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Castillos y Caballeros

Fuera de la fortaleza > El Dragón Borracho.

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27/12/2016, 02:35
Director
Sólo para el director

Dirige la posada, Jorah Curton, hermano de Marvin Curton que puede contarle muchos misterios sobre la familia. También está su mujer y tabernera. Risonda

Aquí tiene que aparecer Anna Arryn a contar historias sobre la fortaleza.

Curton tiene dos hijos de 11 y 7 años. Lysa y Kurt respectivamente. Al no haber ido nunca a la guerra, cosa que él sí. Puede desprestigiarle y hablar de él como un cobarde.

Además que sabe lo de su hijo bastardo y está dispuesto a contárselo a los demás.

[Leer las intrigas que faltan en el word]

Cedric Trindell empieza aquí a pesar de ser vasallo de la casa. El no duerme aquí, pero se estaba tomando algo allí antes de la fiesta.

Notas de juego

- Crear la invitación a la fiesta e indicar las normas de comportamiento.

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08/01/2017, 03:17
- Nueva Ubicación -

Tras una larga caminata, por fin alcanzaron La Posada del Dragón Borracho, el local más cercano a la Fortaleza de Sangre donde los Vaelys les habían invitado a una impresionante fiesta. Fuera hacía un tiempo de perros, había dejado de tronar, pero aún seguía lloviendo como si llevaran siglos sin hacerlo. Era un día totalmente pasado por agua, y la noche que se avecinaba no parecía que fuera a ser muy diferente.

La barra estaba limpia, en ella había una figura de un dragón dorado, con rubíes incrustados en sus ojos y del que salía la cerveza que pronto se serviría a los recién llegados. En la chimenea quedaban las ascuas de un fuego que había calentado toda la estancia; La comida tenía fama de estar bien cocinada y se contaba que las habitaciones eran cómodas y se alquilaban a precio razonable.

La posada contaba con tres pisos, a los que se accedía por una escalera con una barandilla de madera hermosamente tallada, y había un total de 12 habitaciones para alquilar. Una ganga, considerando que la fama de la cocina de Risonda llegaba hasta El Muro.

Fuera había un lugar donde dejar los caballos a buen resguardo y que se cobijaran de la que estaba cayendo. Había algo de heno y un pilón para poder beber. Allí estarían resguardados de la tormenta y de los posibles truenos que pudieran asustarles.

Notas de juego

En lo que empezamos a rolear en serio, y en lo que se van terminando las fichas de los que faltan, vamos a ir empezando. (Si tenéis un guión es que ya tenéis la ficha revisada y dado el visto bueno, si no lo tenéis es que aún os falta).

Fuera está lloviendo a mares, y acabáis de llegar a la posada más cercana de la Fortaleza de Sangre. 

Todos os dirigís a la fiesta, pero no necesariamente todos deben haber sido invitados, pues algunos pueden haberse encontrado con la invitación de casualidad.

Si tenéis intrigas, os recomiendo que las echéis de nuevo un vistazo para recordarla.

Próximo turno el día 13 de enero.

Cualquier duda usad el off. Por favor, leeros también las reglas sobre el posteo, y todas aquellas escenas a las que tengáis acceso. Sobre todo aquellas que sean relevantes y den instrucciones para seguir la partida.

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09/01/2017, 11:11
(0) Oberyn Nymeros Martell

Oberyn llegó a la posada a caballo y solo acompañado de su fiel escudero y un par de sirvientes. Nadie sería tan estúpido de atacar a la Víbora Roja de Dorne, especialmente en un viaje en el que el hermano del príncipe ha sido invitado y, por tanto, su muerte podría llevar a una nueva guerra en Poniente, cuando hace tan poco que tuvo lugar la anterior.

Normalmente hubiera acudido directamente al castillo, una posada no era lugar para un hombre de su rango, sobre todo si el lugar que era su destino estaba tan cerca de esta. Sin embargo Lord Rhys era un hombre tremendamente caprichoso y había insistido en que todos los invitados llegaran al mismo tiempo a la fiesta. Tampoco había ningún problema. No sería la primera vez que durmiera en una posada y muchas serían las camas fuera de castillos que acogerían su sueño en los próximos años. Además las posadas también aportaban sus ventajas, como posibles acompañantes para dichas camas.

Buscó un lugar cerca de la chimenea, pues no estaba especialmente contento con el tiempo que había tenido que soportar en el camino. Prefería lugares más secos. Pero una orden es una orden y antes que a sí mismo se debía a su hermano, que era su señor y líder de la casa, acudiría a donde él le pidiese, fuera cual fuese ese lugar.

