Partida Rol por web

https://www.google.com/maps/place/Av.+Soldado+de+la+Frontera+5144,+C1439+CABA/@-34.6845045,-58.4639629,3a,75y,56.12h,102.45t/data=!3m6!1e1!3m4!1shix354AkomLKiXoII6uYEg!2e0!7i13312!8i6656!4m5!3m4!1s0x95bcceaa6c921e33:0x12b0596b00086c7f!8m2!3d-34.6844654!4d-58.4639435

En la calle Soldado de la Frontera, subiendo una escalera que era parte de un edificio, conocido como los "monoblocks", al lado de un kiosko (donde se venden caramelos, bebidas, y cosas por el estilo) estaba la sala de atención primaria. Era domingo al mediodía y se sentía un cierto olor a carne asada no muy lejos de ahí. Los típicos asados argentinos, en esa zona abierta el olor viajaba más rápido. Amanda estaba atendiendo en la sala junto a otro doctor. No había muchos hospitales cerca. 

Como no había nadie esperando a ser atendido, Amanda si quería podía ir a comprar algo al maxikiosko o descansar un poco. Era domingo, estaban entrando en la primavera y el día estaba bastante lindo, despejado y tranquilo. Solo sería rota esa tranquilidad por un grito a lo lejos. 

-Doctora... doctora- se veía de muchos metros corriendo a un chico. Amanda lo reconocío, lo había atendido muchas veces. Era Coqui. Era un chico de 10 años. Jugaba al futbol en potreros del barrio (así llaman a canchas de futbol precarias) y más de una vez lo habían golpeado ya sea jugando o fuera de la cancha. Ahora parecía estar bien, pero sus gritos eran bastante desesperados. 

- El gozo y la serenidad de la que disfrutaba, esa fresca brisa mezclada con las especias y sal aliñadas que venían de algún asador cercano se vió tronzada por una voz infantil, lastimera o nerviosa, no sabría aseverarlo con certeza, pero lo que tenía claro era a quién pertenecía ese registro -'Coqui!' - Pensé para mi, y me volteé para ver qué le sucedía. Me acerqué aún más a la entrada del hospital y esperé por él. Miré a ambos lados de la calle, cerciorándome de que no pasaba ningún coche - !Vamos, cruza! - Haciéndole gestos para que no se demorase en cruzar. - ¿Qué sucede? ¿Porqué estas tan alterado? ¿Estas herido? - Mientras lo revisaba con la mirada por si tenía algún tipo de magulladura visible.

El chico no subió las escaleras: era perder demasiado tiempo. Prefirió llegar a donde lo podía escuchar Amanda y hacer algo tan simple y estupido, pero efectivo como gritar. 

-El tren le agarro la pierna a un amigo!!! Se esta desangrando. Es aca a 4 cuadras. AYUDAA POR FAVOR, SE VA A MORIR!!!- gritó Coqui, Amanda notó las lagrimas en la cara, no sabía si de la desesperación o por el esfuerzo de seguramente haber corrido esas cuadras a todo lo que le daba. 

El resto de la gente que estaba por ahí, incluido quien trabajaba en el kiosko salieron a ver que decía Coqui. Algunos, aunque no podían realmente ayudar como Amanda iban a ir a dar una mano. 

- ¡Voy a por mi maletín, quédate ahí, ya voy! - Rauda tanto como pude cogí un botiquín de primeros auxilios y mi maletín, lo necesario para aplicarle un torniquete y traerlo antes de que se desangrase y volví junto a Coqui, apremiándole a que me indicase dónde estaba - ¡Dime la dirección y a qué altura y sígueme! - Le dije y salí corriendo hacia allí una vez me dió esas indicaciones,sin esperar por él, ya sabía a dónde me dirigía.

Coqui te espero y fue corriendo con vos. Pasaron por esas zonas abandonadas, con fábricas viejas, directo hacia las vías del Roca. El chico a pesar de su edad se la pasaba jugando al futbol y su estado físico era envidiable. En el suelo había un chico, de tez no muy clara, como del norte, Jujuy o alguna zona así. Había dos personas, una mujer y un hombre a su lado, parecían ser de alguna villa miseria cercana, la mujer lo abanicaba y el hombre intentaba darle agua. El hombre parecía apenas consciente. Se veía bastante pálido. Coqui no se freno en ningún momento. 

