Partida Rol por web

Castillos y Caballeros

Fuera de la fortaleza > El Dragón Borracho.

Cargando editor
26/04/2017, 14:32
Zz - OUT - Ser Cedric Trindell

Cedric salió de la posada con dirección a su caballo cuando vio a Jorah y sus pequeños, Buenos días, Mi nombre es Cedric y quiero agradecerle el trato recibido en su posada y el buen cuidado de nuestros caballos. Sin duda me dejaré caer por aquí más a menudo. Miro hacia abajo y saludo a los niños. Hola chicos, le dio la mano a kurt y cuando este se la dio se arrodilló gritando. ¡¡¡Madre mía, le fuerza tienes ya chico!!! serás un gran hombre sin duda. Hola Lysa, yo también tengo una niña, sois una bendición para cualquier casa. De nuevo volvió a mirar a Jorah, le estrechó la mano nuevamente y se dirigió a su caballo. Al percatarse que nadie comenzaba la marcha, decidió aminorar el paso para ver que estaba pasando.

Cargando editor
26/04/2017, 15:09
Zz - Out - Ser Ulrich von Liechtenstein

Ulrich resoplo al ver como sus compañeros se rebajaban a lamer el culo de un simple posadero. Era su trabajo dar el mejor servicio posible, no había hecho nada que mereciera tanto alago, de hecho era la primera vez que se dignaba en aparecer y había delegado sus responsabilidades en otros.
- El servicio no ha sido del todo malo.- dijo secamente.- Como propina os daré un consejo que ha de valeros más que el oro. Casar rápido a vuestra hija antes de que os la desfloren bajo vuestro propio techo y enseñar al muchacho a servir cuanto antes, para que pueda hacer cargo del negocio si os sucediera algo.
Paso de largo, no necesitaba decir mas. Iría por su caballo y partiria lo mas prontamente posible. No había llegado hasta allí para hacer amigos y tampoco los necesitaba.

Notas de juego

Subo al caballo y parto al castillo.

Cargando editor
27/04/2017, 13:22
(2) Alester Marbrand

Poco más quería hacer Alester en la posada. Podría haberse quedado a escuchar lo que el posadero tenía que decir sobre Anna Arryn y la historia que contó la noche anterior, pero dudaba que pudieran sacar algo del hombre. Además, por más que una interesante conversación siempre era de agradecer, ese día tenía prisa por llegar a su destino.

Le dio las gracias a Jorah con educación por el servicio y tomó a su caballo. Mientras acariciaba la cabeza al animal, escuchó el consejo que un caballero le dio al posadero y que a Alester lo consideró desafortunado. No se giró a mirarlo, ni dijo nada, pero se quedó meditando un par de minutos en la propuesta de casar a la niña, con la mirada perdida y un aire de melancolía en el rostro. Es tan joven, tan joven… Solo una cría. Y, al mismo tiempo, pensaba más en Mira Vaelys que en la joven que tenía a dos metros.

Sacudió la cabeza y volvió a la realidad. Era hora de partir, así que montó en el caballo y, con un último vistazo a la posada, se despidió de los presentes… hasta que se vieran de nuevo en el castillo-. Señores, nos encontraremos de nuevo en Fortaleza de Sangre. Que tengáis buen trayecto. Curton, vos que tengáis un buen día.

Sin más dilación, azuzó a su montura y partió al galope.

Notas de juego

Voy al castillo.

Cargando editor
27/04/2017, 15:34
(0) Oberyn Nymeros Martell

Decidió salir hacia el castillo. La mañana prometía y era necesario llegar cuanto antes al castillo, pues muchas serían las cosas que habría que hacer allí antes siquiera de que la fiesta en sí empezara. Una noche, la que les esperaba, que iba a incluir más intrigas de las que uno podría suponer en principio.

Dejó que el caballo marcara la marcha, guiando y liderando a sus hombres. Incluso sin vestir las enseñas de su casa quedaba claro quién era el hombre que montaba ese corcel, uno de los orgullosos hijos de la familia que derrotó durante tanto tiempo a los Targaryen y que solo pudo ser incluida en el reino al ser incluida su sangre en la familia real.

