Partida Rol por web

Camille

Acto 1, escena 2: Un rumor entre vapores

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15/12/2018, 06:41
Aurélien Desmond

Interludio: Un salvoconducto hacia el placer

[Ambientación: Enemite - Lake Of Mirror The Passing Bell To My Son]

Desmond comienza a notar la garganta terriblemente seca a medida que el número de bares aumenta. Esta es su hora favorita para venir a Montparnasse, aunque nunca así de sobrio. La explosión de colores de las calles llenas de movimiento era un espectáculo para la vista, sobretodo por el contraste con el barrio de Ambroise Allamand, donde la gente decente ya estaba acostada. Montparnasse era el nuevo corazón de la bohème donde la miseria era disimulada con belleza y el hambre sobrellevada con humorismo. Si uno sabía despojarse de pretensiones y entregarse al furor artístico del barrio no era difícil encajar e incluso disfrutar de los menesteres ofrecidos a estas horas.

El profesor da indicaciones vagas y escasas al chófer de Antoine mientras parece perdido en recuerdos y cavilaciones al pasar por delante de las fachadas de algunos bares y salas de espectáculo. Cerca del Théâtre Bobino, a espaldas del cementerio, Desmond pide al conductor que pare el vehículo.

Esperen aquí, por favor.

Al abrir la puerta del coche se cuela una ligera brisa cargada de una mezcolanza de aromas difícil de describir. Un numeroso grupo de mujeres, acompañadas por un par de hombres bien vestidos, beben en la calle mientras alguna de ellas se atreve con unos pasos de baile sobre el empedrado.

Desmond se aleja del coche a una distancia considerable y se detiene en un puesto de comida. El profesor saca un puñado de francos y se los entrega al tendero, un hombre robusto y pálido con la nariz y los carrillos enrojecidos y los gruesos brazos arremangados. El hombre le entrega un paquete de cigarrillos y sigue preparando un pedido. Desmond se apresura a sacar de su chaqueta la caja de cerillas del Tse Yang. Encendiendo un cigarrillo, da largas caladas mientras gesticula y conversa con el hombre. Parece que se conocen. El hombre le tiende al profesor una galette, y este comienza a comer, ignorando por completo a sus compañeros hacinados en el vehículo. Pasan largos minutos en los que el profesor parece estar pasando un rato agradable de cháchara con un viejo amigo y los demás, en el coche, se empiezan a impacientar.

Justo cuando el chófer está a punto de salir para increpar a Desmond por la espera, este entrega otro buen puñado de francos al tendero, quien le entrega una bolsa de papel y servilletas. Desmond vuelve al vehículo y abre la bolsa. Para deleite de Patrick, deja al descubierto unos galettes bretones con huevo, queso, mantequilla y jamón cocido.

Es tarde y nadie ha cenado. No quiero que nadie se desmaye en mitad de la noche y no es bueno beber en ayunas.— el profesor sonríe, aun a sabiendas de que el grupo está incomodado por su secretismo —. Sigamos, solo un par de calles más.

El coche sube las calles cada vez con más dificultad hasta llegar a una boca de callejón. El profesor indica al chófer un aparcamiento cercano mientras el resto baja del vehículo. Antoine intercambia unas palabras con su chófer antes de despedirse.

Con el coche alejándose, Desmond reúne al grupo en la esquina antes de proceder.

Les recomiendo, caballeros, que no hagan ostentación alguna mientras estemos aquí. La pobreza es un lujo en Montparnasse y, en estos antros, la cordura no es más que la locura vuelta del revés.

Unos porteadores orientales pasan junto al grupo cargados de voluminosas cajas y los observan con curiosidad. Desmond se pone en marcha y camina hacia el fondo del callejón. El olor a orín y a vino barato arañan las fosas nasales de los presentes, que siguen en comitiva al profesor con evidentes ganas de disponer de más información.

Es allí —con un gesto, Desmond señala hacia un estrecho portal poco iluminado al final del callejón —. ¿Estamos listos?

