Partida Rol por web

Caelus permaneció absorto unos instantes, observando las heridas en el pie del príncipe Oberyn.-No parecen heridas graves, así que no deberían dejar secuelas, más allá de algo de dolor durante unos días, aunque si tenéis pensado batiros en duelo, podriaís ver mermada vuestra capacidad de movimiento.-Le informó al príncipe, a sabiendas de su afición por los duelos a muerte.-Cloc.-Sonó un ruido ahogado en el momento que el maestre le recolocó el hombro en su sitio.

-Y sobre lo que me habéis preguntado por Ser Risefeller y el caballerizo Evan... me temo que no puedo ayudaros. Se está produciendo una carrera por conseguir el título de Lord Vaelys y no estaría bien que yo, como maestre de la Casa me inmiscuyera en tales asuntos, tratando de favoreces a uno o a otro, ni siquiera para favorecer a Ser Alester. 

-Las paredes escuchan, Alteza. Creo que ambos están detrás de las muertes que se han producido, sobre todo Evan, pero no tengo pruebas que los incriminen directamente. ¿Vos sabéis algo?-Le susurró Caelus al oído moviendo casi inperceptiblemente los labios-

-Quizá haya llegado la hora de que deje mi aficción por batirme en duelos -comentó el dorniense, con una débil sonrisa-. A la larga, solo me provocará disgustos.

Oberyn dejó escapar un alarido de dolor mientras el maestre Caelus le recolocaba el hombro. Por fortuna, se hallaba medio distraído conversando con el maestre mientras la atendía, por lo que no lo había visto venir, aunque aun así el dolor había resultado muy intenso.

-No os culparía si quisierais favorecer a vuestro sobrino, maestre Caelus -murmuró el príncipe, en voz baja para que solo pudiera oír el anciano y Lord Swann. No descartaba que en aquella fortaleza las paredes escuchasen literalmente-. Al fin y al cabo, es de vuestra sangre y el legítimo heredero. Tampoco yo tengo pruebas que incrimen directamente al mayordomo, pero sé gracias a Alester que fue visto entrando en vuestras dependencias, maestre, y según se dice, puede que sustrajera algo. No creo en las casualidades, anciano, y por lo que he podido comprobar de mi charla privada con Evan Ross, ha defendido demasiado a los Risefeller, tachando de habladurías los rumores sobre la muerte del primogénito Risefeller. No me cabe duda de que la lealtad de Ross es para con ellos.

entro en los aposentos del septon y me pongo de guardia vigilando que nadie ataque o haga algo la principe mientras esta en este momento de debilidad, me acerco al maestre para preguntar por el estado de Oberyn, "Maestre, ¿Como esta el estado del principe Oberyn?" 

Lord Swann como acto reflejo a guardar la puerta para proteger al príncipe agarra a Ser Lance por la pechera mientras echar atrás su puño jamonero para propinarle un golpe atronador.

- ¡Asesino! -bramó- Sabíamos que no aguardarías para atentar contra la vida de Lord Oberyn ¡Aaaargh!

No parecía que el señor de Grizzly hubiese reconocido todavía al joven al que estaba a punto de aporrear, su mirada llena de convicción en sus actos.

al recibir el agarre me intento girar hacia mi atacante y descubrir que era Grizzly, "lord Grizzly, no soy el asesino, soy Ser Lance Dayne", acto seguido intento quitarme de encima el agarre del gigante, aunque me lo tenia merecido por entrar sin presentación alguna.

-¡Tranquilizaos, Lord Swann! -exclamó el dorniense, levantando ligeramente la mano derecha, como indicativo al gigante de que se calmara-. Ser Lance es espada juramentada de mi hermano, Doran Martell. No es ningún asesino. Si está aquí, es porque yo le pedí que también nos acompañara.

- ¡Waaaargh! ¿¡Qué?! ¿¡Cómo?! -los ojos del gigante miraron al príncipe con incredulidad antes de devolver la mirada al asesino que... en efecto se trataba de Ser Lance Dayne.