Buscó algo que hacer hasta que llegase la hora de acudir al castillo. El mundo era un lugar muy aburrido cuando no había algo que hacer.

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09/01/2017, 18:00
(0) Ser Mordred Rowain

Ser Mordred miró a los caballeros allí presentes. Todos en la posada eran hombres de espada, esa compañía no le era ajena al guerrero.

- Eh, posadera. Más cerveza - pidió con un gesto a la muchacha mientras le daba la jarra vacía y se la comía con la mirada. - Sigo sediento, ¿podéis aplacar mi sed?

Luego se dirigió a los veteranos de aquella guerra.

- ¿Alguien más quiere una ronda? ¡Por nuestra victoria! La cerveza de la Casa Vaelys es buena, sus mujeres bellas y su compañía mejor.

Y acto seguido se encontraba bebiendo con otros caballeros entre risas e historias de la soldadesca.

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09/01/2017, 22:02
(2) Alester Marbrand

Alester llegó empapado a la posada. Nunca había sido excesivamente refinado y quisquilloso, pero no le gustaba la sensación de las ropas mojadas contra su piel. Le pesaban el triple y se notaba terriblemente incómodo.

Pero al fin había concluido su viaje. Disfrutaba siempre de las jornadas a caballo, pero en esta ocasión el destino se le antojaba demasiado deseable como para deleitarse con el trayecto. Esa era una visita de la que esperaba conseguir algo provechoso.

Nada más sentarse en una mesa, un hombre, probablemente de la casa Vaelys, brindaba en honor de la victoria. Alester sonrió y rápidamente le hizo una señal a la posadera para que le sirviera una cerveza-. Y traedme un par de perdices asadas –añadió.

Mientras bebía, sus ojos se quedaron fijos en las cálidas ascuas de la chimenea. Estaba agotado físicamente, pero su mente se mantenía despierta.

En cuanto le sirvieron la comida, levantó la mirada. No muy lejos de él vio a un hombre, acompañado por unos pocos sirvientes. Estaba claro que era de fuera, su tono de piel y sus ropas no eran las típicas de las Tierras del Oeste. No tardó en ponerle nombre al extranjero, lo había visto en alguna ocasión, aunque dudaba que Oberyn Martell lo reconociera a él, un simple caballero perteneciente a una pequeña casa noble.

Volvió la mirada a la chimenea mientras se preguntaba qué haría un Martell en territorio Lannister. 

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11/01/2017, 02:11
(0) Ser Lance Dayne

El joven estaba sentado solo en una mesa mirando a su alrededor. Aquella posada no le llamaba mucho la atención, el no era de hospedarse en lugares menos dignos que un castillo o la casa de un noble. Estando tan cerca del hogar de sus anfitriones le causaba tremenda molestia aquel contratiempo meteorológico. Una taberna de malamuerte donde había tenido que acabar yendo maldita sea. Se giro cuando uno de los presentes hablo en voz alta, vaya ya anda la gente ebria?Bueno ¿Que se podía esperar de la gente que viene a un lugar asi en fin... En eso se fijo en que entre la gente parecía estar Oberyn Martell.

¿Que hacia el en un sitio de mala muerte como este?No podía estar de paso seguro que era un invitado también , en fin.

No quería hablar con sirvientes así que busco al dueño y le dijo:

-Quiero la mejor habitación de toda la posada.Y traedme la mejor comida y bebida que tengais-terminó, pero antes de que esta se fuera le preguntó. -Por cierto ¿que sabéis de la familia de los Vaelys, de los Risefeller y sobre esa maldición que comentan?-mejor sacar tambien informacion esta noche.

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13/01/2017, 17:06
Risonda Curton

En la posada solo había una única mujer atendiendo a los recién llegados. Había permanecido tranquila, sin que nadie entrara en toda la tarde, pero cuando cayó el sol y comenzó el diluvio una serie de caballeros alcanzaron sus puertas. Todos parecían dirigirse a la fiesta de los Vaelys, a Risonda le había llegado el rumor de aquella fiesta, y no comprendía como tenían tan poca vergüenza de no haber invitado a su marido.

Estaba repasando unos vasos con un paño seco cuando llegaron los primeros hombres. Tan solo fueron cuatro los que alcanzaron al Dragón Borracho, pero se apresuró a retirar las ropas de Oberyn y colocarlas junto al fuego, para que pudieran secarse más rápidamente y para ofrecerle algo para beber aquella despacible noche. Luego se giró hacia Ser Mordred, que debía de haber llegado cuando no estaba mirando. El hombre solicitó una cerveza, y rápidamente Risonda se acercó hasta la figura del dragón dorado para prepararle una bien fresquita.