Notas de juego

[Interludio por Aurélien Desmond, por el resultado del uso de Bajos Fondos]

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19/12/2018, 12:05
Tristán Poincarde

 Tristán sigue de cerca al profesor, aunque bastante ocupado con asuntos personales: un poco queso de la cena que habían tenido se le había quedado pegado en la mejilla y estaba haciendo todo lo posible para localizarlo y sacarlo de aquel incomodo y poco correspondiente lugar. Desde hace unos cinco minutos el subastador se encontraba luchando, con la ayuda de su ya muy usado pañuelo, con aquella mancha amarilla que se mostraba en su rostro. Ni David y Goliat habían mostrado una batalla tan intensa. De más estaba decir que había un aspecto muy cómico en ver a aquel hombre hacer una infinidad de gestos para quitarse la comida de la cara cual niño.

 Una vez hubiese terminado Tristán de limpiarse la cara, levanta la mirada para ver la entrada del Tse Yang.

- ¿Así que este es el bar turco?

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20/12/2018, 00:55
El Guardián de los Arcanos

Acto 1, escena 2:
UN RUMOR ENTRE VAPORES

Opio. Michel Georges Dreyfus

 

[Ambientación: Gods and Men Rejoice]


18 de septiembre de 1925, 00:15 AM

La entrada al Tse Yang consistía en la burda imitación de un tejado chino sostenido por dos columnas decoradas con relieves de dragones y una sobria puerta de madera falsa. La pobre iluminación de las lámparas de gas que había a los lados proyectaban sombras danzarinas por todo el callejón, e impedían distinguir con claridad los colores del portal. Vieron desconchados en lo que parecía pintura verde con detalles dorados, pero la noche le daba a todo un tono más parecido al de una cebolla podrida.

Había un hombre de rasgos orientales a pocos metros de la entrada, apoyado en el callejón, que parecía más pendiente de los porteadores que del grupo de caballeros que acababan de llegar. Cuando abrieron la puerta, esta exhaló una nube húmeda, aromática y cálida que les invitaba a entrar.

El interior parecía el típico de un café barato, con sillas altas cerca de la barra y cojines en torno a las mesas bajas. Por aquí y allá se paseaban hombres de traje y camareras embutidas en coloridos qipaoApenas había clientes. Un par de hombres leyendo en la barra, cuatro hombres con aspecto mareado que bebían té en una de las mesas, y un tipo sin afeitar que ni siquiera se había quitado el sombrero.

El olor a incienso, flores y hierbas invadía cada rincón.

Había un pasillo custodiado por dos hombres trajeados, como el del callejón, que custodiaban el pasillo que había a la izquierda de la barra. A los lados, desde la entrada hasta el fondo, inmensos biombos con escenas de paisajes ocultaban las paredes. Se sucedían imágenes de montañas, ríos, grupos viajando, garzas…, todos en un estado sorprendentemente decente, pero era evidente que estaban ahí para ocultar la suciedad.

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20/12/2018, 02:29
Antanas Vytauras "Antoine Victor"

Aquel lugar le recordaba a Antanas a cierta clase de local que visitó en Tanger en su juventud, cuando se dedicó a recorrer el viejo mundo como un dandy en busca de placeres exóticos. Las cosas podían torcerse con facilidad si no se conocía a las personas adecuadas, o si se ofendía a la persona equivocada. Desde luego no estaba en su ambiente. Lanzó una mirada de complicidad a Desmond, mientras examinaba el lugar con la vista buscando amenazas:

—Profesor...

- Tiradas (1)
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20/12/2018, 13:41
Patrick Tanka

Patrick aceptó de buena gana la comida que le propuso su compañero de viaje. Es decir, luchó contra sus impulsos más absolutos de arrancárselo de la mano para engullirso sin apenas masticarlo. Pero claro, eso no habría sido una muestra del decoro sobre la situación y lugar, por lo que asintió y con una amplia sonrisa, espetó un —Gracias!!— tremendamente amable. Era lo primero que comía en mucho tiempo desde la última vez que lo había hecho. No sabría muy bien el tiempo exacto que había pasado desde que había merendado, almorzado o comido, pero estaba claro que para Tanka, era demasiado, sobre todo después de haber hecho tanto ejercicio físico inesperado e incluso haber corrido detrás del vagabungo. —Es usted muy amable Monsieur Desmond por propinarnos tan excelente manjar a horas tan intempestivas. Siempre es bueno comer algo que se sale de la normalidad rutinaria de los chefs más ostentosos del país.—