Ahora pasemos a cobrar las deudas de la casa Lannister.

La mañana prometía mucho.

Notas de juego

Al castillo.

Cargando editor
28/04/2017, 17:32
(0) Ser Lance Dayne

Saludó al dueño de la posada  al salir del lugarcon un cabeceo . Tenia bastante prisa por llegar al castillo. Llamó a sus escuderos y criados y prepararon todo para empezar la marcha.

Que le esperaba en aquel lugar no lo sabia pero siempre era divertido acudir a estos acontecimientos.

Notas de juego

Voy para el castillo

Cargando editor
01/05/2017, 01:26
Jorah Curton

Jorah Curton se vio sorprendido ante la pregunta de Ser Edric Colina, el bastardo nombrado caballero quería saber su opinión sobre el tema relacionado con Anna Arryn, pero no sabía muy bien qué decirle, o mejor dicho, no sabía como afrontarlo. He vivido muchos años en la Fortaleza de Sangre, dijo abriendo su corazón, mi abuelo fue el primer castellano y mi padre fue el siguiente, después... parecía que quería decir algo más, pero prefirió cortarse y callar, y después lo fue mi hermano. Durante mi estancia allí son muchas las cosas que presencié, Anna Arryn era la anterior ama de llaves, era una gran trabajadora y es muy raro que saliera huyendo del que había sido su hogar, y más dejando solo a su hijo. Luego miró a los suyos y negó con la cabeza. Algo me dice que todo lo que dice es cierto.  Se encogió de hombros, es como esas historias que nunca antes habías oído, pero que cuando las escuchas, en el fondo sientes que todo encaja. Un cadáver escondido entre sus muros, me sorprende, pero no me extraña. Sobre esa familiar corre una horrible maldición y muchas son las muertes de aquellos que les rodean.

Por último prefirió cambiar de tema, solo espero que si al final usted se hacer con el título y es nombrado señor de la Casa Vaelys, despida a mi hermano, es un mal castellano, un ladrón y un mujeriego, no conviene tener a un hombre como él entre sus empleados. Traté de explicárselo a Lord Rhys, pero no quiso creerme y ahora... dijo mirando a su posada, y ahora mírame. 

Cuando Ser Cedric saludó a su hijo, Jorah no pudo evitar soltar una amplia carcajada, esa broma le había hecho mucha gracia, y al pequeño Kurt también, pues no paraba de llorar de la risa. Aunque las palabras de Ser Ulrich le hicieron que su risa se cortara de inmediato.

Notas de juego

Aquellos que decidan montar a caballo y marcharse hacia el castillo que lo deje indicado por notas de juego para que les abra paso en la siguiente escena.

Cargando editor
01/05/2017, 18:41
Zz - OUT - Ser Cedric Trindell

Cedric miró de nuevo a Jorah escuchando con atención sis palabras. Se acerco nuevamente y le dijo: Parece que no tiene buenos recuerdos de la fortaleza y que guarda para usted unos secretos que bien nos podrían ayudar esta noche, ¿quiere decirnos algo más? ¿Que impresión tiene sobre el señor? ¿Porque nos dice a unos desconocidos todo esto sobre su hermano? Cedric creía ver un gran pesar en los ojos de Jorah y quiso ser amable con él por el buen trato en su posada.

Cargando editor
01/05/2017, 21:07
(2) Ser Galbart Glover

La noche había pasado tranquila para Galbart, después de llegar a horas tardías y apenas ver y oír al resto de hombres había compartido una frugal cena con su escudero, para luego ir a dormir.

Galbart no se sentía superior a él, era un amigo, compartía con él largos viajes y le apreciaba. Su padre le había inculcado que por haber nacido en un castillo noble no era más que ningún otro hombre. Después de haber sangrado junto a hombres buenos y simples aldeanos lo había constatado. Tras despertar, asearse y prepararse, bajó al comedor.

Escuchaba las conversaciones de los otros nobles y prefirió permanecer callado, como la noche anterior. Se preparaban para ir al castillo.

Escuchaba con atención manteniendo un aire distraído. Habló con su escudero-Amigo, habla con los demás y deja todo listo, nos iremos en breve-le dijo mientras terminaba el desayuno.

