Día 1: La audiencia ha decidido que debe abandonar la Academia...

—¡Buenas noches a todos y bienvenidos a la Gala 1 de Operación Triunfo!

El ánimo de Carlos Pozano era contagioso. Los concursantes esperaban a un lado, sentados en unos bancos que ya sólo faltaba que alguien les diera unas bolsas de pipas. Mientras tanto el presentador no separaba sus ojos la cámara, y en todas las casas el público no separaba sus ojos de los de él.

—¿Listos para escuchar buena música? Hemos visto a estos chicos trabajar durante toda esta semana para dar lo mejor de sí mismos hoy... ¿Quién de los nominados será expulsado? ¿Quiénes serán los nuevos nominados? Y he oído que ya hay un par de tortolitos o tortolitas en la academia... ¿Serán una pareja de escenario? ¿Se les notará? ¡Vamos a verlo!

Los primeros en cantar fueron los nominados, dejándose la piel en demostrar que debían quedarse en la academia. Y con ellos el público tuvo claro que una canción marchosa como la que tenían podía ser... Muy marchosa. Que una canción ridícula como la que tenían podía ser... Muy ridícula. Pero también que todos ellos estaban dispuestos a dejarse ver por toda España cantando algo así sólo para seguir persiguiendo su sueño, y eso significaba mucho. Después de ellos todos fueron pasando por el escenario por parejas. Algunos tuvieron ciertos déficits con el inglés, otros se mostraron más ausentes de lo que deberían... Pero al final quien lo decidiría todo eran la audiencia y el jurado y no había forma de saber qué valorarían.

Llegado el momento, Carlos Pozano entrevistó a los nominados uno a uno, preguntándoles qué era lo que más echarían de menos de la academia sin tuvieran que irse, o si habían aprendido algo en aquella semana. Finalmente los miró a todos con seriedad.

—Aitana, Ainhoa, Natalia, Antonio... Por favor, poneos en pie. —El presentador miró a cámara. La cámara lo miró a él. El presentador los miró a ellos. La cámara lo volvió a mirar—. La audiencia ha decidido que debe abandonar la Academia...

Carlos Pozano hizo una pausa larga. Larguísima. Tanto, que algunos pensaron que sus televisores se habían congelado. Entonces, como si hasta el momento no lo hubiera recordado hasta el momento, sacó un sobre, de él una tarjeta y lo leyó.

—Con un trescientos ciencuenta y siete por ciento de los votos la audiencia ha decidido que debe abandonar la Academia... —Otra pausa. Tensión, como si no hubiera nada malo en aquel porcentaje. Probablemente ni se había dado cuenta—. ¡Àlex Casademunt!

Y entonces... Confusión. Gritos entre el público. Desmayos, lloros. Nadie sabía muy bien qué estaba pasando. Nadie sabía muy bien cómo estaba pasando... Pero efectivamente, Àlex sería quien abandonase la academia.

Hubo que cortar la emisión. A los concursantes les llegaron noticias de que en sus casas algunas familias habían tirado su televisor por la ventana. España era un caos.

Tardaron varias horas en dar explicaciones a los concursantes. Mina los reunió a todos ya en la Academia —a todos menos a Àlex— y tomó aire antes de hablar. Aún así su sonrisa no la abandonaba.

—A ver, chicos, tenemos un problema —dijo directamente mirándolos a todos uno por uno—. Sé que os parecerá increíble, pero alguien ha falsificado las votaciones de la audiencia.

Mina se tomó un instante para observar las reacciones de los presentes.

—La dirección se ha reunido, o sea, yo... Y hemos deliberado. Vamos, que he decidido que esto es lo que vamos a hacer. No tenemos ninguna prueba de que esto haya sido un caso aislado. Al parecer nuestros canales estaban pinchados desde antes de empezar el programa. Creo que son varias personas de aquí, de dentro, pero no conocemos sus motivos. Es probable que sean gente de TeleCirco, pensando que así la audiencia dejará de vernos.

»No podemos permitírselo. Por eso debéis vigilaros entre vosotros. Fuera también os vigilarán, todo el público, pero no tenemos forma de saber si las votaciones han sido adulteradas o no. Así que seguiremos expulsando a quien diga la audiencia... —Hizo una pausa, pero no fue ni la mitad de larga ni la mitad de dramática que la del presentador—. Y también a quien digáis vosotros.