Haciendo caso de las recomendaciones del señor Desmond, Tanka desanudó su corbata y la metió en el bolsillo interno de la chaqueta, para acto seguido hacer lo propio con los dos botones superiores de su camisa. Si la gente aquí no hacía gala de la ostentación, Tanka seguiría el juego sin rechistar pues ya se habían adentrado demasiado profundo en una aventura totalmente fuera de lo común, y sacrificar durante un tiempo el lujo de la etiqueta no sería un problema.

Al llegar al Tse Yang Patrick quisó evitar juzgar a toda costa el "arte" grabado en las paredes de aquel majestuoso antro, pero era incapaz de suprimir su instinto de buen marchante y sus pensamientos empezaron a correr.

Baratijas, y obscenidades, aves mal retratadas y pintura desconchada. Quizá lo único que se salve sean esos paisajes llenos de árboles dispuestos cómo el más ambiguo de los bodegones. Supongo que no hay mucho más que ver aquí y que la gente no destaca por su conocimiento en un buen brochazo, sino por su despilfarro en sustancias psicotrópicas o narcolépsicas. No hay mejor lugar para encontrar artistas. Tomo nota.

—Monsieur Desmond, siendo usted el más ducho en locales así, sugiero que se encargue de las presentaciones y de los "tejemanejes" de los que haya que disponer.—

 

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20/12/2018, 18:59
Padre Mathieu Regnard

El padre Regnard agradece la comida con una sonrisa distraída y la toma lentamente, a pesar de encontrarse hambriento; su cuerpo puede pedirlo todo lo que quiera, pero su mente no acompaña. En parte son las inquietudes las que le quitan el apetito, pero también el ambiente en el que se están internando hace que la comida callejera, normalmente intensa y cargada con el sabor de las especias, le sepa a cenizas. Aunque termina por tragarlo todo y sacia su necesidad, no le reconforta realmente hacerlo.

Una vez bajan del coche y se acercan al local, la actitud del sacerdote se hace incluso más reprobadora. 

"Esto no es más que un... antro de perversión", murmura con el ceño fruncido. "Cualquiera que frecuente este tipo de lugares está jugando con su alma. No me extrañaría que por aquí encontremos el origen del mal que hemos estado percibiendo estos días."

Se santigua antes de seguir a sus compañeros al interior del Tse Yang.

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23/12/2018, 01:48
Tristán Poincarde

 El lugar era realmente interesante; las peculiaridades propias de la vida parisina no dejaban de asombrar a Tristán, cuyos ojos se deleitaban de todo lo que era digno de ser mirado en aquel lugar. Lo que sus compañeros pudieran considerar "pobre de gusto" o "vulgar" al subastador le provocaba principal curiosidad; si bien comprendía la naturaleza impura de todo aquel lugar. Siguiendo al padre, Tristán se persigna, aunque no por eso deja de mirar a las mujeres que se paseaban en qipao.

- ¿Creen que debamos hablar con los hombres trajeados? Si quieren me acerco a ellos y les digo un par de palabras. No se que idioma hablen; así que por las dudas, me dirigiré a ellos en inglés, ¿les parece?

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23/12/2018, 04:07
Aurélien Desmond
Sólo para el director

Notas de juego

Tengo acceso a la contraseña del pasillo, correcto? Si es así, voy a hablarles de la Madame antes de cruzar al otro lado. Confirmame y lo redacto.

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24/12/2018, 13:48
El Guardián de los Arcanos

Notas de juego

Tengo acceso a la contraseña del pasillo, correcto? Si es así, voy a hablarles de la Madame antes de cruzar al otro lado. Confirmame y lo redacto.

