Partida Rol por web

Cançó d'Alós

Acta Congregationis

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22/11/2019, 09:20
Daniel de Livonia

Daniel se sentó, erguido, recto, en una silla delante de ti. La habitación estaba bien iluminada, y no había en ella ni instrumentos de tortura ni nada que pudiera resultar amenazante: una mesa, dos sillas, una Biblia en latín. En una esquina, un pequeño escriba tomaba apuntes de todo lo que se decía. Fuera, la celda estaba guardada por dos guardias pontificios, que estaban atentos al menor ruido sospechoso en el interior, y oteaban de tanto en tanto.

El inquisidor, que tenía una voz dulcísima, te invitó a tomar asiento:

-- Hermano, por favor, sentaos. Ahora decidme, abridme vuestro corazón. Contadme con todo detalle, haced memoria. Es necesario. Es el designio de Dios.

Notas de juego

Podéis escribirme en el orden que queráis, esto refleja varias sesiones (así que el orden al final no importará, y Daniel os irá haciendo preguntas de tanto en tanto). La única regla es que sólo el director debe ser destinatario: la confesión es secreta.

Como bono, se me acaba de ocurrir algo interesante, que si queréis podemos intentar (esto queda a vuestro completo juicio): escribid vuestra confesión en estilo indirecto (sólo si creéis que va a ser más divertido, creo que como ejercicio de estilo puede ser chulo). Es decir: el interrogado afirma haber visto... Como si el que escribiera fuera el enjuto escriba de la esquina.

(Las chicas tienen su propia entrada, donde lo único que camba es el Hermano, por favor, sentaos por un Hermana, por favor, sentaos.)

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22/11/2019, 09:27
Daniel de Livonia

Daniel se sentó, erguido, recto, en una silla delante de ti. La habitación estaba bien iluminada, y no había en ella ni instrumentos de tortura ni nada que pudiera resultar amenazante: una mesa, dos sillas, una Biblia en latín. En una esquina, un pequeño escriba tomaba apuntes de todo lo que se decía. Fuera, la celda estaba guardada por dos guardias pontificios, que estaban atentos al menor ruido sospechoso en el interior, y oteaban de tanto en tanto.

El inquisidor, que tenía una voz dulcísima, te invitó a tomar asiento:

-- Hermana, por favor, sentaos. Ahora decidme, abridme vuestro corazón. Contadme con todo detalle, haced memoria. Es necesario. Es el designio de Dios.

Notas de juego

Podéis escribirme en el orden que queráis, esto refleja varias sesiones (así que el orden al final no importará, y Daniel os irá haciendo preguntas de tanto en tanto). La única regla es que sólo el director debe ser destinatario: la confesión es secreta.

Como bono, se me acaba de ocurrir algo interesante, que si queréis podemos intentar (esto queda a vuestro completo juicio): escribid vuestra confesión en estilo indirecto (sólo si creéis que va a ser más divertido, creo que como ejercicio de estilo puede ser chulo). Es decir: la interrogada afirma haber visto... Como si el que escribiera fuera el enjuto escriba de la esquina.

(Los chicos tienen su propia entrada, donde lo único que camba es el Hermana, por favor, sentaos por un Hermano, por favor, sentaos.)

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22/11/2019, 11:36
Clara de Mormont
Sólo para el director

La joven interrogada muestra una expresión seria, con un rostro más pálido de lo normal y profundas ojeras fruto de alguien que no descansa bien. Tras unos segundos en los que toma aire se decide a hablar...

En primer lugar solicita la protección de la Santa Madre Iglesia y su deseo de servir a Dios. Tras ello comienza su relato hablando sobre Vicenç de Mormont, su hermano. Dice que su hermano ha pactado con el mismísimo diablo, que ha vendido su alma por poder, gloria y mujeres. Que éste quiere hacer todo lo posible para que ella sea mancillada a través de una violación, que acude a sus aposentos con amenazas de muerte y violación, así como ordenar que la quemen por impura. La interrogada afirma que su virtud sigue intacta y que así desea permanecer entregándose a Dios. Además, dice que Vicenç le ha dicho en varias ocasiones que él mismo disfrutaría de entregarla a los guardias y contemplar como la violarían. También confiesa su temor a que su propio hermano esté tras la enfermedad de su padre el Barón, estando este siendo envenenado por su propio hijo, quien solamente ansía el poder. 

