Partida Rol por web

Casa de Muñecas - HLCN

Día 1: Silencio

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17/03/2014, 23:38
Narrador

La mañana llegaba y el amanecer se asomaba por la ventana de todos los presentes. Algunos se levantaron más rápido que otros pero todos se dirigían al mismo punto. Un lugar en la segunda planta parecía haberse llenado de humo. Se dirigen hacia allí y pueden ver al personal del hotel, tratando de controlar un incendio. En la habitación 208, no quedaban más que escombros quemados pero en la cama se vislumbraba una figura. No era mucho lo que lograba distinguirse pero por su estatura y por tener en sus manos una pequeña libreta, pudieron identificar que era Kenneth, el parasicólogo. Aunque al examinar su cuerpo, pueden ver que no era lo único que había cegado la vida del hombre. Su pecho estaba al descubierto y la carne quemada reflejaba heridas múltiples donde la sangre había caído y cristalizado gracias al fuego. Tal vez, el fuego era para ocultar la evidencia.

Era real pero ¿Quién lo habrá hecho? ¿Será también un montaje? Él era quien trataba de mostrarles a todos lo falso de la situación pero ahora estaba muerto. Al parecer, los desvaríos del hijo de la anfitriona eran ciertos. Uno de los huéspedes era el responsable de esto.

Creían que las sorpresas se acababan pero pudieron ver, desde lejos, en la estantería de muñecas, 4 compartimentos sin luz y cuatro muñecas en el suelo. Se acercan con curiosidad y pueden ver que son diferentes, pero una tiene la misma ropa de Kenneth. Su cara está contra el suelo pero al levantarla, notan que las cuencas de sus ojos están vacías. Alguien los había destrozado.

No tardaron mucho en atar cabos y al observar las otras muñecas, pudieron darse cuenta de su parecido con otros tres huéspedes del hotel y ninguna muñeca tenía ojos. Buscaron a Reuel por todas partes pero, al parecer, no lo encontraban, hasta que se dispersó el humo del incendio. Cerca de la habitación pero oculto por el humo, estaba su cuerpo inerte, rodeado de sangre y con el vientre atravesado. El pánico inundaba a todos los residentes cuando voltearon la segunda muñeca y pudieron ver el rostro y la ropa, idéntica a la de Loren, aquella mujer que había hablado sobre experiencias sobrenaturales. Buscaron por todas las habitaciones y en la tercera planta, en la habitación 305, encontraron su cuerpo. Su cuello había sido destajado y su pecho atravesado desde los hombros hasta la cintura. Era una imagen escalofriante pero no acababa allí. Una persona no se había presentado y era una persona difícil de ignorar. Por su cabello azul, todos supieron cuál era la última muñeca. En la primera planta, vieron su cadáver, inerte, sobre su cama, aunque su muerte había sido más limpia. El único rastro era una bala dorada que estaba entre sus cejas. Un disparo limpio y certero que había acabado con su vida. Ella parecía ser inofensiva y tristemente, demasiado joven para haber muerto de esa manera.

Aunque el personal del hotel trataba de calmar las cosas, la agitación era inevitable. La única solución que pudieron encontrar fue cerrar las habitaciones de los fallecidos y en el caso de Reuel, llevarlo a la suya propia, limpiar la sangre y clausurar el acceso. Eran todo lo que podían hacer por el momento.

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18/03/2014, 00:21
Tae Seung

El joven parecía una persona diferente en este nuevo día y las visiones de aquellos fallecidos no parecían causarle temor. De hecho, parecía firmemente decidido a tomar medidas en el asunto, cosa que tranquilizó al personal del hotel. Al menos sin su madre, podría hacerse cargo. Llevaba las manos atrás. Tal vez, llevaba algo entre las manos.

Se quedó en el balcón y dijo - Estuve revisando las cintas de seguridad y sé que alguno de ustedes es el causante de esto. No he podido ver rostros pero sí sombras, deambulando por el lugar durante la noche - mira las muñecas de los caídos y dice - Mi madre hace mucho me contó una historia. Una historia que, hasta ahora, me negaba a aceptar. Cuando pones mucho amor a una muñeca y le das un nombre, las muñecas cobran vida. Mi madre trabajaba día y noche en las muñecas de todos ustedes y tal vez... - sus manos se fueron hacia el frente y pudieron notar que llevaba una hermosa muñeca entre sus manos, de cabello negro y largo, con un vestido rojo y una camisa de manga larga debajo.

