Partida Rol por web

BNHA: Un nuevo curso comienza

Entrada de la academia

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08/10/2018, 17:39
Director

 

 

♦ Un año más, la U.A. abre sus puertas ♦

 

Tras realizar la prueba de acceso, no pasa mucho tiempo hasta que llega a cada una de vuestras casas una carta, con el sello de la U.A.. Dentro de dicha carta hay un dispositivo de holovídeo, el cuál contiene una grabación del mismísimo Director de la Academia, Nezu. En dicho vídeo se os informa de que, efectivamente, habéis sido admitidos en la más prestigiosa academia para super-héroes, y a continuación se comienzan a mostrar datos como el horario de las clases, el material necesario para el curso, etc...

Pasan pocos días después hasta que llega el gran momento, vuestro primer día en la Academia. Ya todos disponéis de los uniformes y del material necesario para las clases, solo faltais vosotros. Poco a poco vais llegando a las puertas del gran edificio con forma de "H", y mientras os vais a acercando y veis como van llegando el resto de alumnos, una frase resuena de repente en vuestras cabezas, la última frase que decía el Director Nezu en el holovídeo de presentación:

"Fue duró el camino para algunos, y más sencillo para otros, pero al final todos habéis llegado hasta aquí. Bienvenidos, bienvenidos a vuestra Hero Academia."

 

Notas de juego

Bien, esto será una primera toma de contacto. En esta escena podeis presentaros, saludar dando saltitos ó decir como pasáis olímpicamente de todo el mundo, lo que vaya más con vuestro rollo. El caso es que TODOS debéis postear al menos una vez, a modo de presentación, y cuando lo creáis conveniente (o hasta que yo haga sonar el timbre) os movereis hacia la siguiente escena, que es el Aula 1-A, allí ya empezaremos más en serio.

Si empezáis una conversación entre algunos de vosotros recordad marcar únicamente a los que participen en esa conversación, y respetad en todo lo posible los turnos de los demás, que somos mucha gente.

RECORDAD: Todo el mundo debe poner al menos un post de presentación marcando a todos los jugadores, luego ya podéis conversar y demás.

NOTA: Para cambiar de escena postead en el apartado "Notas" que quereis salir de la escena actual y a donde vais a ir.

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09/10/2018, 10:36

Estaba en mi cama descansando antes de que mi madre me llamara desde la cocina, se le oía apurada así que baje enseguida, al entrar en la cocina mi madre me esperaba sonriendo con un sobre la mano, era el sello de la U.A

Felicidades hermanito, no esperaba menos de ti. - Dijo mi hermano mayor desordenando mi cabello como felicitación, acababa de entrar a la cocina para buscar algo de picar.

Mi madre me paso el sobre para abrirlo, así lo hice. - Yo tampoco esperaba menos - sonreí arrogante, después de ver el holovídeo.

A los días ya estaba listo para ir, mi madre es quien me lleva a la academia, tenemos una larga despedida donde ella es la única que habla y llora mientras yo me limito a escuchar.

Tranquila mamá, está bien. - Digo para después abrazarla.

Buena suerte, mi bebé - es lo ultimo que dice.

Observo como se marcha en el auto para luego darle un vistazo al gran instituto, Así que este es... Parece que me voy a divertir mucho aquí.

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09/10/2018, 10:51

¡Por fin! ¡Voy a ser un héroe! Bueno... Aprendiz de héroe. Pero... ¡Esto es lo que quería!

Y sí, tras recibir la carta no pude ponerme más alegre. Casi lloré en mi habitación. Pero los héroes no lloran... ¿O sí? ¡Da igual! Lo importante era que, tras pasar la primera prueba de contacto, me habían seleccionado. Y, al llegar vi que, como a mi, a muchos más.

Guau, cuanta gente. Deben de ser muy buenos. Aunque algunos me suenan de la prueba.

La chica reptil, la delgadita con cara alegre, el pelirrojo con pinta de peligroso, el de la máscara, los gemelos, la chica zorro... Todos y cada uno habían sido elegidos.

Sus quirks serán excepcionales si han sido elegidos.

El primer día llegué con mi cartera y mi uniforme, adaptado a mi cuerpo, con agujeros en la espalda para las alas. Me paro en frente de la puerta, delante de los bustos de los héroes. Los observo con orgullo, pensando en que, un día, yo podría unirme a ellos.

¡Trabajaré duro! Aunque... Mejor empezar dando buena impresión...

Me fijo en los demás estudiantes y los analizo con la mirada.

Hmmm las chicas parecen majas... 

Me acerco a la chica reptil y a la delgadita de pelo negro.

- Ho... hola... Soy Yami... Yami Hikarioka... En... encantado ^///^.

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09/10/2018, 10:59
Reika Ayanami
Sólo para el director

Fushimi Inari, 12:15 del mediodía.

Otra mañana aburrida en el templo. De buena mañana tocaba meditar y orar en el templo. Tras eso, sesión de limpieza, sobretodo los toris. Recoger la maleza, meditar cerca del pequeño estanque, y subir hasta la cima del monte Inari para realizar las ofrendas. Toda una mañana agotadora y aburrida, como tantas otras. 