»Yo recogeré los votos de todos, y a mitad de semana echaremos a quien más reúna. Así de sencillo. La parte mala es que puede que sea el que mejor cante... Así que los expulsados tendrían que pensárselo mejor antes de parecer sospechosos. La parte buena, es que nuestros productores dicen que esto podría aumentar nuestra audiencia más todavía, lo que para vosotros significa más fama cuando salgáis de aquí.

Después de esa explicación Mina se dio la vuelta dispuesta a marcharse.

»Ah, otra cosa más —añadió después—. La dirección, o sea, yo... Hemos estado revisando las grabaciones, y quien sea siempre actúa cuando las luces están apagadas. Pero si alguien tiene dudas sobre por qué deberíais expulsar a vuestros compañeros... —Ahí volvió a repasar con su mirada a todos los concursantes—. Quien lo hizo también robó los chuletones.

Después de esas palabras Mina se fue, dejando pegada en la puerta la lista con los temas que cantarían la semana siguiente... Así como quiénes eran los nuevos nominados.

¡Ah no! ¡Eso sí que no! ¡Ehto eh iiincreible! ¿no? Quiero decir: echar a Albert Casatarradellah tiene un pase, pero ¿robarnoh loh chuletoneh? Eso eh de mala gente.

Dijo Bisbal visiblemente molesto. Se acercó a la mujer más cercana, que en este caso era Ainhoa y la abrazó como un pulpo desde detrás y arrimándose más de la cuenta (además de metiendo mano).

No te preocupeh princesa, guapa, ¡ole tu arte! ¡que Bisbal ehtá aquí! ¡vamoh a encontrar a los ladroneh de proteinah y darleh su merecido!

- La madre que lo... ahora por eso, van a ver votaciones de verdad...-dijo Vicente con el ceño fruncido y una sonrisa bastante sádica.

-Pero está todo mal, mira que yo no sé de matemáticas mucho- dice acercándose a Chenoa -Que yo soy más de letras, ¿me entiendes? Pero 357% se ve mal. ¿Que esto debe sumar 100% no? ¿O es uno de esos programas en donde te dan porcentajes por lo que diga el jurado o algo? Mira, no me parece justo, debieron haberlo explicado claro al principio- la Encarna estaba molesta, y eso se veía en su expresión... molesta, claro.

Lo de Mina si fue completamente incomprensible. -Vaya que dice cosas raras. No le he entendido nada. Creo que abre la boca mucho, o es la sonrisa. Pero mira, no sé que ha dicho ella, pero creo que alguien de adentro ha trampeado el concurso. No sabes lo que es capaz de hacer la gente por estas cosas. Yo digo que entre nosotros nos reunamos y votemos y saquemos a quien tenga cara de sospechoso. Que todos queremos ganar, y cómo dijo Tina, alguien también ha alterado las admisiones y por tanto, hay quienes no merecen estar aquí.- ella se arregla el cabello, y lo tira para un lado, para el otro, en cámara lenta.

-Todos me parecéis majos. Pero uno no es tan majo como los otros. O tan maja. Porque esto puede ser cualquiera. Yo creo que tenemos que dejar de lado la competencia y volver a ponernos en la mentalidad de arreglar esto. Sí que sí- la Encarna a veces parecía enterarse de las cosas, aunque sólo por accidente.

Ninguno de los concursantes nos esperábamos escuchar el nombre de Alex como primer expulsado de la Academia... ni siquiera estaba nominado, la pregunta que se repetía en la cabeza era si sería así siempre, en cuyo caso, no entendía la necesidad de nombrar a cuatro nominados.

El primero de nosotros ya había tenido que abandonar la Casa, tenía la sensación de que ahora sí, la cosa iba en serio y quizás no importara demasiado lo que trabajáramos en los BOX, ni como cantáramos en la gala. No obstante, yo seguiría trabajando como el que más.

Me acerqué a Jorge, mi compañero de canción en la gala, - Que bien, tío. Creo que lo hicimos bastante bien. - dije intentando abstraerme un poco de la situación que vivíamos.