- Tal vez alguno de ustedes está maldito y ha corrompido a estas adorables muñecas - abraza con fuerza la que lleva entre sus manos y luego dice - Por esto, limpiaré este santuario de las muñecas corruptas, mas no seré yo quien tome la decisión. Serán ustedes - en su cara podía verse su enfado y su dolor, aunque sus ojos parecían cansados y las ojeras se pronunciaban fuertemente sobre su piel. - Deberán votar y depositar sus votos en esa urna - señala hacia la entrada de empleado, donde dos mayordomos cargaban una caja de cristal con una muñeca. Era diferente a todas las de la vitrina y permanecía sola dentro de esa caja de cristal.

- Al final del día, yo mismo me encargaré de la sentencia. Por la memoria de mi madre, no dejaré que esto perdure - dos mayordomos se hicieron en las escaleras, de modo que no pudieran pasar hacia allí, mientras el joven entra nuevamente a la habitación donde la noche anterior habían llevado a su madre.

La antigua muñeca seguía allí, dentro del cilindro de cristal, en la misma posición en la que la habían dejado el día anterior.

En la cocina, preparaban la comida de todos y esperaban a que, quien quisiera comer, la recogiera. Realmente, no sabían si la gente querría comer, pero no podían dejar que los huéspedes murieran de hambre.

La consigna estaba hecha. Ahora, llegaba el momento de decidir qué hacer.

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18/03/2014, 03:18
Andy Reynolds

Andy despertó uno de los primeros: A decir verdad poco pudo dormir, y alarmado por el movimiento del personal del hotel, se dirigió a la habitación en la que se había hospedado el hombre que ahora yacía quemado en su cama.

El anterior día había hablado con el, cruzado un par de palabras, aunque fueran pocas. Y ahora estaba allí... Muerto.

Mierda.

Mierda, mierda, mierda.

Aquello se volvía cada vez mas tétrico, mas increíble. Mas sobrenatural. 

Realmente estaba asustado.... Nisiquiera prestó atención a las demás explicaciones. Entró en una especie de shock, hasta que alguien lo guió hasta donde habían presenciado la muerte de la anfitriona,  el día pasado...

Y allí, los encerraron. Los encerraron a todos. Y el saber que aquel hombre seguramente tenía algo entre las manos que podía quitarles la vida, era aún mas terrorífico. Parecía sacado de una película de horror.

Cerró los puños. Miró a su alrededor, pero no pudo ver a nadie que fuese amigo. Solo potenciales asesinos.

Un momento ¿Podía estar creyendo realmente en aquello? Aún se mostraba reticente. Era mejor para la cabeza pensar que aquello era falso, un montaje.

Pero no, no podía serlo...

No podía hablar. No en aquel momento. Estaba demasiado angustiado ante los acontecimientos y no sabía como reaccionar.

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18/03/2014, 06:17
Jose Peres "Don Chepe"

Jose estaba despierto desde las 4 de la mañana, pero no habia salido de su habitacion, nisiquiera habia salido de la cama, se quedo contem´plando la muñeca del techo y pensando en lo raro que era estar ahi, no se sentia en casa, tenia mucho tiempo uy no sabia que hacer con el, por un momento extraño el olor del campo y el sonido de las aves que habia sido sustituido por el sonido de gente gritando, discutiendo y cosas moviendose, a decir verdad es un poco perturbador.

Como si no fuera mucha mi sorpresa, al levantarme me topo con que alguien ha muerto, y no solo eso, muchas de esas lindas muñecas estan destruidas, quien podria hacer algo asi en un lugar tan bonito como este? ya me dio miedo.

Me encomiendo a la virgen y rezo mientras el hombre da la explicacion de la leyenda esa, nunca habia oido nada como eso, pero ya me dio miedo, quiero regresar a mi pueblo.

-Disculpe señor, yo solo quiero regresar a mi pueblo, yo no quiero ver moridos no nada, yo no hice nada-

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18/03/2014, 10:17
Wolfgang von Richter

El Dr.Wolfgang había permanecido ausente y alejado del resto de invitados durante toda la noche anterior. Las multitudes nunca habían sido de su agrado y pese a ser conocedor del hecho de que tarde o temprano iba a tener que compartir mesa con alguno de ellos por motivos de trabajo había preferido retrasar en la medida de lo posible ese momento. Pero todo momento llega, por mucho que le pese a quien le pese.

Wolfgang se levanto de la cama sintiendo la mirada opresora de aquella lampara de aspecto tétrico, se vistió mientras su mente ya se adentraba en el estudio que quería realizar. Las muñecas que vio la noche anterior le gustaron pero los sucesos que habían acontecido en presencia de la anfitriona y aquella muñeca “viviente” le hacían pensar que su trabajo iba a acabar torciéndose y no podría investigar a gusto. -Cuando Wolfgang pensó en la palabra viviente como cualidad de la muñeca una sonrisa sarcástica se dibujo en su rostro mientras decía por lo bajo -Tonterias-.