Desde el día de la prueba de acceso que me siento nerviosa. Tenía ganas de recibir el resultado, más mis quehaceres en el templo eran largos y pesados. La ropa de sacerdotisa me venía holgada, como de costumbre. Caminar con los tabis no era para nada fácil, y menos cuando tienes unas uñas del tamaño de garras. Pero, a pesar de ello, consigo llegar al buzón del templo. Y al fin, al fin, una carta con el sello de la U.A. sale a mi encuentro.

La abro bien nerviosa, cojo el holomisor y marcho corriendo a mi habitación. Tras activar la grabación, no puedo evitar dar un salto de alegría a la vez que gritar a los cuatro vientos.

-¡Bien! ¡Estoy dentro, toma ya! ¡Reika, eres una crack!

Bajo corriendo las escaleras de mi habitación hasta llegar al salón principal, en donde mis padres estaban tomándose el te del mediodia con calma y serenidad.

-¡Mama! ¡Papa! ¡Me han admitido en la U.A.! ¡Maldición, toma ya! ¡Voy a prepararlo todo!

Estaba tan eufórica que no atiendo a razones, por lo que alcanzo a escuchar a mis padres felicitarme y decirme algo más, pero salgo a toda prisa sin escuchar bien lo que me decían, en busca de lo que pudiera necesitar para el gran día.

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09/10/2018, 11:08
Reika Ayanami

El coche había llegado a su destino. Madrugar había dado sus frutos, pues era algo pronto para cuando pisé las cercanías de la mítica Academia para héroes.

Me bajo del coche con calma, mirando la inmensidad de aquel edificio en forma de hache.

Mi padre se despide de mi con una sonrisa, acariciándome la cabeza y agitando mi pelo. Le muestro los colmillos a modo de disgusto, pero sé que lo había hecho para romperme los nervios. Ya habíamos hablado lo suficiente del tema, así que no hacían falta más palabras. Ellos estaban conformes con todo y confiaban en mis capacidades. Me despido de mi padre con un gesto con la mano, algo sonrojada, tratando de tranquilizarme ante la situación.

Empezaron a llegar alumnos al lugar. Muchos de ellos bastante normales a simple vista, otros parecidos a mi, con su singularidad exteriorizada. Llevaba ya algún rato esperando a que nos dijeran algo, por lo que me había sentado en un banco de las cercanías para esperar al ansiado momento, a la vez que veía como más y más alumnos llegaban.

-Me pregunto quienes serán mis compañeros de clase... Y de que serán capaces. Siendo la séptima en la pizarra de la prueba de acceso, quiere decir que hay seis personas que destacaron más que yo...

No puedo evitar soltar una sonrisa competitiva a la vez que choco mis puños entre si.

-¡Me emociono solo de pensarlo!

En ese mismo momento, un joven de apariencia parecida a la mía se acerca. Era negro casi por completo, con rasgos de su singularidad muy exteriorizados, de la misma manera que me pasaba a mi. Le miro de arriba a abajo, parecía alguien bastante tímido, pero se había atrevido a acercarse a mi, a pesar de mi apariencia.

-¿Eh? ¿No te asusta mi apariencia?

A decir verdad, al pensarlo fríamente, aquí había mucha gente con dones de lo más singulares. Era lógico que pudieran no temer mi forma a pesar de que la gran mayoría de gente lo hiciera... Algo que me gratificaba en el fondo.

-¿Y tu quien eres?

Al pronunciar su nombre casi con dificultad trato de calmar mis malos humos. Sé de sobras que soy poco sociable, pero tenía que intentar empezar con buen pie. Suspiro a la vez que me cruzo de piernas y de brazos, mientras le miro.

-¿Yami, eh? Te pega el nombre. Aunque tu apellido no me suena de nada... Yo me llamo Reika, Reika Ayanami. Mi familia está a cargo del monasterio Fushimi Inari, en la falda del monte Inari. No se si eres creyente, pero si es el caso, es de visita obligada.

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09/10/2018, 11:34

Salgo de casa, cojo el metro y me planto cerca de UA. Llevo los cascos puestos y una capucha puesta. "Si me quieren reconocer, que se esfuercen". Cuando llego a las puertas del edificio, y veo a todos saludándose, me entra un poquito de ansiedad. "¿Qué hago? ¿Me presento?". Miro a mis futuros compañeros. Un chico murciélago, gemelos, uno con una máscara... "¡Joder, no hay nadie que esté gordo ni que tenga granos! A ver, yo no tengo granos por mi quirk, pero... Bueno, será lo mismo por los demás".

Me acerco al grupo del chico murciélago (¿Yami?), la chica reptil (Reika) y la muchacha delgada.

- Soy Kugyo. Un placer.- Le pego un vistazo al móvil.- Yami, y Reika, ¿no? Os he escuchado desde ahí. ¿Estáis en el departamento de héroes?

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09/10/2018, 11:51
Naito Wakashimazu

Sostenía en mi mano el sobre de la U.A, le di la vuelta y lo miré durante unos segundos, como si buscara que se desvaneciese o surgiera alguna señal de que aquello no era real. 

Lo he conseguido Tío, espero que estés orgulloso de mi y que todo lo que me enseñaste me ayude a progresar en este nuevo camino. 

Me puse mi nuevo uniforme y me puse enfrente del espejo para asegurarme de que el nudo de la corbata estaba suficientemente ajustado. Salí fuera de mi hogar donde ya estaba mi mayordomo, así como mi tutor, con el coche a punto para llevarme hasta la academia. 

- Buenos días señorito Wakashimazu, espero que haya descansado - dijo él. 

