Partida Rol por web

Castillos y Caballeros

La Torre de los Cuervos > Segunda planta > Biblioteca

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23/08/2018, 00:10
(0) Alyra Vaelys

Escuchó la palabras del anciano, realmente no quería a esos tres individuos cerca, pero era mejor, tenia razón, mantenerlos vigilados, saber qué hacían y rodeados de gente leal, aunque eso fuese lo más complejo de conseguir, gente leal, Alyra tomó un poco de aire.y masajeó su entrecejo mientras el anciano seguía exponiendo lo que pensaba y creía, pues la muerte de John abría una herida terrible para la joven, Mordred.

— Juzgar al Targerya por la muerte de mi maestro sería también condenar a Mordred, ¿no es cierto?, él lo contuvo mientras Viserys le atravesaba con la espada, — su mano bajó a su barbilla y se cruzó de brazos, haciendo oídos a todos los consejos del hombre, cerrando los ojos para sólo mirarlo de reojo con una pequeña sonrisa en los labios — la lealtad es algo invaluable para mí, pensar en tener a aquellos que sé que a la mínima oportunidad me traicionaran, me molesta, pero es verdad, ya no soy una simple caballero, bueno, no alcancé a serlo; seré una regente, una política y son otras las reglas con las que se juega...— de ahí ese canón moral tan alto respecto a como se comportaban los demás y ella misma y la reticencia a ese tipo de actitudes pero si quería gobernar tendría que aprender, parecerse a Astrid lo que le producía aún mas repulsión  — pero tiene razón, es mejor tenerlos cerca, además le prometí a Edric que lo ayudaría a conseguir su lugar en esta familia, con eso le demostraré que no soy la persona que cree que soy... por lo menos espero eso — suspiró, juzgar así a Mordred, eso era peligroso. 

— sobre las demás muertes, la de Fiona y la de Merol... pues sí, pueden ser catalogadas como tristes accidentes, mientras que la de mi madre es más que evidente, en cambio la de mi padre es extraña... la verdad, si alguien hubiera deseado matarlo, lo hubiera hecho sin mas, no hubiera prolongado tanto su agonía ni mucho menos dado tiempo para organizar todo, más si era con veneno, el mismo maestre debe conocer de venenos tan rápidos e imperceptibles que antes de caer al suelo se está muerto — reflexionó, ese aspecto era algo que le molestaba desde hace tiempo — pero la de John será el verdadero problema,  y lo cierto es que no quiero que quede impune, él me cuidó y me educó, pero obviamente me duele saber que Mordred estuvo implicado en eso también — mojó sus labios un segundo.

 por otro lado... entregar al Targaryen restituiría la confianza del rey en nosotros, junto con el favor de los Lannister, tendríamos su apoyo perdido pero eso significaría sacrificar a Tabitha, por lo menos así lo veo — guarda un poco de silencio, cada vez es más clara la decisión sobre ese tema, pero temía tomarla o proponerla a pesar de ya haberlo hablado con Alester y con el mismo Tiziano — sin embargo con ese apoyo, nadie intentaría desafiarnos de nuevo, no necesariamente a lo menos, limpiaríamos el nombre de mi padre y no se cuestionaría las razones que lo llevaron a darle asilo, podríamos darle la notoriedad a  Astrid y a su esposo y... de paso ofrecer un buen matrimonio para Edric, pues, seríamos una casa respetada, fortalecida — tomó un poco más de aire — no sé si mi reflexión está en lo correcto, pero creo que es obvio lo que se debe hacer, en cuanto a los cargos, como ya dijeron, realmente prefiero esperar a ver las mejores opciones y los más aptos para ellos, pero a Bernard como maestro me agrada la idea, creo que así compensaría en parte lo que le hice y retribuiríamos su ayuda, además, él mencionó que deseaba ganarse tú confianza, Alester, pero con hecho, sólo necesitaba la oportunidad, en cuanto a los demás cargos, el más importante es el de castellano, pero para eso, necesitamos a alguien capaz de llevar las finanzas de esta casa, son enormes y aunque las conozco, me falta toda la experiencia de estar recorriendo los terrenos y saber más allá de lo que dicen los libros,— libros, todo era tan sencillo en ellos, cada aspecto, cada tema, no era como la vida real, 