Después de dedicar unos segundos a observar las fotos de las muñecas nubias, objetos de su estudio, que tenía guardadas en una carpeta decidió al fin bajar para reunirse con los que, inevitablemente, iban a ser sus nuevos compañeros de trabajo.

 

 

Wolfgang cerro la puerta de su habitación y se guardo la llave con un deje de pesadumbre como quien al hacer eso se encerrase fuera de su pequeño refugio. Empezó a caminar con la mente ausente centrándose ya en su trabajo o quizás imaginando que palabras educadas usar para evitar las conversaciones que se vería obligado a entablar con los otros. Pero pronto todo eso paso a segundo plano.

Varias personas yacían muertas en aquel lugar. Wolfgang nunca había sido una persona muy delicada y cualquier arqueólogo que se precie ha visto mas de un cadáver. Pero nunca había presenciado un asesinato. Alguien a escasos metros de él se había levantado por la noche y decidió que la vida de un puñado de personas valía menos que la suya. No es que le sorprendiese que pasasen cosas así en el mundo. Pero le aterrorizaba que pasasen tan cerca de él.

Su mente ya había vuelto a casa, su cuerpo aun seguía allí. Pero Wolfgang no tardo demasiado en dar a entender que quería cambiar el lugar de ambas cosas, su cuerpo en casa y sus pensamientos en las muñecas.

-Esto es... un horror. Yo no quiero seguir aquí, no hay investigación posible que valga mas que una vida humana -Aun que todo científico sabe que esa afirmación es tremendamente falsa es lo que el Dr.Wolfgang sentía en ese momento- Tenemos que volver a nuestras casas y dejar esto en manos de las autoridades pertinentes.

Esas dos frases fue lo único que salio de la boca del alemán, luego dijo algo por lo bajo que a todos les resulto incomprensible. Probablemente algún “dios santo” proferido en esa lengua incomprensible.

Notas de juego

Disculpar si me he excedido mucho, pero como es la primera vez que respondo y anteriormente el jugador al que he sustituido no había hablado nada he visto necesario poner alguna cosa mas.

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18/03/2014, 12:29
Alicia Moreu

Alicia apenas consiguió dormir, no podía quitarse de la cabeza la imagen de esa pobre mujer y encima estaba la lampara, la condenada muñeca no es que ayudara a conciliar el sueño precisamente, parecía que sus ojos te observaban, que en cualquier momento comenzaría a moverse

-¿Y si es como la muñeca de anoche? no no no, eso fue una broma, tuvo que serlo.

El barullo que había fuera la despertó, se vistió rápidamente y salio haber lo que pasaba, al llegar a la habitación 208 lo unico que alcanzo a hacer fue llevarse la mano a la boca -Dios...- el miedo se apodero de ella -No puede ser-,no quería estar sola así que siguió al grupo que iba de habitación en habitación, lo que encontraron no fue agradable, por cada muñeca un muerto.

Al terminar el macabro recorrido el hijo de la encargada los reunió y comenzó a contar cosas que para Alicia no tenían ningún sentido, cosas que la intranquilizaban, en el ultimo momento antes de que el joven saliera de la habitación atino a decir -¿Votar para que?-
 

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18/03/2014, 13:17
Noor ud-Din

La noche pasada en su habitación había distado de ser reparadora, pues Noor apenas había dormido. Casi desde el momento que llegó, había abierto las ventanas de par en par y se había arrodillado en el suelo. Con la suerte de que la quibla estaba justo a través de la apertura, se pasó la noche postrado, murmurando una y otra vez aquella letanía: lā ʾilāha ʾil ʾāllāh, muḥammadun rasūlu-llāh

Aunque estaba cansado, se notaba con la mente despejada, preparado para afrontar el nuevo día. ¿Se habría resuelto lo ocurrido la noche anterior? Al llegar a la segunda planta, se dio cuenta que no.

No se acercó a ninguno de los cadáveres encontrados, ni a las muñecas con los ojos sacados. Desde una distancia prudente, se fijó en algunos detalles y luego bajó al comedor.

Se sirvió una taza de café del recipiente de plástico, típico de las cafeteras americanas. Primero buscó con la mirada a los dos más pequeños, Alec y Alicia, para asegurarse que estuvieran bien. No permitiría que nada les pasase. Después se aseguró que la americana rubia seguía por allí. Casi todos los americanos llevaban pistolas o revólveres encima, sería una buena idea no alejarse demasiado de ella. Él por su parte había preferido dejar su daga enjoyada en su jet privado; y ahora veía lo correcto de aquella decisión.