Afirmé con la cabeza y subí a la parte trasera del coche. 

Tranquilo, abstente de emociones como el nerviosismo o la inseguridad... Deja que lo racional gobierne, intentaré en mi primer día socializarme con mis compañeros. Crear vínculos y buen compañerismo nos garantizará el éxito en el futuro, no sería lógico apartarse y mostrarse distante. 

Tras unos cuantos minutos de viaje, en los que intentaba visualizar mi primer día de curso, finalmente llegamos a nuestro destino. 

- Hemos llegado señorito, que tenga un buen día. 

- Gracias - replique yo. 

- Recuerde siempre las palabras de su difunto Tío, no todo es lógica y razón, también hay corazón y emoción. 

Cerré suavemente los ojos y recordé el momento exacto en el que esas palabras empezaron a cobrar sentido para mi, lucharé con decisión contra aquellos que me lo arrebataron todo. 

- Lo haré - dije mientras salía del coche y cerraba sutilmente la puerta. 

Tras cruzar el arco de la U.A empece a caminar por sus densos patios, veía multitud de gente, algunos de ellos se les podía intuir cuál sería su singularidad, otros presentaban un aspecto más común. Me llamó la atención un pequeño grupo de gente en el que me fije en un chico con forma de murciélago, una chica con rasgos de reptil, un misterioso encapuchado.

Me despiertan curiosidad, intentaré interactuar.

Alcé levemente la mano y me acerqué hasta ellos. 

- Soy Naito Wakashimazu, encantado. Estoy en la clase 1-A ¿Y vosotros? - dije mientras aguardaba que acabaran de conversar entre ellos. 

 

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09/10/2018, 13:00
Reika Ayanami

Observo al chico de anchos y morados ropajes acercarse, a la vez que le escucho presentarse. Arqueo una ceja ante el comentario.

-Buenos oídos entonces, escuchaste bien. Departamento de héroes, ¿eh? Suena bien. Aunque por ahora estamos esperando a que la academia nos diga algo.

Entre tanto, otro chico de oscura apariencia hace acto de presencia. Parecía que el negro estaba a la orden del día, pues tanto ese mismo chico, como Yami, como una servidora lo vestíamos en su gran mayoría. Respondo al nuevo integrante del grupo encogiéndome de hombros.

-Supongo que los hábitos no hacen al monje.... Bah, según la pizarra de Ránkings, así es. Clase 1-A.

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09/10/2018, 13:16
Alberich des Nibelungen

Puedo recordar el día en el que aquella carta al fin llegó, me encontraba en un motel perdido, a escasos kilómetros de Bucarest, la cama había perdido su consistencia con el paso de los años y los muelles te perforaban la espalda cual agujas retorcidas, las sabanas estaban roídas y las mantas apenas mantenían tu propio calor frente al frío apabullante de la estancia y de todo el maldito pueblo. El olor a cera y a vela quemada era el pan de cada día y el pan era duro de roer, a veces la Señora de la casa lo acompañaba con Queso Agrio para disfrute del resto de los huéspedes, pero no para el mio.

El mundo había dado pasos de gigante, en sentido contrario a lo que debería, todo el mundo se acuerda de aquel zagal brillante que nació en China, y a partir de ahí, todo fue cuesta abajo. La brecha entre las personas cada vez se hacía más y más amplia, no por una meritocracia ficticia que quizás en décadas pasadas tuvo algún que otro despunte, ahora volvíamos al linaje y a la sangre como medida de escalar socialmente, igual que en tiempos medievales.

Los Quirks, la creación del "Súper-Hombre" por medio de una eugenesia entre personas con poderes compatibles había asolado gran parte de la sociedad, donde tan solo familias se juntaban para crear algo mejor que ellos mismos y para poder fardar de tener al "niño más especial" de todo el pueblo. Patético.

Pero esta no es la historia de cómo Alberich consiguió su Quirk, ni de lejos, tampoco es la historia de cómo Albrich es cínico en cuanto a los retrocesos disfrazados de avances que representa esta "nueva escala social", ni siquiera es el problema o las dudas que puedan ocasionar en Alberich la aparición de "Héroes" o "Villanos" por el mero hecho de que algunos puedan lanzar rayos por los ojos o ser inmunes a las balas. No, esta es la historia de cómo Alberich logró entrar en la academia.

Cuando la carta llego, Alberich impasible como siempre abrió su maletín y comenzó a guardar las cosas de aquel apolillado armario de madera. No tenia duda alguna de que había logrado entrar, ni siquiera se había molestado a abrir la carta o leerla, si en los años que pasó en el circo le habían servido de algo, era poder intuir el contenido de cartas cual Mohammed El Adivino. Por lo que una vez con todas las pertenencias dentro del maletín y pasando sus huesudos dedos por encima de aquella única mesa iluminada por la tenue luz de una agonizante llama, acarició aquella máscara blanca lentamente, la agarró firmemente y se la puso sobre su rostro.

Mirándose por última vez en el espejo roto de aquella estancia, Alberich gira sobre sus talones, agarrando el maletín, y cierra la puerta tras de sí, apagando definitivamente aquella agonizante y débil llama que había estado luchando por sobrevivir durante toda aquella velada.

Me ahorraré de relatar los sucesos ocurridos entre la salida por la puerta de la habitación hasta la llegada a las puertas de la Academia, pues son cosas que a nadie le podría ser de interés, todo mundano, todo común, uno más entre cientos, uno entre miles, por las calles de Bucarest, por el aeropuerto y por las calles de la ciudad donde UA se encuentra ubicada.

