Partida Rol por web

Xander se quedó impresionado de nuevo por la precisión de los disparos de will, que podría hacer él con un cuchillo tan pequeño, bueno trendría que comprobarlo, no iba a dejar que lo protegerieran todo el rato y menos de algo que no sabía que era, asi que cogío el cuchillo con fuerza y fue a por uno de las criaturas a acertarle en el cuello.

-AGGGG, vas a ver de lo que soy capaz grito xander antes de clavar el cuchillo en el animal.

Xander embistió con el cuchillo a uno de los perros sin embargo este fue mas astuto y logro escapar, los dos canes restantes decidieron embestir uno a Nico y el otro a Xander sin embargo ambos ataques fueron esquivados con relativa facilidad.

Nico intento golpear al monstruo con su espada, pero este también fue más ágil, por su lado Will mostro una sonrisa divertida - ¿Y tu me ibas a enseñar esgrima? - el rubio sonrió mientras preparaba otras flechas en su arco.

-Cierra el pico Solace- el chico miro fastidiado al arquero que no perdía para nada su sonrisa.

-Vale Di Angelo, solo acierta tus golpes- bromeo el muchacho.

Ahora la acción le correspondía a Ryu.

La situación se había vuelto un poco estraña si ese tipo estaba tan cerca por qué no nos dio apoyo contra Espino...no podía creer que ese chico de verdad lo haya matado tomo la decisión en sus manos como sin nada ¿Qué pasaría con sus crías?- músite a lo bajo -Bien ¿Qué es el campamento que tanto mencionan?.

Hedge se encogió de hombros -Probablemente decidan salir del nido y empezar su ciclo de caza, no te preocupes tanto por ellas chicos, los monstruos solo ven en ustedes comida- el entrenador siguió su camino – Bien el hábitat de las cebras ya esta cerca.

-Bueno, dejarlo vivo puede provocar que ataque a otros eventualmente...

Se espantó un poco con la iniciativa de su hermano, pero lo conocía lo suficiente como para saber que esa era su clase de actitud estándar a la hora de resolver problemas. Nunca esperaba que otros lo hicieran por él.

Cailin torció levemente la cabeza, y observó con atención las pupilas de Morfeo cuando apareció. Habían muchas imágenes que lograba captar por un instante, y algunas se le hacían familiares pero de forma muy tenue. Como si recordara algo de esas siluetas de otra vida, o de otro sueño. Observó lo que le había dado: una amapola aparentemente, las veía seguido en los jardines de los vecinos. El hombre dirigió luego palabras a todos, breves y enigmáticas, y se marchó tan de repente como había llegado. Miró la flor que tenía en la mano, confusa, y la guardó en un bolsillo interno de la chaquetea con cuidado de no aplastarla

-...Me cuesta hacerme la idea de que tengo más de un hermano, ¿y como es eso de que "no el que creo"?...¡ah, pero!...¿ahora que estamos bien no deberíamos volver a nuestras casas? No recuerdo como llegué al autobus, pero si fue repentino nuestras familias deberían estar preocupadas. No podemos simplemente ir a un campamento sin avisar.

Dijeron que éramos hijos de "dioses griegos" además que vimos a la manticora creo que nuestros padres saben muy bien lo que sucede en este momento.

Ya me daba igual ahora solo debía seguir al hombre cabra además dudaba que tuviéramos otra opción pero en mi solo surgió una pregunta -Ey...¿mi hermano entonces es?

-Me refería a los... -iba a decir reales pero técnicamente eso no era correcto- ...humanos.

Enarco una ceja ante las palabras que Morfeo me dedica.

-¿ Ella? ¿Ella quien...?- pregunto aunque el dios ya no se encuentra entre nosotros, desaparecido sin explicar nada de lo que obviamente sabía y peor aún, sin despedirse (lo cual es un hábito  que está muy feo).- Genial. -resoplo fastidiado por la falta de respuesta antes de encaminarme junto a los otros hacía el recinto de las cebras.

-Oye entrenador, ¿por que chillaban todo el mundo algo sobre un león cuando la mantícosa se transformó, acaso no veían que eso tenía cola de escorpión? 

-Por ahora lo mejor es seguir al entrenador, ya luego veremos como contactar a nuestros padres humanos si es que podemos hacerlo, de todos modos si estamos aquí supongo que será porque nuestros padres divinos tomaron los recaudos necesarios, de lo contrario ya estaríamos muertos- dije caminando detrás del cabro.