Su puño se convirtió en una mano y, al bajar al caballero al suelo le planchó la pechera con la mano en cortas pasadas.

- Ah, je je je, vaya Espada del Alba, me habéis asustado más que una súbita visita del Desconocido ¡Jajajajaja! -el rojo de ira pasó a ser uno de vergüenza en su rostro a medida que su mollera iba encajando las consecuencias que hubieran tenido el atentar (o atentar más) contra la vida de un caballero de tamaño estatus y renombre, su risa atronadora saliendo a estertores de su pecho por puro nerviosismo- Ruego me disculpéis, con tanto finado aquí y allá uno ya no sabe ¡Jajajajaja! Ya no sabe a qué atenerse y si mi madre se llegase a enterar de que dejé que asesinaran al Príncipe Oberyn, bueno, me correría a palos por todo Dorne como penitencia.

respiro un poco, jadeando por el estrés causado por el susto y la hiperventilación, "No te preocupes, no hace falta que me pidas disculpas, has hecho lo que debías, la culpa la tengo yo por entrar sin presentarme" le digo a lord grizzly, recuperando la compostura, me giro hacia el príncipe, "lord Oberyn, ¿como se encuentra de salud?, espero que haya mejorado"

El dorniense esbozó una ligera sonrisa mientras escuchaba la pregunta de Ser Lance, preocupándose por su estado de saluda.

-El maestre ha afirmado que no parece que sean heridas graves -reveló Obeyn, tendido sobre la cama del septón-. Y que no deberían dejar secuelas, aunque dolerán por algunos días. Confío en su criterio.

- Entonces ¿Ahora qué? -preguntó el gigante- Alester pronto pasará a ser Lord y es, en mi pobre opinión, el que menos se ha avergonzado de los pretendientes que conozco.

Pasando su peso de un pie a otro dejó entrever su inquietud.

- Sólo cuento con estas manos para la guerra y se me priva de armas mientras hay asesinos sueltos -su mirada esperanzada pasó a Lord Oberyn- ¿Sabéis ya quién es? ¿El bufón? ¿Ser Mordred? -miró al caballero- ¿Lo sabéis vos, Ser Dayne?

Se dispuso cerca de la puerta y extendió su brazo por si el príncipe lo fuese a necesitar para bajar las escaleras

con la pregunto de swann, me dispongo a responder "No se quién puede ser, lord swann, pero es muy posible que sea alguien que pueda salir beneficioso de una guerra entre Dorne y Occidente" ante la posible duda que había generado sobre mi opinión me pongo a explicarla "lord Oberyn, lord Swann, la casa Vaelys es parte del reino de occidente, y no hace falta mencionar la muerte de la señora Ellia y sus hijos a manos de la montaña, es posible que con la muerte del único hermano que le quede, Doran pierda el juicio y ataque contra los que han hecho que se derrame mucha sangre Nymeros Martell, y alguien pueda sacar partido a esa situación"

Entonces hago una pausa, para mencionar otra idea que tengo en la cabeza "Aunque, es posible que la trampa no fuera para usted, sabemos que el lord y la lady de esta casa han sido asesinados, así que es posible que el asesino cubriese varios frentes a la vez, y con ello se arriesgara a que hubiera daño colaterales, en este caso ha dado la coincidencia que ha sido usted, y el mismo asesino no vaya a por ti, ya que habrá terminado su trabajo, aunque no bajemos la guardia, que mi primera idea puede estar tramandose"

-Dudo mucho que alguien haya intentado asesinarme, Ser Lance -indicó Oberyn, con una sonrisa relajada, pese al dolor que estaba sintiendo en su pie herido-. La trampa fue accionada porque yo pisé un escalón. Si Ser Edric hubiera marchado delante de mi posición, ahora sería él quien estaría malherido. Lo más probable es que se trate de una de las muchas trampas que, probablemente, Lord Rhys o sus antepasados hayan colocado en los pasadizos de la Fortaleza de Sangre para evitar que alguien deambule por esas escaleras.