Tras un leve descanso en el que las lágrimas recorren el rostro de la joven de Mormont dice que un día en el bosque, junto al torreón y el viejo cementerio la figura del Diablo se le apareció cuando paseaba acompañada de su amigo Ponç. Que el demonio los atacó pero que su hermano Vicenç habló con él como si de un viejo conocido se tratase, recordándole el pacto que tenían y que aún no podía llevárselo. 

Tras terminar de hablar el rostro de la interrogaba estaba cubierto de lágrimas y el terror era patente en sus ojos. No paraba de decir que el viejo torreón y el cementerio debían ser purificados, que eran el origen del mal... Que siguieran a su hermano, que lo vigilaran y lo comprenderían todo... 

Notas de juego

¿Algo así? 

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22/11/2019, 11:54
Magister

El gran inquisidor deja unos momentos de reposo para la joven, e inmediatamente continúa preguntando por la identidad del citado Ponç, amén de preguntar qué hacían en ese punto a esas horas, y cómo sabían que esa figura se trataba del Diablo.

Notas de juego

¡Me encanta!

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22/11/2019, 11:56
Director
Sólo para el director

Notas de juego

PREGUNTAR:

* a todo el mundo, qué opinan de los demás miembros de la familia

* a Clara, en concreto qué opina de Pèire, si sabe algo específico

* a Manel, por su relación con Roger d'Erill

* a Maria, si su marido está siendo tratado...

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22/11/2019, 11:57
Clara de Mormont
Sólo para el director

La joven muchacha interrogada respiraba intentando hablar de nuevo. Hablaba del señor Ponç d'Empúries a quien dice que conoció en su visita a la ciudad y trabaron amistad. Que él le estaba hablando de su prometida mientras buscaban un lugar en donde merendar. Admite que ella, como joven que era tenía sentimientos por el muchacho pero que en cuanto supo de su compromiso y de que ella no era digna de alguien de su posición se resignó a ser su amiga. 

Tras ello comienza a relatar su experiencia y el terror de sus ojos es más palpable al tiempo que se aferra a un rosario que lleva sujeto a su cuello. Dice que vio una figura cuyas formas no se podían distinguir bajo una ancha capa de color rojo carmesí.  Continua contando que después el silencio se adueñó del lugar, que no se oía ni una sola alma en todo alrededor, que el aire se volvió denso y costaba respirar, que el propio sol se ocultó... El cuerpo de la interrogada comenzó a temblar de terror al recordar lo que aconteció después. Habló de unos lobos de ojos tan rojos como la propia sangre y la capa de aquel jinete, unos ojos sin pupilas. Entonces pareció recordar algo y dijo que los ojos no eran rojos sino rosas. Cuenta que fue ene se momento cuando su hermano Vicenç habló con él y le dijo que aún no era la hora, que él ya sabía que era suyo y que se volverían a ver y entonces podría llevarlo con él. Dice que en ese momento lo comprendió todo, el como su hermano apenas se ensuciaba o le herían en combate cuando nunca había sido tan bueno, el cómo conseguía todo cuanto se proponía, incluso fornicando y pecando con la prometida de Ponç d'Empúries la señora Teresa Fernández de Lara. A la cual dice que vio salir a escondidas de los aposentos de su hermano en más de una ocasión. 

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22/11/2019, 12:52
Manel de Mormont
Sólo para el director

Ya al final de mi vida de pecador, mientras espero el momento de perderme en el abismo sin fondo de la divinidad desierta y silenciosa; en esta celda de mi querido monasterio de Melk, donde aún me retiene mi cuerpo pesado y enfermo, me dispongo a dejar constancia en estos pergaminos de los hechos asombrosos que me fue dado presenciar en mi juventud, cuando no contaba más de catorce años y era el escriba encargado de las entrevistas del inquisidor Daniel de Lavonia. Sin más preámbulo dispongo a continuación lo que ocurrió en aquella serie de encuentros entre mi maestro, Daniel, y el señor Manel De Mormont.

El hermano Manel de Mormont entra en la sala con una elegancia manifiesta, se sienta en la silla delante de Daniel de Lavonia, el hombre parece haber pasado algunos meses recluido, su semblante era serio casi soldadesco, sin embargo sus ropas doradas y con un motivo floral indicaban un porte regio y noblesco del que carecían otros nobles que había entrevistado a lo largo de mis años como escriba.

