Partida Rol por web

Has sido llamado a audiencia. Trabajas como jefe de personal de un grupo de protección para TharHes Industries.

Estás en el sistema de SON HOA. Acaba de llegar tu grupo para proteger un cargamento de reactores GM 270 que van a trasladar a THARKAD. Como jefe de personal se te dan las novedades de nuevo personal, gente que se marcha o despide y las modificaciones de sus contratos o sueldo. Hay como 90 grupos como el tuyo. Todos con entre 25 a 100 hombres. El tuyo son 43 hombre y mujeres. Ya es tu tercer viaje, y esperabas que este empleo te abriera las puertas como piloto de puebas para la empresa. Todo un fiasco.

Llegas a las oficinas y esperas que te den el típico sobre.

- Señor Ducan, creo que sabe quién soy.- Ciertamente no lo sabes, pero asientes con la cabeza y te sientas. - Le entrego este sobre y ha de conseguir que llegue íntegro al palacio de la Triada.- Es un sobre con papel especial de COMSTAR y tiene un lacre con algunos símbolos de la nobleza Lirana. Es impresionantemente grande, pero parece firme y pesado

Duncan cogió el sobre lentamente. Lo que esperaba fueran buenas noticias, y tener la posibilidad de volver a montarse en un mech, se había convertido en una tediosa misión de mensajería. Se despidió formalmente de su interlocutor y salió a buscar a su hombre de confianza, una especie de guardaespaldas.

Cuando le encontró, ambos se dirigieron a terminar pronto con aquel pequeño marrón que tenían entre manos. La promesa de invitación a una copa después de la entrega mejoró en algo el carácter taciturno de su compañero.

Pronto llegais al espacipuerto. Las nave está cargada incluso antes de que marcharas a la reunión.

En cuanto llegáis, despega. No deja ni que os sentéis. Tu "Guardaespaldas" es un gorilón, que pelea como una fiera. Trabajó en la infantería lirana; pero fué expulsado por mal comportamiento. Es un hombre muy leal a sus compañeros, pero si le tocan las narices, no habla, rompe cabezas. Así de simple. Te saca casi médio metro de altura, y sus movimientos desgarbados son acompañados de los 125 quilos de músculo que conforman su anatomía.

Le has visto arrancar un brazo que había sido causante de un navajazo que soportó en un hombo y detrás. Y le dijo "Ley de Talión, y compensa porque ha sido por la espalda. Estamos en paz."

Tiene un sentido de la justicia, muy ... primitivo.

El despegue fue duro, como siempre. Pese a los viajes que ya había realizado, Duncan no se acostumbraba a las experiencias en el espacio. Dios le había dado dos piernas para tenerlas plantadas en la tierra, no para estar jugueteando con las estrellas.

Una vez recuperado del cambio de presión, dió un ligero codazo a su compañero mientras le decía con un guiño: - Vayamos al bar, veamos lo que este viaje nos puede aportar. - Lo que en palabras del mechwarrior lirano, significaban faldas y whiskey.

Formaban una extraña pareja, aquel intimidante grandullón repleto de músculo y el fibroso y carismático mechwarrior pelirrojo. El punto y la "i" como les conocían en algunos tugurios. Una relación de mutua conveniencia se estaba convirtiendo en una amistad.  Duncan, educado en la prestigiosa academia de sanglamore, no renegaba de su herencia sencilla, y siempre disfrutaba más en la compañia de la gente sencilla que en la de pedantesaristócratas, burgueses o nobles.

Al grandullón le venía bien la compañia de Duncan ya que éste le abría las puertas que sus músculos no podían abrir. Él ponía la fuerza, el pelirrojo el encanto. Habían formado una sociedad que había conseguido numerosos éxitos. Su relación se remontaba a un altercado que casi acaba con los huesos del grandullón en la cárcel por atentado contra la autoridad. Gracias a la lengua del pelirrojo, lo que pudo ser délito tan sólo acabo en anécdota, la primera del peculiar dúo, que acabo como no, regada en alcohol.