A través de las aberturas de la mascara, Alberich puede ver no solo el gran portón de entrada, las rejas, ni el enorme edificio alzándose coronando la ciudad, sino a aquellas almas infantiles sonriendo y divirtiendose, aquellas sonrisas llenas de emoción y sensaciones, de esperanzas y sueños. Y el no hacía otra cosa que sonreír de vuelta con su mascara, una sonrisa vacía, artificial y fría.

Andando entre aquel mar de futuros héroes, o mejor dicho, futuras marionetas de la sociedad capitalista,  Alberich apartó a los que le estorbaban en su camino hacia el éxito que tanto deseaba obtener, hacia su objetivo único y final, hacia la Victoria. Ni se inmutó al escuchar conversaciones de pasada, tan solo quería empezar de una buena vez para terminar con esto cuanto antes.

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09/10/2018, 13:23

- Hola, Naito.- Respondo bajito, sin levantar mucho la vista. "Parece buen chaval".- Es verdad, Reika. Y aparte de la elección estética, también veo muchos mutantes de tipo animal. Yami, si no me equivoco, y yo mismo. Y si ese caparazón que llevas a la espalda no me engaña, también tú, ¿verdad?- Un segundo más tarde, reacciono.- Espera. ¿Qué rankings?

Me giro y los veo. De un vistazo, veo que he sacado un 100. "Uy va. Hasta ahí mi intento de no llamar la atención."

- Bueno, tampoco hay que hacerles mucho caso.- Comento en voz baja.

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09/10/2018, 13:34
Ann Lin

Tres cartas selladas por la U.A. fueron sacadas por Ann del buzón y esta aprovechó para gastarles una pequeña bromita en venganza por todas las que le habían hecho esa semana anterior... Se guardó las cartas de sus hermanos en un cajón, y tras escuchar el contenido de la carta corrió ilusionada al salón donde estaban ambos y sus padres viendo la tele, leyendo o jugando con consolas portables.

-¡Tengo la carta tengo la carta, me han aceptado en la academia! Les enseñó el holovideo en el que se decía claramente que había sido aceptada y tras un rato de celebración hacia ella y de desconcierto para los hermanos decidió que ya habían sufrido bastante la mini venganza dándoles a cada uno sus cartas, descubriendo como ya se imaginaba, que también habían aprobado por lo que no tardaron en ir a por ella en respuesta a la intensa bromita...

A la mañana siguiente y... como le pasaba casi todas las mañanas, se había quedado dormida y sus hermanos habían decidido no avisarla hasta el último momento porque, ¿Que clase de hermanos serían si la despertaran a tiempo? No no, eso no podía ser por lo que ellos lo hicieron todo con mucha calma y parsimonia, con tiempo para disfrutar el desayuno y todo lo demás a sabiendas de que como sus padres ya estaban trabajando, eran los responsables de levantarla si esta no despertaba con la alarma ( Que era prácticamente lo que siempre pasaba).

-¡NO SOIS JUSTOS SOIS DOS DEMONIOS!

Fueron las frenéticas palabras de una chiquilla levantándose a toda prisa, dandose una ducha de 5 minutos con el agua aún sin templar para no perder tiempo y que iba con la ropa toda desordenada mientras salía con ellos de la casa, mordiendo su mini-bocata de desayuno que su madre le había preparado ( A sabiendas de que casi nunca llega a desayunar sentada) por lo que se tuvo que adecentar una vez estuvieron dentro del metro, camino a la academia. Los tres móviles sonaron a la vez y un único mensaje idéntico se leía en estos. " Mucha suerte a los tres, papá y mamá os mandan un beso desde el trabajo.

El uniforme de Ann tenía una variación en la chaqueta y camisa y es que en la espalda llevaba la camisa abierta y la chaqueta tenía dos ranuras con cremalleras que hacían que estas se cerraran, posiblemente para poder sacar sin problema sus alas cuando quisiera. Sobre su cabeza descansaban unas gafas U.F.O. llamativas de color negro y morado, además llevaba llos calcetines completamente bajados y desajustados...

-¡Eh mirad! ya hemos llegado. ¿No os parece increíble? 

Dio una vuelta sobre si misma, emocionada y haciendo que el viento se sintiera algo más cálido a su alrededor parándose con la vista fija en sus hermanos y por ende, caminando hacia atrás.

-¿Que compañeros creéis que tendremos? ¿Habrá otros chicos como y---

                                                                            PLAF

Como siempre, sus hermanos se habían hecho los tontos y Ann como completa despistada había arrollado a un chico pelirrojo (Shinji) que parecía muy concentrado en entrar ya en el edificio. Había acabado cayendo de culo por trastabillar y se frotó un poco las caderas.

-Auch... ¡¿Por que no avisáis?! Miró al chico con el que había tropezado y se incorporó rápidamente empezando a hacer reverencias de pura disculpa, lo que hacía que su pelo no parara de ir arriba y abajo de lo largo y liviano que era, liviano como el propio aire. 

-Lo siento, lo siento, lo siento mucho, perdona, no era mi intención, no volverá a pasar... ¿Estás bien?...

Miró al muchacho de cabellos rojizos(Shinji) con unos colores muy marcados en sus mejillas por la vergüenza.