Bebiendo pequeños sorbos de café, empezó a hablar. Me parece que el señor Seung no nos va a permitir salir de aquí, así que más vale que tratemos de resolver esto cuanto antes, sugirió el kuwaiti.

Por lo que he podido ver, han aparecido cuerpo en las tres plantas que pueden ser ocupadas. Los dos caballeros de la segunda planta, uno de ellos apuñalado y quemado y el otro fuera de su habitación, también apuñalado. La mujer apuñalada y con el cuello cortado de la tercera planta y finalmente la joven de pelo azul, con una bala en la cabeza, en la primera planta, comenzó a relatar Noor lo que había sido capaz de ver. Si también contamos a la madre del señor Seung, vemos que las cinco muertes han sido distintas.

No soy detective, ni me dedico a estas cosas, pero si han muerto cuatro personas, podría asegurar que hay cuatro asesinos entre nosotros. Si fuera solo uno, ¿qué sentido tendría matar a cuatro y no seguir con los demás en una misma noche?

 

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18/03/2014, 13:47
Keelin O’Connor

Keelin bajó por las escaleras con expresión asustada tras haber contemplado los horrores esparcidos por los distintos pisos del hotel. Su rostro estaba pálido y, aunque su apariencia era impecable, en sus ojos podía verse que la situación la tenía sumamente afectada. 

Su mirada buscó la de Michelle al reunirse con los que habían sobrevivido a la noche y se llevó la mano a la cabeza, con una sombra de confusión en sus ojos verdes. Buscó algún lugar donde sentarse y esperó sencillamente a que todo el mundo fuese llegando. No se sentía con fuerzas para ponerse a desayunar, de hecho su estómago estaba completamente revuelto después del espectáculo de cada planta.

Escuchó las palabras de Tae, pero tardó algunos segundos en reaccionar a ellas. - Pero... ¿Qué está diciendo? ¡Está usted completamente loco! Lo que tiene que hacer es llamar a la policía. Tiene que dejarnos salir de aquí... ¡¿Cómo va a encerrarnos y a tomarse la justicia por su mano?! ¿Usted se oye? - La voz de la joven era trémula, hablaba con rapidez y los ojos muy abiertos. No podía creerse que de verdad fueran a continuar en ese lugar. Ella sólo quería salir y volver a su casa, tratar de olvidar todo lo que había sucedido desde la noche anterior... - ¡¿Votar qué?! - Las palabras que April le había dedicado la noche anterior acudieron a su mente y Keelin se mordió el labio inferior, sintiéndose impotente. - La gente cuando está nerviosa puede hacer cosas impensables... 

La mirada de Keelin buscó la del resto de personas de la sala, tratando de averiguar si a los demás les parecía tan increíble la situación como a ella. - H-ha habido cuatro o cinco asesinatos... - Empezó a decir, peinando sus cabellos con un gesto nervioso. - No dejan de pasar cosas raras. ¿Qué pretende ese hombre? ¿Que nos matemos entre nosotros? Si esto es una broma ya han ido demasiado lejos. T-tenemos que marcharnos de aquí... - Terminó con voz aguda, dejando la frase morir en el aire. La joven estaba a punto de perder los nervios.

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18/03/2014, 15:35
Benén Tinelli (Ben)

Ben se levanto atónito, se podía escuchar a gente corretear por el pasillo de su área, un tanto alarmada, pero esta vez no era para menos... se habían llevado a cabo, esto... asesinatos...? ¿en serio?
Al asomarse a la puerta del cuarto de Kenneth y visualizar el cadáver se quedo boquiabierto - Pero que coño...? - pensó... la situación le recordaba a algún caso serio en el que había participado... pero nunca había llegado a ver los cadáveres en escena. También habían muerto Reuel, y Loren, la mujercilla simpática con la que había hablado, y por ultimo encontraron a la joven chica del pelo azul con un tiro entre ceja y ceja, inquietante... Hasta 4 homicidios en la misma noche, 3 de ellos brutales, sin escrúpulos.