También acababa de llegar Alester Marbrand, que le solicitó una cerveza y un par de perdices asadas. Las tenía justo en el horno, así que en pocos minutos ya podía disfrutar de aquel estupendo plato. Y por último estaba el caballero de cabellos de oro. Los Lannister y los Targaryen tenían fama de tener ese color de pelo, pero Lance llevaba un escudo muy distinto, sin más se acercó hasta él para responderle a su solicitud.

Lamento informarle que aquí tenemos un menú único, la misma cerveza para todo el mundo, y tan solo un par de platos. Puedo servirle perdices asadas que han quedado muy ricas. En cuanto al dormitorio, puede elegir la planta en la que quiere que esté, pero le informo que son las mismas habitaciones para todos. Dijo tratando de ser sincera con aquel caballero.

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13/01/2017, 19:21
Zz - OUT - Ser Cedric Trindell

La lluvia había calado la gruesa capa de cuero pero por fin había arribado a la posada, la vieja posada seguía igual que siempre con la exceoción más que notable de que Oberyn Martell estaba allí sentado como si nada. Haciendo un breve gesto con la cabeza saludé a los presentes y cogiendo uno de los lugares cercanos al fuego sin hacer mucho ruido me siento.

-¡Posadera! Vengo hambriento y sediento. Traeme algo de comer.

Una vez sentado observo a los allí presentes. Ninguna de sus caras era familiar frunce el ceño, Me estoy haciendo viejo y bajando la cabeza vuelve a sus pensamientos.

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15/01/2017, 15:54
(2) Ser Galbart Glover

Llegó de los últimos a la posada, acostumbrado a los temporales de Bosquespeso no le ocasionaba ningún inconveniente la lluvia que azotaba la zona. Al entrar en el lugar, se quitó su gran capa de pelo de oso empapada tras de él le seguía su fiel escudero Marvin y unos cuantos subordinados, los restantes se quedaron resguardando a los caballos. Observó a los individuos de la sala y dijo:

-Saludos, Señores.

Y tras una pequeña reverencia comenzó a avanzar por la posada hacia la chimenea, uno de sus súbditos le cogió amablemente la capa empapada. Al recorrer la posada observo los individuos que estaban en ella, suponiendo que ellos también serian invitados de la Casa Vaelys. Se sentó en una mesa cerca de la chimenea y unos de sus subordinados se le acerco para preguntarle que deseaba tomar, le respondió y su respuesta no sonó en la posada. Discretamente, el subordinado se fue a la barra a pedir lo que su señor le había mandado.

 

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16/01/2017, 09:27
(0) Ser Mordred Rowain

Al caballero no le temblaba la mano, y entre risas bebía su cerveza con mano firme, sin derramar ni una gota. Entre camaradas y compañeros de armas, comenzó a cantar la canción de los Lannister;

And who are you, the proud lord said,
that I must bow so low?
Only a cat of a different coat,
that's all the truth I know.
In a coat of gold or a coat of red,
a lion still has claws,
And mine are long and sharp, my lord,
as long and sharp as yours.

And so he spoke, and so he spoke,
that Lord of Castamere,
But now the rains weep o'er his hall,
with no one there to hear.
Yes now the rains weep o'er his hall,
and not a soul to hear.

 

Y al terminar apuró su cerveza de un trago. Y como bruto que se precie, después de alcohol y cánticos regionales, tocaba hablar de mujeres o de guerra. Miró a su costado a ver si veía a Risonda para echarle un par de piropos, pero al no verla se conformó con hablar de guerra.

- ¡Caballeros! ¡Caballeros sin Espada! Nos obligan a guardar nuestro símbolo de estatus como si fuéramos a utilizarlo... mas cuando Lord Vaelys se hizo el enfermo por miedo a la afrenta y el combate. ¡Yo lo digo, que no me termino de creer que estuviera enfermo! Bah, lo único interesante que tiene Lord Vaelys es su vino, su cerveza y sus hijas. Bellas como la madre. ¿Cómo ha conseguido todo eso?

Ese bastardo nació en una buena familia, asesinando al primogénito que era su hermano para heredarlo todo - pensó para sus adentros, y pidió otra cerveza.

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16/01/2017, 14:20
(0) Oberyn Nymeros Martell

Oberyn observó con cierta diversión al pavo real que llegó pidiendo lo mejor de lo mejor. Se notaba que es el tipo de persona que ha obtenido todo sin merecerlo y por tanto exige que se lo sigan dando para demostrar que lo merece. Una figura de hielo, igual de brillante, pero también igual de rígido y quebradizo, lista para ser derretida por un poco del sol de Dorne.