-Llamamos a la ambulancia ya pero dicen que van a tardar como 30-40 minutos- 

Amanda escucho eso pero cuando vio el cuerpo y no solo el cuerpo sino la pierna, instintivamente se freno. Estaba la sangre a unos metros, la que había perdido y la pierna probablemente estaría mucho más lejos ya perdida. El corte era totalmente irregular a la altura del muslo. Debía estar perdiendo sangre a "roletes", pero en su lugar la herida parecía sola haber comenzado un proceso de cicatrización porque si bien perdía sangre, la cantidad no era la que correspondía y el chico no parecía estar en el shock por la pérdida de sangre que debería estar. Había algo mal ahí.

- Me acerqué rápidamente y abriendo el botiquín cogí un rollo de vendaje para aplicarle un torniquete y que la masiva herida dejase de sangrar - 'Ya veré luego cómo ha sucedido y porqué me aparenta tan inusual' - Pensé para mi mientras digo - ¿Y hace cuánto de eso? - Refiriéndome al tiempo transcurrido desde que avisaron a la ambulancia

Amanda tira Inteligencia más Medicina dif. 6

-Hace diez minutos, doctora- dijo el hombre que había intentado darle agua con una botellita. La mujer lo abanicaba. Con el calor que hacía que si bien no era sofocante, tanto tiempo ahí tirado tampoco era bueno, pero tampoco podían moverlo sin una camilla o algo así a riesgo de que aumentara la pérdida de sangre. El hombre que estaba con la pierna cerrada cerró los ojos, si le tocabas el pulso seguía con pulso, casi que normal. 

Coqui con desesperación te dijo: -¿se va a salvar?- casi que le caian las lagrimas de los ojos, nunca había visto morir a nadie y probablemente tampoco quería verlo.

- Hago lo que puedo pero no tengo todo lo que necesito - Hice una pausa - Es mejor llevarlo al hospital pero va a ser complicado llevarlo - Mirando a los presentes - ¿Alguien tiene un coche para llevarlo al hospital? - Mientras pienso - '¿Cuánto les lleva a éstos de la ambulancia para llegar hasta aquí?'

-Yo voy a buscar a alguien doctora- dijo Coqui, bastante alterado pero esperando el ok de la doctora para salir corriendo. Lo cierto era que sabias que no era normal lo que le pasaba al joven, en condiciones normales por el tiempo desangrandose debería estar muerto, sin embargo estaba bien. Fuera de eso armaste un torniquete algo rustico con lo que podías, pero no notaste que fuera demasiado efectivo. Lo cierto era que la perdida de sangre al ser minima, tampoco iba a cambiar mucho la situación. Sospechabas que no corría peligro, pero también que ahí había algo más. 

Una vez que Coqui salió, tardo alrededor de 5-6 minutos en volver en un auto. Un Renault 12 bastante roto, pero que se movía: 

-Doctora, vaya usted por si le pasa algo en el viaje- dijo uno de los que lo encontro, mientras se preparaba para ayudarlo. El auto lo manejaba un hombre de tez oscura. Amanda apenas saludó noto que apenas se le entendía y debía ser de otro país de sudamérica, porque aunque hablaba castellano, el mismo era extraño. 

- Muy bien - Respondí al que lo encontró, ayudé a subir el cuerpo del joven en los asientosposteriores del Renault 12 - Intentaremos llevarlo al hospital - Y me giré al conductor - Al hospital Cecilia Grierson. Avenida Gral. Francisco Fernández de la Cruz 4402, no está muy lejos de aquí. - Dije pronunciando claramente para que me pudiera entender perfectamente - ¡Rápido por favor! - Una vez dentro me puse en los asientos posteriores, para tomarle el pulso y comprobar su respiración - 'Todo saldrá bien, es muy joven para sufrir así Señor' - Pensé como rezando para mis adentros

El tipo empezo a andar, pero cuando estaban llegando recordó algo. 

-Me parece que no tienen para operar ahí! Lo abrieron hace poco ese.... lo voy a llevar al Santojanni son 25 cuadras pero es lo que hay más cerca- dijo acelerando el auto. El chico en cuestión si bien no estaba consciente no estaba perdiendo sangre, y parecia mantener el pulso estable. Cuando llegaron, se bajó a los gritos el conductor y logró que se acercaran con una camilla a buscar al chico en cuestión. Los paramedicos aprovecharon para hablar con Amanda y el acompañante. 

-¿Qué le pasó?- le habían tomado ya el pulso y estaban trabajando sobre como moverlo para que no perdiera más sangre. 

El hospital Santojanni se veía de afuera algo derruido, gris y la mayoría de la gente que había cerca se veía que era de clase baja, muchos morochos, pobres. Había gente en la puerta que pedía dinero. 