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09/10/2018, 13:56
Hirotaka Azahar Azzam

Aquella mañana Hirotaka estaba de muy, muy, muy buen humor…hacía un sol radiante, los pájaros piaban preciosas melodías y…era su primer día de clase en esa novedosa escuela extranjera. Algo de lo que debía estar orgulloso el joven príncipe, el cual viajaba en una larga limusina dorada con banderines de su país, conducida por un fiel conductor que llevaba una valiosísima carga a su destino.

El joven se encontraba sonriente, con unas gafas de sol, un largo pañuelo blanco sujetado por una tiara de oro, unos largos pendientes que también debían de ser de oro, un pañuelo de seda azul alrededor del cuello y una túnica a juego con el pañuelo blanco, unos bombachos rojos y unas polainas negras, además de una gran inmensa cantidad de joyas doradas y un delineador de ojos negro que remarcaba a los susodichos.

Apenas llevaba un par de días en Japón, pero ya se encontraba como en casa, a fin de cuentas, sus criados le seguían a todas partes, tenía una inmensa cantidad de dinero y su hogar era lo bastante opulento y cómodo como para ser considerado su hogar.

Estaba impaciente, a decir verdad, se le podía ver sonriendo desde el interior del coche, cruzado de brazos mientras una criada le daba uvas y otra le abanicaba, ¿desde una limusina?, si, desde una limusina.

Aún recordaba las palabras y el deseo de su padre antes de venir en avión a este lugar…y estaría dispuesto a conseguirlo bajo cualquier medio, pero nada ilegal, tenía que ser todo de corazón, como un héroe…eso o se convertiría en la deshonra de su país y no sería nunca más el príncipe, aquello le aterraba, pero, aun así, mantenía la compostura a pesar de los nervios y la impaciencia.

A medida que se acercaban, ya podía ver el enorme edificio que era la academia, el enorme edificio en forma de “H” que se convertiría en su escuela…la Hero Academia, ¿Cómo le iría?, ¿haría amigos?, ¿cumpliría su destino?, esperaba que así fuera…pero a medida que se iban acercando…caía en la cuenta, ¡la escuela tenía un uniforme?, ¿Qué iba a hacer al respecto?

El joven príncipe miró a sus criados y con un simple movimiento de cabeza, sus criados se pusieron manos a la obra, sacando los pantalones de la academia y vistiéndolo en un abrir y cerrar de ojos. Al final terminó con unos elegantes zapatos, unos pantalones de escándalo bien ajustados, una camisa blanca, la chaqueta reglamentaria y…como no, sus joyas, pañuelo blanco, delineador de ojos, pendientes y tiara… ¡ah!, y las gafas de sol por supuesto.

Al final, la limusina terminó por acercarse y el muchacho sonrió una última vez a sus criados, haciendo un gesto con la mano para que la limusina se detuviera. El chofer salió a gran velocidad, casi como si estuviera en una carrera, abriendo las doradas puertas del vehículo, el cual relucía como si fuera un lingote de oro macizo.

Primero salieron sus criados, a gran velocidad por supuesto, procurando echar una diminuta alfombra roja y pétalos de rosa…el material adecuado que tenía que pisar el heredero de semejante imperio. Entonces, cuando estuvo todo preparado, del interior del coche, salió el príncipe Hirotaka Azahar Azzam, Hirotaka no era su nombre real, pero supuso que sus compañeros tendrían más facilidad en pronunciarlo que su nombre entero.

Radiante como él solo, alzó la cabeza en dirección al sol y sonrió, sintiéndose bañado por esa luz celestial a la vez que se quitaba las susodichas gafas y las dejaba caer, mostrando una agradable sonrisa de perlas blancas mientras cerraba los ojos y respiraba aquel embriagador aire…si, ese iba a ser su destino. Rápidamente bajó la cabeza y comenzó a caminar, sintiendo como sus criados echaban más pétalos de rosa a su paso, incluso uno de ellos estaba dispuesto a hacer sonar la trompeta de la realeza y pronunciar el nombre y títulos de su amo, pero Hirotaka se adelantó y le pidió silencio con una agradable sonrisa y llevándose un dedo a los labios, avanzando hacia el gentío que se estaba comenzando a formar.

-¡Hola compañeros asiáticos, hermoso país el vuestro!...-Y con un simple chasquido de dedos, los criados se apuraron en comenzar a repartir regalos a los presentes, ¿regalos?, si, regalos…aparatos de música, teléfonos móviles, caros artilugios electrónicos…y a las señoritas, bueno, ramos de flores con fotos autografiadas por el.-¡Aceptad estos presentes amados compañeros, hay suficientes para todos!.-Exclamó alzando los brazos y disfrutando de aquel maravilloso sol que se alzaba sobre él.

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09/10/2018, 13:58

"¿Pero qué coño...?" Agarro el móvil que una suerte de criado me da. Le doy vueltas en las manos. "Hostia, si es de gama alta". Entonces me fijo en el muchacho que nos lo ha dado.

- Me suena su cara.- Les digo a Reika, Yami y a Naito, flojito.- Creo que le he visto en la tele, o algo...

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09/10/2018, 14:06

Me sonrojo al ver que empiezan a llegar nuevos compañeros y compañeras.
Oh Dios... Cuánta gente O_OU
Cuando Reika se pone a hablar con los demás, yo me "retraigo" en mi burbuja social.
Siempre igual... Siempre tan tímido ¡Kusou!

