicho. Ya no llevaba el "hierro del vencido", como nosotros llamábamos a las joyas que pertenecieron a quienes matamos: torques, brazales, anillos, etc... A pesar del nombre, el metal del que estén hechos suele ser oro o plata.

Cuando Björn entró, la cara del viejo pareció rejuvenecer. Ambos se cogieron del brazo antes de fundirse en un fuerte abrazo. En ese momento, Björn supo que el viejo vikingo seguía siéndolo a pesar de vestir como un urbanita.

-Maldito viejo cabrón. ¡Qué mal te ha tratado la vida, rodeado de riquezas y con, seguro, más de una doncella cada noche en tu cama! - Ambos ríen con fuerza. Björn vuelve a su pose seria: - Pero bueno, dejemos esto de lado, ya me lo contarás en otro momento. ¿Qué necesitas de mi? Sabes que por un hermano haré lo que sea.

Cargando editor
31/08/2011, 14:20
Director

- Se trata de una banda de gigantes de fuego -te dice tu hermano- Me bloquean una importante ruta comercial y saquean todas mis caravanas, dicen que no hay humano capaz de vencerles pero yo discrepo seriamente, alguien puede, y ese alguien estoy seguro de que eres tu. Sus saqueos me estan aguando el negocio y los arrogantes señores de Rerigor consideran "Que ese no es motivo para enviar a las tropas tan lejos". ¿Tanto  pedir es que envien algo?

Cargando editor
31/08/2011, 14:49
Björn Svensson
Sólo para el director

Tras unos momentos de meditación silenciosa, Björn comprende la seriedad de la situación. Harold es un amigo desde que el se enroló por primera vez, fue quien le enseño a dominar su genio y a combatir en un muro de escudos, codo con codo, espada con espada, escudo con escudo. No. No podría dar la espalda a aquel hombre.

-Gigantes, ¿eh? Eso no es poco, viejo amigo. ¿Puedes darme más información? ¿Quien ha sobrevivido te ha dicho cuántos eran? ¿Qué armas llevan? ¿Dónde aparecieron?

Cargando editor
31/08/2011, 15:00
Director

- Gigantes gigantes solo hay dos, con espadones creo recordar del relato de los supervivientes -dice sacando un mapa el cual tiene marcada una localizacion- Pero tienen varios orcos y algun ogro como subordinados asi que ten cuidado. Gracias, es un favor muy gordo la verdad.

Cargando editor
31/08/2011, 15:30
Björn Svensson
Sólo para el director

-Por ti, hermano, lo que sea. Llámaré a mi guardia de honor e iremos para allá de inmediato. Eso sí, Te pido, como favor, que vigiles a los hombres que deje aquí. Que vigilen mi barco y que vendan lo que tienen que vender. Pero si no te importa dales un alojamiento digno. A muchos ya los conoces, sé que te respetan y no te darán problemas, pero si alguno se propasa tienes mi permiso para repartir justicia. Les advertiré de ello.

Sin mayor dilación, vuelvo a abrazar a Harold y me marcho al puerto de nuevo. Una vez allí, convoco a mi guardia de honor y a Ygritte. Informo a los hombres de que Harold se encargará de su alojamiento, pero que también le deben obediencia y lealtad mientras yo no esté. Con las mismas, me dirijo hacia las puertas de la ciudad y marcho hacia el punto marcado en el mapa que Harold me ha proporcionado.

Cargando editor
24/09/2011, 16:53
Director

Bjorn vuelve tras su peligrosa mision, relativamente sano y salvo, con apenas un hombre herido.

El puerto sigue tan y como lo dejó.

Cargando editor
24/09/2011, 17:37
Björn Svensson
Sólo para el director

Björn llega cansado y herido al puerto. Sus hombres han sufrido más de lo esperado, pero traen las cabezas de los Gigantes de Fuego. Incluso Ygritte, de normal campechana y alegre, ha vuelto más silenciosa de lo normal. Las heridas, si bien no han sido mortales para nadie, serán un recuerdo de por vida, marcando su piel con la rosada marca de lo que pudo haber supuesto su muerte, recordándoles cada día que la muerte puede acechar tras cualquier esquina.

Podría acercarme a los hombres que dejé en el puerto vendiendo las mercancias que nuestro barco transportaba, pero lo primero es lo primero, y con decisión Björn se encamina hacia la casa de Harold.