El inquisidor Daniel De Lavonia formula la siguiente pregunta, aunque no haya una pregunta en si misma, sino una sugerencia manifiesta de que se haga memoria sobre un hecho no nombrado, por lo tanto todo es indudablemente calulado para que el noble caiga en hacer memoria sobre un hecho para él dudoso de correcta moralidad, o incluso de herejía: 

Hermano, por favor, sentaos. Ahora decidme, abridme vuestro corazón. Contadme con todo detalle, haced memoria. Es necesario. Es el designio de Dios.

Los dos carismáticos hombres entrelazan sus miradas y por un momento dejo de escribir pues la tensión era realmente palpable. Cuando la respiración vuelve a mi pecho me doy cuenta de que llevaba sin respirar algunos segundos.

Sitet did oblicuo in pas. Contestó un hipertérrito Manel de Mormont.

Notas de juego

Traducción: No todas las respuestas son para todos los oidos.

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22/11/2019, 13:58
Director

Notas de juego

¡Me encanta! Qué suspense. Por cierto, recuerda que la confesión es privada: he editado los destinatarios de tu mensaje.

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22/11/2019, 22:54
Manel de Mormont
Sólo para el director

A bueno, se me habrá ido la pinza.

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23/11/2019, 00:03
Vicenç de Mormont
Sólo para el director

Vincenç se quedo callado mientras permanecía sentado en aquella incómoda silla. No había oído ninguna pregunta, así que no dio ninguna respuesta. Aquello podría ser una estrategia para otros, sin duda lo parecía desde fuera, pero Vincenç de verdad que creía que no había habido ninguna pregunta.

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23/11/2019, 13:05
Pèire
Sólo para el director

Ante la amabilidad del joven, me acerqué y me senté en la silla. De una forma lenta y calmada. Gracias, por ofrecer una silla a este viejo cuerpo. Bueno, joven, cual son las preguntas. Que queréis que responda, pero antes de que las hagas, no pienso responder nada respecto a la casa Mormot o de Dionis. Dije con un tono suave y calmado. Por el resto responderé encantado a cualquier pregunta que tenga, claro está si conozco la respuesta.

Notas de juego

Tardare en responder, estoy un poco ocupado.

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24/11/2019, 14:32
Daniel de Livonia

https://youtu.be/2K1CXVCQ4e4

 

Daniel de Livonia, sentado delante tuya, pasó al occitano, tu lengua materna. También era la suya.

-- Hacía muchos, muchos años que no hablaba en la vieja lengua de oc. Pero no me sorprende encontrarla en este valle pirenaico. Después de todo, no estamos tan lejos de Occitania, ¿verdad?

>> Las preguntas que debo haceros incumben, por cierto, a la familia Mormont y a la situación del valle. Es mi deber hacerlas, y vuestro deber como cristiano es contestarlas. Comenzaremos por las más sencillas.

>> ¿Hace cuánto tiempo que se suceden las desapariciones de niños en la aldea de Villegat? ¿Se ha tomado alguna medida al respecto? ¿Hay alguna hipótesis sobre quién podría estar detrás de ello?

>> Ah, y, por favor, habladme, habladme de todos los miembros de la familia Mormont. Sé que no queréis hacerlo. Pero creedme, acabaremos antes si colaboráis... desde el principio.

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24/11/2019, 14:39
Daniel de Livonia

https://youtu.be/2K1CXVCQ4e4

 

-- Ubi caritas et amor, Deus ibi est. Ubi veritas... Deus, quoque, ibi est.

El inquisidor miró impertérrito, erguido, la gallardía de Manel. Y con esos ojos que aprendí a temer, con esos ojos que habían visto más de una ciudad arder, formuló la siguiente pregunta ---sus labios apenas se movieron.

-- Mi señor Manel, es gracioso, porque compartís el prejuicio típico de los laicos acerca de nuestro sagrado oficio. Vos teméis, o así parecéis decirlo, que no estemos preparados para escuchar su relato. La gente siempre teme escandalizar al párroco, sonrojar a la novicia... asustar al inquisidor.

Sus ojos se movieron de un lado a otro de la habitación, buscando algo. Era evidente que podían observar más de lo que los míos, cansados ya, podrían haber soportado nunca. Y lo que dijo entonces no he logrado olvidarlo nunca.

-- Los hombres de armas miráis por encima del hombro a las otras profesiones, porque creéis que ninguna otra ha debido lidiar como la vuestra con el mal de la tierra, con la crueldad humana. Os equivocáis, Manel: pecáis de orgullo. No hay profesión que trate con el Mal tan de cerca como la Congregación del Santo Oficio. Con el Mal que no reposa en las frías noches en el campamento, el Mal que no cesa después de la batalla.