—en cuanto al de mayordomo... la verdad, dudo que Evan se quiera quedar, culpable o no, lo dudo y sí, debe ser investigado, pero discretamente, así como el maestre, pues no es posible que pudiéramos tener un traidor tan cerca sin darnos cuenta, claro, si alguno de ellos lo es, pero creo que Evan buscaba los frascos porque sospechaba del maestre, mientras que él sospechaba de Evan, cada uno me recomendó no comer de lo que me diga el otro y es posible que... sólo sean acusaciones cruzadas, pero deseo de corazón poder investigarlas más afondo, maese, pero si ustedes creen que debe ser más sumario, pues, deberemos atender a lo que sea mejor para todos, aunque la verdad es que no había pensado en lo de la ciudadela, fallo mío, aunque si eso llegase a pesar, pensaba en hablar con ellos y hacerlo de manera pacífica, como sólo una petición de reconsideración, por el bien de todos, pero concuerdo que es violento y desagradable sólo mencionarlo— razón tenía el anciano, no podía escuchar a su corazón en este caso, o a sus rencores, debía procurar el mejor pasar para la mayor parte de las personas, incluso si eso tenía un gran costo.

— en fin, hay que hacer lo que se debe hacer entonces, maese Tiziano, como usted muy bien dijo, pero falta que hables tú, Alester, creo que sólo nos faltarían algunos nombres en algunos puestos y determinar que hacer con exactitud con el Targaryan, y hermana  y las muertes,  — miró a ambos hombres pero poniendo más atención en el anciano. — muchas gracias por sus consejos, lamento si a veces parece que no los escuchó, me supera mi propio carácter pero es algo que puliré de aquí en más — nadie podía negar que tenía un carácter demasiado fuerte y que le jugaba en contra algunas veces por hablar de más, así que con ojos cansados miró a Alester, debía también confiar más en ellos dos y sus decisiones, eran mucho mayores que  ella y con muchísima más experiencia, cosa que ella tendría que aprender en poco tiempo. 

Notas de juego

igual creo que nos faltan los testigos presenciales :S

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24/08/2018, 13:10
(2) Alester Marbrand

Alester escuchó en silencio la opinión de Alyra y las respuestas del Septón hacia todas las proposiciones que se iban haciendo.

- Ser Lance… -comenzó con tono dubitativo-… podría ser problemático. Es mitad Lannister y eso debería ser suficiente para poder confiar en él, lo sé. Si su relación con Lord Tywin es buena, podría incluso ayudarnos relacionarnos con él. Pero… también es mitad Dayne. Deberíamos, cuanto menos, tener cuidado con él. Y, de pedirle su ayuda, tendrá que ser en secreto, pues si llega a oídos de Ser Tyler, nuestras diferencias con los Risefeller podrían aumentar. Ser Tyler odia al muchacho por la participación de los Dayne en la muerte de su hermano –hizo una pausa y se corrigió-. Aunque, teniendo en cuenta lo que hemos escuchado, quién sabe cómo murió en realidad Ser Richard.

Asintió con la cabeza ante la idea de intentar traer a Lady Astrid y a Ser Tyler a su lado de una forma más sutil. No sabía si funcionaría, pues tal vez la vanidad de la hermana primogénita era demasiado grande como para cambiar su parecer. Cuando habló de Ser Edric, le dio la razón a Tiziano. El mayordomo era el puesto más alto dentro de los sirvientes (pues el Castellano difícilmente podría considerarse un criado, ya que tomaba el poder del Señor cuando este no estaba). Sin embargo, era cierto que, para un caballero, tal vez no sería suficiente.