Así pues llegaron al bar de la nave, y rápidamente los ojos de Duncan se movieron buscando alguna mesa libre y algún grupo de mujeres.

Pronto suena la alarma de 10 segundos para el salto. Tras varios de estos, separados por una média hora cada uno, la nave se desacopla por última vez y empieza su descenso hacia THARKAD.

Hablas con un par de chicas, una de comunicaciones y la otra es piloto. Tu "amiguito" se ha retirado, seguido por una mecánico, que cualquiera diría que son tal para cual. (yo diría que es una maritanke, y no de cerveza)

Aquello que Duncan llamaba bar no era mayor que un zulo donde habían un par de mesas y sillas aseguradas al suelo donde poder sentarse un rato. Parecía que habían fabricado aposta el moviliario para que fuera lo más incómodo posible y auyentar a los posibles visitantes.

El mechwarrior tiró de encanto para entablar conversación con dos jóvenes mujeres, acabando interesandose más por la piloto, simplemente por el echo de compartir el amor por el riesgo, o al menos eso era lo que quería creer él. Su compañero había desaparecido tras el rastro de una enorme técnico, en lo que se vaticinaba una aunténtica pelea de osos salvajes. Por un momento pensó en llamarle, pero luego desistió. Su trabajo era estar con él hasta que entregaran la mercancia, y así se lo diría una vez se encontrasen de nuevo. Por lo demás, no le preocupaba mucho estar en peligro en la nave.

Más centrado en la compañia femenina, siguió la conversación. - ¿Piloto? ¿Así que debería tener cuidado de ti? Siempre nos habeís respetado poco a los mechwarriors, ¿cómo era que nos llamabais? Aún no sé si definirte como peligrosa.- Le dijo a la piloto con un guiño mientras brindaba levantando la jarra de cerveza. Sun itnención no era otra que quedar con ella en Tharkard una vez hubiera entregado el mensaje.

- Gracias segurata por la compañía. Se le vanta la piloto, le da un pico a la otra chica y se despide. - Cariño, voy a entrar de guardia- Dirigiendose a la otra mujer. La de comunicaciones también se levanta.

- Y yo tengo que ir a dormir, que acabo de salir de guardia y en 6 horas tengo que entrar a trabajar otra vez. - Baja el registo de sueño a uno de tristeza - Además en cuanto descarguen tenemos que despegar otra vez, serán unas 8 horas de trabajo de bajo nivel y otra vez a volar. Tendrémos que ir a Skye, y no se si luego a solaris.

La muchacha se marcha y te dice adión con la mano. Parecía bastante cansada y algo aburrida de su trabajo. Es como ... que el tedio la supera. Igual necesita un cambio.

Estás solo en la sala de estar. Tu gruo, o está en los puestos de guardia (puente, bodegas, salas de ingeniería ... ) o descansando para su turno. Tu jefe es el Comandante de la nave (que en este caso es un Capitán Naval) y eso es lo normal de todos los viajes. A ti, el tedio también te tiene hasta las narices.  Tienes personal suficiente como para trabajar a 4 guardias, y dos personas más que van entrnado y saliendo de los turnos (estos son por si a alguno le pasa algo o si tienes bajas, enfermos o lo que sea)

Las chicas eran Adele Schunk (La teniente de vuelo) y Nora Vogel (la otra). El Comandante el es Teniente Holff Gorhar.

La nave va cargada hasta las pestañas de Reactores 270, motores MCI para carros de combate y un puñado de cajas de equipos electrónicos de uso comercial.

Duncan terminó su bebida y se levantó también. Tras intercambiar contactos con las chicas y acosenjarlas sobre Skye, donde él estudió varios años, se despidió de ellas y abandonó la sala.

El tedio era como siempre su peor enemigo, y mientras deambulaba por las cubiertas de la nave, sopesaba que le compensaba más, si dormir o hacer ronda comprobando a todos sus chicos. Mientras tanto el peso del mensaje en su chaqueta no hacía más que despertar su curiosidad.