Pero... ¿quién habría manipulado las votaciones?, no dejaba de mirar a todos los compañeros buscando alguna pista pero no encontré nada, uno de los concursantes no era de fiar, ¿pero quién?. Habría que esperar y ver como iba evolucionando la situación.

Manu Tenorio se sentía incómodo. ¿Tan mal lo habían hecho él y Álex Casademunt para que al rubito lo hubieran expulsado el primer día?

-Ostiá, muchachos, que yo le dije ar Cazademunt en los Boxes que iba a tener que dedicarse a ezto de las telenovelas en Canal Sur y ar finá me parece a mí que a eso va a tené que dedicarse -comentó el joven sevillano, con una sonrisa divertida-. Que en estos concursos nunca se acuerdan del primer espursado.

Tenorio se sentía cansado. No sabía a quién votar y tenía miedo de que alguien quisiera romperle la guitarra. Él siempre había sido un buen chico, ajeno a los salseos habituales. El sevillano habría mencionado una frase de Calderón de la Barca para hacerse el interesante, pero en esos momentos no le daba la cabeza para pensar en ninguna.

-Qué cara de malo que tienes -le dijo a Vicente Seguí, al ver la sonrisa sádica que se formaba en el rostro del rubio-. ¿Tú has probado a presentarte al castin de arguna pinícula?

Tras una semana muy intensa donde había intentado dar lo mejor de si mismo llegó la gala y defendió la canción lo mejor posible. La ayuda de Juan con el inglés y también de su compañera Amaia hicieron que se sintiera satisfecho del resultado. La sorpresa llegó a la hora de la expulsión. Cuando se anunció el nombre de Álex miró a todos lados sin creer lo que pasaba, pero todos sus compañeros estaban igual y nadie parecía tener una explicación, esa llegó ya dentro de la academia y dejó a Miguel algo preocupado.

¡Alguien está falsificando las votaciones!

La noticia cayó como un jarro de agua fría. Podía intentar competir con el talento de sus compañeros, aunque resultaría difícil pues todos lo hacían muy bien, pero contra eso...

-¡Hay que ser desgrasiaó! ¿Quien es el joputa?

Miró a sus compañeros intentando encontrar al culpable, pero no sería fácil. Tras lo hecho nadie iba simplemente a levantar la mano y admitir su culpabilidad, aunque por probar tampoco había perdido nada. Aquello lo cambiaba absolutamente todo, desde la motivación para enfrentarse a las nuevas canciones ya que nadie iba a valorar lo bien o lo mal que lo hicieran, hasta la relación con sus compañeros. No podía dejar de mirarlos uno a uno y preguntarse si ese sería el culpable. Tras unos momentos consiguió relajarse y darse cuenta que no podía entrar en una paranoia, era mejor ir conociendo a sus compañeros y quizás así lograría descubrir quien estaba detrás de todo aquello.

-Bueno, si no quiere salir ahora ya lo descubriremos. ¡Si lo está viendo toda España! -Escuchó a Encarna e intentó comprender todo lo que decía, peor muchas veces se perdía en sus argumentos.- Encarna miarma, no te preocupes por los porcentajes, eso ya no vale ná. -Pensó en la idea de Bisbal y le pareció una buena forma de descubrir al culpable, así que lo apoyó.- Er Daví tiene razón. Vamó habitación por habitación hasta que encontremos quien tiene los shuletones y se los enseñamos a toda España. ¡Que nos ha tenio comiendo tofu con soja y soja con tufu, y soja con soja y...! ¡Bueno, que tengo má hambre que ni cantá puedo!

Dicho lo que tenía que decir se relajó un poco, era agradable sacar lo que uno tenía dentro, como una terapia, aunque aún había algo en su interior y no estaba del todo satisfecho.

-¿Y qué é eso que ha dicho el Carlos Pozano de tortolitos? ¿Es que alguien ya ha mojao el shurro? -Miguel miró a Bisbal, era el que parecía tener más papeletas según lo había visto comportarse.- ¿Daví, has sio tú?

Un verdadero caballero no dice cuando jinca por buena que ehté la muchacha. Y aquí ehtán todas muy rebuenah asín que si hubiera sido yo, no lo diría. Ademáh - Dijo para ver si encandilaba a alguna - Yo no buhco poner a una tía a cuatro patah, yo solo comienzo una relación cuando caigo perdidamente enamorado.