Ni se molestó en corregirle, ya lo hizo la realidad en cuanto tuvo que enfrentarse a ella en forma de tabernera.

Hizo un gesto a la tabernera para que se acercase.

Querré un plato de perdices asadas para cada uno- le pidió con educación y sin alzar la voz innecesariamente- y una habitación en la última planta. Me da igual cual, sea la que tengas disponible en esa planta. Mi escudero dormirá en la misma habitación y mis dos sirvientes pueden dormir en cualquier otra. Por ahora no necesitaré nada más.

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16/01/2017, 15:13
(0) Ser Lance Dayne

Levante una ceja ante la respuesta de la tabernera¿Que solo había eso?
Por favor había mas variedad en un prostíbulo de Lanza del Sol que en aquella jodida taberna. Aquella jodida tormenta  era como una maldición que había caído sobre mi cabeza. 

Saque una de mis sonrisas mas encantadoras y respondí a esta.
-No os preocupéis, traerme  esas perdices que decís que están tan ricas, cerveza y la habitación en la ultima planta. Traigo criados conmigo y  me gustaría tomar al menos dos habitaciones mas en la misma planta que la mía. 

Tras esto escuche las palabras del resto de gente que se encontraba en la taberna.

Bueh un caballero tremendamente ruidoso. Salude con un cabeceo a los que saludaron.

Y respondí al tipo extraño que cantaba aquella vieja cancion.
¿A que os referís con eso de las espadas?-despues mire al resto.- Esta noche tiene pinta de ser aburrida y larga, si alguien quiere unirse mi mesa esta dispuesta-comente al resto invitandoles a sentarse y charlar.

Y los que no quisieran siempre pueden quedarse mirando el fuego, una pared o su jarra de cerveza claro...

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16/01/2017, 16:12
(0) Ser Mordred Rowain

Ser Mordred alzó la jarra para responder al caballero rubio:

- En Desembarco del Rey y en cualquier otro de los Reinos, los caballeros pueden portar sus espadas envainadas, símbolo de caballero. Pero para Lord Rhys el estatus parece no ser nada. No podréis entrar con espada a la Fortaleza de Sangre, pues el Lord lo prohíbe. Sólo podrás llevarla al cinto en cualquier otro sitio de los Siete Reinos.

Y se sentó junto a aquel caballero a comer y a beber cerveza. Desde luego, la fama de la cocina de Risonda estaba bien merecida.

- En mi opinión Lord Rhys es un necio, preocupado por su seguridad y siempre temiendo algo. Ya sabéis, algo debe quien teme.

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16/01/2017, 19:15
Zz - OUT - Ser Cedric Trindell

Otra vez ese insolente hablando de mi señor y esta vez no me mantuve en silencio.

-¡Ya está bien! golpeando la mesa con el puño cerrado me levantó ¡Como osáis hablar así de quién os invita a su hogar a comer su comida y beber su bebida!

Ser Cedric comenzaba a enrojecerse y no era por la cerveza ni el fuego.

-Tal vez hayáis sido armado caballero pero vuestros modales son dignos de cualquier ladronzuelo de Lecho de Pulgas. Al menos tened la decencia de no insultar a mi señor en sus propias tierras delante de sus propios vasallos.

Tras un pequeño respiro justo cuando está a punto de comenzar otra vez respira hondo y se sienta, para darle un largo trago a su cerveza mientras observa a aquel indeseado. Maldito sea siete veces su nombre.

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16/01/2017, 21:13
(2) Alester Marbrand

Alester saboreaba las deliciosas perdices. No comía mal, pero era de platos sencillos. La comida de esa taberna estaba hecha con un cariño y un cuidado que no veía muy a menudo, ni siquiera en su casa en Marcaceniza.

Entonces escuchó al alegre hombre cantar unos versos que bien conocía. Volvió a sonreír y, alentado por el jolgorio, bebió un buen trago de cerveza y se unió al final del cántico mientras levantaba su jarra a modo de brindis-. And now the rains weep o'er his hall, and not a soul to hear!

Con el ánimo crecido, terminó su cena, se levantó de su mesa y se acercó al grupo que se había formado alrededor del caballero, con intención de unirse a la celebración. Por lo que escuchaba, tildaba al señor de Fortaleza de Sangre de cobarde. Además, no estaba muy contento por las normas de Lord Vaelys. Ciertamente, a Alester también le resultaba extraño no poder entrar a la fortaleza con su espada. ¿Qué temía el señor?

