Partida Rol por web

Camille

Acto 1, escena 1: En la Corte del Dragón

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12/09/2018, 02:53
El Guardián de los Arcanos

Interludio: Dulces sueños y estrellas negras

[Ambientación: Mount Shrine - The Silence Between Our Houses]

Tarde o temprano, uno se rinde ante el agotamiento acumulado a lo largo del día. Algunos necesitan leer un buen libro o arrimarse a una botella de alcohol antes de poder cerrar los ojos. Otros, sencillamente, sentir junto a ellos el calor de su ser más querido.

¿Pero quién sabe lo que nos encontraremos en nuestros sueños?

¿Cómo explorar más en profundidad nuestros propios paisajes mentales?

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12/09/2018, 03:00
El Guardián de los Arcanos

Ocurrió cada bendito día de la última semana, desde que vio por primera vez a Camille.

No lo había recordado entonces, pero ahora Vytauras la recordaba con más fuerza que nunca. La había vuelto a encontrar en sus sueños. Y volvía a ella cada noche, cada mañana, con cada café y con cada suspiro. Ella era aquel viejo amor de juventud.

Reconstruía, cada vez de manera más vívida, el jardín inglés por el que solían pasear. Recordaba el susurro de los cipreses, su risa, las promesas de amor que se hicieron aquel verano.

¡Ah! ¡Si tan solo pudiese volver a verla una vez más!

Pero al despertar de sus ensoñaciones, la vida se le hacía cada vez más gris, cada vez más sobria. La vigilia era más irreal cuanto más nítidos eran sus recuerdos. Ah, y recordaba. Vaya si recordaba. Jamás podría olvidar las últimas palabras que le dijo Camille antes de despedirse:

No me olvides nunca, Antoine. Búscame. No soy ningún fantasma y solo tú sabes dónde encontrarme.

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12/09/2018, 03:12
El Guardián de los Arcanos

Ocurrió cada bendito día de aquella última semana, desde que vio por primera vez a Camille.

No lo había recordado entonces, pero ahora Desmond la recordaba con más fuerza que nunca. La había vuelto a encontrar en sus sueños. Y volvía a ella cada noche, cada mañana, con cada café y con cada suspiro. Ella era aquel viejo amor de juventud. 

Reconstruía, cada vez de manera más vívida, el parquecito en el que solían pasar las tardes. Recordaba el murmuro del arrollo, su risa, las promesas de amor que se hicieron aquel verano.

¡Ah! ¡Si tan solo pudiese volver a verla una vez más!

Pero al despertar de sus ensoñaciones, la vida se le hacía cada vez más gris, cada vez más sobria. La vigilia era más irreal cuanto más nítidos eran sus recuerdos. Ah, y recordaba. Vaya si recordaba. Jamás podría olvidar las últimas palabras que le dijo Camille antes de despedirse:

No me olvides nunca, Aurélien. Búscame. No soy ningún fantasma y solo tú sabes dónde encontrarme.

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12/09/2018, 03:14
El Guardián de los Arcanos

Ocurrió cada bendito día de aquella semana, desde que vio por primera vez a Camille.

No lo había recordado entonces, pero ahora el padre Regnard la recordaba con más fuerza que nunca. La había vuelto a encontrar en sus sueños. Y volvía a ella cada noche, cada mañana, con cada café y con cada suspiro. Ella era aquel viejo amor de juventud, mucho antes de ser ordenado como sacerdote y vestir el hábito. 

Reconstruía, cada vez de manera más vívida, el robledal junto a la capilla en el que solían almorzar. Recordaba el olor de la tierra mojada, su risa, las promesas de amor que se hicieron aquel verano.

¡Ah! ¡Si tan solo pudiese volver a verla una vez más!

Pero al despertar de sus ensoñaciones, la vida se le hacía cada vez más gris, cada vez más sobria. Ni tan siguiera el arte lograba amainar aquella soledad. 

La vigilia era más irreal cuanto más nítidos eran sus recuerdos. Ah, y recordaba. Vaya si recordaba. Jamás podría olvidar las últimas palabras que le dijo Camille antes de despedirse:

No me olvides nunca, Mathieu. Búscame. No soy ningún fantasma y solo tú sabes dónde encontrarme.