Y mientras hablaba iba guiñando el ojo a unas y a otras procurando que todas lo percibiesen como un guiño personal e intransferible y no detectasen el resto de flirteos.

Con los ojos a punto de saltar de sus cuencas, la boca tan abierta que toda España le vio la campanilla, y agitando una mano en el aire, Juan Camus expresaba su incredulidad.

- Es muy fuerte, chicos. Yo pensaba… O sea, es que cuando lo escuché… Buf, chicos, yo os juro que no me lo creía. Me dije yo a mí mismo, ¿sabéis?, me dije "Juan, está claro que Pozano se ha liado. Ha mezclado expulsado y favorito o qué sé yo y…". Pero no y es que… buf, es indescriptible –Juan se pasaba la mano por la frente y se paseaba de un lado a otro mientras escuchaba a sus compañeros-. Y había pensado… Cuando vi a Mina aquí, ¿no?, creí que venía… Pues uno imagina que hay errores y que Mina los iba a corregir y que iba a dar una segunda oportunidad a Alex. Pero esto…

- Y los chuletones… Que yo pues sé adaptarme a todo tipo de comida, ¿no? He viajado mucho y… Pero es verdad que… -divagaba Juan.

Era consciente de los dardos que se lanzaban todos a todos. Juan Camus era un observador nato. Desde que nació, ve.

- Chicos, hay que ser fuertes, ¿vale? Y estar muy unidos todos, ¿de acuerdo? –dijo apretando el puño para dar ánimos a todos-. Y pensar bien en lo que… Ya descubriremos a quién se ha pinchado David. Ahora hay que, o sea, Mina ha dicho algo de TeleCirco. ¿Sabemos si alguien de por aquí trabaja o, bueno, ha trabajado para ellos?

¡Pero ehto que eh lo que eh! ¿Que han ezao al shico callao? ¡Ay que penita má grande! ¡Pero ci er niño ete no taba ni nominao! Y ezo del 300% ezo zu es mu mal, no ce... ci fuera azín, un númerito redondo po quizá... pero argo que acaba en ciete... fijo que está mu malamente. Pero güeno... a mi lo que me procupa musho má ahora mimito eh cazá al maleshó que no ha quitao lo shulerone. Ezo zi que yo no lo voy a pemmití. Miro a too lo aquí precente con cara de serlo homs para decubrí quién saquedao con la comía rica y no ha dejao con el tofú eze que da acco hata el nombre. Ojú, miarma, que malaje.

-¿Pero qué madá quien ha esho drendonning de eze? ¡¿Onde tan lo zuletone, eh?! Ezo eh lo impotante. -Levanto la cabeza indignaa, hay que píllalo. Y rapidito.

Me acerqué uno a uno, a oliqueale a ve ci olían a comía rica, y ar que le pillace con oló a shuletonaco... colleja que se iba a llevá, por maleshó.

Luis terminó la gala cabreado como un mono. Su actuación con Rosa no podía haber sido más desastrosa. Empezaron peleando a culetazos por ocupar el mismo lado del escenario y acabaron cantando ambos la voz de la Estefan. Bueno, para ser exactos mientras Rosa cantaba, Luis se desgañitaba intentando destacar frente a la voz de la granaína sin éxito alguno.
A mitad de la canción los cámaras ya no sabían a dónde enfocar cuando tocaba el trozo del brasileiro y ninguno lo cantaba, así que decidieron apuntar a Carlos Pozano pillándole metiendo fichas a una de las azafatas en lugar de atender a la actuación

Maldita la hora que tuve esa idea. ¿Tanto me costaba interpretar a un negro? No se lo van a tragar ni como una performance alternativa... ¡Qué desastre!

No le importó demasiado el que echasen a Alex Casademunt, al fin y al cabo tampoco había tenido mucho feeling con él. Pero sí le molestaba que las reglas del juego no estuvieran claras - ¿Un 300%? - Eso sí, le consolaba que si era así al menos no le perjudicaría el haber cantado como si fuesen un señor borracho en un karaoke.

Pero ¿lo de los chuletones? ¿Qué necesidad? - pensaba mientras le rugían las tripas.