Pagó la cuenta y miró al resto de nobles que quedaban-Señores-dijo con educación y salió a los establos para iniciar el último tramo hasta el castillo.

Notas de juego

Salgo hacia el castillo.

Cargando editor
05/05/2017, 13:35
(0) Swann "Oso Erguido" Grizzly

El joven Swann "Oso Erguido" terminó de comer con velocidad, casi rebañando el plato. Después, con parsimonia, se limpió ligeramente las barbas para después levantarse de su asiento. Cuando bajó la mirada hacia la mesa, observó que el plato estaba reluciente. No dudó entonces en soltar una sonora carcajada. 

-¡Malditos sean mis modales! -dijo casi gritando. -¿Dónde se ha visto a un Señor rebañar un plato de esta manera? -se preguntó a el mismo en voz muy alta mientras se agachaba para salir por la puerta en busca de sus caballos y sus hombres. 

-¡Recomendaré este sitio! -dijo a los encargados del "Dragón Borracho". -¡No ha sido una mala noche! -y de nuevo, soltó una carcajada.

Era momento de marchar hacia el castillo, además, no había demasiado tiempo que perder. 

Notas de juego

Al castillo.

Cargando editor
05/05/2017, 17:11
- Muerto (terremoto) - Ser Edric Colina

Edric escucho atentamente las palabras de Jorah, quien había resultado estar mas ligado a la fortaleza de lo que cualquiera habría imaginado en un principio. Para el, la pobre Anna Arryn jamas mentiría en un caso así, lo que significaba que todo su relato tendría que ser verdadero. -No debería hablar así de su posada amigo, usted a pesar de todo ha conseguido cuidar de su familia, no debería sentir pena si no orgullo por lo que tiene ahora.- Sus palabras salieron con un ligero toque de molestia, aun con semblante pensativo, mientras finalmente se acercaba a su caballo.

Al final, en el poco tiempo que decidió gastar para hablar con Jorah, la mayoría de los otros caballeros ya se habia marchado. "Bueno, ahí va mi plan de no llegar de los últimos" -No se preocupe buen hombre, hoy es un buen dia para cambiar el destino, para cambiar la historia. Si todo sale como debería, este atento, pues la fortaleza necesitara un nuevo castellano.- Con una sonrisa y un saludo, el joven Edric subió a su caballo y finalmente, partió hacia el destino mas importante de su vida.

Notas de juego

Al castillo

Cargando editor
06/05/2017, 01:53
Jorah Curton

Ser Cedric, dijo contestando al caballero, quizá usted no me recuerda, pues era muy joven cuando vivía allí, pero bueno, usted para mi no es tan desconocido como el resto. Pero efectivamente, no guardo grandes recuerdos. Ni tampoco le guardo mucho aprecio a Lord Rhys, jamás entendí porque escogió a mi hermano como su castellano y a mi me puso de patitas en la calle, y muchos menos sabiendo lo recto que es Lord Rhys y lo poco que es Marvin. Dijo negando con la cabeza y acicalando al caballo del vasallo de los Vaelys. 

Cargando editor
08/05/2017, 09:13
Zz - OUT - Ser Cedric Trindell

Al ver que Jorah no decía nada interesante, Cedric decide coger su caballo y marchar hacia el castillo.

Notas de juego

Salgo hacia el castillo

Cargando editor
02/06/2017, 02:49
(0) Ser Mordred Rowain

Para una noche tan lluviosa, era la mañana de un tórrido día. La luz del sol atravesaba la ventana de la habitación de Mordred, quien parecía tener el sueño más pesado que la fragua de un herrero. Soñaba, sin duda, con algo bastante agradable, pues por más que la claridad daba directo en sus ojos, sólo hacía muecas con su boca y reía, como si estuviese besando o cortejando a una bella dama y esta le respondía entregándole sus frutos. Venga, no huyas... murmuraba entre risas, y en un intento por "atraparla", se movió bruscamente hacia la izquierda y cayó de su catre, dándose un buen golpe contra el suelo. Me cago en la puta. Dijo para sí, levantándose y sacudiéndose el camisón que usaba para dormir. Se lo quitó para asear su cuerpo, mientras trataba de quitarse el terrible dolor de cabeza que tenía enjugandose la cara y el pelo con agua fría, tomada de alguna barrica que la posadera tuviera dispuesta para ello. Arregló ligeramente su barba con una navaja que llevaba afilada para eso.