Al llegar, el mismo joven de la otra vez le abrió las puertas de par en par. Ya conocía al rudo guerrero y sabía que era íntimo de su señor, por lo que sería mejor para él ser un buen sirviente. Rápido, le ofrece un refrigerio mientras le conduce hacia las dependencias de Harold.

Al entrar, éste le mira y observa las cicatrices y la sangre reseca en su ropa. Pero algo en la mirada de Björn le hace sonreir. La victoria puede leerse en sus ojos.

-Saludos, hermano. - Y mientras tira las cabezas de los Gigantes a los pies de Harold, dice mientras una feroz sonrisa cruza su cara - Te traigo dos regalos.

Cargando editor
29/09/2011, 22:47
Director

Harold sonrie al ver las cabezas de los gigantes

- Jajajajajaja, sabia que podrias pararles los pies, esto hay que celebrarlo -dice contento- ¿Os apetece a tus hombres y a ti un buen festin? Ordenare que traigan una buena hidromiel, y la beberemos en unos buenos cuernos, como debe ser.

Cargando editor
30/09/2011, 11:51
Björn Svensson
Sólo para el director

-Tu hospitalidad me halaga, hermano. Tomaremos cuernos de hidromiel hasta caernos de culo, comeremos hasta que nuestros estomagos revienten y yaceremos con mujeres hasta que nuestro pequeño gran guerrero caiga exhausto. -Björn rió de buena gana, junto a sus hombres y a Harold por lo soez de su comentario. Aunque serio en general, Björn tenía una parte alegre y ufana que era muy del agrado de sus hombres cuando la sacaba a la luz.

Los hombres se han portado bien. Los horrores vistos han sido terribles y darles un descanso les sosegará. Piensa Björn para sus adentros, mientras exteriormente choca su cuerno con sus hombres y sonríe a Ygritte cuando, al chochar sus bebidas, sus ojos se cruzan. Temí perderte amor. Eres la luz que alumbra mi eterna noche, sin el calor de tu sonrisa no podría soportar este frío. Al terminar de pensar esto, Ygritte le guiña un ojo. De alguna manera, debe de tener algo de bruja. No importa lo que piense, ella parece saber en qué estoy... Una vez más Ygritte le mira, como diciéndole que sabe lo que ha pensado. Ambos ríen y continúan con el banquete.

Cargando editor
03/10/2011, 12:19
Director

Harold ordena a su criado que traiga el tonel que guarda en el sotano y que avise a los cocineros de que van a tener que preparar comida para un ejercito.

- Es la mejor hidromiel que podras probar nunca, me la regalo el señor de la ciudad, Lord Astryr, es un buen tipo, demasiado reservado para gobernar si quieres mi opinion, pero no me puedo quejar de su politica. Si tan solo tuviera bajo su mando ejercitos como los de Rerigor las cosas pintarian bastante mejor por aqui. 

Cargando editor
03/10/2011, 12:44
Björn Svensson
Sólo para el director

-No te reserves, hermano. ¿Qué problemas tiene esta ciudad? Quizás pueda echar una mano. - dice Björn mientras da un largo trago a la hidromiel. Sin duda es excelente. Cuando todo termine, tendré que pedirle unos barriles a este viejo bribón, ¡Es buenísima!

Cargando editor
05/10/2011, 15:12
Director

- Nada concreto, solo temas del que te has tenido que encargar, solo aquellos que tienen la voluntad necesaria pueden compararse a ti, y ese tipo de gente no suele servir en ejercitos por lo que los hombres de Lord Astryr son personas normales y corrientes, no se si entiendes lo que quiero decir, no tienen ese "algo" que tu y Ygrritte y el propio Lord Astryr irradiais. Lord Astryr no puede abandonar la ciudad y encargarse de cosas asi el mismo por lo que muchas veces los caminos se vuelven muy peligrosos.

Cargando editor
05/10/2011, 23:37
Björn Svensson
Sólo para el director

La noche pasó, llena de ebriedad y saciedad. Los hombres disfrutaron de su vuelta a la seguridad que la casa de Harold otorgaba, lejos del frío, lejos de los temibles Gigantes de Fuego que casi se llevan a unos cuantos de ellos por delante.

