Partida Rol por web

Todos se preparan para la marcha al norte. En la cabaña de los padres de Sarah, su hermana languidece. Tan solo necesita calor y alimento. Pero es algo que no la puede conseguir.

Los ancianos miran a Sarah, sabiendo de la dura decisión que ha de tomar. La esperarán un tiempo, sino el tiempo dará su respuesta.

Sarah observa a su hermana, tiene su mano tomada entre las suyas pero ya no llora, ha derramado tantas lágrimas en las últimas semanas que parece que ya no le quedan más.

La decisión que debe tomar ahora es la peor de todas las que ha tenido que tomar hasta ahora, su hermana, la única familia que le queda. Incapaz de tomar la decisión de sacrificar a su hermana Sarah le da vueltas una y otra vez a la idea de poder salvarla.

Una vez más se dirige hacia los ancianos y una vez mas formula la misma pregunta.

- ¿Por que no podemos llevarla con nosotros?

El anciano, llamado Crossworth, se inclina con behemencia hacia la joven con severidad en el rostro, que no ocultaba una gran lástima por el estado de la familia McEnroe.

No tenemos comida para el viaje. En la llanura hay caza, pero tu hermana no llegaría a verlo, y lo peor aún, no relentizaría al resto, casi condenandonos a la misma suerte.

Suspira un instante.

Si decides no venir te dejaríamos algo de la poca comida que nos queda para que aguantáseis unos días. Si conseguimos comida, enviaremos a algún muchaco con algo de comida para vosotras. Pero no te lo recomiendo.

Perdona, me confundí, los del poblado van al valle del norte, no el del sur.

Ya lo he editado...

Decide, joven McEnroe, tenemos que irnos. La apremia el anciano una vez más.

Sarah suelta por fin la mano de su hermana, parece un gesto muy simple pero hacerlo la ha costado un tremeno esfuerzo, despues se levanta pues ha tomado una decision.

Solo quedan ella y su hermana, el clan Mc Enroe debe mostrar fortaleza, no dejarse morir de pena, aunque ya lo haya perdido todo...

Antes de marcharse con los ancianos le dice a su hermana.

- Volvere con comida, volvere a buscarte.

- Hermana... Cof, Cof!

Una palabra, pero que a Rebecca no le es nada fácil pronunciarla sin evitar la tos.

Ha sido duro, toda su familia había perecido. Ya su aldea no era la que era antaño. Habían cambiado tantas cosas... No había día que Rebecca no añorara aquellos días en que correteaba por las montañas con sus amigas y con sus demás hermanos, aquellos días en que su padre le contaba historias de sus antepasados a la luz de la luna,... Y los besos de su madre...

Sabía que era egoísta por su parte hacerle quedar a su hermana por su culpa. No sabía cuánto le quedaba de vida. Pero, se sentía tan sola... Ojalá hubiera muerto con sus demás familiares. Así le podría haber puesto las cosas más fáciles a Sarah...

Lo siento...

El anciano y los demás bajan poco a poco por la ladera norte, hacia la llanura. No miran a trás, el lugar aunque nunca visitado por los demonios, está maldito. La gente muere de enfermedad y los animales son mutilados en los bajíos.

Es hora de emprender un último viaje de desesperación.

Al oir la unica palabra que su hermana pronuncia en dias, Sarah se gira hacia ella y las lagrimas afloran a sus ojos, hace dias que no lloraba, pensaba que ya no podria mas, pero escuchar la llamada de su hermana rompe la fragil determinacion que Sarah creia haber tenido.

Sale de de la casa tras lo que queda del clan, los demas no miran hacia atras, pero Sarah no puede evitarlo y piensa en que a pesar de que debe ser fuerte y luchar por el clan Mc Enroe, el poder de la sangre es demadisado fuerte, no quiere dejar sola a Rebecca.

- ¡Señor Crossworth, espere!

El anciano se gira mirando con pena a Sarah.

Dime, joven MacEnroe. ¿Que deseas?