Finalmente, se vistió con su indumentaria para salir. Sus prendas eran más bien sencillas, aunque para él harto importantes. Un calzón del más fino lino fruncido alrededor de la cintura y en torno a los muslos con cuerdas, al que se ató mediante unas pequeñas trabillas las calzas, que cubrían sus piernas individualmente, ceñidas a la altura de sus rodillas con ligas de cuero, que completaba con unas botas largas de montura, hechas de ese mismo material, teñidas de negro a solicitud suya. Cubrió su torso con un camisón, también de lino, para completar terciándose un jubón, también negro, sin adornos en las mangas. Se puso su cinturón, pese a que no podía portar su espada por órdenes del Señor de aquellas tierras, quien era también su señor.

Bajó de su habitación, algo malhumorado por la resaca, y se acercó a la barra, dejando las llaves de su habitación sobre ella. Dio un fuerte golpe con su mano sobre la madera, para llamar la atención del servicio. ¡Posadera!, gritó en tono altanero, de como quien reprende a su propia servidumbre. Quiero queso, algo de miel. Frutas si tienes, y un vaso de leche. Fue todo lo que pidió para desayunar. Se dio cuenta que era el último en salir, pues por las mesas se veía que habían pasado ya varias personas comiendo, y que todas se habían marchado ya. Ignoró por completo al dueño de la posada y a sus hijas, a quien ni siquiera notó.

Cuando la posadera trae su pedido, come su queso sin dar las gracias, pone la miel sobre las frutas y al terminar bebe de un solo trago la leche, de cabra o de vaca, poco le importaba. Dio un estrenduoso eructo, olvidando por un rato las normas que la etiqueta dictaba. Se levantó, dejando unas monedas sobre la barra, suficiente para pagar por su estadía, la comida, los servicios y algo de propina.

Abrió la puerta de un fuerte golpe, y se marchó de la posada sin mirar atrás, hacia los potreros, para tomar rumbo al castillo.

Notas de juego

Al castillo.

Cargando editor
05/06/2017, 20:44
Risonda Curton

Risonda ya estaba atendiendo las mesas desde el minuto uno en el que llegó Ser Alester. La mujer tenía todo prefecto, una fuerte bebida caliente preparada para despertar hasta un toro, y sobre todo pan caliente y algo de aceite para que pudieran desayunar.

Buenos días, parece que se le pegaron las sábanas... Estoy más que segura que los Vaelys les darán bien de comer y tendrán un banquete más que perfecto. Así que no les he preparado un desayuno demasiado opíparo para no llenar esos buches tan grandes que deben de tener.

Tras las solicitudes de leche y demás, Risonda no tuvo problema en preparar nada de lo solicitado. ¿Y bien, tenéis echado ya el ojo a alguna de las hijas de Lord Vaelys? Sin duda son todas muy apuestas, aunque espero que dejen a la pequeña Mira en paz y no la busquen un marido ya. Dijo molesta por si alguno se había fijado en ella. La fiesta promete, se ha escuchado en los Siete Reinos. Va a ser un gran acontecimiento. 

Cuando terminéis de desayunar podréis salir fuera, mi marido está preparando vuestros caballos, y también limpiándolos. Sé que algunos de ustedes han venido con un buen número de empleados, pero quería encargarse por su cuenta. Además, imagino que también querréis hablar con él. Vivió unos cuantos años en la Fortaleza de Sangre, mi suegro trabajó para los Vaelys, el resto han marchado ya, pero creo que han partido con mucha prisa.

Notas de juego

No corras tanto, que no hay prisa. 