>> El Mal, mi señor, contra el que no hay victoria posible. Así ha sido, y así será hasta el Día del Juicio. Este es su reino.

El silencio invadió la estancia. El gran inquisidor se aclaró la garganta, y continuó.

-- Lo único, realmente lo único que podemos hacer es salvar almas del tormento eterno. Esa es toda la derrota que podemos infligir al Mal que no duerme. Y vive Dios que vamos a hacerlo.

>> Así que no temáis, estamos aquí para ayudar. Mucha buena gente de este valle señala el dedo hacia el castillo y su corrupción para explicar la desaparición de inocentes en las brumas de los bosques, oscuros aquelarres en ruinas antiguas y rituales cuya sola mención asustaría al hombre de más estómago. Y vosotros, que deberíais protegerlos, no hacéis más que protegeros entre vosotros, cubriros asquerosamente las espaldas mientras el pueblo sufre.

>> Así que si tenéis algo parecido a un alma, me ayudaréis. Decidme, explicadme qué sabéis de este Mal. Contadme lo que sabéis de vuestra familia, de su gobierno. Confesad, y juntos erradicaremos el Mal de esta tierra.

 

Notas de juego

"Donde hay caridad y amor, allí está Dios. Donde hay verdad... allí, también, está Dios."

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24/11/2019, 14:59
Daniel de Livonia

Tras unos instantes de silencio, el inquisidor continuó:

-- Decidme, mi señor. ¿Qué opinión os merecen los demás miembros de vuestra familia? Habladme de todos ellos.

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24/11/2019, 15:01
Daniel de Livonia

https://youtu.be/2K1CXVCQ4e4

 

Podías notar que el escriba temblaba mientras apuntaba todo lo que decías. En un momento dado, cuando hubiste terminad, paró y se santiguó repetidas veces, murmurando alguna oración en latín. Un frío espeso había descendido sobre la celda, llenando todos sus rincones de una escalofriante claridad. Tenías la sensación de estar sentada en la montaña, en ese claro otra vez.

Tenías la sensación de que ni los gruesos muros de Alós podrían protegerte.

Daniel, sin embargo, no se movía, y te escuchaba observándote con sus grandes ojos negros.

-- Vuestras acusaciones son muy serias, hija mía. De comprobarse, el joven Vicenç habría incurrido en un delito de brujería, y su alma debería ser... purificada. Pero de comprobarse que son falsas, entonces sería vuestra alma, hija, la que estaría en peligro.

En ese instante, en ese preciso instante, comprendiste la clase de hombre que era Daniel de Livonia. Las desapariciones de niños, el sufrimiento del pueblo, esas cosas no significaban absolutamente nada para él: la carne estaba corrompida desde el principio por el Pecado, la carne era la prisión del Mal mismo. Daniel quería salvar sus almas inmortales, quería salvarlas del tormento eterno. Haría falta ser una clase de monstruo muy perverso, entendiste que pensaba, para condenar un alma a las llamas del infierno durante el tiempo infinito si podías evitarlo, sencillamente, con un efímero tormento sobre la carne perecedera. Si quemando a un pecador, desaparecía el pecado, ¿no sería eso un acto de bondad comparado con condenarlo al Averno? Sólo un monstruo priorizaría la compasión por la carne sobre la compasión sobre el alma.

Y Daniel de Livonia no era ningún monstruo.

-- Hija mía, habladme de vuestra familia. Habladme de vuestra madre, de vuestro padre, de vuestros hermanos, de vuestros tíos...

>> Habladme de Pèire.

El gran inquisidor dijo esto último con un tono que te hacía entender que estaba especialmente interesado en este último. ¿Tenía Pèire algo que esconder?

Notas de juego

Puedes seguir relatándolo en estilo indirecto, es sólo que me gustaba más mi réplica en estilo directo.

Tírame Memoria o, quizá, recuerda tú misma.

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24/11/2019, 16:42
Clara de Mormont
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Notas de juego

Recuerdo algunas cosas, sobre el hermano mayor de mi padre, creo. Y sobre Peire creo que también... Tendría que ir mirando tema por tema... 

Te parece si tiro y si la saco me das la información que creas y luego uso yo lo que recuerdo? 

Y, si no la saco pues uso sólo lo que recuerdo yo como jugadora... 

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24/11/2019, 16:19
Manel de Mormont
Sólo para el director

La regia compostura de Manel de Mormont no se vio afectada en lo más mínimo. Contestó escuetamente pero de forma contundente.