Ves que tu hermana se va a hablar con el anciano del clan, dejandote sola en la tienda. Te temes lo peor, tal vez se vaya con ellos y te deje sola en la aldea.

- No puedo dejar sola a Rebecca, me quedare con ella, trataremos de aguantar si nos dejais algo, si no tratare de buscarlo.

Sabia que era una locura, que lo mas seguro era que muriesen, pero no podia dejar sola a su hermana, era lo unico que la quedaba.

El anciano la mira y tras unos instantes de reflexión cierra los ojos en señal de desaprobación.

Se descuelga un zurrón que llevaba al hombro.

Esto es agua y comida que os servirá para un día, busca algo pronto, pero tu hermana sin comer más de dos día morirá famélica.

Le entrega el zurrón de piel sin curtir.

Aquí tienes.

Se da media vuelta y parte en dirección al sur, siguiendo a los demás.

Pronto los miembros de la aldea son meros puntos en el horizonte, bajando la ladera de la montañas. Ya están solas.

Rebecca se entristece al ver a su hermana salir corriendo. Ni siquiera se había dado la vuelta para despedirse al llamarla. Quizás no la haya oído.

Maldita sea. Todo por su culpa. Por qué sería tan egoísta?

Rebecca intenta incorporarse. Pero su cuerpo tan desnutrido impide que pueda mover sólo un dedo. Siente que las lágrimas brotan de nuevo. Aunque físicamente no derrama ninguna. Está seca.

Intenta hacer un esfuerzo sobrehumano para poder moverse, aunque sin éxito.

El tiempo pasa y ambas hermanas pasan la noche. Rebeca dormitando entre delirios a causa de su fiebre.

Sarah, apenas duerme al sentir que su hermana habla o se mueve...

Al amanecer todo parece estar tranquilo. Los pájaros cantan alrededor del poblado, pero como siempre reusan beber en los charcos. Es algo extraño, pero de lo que tan solo Sarah parece haberse dado cuenta en toda la eldea al cabo de los años.

Rebeca se despierta empapada en sudor. Algo de comida queda, pero no mucha así como agua en un odre. La fuente que a Sarah le gusta ir a por agua está lejos y tal vez tenga que ir a por ella. Rebeca no soporta la idea de quedarse sola definitivamente...

Rebecca se siente muy afligida. Entre el malestar el cuerpo y de la mente pensando en qué pasará si su hermana la deja sola, no puede descansar tranquila. Aunque, lleva sin poder descansar desde hace mucho.

Tras una pesadilla, Rebecca se despierta empapada de sudor. Mira a su alrededor, y ve las pocas cosas que quedan. No queda mucha comida, ni agua. En algún momento, Sarah tendrá que ir a buscar agua.. Pero y si cambia de idea, y no vuelve jamás?

- Hermana.. ¿No te vas a ir, verdad? ¿No me dejarás sola aquí, verdad? ¿No te irás como lo han hecho papá y mamá, verdad?

A pesar de su miedo, Rebecca tampoco puede soportar su egoísmo...

Haciendo caso omiso de la mirada de desaprobacion de Crossworth, Sarah toma el zurron con agua y comida que les da. Quizas el anciano no entienda los motivos por los que finalmente ha decidido quedarse, pero no la importa, no dajara sola a Rebecca.

- Muchas gracias... -Sarah se da media vuelta, no mirara su marcha, ha tomado una firme decision.

Las horas pasan y Sarah apenas puede dormir sobresaltada cada vez que oye a Rebecca. Cuando por fin parece que empieza a quedarse dormida el sobresalto de su hermana pequeña vuelve a despertarla.

Sarah apenas ha comido, dejando todo lo que podia para Rebecca, pero aun asi lo poco que tenian casi esta agotado, debe ir a buscar alimento y agua pronto.

- Debo ir a buscar agua y algo de comida, si no encuentro algo moriremos -Sarah se incorpora- No te dejare sola, volvere lo mas pronto que pueda.