Cargando editor
07/06/2017, 01:04
(0) Ser Mordred Rowain

El cabreo y el dolor de cabeza que tenía Mordred le habían hecho un ser impaciente aquella mañana, incluso se planteó marcharse tan pronto acabase el desayuno, no querría llegar al último a la fortaleza del Señor de estas tierras. Pero entonces Risonda apareció, y aquella marea indomable que era su corazón se apaciguó, las nubes que se arremolinaban en su mente se despejaron y sentó cabeza. La bebida caliente fue un tónico para su alma, la cual volvió a su cuerpo tras despegarse de las sábanas de su catre, dos pisos arriba de él. Se aclaró la garganta después de beber, y miró a Risonda. Esa mujer era un colirio para los ojos de cualquier hombre como él. Madura, sí, pero con una figura encantadora. De rasgos sencillos, de labios carnosos, de cintura ancha. Cuando se percató, estaba imaginándose un encuentro sexual furtivo, bastante ruidoso y salvaje con la posadera de aquel tugurio.

Tamborileó sus dedos en la barra donde estaba sentado, carraspeó un poco su garganta, y le respondió con seguridad. - madame*, nunca he sido pájaro madrugador. No os preocupéis por la comida, vuestros dotes son más que suficientes para complacer a cualquier hombre con un hambre como la mía. - Dice con picardía, mientras toma su desayuno con calma.

- No son las hijas de Lord Vaelys las que llaman mi atención precisamente. Tengo un gusto particular por las cosechas de vino un poco más añejas, ¿comprende? Saben mejor, de aromas más fuertes y tienen mejor cuerpo, como vos, mi señora. Estoy seguro que vos dejáis un sabor en el paladar difícil de quitar con uvas más jóvenes - La referencia que hacía al vino, era naturalmente, un cumplido hacia Risonda, algo que parecía salir natural de su boca ante una dama como ella -. En cuanto a la fiesta, sólo me importa lo que pueda conseguir en ella. Los festejos me traen sin cuidado.

Toma, como es su costumbre, su vaso de leche de un golpe y lo coloca sobre la misma barra en la que come. Pide dos copas de algún licor destilado o de un vino, una para sí y otra para Risonda, pues odia beber solo. 

- Vuestro marido es un hombre afortunado, madame. Disfruta de vos a diario, no encuentro una mayor dicha que esa. - La mira directo a los ojos cuando dice eso, y sigue comiendo algunas frutas. - No recuerdo haber venido con mucha servidumbre, pero hablaré con él si necesito algo. No hay prisa alguna. ¿Hay algo de vos que quieras contarme? ¿algo que deba saber de este lugar y esa fortaleza? Aparte de aquel cuento de que está embrujada, claro. ¿Vos creéis en eso?

Mordred no se molesta en ocultar las ganas que tiene de llevarse a Risonda detrás de la barra y hacerle el amor como loco antes de marcharse de la posada. Estaba seguro de que recibía cientos de invitaciones como esa con cada desafortunado viajero que pasa la noche en la posada, pero no le importaba, no era su mente la que pensaba por él en este momento. Era otra cabeza la que sacaba las cuentas en ese bar.

Notas de juego

* No tengo idea de cuál idioma se habla en la partida, y aunque no quisiera introducir uno que no existe (como ese préstamo lingüístico del francés), solo quisiera denotar una forma de expresarse de manera "amable" hacia una dama.

Lo siento dire, pensé que iba retrasado a la fiesta xD, por eso salí así. Sin pausa pero sin prisa entonces.

Cargando editor
10/06/2017, 01:35
Risonda Curton

Risonda se ruborizaba con cada palabra que le decía Ser Mordred, pero siempre negaba con la cabeza. No creo que a mi marido le haga ninguna gracia lo que me estáis diciendo, y mucho menos lo que me estáis insinuando. Pero si por quien tenéis interés es por la señora de la casa Vaelys, es muy probable que le cueste menos de lo que imagina. 

Los rumores hablan que se acostó con mi cuñado, incluso se dice que los cabellos rubios de Mira Vaelys son más propios de mi familia que de la familia Vaelys. Aún no había visto a Jora Curton, el marido de Risonda y hermano de Marvin Curton, castellano de la casa Vaelys, pero ambos eran rubios, tan rubios como los hijos que habían tenido. 