- El tren le agarró la pierna al joven. Ésto sucedió a unas cuatro manzanas del centro de att. primaria Cecilia Grierson y allí no tenemos nada para socorrerlo, por lo que supuse que habría más opciones trayéndolo aquí - Respondí a los paramédicos - Me llamo Amanda Torres, soy médico y trabajo allí voluntariamente algunas horas a la semana - Como adivinando su siguiente pregunta - Voy con ustedes para ayudar en lo que sea necesario.

-Esta bien- dijo quien lo había recibido. Lo subieron a la camilla, el joven no hizo señal de quejarse- no parece haber infección, ni tampoco mucha pérdida de sangre. Pero vamos a tener que llevarlo al quirofano... ¿tienen los datos? ¿Tipo de sangre?- preguntó el hombre que le había respondido a Amanda- es un milagro que no se haya ido, o que no haya perdido más pulso... hizo un muy buen trabajo- le dijo a Amanda, atribuyendo el estado del chico a ella. 

Lo fueron entrando y a Amanda la dejaron acompañarlos, al menos hasta que entrara al quirofano el chico. 

- Hice lo que pude - Digo honestamente - No, no tengo esos datos, fue todo de repente, me avisaron y fuí hacia el lugar del suceso - Mirando si el chico llevaba alguna cadena o pulsera con su grupo sanguíneo - Sino tiene no se lo que un análisis así puede llevar pero la del tipo 0- es donante universal, aunque escasa...

-No hay problema, nos arreglaremos, no se preocupe. Nos ocupamos nosotros de aquí en adelante- dijo el médico del Hospital, agradeciendole nuevamente a Amanda. El doctor se despidió y lo entraron al chico a una sala, donde lo iban a preparar para el quirofano -la tiro de vuelta a la Salita?- preguntó el hombre que en el Renault 12 te había llevado hasta el Hospital. 

Al parecer no había mucho más para hacer ahí, aunque Amanda tenía en claro que algo MUY raro había en el chico este. 

- Dirigiéndome a mi interlocutor - Muy bien, me quedaré en la sala de espera - Y volviéndome al conductor - No, muchas gracias. Me quedaré para ver cómo evoluciona. Por cierto - Y saco un billete de 20 pesos - Ésto por las molestias de traer al muchacho y ésto - Sacando unas monedas - Para que me llame tan pronto como llegue al barrio y pregunte a Coqui por el nombre del joven, ¿o acaso sabe usted cual es?

-No, ni idea, nos lo llego a decir pero Coqui es verdad que capaz lo conoce... ojala que se despierte y le pueda decir el... - dijo el hombre tomando el billete y el papel- que tenga suerte y mandale saludos al accidentado- se despidió y Amanda quedó en la sala de espera del Hospital. Tenía un aspecto hasta tétrico. Iluminada con tubos de luz, algunos fallaban y hacían el lugar algo insoportable de mantener la mirada fija. Había gente que estaba durmiendo ahí. Otras personas charlaban en voz baja y había mujeres con niños pequeños que hablaban más fuerte. Las sillas y asientos estaban abiertos y la espuma en algunos casos salidas. Se veía el lugar con poca higiene. No era como un Hospital debía ser. 

- Vale, pero no se olvide de llamarme con el nombre del chico - Dije al hombre antes de que se fuera - 'No vaya a ser que se despiste' - Pensé para mi mientras miraba las condiciones del centro, paseando en alguna silla, mirando al personal por si reconocía a alguien y a la espera de noticias del joven, de su parte, mientras me acerco a recepción - Por favor, ¿puede decirme a qué habitación lo llevan?

A la hora llego la llamada, se llamaba Carlos (Carlitos) le decían Isidro. El hombre te comentó que vivía en la villa 20 lo que era una zona muy díficil para entrar no siendo de allí. 

-Ahora va a prepararse al quirofano, después a terapia intermedia seguramente y si no se complica más- el tiempo pasó y el lugar se fue renovando de otra gente, muchos que iban por problemas menores, hasta que llego uno herido de bala y ahí la cuestión empezó a revolucionarse un poco. Parecía venir acompañado de otros jovenes, ninguno tendría mucho más de 20 años y parecían venir de un partido de futbol, llevaban unas camisetas verdes y negras. Poco antes de las cuatro salió un médico que Amanda reconoció y como no vio a nadie se acercó a ella.

-Esta bien el chico, milagrosamente y no sabemos como no perdió mucha sangre y esta estable. La herida ya esta cauterizada, seguramente mañana va a poder irse. ¿Usted es familiar?-