Has dormido en los turnos contrarios a los que duerme el Comandante de la Nave. No eres su segundo, pero como si lo fueras. Además, su segundo es la chica piloto, y has charlado buenos ratos con ella. Ya conoces su orientación sexual y que está casada con la otra chica.

Ambas están casadas de la vida de las naves, quieren tener un hijo, o adoptarlo, pero piensan que esta vida no es "pvida" para criar a un bebito. Saben de algunas parejas que lo han hecho, pero también saben que eso da problemas de salud a la larga (mal aguante de la G's, fragilidad osea, osteoporosis y artrosis, ... "lo mismo que les pasa a los astronautas cuando están mucho tiempo, pero para toda la vida") En juegos Versión 3 o mayores lo llaman o resumen en mandíbulas de cristal.

Tu amigacho se ha reunido con su amiguita, varias veces. Los tuyos son de los que están a dos guardias, pero si no hay un ataque ni nada parecido, son horas aburridas, que cansan más por el no hacer nada que por la actividad. Como trabajan en parejas, hablan, juegan, se turnan para ir al aseo o descansos ... Vamos, que viven bien.

La nave aterriza sin demoras, dos minutos antes de lo previsto. Es normal. El capitán tiene fama de piloto de formua 1 y su habilidad aterrizando es legendaria. Cuando tiene vacaciones, el muchacho se entretiene fumigando cosechas, y lo hace con ina vieja avioeta. Dicen las malas lenguas, que la aterriza en el tejado de su casa, y se cree que vive en una autocarabana, haciendo las rutas de fumigación. Él dice que cualquier aparcamiento o carretera, vale para salir a "echar un meo" (Palabras textuales. También te ha hablado de muchas plantas, de los venenos que usan para fumigar, insectos, plagas, campo en general, así que por lo menos de que sabe de agricultura y de fumigar, lo crees. Lo de aterrizar y tal, ya es otra historia.

Se abren los portones al tomar tierra. Tus chicos se despliegan y comprueban las credenciales de los que las van a descargar. El comandante y su segundo, te azuzan para empezar a descargar rápido. Tu gorilón te trae las novedades. Todo está en reglar. Incluso ha de ser un sitio seguro, ya que estáis en un patio interno de almacenes de la propia TharHes, no en el espaciopuerto comercial o civil. Habéis sido autorizados por los sistemas de contro militar y civil, para aterrizar allí. Ya se habían pedido los permisos antes de que llegaseis a tierra por vía oficial, pero en las ordenes de vuelo, hay que pedir permiso de todas maneras. Todos los protocolos cumplidos, tódo el personal acreditado, listo y preparado. Estáis en lo que se considera seguro por la propia empresa.

- ¿Jefe? Pregunta tu amiguito, si, el grandote.

- Parece que está todo en orden. Eficiciencia lirana.- Comenta con tono ácido.- Vamos a descargar el material cuanto antes y podremos tener algo de tiempo libre. Los chicos lo agradecerán, han trabajado bien. En cuanto terminemos, tu vendrás conmigo y entregaremos el mensaje de una vez. Tardaremos poco, no me atrevería a cabrear a tu nueva amiga teniendote ocupado haciendo nada.- Finaliza con una sonrisa.

- Jefe- Dice Bethoven - Cuando terminen de descargar, empezarán a cargar. Si quiere, jefe, acerquese a hacer el recado y yo me quedo al cargo. Puede que sea algo bruto, sobre todo por que es muy musculado, y grande como pocos. Eso te hace recordar que los cuerpos enormes, hace que sean desgarbados y patosos. Eso sólo hace que sean eso, patosos, no tontos. Confías en él y  esta ciudad no es de los lugares más peligrosos para los ciudadanos. - Además, sabe que en cuanto se termine de descargar, se carga, y al terminar, despegaremos. En el siguiente astropuerto, tendrá la nave un periodo de reparaciones; allí podremos descansar algo. Hace un gesto, como un helocóptero con el brazo y todo empieza a moverse para iniciar la descarga.