- Juan Antonio tronco, ¿los tienes tú como ayer con las morcillas? Ya vale con la broma ¿no?. 

—¡Toooongo, tooooongo! Pero que es esto, yo pensaba en chuletones antes de venir a la gala ¿y ahora esto? Creo que me falta el aire, Jesusito de mi vida y de mi corasao... Y además me parece hiper fuerte que hayan manipulado. ¡Ay! Lo siento tengo que ir hacer pis.

En cuanto alguno se acercó a la puerta por donde se había ido Mina pudo leer la lista que había dejado atrás... 

 

Lista de canciones Gala 2

 

Chenoa, Agoney y Encarna Navarro: De rison (Selin Dion).

Aitana y Amaia Romero: Con las ganas (Zara).

Natalia, Manu Tenorio: Es por ti (Cómplices).

Jorge González y Juan Antonio: Cuando nadie me ve (Alejandro Sanz).

Juan Camus y Carlos Right: El ataque de las chicas cocodrilo (Hombres ge).

Ainhoa Cantalapiedra y David Bustamante: Vivo por ella (Andrea Bocheli y Marta Sánchez).

Alfred García y Miguel Nández: Alba (Antonio Flores).

Nominados: Luis Mas, David Bisbal, Rosa López y Vicente Seguí: Estrón Enof (Cher).

Mina

Cuando estaba convencido de que su actuación no le iba a perjudicar demasiado debido al aparente hackeo, aparece Mina con la lista de nominados. 

- ¡Venga ya! ¿Pero de qué van? ¿Entre los peores? - bufó mirando al papel y se tiró del pelo. Cerró los ojos e hizo un gesto como de contener la rabia tragándosela. Respiró y se marchó hacia el box a ensayar buscando con la mirada a Rosa como pidiéndole disculpas. 

Joder qué bien posicionado estoy. Con dos paletos andaluces a los que no se les entiende la mitad y con el zampafuets empanao este. Qué papeleta...

Era el día de las sorpresas para Juan Camus. O eso parecía por su cara, de donde no desaparecía la expresión tontuna de "Pero ¿qué es lo que pasa aquí? ¿Se ha vuelto el mundo loco?". 

- Chicos, esto es increíble. ¿Será también cosa de los hackers? Es que... No, chicos, no. O sea, Luis, Rosa, David, Vicente... Todos lo han dado todo en el escenario, no puede ser, ¿sabéis?, que estén nominados. Y yo hablo por Vicente y digo que... Os puedo asegurar que ha trabajado, pero bueno, una barbaridad, ¿eh? El público no puede... O sea, no me creo que los quieran fuera.

Por otro lado, parecía contento con su canción y su nuevo compañero. Y la combinación de cara de sorpresa, cara de desagrado y cara de alegría era realmente inexplicable.

David lo había dado todo en la gala, pero porque siempre hacía lo máximo para demostrar lo currante que era. Agoney le había echado un cable con el inglés pero aun así ni el idioma importaba cuando uno le ponía sentimiento y un buen meneo de caderas, así que él había triunfado. Su hermano Agoney también lo había hecho bien, desde luego, eran un pedazo de equipo y eso se notó en el escenario.

Lo que no esperaba era lo que pasó con las expulsiones y esos porcentajes tan raros que dieron. Sí, él era un chico de barrio, un obrero sencillo, pero estaba seguro de que ese porcentaje tenía algo raro. Cuando Mina les contó lo que sucedía sus ojos se llenaron de lágrimas. ¡Un traidor entre su familia! ¡Pero si él los quería a todos! ¿Cómo podía pensar que hubiese alguien con maldad ahí dentro? Joder, que fuerte, joder. Esto no hay quien lo aguante.

David asintió a las palabras de Encarna, a él todos le parecían majos también. Eso es, eso es colega. Hay que arreglar lo que está pasando. Hay que llegar hasta la verdad- David gesticulaba con los brazos, porque raramente paraba quieto. Demasiada energía en un cuerpo. 

Tras eso, las palabras de Juan provocaron un nuevo movimiento de cabeza en señal de afirmación. Ese hombre era un líder, una mente pensante, un máquina. Todos tenemos que estar juntos en esto. No podemos desconfiar y matarnos los unos a los otros. Bueno, quien dice matarnos dice mirarnos con malos ojos.