- Podríamos, en ese caso, darle algún puesto honorífico en el Consejo, aunque no tenga cargo propio dentro de la Fortaleza –propuso, como alternativa-. Hablaré, de todas formas, con mi tío Lord Damon Marbrand. Puede que le interese casar a alguna de mis primas con Ser Edric, una vez se le elimine la bastardía –dijo, pensativo, pensando en cuál de todas sería la candidata más idónea.

Alester estaba convencido de que, en cuanto entregaran a Viserys al Rey, cualquier sospecha por parte de ellos dos sería eliminada. Hubiera hecho lo que hubiera hecho Lord Rhys, ellos lo habían solucionado. ¿Qué mejor prueba de su inocencia y su lealtad que mandarle ese regalo a Robert Baratheon y a Lord Lannister en cuanto accedan al poder?

- Sí, Ser Mordred también se verá afectado –respondió a Alyra-. Al fin y al cabo, conspiró contra la casa a la que supuestamente debe lealtad y asistió a Viserys, no solo durante su escape de la prisión, sino durante la muerte de los sirvientes –dijo, y no eran únicamente rumores, el propio Mordred había confesado-. Aunque, como dije antes en la capilla, tal vez podamos evitar su muerte mandándolo al Muro. Al fin y al cabo, no fue él quien empuñó la espada y su pasado como caballero leal a Lord Lannister podría salvarlo de la decapitación.

Asintió a las sospechas de Alyra sobre la muerte de su padre. Mucho tiempo se llevaba hablando de la enfermedad de Lord Rhys y no fue hasta ese mismo día en el que Alester oyó rumores sobre venenos.

- Exacto, por eso dudo que mi tío abuelo esté involucrado –coincidió-. Alguien como él sabría acabar mucho antes con una persona. ¿Por qué dejar que prolongue su vida? De ser cierto que Lord Rhys murió a causa de un veneno,  tuvo que ser alguien sin conocimientos, que se hizo con uno cualquiera –dijo. No obstante, seguía sin haber prueba alguna de que se tratara, efectivamente, de un asesinato-. Aunque a mí el propio Caelus me dijo simplemente que Lord Rhys estaba enfermo. En sus cartas, nunca habló de que sospechara que alguien estuviera envenenándolo. Me lo habría contado, de ser así.

Hablando de Caelus, Tiziano les hizo ver algo en lo que nadie había pensado. La influencia de la Ciudadela. No podían ir soltando acusaciones vanas, basadas en simples rumores, y arriesgarse a que los maestres tomaran cartas en el asunto.

- La Ciudadela tiene un poder inmenso, solo aceptarían pruebas concretas y muy claras para acusar a uno de sus miembros –opinó Alester, poniendo en duda que fueran a conseguir algo claro-. Por suerte, Caelus confía en mí. Si descubrimos su culpabilidad y no tenemos suficientes pruebas –y temo que pocas habrá o ya se habrían conseguido-, creo que podría hablar con él para llegar a un acuerdo. Aunque sea simplemente que él pida voluntariamente un traslado a otro castillo o que vuelva a Antigua y se dedique a formar a aprendices. Ha hecho mucho por mí, imagino que, llegados a ese extremo, entendería lo que pudiera pedirle–dijo, como alternativa a desencadenar un enorme problema con la orden de maestres-. Aunque, sinceramente, espero descubrir que el culpable ha sido otra persona o, mejor aún, que todas las muertes han sido, efectivamente, accidentes y enfermedades -Sobre Evan no quiso abrir la boca. Él tenía su opinión, pero no deseaba repetirla y menos ante Alyra. Él también creía que probablemente quisiera marcharse, lo cual era más que lógico.

Pero lo primero era lo primero. Sería una boda secreta, tras un largo día lleno de sorpresas y tragedias. Pero una boda necesaria.