Duncan asintió las palabras del grandullón y se despidió dándole una palmada en el hombro, dejándole encargado del trabajo.

Tras esto se marcho rápido a entregar el mensaje de comstar.

si necesito un aerocoche o moto, pues la cogeré supoingo

Sales de la nave y te alejas. A cierta distancia te giras y miras como va el trabajo. Te entristece que no te acompañe tu amigo pero se te hincha el orgurllo al ver que ha organizado a todos con precisión (algo brusca por su vozarrrrrrrró) pero eficaz.

Al girarte, tienes un sobresalto. Un cohe Gris, con los colores del ejercito lirano, a frenado justo frente a ti. En el morro tiene el símbolo del ASGARD (El cuartel general) y la típica banderita de General con 3 puntos. En el otro lado del morro una banderita como la del general, pero tiene un escudo algo extraño. Es como un burro que cae, dentro de una especie de corona.

Haces memória de tus años de academia y sabes que es el Segudo Grupo Regimental de Combate de Guardias Reales.

Se abre la ventanilla y un comandante lirano te pide que entres. Que será tu taxista. El tipo no vista la ropa típica de la unidad. Es más bien el de Inteligencia Militar.

Como mechwarrior entrenado en Sanglamore, y posteriormente destinado en un regimiento de los Skye Rangers, la primera reacción de Duncan fue la de animadversión ante los mimados guardias reales. De todas formas agradecía la oportunidad de hablar con alguien familiar en las fuerzas armadas de la mancomunidad de Lira. Lástima que fuera de inteligencia.

Sin riesgo no hay gloria, pensó el pelirrojo mechwarrior mientras entraba al vehículo. Tal vez tendría suerte y su destino hacía que ASGARD le enseñase el camino de Valhalla en la tierra...

Te hacen de taxistas. El tipo de inteligencia es más soso que un ladrillo. No habla absolutamente nada. Si es de inteligencia tiene que saber quién eres, donde estudiaste, donde serviste ... pero parece tratarte como un vulgar segurata de PROSEUR (Muy loados ellos) pero este hombre parece despreciar todo lo que no porte un uniforme lirano. (Tal vez también odie a las que porten traje de noche, ¿Y las de traje de baño? ejejej que malo que soy)

Termináis con tiempo. Os sobra como media hora. No has podido acceder a la sala de los dos GRIFFIN, pero estubieste en la puerta, y viste a la Arcontesa de lejos. Le dieron el sobre. Lo viste con tus ojos. Lo leía con detenimiento. Cuando terminó, lo debió leer como 7 veces, le hizo una señal a uno de sus ayudantes. Este, salió con mucha prisa. Te despidieron sin más dilación y con una nota de agradecimiento de cuño y letra de la propia Arcontesa (joer, y mira que soy lirano, y de mucho tiempo, pero las dos veces que he escrito el título se me viene a la mente cierto helado ;) será un antojo) Viste cuando lo escribía. Se lo entregó a la persona que te despidió. El que salió pitando, en el último control de salir de la Triada, estaba esperando. Era un maletín. Este pesaba bastante y tenía un postit. "LEER EN EL MOMENTO QUE PUEDA ESTAR SOLO". Lo sacudes con interes curioso. Pesa. Tiene muchos papelotes y algo más.

Es amable, en el sentido de cortesía, pero ... algo distante.

Al llegar, en el último control, antes de acceder a la pista os retienen. - Señor tiene que esperar un minuto. Está despegando una nave. Dice el vigilante. Os sobra, como ya dije, media hora. Al mirar (es todo un espectáculo cuando despega un bicho de estos) ves que es tu nave. Se marchan sin ti. El chofer no parece afectado y el de inteligencia que te acompaña, sigue siendo igual de soso. No se han molestado ni en mirar, como si fuera algo totalmente rutinario y no fuera con ellos. Te inquietas, pero mantienes la compostura; sobre todo por el orgullo de que este note algo. De todas maneras, ya no merece la pena alterarse; ya están a más de un kilómetro del suelo.