El entrenador Hedge escucho las preguntas de los chicos y decidió contestarlas -La niebla,  digamos que es el mecanismo de seguridad de los mortales, - Hedge respondió – supongo que nunca nadie les explico nada, es eventual,  bueno empezare por lo básico, la niebla ciega a los mortales, para ellos es más lógico entender que un león se haya escapado que haya monstruos y cosas peores escondidas, has escuchado de Pie Grande, pues eso es más fácil decir que han visto una y otra cosa que pensar en dioses y bestias y digamos que a los dioses le gusta así- el entrenador  recogió una lata que comenzó a masticar – en segundo  puntos sus padres mortales para este punto ya deben sospecharlo, si es que ellos al menos tenían planeado  que ustedes estuvieran vivos, los dioses y diosas digamos que no son perfectos, se enamoran constantemente de mortales indiferente de su sexo, se ven identificados con ellos y de un momento a otro nace uno de ustedes- el entrenador termino de comerse la lata  como si de un buen bocadillo se tratara.

-Ahora como entenderán hay cosas que odian a los dioses, ellos han acarreados enemigos desde la antigüedad, Aracne y Medusa les suenan sus nombres, pues ellas existen mientras mas gente sepa de ellos ganan  cierta inmortalidad, aunque nos desahogamos de uno volverá en un periodo de tiempo, con suerte años, pero los mas poderosos pueden regenerarse en meses o días-  el entrenador señalo al cadáver de Espino – El en su caso no es un monstruo muy conocido, pero los malditos freaks de juegos de rol y videojuegos han hecho que su nombre perduré por lo que quizás en unos años quiera ajustar cuenta con ustedes- Gleeson siguió su paso al hábitat de las cebras.

-En cuanto a los dioses son raros, punto conozco algunos y solo se preocupan si obtienen un beneficio, el campamento es un lugar seguro donde se entrenan a los mestizos como ustedes para poder sobrevivir, algunos se quedan ahí por el verano otros han hecho su hogar permanente ya sea por que los monstruos exterminaron a su familia mortal o por que ya no les queda nadie, buenos chicos- dijo el sátiro acariciando su barba.

-Puedes intentar volver a casa, pero con un poco de buena suerte quizás ningún monstruo te encuentre, cada año perdemos de 4 a 5 campistas que terminan en la cena de cosas peores que Espino, Ciclopes, lestrigones, mantícoras, arpías, hay muchas cosas que pueden matarte de miles de formas posibles-  la voz de Hedge aunque ruda era honesta.

-Que tienen hermanos muchos o pocos eso depende del dios, por ejemplo, Apolo tiene muchos hijos con diferentes mortales, Afrodita lo mismo, Atenea ella no se embaraza, pero cada vez que encuentra a un mortal sumamente inteligente le nace un niño de la cabeza, raros en realidad los dioses son raros, en el campamento lo mas seguro es que sean reclamados, y ahora si tienen alguna duda más deberán preguntársela a Quirón yo solo soy un buscador- el sátiro se mantuvo.

-Oye princesa, si  Morfeo se tomo las molestias de decirte hermana, quiere decir que eres hija de Hypnos, y yo cuidaría esa flor, los dioses nunca dan nada solamente por que sí- dijo  mientras se posicionaba cerca del hábitat, buscando a algo o alguien con la mirada.

Todos peleaban... bueno... todos intentaban golpearse entre ellos a excepción de Will que demostró sus habilidades acaban con dos de los cuatro perros por en un momento lo cual nos daba mucha libertad para actuar como quisiéramos. Yo por mi parte me quedé mirando en una dirección sin hacer nada y sin intención de hacer nada. Miré a los demás, volví a mirar hacia algún lado y finalmente hable.

- La carroza de la que habláis antes ¿no es esa? -y señale vagamente en una dirección en donde al mirar hacía allí y fijarse bien podría ver un carro griego tirado por cuatro caballos de diferentes pelajes cada uno- Creo que vosotros solos podéis ocuparos de esto así que yo me voy ya hacía allí.

Y sin preocupación alguna me fui en esa dirección, dudaba mucho que los perros se fueran a fijarme en mi precisamente y si intentaba algo tan cansado como pelear al final acabaría por hacerme daño yo solo así que prefería limitarme a no hacer nada e irme ya hacia el carro.

-Veo que necesitan ayuda- los disparos de Will volvieron a centrarse en los dos perros restantes, con la buena puntería que el chico tenía no fue difícil deshacerse de los canes que rápidamente se convirtieron en polvo negro.

-Joder Will pudiste haber hecho eso desde el principio- alego Nico.

-Eso hice Di Angelo o acaso no has visto quien se los ha cargado- el joven rubio observó el punto hacia donde se dirigía Ryu.