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12/09/2018, 03:18
El Guardián de los Arcanos

Ocurrió cada bendito día de aquella semana, desde que vio por primera vez a Camille.

No lo había recordado entonces, pero ahora el pobre Tanka la recordaba con más fuerza que nunca. La había vuelto a encontrar en sus sueños. Y volvía a ella cada noche, cada mañana, con cada café y con cada suspiro. Ella era aquel viejo amor de juventud.

Reconstruía, cada vez de manera más vívida, los cafés en los que solían almorzar y aquellos largos paseos por el parque. Recordaba el aroma tostado del café, su risa, las promesas de amor que se hicieron aquel verano.

¡Ah! ¡Si tan solo pudiese volver a verla una vez más!

Pero al despertar de sus ensoñaciones, la vida se le hacía cada vez más gris, cada vez más sobria. ¡Hasta la comida de los mejores restaurantes de París le resultaba insípida! 

La vigilia era más irreal cuanto más nítidos eran sus recuerdos. Ah, y recordaba. Vaya si recordaba. Jamás podría olvidar las últimas palabras que le dijo Camille antes de despedirse:

No me olvides nunca, Patrick. Búscame. No soy ningún fantasma y solo tú sabes dónde encontrarme.

Notas de juego

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12/09/2018, 03:21
El Guardián de los Arcanos

Ocurrió cada bendito día de aquella semana, desde que vio por primera vez a Camille.

No lo había recordado entonces, pero ahora el señor Poincarde la recordaba con más fuerza que nunca. La había vuelto a encontrar en sus sueños. Y volvía a ella cada noche, cada mañana, con cada café y con cada suspiro. Ella era aquel viejo amor de juventud, mucho antes de conocer a su amada Rose.

Reconstruía, cada vez de manera más vívida, los museos que solían visitar y aquellas escapadas a l. Recordaba la brisa fresca y el suave tacto de la hierba en las manos, su risa, las promesas de amor que se hicieron aquel verano. ¿Cómo pudo haberla olvidado?

¡Ah! ¡Si tan solo pudiese volver a verla una vez más!

Pero al despertar de sus ensoñaciones, la vida se le hacía cada vez más gris, cada vez más sobria. Hasta el retrato de su difunta esposa le parecía cada vez más gris y mustio. 

La vigilia era más irreal cuanto más nítidos eran sus recuerdos. Ah, y recordaba. Vaya si recordaba. Jamás podría olvidar las últimas palabras que le dijo Camille antes de despedirse:

No me olvides nunca, Tristán, querido. Búscame. No soy ningún fantasma y solo tú sabes dónde encontrarme.

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12/09/2018, 03:26
El Guardián de los Arcanos

Inicio del Primer Acto:

Una semana había pasado desde la inauguración, aquel maravilloso o fatídico día en el que habían visto el cuadro por primera vez. Ahora, los teléfonos de todos aullaron en la fría mañana parisina. Gascoigne los citó a todos, uno por uno, para tratar esa misma noche un tema de vital importancia acerca de Camille. Aún después de colgar el auricular, ninguno de ellos supo si se refería al cuadro o a la misteriosa muchacha.

En la puerta, barriendo un manto de crujientes hojas secas, se encontraba el siempre servicial Gaspar. Un hombre bastante entrado en años, que peinaba canas y lucía una vieja camisa. Como de costumbre, los saludó amistosamente en cuanto les vio llegar.

Notas de juego

Empezamos por aquí para establecer el orden de llegada. En cuanto estemos todos, continuaremos la escena en el despacho.

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12/09/2018, 10:55
Patrick Tanka

Patrick salió bien vestido como era habitual en él. Un aire distraído le rodeaba, estaba mucho más perdido en sus pensamientos que de forma habitual. La extraña y presurosa llama de Monsieur Gascoigne no había ayudado en nada a empezar el nuevo día que tenía por delante. Muchas reuniones, algunas de ellas importantes estaban en la agenda de Tanka, pero muy en el fondo sabía que si Monsieur Gascoigne había llamado, se tenía que tratar de algo sumamente importante, por lo que tendría que dar prioridad a Gascoigne si la cita se adelantaba. ¿ Será algo relacionado con la venta de Camille? ¿ Acaso habrá encontrado otros compradores? ¿ O el libro ? . Maldita sea, desde que he visto ese cuadro no he podido quitarmelo de la cabeza, y ese sueño....¿ Me pregunto qué significa ? Probablemente le estes dando demasiadas vueltas a las cosas Patrick. Aprovecha tu camino y haz una parada rápida en Le Train Bleu, desayuna con calma, pues creo recordar que hoy tenían una sensacional variedad de bollos recién hechos, tostadas, y esa deliciosa combinación de queso azul, pollo marinado y pan de centeno especiado.