- En la Capilla o en la Biblioteca, lo mismo da. Los Siete nos observan allá donde estemos. Y lo importante de un matrimonio no es cómo comienza, sino cómo evoluciona –aseguró Alester, mirando a Alyra y desviando sus ojos del rostro de la joven a su vientre, esbozando una pequeña sonrisa. Él también deseaba hijos y sabía que, en cuanto llegara el primero o la primera, la unión entre los dos esposos se consolidaría hasta el punto de poder dejar atrás las terribles circunstancias en las que contrajeron matrimonio.

Notas de juego

Creo que los testigos no son necesarios. No sé en los libros, pero en la serie hay bodas secretas solo con el Septón y son totalmente legales.

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24/08/2018, 13:21
(2) Alester Marbrand
Sólo para el director

Alester se sintió aliviado por cómo respondió Tiziano a Lady Alyra. Hasta ser nombrado Señor oficialmente y haber contraído matrimonio con ella, no quería llevarle la contraria tan tajantemente, pues sería una necedad, ya que su apoyo le sería muy útil. Pero no le estaban gustando nada sus comentarios, cómo rebatía sus ideas y hablaba con casi más autoridad que él, que era el legítimo heredero. Le gustaba escucharla hablar así a otros, atacando a todos quienes se habían interpuesto entre ellos dos y el poder; pero no le gustaba tanto que le quitara a él la razón. Aunque fuera simplemente en cómo tratar al bastardo Colina.

A pesar de lo mucho que había odiado a ese bastardo, por sus pretensiones a quitarle lo que era suyo, al final había resultado ser una persona totalmente diferente: no solo había renunciado sus derechos, sino que había jurado lealtad al nuevo Señor, fuera quien fuera. Así que si él quería darle un puesto para eliminar a un enemigo de su lista, se lo daría; quisiera lo que quisiera su esposa.

Tal vez no sería mala idea animar a Alyra a que prosiguiera con su sueño de ser caballera y, de esa forma, tuviera él más libre el camino de la política. O conseguir dejarla embarazada rápidamente y así tener una excusa para mandarla a su cuarto a reposar y, en cuanto naciera el niño, estuviera ocupada con él.

Un hijo… Eso sí que le hacía verdaderamente ilusión. Más que el matrimonio con una mujer hermosa e inteligente, ansiaba herederos. Y él no cometería el error que su predecesor. Él arreglaría los matrimonios de todos sus hijos cuanto antes.

Respecto a Evan, no es que creyera que fuera a marcharse, sino que lo deseaba. Y, de no salir por su propio pie, ya se encargaría Alester de sacarlo como fuera. Sutilmente, a ser posible, para que los comentarios y los rumores no se difundieran por toda la Fortaleza. Pero se negaba a tener en su casa al que podría fácilmente convertirse en el amante de su esposa. Ambos se amaban, él era consciente de ello; y estaba seguro de que Alyra no tenía intención, en ese momento, de tontear de nuevo con el mayordomo. Pero quién sabía en un futuro. Y él no pasaría por lo mismo que Lord Rhys; a él no lo engañarían haciendo pasar a un bastardo por su hijo, como habían hecho con Lady Mira.

Al menos estaba consiguiendo que las dudas sobre Caelus se remitieran. O, por lo menos, que no se hablara de medidas tan drásticas como acabar con él. No solo era una estupidez enfrentarse a la Ciudadela, como había dicho Tiziano, sino que él se negaría a alejar de su lado a quien le había conseguido ese título. Tendría que hablar seriamente con su tío, en privado, pedirle que le dijera toda la verdad. Saber si era cierto que él había envenenado a Rhys y matado a Fiona y a Merol. Pues solo conociendo la verdad sabría cómo actuar. Y, en caso afirmativo, esperaba poder evitar que cualquier prueba contra Caelus saliera a la luz.