Ben encontraba cierta relación entre las 4 muertes, aunque vagamente, el italiano se había dado cuenta de alguna coincidencia... Los 4 habían canturreado (Kenneth y Loren) o dejado entrever (Rouel y April) de una manera u otra sus miedos o creencias en "cosas paranormales". Alguno (si no los 4) incluso soltando algún comentario inentendible para el resto, tipo cita misteriosa... No habían sido los únicos en adoptar ese perfil, cierto, pero quizá si fueran los que mas llamaron la atención... ¿pero de quien?... el móvil del crimen podía haber sido cerrarles simplemente la boca... ¿pero porque?....
Por el momento todo serian conjeturas precipitadas, el italiano pensaba de brazos cruzados con gesto serio, para acabar escuchando a Noor - Evidentemente... la muerte de la peliazul no cuadra con las otras... - añade, mientras ve como la chica pelirroja también se pronuncia un tanto exaltada, nerviosa quizá... - no perdamos la calma... - les dice en general y de la manera mas tranquilizadora que pudo adoptar, ya que si se volvía a montar otro corral de pollos sin cabeza como había pasado la noche anterior no conseguirían sacar nada en positivo. - Yo si soy detective... - dice, con cierto desinteres, a fin de cuentas era lo mas parecido que había a un policía en la sala, y eso podía tranquilizar, al menos, a los mas jovenes.

Por otro lado el acalorado discurso de Tae no ayudo en absoluto, y Ben entendió como una broma pesada lo de votar, tampoco entendía que era lo que estaba pidiéndoles el chino, o coreano, o lo que coño fuese aquel ojos rasgados, los mayordomos parecían títeres que no dejarían salir a nadie de aquel lugar - sera algún tipo de mafia? - piensa en alto... - Mierda, Frank!! tenias razón viejo cabrón cuando decías que me metería en un lió viniendo a este viaje - vuelve a pensar en referencia a su mentor. Habitualmente el trabajo de Benén era fotografiar parejas infieles, normalmente cuarentones adinerados que podían permitirse contratar a un detective privado, o interrogar vecindarios enteros en busca de algún alocado chaval que se hubiera fugado de casa sin mas... Habia estado en casos serios, si, y tenido acceso a alguna información privilegiada concreta, pero siempre actuando en segundo plano, a fin de cuentas... trabajaba en el sector privado, no para el estado. Esto se le quedaba grande.

Notas de juego

Sorry, edito/corrijo la linea de Reuel para no liar, habia entendido mal.

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18/03/2014, 15:47
Amanda Hopkins

Al final, como la mayoría decidió retirarse a su habitación la noche anterior. No es que tuviera sueño, era incapaz de dormir más de media hora seguida por los nervios, pero estaba agotada y necesitaba algo de tiempo a solas y tumbada. Fue al levantarse cuando sus peores temores se hicieron realidad de forma cruel. No solo había vuelto a morir alguien, si no que se trataba de cuatro personas más, señal inequívoca de que no estaban a salvo. Sin embargo, la alternativa propuesta por el hijo de la primera víctima tampoco es que fuera muy acogedora, ¿votar para qué? ¿para matarse entre ellos? Si la situación no fuera tan trágica pensaría que se trataba de una broma.

Pasó un tiempo hasta que Amanda pudo articular palabra, aunque aún le temblaban las piernas de los nervios y el terror. Cadáveres y muñecas siniestras, ni a Stephen King se le hubiera  podido ocurrir algo más absurdo a la par que terrorífico.

-¿Nadie ha visto nada?- pero temiéndose que la respuesta fuera negativa continuó- tres apuñalamientos y un disparo, ¿creéis que los apuñalamientos son obra de las mismas personas y que el disparo lo ha efectuado una persona distinta o se trata de cuatro asesinos distintos como apunta él?- dijo señalando a Noor ud-Din- lo peor de todo es que estamos encerrados y no me gusta para nada la idea de Seung.

Pero algo debían hacer les gustara o no. Si no se movían podría volver a repetirse lo de esa noche.

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18/03/2014, 16:19
Esther Grenholm

Cuando salí de mi habitación el olor a quemado llenaba mi cerebro. Lo hice apresurada y, sobre todo, preocupada. Era evidente que algo había sucedido. En ese momento no me paré a pensarlo, pero sin duda había sido una suerte tener organizada ya toda mi ropa de una forma totalmente metódica y eficaz.

En los minutos que duró el reconocimiento de cadáveres procuré no separarme del grupo. Esto no era para lo que yo había venido, eso estaba claro. Pero no fue hasta el final, con la explicación del hijo de nuestra antigua anfitriona, cuando mi rostro se llenó de indignación. Aquello ya era increíble.

Esperé algunos segundos por si al pronunciarme hacía el ridículo, y no pude evitar darme cuenta de cómo el moro se pegaba a mí. ¿Me había echado el ojo? Si esperaba comprarme a cambio de algunos camellos ya podía ir quitándose esa idea de la cabeza.

