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Castillos y Caballeros

El Exterior > Jardines

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03/01/2018, 23:17
- Muerto (terremoto) - Ser Tyler Risefeller

Tyler miró algo serio a Edric tras su comentario, no parecía haberle hecho mucha gracia.

-Si me disculpan- Dijo mientras se levantaba un momento de la mesa - No tardaré- añadió a los caballeros que estaban sentados junto a él y con los que, por lo tanto, mantenía una conversación más directa.

De este modo se alejó de los caballeros para aproximarse a lady Astrid, quien por la razón que fuese no había abandonado todavía los jardines.

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03/01/2018, 23:21
- Muerto (terremoto) - Ser Tyler Risefeller

Se acercó a ella con pasos directos pero no ansiosos, quizás a más de uno le pareciese inapropiado, posiblemente a la misma Astrid le pudiese molestar de algún modo, pero Tyler no podía soportar más la incertidumbre, y escuchar las palabras de Ser Edric le había incomodado bastante.

-Odio que os valoren como a ganado- Confesó a la dama al llegar a su lado - Lamento si puedo haber obrado mal al acercarme tan directamente, pero no puedo vivir un segundo más sin saber si estáis bien. Lady Astrid, ¿Sentís alguna molestia o cualquier cosa similar a lo que están viviendo vuestras hermanas?- Se mantenía de espaldas a la mesa, pues no era capaz de disimular la preocupación en su rostro al mirarla y prefería que los caballeros no fuesen conscientes de ello.

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03/01/2018, 23:30
(2) Ser Galbart Glover

Galbart a la vez que admiraba tal despliegue de comida y bebida, se percató de la cantidad de vino que estaba ingiriendo Edric lo que provocó su mal medido comentario. La palmada de Cedric a la sirvienta consiguió que el norteño tensase la mandíbula ligeramente. Fueran criadas o no, era una mujer y como tal merecían respeto y no tratarlas como meretrices. Miró por un momento a Lady Astrid.

-Oberyn tiene razón Ser Edric, Lady Astrid está presente, no es el mejor momento para hacer tal pregunta-dijo con decisión-Medid vuestro paladar o terminaréis tendido en el suelo sin sentido antes de lo que pensáis-aseguró.

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03/01/2018, 23:53
Zz - Out - Gwen Ríos

Mientras servía y atendía a los caballeros, Gwen puso atención al comentario de Edric y se sorprendió de que este fuera tan directo, cuando de pronto sintió como una mano golpeaba levemente una de sus posaderas, quiso cabrearse enseguida vio directo a los ojos a ser Cedric con algo de ira, por lo que aprovechando que quedaba poco vino en la jarra, se lo derramo en el rostro en un movimiento rápido para después tratando de sonar tranquila dijo:

DIS... disculpe mi Lord, he sido algo torpe.

Girándose para salir lo más pronto de lugar con paso firme y cabeza agachada, pues inmediatamente después de hacerlo, se sintió apenada y con miedo del regaño que posiblemente le esperaba por tratar así a un invitado.

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04/01/2018, 14:35
(0) Kyle Ironsmith

Mientras esperaba a que su hermana terminara de hablar con Marvin Curton, Kyle escuchó cómo Ser Tyler Risefeller le animaba a unirse al festín. Se sintió un poco cohibido ante tal invitación, ya que no sentía que tuviera tanto derecho como ellos a estar ahí Hace años si me hubiera sentido un igual, pero ahora...

No había comenzado a contestar a Ser Tyler Risefeller cuando Oberyn Martell también le invitó a que disfrutara de la fiesta. Que un noble de una de las casas mas poderosas de Poniente le hablara como un igual fue un poco vertiginoso para el Jefe de Cazadores. - ¡Mis señores! Sois muy amables por su invitación. Con mucho gusto me uniré a ustedes. Dijo mientras tomaba asiento y le hacía un gesto a su hermana para hablar después cuando estuviera libre.

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04/01/2018, 19:15
(2) Alester Marbrand

No en todos los hogares se enseñan modales. Eso le quedó bien claro a Alester cuando escuchó el comentario Edric Colina frente a Lady Astrid, y cuando vio a Ser Cedric golpear a una de las criadas en las nalgas. La razón por la que gente así había sido invitada a esa fiesta se le escapaba. Él había aprendido hacía años a medir sus palabras y sus acciones, incluso con vino en su interior, algo de lo que estaba orgulloso. Ver a dos hombres adultos comportarse de esa manera en un hogar que no era el suyo le revolvió el estómago. Los miró con severidad al tiempo que Ser Tyler se levantaba de la mesa.

