Partida Rol por web

Cançó d'Alós

Prólogo: El Torreón del Águila

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21/12/2018, 13:44
Magister

https://www.youtube.com/watch?v=Lz_LYIqKTwo​

 

El cervatillo se había dado a la fuga. Los dos chicos intentaban rastrearlo desde sus caballos, hasta que decidieron que lo mejor era seguir a pie rastreando las huellas. Ataron sus monturas a dos árboles deshojados sobre los que crecía un musgo frío y casi suave al tacto. 

Rastrearon las huellas en silencio, concentrados en su tarea. Ninguno de los dos era un perfecto cazador, pero la nieve caída en esa zona de las montañas la víspera era su mejor aliado: hacía el frío suficiente como para que la litera blanca no hubiese desaparecido todavía. 

A medida que se adentraron en el bosque empezaron a comprender hasta qué punto había sido una buena idea dejar atrás los dos caballos, que sólo les hubiesen entorpecido en ese territorio escarpado y lleno de árboles. Caminaron durante largo rato sin proferir una palabra hasta que finalmente se dieron por vencidos. No tardaría en empezar a anochecer. Y en Alós anochecía rápido.

A lo lejos, a la sombra de la montaña donde se encontraban, podían reconocer claramente la silueta de la villa, con su iglesia románica como único elemento reseñable. A lo lejos, siguiendo por el camino que venía del sureste, se encontraba la vieja fortaleza de construcción musulmana. Su hogar.

Se disponían a iniciar el lento y tortuoso descenso cuando algo llamó su atención. Arriba, entre los árboles a corta distancia (pero era difícil verlo a simple vista por lo tupido del bosque en esa zona), vieron una vieja construcción defensiva que parecía abandonada, defendiendo desde la colina la entrada al valle.

Los dos estaban seguros de no haber dejado en ningún momento las tierras del barón, y sin embargo... Sin embargo, nadie les había hablado nunca de ninguna fortificación semejante. 

Tardaron todavía unos instantes en recordar que ya habían visto ese lugar, de lejos, cuando cabalgaban por la calzada hacia la villa algunas mañanas. Nada más que una sombra recortada contra el sol naciente.

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21/12/2018, 18:43
Vicenç de Mormont

Avanzo en silencio, con el arco descansando en mi regazo. Contemplo a la lejanía aquella fortificación, y dirijo mi caballo con suave movimiento. Aquel edificio señala como un dedo hacia el cielo. La noche se avanza y ya pronto saldrá la luna. De día, apenas le he visto. ¿Es posible que en mis 17 años quedaran lugares del valle aún sin conocer?

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22/12/2018, 00:22
Dionís

Soy el último en abandonar la caza del cervatillo. Cuando se me mete una idea en la cabeza, cuesta sacármela y esa noche tenia ya la carne del astado a medio degustar en mi mente.

Pero veo que Vicenç me hace una señal de retirada y me doy cuenta que estoy a punto de trepar por una pared escarpada que lo más probable que me reporte sea algún buen rasguño o incluso una caída fortuita, que teniendo en cuenta la distancia hasta nuestro hogar, podría ser un problema grave de verdad. 

-Esta vez que has librado, pero nos volveremos a ver!

E inicio el descenso cumbre abajo con cuidado. El sol ya se ha puesto y la luz que todavía irradia detrás de las montañas, no va a durar mucho y ya empieza a ser insuficiente para caminar con seguridad. Además el frio empieza a hacer acto de presencia. "Cuando el sol se va por la ventana, el frio entra por la puerta" 

Y entonces me doy cuenta. Estamos en un callejón sin salida. Difícilmente vamos a tener tiempo de retornar a casa. 

Con lo que hemos tardado en subir, no vamos a ser capaces de deshacer el camino antes que sea negra noche. Se impone empezar a plantearse un campamento. Buscar un resguardo y pasar la noche será mucho más inteligente que intentar llegar a nuestro destino. 

-Vicenç, creo que hay que plantearse buscar refugio y hacer un fuego. No creo que podamos llegar hasta el castillo antes de que la noche se cierre por completo. ¿Pero... qué estás mirando?

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22/12/2018, 01:45
Vicenç de Mormont

-En aquella colina, ¿lo vez? Aquella fortificación- Digo señalando hacia el lugar que ha atraído mi mirada -¿Conocías tu ese edificio? Domina la colina y desde allí parece observar todo el valle. Creo que debemos acercarnos y explorar.