Un suspiro de alivio escapó de mis labios al ver que no era la única que pensaba que lo de votar era una locura. Con decisión me acerqué - ahora sí - al hombre que nos había recibido el día anterior y me dispuse a hablar con él de la forma más razonable posible.

- Mire, señor Seung. - Comencé, gesticulando de forma notoria con las manos. No podía evitar encontrarme un poco nerviosa. - Yo entiendo que usted viene de otra cultura, - Aclaré de inmediato. No era la primera vez que lo hacía estos días, pero sin ese tipo de explicaciones la gente podía tomarse a mal algunas cosas. - pero fuera de China tenemos otra forma de hacer las cosas. Si quiere usted montarse sus votaciones con algunos chinos - Propuse señalando de manera vaga a Hikari y a algunos de los miembros del servicio. - adelante, pero algunos preferimos hacer las cosas por la vía legal. Comprendo que allí están llenos de tríadas y mafias chinas y la policía no se meta demasiado a la hora de resolver asesinatos, pero aquí funcionamos de otra manera. - Expliqué, antes de juntar ambas manos y formar una sonrisa nerviosa.

- De modo que si ahora nos abre la puerta y nos permite marcharnos creo que muchos se lo agradeceremos. - Afirmé al final, echando un vistazo a los que ya habían expresado que querían marcharse. - Tampoco hace falta que se encargue de llevarnos de vuelta, ni de nada. Sólo déjenos marchar y seguro que nuestras embajadas se ocuparán de todo.

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18/03/2014, 18:22
Charles Showman

Llego a aquel lugar cuando escucho el jaleo que se había montado por la mañana, vio que se había incendiado una de las habitaciones pero como a Charles no le interesaron los invitados, no sabia hasta que escucho el nombre de Kenneth y ya supo que era su habitación. Se percato que todo estaba muy chamuscado menos tres muñecos que estaban en el suelo intactos se notaba que no estaban en el momento que el fuego estaba encendido.

Cuando levantaron al primer muñeco estaba vestido con la ropa de Kenneth, dentro de Charles toda aquella situación le parecía muy graciosa ya que no podía creer que aquello estaba tan bien preparado y no había escuchado en 30 años de trabajo en el periodismo un caso como aquel. Charles soltó una frase inesperada:

- Si os sois sincero no pensaba que ninguno fuera un o una asesino o asesina ya que en el avión os estuve observando aunque no me gusta la compañía y parecíais bastantes pacíficos ya que había muchas jovencitas y los caballeros ya tenían una edad que no podían soportar mucha acción. La única persona que me llamo la atención fue este hombre, Kenneth, su carácter era muy raro, parecía una persona que con solo la mirada te podía matar pero... como ya veis mis sospechas hacia Kenneth era completamente erróneas ya que nos lo hemos encontrado chamuscado. Ahora si tendré que comunicarme con vosotros para poder resolver y salir a salvo.

Todavía había 2 muñecas tiradas en el suelo, podía ser que hubiera mas victimas en aquella noche, a Charles le parecían demasiadas muertes para solo una noche ya que seguramente alguien se tuvo que dar cuenta de que era raro oír pisadas tanto tiempo de arriba a abajo por de noche ya que deberían haberse dado cuenta.

Exactamente, murieron dos personas mas, Reuel y Loren, en ese momento Charles pensó que debía interrogar al servicio para averiguar si vieron algo la anterior noche para así no tener que cobrar mas muertes en aquellos días de vacaciones.

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18/03/2014, 19:34
Alec Schnieper

Alec no aguantó mucho. El estómago se le revolvió cuando vio los primeros dos cadáveres y al ver el estado de Loren no pudo soportarlo. El joven se dio la vuelta, corrió unos pasos y vomitó apoyado en la pared mientras lágrima caían descontroladas por sus ojos. Ni siquiera entró en la habitación de la joven de pelo azul, no quería ver aquello.

El joven se sentó apoyado en la pared cubriéndose la cara con las manos para que los demás no le vieran llorar, aunque no había mucho que pudiera hacer para evitarlo. El hijo de la dependienta no pudo tener una idea menos acertada si lo que pretendía era calmar los ánimos. La idea de votar entre todos a un asesino le horrorizaba.

No, no, no... Sollozaba. No nos pueden obligar a hacer esto! Que alguien llame a la policía... Por favor, no quiero seguir aquí. Quiero irme a casa con mis padres. Las palabras de Alec eran interrumpidas por sonoros sollozos. Seguía apoyado en la pared y tenía la cabeza escondida en las piernas. Si eso es una broma de mal gusto, parad, por favor. No tiene ninguna gracia.