Iba a aportar su opinión, pero la primera palabra que le salió de la boca quedó ahogada por la enfurecida voz de un hombre de aspecto tosco. Por sus quejas se infería que el respeto que le tenía a Lord Vaelys era máximo. No se lo podía reprochar, Alester también tenía a una gran figura a la que admiraba y contra quien no estaba dispuesto a escuchar nada malo. Aun así, prefería mantener la calma y los festejos en la taberna.

- Señor mío, calmaos –dijo Alester al vasallo de Lord Vaelys, intentando apaciguar su ánimo para evitar cualquier trifulca-. Estoy seguro de que el caballero aquí presente solo quiere mostrar su asombro ante una regla que, si soy honesto, también me sorprende a mí. Si ha sonado tan brusco, es a causa de la cerveza –apuntó justo antes de, él mismo, tomar un trago-. Se os nota muy apegado a vuestro señor. Sabréis, pues, a qué se debe que no podamos entrar con nuestras espadas. No es que tengamos intención de usarlas, por supuesto, pero coincidiréis conmigo que no es lo habitual.

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17/01/2017, 01:14
(2) Ser Galbart Glover

Escuchó en silencio lo que decían aquellos que compartían la sala con él, no reconoció a ninguno de tierras cercanas a la suya así que no mostró mucho interés. El subordinado llego a la posadera y le pidió que se acercara a su señor para atenderlo, ya que necesitaba él y sus subordinados una cena y un cobijo por esa noche, sin importar la habitación en particular.

Tras escuchar algo de jaleo se quedó observado a aquel individuo. Acto seguido, se dirigió a Marvin haciendo un pequeño gesto con la mano y esbozando una media sonrisa casi inexistente.

-Sentaos, Marvin. Ha sido un viaje largo, vos no estáis acostumbrado a esto. Comed conmigo, ya veréis qué bien se come en esta posada. 

Se centró en disfrutar con sus sirvientes ajeno al resto de comensales.

Los verdaderos norteños nos alegramos por un cobijo caliente y algo que llevarse a la boca... las exigencias vienen siempre del sur.

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17/01/2017, 01:54
- Narrador -

Notas de juego

Por cierto, hace poco te llegó esta carta (después de la invitación, claro está)

Ser Alester Marbrand

         Acabo de recibir la confirmación de tu asistencia al evento de Lord Vaelys. Debo avisarte de que vienes a un lugar peligroso, ven a verme tan pronto llegues al Castillo.

Caelus B.

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17/01/2017, 13:58
(0) Oberyn Nymeros Martell

Si los rumores son ciertos posiblemente tenga que ver con que teme por su vida- respondió la Víbora a su pregunta-. Muchos son los cuervos que estas noches revolotean por estas tierras esperando para devorar el cadáver de una casa que en este momento carece de un heredero varón que reclame el mando de la casa si nuestro querido Lord fallece. Esto no es Dorne. Aquí la mente de un gobernante importa mucho menos que el tamaño de su lanza. Poco aprendisteis a este lado de las Marcas del ejemplo de Meria Martell, que vieja, decrépita y mujer logró mostrar a los dragones lo que vale un dorniense. Que no os confundan vuestras espadas. Mañana no seréis el cazador, sino la presa.
 

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17/01/2017, 17:44
(0) Ser Lance Dayne

Mire a los demas hombres mientras comentaban sobre la extraña regla que habia tomado el anfitrion.

-No, esto dista mucho de ser Dorne, la verdad-agrege.- Nada ha de temer un caballero del frio acero de una espada, pues una muerte digna en el campo de batalla es el sueño de cualquier guerrero.

Mas deberian ser otros temores. El veneno en una copa, el resplandor de una daga en la oscuridad o cualquier metodo menos honorable. Nadie es tan estupido como para sacar su espada y usarla en una fiesta.

 Un Dorniense solo es la presa si desea serlo, nunca doblegado, nunca roto.-añadi.

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17/01/2017, 18:16
(0) Oberyn Nymeros Martell

Estoy de acuerdo. Seguro que Rhaegar Targaryen soñaba con que le hundieran el pecho con una maza en Vado Rubí- respondió con sorna el hermano del Príncipe de Dorne-. Morir en batalla es fácil, solo tienes que entrar en una batalla y ser tan incompetente con las armas en la mano como para que te maten. Yo no sueño con la muerte, no la temo, pero dado que sé que llegará prefiero soñar con lo que haré hasta ese momento. Es mucho más productivo.