Algunos de los invitados reprobaron el comentario de Colina. Y él, por su parte, estuvo a punto de soltar una reprimenda a Ser Cedric cuando comprobó que la criada no era una desvalida y sabía defenderse sola. Ni corta ni perezosa, le arrojó vino al caballero, como si de una torpeza se tratara.

Con una risotada recibió al nuevo comensal, el chico que le había parecido parte del servicio de los Vaelys.

- Bienvenido a la mesa, Ser… -dijo, terminando el saludo con tono inquisitivo, preguntándole el nombre al desconocido.

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04/01/2018, 20:21
(0) Ser Bernard Risefeller

No había abierto la boca durante todo aquel tiempo. Asqueado a partes iguales por la verborrea y la corrección, hubieron dos únicos momentos en los que Bernard estuvo a punto de levantarse e intervenir. La primera, el comentario sobre el "cortejo". Aunque entendiese que algunos se jugaban allí mucho, el baile de máscaras le causaba náuseas. Qué suerte que la comida aliviase aquel sentir.

El segundo momento fue en el que Ser Cedric se tomó la libertad de dar una palmada en el culo a una sirvienta. Le dedicó una sola mirada, una mirada seria. Fueron apenas unos segundos hasta que volvió en sí. 

Seguía en silencio. Debía ser de los invitados más silenciosos de la comida. No porque no tuviera qué decir, sino porque sus inquietudes eran otras.

Su hermano se levantó y marchó. 

Empezaba a sentirse inquieto. Resultaba evidente para todos, aunque tratase de ocultarlo. Estaba harto. 

Harto de sentirse en un mar de falsedad. Quizás si se explorasen los otros aspectos de los allí presentes, las cosas fuesen más divertidas.

Esbozó una media sonrisa, pues se le había ocurrido una gran idea. Se incorporó lentamente. Esperó a que su hermano se hubiese alejado unos metros. Entonces pronunció sus primeras palabras en la mesa.

-Caballeros, desconozco vuestros intereses, y ciertamente, esta comida comienza a aburrirme. Sugiero que, en honor de nuestros anfitriones, nos conozcamos un poco mejor. Y qué mejor para ello que un torneo improvisado, que nos permita conocer mejor. 

Miró uno por uno a los señores sentados a la mesa.

-Sin duda, las damas merecen saber quién es el que mejor las puede defender. ¿No estáis conmigo? Además, cerraremos las bocas. Todos ganamos.

Oh, empezaba a disfrutar la situación. Sonrió de forma más amplia. Respiró profundamente.  

Resultaba imposible distinguir entre si lo que estaba diciendo lo decía solo por diversión pues, ciertamente, su mirada podía resultar desafiante.

- Ah, pero no quiero molestar a aquellos que quieran permanecer sentados. Por supuesto, no tienen nada que demostrar. ¿No estoy en lo cierto?

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04/01/2018, 21:09
(0) Kyle Ironsmith

Kyle fue testigo de cómo Ser Cedric metía mano a Gwen y estuvo a punto de decir algo para defenderla, pero la criada se le adelantó vertiéndole vino por encima. Mientras casi todos reían, Kyle sintió un poco de rabia por dentro, ya que la victima de ese acoso bien podría haber sido su hermana Fiona Si está casado, ¿Por qué no le mete mano a su mujer? Espero que no intente lo mismo con Fiona.

Kyle dejó de pensar en esas cosas cuando Alester Marbrand le dió la bienvenida. Le hizo gracia que le preguntara su nombre, ya que esa misma mañana se habían conocido en las escaleras De la Torre del Fénix, pero supuso que con tanta gente nueva que habría conocido en el día de hoy, un simple Cazador hubiera pasado desapercibido - Simplemente Kyle, no soy Caballero, Señor.

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04/01/2018, 21:13
- Muerto (terremoto) - Ser Edric Colina

- No quería faltaros al respeto, mi Lady, disculpadme mis modales, he bebido demasiado vino,- levantando la copa a la señorita e inclinando un poco la cabeza.-  que es excelente por cierto, y se me ha soltado una lengua, diciendo lo que la mayoría cubre con una gran actitud. Soy un bastardo, y he pisado pocas cortes, ha sido falta mía caballeros.- también brindó por los caballeros, con la sonrisa pícara en la cara.