Correcto. Hasta donde sabes, es la contraseña hasta el fumadero de opio (la verdadera función de este local). Te dejo el santo y seña a ti, xD

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24/12/2018, 13:49
El Guardián de los Arcanos

MEJOR ANDARSE CON OJO: PISTAS DE TSE YANG (Antanas Vytauras)

Sentir el Peligro
El ambiente está muy cargado, pero resulta más relajante que agobiante. No obstante, a Vytauras no se le escapan la agilidad felina de los hombres trajeados. Esa economía de movimientos es propia de un artista marcial experimentado. Puede que no lleven armas a la vista, pero será mejor andarse con ojo con ellos.

Notas de juego

Las tiradas de Sentir el Peligro son como el resto de tiradas de dados de este juegos: 1d6 + bonificador en base a los puntos que gastes en esa Habilidad General. Por ahora te la doy por válida, pero te pediré que me expliques algo de trasfondo de tu personaje: ¿por qué sabe esto? ¿Tuvo alguna experiencia relacionada con las artes marciales en su pasado?

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28/12/2018, 12:42
Antanas Vytauras "Antoine Victor"
Sólo para el director

Antanas no llegó a Francia siendo rico, más bien todo lo contrario. Sus padres, aunque de noble cuna, llegaron como refugiados, y no tuvieron acceso a su patrimonio hasta varios años después, cuando su tío Giedymin logró salir de Lituania con toda o la mayor de la riqueza de la familia. En el periodo que medió entre su llegada y la de su tío, que fue un par de años, vivieron muy malamente en un apartementucho, sobreviviendo a base de vender las joyas de la familia, ya que Antoine padre no podía trabajar debido a su condición de noble. El chiquillo Antanas solía meterse en peleas, y cuando llegó a ser adulto no perdió su afición por el boxeo, la esgrima y otros deportes viriles. No conoce las artes marciales en su sentido oriental, pero a menudo le basta observar a alguien para darse cuenta de si sabe pelear o no.

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28/12/2018, 12:51
Antanas Vytauras "Antoine Victor"

—Tristán, dijo poniéndo su mano en el hombro del subastador, déjelos tranquilos, son bóxers. Esta gente no quiere nada de nosotros.

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04/01/2019, 17:45
El Guardián de los Arcanos

En efecto, los hombres de traje parecen moverse con agilidad felina. Algunos de los clientes más despiertos parecen intimidados por ellos. Desmond, sin embargo, hizo caso omiso de las advertencias de sus compañeros y se aproximó a uno de los guardias del pasillo. Tras susurrar algo al oído de uno de ellos, este asiente y se hace a un lado para dejarles pasar. Una señal basta para que una de las camareras les abra la puerta de un esmeralda descolorido que se encontraba a la derecha.

Por aquí, por favor— les invita con una voz suave mientras se inclina en una respetuosa reverencia —. Disfruten de su estancia en la guarida del dragón.

Según se aproximaron, pudieron comprobar que la puerta daba a unas escaleras que descendían a un cuarto subterráneo y humeante. Los vapores les sacudieron de lleno. Aquella impresión les provocó un leve mareo, pero lograron mantener la compostura. La camarera los seguía de cerca.

Notas de juego

Imagino que bajáis todos, pero si alguno desea quedarse arriba que lo indique.

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05/01/2019, 14:56
Antanas Vytauras "Antoine Victor"

Aquel lugar apestaba a opio. Antanas tomó un pañuelo del bolsillo y se tapó la boca con el, para luego proceder a bajar.
—Igualito que en Tanger...

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05/01/2019, 20:05
Patrick Tanka

Vaya, qué lugar tan....peculiar, y bueno, parece que la higiene no debe ser una de las mayores prioridades, aún así, intentaré mantener la compostura en la medida de lo posible. Patrick, oír ver y callar es la mejor de tus opciones ahora mismo. Empapate de toda la cultura a tu alrededor por pintoresco que sea todo, y extraña la situación.

Patrick rezó para sus adentros, y silencioso y solemne avanzó junto con los demás sin mediar palabra alguna. Parecía más asustado que de costumbre, aunque siempre le solía pasar cuándo entraba en zonas y lugares de los que desconocía en su mayoría.