Supongo que conquistar a Lady Myriah puede ser una tarea sencilla, y más con el delicado estado de salud de Lord Vaelys. 

Y claro que creo en eso, dijo hablando de la maldición de la casa Vaelys, las enfermedades vuelan entre sus muros, mi marido me ha hablado de ello, y parece que solo afecta a los varones. Algo muy sospechoso y muy selectiva esa enfermedad. Así que, no sé si será real la maldición o no, pero magia negra parece seguro, o de lo contrario una terrible mala suerte. Por lo que entiendo, convertirse en el Lord de la Casa Vaelys o futuro lord, le hace a uno peligrar por su vida. Solo hay que echar un ojo al extenso listado de muertes de la familia.*

Notas de juego

mi lady, suele ser lo más correcto

* La cronología es de dominio público, por si quieres saber de lo que está hablando Risonda.

Cargando editor
13/06/2017, 03:54
(0) Ser Mordred Rowain

Mordred comía con gusto, logró acabarse todo el plato. De donde él venía, más aún, de donde había luchado, era mal visto dejar comida en el plato pues no se sabía cuando sería la próxima vez que probases un bocado. La charla con Risonda le había hecho olvidar el terrible dolor de cabeza que tenía, y aunque no pudo evitar enseriarse cuando la morena se resistió a lo que él andaba buscando, no se permitió tratarla mal. Había sido una conquista fallida, y había que retirarse con honor en la derrota.

Mi lady, le dijo, vuestro marido tiene una suerte que no conoce parangón. Vos sois sin duda una mujer digna de merecer al mejor de los hombres, que pueda complaceros. Alzó cualquier bebida que tuviera a la mano, leche si lo fuera. Y por eso, mi lady, brindo por vos.

Aclaró su garganta después de beber su trago de leche, tomando algún pañuelo o servilleta para limpiar sus labios después de haber comido. Es interesante lo que me decís mi lady, ¿pero no es un poco arriesgado hacer tal afirmación? Lady Myriah es la señora de estas tierras, y no se le conoce mal alguno. Aunque alguien de su estilo podría hacer con un hombre lo que quisiera, ¿no es así? Se preguntó, más que a Risonda, a sí mismo. Sonrió internamente al recordar a su anciana madre, quien le dijo hacía muchos años que las malas mujeres serían su muerte. El tiempo, quizá, probaría que estaba en lo cierto.

No tarda en reparar en la extraña enfermedad de la que afecta, según dicen, a los hombres que viven dentro de los muros del castillo propiedad de los Vaelys. A decir verdad, no era la primera vez que escuchaba tales afirmaciones, la muerte era algo que rodeaba a la casa Vaelys como si de un traicionero cuervo se tratase. Acechando. Esperando al momento preciso para sacarte los ojos.

Debía cuidarse de eso.

Le respondió, sin embargo, a Risonda. No es morir lo que planeo hacer en ese castillo, mi lady. Dijo, con una amplia sonrisa. El crujir de los huesos en la guerra no logró matarme, ni los no pocos atentados que sufrí en el campo de batalla. ¡Já! No lo ha logrado mí mujer, y no por falta de intentos*. No, no, mi señora. No es ser lord lo que me motiva, tan solo tirar de los hilos que mueven los intereses de esa Casa. Ser un titiritero, y ellos unas marionetas. Finaliza, sonriente. Pero si os hace sentir más segura, pediré una mano a vuestro marido, tal vez él logre ilustrarme un poco más sobre esa "terrible" maldición que azota a los hombres de la Fortaleza de Sangre.

Notas de juego

* Hablo, desde luego, de las infidelidades que causan en cualquier hombre una ira que podría llevar a la muerte... o a matar.

Cargando editor
29/06/2017, 14:25
Risonda Curton

Risonda se ruborizó ante tanto cumplido, y no pudo evitar soltar alguna risilla ante sus palabras. Quería a su marido, pero no siempre le dedicaba unas palabras tan bonitas y sentirse querida y deseada era algo que a cualquiera le gustaba.