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22/12/2018, 01:49
Dionís

-No parece estar muy lejos y quizá pueda servirnos para resguardarnos esta noche. Pero, efectivamente Vicenç, creo que nunca habíamos andado por aquí y, lo que es yo, no tengo ni idea de que puede ser tal construcción. 

Dije al mismo tiempo que me sentí aliviado ante la posibilidad de tener que improvisar un refugio a esas horas. 

-Además debe tener una vista excelente. Quizá mañana podamos recuperar la pista del ciervatillo. 

Tenia una cuenta pendiente con la pieza de caza que acababa de escapar, pero también empezaba a tener hambre. Mientras nos dirigíamos al torreón, busqué por la cercanía alguna pieza de caza menor o algo comestible para llenar el pescuezo cuando llegáramos a la construcción. 

- Tiradas (1)
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23/12/2018, 01:29
Director

Notas de juego

Encuentras una liebre despistada, que puedes cazar. Llevo un día de locos, mañana continúo.

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23/12/2018, 18:53
Magister

Entre la lejanía, Dionís divisó un movimiento en un arbusto. Sin decir palabra, señaló y (tal era la comprensión mutua entre los dos amigos), Vicenç disparó su arco. Hubo un ligero destello de agonía, y de detrás del arbusto sacaron una liebre, muerta instantáneamente por el disparo.

Avanzaron llevando la liebre y recogiendo leña hasta el torreón, mientras sus botas hollaban la nieve, destruyendo cualquier indicio del ciervo en mitad de la oscuridad cada vez más patente. Llegaron al torreón cuando las paredes ya proyectaban largas sombras sobre el suelo, y el frío acuciaba.

Las ruinas, de planta circular, carecían de tejado, y sólo quedaban algunas paredes del primer piso. Aquí y allá, grandes vigas de madera cubiertas de hierba frondosa y musgo se disputaban el espacio. Entre ellas, en la pared, encontraron una antigua chimenea.

Por alguna razón, no estaba cubierta de nieve.

Notas de juego

Necesito tres tiradas:

HAB x3 para encender el fuego (es fácil, lo sé, pero si la falláis puede ser muy divertido)

PER x2 y PER x3

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24/12/2018, 00:29
Dionís

Los últimos metros antes de llegar al torreón estuvieron envueltos en la satisfacción de saber que esa noche, por lo menos, tendríamos algo que llevarnos a la boca. La habilidad de Vicenç con el arco nos había conseguido una buena pieza. Bueno, yo también le hubiera dado, pero Vicenç llevaba el arco en la mano.

-A ver si hay suerte y encontramos a alguien que pueda acojernos esta noche en la torre. 

Pero al llegar al sitio ya me doy cuenta que me va a tocar trabajar un poco para resguardarnos del frio y la nieve. El lugar está abandonado y apenas se sujeta en pie. Eso sí, parece que una chimenea nos va a servir para hacer un buen fuego y calentarnos durante la noche. 

Quizá por la ilusión de ver la liebre bien hecha o quizá, simplemente, porque la leña que he ido recogiendo estaba bastante seca a pesar de la nieve, consigo encender el fuego en un periquete y con una facilidad impresionante. Mientras este empieza a crecer, le digo a Vicenç

-Despellejas y preparas la liebre para darnos un buen banquete?

Y entonces me doy cuenta...

- Tiradas (3)

Notas de juego

Me pierdo un poco con el tema de la tirada. Entiendo que si dices Hab x3 significa que tenemos que multiplicar por 3 habilidad (en mi caso 20x3=60) y sacar en la tirada menos de 60, correcto?

Ostras, parece que los dados me han acompañado!!!

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24/12/2018, 19:44
Magister

Dionís sabía leer los estragos de un gran fuego. Por el tipo de desolación en el que se encontraba el torreón, por la poca cantidad y la forma de las vigas (apenas recordaban ya a vigas), infirió que el edificio había sido destruido por un incendio hacía mucho, mucho tiempo.

Cuando llevó la leña al antiguo hogar, se sorprendió al comprobar que el suelo en esa parte no estaba frío como la nieve. Se agachó para ver mejor, dada la poca visibilidad, y cogió un poco de tierra con las manos.

Allí, en lugar de nieve, había ceniza (fría, pero ceniza al fin y al cabo). Lo cual era tanto más extraño dado que la construcción carecía completamente de techo, y el resto de la planta estaba cubierta de nieve. 

Pero el frío le preocupaba más. Encendió el fuego utilizando el pedernal y lo mantuvo para que su amigo (y señor) pudiera sentarse cerca. Era curioso este doble papel, confidente y a la vez servidor, amigo y criado. Pero su lugar en la jerarquía feudal era el que era y, visto lo visto, no podía quejarse. Además, a Vicenç lo unía un verdadero afecto.