-En efecto, estas heridas no ponen en peligro la vida del Príncipe.-Dice Caelus confirmando las palabras de Oberyn.-Gracias a su constitución, todas deberían curarse en poco más de una semana, a excepción de la herida en el tobillo... humm me temo que es algo peor de lo que pensaba, porque se ha perforado tendón y músculo, creo que deberá hacer rehabilitación una temporada para recuperar la movilidad. Le sugiero que se instale en la Ciudadela de los maestres después de que todo esto acabe, yo le recomendaré algunos maestres expertos en esta clase de recuperaciones.

-Durante la construcción de castillos tan antiguos como éste, siempre se incluían varios pasadizos secretos, pero raramente trampas, ya que se priorizaba la posibilidad de escapar que la de dañar a los intrusos, trampas que además pudieran ser activada accidentalmente por algún miembro de la Casa-Informó Caelus, docto en esta clase asuntos.-por lo que creo que esa trampa ha sido instalada recientemente y con intención de acabar con alguien en concreto. Lo que desconozco es quien era el objetivo de dicha trampa. Quizá debería dejar que Oso Grizzly cubra su vanguardia a partir de ahora. 

-Irá bien cubierto.-Pensó el Maestre.-Con semejante monstrenco es imposible que una trampa pueda fallar.

-La agradezco su consejo, maestre -dijo el dorniense, con gesto serio, asintiendo tras escuchar la sugerencia del anciano-. La Ciudadela no me es desconocida, por lo que, cuando todo esto acabe, quizá viaje a Antigua para que los mejores maestres de Poniente puedan atenderme durante mi recuperación.

Oberyn recordó entonces un parte de su vida que ya había mencionado a varios de los Vaelys, aunque desconocía si Caelus también la conocería.

-No sé si usted lo sabrá, pero durante mi juventud estuve estudiando en Antigua para poder convertirme en maestre -declaró, con una ligera sonrisa-. Lo abandoné porque no tenía vocación, aunque logré obtener seis eslabones antes de dar por terminado mi aprendizaje.

el maestre tenia una opinión con respecto a las trampas igual que la mía, así que me acerco, "Maestre Caelus, ¿tiene usted alguna idea de a quién podía ir dirigida las trampas?" le pregunto, era una duda que me estaba carcomiendo, quería saber quien podía ser el objetivo, aunque me suponía que serían los difuntos señores o algún heredero de la casa.

De pronto un fuerte temblor sacudió los cimientos de la Fortaleza de Sangre. Aquellos instantes parecía que hubiesen durado horas.

Grandes trozos de piedra de la fortaleza se vieron precipitados contra el suelo levantando gran cantidad de polvo. La mayor parte de los objetos que componían aquella sala cayeron al suelo y todo parecía venirse abajo.

Después, un fuerte estruendo en el exterior y una gran nube de polvo que se mezcló con la lluvia que aún seguía precipitándose en el exterior. Algo se había caído o algo se había derrumbado. Pero fuese lo que fuese había hecho pedazos la fortaleza durante unos instantes. Afortunadamente ninguno había sufrido daño, pero... ¿los demás estarían bien?. Sin duda, la peor parte se la había llevado la Fortaleza de Sangre que claramente necesitaría ser reparada de inmediato.

Aquel fuerte temblor hizo que el dorniense, tendido sobre la cama del septón Tiziano, se revolviese inquieto. Apenas podía creer lo que estaba escuchando. ¿Se trataba de un cataclismo?

Pasados unos segundos, tras el fuerte estruendo y la nube de polvo, Oberyn dirigió una mirada a sus tres acompañantes. Por fortuna para ellos, tres se encontraban intactos, aunque puede que no todas las personas que se hallaban en la Fortaleza de Sangre continuaran con vida.

-Tal vez debiéramos comprobar qué es lo que está sucediendo -indicó el príncipe, en tono grave-. Maestre, tal vez sus nociones de curación aún puedan ser de ayuda para alguien más. -Después se giró hacia Lord Swann y Ser Lance-. Ayúdenme a incorporarme. Lord Grizzly puede cargar conmigo.