Björn disfrutaba del festín como cualquier otro. Aunque la vida de sus hombres había estado en peligro en numerosas ocasiones, no puedo evitar sentir cierta congoja por lo cerca que estuvo la muerte de los suyos, en especial de Ygritte.

Esta parecía más recuperada del susto inicial, sus heridas comenzaron a cicatrizar casi inmediatamente después de terminar la lucha y habían mejorado bastante durante el trayecto de vuelta. Sin duda, tenía algo en su sangre. Su pelo rojo, símbolo de buena suerte en el pueblo de Björn, había hecho efecto.

Aún con todo, Björn le sigió dando vueltas a lo ocurrido. Bebía pero con mesura, aún cuando había prometido hartarse de comer y de beber. Se fue el primero, y se llevó a Ygritte con él. Había estado a punto de perderla y eso le martirizaba. Esa noche le demostró, entre las pieles de su lecho, el amor que por ella sentía. Sus caricias y sus besos dijeron lo que sus palabras no podían demostrar. Björn era un caudillo y las palabras de amor sólo las mujeres las decían.

A la mañana siguiente, con la cabeza en otra parte debido a la fiesta, los hombres fueron llamados. Björn no tenía intención de quedarse en Följning si no era necesario.

Fue a despedirse de su amigo Harold, que estaba inspeccionando sus almacenes.

-Hermano, los dioses te sean propicios por el festín de anoche, pero creo que es hora de marchar. A menos, claro, que necesites algo más de un viejo camarada. - Björn esperó a que su viejo amigo tuviese la oportunidad de despedirse o de decir lo que quisiera. Al fin y al cabo, Harold era ya mayor, quizás esta fuese la última vez que se vieran.

Cargando editor
18/10/2011, 15:50
Director

- Para nada hermano -dice Harold- ya has hecho por mi mas de lo que pudiera pedierte, por otra parte ¿Puedo preguntarte que pretendes hacer ahora?¿Alguna incursion en el sur?

Cargando editor
18/10/2011, 15:58
Björn Svensson
Sólo para el director

-La verdad es que, hermano, no sé qué hacer exactamente. Hace tiempo que mis hombres no saquean, pero no he oído nada de ningún botín suculento por la zona. Quizás antes de marchar de vuelta para casa me pase por la taberna. Quizás se oíga algo.

Con fuerza pero lleno de respeto, Björn abraza a Harold, su viejo amigo, y se encamina hacia la puerta. Cuando cruza el umbral, se despide del chiquillo que está allí y le da una moneda. Sonrie con cansancio. Algo en su interior ha cambiado, quizás necesitase alguna incursión para aclarar sus ideas. Sus hombres e Ygritte le esperan en la calle. Los paquetes a su espalda, las armas en sus vainas y la mirada fija en su jefe, esperando sus órdenes.

-Hermanos, -comienza hablando a sus hombres - Följning nos sigue pareciendo extraña, aún con el tiempo pasado, es hora de volver a casa, de alejarnos del sur. Pero antes, quizás el sur nos guarde algún regalo escondido. Id embarcando, iré a la taberna antes y cuando vuelva decidiremos nuestro rumbo. -Sus hombres, prestos, se encaminan con parsimonia hacia el drakkar que sigue amarrado al puerto. Björn mira a Ygritte, que ya se iba con el resto, y la agarra del brazo -Tú vienes conmigo.

Paso a paso, la pareja se adentra en las callejuelas y se dirigen a la taberna.

Cargando editor
05/11/2011, 10:58
Director

Regresas al puerto sin despedirte ni nada (Que educación la tuyaXD), tus hombres estan junto a tu drakkar esperando tus instrucciones.

Cargando editor
05/11/2011, 12:34
Björn Svensson

Cuando llego al barco hablo a los hombres de la nueva misión. La noticia parece alegrarles, al fin y al cabo supone más botin para todos.

Por mi mente pasan dudas. ¿Debería llevar a mis guardia en mi misión o es suficiente con Ygritte? Los dioses decidirán. Pienso.

Me dirijo hacia la proa del drakkar y me subo al altillo. Desde allí veo la bocana del puerto. Agarro mi amuleto con mi mano derecha, cierro los ojos y con una silenciosa plegaria pido a los dioses que me envíen una señal que me ayude a decidir. Que sean los dioses quienes decidan si debo llevar a mi guardia o sólo a Ygritte.

Notas de juego

Por dioses, me refiero a ti, Daedroth. XD