Tras hacer un detour por media ciudad, y habiendo salido con bastante tiempo como para desayunar 3 veces, Patrick por fin se pone en movimiento y comienza su rutina de  exposiciones, cuadros en compraventa, reuniones con gente de alta cuantía política y social. Un par de buenas ventas alegraron bastante el humor de Tanka, que por fin parecía olvidar, aunque fuera por un momento a Camille, aunque eso duró poco. Echó un rápido vistazo a su reloj de bolsillo.

Aún tenía tenía tiempo para parar por el mercado central y pedir un huevo escalfado con pimienta, carne mechada, salsa de higos y un sorbete para bajarlo todo. Decidido, Tanka por fin, puso rumbo a la cita con su colega Gascoigne mientras se preguntaba si acudirían a la cita los demás presentes de aquella noche.

-Saludos Monsieur Gaspar, ¿es posible que sea el primero en llegar?.  Tanka se ajusta bien su abrigo, y se coloca en posición de charla coloquio para intercambiar unas palabras con el hombre.

Si no le resulta inoportuna la pregunta, ¿Monsieur Gascoigne se encuentra bien? noté que estaba algo alterado cuándo recibí la llamada.

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12/09/2018, 12:23
El viejo Gaspar

¡Ah! ¡Buenas tardes, monsier Tanka!

Podría decirse que el viejo Gaspar era un "hombre para todo". En aquella galería se encargaba de cuidar adecuadamente las obras, hacía de vigilante y procuraba mantener a raya a los visitantes para que no ensuciasen demasiado el local. Nadie sabía realmente cómo se habían conocido Gerard y él. Unos decían que era un viejo mayordomo de la familia Gascoigne. Otros, que era un viejo escultor y que andaba de capa caída. Sea como fuere, el viejo Gaspar terminó convirtiéndose en una parte imprescindible de la galería y sentía un gran aprecio por el joven Gerard Gascoigne.

Me temo que el señor Gascoigne se encuentra más allí que aquí; no sé si me explico. Todo el día mirando ese dichoso cuadro, caminado de un lado para otro en su despacho. Me alegra que les haya llamado, sinceramente. Le vendrá bien algo de buena compañía y distraerse un poco.

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12/09/2018, 20:31
Aurélien Desmond

Arrebujado en las sábanas y sintiendo el frío del suelo, Aurélien cuelga el teléfono a ciegas. Como cada noche esta semana, no recuerda haberse levantado de la cama, pero siempre amanece en el suelo y con la cama llena de libros, cuadernos y fotografías viejas. Como los días anteriores, recuerda las noches ebrias y el ambiente cargado de los locales. También reconoce ese regusto anisado en la saliva espesa y los labios resecos, producto de una noche de absenta. Con la cabeza aún danzante, se pone en pie y recoge el desastre sobre la cama, arrojando los artículos con parsimonia a una caja de cartón, como cada mañana. Pareciera que buscaba un recuerdo, una imagen, una frase entre todos los artículos de su memoria. Nunca había estado tan deprimido.

Los retrasos en sus tutorías y las ausencias inexplicables se han pronunciado notablemente en los últimos días, aunque al profesor, a estas alturas, ni siquiera le importa perder su trabajo.

Un trozo de pan duro y una lata fría de judías le sirven de almuerzo y desayuno. La puerta cerrada con llave en su despacho le da cierta sensación de tranquilidad. Aún le quedan dos clases por impartir y no ve la hora de largarse del campus. Camille le espera, está seguro, tras esa llamada de Gascoigne.