-Pues si esa es la carreta- respondió Will dándole una palmada a Ryu de felicitación – creo que no nos hemos presentado mi nombre es Will, ¿Bueno alguno de ustedes tiene vértigo? - pregunto el chico mientras subia a la carroza tomando el lugar del Auriga.

Aunque seguía la charla con atención, Cailin pareció encontrar chistoso el gesto del entrenador mientras hablaba. Eso a juzgar por una sonrisilla que trataba de contener.

Bueno, dicen que las cabras comen de todo...

Fuera de esto, realmente quería ser escéptica al respecto, pero el encuentro anterior no dejaba mucho lugar a dudas, y estaba segura de que la sangre derramada no era falsa. Realmente no le gustó la idea de que el monstruo que se hacía llamar Espino pudiera volver de aquí a un tiempo.

"Mantícora" es un termino bastante conocido realmente...

-Hypnos...bueno, siempre he sido una soñadora lúcida. Ahora parecería tener más sentido.

Al menos ahora sabía que los hijos de Espino y el mismo Espino no podrían morir eso me calmaba pero después de semejante explicación.

No es como si de verdad tuviéramos otra opción si no vamos al campamento moriríamos en poco tiempo ¿verdad? ahora solo deberíamos llegar a ese lugar.

-Ahora sabemos que no es por la droga- le dije bromeando a mi hermana mientras le palmeaba la espalda - espero que en ese campamento nos entrenen bien si vamos a pelear contra esas criaturas vengativas todo el tiempo-

Mientras me iba seguía escuchándoles fardar, el sonido de las flechas y el mismo ruido de cuando murieron antes los dos perros por lo que ya me imaginaba el resultado a mis espaldas. Seguí caminando con el brazo en el que llevaba el cuchillo colgando inerte como si no tuviera ninguna fuerza en ese brazo mas allá de el hecho de agarrar el arma. Al sentir la mano de Will ladeé un poco la cabeza hacía el.

- Oh, si cierto mi nombre... Ryu -negué con la cabeza a su pregunta sobre el vértigo, de hecho a pocas cosas tenía miedo

Continué caminando hasta subir a la carroza y me puse a la derecha de Will, sin hacer mas preguntas y ya dejándome llevar porque tenía la impresión de que por muchas preguntas que hiciera las respuestas de verdad no las tendría hasta mas tarde y teniendo en cuenta lo que había visto hasta ahora tenía un poco de prisa por llegar a donde sea que fuéramos.

Los cuatro chicos subieron a la carroza, Will con un ligero movimiento indico a los caballos que se pusieran en marcha.

-Vamos Celestia, Pinky Pie, Applejack, Rainbowdash- dijo el chico sonrojándose al mencionar los nombres – No es mi culpa Mary de la cabaña de Afrodita les puso los nombres- se disculpo el muchacho mientras los corceles se movían rápidamente.

-Arriba – dijo el chico mientras los caballos levantaban el vuelo y dejaban Central Park para dirigirse en dirección al Zoológico.

-Sujétense bien- dijo el muchacho mientras los corceles extendían las alas y elevaban el vuelo.

-Ahí – Grito el entrenador Hedge emocionado, sobrevolando el hábitat de las cebras una peculiar carroza griega tirada por 4 Pegasos de diferentes tonalidades acudía, en ella viajaban cuatro chicos, el auriga era fácilmente reconocible por sus dorados cabellos.

El carro descendió con cuidado mientras Hedge brincaba de felicidad.

-Di Angelo, Solace por que demonios tardaron tanto, ¿Acaso se fueron de cita romántica o fueron a ver una película?- el sátiro parecía desbordar de alegría.

-Nuestro transporte llego- les señalo mientras los chicos que ahí viajaban terminaban de aterrizar frente a los muchachos sin llamar la atención de los presentes.

-Entrenador Hedge- saludo Will con su habitual sonrisa – Crei que solo vendríamos por dos chicos- dijo contando a los muchachos – el carro solo podría aguantar a un grupo de 6 a 7  personas con suerte y nosotros somos 11-  dijo el muchacho al observar la situación.

-Vamos Solace no des malas noticias- Musito el Sátiro al muchacho.

-No son malas noticias es lógica, los pegasos se cansarán si los forzamos- sentencio Will.

-No digas esa clase de cosas delante de otros, no saben que eres una horrible persona y podrían tomárselo en serio -codeó levemente a Adolf mientras decía esto, con expresión un tanto molesta, y luego le dejó en paz, al menos físicamente. Estaba hablando bastante bajo en general, viendo que los adultos y no-tan-adultos estaban hablando entre ellos- Te estás tomando todo esto bastante bien...¿va a ser que en el fondo querías tener una excusa para golpear a alguien hasta la muerte?