Partida Rol por web

El nuevo día se asomaba y todos observaban expectantes para encontrar cuál sería aquel que caería durante la noche. Una parte de todos no quería revisar el lugar para encontrar a los muertos, sólo seguir durmiendo... Tal vez esa era una buena opción.

A pesar de ello, no era fácil de ignorar el cuerpo de esa mañana. Por su roja cabellera, podían darse cuenta que se trataba de Keelin, quien se encontraba con las manos brillantes, cubiertas de un extraño barniz que las hacía rígidas y fuertes. Por más que trataban de atravesarlo, éste no parecía perder su dureza. Una gran herida en su cuello sobresalía, mostrando un cuello destajado y lastimado. Era una herida muy profunda, aunque parecía haber sido lamida por un largo rato.

Continúan revisando y ven manchas de sangre por debajo de su ropa. Levantan algunas zonas y pueden ver rastros de múltiples mordidas, unas más profundas que otras. Parecían haber sido ocasionadas por alguna bestia descontrolada. Además en su pecho, unas mordidas aún más profundas, mostrando el banquete que había resultado Keelin para este animal hambriento.

Cuando me desperté lo hice poco a poco, apretando suavemente la mano de Alec y esperando alguna respuesta por su parte. Aliviada al ver que se encontraba bien me puse en pie, observando el entorno, y sentí en mi interior una fuerte mezcla de emociones al ver el cuerpo que esta mañana nos había dejado.

Mis ojos se centraron en los de algunos conocidos a los que con el paso de los días había llegado a coger cariño, y finalmente se posaron en Andy. Había algo urgente.

- Dile cuanto antes que hay más gente con nosotros en la casita. - Le pedí. - Incluso un hombre. Creo que tenemos un problema.

Mientras hablan, comentan o miran atónitos la pequeña muñeca de Keelin, dándose cuenta que realmente es la única víctima, el hijo de la anfitriona aparece en el balcón que está justo sobre ustedes, aunque su mirada es extraña.

Parece débil y más demente de lo que podrían imaginarse, con un camisón de una mujer anciana como prenda de vestir. Sólo se ríe entre dientes y los mira. Respira agitadamente y muy rápido, hasta que cae por el balcón, directo a la primera planta. El sonido del crujir de sus huesos contra el suelo se graba en sus cabezas, generando un eco invisible que les gustaría borrar. No se mueve pero su cuello está en una posición extraña y un pequeño charco de sangre brota del punto en el cual ha ocurrido el impacto.

Una voz más gruesa suena por el altavoz, generando dudas en todos. No había sido suficiente espectáculo todo lo sucedido, ahora alguien más hablaba con ustedes, aunque reconocen esa voz del día anterior.

- Bienvenidos - se ríe y las comunicaciones se cortan al instante, sin más.

El silencio parecía una opción, tal vez una forma de escape, pero sin que todo se tornara cada vez más extraño, ahora Tae Seung yacía en el suelo.

Miro caer al chino con los ojos abiertos como platos y termino por poner los brazos en jarra mientras me acerco con cuidado.

—Pues... no sé si esto son buenas o malas noticias —suena la voz por los altoparlantes y los señalo—. Malas. Definitivamente malas... Joder... —saco un pitillo y lo enciendo.

Observó la escena un tanto preocupado y escuchó aquella voz por megáfono..

-...¿Ahora qué...?

Daba igual. Tenía que comunicar las pocas cosas que sabía del otro lado.

-Keelin protegió a Lisseth. Por eso solo murió una persona: Los que atacaron fueron a por Lisseth, y Keelin asegura que su muerte, su propia muerte, no tuvo que ver con la de Lisseth, nisiquiera con los lobos, sino con alguien ajeno a eso...

Lisseth había estado ausente después de lo ocurrido tras las votaciones. No podía hablar, ni si quiera quería hacerlo. había visto durante días como la gente era poseída para matar a los demás tras las votaciones, y haber sido ella la poseída le había parecido horrible y horroroso. Cuando pudo moverse, se fue hasta la habitación para encerrarse, desde el primer día, quería pasar la noche sola en su habitación.

Fue a dormir inquieta, hasta que en mitad de la noche, algo le despertó. Alguien había intentado matarla, pero no lo consiguió.

Por la mañana bajó rápidamente para reunirse con los demás, vio el cadáver de Keelin fruncio el ceño. Al escuchar las palabras de Andy asintió.

-Alguien ha intentado matarme con un chuchillo está noche. Estaba segura que venía por lo que hice... Los... muñecos- se estremece- Supongo que querrían quitarseme de en medio, por si las moscas pudiera volver a hacerlo... Pensaba que moría hasta que el cuchillo no consiguió clavarse... -se abraza a si misma- Dile que gracias... Y que encontraremos a ese alguien que la ha matado dos veces- Asiente con la cabeza.

Luego se percató en el cuerpo que había en el suelo, el de Tae.

-Joder... ¿Y ahora que va a pasar?