Durante la clase, las anotaciones sobre la monarquía húngara de Segismundo de Luxemburgo se desvian peligrosamente hacia comentarios sobre las ruinas de ciudades imposibles y formaciones astronómicas extrañas que habrían propiciado la expansión otomana. Una alumna saca al profesor de su estupor, advirtiéndole que su comportamiento estaba siendo errático y que no paraba de mirar las manchas de tiza en la inmensa pizarra mientras hablaba de "estrellas negras".

Desmond abandona la clase sin decir palabra, tras apuntar en la pizarra algunos nombres y fechas del periodo del regente húngaro para sus alumnos.
Desmond decide saltarse su siguiente clase y acudir a la reunión con Gascoigne. Se presenta allí en taxi y con una camisa manchada de judías, sin corbata y sin afeitar, contrastando con la elocuente vestimenta de Patrick.
Patrick, amigo mío, veo que viene usted del mejor de los humores. Me temo, Gaspar, que yo no soy el más indicado para elevar los ánimos de nadie. El profesor se peina con los dedos y se rasca la barba, tras ello, se coloca un cigarrillo en los labios y hace gestos a Gaspar, pidiendo fuego.

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12/09/2018, 23:38
Padre Mathieu Regnard

Mathieu Regnard no tarda mucho en llegar y reunirse con sus compañeros, algo más puntuales. Aunque unas ciertas zonas sombrías bajo sus ojos delatan que no ha pasado las mejores noches de su vida últimamente, su ánimo parece seguir siendo el habitual. Con una sonrisa y voz firme, saluda a Gaspar, Tanka y Desmond estrechándoles la mano.

"Parece que hay un tono melancólico en el ambiente", reconoce, sin dejar muy claro si bromea o deja escapar una muestra de preocupación. "Espero que podamos ayudar a nuestro buen amigo a calmar su espíritu. Realmente parecía agitado cuando me llamó, y si nos ha convocado a todos de esta forma apresurada, es que no es una cuestión menor. Aunque claro, conociendo a los hombres de arte, puede que no sea más que una forma demasiado intensa de expresar su emoción por un nuevo descubrimiento."

Al oír la mención del cuadro, un brillo extraño aparece en sus ojos. Diríase que de pronto muestra un interés renovado en la obra, pese a que la otra vez se limitó a admirarlo con naturalidad y alabar el trabajo del artista.

"Ah, Camille. Reconozco que su belleza ha invadido últimamente mis pensamientos, más de lo que me gustaría admitir. Me pregunto si tendremos la oportunidad de saber algo más del cuadro o los elementos que lo inspiraron."

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12/09/2018, 23:48
Tristán Poincarde

 No había sido una semana particularmente destacable en la rutinaria vida de Tristán. Había estado participando de algunas subastas de poca importancia por los alrededores de París: algún pobre hombre desesperado que quería conseguir un poco de dinero de una viejas joyas de la familia, algunas disputas entre aristócratas por una colección de cucharas de alguna excéntrica persona que paso a mejor vida, algún innovador artefacto para el mantenimiento del pelo de un tímido inventor que llamaría la atención de una o dos mujeres de porte...

 Pero para él eran nimiedades. Trabajos simples y rápidos en donde evaluaba el objeto, escuchaba las ofertas, iniciaba la mecha de la subasta y elaboraba un trato con agilidad y gracia. Pero poco interés le habían generado los últimos encuentros, puesto que durante toda la semana su mente se había quedado vagando en el intacto recuerdo que tenía de la bella muchacha Camille. Le asustaba un poco haberse quedado tanto tiempo pensando en la pintura de aquella muchacha; incluso se sentía un poco culpable pues era la primera vez que desviaba sus pensamientos de su amada y perdida Rose hacia otra mujer...

 Sin embargo eran sentimientos que no había sentido hace tiempo. Su hundimiento en la tristeza y la depresión había sido certero hasta el momento en el que cruzó ojos con la pintada imagen de la joven: un torrente de emociones que no comprendía o que no recordaba habían vuelto a él. Era verdad, estaba asustado... pero curioso y excitado por lo que podía significar todo eso.

 Luego de levantarse y desayunar ligero, se pone presentable y se dirige hacia el despacho del joven Gaiscogne. Al llegar allí, ve a tres de los caballeros que lo habían acompañado la vez anterior y a un hombre entrado de edad. Saludo con un ligero movimiento de cabeza, con un aire tímido similar al que portaba la última vez. Les dedica una sonrisa grata a Gaspar, Mathieu y a Patrick, pero debido al cruce que tuvo con el profesor Desmond la vez anterior, su sonrisa se transforma en un gesto serio pero respetuoso cuando lo mira.

