Partida Rol por web

"Una mala mañana" ni siquiera empieza a ajustarse a la realidad cuando te despiertan fuertes golpes en la puerta a las 7 a.m. de un lunes. Dos oficiales de rasgos duros de Caballero Errante y media docena de patrulleros esperan en el umbral, todos ellos sonriendo como si hubiesen ganado la lotería. Te leen tus derechos respecto a un robo a mano armada que la verdad no te suena de nada, te ponen las esposas y lanzan de malos modos al interior de un Patrol-1. 

Veinte minutos después, te encuentras en una oscura y opresiva sala de interrogatorios de la vieja comisaría de los Estrella Solitaria en el centro (actualmente una franquicia de Caballero Errante^TM), siendo interrogado de manera entusiasta por un enano anglo llamado el Detective Quinn y un orco amerindio llamado Detective Redoak.

Te percatas de la ironía antes de llegar a la mitad del interrogatorio, de una hora de duración, mientras te hacen las mismas preguntas una y otra vez (y ya puestos, más y más fuerte). Tú no tuviste nada que ver con el camión de commlinks que fue secuestrado en Tacoma a las 8.00 p.m. la noche pasada. "Injustamente acusado" no es un adjetivo que normalmente se te aplique, pero incluso un reloj roto es inocente dos veces al año, o algo así. Casi se te escapa una sonrisa, ya que no hay manera de que puedan colgarte el muerto.

No pasa mucho tiempo antes de que los detectives se cansen de tu cara de póquer y se den cuenta de que no van a ningún lado con ese rollo poli bueno, poli malo. Te sacan a rastras de la minúscula sala de interrogatorios y te dan el paseillo hasta una de las celdas de mantenimiento llena de indeseables como tú, un puñado de sospechosos poco habituales.

Orfebre se detiene inmediatamente al pasar el umbral de la celda. Con gesto despreocupado y abstraido, la boca entreabierta y sin fijar los ojos directamente en los de nadie de los presentes, hace un barrido por la sala, lento pero sin detenerse. Se frota la nuca mientras vacila hacia un rincón libre de la pared, apoya la espalda en ella. Se encoge de hombros.

¿Cuándo nos llaman para el curso de "aprende a amar a tu hermano mayor"? ¿No era así la cita?

Vuelve los ojos al techo mientras se deja deslizar hasta sentarse en el suelo con los pies separados y los antebrazos colgando por delante de las rodillas. Bosteza. Desde aquí, decide entretenerse echando un vistazo a la celda en sí, con especial atención a la entrada que acaba de atravesar.

Mal karma. Esa podría ser la definición de mi vida desde mi deserción del mundo corporativo. Detenido por un crimen que no he cometido no obstante, se muy bien que podrían hallar otras razones para esta detención. Por tanto, me mantengo impasible hasta que el enano y el orco, acaban con su representación. Finalmente acabo junto a un variopinto grupo de detenidos en una celda común. Y es alli donde escucho a uno de los detenidos haciendo una demostración de humor un tanto particular. Por mi parte, nunca terminare de entender el humor occidental, asi que sencillamente me mantengo en silencio mientras examino con detenimiento el entorno buscando alguna posible ventaja.

Vaya parece que toca hacer como que se ganan el pan con el sudor de la frente, bien sigamosle el juego.

No opongo ningunaresistencia y acompaño de buenas maneras a los señores de Knigh Errant, parce que el hecho de que colabore no mejora sus modales, debe ser porque quieren parecer duros en un barrio donde si no se aprenta ser mas duro qeu el acero te comen vivo en cuestión de minutos.

Bien esto parce sacadode un holovideo de policias de los primeros 2000, poli bueno y poli malo.Tengo 3 opciones una me hago el duro y los cabreo,mala opción puedo acabar recibiendo hasta en el SIN. Dos me hago el tonto y el asustado, buena opcion con un poco de suerte me dejan en paz. Tres uso mi magia les implanto una suestión y si son debiles de voluntad vuelo a casa en un par de horas, mala opción, mejor no descubrir mis talentos.

 Asi pues me hago el tonto y el asustado en la sesión de interrogatorio, perocual es mi decepción cuando esta acaba y me mandan a las celdas comunes, empiezo a pensar que debería de haber usado un poco de mojo.

 Cuando me llevan a por el pasillo intento adecentar un poco mi imagen, una buena imgen puede evitarte problemas, una excesiva buena imagen puede creartelos.

 LLego a la celda e intento pasar desapercibiddo buscando un rincon en el que fundirme con el entorno, una vez allí hecho una vistazo desde el Astral a mis compañeros de "fiesta", un elfo precavido vale por 6, mas vale saber con quien comparto espacio vital.

¿Inocente hasta que se demuestre lo contrario?, aja, sí claro, como en las peliculas, salvo que esto es la realidad y aquí un par de CE capullos te pueden endosar todas las pruebas falsas que les salga de las orejas como para empapelarte por ser el mono que mató a Dunkelzah si les place.

Gabriel suspiró mentalmente y se concentro en mantener su mejor cara de poker, respondiendo educadamente pero en tono frio y sin emociones a todas las preguntas de los agentes, a fin de cuentas y para variar, esta vez no tenía nada que ver con toda esta historia.

Al de un rato se cansaron de su numerito de bombo y platillo con lo que Gabriel acabo compartiendo celda con un monton de individuos tan peculiares como el mismo, curiosa forma de empezar la noche el día.