Notas de juego

Ann, la chica delgada eras tu T_T

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09/10/2018, 14:54
Takeshi Takeda

Ese día había empezado bastante temprano para Takeshi ya que este salió a correr muy temprano como todas las mañanas, la naturaleza de su singularidad necesitaba que estuviera en plena forma para poder ser útil. Luego de bañarse y alistarse para salir su madre le dice algo así como "Buena suerte" y "Tu padre seguro estará orgulloso". La verdad no lo recuerda ya que no la deja terminar, simplemente la corta con un gracias y un adiós.

Al llegar a la escuela ve a un grupo de sus futuros compañeros, esto lo sabe no porque su singularidad sea adivinación sino porque vio a algunos de ellos realizar verdaderos destrozos entre los robots de la prueba. Tras prestarles atención un rato levanta la vista hacia el cartel con el Ranking de calificaciones -Me lo imaginaba, el peor con diferencias aunque no deja de ser un poco triste. Tras pensar esto se dirige al grupo antes mencionado cuando de repente un tipo bastante extravagante sale de una limusina dorada. -¿Pero que...? bueno eso no importa.

Al examinar un poco el grupo veo que uno se ha quedado callado y un poco callado así que me acerco a el y le digo.

-Buenos días, mi nombre es Takeshi Takeda.

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09/10/2018, 15:26
Kosoku Denshi

Cuando el holovídeo finalizó, Denshi no supo como reaccionar. Sus padres y su hermano lo abrazaban y le dedicaban palabras de alabanza y orgullo, pero él no podía ni moverse. ¿De verdad... estaba dentro? ¿Lo había conseguido? ¿Podría llegar a ser un héroe como lo fue su madre? El chico nunca había tenido unas aspiraciones tan grandes como ser el héroe número uno ni de alta fama. Su motivación siempre lo había guiado a convertirse en alguien como su madre: un héroe cuya meta no fuera más que salvar a los demás allí donde le necesitaran. Pero entrar en la U.A. significaba algo más. Podría llegar a ser, después de todo, un gran héroe.

Cuando llegó el día de ir a la Academia, Denshi no podía mantenerse quieto. Siempre le ocurría cuando se ponía nervioso. Tenía miedo y, a su vez, una gran curiosidad por conocer a aquellos que serían sus compañeros. Sin duda, todos tendrían particularidades increíbles, dignas de héroes profesionales. Le intrigaba cómo serían y si podría congeniar con todos ellos. ¿Estaría a la altura de la clase? Preocupado por la respuesta de esa pregunta, comenzó a morderse las uñas nerviosamente.

-¿Lo tienes todo, Denshi? -preguntó su madre asomando la cabeza por la puerta de su habitación.

-S... ¡Sí! Bueno, eso creo... -Estaba mucho más nervioso de lo que él mismo se esperaba.

Su madre, al ver las inquietudes del joven, se le acercó y posó una mano en su hombro. Aquel leve gesto sirvió para calmar gratamente los nervios del chico.

-Tranquilo, hijo, lo harás estupendamente. -dijo su madre esbozando una gran sonrisa-. Yo también pasé por lo mismo en su momento. Tú relájate y muestrales lo que sabes hacer. 

Tras ajustarse por última vez la camisa y la chaqueta, Denshi bajó las escaleras de su casa y salió a la calle donde su madre le esperaba en el blanco coche familiar. La Academia no estaba lejos, pero ir en coche era lo más conveniente. Mientras permanecía sentado en el asiento trasero, el joven se metió un diminuto aparato eléctrico en la boca. Su madre le dirigió una mirada de reproche desde el espejo retrovisor.

-Denshi, sabes que no puedes llevarte eso a la Academia.

-Lo siento mamá... -dijo Denshi mientras retiraba el aparato de entre sus labios y lo depositaba en el asiento contiguo del coche-. Es que me siento más seguro con él.

-No te preocupes, cariño. -dijo su madre entre pequeñas risitas-. Te lo vas a pasar en grande, ya lo verás.

El pulso de Denshi aumentó drásticamente cuando vio por primera vez el edificio de la U.A. Algunos jóvenes ya se congregaban en su entrada y un pequeño grupo, mas o menos de su edad, parecían estar en medio de una agradable conversación.

-A por ellos, Denshi, tú puedes. -dijo una última vez su madre al tiempo que él bajaba del coche.

La U.A. Una enorme academia para jóvenes aprendices de héroe de todo Japón. Y él, un muchacho poco especial, había conseguido entrar. Respiró hondo y decidió que lo mejor que podía hacer era socializar un poco, aunque aquello lo aterrase. Se forzó a caminar en dirección al pequeño grupo. Pudo entrever lo que parecía ser un chico murciélago, una chica medio lagarto, un joven encapuchado y otro de cabellos negros y azules. Por sus apariencias, aunque no fuera demasiado sencillo, pudo deducir que todos tendrían más o menos su edad, lo que aumentaba sus probabilidades de que pertenecieran a su misma clase. Rápidamente pensó para sí que debería evitar las referencias matemáticas y estadísticas por el momento si quería hacer amigos.

Cuando llevaba medio camino andado, advirtió que varias personas se habían acercado al pequeño grupo y parecían estar entregándoles algo en mano. ¿Sería algo que tendría que ver con la academia? Uno de ellos, advirtió que el joven se acercaba al pequeño grupo y se dirigió hasta Denshi rápidamente, depositando en sus incredulas manos un aparato de música.