- Buen día, caballeros...

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13/09/2018, 00:45
Antanas Vytauras "Antoine Victor"

Antoine Victor no había estado durmiendo bien, una serie de sueños y recuerdos extraños lo turbaban desde que vio a Camille por primera vez. Pese a ser un hombre generalmente equilibrado y de bastante compostura no podía sacársela de la cabeza, y había llegado a la conclusión de que representaba un deseo inconsciente, el objeto inalcanzable del que Freud hablaba, y que peligrosamente se había convertido en fantasme. Se sentía preocupado por el hecho de obsesionarse así con alguien apenas real, aunque por otra parte era un sentimiento extraño, agridulce, parecido a ese primer amor adolescente. No tenía ningún sentido. Enamorado de un cuadro, totalmente absurdo.

La inquietud y la impaciencia por volver a ver el lienzo hicieron que saliera de su pequeño hotel de la Île Saint-Louis antes de tiempo, con la esperanza de entretenerse, y estuvo tomando café en una terraza ensimismado. Cuando miró su reloj de bolsillo se dio cuenta de que llegaba tarde, y se encaminó hacia la galería, que estaba a unas pocas manzanas. Cuando entró por la puerta pudo ver que era el último en llegar, y saludó impaciente mientras miraba el reloj:

—Bonsoir. Espero que no pensasen empezar sin mi, dijo, esbozando una sonrisa.

 

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13/09/2018, 16:37
Patrick Tanka

Mientras charla brevemente con Gaspar, Patrick observa como se van sucediendo las llegadas de todos los presentes en la presentación del cuadro Camille. Continuando con la conversación.-Desde luego Monsieur Gaspar, estaré más que encantado en intentar ayudar a Monsieur Gascoigne en la medida de lo posible.  Monsieur Desmond, me alegro de verlo como siempre, aunque espero que no vaya usted a compartir ese  humor con todos los que han de llegar, pues espero que esta sea una magnífica noche y que esté a la altura al menos de mi pletórico día o por lo menos sea igual de sorprendente que la noche en la que se nos presentó el cuadro.-

Por un momento la mirada de Patrick se transforma en algo nostálgico. Con un cierto brillo en los ojos digno de un chaval enamorado por primera vez, o de alguien que espera encontrarse con un ser querido después de mucho tiempo.

Poco a poco todos se encuentran ya juntos en el recibidor. Patrick se dedica a charlar brevemente de negocios con Desmond, mientras se seca más por rutina que por nerviosismo o sudor unas inexistentes gotitas de sudor de la frente.

-Bueno, espero no ser el único al que hayan maldito con una terrible inquietud. Monsieur Gaspar, nos tiene usted en vilo. ¿ Cómo podemos ayudar a Monsieur Gascoigne ? -Admito que yo tmbién he dado muchas vueltas al cuadro e incluso he tenido algún atisbo en sueños, pero no creo que sea como para estar preocupado, ¿ verdad ?

 

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13/09/2018, 23:10
El viejo Gaspar

Buenos días, señores —saludó al resto—. Lo cierto es que parece cada vez más ausente. Apenas come y todos los recados tengo que pasárselos al despacho, donde se pasa varias horas contemplando ese cuadro mientras habla consigo mismo. Es horripilante. Y por si eso no fuese poco, ha salido un par de veces, después de varias llamadas, y no ha vuelto hasta bien entrada la madrugada. Lo sé porque me llamó nada más llegar. Normalmente suele irse de fiesta, pero esta vez volvió sobrio y todavía más angustiado que cuando le vi marchar. Espero que a ustedes les escuche.

Con gesto caballeroso, Gaspar les abrió la puerta y se hizo a un lado, invitándolos a entrar.

Está en su despacho…Donde siempre.

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13/09/2018, 23:16
El Guardián de los Arcanos

Aunque D'Alembert todavía no se había presentado, decidieron tomar la delantera y buscar a Gerard. Probablemente llegaría más tarde, y el asunto de su amigo Gascoigne resultaba mucho más apremiente.