- Creo que ser... cómo os llamáis disculpadme? Bueno, tiene toda la razón, creo que no nos conocemos mucho los presentes y estaría bien que nos presentemos todos, aunque algunos ni tengan que presentarse por ser quienes son.- asintiendo y mirando a Oberyn y Ser Lance.

- Mi nombre es Ser Edric Colina, y bueno, como mi nombr y modales indican, soy un bastardo de las Tierras de Occidente.

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07/01/2018, 02:13
(0) Swann "Oso Erguido" Grizzly

Siguiendo el olor a comida y ruido de la gente el Oso Erguido llegó al jardín, sus retumbantes pasos quedaron almohadillados gracias a la hierba y pudo caminar con grandes zancadas en lugar de como hacía en el interior, como una bestia en una cristalería.

Miró a un lado y a otro pero no pareció ver al príncipe Oberyn de inmediato así que dejó que sus botas le llevasen a orbitar cerca de Bernard Risefeller, no por conocerle sino por aquel desafío al aire, uno que le llenó la cara de ilusión.

- ¡Claro que estáis en lo cierto! -rió con su vozarrón a la pregunta que el caballero había formulado, golpeando su hombrera con la palma de su mano al aproximarse- Los que somos pretendientes tenemos el deber de acallar las dudas que pueda haber sobre nuestro valor y fuerza que nuestra escasa reputación no puede- gorgoreó al reír mientras probaba el vino de una copa cercana- Plumas para los alfeñiques y acero para los demás ¿Qué proponéis? ¿Una carrera? ¿Luchas? Espero sea una buena idea porque habremos de rogarle a Lord Vaelis que nos bendiga con su presencia y la de su familia.

Su corazón ardía ante la posibilidad de una buena pelea a mamporro suelto, las niñas y niños de sus poblados de gritaban y aplaudían cuando su señor combatía y los adultos callaban cuando algún bravo lograba romper su nariz o tumbarle al suelo, pues eso solía desencadenar su acometida más atroz... o entrar en la guardia ursina para proteger El Dominio.

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07/01/2018, 21:09
(0) Oberyn Nymeros Martell

El dorniense observó con interés a Ser Edric. Embriagado o no, parecía haber resuelto bien la incómoda situación que había provocado con respecto a Lady Astrid. Se preguntó cómo reaccionaría la joven dama.

Oberyn dio un largo trago de su copa de vino, mientras escuchaba que Bernard Risefeller proponía organizar un torneo entre los caballeros invitados para así poder conocerse mejor entre ellos. La Víbora Roja de Dorne empezaba a pensar que sin duda aquel caballero debía ser el más temperamental de entre los Risefeller, mientras que Ser Tyler era más comedido y con una mayor agudeza en aquel tipo de situaciones.

-Ser Bernard, si bien es cierto que disfruto de cada torneo en el que participo, creo que la decisión de organizar uno de ellos en la Fortaleza de Sangre debería quedar en manos de Lord Rhys o Lady Myriah -indicó el dorniense, en tono cordial, y con una leve sonrisa en los labios-. En casa de los Vaelys no somos más que invitados.

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08/01/2018, 11:38
- Abondonó el castillo - Marvin Curton

Abandonando el lado de Fiona, Marvin se dirigió a la mesa. Había escuchado tanto la pequeña salida de tono de Ser Edric y visto la mano traviesa de Trindell. No sabía si como decía el Colina se trataba del resultado de la bebida, pero agradeció que solo se quedara en un par de palabras y un mero azote, sin que ningun otro caballero actuase como esos dos habían hecho. Aún así, no pudo hacer otra cosa que lanzar una pequeña mirada de severidad a Gwen por su "accidente" con Ser Cedric.

- Lady Astrid, caballeros, con su permiso - mencionó mientras tomaba asiento. El hambre ya le dominaba y no resistía el  olor de las viandas, así que antes de desfallecer decidió unirse a la comida.

Con atención, en silencio, mantuvo atención en las ideas expuestas por Ser Bernard acerca de improvisar un torneo. No sabía que pensar sobre tal plan del caballero, si debía señalar los posibles peligros que conllevaba tal acto y la posibilidad de que alguno de los participantes, en caso de ser realizado, terminase incapacitado para los siguientes festejos. Por fortuna, el principe de Dorne habló con unas razones que el castellano esperaba bastasen para anular el deseo de los que desearan competir entre ellos.