Llevo protegiendo a este pueblo Cançó d'Alós desde que volví de la guerra, pues es mi pueblo. Bebo con ellos, como con ellos y sufro con ellos, daría mi vida gustosamente por protegerlos.

Pese a que no he dicho absolutamente nada de lo que habéis dado por sentado, yo al contrario que vos, no tengo prejuicio alguno acerca de vuestro sagrado oficio, de hecho se perfectamente que estáis preparados para escuchar mi relato. Aunque no sepa a qué relato se refiere, ya que si empiezo a contar batallitas pasadas el escriba de ahí sentado tendrá que ir a por más pergaminos.

Puede que algunos hombres de armas hayan debido lidiar con el mal de la tierra y con la crueldad humana. Yo por el contrario sólo he tenido como enemigos a los infieles, y comprendo que en sus culturas inferiores con otras moralidades puedan creer que desollar a un niño es aceptable.

En ese instante Manel de Mormont se inclina hacia el inquisidor Daniel de Lavonia.

No es el mal, son personas que no creen en Dios, enemigos de nuestra fé, por eso les maté, y volvería a matarlos cuantas veces fuera necesario hasta que Dios me lleve consigo.

Cuando las gentes señalan hacia el castillo es porque no saben lo que el castillo hace por ellos. Gracias por el consejo Señor de Lavonia, sin duda remediaré eso. Me encargaré de que hasta el último niño del valle sepa lo que hacemos aquí por ellos.

Desapariciones de inocentes en las brumas de los bosques, decidme algún nombre.

Llevo investigando el suicidio de una mujer a la que nadie parece importarle excepto a mi meses, y el asesinato de una caravana más tiempo aún. Las propias gentes del pueblo dicen que la suicida era una loca que se había inventado un hijo que nunca había existido y la caravana fue atacada por extranjeros con armas prohibidas por la santa sede, ballestas. Así que si no he oído nada sobre ninguna desaparición, creedme cuando os digo que no la ha habido. La gente confía en mi, si no lo hicieran tendría que dejar mi puesto.

Y vosotros, que deberíais protegerlos, no hacéis más que protegeros entre vosotros, cubriros asquerosamente las espaldas mientras el pueblo sufre.

Esta frase, sin ninguna duda, fue la que más ofendió a Manel de Mormont, Daniel de Lavonia de haberlo pensado mejor, o de haber investigado sobre aquel hombre que tenía en aquel momento delante lo hubiera sabido.

Manel se levantó como un resorte, de forma tan rápida que Daniel por un momento pensó que recibiría la furia de aquel hombre.

Jamás nadie me había insultado tanto con tan pocas palabras, pero voy a dar por hecho que es el cansancio del viaje quién habla, pues no quiero pensar que es usted así de insolente e inepto.

Si quiere mi ayuda va por mal camino, así que si la quiere de verdad nos veremos mañana en la plaza del pueblo para conocer los detalles de dichas desapariciones.

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24/11/2019, 22:20
Magister

En ese momento, recordaste algo acontecido hace un año...

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24/11/2019, 22:40
Vicenç de Mormont
Sólo para el director

Son mi familia, no he podido escogerlos, al contrario que a mis amigos, los cuales elijo con sumo cuidado y cuido con esmero. Sonrío.

Pero me produce cierta curiosidad, ¿Qué quiere saber exactamente? O mejor dicho, ¿De quién quiere saber los trapos sucios?

¿Mi tio Manel? Un soldado imbécil que no sabe más que arreglar las cosas por medio de las armas.

 ¿Mi hermana Clara? Una estúpida muchacha que intenta salir del valle por cualquier medio a su alcance sin saber cómo funciona el mundo real.

¿Mi padre? Un pobre títere de mi madre.

¿Mi madre María? La verdadera regente de las tierras Cançó d'Alós.

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25/11/2019, 22:03
Pèire

Joven, sé que sirves al santo padre. Y por lo tanto a Dios.

Por consiguiente, entenderéis, que lo que me pedís es imposible de contestar. Ya que jure, ya hace mucho tiempo, en nombre de Dios. Que serviría a la Casa Mormot, hasta el fin de mis días. Y guardare sus secretos y cuidare sus vidas. Por siempre.

Hago un gesto como de resignación. Si eso, os supone un problema, podeis apresarme. Pero esta será mi respuesta siempre. Yo solo responderé ante Dios, me santiguo, y después ante el cabeza de familia de los Mormot.