-¿Pero que demonios...? -dijo Denshi sin saber como reaccionar.

Con una atónita mirada, terminó por llegar hasta el pequeño grupo, no sin antes dirigir una atenta mirada al joven de gafas de sol. Un momento, ¿ese no era...?

-Ho... hola -se presentó ante el grupo-. Eh... esto... me llamo Kosoku Denshi, aunque todos me llaman Denshi. Estoy en la clase 1-A... Encantado de conoceros. -no podía disimular su nerviosismo mientras bajaba ligeramente la cabeza.

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09/10/2018, 15:44
Naito Wakashimazu

Miré a la chica lagarto y analicé su tono de voz al responder. 

No suena excesivamente preocupada, ciertamente. Me pregunto cómo combatirá. 

Asentí con calma cuando el chico encapuchado me respondió el saludo. Era un tono más pausado respecto al de la chica. 

De repente, una caja de un teléfono móvil de última generación cayó en mis manos, se la volví a entregar a uno de los criados de la persona que había armado este reparto. 

- Me pregunto en qué lugar habrá quedado - dije apuntando hacia la agitación, después me dirigí hacia el encapuchado - ¿En la televisión? Es posible, también me resulta familiar. Aunque es algo... ostentoso. 

Saludé con la mano al recien incorporado Takeshi, aunque no parecía dirigirse a mi. Paré mi atención en el otro chico que se incorporó, Kosoku Denshi, alcé levemente la mano. 

- Encantado Denshi, espero que podamos colaborar juntos en el futuro.

Se le ve algo nervioso, espero que logre dominar su temple. El nerviosismo puede bloquear su gran potencial. 

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09/10/2018, 15:50
Hikaru Kenshi

Como ya era costumbre, Hikaru y su hermano se prepararon por la mañana con toda tranquilidad y alegría, dejando que su hermana se despertase por si sola cuando ya solo le quedasen algunos minutos para prepararse; luego de la broma que les había hecho ayer, no considerarían ser suaves con ella el día de hoy.

De camino a la Academia, no pararon de mostrar esa sonrisa a Ann para que se mantuviese alerta a cualquier broma repentina, aunque realmente no le harían nada; mantenerla intranquila ya era suficiente durante el viaje en metro.

Una vez en aquel lugar, siguieron lentamente a su hermana mientras esta lanzaba alegría y emoción hacia todas partes. La expresión de ambos no había cambiado durante todo el viaje, pero en cuanto vieron a Ann caminar hacia atrás, apunto de chocar, no pudieron evitar mostrar una verdadera sonrisa, la cual se convirtió en risa al verla en el suelo.

-¡Ann! ¡El suelo no se irá a ninguna parte! -bromeaba Akemi con una gran sonrisa.

Ambos hermanos eran totalmente idénticos, a excepción de la dirección en la que se peinaban. Pero aparte de eso, era imposible diferenciarlos cuando usaban la misma ropa, en este caso el uniforme de la academia.

Entonces, los gemelos se acercaron al chico con el que había tropezado su hermana, sin ayudar a levantar a esta.

-Lo lamentamos -dijeron a la vez, antes de que Hikaru prosiguiese. -. Nuestra hermana es un poco tonta e inocente cuando visita nuevos lugares.

Aprovechando que Ann estaba en el suelo, algo indefensa, Akemi abro su mano derecha y soplo sobre esta en dirección hacia su hermana... No había pasado nada fuera de lo normal, pero el resto de personas pudieron ver como la chica había hecho una reacción muy defensiva ante el soplido de su hermano; nada como fingir que iba a usar su singularidad para hacerla quedar como tonta, más de lo que ya lo había hecho ella misma.

Por otro lado, un chico rico llego tirando riqueza hacia todas partes. No se cortaba a la hora de demostrar quien era.

-Conque un visitante de otro país... -los hermanos se vieron entre ellos y asintieron, para luego salir disparados hacia el chico de cabello azul(Hirotaka), tomando en el camino el regalo que les dieron los criados.

-Oye, parece que eres nuevo en el lugar -comento Hikaru, mostrando una cara de disgusto mientras miraba el reproductor que le habían dado. -. Supongo que no estarás informado, pero aquí es de muy mala educación el dar regalos el primer día de clases...

-Si, si -le apoyo Akemi. -. Los regalos solo se pueden dar en fechas específicas...

-Aparte, tampoco deberían ser tus criados quienes los entreguen: si no te tomas la molestia en darlos tu, significa que no te importa darlos.

-Si, si -volvió a apoyarle su hermano. -. Te lo decimos para que puedas tener una buena reputación aquí, no por otra cosa.

-Ya es muy tarde para remediar tu error, pero puedes continuar de otra forma: La próxima vez que te encuentres con alguien, debes saludar sacando la lengua y mirándole fijamente a los ojos; en otros lugares lo pueden considerar una mueca, pero aquí es señal de alguien grande y respetuoso. No lo olvides.

Tras dar unos grandes consejos a Hirotaka para que mantuviese un buen estatus en la Academia Japonesa, ambos hermanos se dispusieron a ir hasta el salón; ya tendrían tiempo para seguir molestando a su hermana y al chico rico después.

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09/10/2018, 16:13
Reika Ayanami

Miro a Kugyo simplemente asintiendo con la cabeza a su obvio comentario. Pico con mi puño derecho mi caparazón, escuchandose un sonido claramente robusto.