Al final leyó la lista de canciones y al ver que le tocaba junto a Ainhoa sonrió de oreja a oreja, yendo a buscarla para agarrarla de los hombros.

-Tú no te preocupes, Ainhoa, que no voy a dejar que te pase nada. Yo estoy contigo y soy tu pareja. De canción, de canción- dijo poniendo su mejor sonrisa de chico malo. Que bien que nos ha tocado juntos. Estoy tan emocionado que no…- y se calló, inhalando con fuerza por la nariz para contener la emoción.

Buah, tío, no entiendo nada. Ahí estaba yo de pie con mis cuatro compis, apretando con mucha fuerza las manos de Ainhoa y Natalia y esperándome lo peor... Y de repente van y dicen el nombre de otro. No sé si es que no he entendido las reglas del programa o qué, pero se monta un revuelo que no veas y antes de darme cuenta ya estoy en la academia de vuelta. Que me siento fatal por ese chico que se ha ido tan pronto, pero también estoy supercontenta de no haber sido yo. Jo, este programa es un revoltijo de emociones. 

Lo de los infiltrados de la otra cadena me deja flipada, pero más aún cuando se descubre el robo de los chuletones. ¡Con el hambre que hemos pasado y alguien los tenía escondidos!

-Buah, qué fuerte todo, ¿no? -se lo digo a Natalia, que desde que estábamos ahí en el plató me he quedado cerca de ella-. Pues no puede ser que nos roben la comida. ¡A ver! Quien haya sido que lo diga, que a ver si otro día van a traer sanjacobos y nos los van a mangar. Y eso sí que no.

Mi atención se divide entre el disgusto por la comida robada y el papelito que han pegado en la puerta y ahí sí que me voy a mirarlo. 

-¡Qué guay! No estoy nominada esta vez. ¡Mira, Amaia, nos ha tocado juntas!

Aunque, la verdad, si al final eso se ve que no importa para nada, que aquí echan a quien les sale de la pepitilla estén nominados o no. Pero la canción que nos ha tocado está guay y eso me quita un poco el hambre que me entra de tanto oír hablar de chuletones.

Hasta la lectura del porcentaje todo parecía ir más o menos normal y dentro de lo pronosticado, pero incluso Alfred que estaba medio desconcentrado soñando despierto con el brillo de las luces del escenario se había dado cuenta de que trescientos cincuenta y siete no era un número normal para un porcentaje que debía tener como máximo el cien. Y ya si eso era raro, más raro fue que el que se acabó por ir ni siquiera era uno de los nominados. ¿Qué clase de brujería era aquella, que arrancaba de raíz los sueños de un pobre inocente?

¿Alguien de aquí? ¿Y lo tenemos que expulsar nosotros? - preguntó preocupado, aunque realmente no parecía esperar respuesta, sino que solo querer expresar su desconcierto por aquel giro dramático de telenovela que prometía con convertir la tranquila casa en una guerra civil. Quizás el único consuelo que podía encontrar en ello era que tal como enseñaba Romeo y Julieta, en medio del conflicto nacían los más intensos romances, y él se moría por conocer al amor de su vida, a quien dedicarle serenatas bajo las brillantes luces nocturnas en el firmamento. 

Bueno, no sé... Yo creo que lo mejor es poner lo mejor de nosotros en las canciones incluso si no cuentan las votaciones - sonrió esperanzado - Nunca se sabe quien puede llegar a oír y cambiarte la vida - añadió absolutamente convencido de que esto no cambiaba en nada sus posibilidades de alcanzar ese brillante destino con que soñaba tanto despierto como dormido. 

Quizás deberíamos darle una oportunidad de confesar a quienes alteraron las votaciones. Quizás no lo hicieron con maldad y solo necesitan darse cuenta de que están haciendo mal, que no necesitan hacer esas cosas por miedo de que no los voten. - sugirió, mirando alrededor, a ver si encontraba alguna mirada arrepentida entre los presentes - ¿No? Aún no es demasiado tarde para pedir perdón y que todos volvamos felices al concurso. - intentó instar a los culpables a confesar y así evitar los conflictos en nombre de los chuletones y los eliminados.