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07/01/2019, 19:42
Aurélien Desmond

Desmond se coloca a la altura de sus acompañantes y le pone el brazo sobre el hombro a Antoine Victor con informal camaradería.

- Entiendo que no es este su entorno, compañeros, pero al menos traten de no llamar la atención con su descontento. El profesor sonríe con fingido entusiasmo y levanta las cejas en actitud de complicidad.

- Hemos venido aquí a pasar un buen rato mientras buscamos a nuestro amigo.

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07/01/2019, 23:27
El Guardián de los Arcanos

Preferiría no bajar ahí —dijo el señor Poincarde retrocediendo unos pasos—. Me temo que todavía me siento un poco indispuesto después de lo ocurrido. Si me dispensan, les esperaré aquí arriba tomando algún refrigerio.

En un gesto fraternal, el padre Regnard colocó una mano sobre el hombro de Tristán y se dirigió a los demás con una sonrisa conciliadora:

Lo mejor será que no nos separemos demasiado. Yo me quedaré con él, descuiden.

El resto asintió y comenzó a descender hacia la marea de vapores dulzones y sudor rancio, vagamente disimulado por el incienso.

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08/01/2019, 00:47
El Guardián de los Arcanos

[Ambientación: Erhu - River of Sorrow 江河水]

Las lámparas de pantalla de papel y las titilantes llamas de los candelabros iluminaban vagamente el salón, como tenues faros en un mar de brumas. El suelo estaba cubierto por esterillas y moqueta barata. Había algún colchón y cojines amontonados contra las paredes, donde se acurrucaban los clientes de aspecto más acomodado. Estos disfrutaban la compañía de muchachas muy jóvenes, obligadas a vestir con trajes de seda que dejaban muy poco a la imaginación. A una de ellas podía vérsele un hombro de porcelana con la piel de gallina. Desmond recordó a alguna de sus alumnas —que debían rondar la misma edad— y no pudo evitar sentir un escalofrío.

En las paredes había tapices tan ennegrecidos por el humo que ahora lucían un tono parduzco y ceniciento. Había tanto chinos como franceses diseminados por las esterillas como conejos en el escaparate de una carnicería; algunos con bastante peor color. Al fondo del salón, junto a los cojines, una de las camareras tocaba un instrumento que constaba de una pequeña caja de resonancia y de un mango largo. Apenas constaba de dos cuerdas que la muchacha frotaba con un arco, arrancándole melancólicos trinos que inundaban la sala.

Tardaron un tiempo en acostumbrarse a la escasez de luz y al humo, pero lograron dar con aquello que buscaban: sentado sobre una de las esterillas, cabizbajo y apoyando tristemente la espalda contra la pared, encontraron el rostro familiar de Nicolas D'Alembert. El pobre llevaba el blazer sucio y deshilachado; estaba tan adormilado que ni siquiera los vio llegar.

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08/01/2019, 01:56
Antanas Vytauras "Antoine Victor"

—Pobre infeliz... hay que llevárselo de aquí. Y me preocupa, no solo por su estado de salud. Tengo la impresión de que también debe dinero...

Miró a sus compañeros con un gesto inquisitivo, como para tratar de adivinar qué querían hacer.

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08/01/2019, 05:41
Tristán Poincarde

 El subastador, bastante mareado por la situación (además de las extrañas alucinaciones que había sufrido anteriormente) decide quedarse atrás con la compañía del Padre Regnard. Se acercó a la barra subiendo en uno de aquellos largos asientos y empezó a llamar con la mano a la personaje que se encontraba al otro lado del mostrador.

- Hola, hola... ¿Habla francés? ¿Do you speaking french? ¿Yes? Quisiera una bebida... algo suave. ¿Que tienen? ¿Que cosas toman ustedes los turcos?

 Sin darse cuenta de que tan desubicado en tiempo y en espacio se encontraba, Tristán espera la respuesta del bartender; mientras invita al Padre a sentarse a su lado en la barra.