Buenas noches  Buenos días saludo a todos antes de sentarse en una esquina limpia de la celda, tronando el cuello ligeramente por el trato de los CE y esperando a que los CE se cansaran de todo, en algún momento se darían cuenta de que la habían cagado al detenerle..

¿O quizás no?

Gabriel miro a todos sus compañeros de celda, ¿quizas eran todos habitantes de las sombras?, de ser así, esto no era mas que una pantomima muy bien orquestada para reunir a un grupo de SR, algo que puso ligeramente nervioso a Gabriel...¿quién podría estar interesado tanto en ellos para montar este teatrillo?

Encina, que portaba ropas como si hubiera sido una superviviente durante años en la montaña aterriza en la celda con los morros. Su poca corpulencia y falta de habilidad se ponen de manifiesto. Por la timidez de encontrarse fuera de lugar se separa para ocultarse en el lugar más alejado, por asqueroso que fuera, separada de todos y todo. Se agacha y pone de cuclillas, abrazándose el pecho y murmura algo, como un rezo por lo bajo, con la cara congestionada y casi el llanto en su garganta.

No pensaba en los demás, no pensaba en lo que había allí. Solo daba gracias porque no la hubieran violado y pedía a sus ancestros y a la naturaleza que pronte le pidieran que querían de ella.

No se de que hablaban, no entiendo lo que dicen, yo no he hecho nada... eran las pocas palabras que se conseguían entender, y todas erráticas e inconexas, a parte de en una temblorosa voz y una leve causa.

Intentan que avance por las buenas pero está claro que no me conocen o de lo contrario no se acercarían tanto. Un descuido de uno de los guardias provoca que acabe incrustado en las rejas de una de las celdas. Claro, que también provoca un fuerte golpe en mis costillas propinado por uno de los guardias seguido de otros tantos. - Malditos bastardos. - gruño mientras patean mi culo al interior de la celda cerrando la puerta tras eso. - Vaya, cuanta gente reunida. - comento. Un grupo variopinto sin duda. ¿Venís todos juntos?

Orfebre pone cara de alucinado, se sacude en el suelo en el que está sentado, mira intermitentemente y con incredulidad a la mujer que ha entrado.

¿Una mujer? ¿En una celda llena de hombres? ¿En serio? ¿Qué coño os pasa? Grita hacia la puerta.

No espera que le hagan caso. Esta es la forma de rentabilizar servicios policiales privados, supongo. Mira a la mujer, luego a los hombres y entrelaza los dedos. Se distrae mirandose las manos mientras hace tiempo hasta que ocurra algo.

El primer pensamiento es de inquietud. Había encadenado unos cuantos golpes con un par de colegas Shadowrunners, y hacía unas semanas que se limitaba a disfrutar de las ganancias.

Cuando empieza el interrogatorio y ve por donde iban los tiros, no puede evitar que una sonrisa de suficiencia aparezca en sus labios. Lleva unos cuantos fiambres a sus espaldas sí, pero de ese robo no sabe nada, y no se lo van a endosar. Se limita a decir que, como pone bien claro en su SIN (falso) se llama Manuel López Aguirre, y que no se le ha perdido nada en Tacoma.

Su confianza vacila un poco al ver que en vez de soltarle le llevaron a una celda. Mierda, si empiezan a investigar puede que encuentren algo.

Al entrar en la celda se olvida de todo ¿Qué hace una chica metida en una celda llena de matones? Se dirige directamente hacia ella - ¿Señorita*, está usted bien? - y luego al resto de ocupantes -  Como alguien la toque le rompo la madre. Y a continuación este individuo de aspecto rudo y rasgos aztecas, vestido a la última moda de hace 100 años, con pantalones de pana y una chaqueta pesada de piel vuelta**, mira uno a uno a todos los ocupantes de la celda.

*En Español en el original (N. d T.) ;-P

** Es la ropa de calle, evidentemente no es el equipo para las “Runs”

Arqueo levemente mi ceja izquierda ante la aparición de una mujer en medio de todos nosotros. Es el único gesto de sorpresa que me permito pues no quiero desconertrarme mientras examino la celda que ocupamos. Casi se diría que estamos siendo sometidos a algún tipo de examen. Y por mi parte, no me gusta que me examinen desconocidos. Niego levemente con la cabeza al escuchar la pregunta del troll. El cual por cierto, hace que la sensación de agobio en la celda, aumente a causa de su tamaño. Pero es el elfo el que me arranca una sombra de sonrisa, al notar su examen. Podéis llamarme Hayate o Frank, como os resulte mas cómodo. Me es indiferente. Mi voz no es que resuene demasiado. Pero llama la atención de mis compañeros de celda. Y cuando me miran, yo desvío rápidamente los ojos, centrándolos por un brevisimo instante, en las cámaras de seguridad que nos observan haciendo evidente su localización a todos. Y aun bajo un poco mas la voz, mientras dos de los presentes comentan la aparición de la joven, al añadir. Cemento armado. Difícil. Hierro forjado. ¿Quizás mas fácil? Y mi mirada se cruza ahora, apenas otro instante con la del troll cautivo.

Vaya grupito par salira de copas, y encima tenemos un caballero andante.

Easy wey, easy naie va a liarla aqui, la nena esta segura, al menos en la jaula, asique pinche tranquilo no vayas  molestar a alguno de los presentes con tus machadas.

 Le respondo en Atlaner.

Esto empieza estar demasido concurrido. Pienso para mí, mientras valoro lo que se dice y lo que se calla.