Aquel día, en las últimas horas de la tarde, la galería parecía un lugar desierto. Los collages de la anterior inauguración seguían colgados en su sitio y todo estaba igual de impecable de siempre, pero había algo enrarecido en la atmósfera del lugar.

Según se acercaron al despacho, pudieron escuchar los murmullos de Gerard. Algunos parecían gemidos melancólicos. Otros, susurros como los que se dedican las joviales parejas de enamorados. Junto al eco de sus pasos, eran los únicos sonidos que vibraban en la sala de exposiciones. 

Al contrario de lo que se temieron algunos de ellos, la puerta estaba entreabierta. Cualquiera que se acercase a mirar dentro, habría visto a Gerard de pie, murmurando frente al último cuadro de Ambroise Allamand. Separándose de él únicamente para dar un par de vueltas en torno a su escritorio.

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14/09/2018, 00:58
Padre Mathieu Regnard

El sacerdote se preocupa inmediatamente al ver el estado de su buen amigo; es incluso peor de lo que había sospechado por la llamada telefónica. Intentando no ser irrespetuoso, golpea cautelosamente con los nudillos en la puerta antes de hacer un conato de entrar en el despacho.

"¿Gerard?", pregunta sin levantar mucho la voz. "Espero que me disculpes por irrumpir de esta forma. ¿Podemos pasar? El resto de tus amigos están aquí también. Hemos venido, como nos pediste."

Aunque está preocupado por el estado mental de Gascoigne, no puede evitar que su propia mirada se desvíe, con cierta tristeza, hacia el misterioso cuadro y, en especial, hacia la joven que lo inunda con su extraña belleza. Hasta ahora no se había dado cuenta realmente de hasta qué punto deseaba volver a verla...

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14/09/2018, 17:16
El Guardián de los Arcanos

El padre Mathieu añoraba ver a Camille, pero no por la grandiosidad de la pincelada del cuadro ni por que fuese un ferviente admirador del arte y sin duda alguna ese cuadro mereciera toda su atención. Deseaba ver a Camille, a la muchacha que recordaba de sus años de juventud, aquella que le había hecho replantearse su vocación religiosa durante aquel verano a las puertas de ingresar en el seminario, o tal vez, no lo recordaba bien, aquella que por su separación le había obligado a acudir a la Fe y no a otros campos de estudios. 

Recordaba nítidamente aquel verano con Camille como si apenas hubiesen pasado dos semanas. En las imágenes de su recuerdo, dotadas de un aura dorada como el sol que brillaba con fuerza, se veía paseando cogido de la mano de Camille con tal intensidad que todavía podía sentir el roce de su piel en la mano. Había enterrado aquellos recuerdos muy al fondo en su amor a Dios, pero la obra de Allamand le había hecho volver a recordarlos. 

Notas de juego

Haz un control de Estabilidad (1d6). Dificultad 4.

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14/09/2018, 22:46
Padre Mathieu Regnard
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Notas de juego

¿Entiendo que es únicamente tirar el dado, sin modificadores? Fracaso absoluto...

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15/09/2018, 20:13
Patrick Tanka

Tanka se acercó despacio y se colocó justo detrás del padre Mathieu esperando escuchar alguna respuesta de Gerard mientras aguarda pensativo.

Es extraño que alguien se comporte así solamente por un cuadro. Entiendo la obsesión que pueda causarle a un artista en el trabajo con el lienzo, pero en esta ocasión en cuadro ya está acabado por lo que no concibo razón alguna en el inusual comportamiento de Gerdard.

Los ojos de Patrick intentaron acostumbrarse a la tenue luz del lugar mientras intentaba atisbar algo que le diera un poco de información, aunque realmente no había mucho más que hacer que esperar.

Por lo visto no soy el único que ha tenido una sensación rara, pues el padre Mathieu ha reconocido tener el cuadro mucho más presente de lo que podríamos llamar lo habitual. ¿ Quien diablos es Camille realmente ? y ¿ cómo es posible que un objeto haya cautivado de esta forma mis pensamientos y en alguna medida me atrevería a decir que los de los demás ?. ¿ Acaso hay algo detrás de todo esto ?. Algo no encaja, y creo que la verdad sobre este asunto podría ser la causante del comportamiento de nuestro hospitalario amigo.