Alec se despertó para su sorpresa. Abrió los ojos y allí estaba, al lado de Esther, ambos bien. Un suspiro de alivio salió de la boca del joven, que no podía sentirme más aliviado de no haber vuelto a aquel lugar tan desolado y triste. Sin embargo su rostro cambió cuando vio el cadáver de Keelin. Escuchó a Andy y asintió en silencio. Ahora las palabras de la chica tenían más peso. Su poder acababa de ser demostrado. Había defendido a Lisseth, pero había muerto por otro ataque. Instintivamente miró a Hikari, pero no dijo nada.

¿Qué... Qué quieres decir, Lisseth? ¿Qué muñecos? ¿Qué hiciste? Miró a la rubia a los ojos. ¿Acaso eres tú la que mete a la gente en aquella casa de muñecas?

Un escalofrío recorrió su cuerpo al ver la impaciencia de todos. ¿Quíen está en la casa, Esther? Y... Yo creía que era Nathaniel el que metía a la gente en esa casa... ¿Acaso no era él?

-¿Qué? ¡No! Me refiero a lo que pasó anoche, tras las votaciones, cuando yo estaba siendo poseída. ¡Jamás haría daño a alguien voluntariamente!- miró a Alec frunciendo el ceño. 

-Lisseth... Lo de los muñecos fue cosa de los muertos, lo dijo Keelin. Tú... no tuviste nada que ver. El joven miró al suelo con gesto triste, parecía avergonzado. Lo siento, es solo que... Pensé que el problema de la casa de las muñecas había acabado...

-Lo se, no tuve nada que ver, fui poseída, pero quien sabe ¿y si solo es a mi a quien pueden poseer de esa forma para invocarlas? Desearía que no la verdad... - suspiró y le miró- Creo que todos queremos que tanto lo de las casas de muñecas como lo de este hotel en general, acabe de una vez...

- Puedes estar tranquila, Lisseth. Como ha dicho Alec Keelin explicó lo que pasó antes de que sucediera. No tuvo que ver contigo.

- La verdad es que no entiendo cómo separáis a los asesinos en lobos y no-lobos. - Respondí a Andy, un poco confusa. - Pero lo que está claro es que tenemos que ponernos aún más las pilas si queremos salir de aquí.

- En la casita estamos ya muchos, Alec. - Continé luego. - No sé si a todos le parece bien que se sepa, así que si nadie se opone allí pronto diré los nombres de todos. Y sí, estoy segura de que era Nathaniel quien lo hacía, así que yo apostaría porque alguien ha tomado su poder y pretende terminar el trabajo. -Expliqué antes de dirigirme a Andy. - ¿Se lo has dicho a Keelin? ¿Qué ha respondido?

Volver a ver a Tae revolvio el estomago de Ben, mas todavia cuando este se mata descoyuntandose contra el suelo. Keeling habia muerto protegiendo a Lisseth - Este no era el plan... - suelta el italiano - ... y no la han matado los asesinos, decis? - pregunta, Ben no acababa de entender cuan inocente podia llegar a ser un inocenete que mata a otro inocente... este mira a Andy... - ¿3 bandos? - le insinua, y acto seguido mira a Alec - Tenia pensado pedir que trajeras a April de vuelta... pero creo que Keeling es una pieza importante en este puzzle, espero que traigas a cualquiera de las 2 - le dice, y tras escuchar a sus compañeros... se echa una mano a la cara, y continua hablando para toda la sala - A ver, que es lo que sabemos de ese "otro lado"? - Ben estaba lleno de preguntas,

- Y esto... si a Keeling no se la ha cargado un lobo, entonces podemos considerar que solo ha habido... una muerte? - dice, todo daba mil vueltas, la situacion no parecia querer dejarse agarrar.

- Keelin estaba protegiendo a alguien, fue asesinada a traición- dijo, compungida- La mayoría decidió que en cambio April era culpable. No tiene sentido traerla a ella. Habría que traer a Keelin. Ella puede ayudarnos más que April.-miró entonces a Benén- ¡Y es Keelin, no Keeling! 

Como siempre el día de hoy llevaba consigo malas noticias y varias cosas de las que tenían que ponerse al día. Cuando Esther habló de que había más gente en la casa de muñecas ella decidió hablar.

-No tengo inconveniente en que se sepa. No sé qué diantres es la casa de muñecas esa pero no me gusta demasiado. Ignoro quien nos ha llevado allí, ni siquiera el objetivo de esa casa extraña ni si es algo bueno o malo, pero no me gustan las cosas que desconozco. ¿Alguien sabe más cosas sobre ese sitio? ¿Para qué quiere alguien llevarnos allí?

Aunque otra pregunta importante era quién era quien los llevaba allí, así podría preguntarle directamente qué pretendía. Porque a Amanda se le escapaba, no tenía ni idea de como funcionaba esa casa de muñecas.