-Es natural, por si te lo preguntas.

Justo entonces, varios alumnos empiezan a aparecer, como convocados de golpe por la misma carta que los que ya estábamos allí. Me percato que tanta gente pone nervioso a Yami, quien parecía haberse retraido de golpe. Todos los que empezaron a presentarse parecían gente sacada de las novelas o los cómics. Raros, con actitudes pintorescas y sobretodo excentricos la mayoria. Sin embargo yo no podía hablar mucho, seguramente era de las más raras en cuanto a apariencia.

Pego un buen vistazo a todos los presentes, saludandoles de un gesto con la mano a todos los que se presentaban, quedándome con algunos detalles de sus comportamientos, vestimentas y actitud frente a la presentación. Al escuchar a Kugyo mencionarme la fama que ostentaba aquel extraño extranjero de pelo azul y obvia riqueza, le miro con cara de indiferencia.

-¿Eh? No. No le conozco de nada. Ni siquiera me suena.

Uno de sus supuestos criados me da un ramo de flores con su foto. Me lo quedo mirando con cara de pocos amigos. No tardo ni un instante en soplar levemente sobre las flores, prendiéndoles fuego tanto a estas como a su auto firmada foto. No dejaba de tener los brazos cruzados cuando ignoro al sirviente y le miro directamente a él de mala gana.

-¡Eh, tú! ¿Quien te crees que eres? Puedes meterte ese ramo y esa foto por donde más te convenga. No tengo ni santa idea de quien eres, pero sé que los tipos como tú no me gustan. Que no se te vuelva a ocurrir el tomarte tantas confianzas conmigo.

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09/10/2018, 16:45
Hirotaka Azahar Azzam

Desde luego todos estaban maravillados con su actitud, era algo natural…a fin de cuentas era un recién llegado, un extranjero de piel morena y procedente de algún lugar que apenas habían escuchado mencionar, pero algún que otro estudiante parecía reconocerle, o al menos sonarle su cara…tampoco había que ser demasiado listo, era cuestión de sumar dos más dos y fijarse en que aquel chico era un ricachón o algo por el estilo.

A pesar de su introducción, la cual buscaba granjearse amigos y conocidos, alguna que otra persona no tardó en declinar aquel regalo que hizo con tanto esmero…tuvo que dar ordenes a sus criados de colocar su propio teléfono privado en la agenda de cada uno…parecía que su plan de hacer amigos se estaba torciendo un poco, pero para su sorpresa se le acercaron unos gemelos, parecían algo disgustados y el muchacho no tardó en borrar su sonrisa, preocupado por el aspecto y palabras de los jóvenes.

-¡Si, si, soy nuevo, apenas llevo unos días aquí y…!...-Pero antes de poder presentarse, los chicos comenzaron a decir que era de mala educación regalar cosa a los demás.-Oh…yo…¿es…es un insulto o algo parecido?.-Preguntó escandalizado, preparándose para dar una orden a los criados y que apartaran los regalos de las manos de sus nuevos dueños.

-En…entiendo, debería dar yo mismo los regalos…lo siento de corazón, tenéis mi más sincera disculpa queridos amigos…quería empezar con buen pie y parece que lo estoy haciendo mal, perdón otra vez.-Dijo con toda la solemnidad que podía tener un príncipe.-De donde yo vengo, esto se considera una ofrenda de gratitud…es que veréis, soy el prin…-Pero antes de poder seguir hablando, los muchachos le explicaron que tenía que saludar a los demás haciendo una mueca, la cual significaba señal de gran respeto.-¡Oh!, lo entiendo, lo entiendo, muchas gracias por vuestra ayuda jóvenes amigos, ¡espero veros pronto en clase!-Se despidió cuando estaba a punto de sacarles la lengua, tal y como le habían explicado, pero de repente escuchó el grito de uno de sus criados, alarmado por la quema del ramo de rosas y su propia fotografía.

El pobre criado recogió las cenizas con un recogedor y con los ojos llorosos, ¿Por qué le hacían eso a su príncipe?

Pero de repente, se le acercó una chica rubia, grande y fuerte, la que rechazó el ramo de rosas…no dudó en insultarle y decirle que se metiera ese regalo por donde no brilla el sol…algo poco decoroso, incluso dijo que no le gustaba. El joven la miró durante unos segundos y un extraño brillo apareció en sus ojos mientras hacía una piruleta digna de un bailarín de ballet y agarraba con suavidad la mano de la chica.

-Oh…dulce y hermosa flor, este humilde servidor jamás osaría tratarla a usted de mala manera, una belleza rubia, de preciosos ojos azules y semejante apariencia…hace estremecer cada fibra de mi cuerpo, ni siquiera su precioso cabello puede compararse a la divina y gloriosa luz del sol…por favor, acepta esto como muestra de mi gratitud…-Dicho eso rebuscó en los pantalones de su uniforme y sacó un anillo con un diamante, ¡de gran tamaño!, ese pedrusco debía de pesar casi un kilo.-Por favor, conviértase en mi dama…prometo tratarla con todo el respecto que un humilde príncipe como yo podría tratar a una princesa como usted…juro por mi honor, yo Zahid…no, Hirotaka Azahar Azzam…que la haré feliz el resto de su gloriosa y preciosa vida.

¡Le salían hasta corazones de los ojos!