Levantó la vista para mirar a los presentes, suplicante. Se sentía perdido y muy solo en aquel lugar.

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18/03/2014, 21:09
Sara Holme

Sara había dormido tranquila. No eran las vacaciones que esperaba, pero dado que estaban pagadas, ¿quien era ella para quejarse? Cuanto despertó, se preguntó cuando tardarían en empezar a aparecer las sorpresas. Pero estas llegaron más rápido de lo esperado, y Sara comprendió que no era ningún juego.

Una de las habitaciones se había quemado, y cuando el humo desapareció, reveló que dentro habían 2 cadáveres. El de Kenneth, quien ocupaba dicha habitación, y el de Reuel. Pero no eran los únicos. También habían asesinado a Loren. Y para cuando encontraron a April, se quiso poner a llorar. Esto no era una jodida broma macabra de unos ricachones asiáticos, esto era una jodida matanza.

Entonces el hijo de la encargada habló de sombras asesinas, maldiciones y ejecuciones. - ¿En serio? ¿Para acabar con esto tenemos que... votar? ¿No hay algún ritual de exorcismo o por el estilo, como en los cuentos o las pelis? - miró al resto, y siguió hablando antes que alguien la replicase - Si, ya me he dado cuenta que esto no es una puta película. Pero dado que la realidad supera muchas veces la ficción, digo yo que alguna base real tendrá todo eso...

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18/03/2014, 21:49
Michelle Dunsen

Michelle se reunió con los demás, visiblemente asustada y confusa. A penas había pegado ojo, pero se sentía más despierta que nunca. No había lugar para el sueño, con todo lo que estaba pasando. 

Miró alrededor, encontrándose su mirada primero con cada uno de los gemelos y finalmente con la pelirroja con la que había hablado el día anterior, Keelin. Se acercó a ella- Esto no pinta bien...- dijo, afligida, sin querer mirar ninguno de los cadáveres. Manteniéndose entonces en silencio mientras los demás comenzaban a debatir sobre las controvertidas palabras del hijo de la dueña del hotel, la cual no sabía nadie si seguía realmente viva o no.

¿Cómo sabemos que no ha sido usted mismo? ¿Cómo sabemos que no se ha vuelto histérico y ha empezado a matarnos para vengar a su madre o algo así? ¡Y ahora encima quiere que nos señalemos los unos a los otros!- dijo, con lágrimas en las mejillas- ¡Soy americana, y tengo mis derechos! ¡Déjeme salir de aquí, ahora mismo!

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18/03/2014, 23:30
Tae Seung

El joven parecía prestar poca atención a las palabras de todos los presentes, aunque cuando Esther y Michelle hablaron, él se sintió realmente indignado.

- ¿Cómo pueden pensar que yo haría algo así? - dice abrazándose a la muñeca - El sueño de toda la vida de mi madre fue este lugar y lo construimos juntos. Las cámaras de seguridad no mienten y hay un asesino entre ustedes porque lo vi salir de su sección del museo - se aleja y antes de encerrarse en aquella habitación negra dice - Haré que ustedes sufran lo mismo que yo. Al fin y al cabo, todos vamos a morir - suelta una risa nerviosa mientras toca su cabello de manera frenética.

Luego, cierra la puerta tras de sí. Ahora, los guardias los dejaban encerrados en esa sección, donde sólo podían moverse hacia la estantería o a la recepción.

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18/03/2014, 23:44
Hikari Ayase

Poco a poco todos nos retiramos a nuestras habitaciones, después de todo lo que había sucedido no me sentía cómoda estando sola. Esa noche dormí muy mal, entre el cambio horario, la tensión y cansancio, debería haberme quedado inconsciente al tocar la almohada, pero me fue casi imposible. Cuando conseguía dormirme, todo lo sucedido venía a mi memoria y me despertaba de nuevo, ver esa horrible muñeca sobre mi cama no ayudó en absoluto. Cuando ya no soporté dar más vueltas en la cama decidí levantarme y, tras una ducha para despejarme un poco, salí para buscar café. En cuanto abrí la puerta noté un ligero olor a humo y escuché movimiento por los pasillos, seguí a los demás hasta que encontramos los cuerpos. No podía creer lo que veía,  Kenneth me había resultado un poco desagradable pero no como para desearle algo malo, con Reuel y Loren no había hablado, pero la muerte que realmente me afectó fue la de April. Con ella sí que había charlado, aunque no mucho, y me había caído bien. No conseguía entender que estaba pasando, esto no podía ser algo sobrenatural, simplemente había un asesino o varios en el hotel.