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09/01/2018, 01:53
Zz - OUT - Ser Cedric Trindell

Cedric se quedó pasmado mirando a la joven Gwen después de que esta le haya arrojado su bebida, por suerte el color del vino disimulaba el rojo de su cara, si fuese su criada seguramente le habría dado una lección, por más desubicado que sea un caballero, ese no era un comportamiento adecuado para una criada. Decidió dejar el asunto ahí, y seguirle la corriente a la chica con eso de que había sido un accidente, pero no se disculparía. 

No es problema cariño, ha sido un accidente, no te preocupes. - dijo mientras se levantaba de su asiento. - Con su permiso caballeros, milady. Voy a asearme un poco y tal vez a caminar para despejarme un poco, el alcohol se me ha subido un poco a la cabeza.

No esperó respuesta, y el caballero que no tenía idea de dónde podría asearse, se fue haciendo eses hacia el Gran Comedor

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09/01/2018, 15:52
(0) Oberyn Nymeros Martell

La situación que había provocado Gwen al derramar el vino sobre los ropajes de Ser Cedric le resultó al dorniense muy divertida, aunque supo reprimir una sonrisa. No era en absoluto partidario de la forma en la que Cedric se había sobrepasado con la joven criada, aunque las costumbres al norte de Dorne eran muy distintas, por lo que Oberyn supuso que aquella forma de tratar a las sirvientas debía de ser común entre los señores de los otros seis reinos.

-Lady Astrid -dijo el dorniense, dirigiéndose en tono respetuoso a la heredera de la Casa Vaelys y poniéndose en pie en ese instante-. He de comprobar que Ser Cedric llega por su propio pie a sus aposentos. Mis disculpas.

Con esas palabras, la Víbora Roja de Dorne echó a caminar en pos de Ser Cedric, hacia el Gran Comedor.

 

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09/01/2018, 16:37
(0) Ser Bernard Risefeller

Allí levantado, Ser Bernard se encogió de hombros. Estaba claro que a nadie le apetecía demasiado acabar herido, aunque las probabilidades de aquello con espadas de entrenamiento eran muy reducidas.

Lo que sí le hizo replantearse su propuesta fueron las palabras de la Víbora Roja. Tenía razón, después de todo: Por mucho que le gustase la idea, solo eran invitados. Podría ser de mala educación montar algo como eso sin siquiera permitir que los anfitriones den su visto bueno.

Volvió a sentarse en la silla, visiblemente aburrido.

-Tenéis razón, Ser Oberyn. Aunque nada haría fluir más la sangre de nuestros cuerpos, no es menester iniciar algo así sin aviso o preparación de los anfitriones.

Observó entonces a Swann. Le hizo un gesto entonces indicándole que se sentase en la silla que había dejado vacante su hermano.

-Por favor, Sir Swann. Aunque no podamos tener algo de acción, estoy seguro de que tenéis historias dignas de ser escuchadas. 

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10/01/2018, 17:44
- Muerta (terremoto) - Astrid Vaelys

No se disculpen, por favor. Es el poder que tiene una mujer, si se queda en silencio y sin llamar la atención, puede hasta llegar a desaparecer sonrió con algo de picardía, intentando quitar hierro al asunto. La verdad es que se había vuelto a ausentar mentalmente, y apenas les había escuchado. Se levantó de la mesa, con una leve inclinación de cabeza.

Si me disculpan, debo irme. Por favor, que esto no les detenga en la comida. Sigan disfrutando de ella, al menos hasta que el tiempo se lo permita.

Se fue a ir, pero ser Tyler llegó hasta ella antes de que pudiera marcharse. Cruzó unas palabras y unas sonrisas con él, y aligeró el paso.

Notas de juego

Astrid fuera

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10/01/2018, 17:46
- Muerta (terremoto) - Astrid Vaelys

Astrid ardía en deseos de acariciarle la mejilla hasta que su mano llegara al mentón del caballero, pero se tuvo que contener, pues así es como debía ser.

Todas padecemos de un dolor, y en un principio pensé que sólo era yo, que la maldición había cambiado de sexo y ahora iría a por nosotras, siendo la primera yo misma, por ser la heredera.

Esta mañana mis manos se levantaron agrietadas, llenas de heridas y cortes. Al llegar a la habitación del maestre, había empeorado. Ahora mismo, mis heridas llegan hasta los codos, y creo que mis piernas están corriendo la misma suerte.

Tengo que ir a hablar con mis hermanas. Después te buscaré y te contaré más

Sonrió, dando por finalizada la conversación, y se marchó.