Miró al caballero que tenía frente así y dejó volar su imaginación mientras hablaba. Llegó un punto que hasta desconectó de sus palabras e intenciones, pero cuando volvió a oírle mencionar a su marido, un golpe de realidad le devolvió a la taberna. Quizá te interese hablar con él, entonces. Está fuera con los niños, acicalando a vuestro caballo.

Cargando editor
01/07/2017, 23:20
(0) Ser Mordred Rowain

Terminaba de comer su plato, como siempre, no dejaba nada sobre él. De un sorbo a su jarra de, probablemente, leche, aún masticando, le dedicaba una sonrisa a Risonda. Negando con la cabeza, como una especie de cumplido, le responde. - Qué vicio, qué vicio que eres, mujer. Lo que daría yo por una mujer como vos en mi lecho. - Deja la jarra sobre la barra y se levanta del asiento. La alcanza para darle un beso en su mejilla peligrosamente cerca de su boca y aprovecha de susurrarle algo. - Tu marido no tendría por qué enterarse nunca... - Se ajusta su cinturón, y sale caminando por la puerta hacia las afueras, donde se encontraba el marido de Risonda y su caballo.

Su palafrén era un bello frisón negro llamado Rucio, un brioso caballo con mucha actitud y difícil de montar para un jinete inexperto o temeroso, pero para Mordred, desde luego, ese no era su caso. Le gustaba que le acicalaran las crines como lo hacía Jorah, quien ya se había tomado la molestia de ponerle la manta y la montura. Se le acercó, colocó sus pertenencias en el fardo del caballo y tomó las riendas para acariciar el cuello y las crines de Rucio.

- Gracias. Yo me encargo desde aquí... - le dice, examinando a Jorah de arriba a abajo, no parecía un hombre acostumbrado a las tareas arduas que su trabajo parecía implicar. - Tu mujer me ha dicho que sabías una o dos cosas de la Fortaleza a la que me dirijo esta noche. ¿Algo que quieras recomendarme?

Aguarda por su respuesta, mirando a los críos de pelos dorados jugar en las afueras.

Notas de juego

Director, no sé si aplique a este caso, pero anuncio que salgo de la Taberna - > Afueras (¿establos?)

Cargando editor
03/07/2017, 20:44
Jorah Curton

 Fuera pudo encontrarse con un hombre apuesto y rubio. Estaba junto a dos niños que parecían ser sus hijos, que le estaban ayudando a cepillar a los caballos de sus huéspedes. ¡Oh! ¿Ya se va? Le preguntó a Ser Mordred. No me ha dado tiempo a presentarme. Dijo soltando el cepillo y tendiéndole la mano. Soy Jorah Curton, propietario del Dragón Borracho. ¿Qué tal ha pasado la noche? Luego miró a su hijo que le tiraba de la camisola para que lo presentase. Bueno, y estos son mis hijos, Kurt, el pequeño y Lysa la mayor, ella es de la edad de Mira, la pequeña de los Vaelys. 

He vivido muchos años en la Fortaleza de Sangre, dijo abriendo su corazón, mi abuelo fue el primer castellano y mi padre fue el siguiente, después... parecía que quería decir algo más, pero prefirió cortarse y callar, y después lo fue mi hermano. Durante mi estancia allí son muchas las cosas que presencié, Anna Arryn era la anterior ama de llaves, era una gran trabajadora y es muy raro que saliera huyendo del que había sido su hogar, y más dejando solo a su hijo. Luego miró a los suyos y negó con la cabeza. Algo me dice que todo lo que dice es cierto.  Se encogió de hombros, es como esas historias que nunca antes habías oído, pero que cuando las escuchas, en el fondo sientes que todo encaja. Un cadáver escondido entre sus muros, me sorprende, pero no me extraña. Sobre esa familia corre una horrible maldición y muchas son las muertes de aquellos que les rodean.

Por último prefirió cambiar de tema, solo espero que si al final usted se hacer con el título y es nombrado señor de la Casa Vaelys, despida a mi hermano, es un mal castellano, un ladrón y un mujeriego, no conviene tener a un hombre como él entre sus empleados. Traté de explicárselo a Lord Rhys, pero no quiso creerme y ahora... dijo mirando a su posada, y ahora mírame.