Entonces Tae nos dijo que debíamos votar, no entendía a qué se refería con sentencia, todo me resultaba absurdo, como una pesadilla. Las reacciones de los demás no tardaron en comenzar mientras trataba de asimilar lo que pretendía aquel hombre. En medio de la confusión vi a Esther señalarme, ¿había oído bien?  -Perdone Esther pero, ¿me ha señalado por algo en concreto? Porque si no es así, permítame decirle, primero que deje de ver tanta televisión y segundo que tendrán sistema legal, pero lo que está claro es que no tienen clases de geografía, soy japonesa no china y, le puedo asegurar, que mis abogados hundirían a los suyos. Haga el favor de mantener sus tendencias intolerantes al margen de esto.- Una vez dejé claro mi punto, me concentré en lo importante. – Michelle tiene razón, solo ha visto sombras, ¿por qué tenemos que creerle? No nos muestra esas famosas grabaciones y se escuda en ellas. Si quiere justicia lo que hay que hacer es llamar a la policía y que ellos se encarguen. No estoy dispuesta a participar en algún juego psicótico extraño, esto es secuestro y asesinato.

Cuando el hombre abandonó la sala me sentí furiosa e impotente, no podía creer lo que quería obligarnos a hacer.

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19/03/2014, 00:11
Noor ud-Din

Noor apuró su café y procedió a servirse otra taza más. Tenía que mantenerse despierto si no quería perderse detalle de las reacciones de cada uno de los allí presentes.

Tiene razón, confirmó lo dicho por Ben. Lo de Abril es distinto, dijo, incapaz de pronunciar aquel nombre correctamente por culpa de la "p" en April. Pero también lo son los demás, ninguno murió igual. Aquel hombre había revelado que era detective. Mejor sería dejarle a él a cargo de todo, que para algo era un profesional. Igualmente, él seguiría con los ojos abiertos. Nunca podía uno bajar la guardia. Noor se llevó inquieto la mano al fajín, donde debía haber estado su daga curva. Chasqueó la lengua al recordar que no la había traído.

Amanda, yo diría que si los tres hubieran sido apuñalados, quizás sí podríamos pensar que se trataba de un asesino. Pero los modi operandi no cuadran. Lo ocurrido al señor Reuel quizás ni siquiera se deba a un cuchillo. No creo que un cuchillo sea capaz de atravesarle el vientre a una persona, consiguió llevar Noor sus pensamientos al siguiente nivel con aquel planteamiento de lo ocurrido.

Se acercó al pequeño Alec. Se agacho enfrente suyo y apoyó una mano en su hombro. A una persona adulta la habría dejado sola para que se serenase a su ritmo, pero aquel chico no lo era. Alec, susurró el kuwaiti, no te alejes de mí y no te pasará nada, trató de tranquilizar al chico. Conseguiré devolverte con tus padres, quiso prometer, pero no estaba seguro si sería capaz de cumplir un juramento semejante.

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19/03/2014, 02:05
Nathaniel Kingsley

Todo se volvía cada vez más y más surreal y aterrador. Anoche la anfitriona, hoy... Hoy cuatro muertos más. ¿Qué era todo esto?

Se acerco a Noor, quién se servía una taza de café para hacer lo mismo. Sus manos seguían temblorosas, y las ojeras de sus ojos demostraban el cansancio por la falta de descanso. Entre el jet lag y lo sucedido anoche, era imposible dormir.

Las palabras del chico Tae le sacaban de quicio realmente.

- Los guardias no podrán detenernos si corremos todos juntos... Con que uno escape y llame a la policía estaremos bien.- 

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19/03/2014, 02:12
Keelin O’Connor

Keelin se quedó anonadada al escuchar la respuesta de Tae. No sólo no quería llamar a la policía, sino que por lo que parecía estaba dispuesto a matarlos a todos para vengar a su madre. - Pero si nosotros acabábamos de llegar... - Murmuró, todavía demasiado impresionada, mientras contemplaba boquiabierta al muchacho encerrarse de nuevo en esa habitación de puerta negra.

Al escuchar las palabras de Nathaniel se giró hacia él. - Tiene razón, somos demasiados como para que nos sujeten a todos. Deberíamos intentar algo así. ¡Es inconcebible que ese hombre no esté dispuesto a llamar a la policía! Las autoridades son las que deben encargarse de esta situación. - La joven echó una breve mirada a los guardias que custodiaban las puertas. - Pero, ¿y si tienen armas de fuego? - Preguntó finalmente en voz baja, mordiéndose el labio inferior, preocupada.