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10/01/2018, 19:28
- Abandonó el castillo - Sebastian Ríos

Sebastian llegó a los jardines prácticamente corriendo, mientras miraba hacía todas partes, como si buscara algo, o a alguien. Al ver a los comensales, se paró en seco, suspiró y tiró de su ropa, para colocarla bien. Buenas tardes, espero que la comida fuera de su agrado, saludó sin dirigirse a nadie en particular.

Gwen, Fiona, se acercó al servicio, mostrando el alivio en su rostro al verlas. ¿Ha ido todo bien con el servicio de la comida? Espero que los invitados no tuvieran ninguna queja. Miró de reojo a la mesa, como si contara quien había y quien faltaba y después se miró los pies por un instante mientras decidía cual iba a ser su siguiente paso.

Gwen, ¿donde dejaste las botellas del vino para la cena? Las necesito para preparar los detalles. Sebastian le habla a Gwen, pero miraba a Fiona.

Fiona,mi señora Le habló tras asegurarse de que ni los señores ni los invitados podían escuchar el saludo. ¿Cómo estás? ¿Seguro que puedes estar trabajando aquí fuera? Puedes ayudar en la cocina con la cena, y descansar la pierna, si quieres. Me tienes que contar exactamente que te ha pasado. Y yo... Yo te tengo que decir algo muy... Por un momento, separó su vista del suelo y se dio cuenta de donde estaban. Ahora no. Tenemos que hablar... y se acercó a ella para seguir hablando sin que lo escucharan los demás.

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10/01/2018, 19:49
- Abandonó el castillo - Sebastian Ríos

... tenemos que hablar de algo muy importante, y en privado. ¿Te puedes reunir en privado conmigo en la casa? En algún lugar tranquilo, quizás en la despensa o si queda alguna habitación vacía para los invitados. Si no puedes ahora, dime cuando. O ven a buscarme, pero quiero que me cuentes que te ha pasado antes. Y yo también te tengo que hablar. ¿Vendrás?. Sebastian acabó sus palabras como un susurro acelerado y nervioso. Le temblaba la voz mientras sus ojos se movían nerviosamente entre la mesa, el suelo y los ojos de Fiona.

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10/01/2018, 20:32
(2) Alester Marbrand

Ahora que se fijaba mejor en el joven, Alester recordó que no era la primera vez que lo veía. Cuando bajaba de los aposentos del maestre, se había encontrado con un numeroso grupo que subía a la lesionada criada a una de las habitaciones.

- Kyle, por supuesto. Ya nos hemos presentado antes, ¿verdad? Sois el hermano de Fiona –comentó, llevándose la mano a la cabeza, con gesto de despiste-. Disculpadme, pero hoy he conocido a demasiada gente y es difícil llevar la cuenta de cada cara. Mil perdones.

Sirvió una copa de vino al recién llegado al tiempo que escuchaba hablar al pequeño de los Risefeller.

No era que a Alester no le apeteciera un torneo. De hecho, hacía tiempo que no participaba en uno y estaba deseando volver a probar sus habilidades junto a los demás caballeros. Pero creía que, de organizarse uno, la idea tenía que proceder de sus anfitriones, no de los invitados.

Así que, cuando el dorniense le avisó de que un torneo improvisado no era una buena proposición, Alester no tuvo más remedio que coincidir en silencio con él.

- No os falta razón del todo, Ser Bernard. Después de una buena comida, apetece algo de acción. Precisamente lo comentaba antes con vuestro hermano, las ganas que tenemos que una buena competición. Pero es verdad que deberíamos tener el beneplácito de nuestros anfitriones. Tal vez deberíais hablar con Lord Rhys al respecto –concluyó, dejándole la sugerencia en el aire.

En ese momento, llegó a los jardines un joven sirviente. Tal vez cuando Kyle apareció Ser Marbrand no se fijó mucho en él; pero, en esta ocasión, sí se fijó en el nuevo. Y algo le vino a la memoria.

El joven hablaba con Fiona, así que Alester se levantó y esperó de pie. Con ojos curiosos y expresión meditativa, no dejaba de mirarlo. Cuando acabó la conversación privada, se acercó despacio a ambos y se hizo notar antes de estar a su lado, para no sorprenderlos:

- No quiero molestaros, pero ¿podríamos hablar un momento? Es algo urgente –le preguntó. Luego, se giró hacia la muchacha-. Espero que no os importe, Fiona, ahora mismo os lo devuelvo.