En ese momento, los dos lo vieron. Al lado del hogar, en la ceniza, alguien había hecho el dibujo de una espiral. Extrañamente, en esa zona la ceniza estaba más oscura de lo que es habitual.

Notas de juego

Bien hecho, es exactamente eso. ¡Qué buena suerte!

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30/12/2018, 22:41
Director

Notas de juego

¿Chicos? xD

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30/12/2018, 22:42
Dionís
Sólo para el director

Notas de juego

suponia que era turno de Vicenç

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30/12/2018, 23:12
Director

Notas de juego

es verdad que con tanta fiesta y demás igual le sea algo difícil, pero si sigue sin responder le daré un toque, a ver. De todas formas, puedes responder tú, no te preocupes demasiado por los turnos (sobre todo fuera de combate!)

Gracias por responder

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02/01/2019, 00:33
Dionís

El lugar dónde nos encontrabamos pasó, en un periquete, de bueno a malo. Los indicios que pude leer no me gustaron nada. Hacía muy poco tiempo alguien habia estado allí y, por lo tanto, podia volver en cualquier momento.

Ademàs esa espiral dibujada me daba muy mala espina. Intentó recordar si en alguna ocasión alguien me habia hablado de algo parecido.

Lo que si tuve claro es que esa noche no iba a ser una noche plàcida. Le conté a Vicenç todo lo que había constatado y lo que eso significaba.

-Vicenç, hay que estar alerta. No vamos muy preparados para el frio, al dejar los caballos hemos cogido lo imprescindible para cazar un ciervo, no para pasar una noche al raso. El fuego puede salvarnos pero al mismo tiempo revela nuestra posición y nos impide ver si alguien se acerca hasta tenerlo encima. Propongo que después de comernos la liebre, uno de los dos monte guàrdia apartado del fuego y el otro descanse.

Mi formación militar siempre me hacía sospechar un poco màs de la cuenta.

-Cuando el frío nos haya calado los huesos, podemos volver al fuego y cambiar el turno. Así, ademàs, nos aseguramos que no se apage.

- Tiradas (1)

Notas de juego

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03/01/2019, 00:44
Magister

No reconoces la espiral, pero sin duda parece algún tipo de superstición extraña. En el mejor de los casos.

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04/01/2019, 07:50
Vicenç de Mormont

Estaba distraído pensando en los misterios de este valle mientras veía como Dionís prendía el fuego. Cuando vi las extrañas marcas, no pude evitar acercarme a contemplar esas marcas. Algo había en ella, algo... que en algún lugar parecía...

-Ah, si. Tienes razón. Pero es solo esta noche. Una noche afuera no nos matará. Servirá... para probar de que estamos hechos. Además, seguro que tu sabes más de una forma de sobrevivir a descampado. Pero, me parece buena idea. ¿Quieres hacer la primera guardia?

 

- Tiradas (2)
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04/01/2019, 15:41
Magister

Ves lo mismo que ha visto Dionís, y te quedas mirando la espiral en el suelo. La mancha oscura a su alrededor te intriga, y coges un puñado de esa ceniza y te la acercas a la nariz.

Entre el olor ahumado de la madera quemada, notas un indistinguible olor metálico. Huele como a hierro.

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07/01/2019, 23:22
Director

Notas de juego

¿Algo que comentar o continúo la escena?

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08/01/2019, 00:28
Vicenç de Mormont
Sólo para el director

Notas de juego

Esperaba respuesta de Dionís, pero sino, continuamos.

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08/01/2019, 08:50
Dionís

Después de eliminar la liebre, de la que dejé a Vicenç las partes mas gustosas aduciendo no tener mucha hambre,me encargué de poner mas luña en el fuego y busqué un lugar un poco apartado en el que improvisar un puesto de guardia. Con unas ramas caídas monté un poco de paraviento que servia a la vez de resguardo del frio y de escondrijo. Repasé el buen estado de mi arco y dejé las flechas a punto por si las pudiera necesitar. Y esperé que pasara el tiempo...

Notas de juego

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08/01/2019, 15:13
Vicenç de Mormont

Comí con gusto alguna de las piezas que Dionís me dejó, y guardé el resto. Esas piezas podrían servir como un buen desayuno. Si bien me acomodé para pasar la noche, los misterios del lugar no dejaban paso al sueño. Este lugar, podría ser mi lugar, mi torreón y fortaleza. Quizás, aún hubiera algo que hacer en el valle. Me dejo soñar.