Cuando ya dan paso una voz se escucha - ¿Mi comandante, a que zona nos dirigimos en concreto?. Es el chofer, preguntando a tu acompañante. Te mira con cara de curiosidad, como esperando una respuesta.

Cuando

Aunque Duncan hizo amagos de entablar conversación, era evidente que el hombre de inteligencia despertaba la misma antipatía en él que al contrario. Como alumno de Sanglamore, y más aún como nativo de Skye, odiaba todo lo que olía a servicio de inteligencia.
La vista de los Griffin, para su gusto uno de los mejores diseños de battlemech, y lo que él quiso creer como la misma Arcontesa (créeme, jugamos una campaña llamada highexplosive, y cada vez que veo arcontesa resuena en mi cabeza como me acabaron llamando, la Warrontesa, asique el helado mejor) le dejaron algo emocionado. En su vida no había esperado tener oportunidad parecida, y menos aún en aquel doloroso destierro dentro de su propia nación, que tanto había dado por ella y porque conservara su libertad e identidad.

Algo sorprendido y a la vez cabreado, vió como su nave y su gente despegaban de nuevo al espacio. En un momento se había sin trabajo y sin ingresos, pero al menos había recuperado la libertad de acción. Como se moría de ganas por ver el contenido del maletín, decidió que lo prioritario era conseguir alguna habitación donde poder estar en privado.
- Chico, - Respondió al chofer- Llevo tanto tiempo viajando de un lado para el otro que se me ha olvidado lo que es disfrutar de una cama. Llevame a algún hotel cercano donde poder descansar, pero que también tenga posibilidades en caso de que no me apetezca descansar mucho. No hay mucho movimiento en el espacio.- Finalizó con un guiño

Te recuerdo que trabajas para TharHes no para la nave. (La nave también era propiedad de la empresa)

Cuando la nave ya no se ve, aparece en su lugar un destello.

A los 3 segundos empiezan a sonar alarmas, la gente se mira sorprendida y algunos empiezan a correr. Un camión de bombreros de los enormes, seguido de tres más pequeños Salen disparados. Unos tios (3.-) Salen corriendo a un grupito de mechs (3.-) de los usados para trabajar en la factoría (industrialmechs) pero a su lado está uno de los famosos GRIFFIN. Se ve que está en reparaciones. Están cerrando las tapas a lo bruto. (El modelos 1N). Uno de los que corre, lo conoces, y él te ha reconocido (estudión contigo en SANGLAMORE). Te hace señas mientras corre y te señala a ese GRIFFIN.

Salen tres tíos corriendo en los industrialmech.

A los pocos instantes, ves a la nave caer como un ladrillo. Restos Es como si hubiera explotado desde abajo.

Por un momento la sorpresa dejó en estado de shock a Duncan, pero rápidamente su adiestramiento y experiencia se sobrepusieron y el mechwarrior recuperó el control. La nave era una bola de llamas en el horizonte, y Duncan no quería pensar en la cantidad de amigos que tenía en aquella nave. ¿Quién había sido el culpable?

En otras circunstancias se podría pensar en la posibilidad de un accidente, pero aquella gente corriendo hacia las máquinas, y con su antiguo compañero señalandole el majestuoso Griffin, duncan se temió lo peor. ¿Sería posible que alguien fuese tan temerario de atacar la misma Tharkard?

Dundan no lo dudó ni un segundo más, había nacido para estar a los mandos de un Battlemech, y aquel era su destino. Corrió tan rápido como pudo hacia la máquina, pues correr con el maletín era difícil, esperando que el control de seguirad propio de cada mech, estaría desconectado debido a las reparaciones