Partida Rol por web

Vámos Hilton, salgamos de aquí y dale esos gritales al gafitas, utilizo celeridad para  sacar a Hilton de debajo de las barras. Al sacarlo, le ofrezco mi mano, nunca pense encontrarme en una situación tan estupida.

Ya al lado del monstruo, Terry hizo todo lo posible para derribar a la criatura que les amenazaba. Con los dientes apretados, cargó contra el bicho e intentó derribarlo.

La mole parecía de ormigón armado, pero eso no detenía al joven Brujah, quien no cejó en su intento de tirar a la criatura.

El gangrel me amenaza para conseguir el cristal. Una ligera sonrisa aparece en mi rostro, desafiante, peligrosa. No me iba a amedrentar frente a un perro, yo estoy por encima. Busco sus ojos para enfrentarlos, para domarlo. Hará lo que yo quiera que haga. Pero cuando estoy listo para usar los poderes de mi sangre el tremere le coloca una mano tranquilizadora en el hombro para coger el protagonismo frente a mi, aunque es inútil, no pienso soltar lo único con lo que puedo negociar en este momento. Por suerte Christian no tarda en ayudarme. Ignoro su mano y me levanto por mi propio pie, ya era bastante humillante. Es entonces cuando entrego el cristal a Terence, conteniendo el deseo de desafiar de nuevo a Josep con la mirada, no era productivo para mis intereses.

Sin mediar palabra observo como esta la situación y me alejo del monstruo, intentando encontrar el lugar mas seguro.

-Señor Greenfield... el o-otro cristal.- dijo mirando al Gangrel -c-creo que usted s-será de mayor ayuda con... Gibson y O'Shullyban... si es cierto que... eso...- y dice mirando al monstruo contra el que luchan sus compañeros, sin poder referirse a él de una forma que no rechazara inmediatamente por ser ridícula o inverosímil...

Como la situación misma.

-...tiene otro cristal- termina la frase.

-Su-supongo que debemos darnos prisa- susurra mirando el reloj de arena

-Es la idea. +gruñe, casi arrojando el cristal al gafitas para ir a meterse en la lucha. Ya demasiado habia estado conteniendose. El abogaducho habria sido el primero en sentir la bestia adentro pidiendo sangre con su impertinente egoismo, mientras Josep alistaba las armas que su sangre le daba para realmente dañar a los... otros. Ahora podria finalmente divertirse...

El sentimiento de puro goce asoma levemente en la expresion normalmente tranquila del Gangrel, mientras avanza hacia el monstruo... Sin vacilar, lo ataca por detras, con una maniobra de garra de tigre, que abre la carne de la criatura...

Terence se acerca esperando a que tengan al engendro en un lugar alejado. Camina rápido, esquivando también los fragmentos de techo en el suelo, y se arrodilla sobre el pozo. Deja los cristales a un lado y empieza a limpiar los agujeros siguientes, para darles espacio, lo hace con rapidez, sin preocuparse ya sobre lo absurdo de la situación.

Encaja el primero y el segundo, mientras toma una bocanada de aire que deja escapar casi inmediatamente.

-Hacen falta tres cristales...- susurra para si -Mr. Greenfield, tres cristales más!- grita hacia el Gangrel que se ha lanzado de cabeza hacia la refriega.

 Albert toma el cristal que decidió sacar girando su muñeca como si de una enorme y dura... se tratase, logrando el efecto deseado.

Al mismo tiempo que Terry,  me lanzo hacia las piernas del monstruo para que  caiga. Ya estoy harto de estos juegos.

Al mismo tiempo que Terence pone los dos cristales en los agujeros y Albert logra sacar el quinto sin caerse, un estremecimiento envuelve a la sala, Un GRAN estruendo, los sacude como una explosión.  Hay gran una nube de polvo.

Terence se agazapa entre la bruma que cae sobre el, Hilton  se hace lo mas cerca a la pared (lugar más lejano a la criatura) y Cristian casi no se mueve, pero cae sobre el una gran cantidad de arena. Josep,  siente que aquello ha sido muy cerca de él, pues siente como el suelo se agrieta y tiembla. El techo se derrumba poco a poco.

El motivo de dicho colapso  poco a poco es evidente

Terry y Jacob se  habían mandado en carga hacia el ser horrendo cada uno hacia una pierna, el brujah usa su celeridad y el nosferatu su fuerza, empujaron al monstruo y este, como edificio de New York había caído al suelo seco. Causando tanta destrucción, como sí el mismo hubiera deseado provocar tal caos.

Gracias a la caída al rededor del ser se forman un cráter que también conecta con una serie de grietas en el suelo de gran profundidad.

El ser manotea, tratando de pararse, y cada vez que lo hace, el suelo tiembla y parece que fuera a colapsar el suelo.

Terence totalmente en pánico se asoma al pozo (que no había podido ver por el exceso de arena) y ve que la segunda línea se ha iluminado.

Cuando se llena todo de polvo, ustedes desde donde estan pueden ver algo verde que ilumina. Al fondo, cerca al sujeto que los amenaza, esta incrustado en la pared uno de esos cristales.

 Albert corre a poner el sexto colmillo.  Hey, dónde está el otro? este salió como una polla engrasada y sinceramente me puso cachondo. Una sonrisa traviesa aparece en su atractiva cara

Un temblor sacude toda la estancia y lucho por mantenerme en pie. Cae sobre mis alrededores una humareda de polvo que casi no me deja ver, pero veo al fondo un brillo verde. Parece otro cristal. Tras conseguir estabilizarme avanzo con la rapidez que me sea posible hacia el cristal, no se si alguien mas lo ha visto pero cada uno tiene su tarea. En el camino intento evitar acercarme demasiado al monstruo y esquivo como puedo los restos de techo que caen sobre nosotros. 

Si alguien me mira interrogante, sin saber a donde voy, señalare el cristal con mi gesto serio. 

El horrendo ser ya está en el piso, a pesar de haberle rajado el cuello como a un cerdo en el matadero, todavía tenía mas ganas de luchar. Empezaba a odiar este mundo. ¿No podían los monstruos simplemente morirse?

Con premura me acerqué a la boca, aprovechando que estaba en el suelo, y apoyé mis pies sobre tu calva cabeza para tener un punto de apoyo. Agarré el colmillo verdoso y tiré con fuerza.

 -Pared, al fondo, cerca del espectro! +le recuerda al loquito, mientras alegremente mira a la criatura caida... A pesar del suelo que se mueve y resquebraja, de que la cueva tiembla, y el tiempo se agota, poco de eso le importa ahora... El solo quiere descargar la tension.

Asi que mientras el Nosferatu rescata el colmillo verde de la boca del monstruo, el trata de ahondar la herida en la garganta de este, más con su compañero entre medio no llega a darle...