Me incorpore lentamente y me quede sentada,mire a mi alrededor -Pfff- hice el gesto de apartar un mechón de pelo inexistente de mi cara y mire hacia las muñecas,al ver la de Keelin la busque instintivamente y mientas la miraba espete -Irónicamente esto si que parece echo por un lobo- me lleve una de las manos a la cara y con resignación dije -Ahora también tenemos un canival- suspire.

Cuando el hijo de la anfitriona apareció me encoji levemente y me quede mirándolo,por como estaba vestido estaba mas que confirmado que muy bien de la cabeza no estaba,no era solo un psicópata,era un loco de tomo y lomo y eso era aun peor,un psicopata para cuando ve que no puede controlarlo,pero un loco no,un loco sigue hasta que se lo llevan por delante.

Al verle tirarse por el balcon me quede boquiabierta,me pregunte a mi misma ¿y ahora que?,al escuchar otra voz por el altavoz mi respuesta fue respondida,con un claro tono de resignacion y tras un gran resoplido dije -El juego continua-

-Espero una respuesta, Esther. Aún espero esa respuesta. Ha habido una fuerte discusión entre Keelin y April, las dos tirándose culpas a la cara... Que ha quedado en nada, al final. He tenido un poco que interrumpir para contarles lo que estaba sucediendo.

Suspiró. Si hasta los muertos estaban confusos..

-Tres bandos... Eso no suena bien - Comentó a Ben, un tanto extrañado.  -¿Y cual sería el propósito de ese tercer bando? 

Luego se giró hacia todos

-Si fuera una votación, votaría por que Keelin vuelva a la vida. Si realmente consigue evitar las muertes, creo que podemos evitar que vea a gente realmente clave en el otro lado.

Que hablaran de otra casita no le era demasiado tranquilizador..

-¿En serio? ¿Otra casita? Pero... ¿Y qué..? ¿Qué tiene de característico ese lugar..? Digo, no estáis muertos, eso es obvio. Pero tampoco confío en que pueda ser del todo bueno..

Me desperté una vez más sin saber que podía esperar, la mañana nos trajo una nueva muerte y más malas noticias. La muerte de Keelin y saber que podía proteger a la gente hacía imposible que trajeran de vuelta a April. Además de que más gente entraba en el juego, la voz que sonó en la megafonía y la muerte de Seung me hicieron pensar que, tal vez, ese loco también estaba controlado por alguien.

-Todos sabéis que Keelin no me cae especialmente bien, pero si es cierto que puede proteger a la gente y que hay un tercer grupo en juego, será mejor que la traigáis a ella. Por cierto, por si os surge la duda otra vez, yo no he sido.-Luego me dirigí a Andy. -Por favor dile a April que seguiré insistiendo para que la traigan, pero sé que ella habría decidido lo mismo.

-En cuanto a ese grupo, no entiendo a qué os referís, estoy de acuerdo con que deberíamos saber todos qué es ese sitio donde estáis.

Un suspiro salió de mi boca al escuchar la respuesta de Andy. Era evidente que esperaba una más pronta respuesta.

- Bueno, avísanos cuando te conteste, por favor. - Le pedí antes de empezar a pasear por la habitación, pensativa. En mi ronda no me separaba demasiado de Alec ni de Alicia, y en más de una ocasión les dedicaba alguna mirada tranquilizadora.

- Yo también creo que debería volver Keelin. - Continué entonces. - No sólo por ser capaz de proteger a la gente, sino porque yo ahora mismo tengo muy pocos inocentes confirmados, y ella es uno. Sólo por eso ya es suficiente. April, Keelin, Reuel y Wolfgang. - Enumeré. - De los que están muertos, a esos se reduce mi lista. Y en este asunto de la casita creo que la que más ayuda nos dará será Keelin. Y es algo que corre bastante prisa.

- La verdad es que no sé qué puede pretender quien nos esté encerrando allí. Pero no me gusta nada. Tengo a una persona como clara sospechosa de estar detrás de esto, pero antes me gustaría saber qué opináis los demás. - Expliqué, antes de dirigirme a Andy. - Incluidos los muertos.

- Por cierto, Lisseth. - Añadí entonces, dirigiéndome a la chica. - Estamos hablando todo el rato de grupos de asesinos, ¿por qué hablas como si las dos muertes de Keelin fueran obra sólo de una persona? ¿Sabes algo que nosotros no?

Una extraña sensación parecía invadir a los presentes y todos sabían qué significaba aquello, aunque el inconveniente era identificar al receptor.

Una luz brillante, atrayente y hermosa rodea el cuerpo de Keelin, cubriéndolo en su totalidad. Se sienten tentados a tocarla pero no pueden asegurar sus efectos, así que lo evitan, aunque el sentimiento permanece allí. Sus heridas se curan poco a poco y su cuerpo recupera el color saludable. Convulsiona fuertemente, mostrando que lucha por regresar, hasta que se detiene y los ojos de Keelin se abren despacio. Estaba de vuelta y a salvo.