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30/08/2018, 14:40
(1) Septón Tiziano

El anciano asintió ante las palabras de cada uno de los jóvenes señores, luego fue hacia un mueble pequeño adyacente a los estantes de la biblioteca y tomó de uno de los cajones un libro en blanco de buena encuadernación pero sin símbolos en la tapa. Se sentó en la mesa para plasmar en escrito las resoluciones del Consejo, habían llegado a resolver algunas cosas y otras quedaban aún por cerrarse. También había temas que no quedarían grabados en el papel

Primer reunión del Consejo de Lord Alester Vaelys y Lady Alyra Vaelys

Con la presencia de Lord Alester Vaelys, Lady Alyra Vaelys y el Setpón Tiziano

Las circunstancias de la triste muerte de los amigos de la casa ha sido revisada en el consejo, y se pedirá que el Príncipe Oberyn ratifique ésto con su sano juicio. El Maestre ha dicho, amparado en su conocimiento, que la muerte de Fiona y Merol han sido accidentes y que la muerte de Lord Rhys ha sido una enfermedad. El suicidio de Lady Myria fue producto de la pena por perder a su marido. John Kalhan ha sido asesinado a manos de Viserys Targaryen, quien se encontraba preso por orden de Lord Rhys.

El anunciado matrimonio entre Ser Tyler Risefeller  y Lady Astrid es motivo de alegría y fortalece la posición de la casa vasalla. Serán la mano derecha de la casa Vaelys y como muestra de la estrecha relación, Bernard Risefeller será nombrado Maestro de Armas de la casa Vaelys y a su vez los señores Vaelys nombrarán un Mayordomo y una Amada de llaves competente para la casa Risefeller.

Ser Edric Vaelys formará parte del Consejo y se enlazará con una doncella de una casa vasalla a los Lannister y aliada a los Vaelys, los Marbrand, para fortalecer la relación entre las ambas familias.

Viserys Targaryen, culpable de asesinato a varios miembros de esta casa y buscado por traición al Rey Robert Baratheon y la Reina Cercei Lannister, será puesto a disposición de Twyn Lannister para que emita su juicio sobre él por los crímenes a esta casa y al reino.

Luego levantó su mirada y les mostró el libro a ambos - Creo que los crímenes de Ser Mordred no pueden ser juzgados por ustedes, es el señor de Rowain y no puede ser acusado de ayudar a Edric, después de todo era uno de los posibles herederos. En cuanto a la muerte de John, sabemos que el antiguo maestro de armas lo atacó primero por la espalda, una acción inaceptable hacia un señor vasallo de los Lannister que había sido invitado por Lord Rhys. Contrariamente, habría que disculparse con él y lograr que hable a vuestro favor ante Twyn Lannister, cuando le entreguen a Viserys Targaryen, para que no haya represalias contra esta casa. En ese sentido, la intercesión de Ser Dayne será más que beneficiosa para esta casa- ambos jóvenes querían ajusticiarlo, pero eso estaba fuera de sus facultades.

-Hablaré con Oberyn para que ratifique públicamente el motivo de las muertes, él descansa en mis aposentos y puedo hacerlo con discreción. También le pediré protección para Tabitha, y que me ayude a desmentir el rumor del embarazo. Una vez me lo confirme, iré a hablar con ella para explicarle todo. Vuestra hermana ya renunció a su apellido y sus derechos, y no ha cometido más crimen que haber amado al hombre equivocado y serle leal. Sin embargo sus dichos sobre el Rey Robert justifican el exilio de esta casa, lo cual puede hacer junto a algunos sirvientes para que la protejan en su viaje hasta Dorne sin necesidad que sea una prófuga, o escapar si es que así lo prefiere - con eso esperaba ayudar a la hija de su amigo.

- La próxima reunión de consejo debe ser entre los tres y el Maestre y el Mayordomo, y allí definiremos en privado que hacer con ellos, luego podrán agregarse Ser Edric y Ser Bernard y el Castellano que designeis para consolidar la administración de la Casa Vaelys - con eso cerró el libro y se lo entregó a Alester para que lo guardase.

Se puso de pie con una sonrisa - Pues bien, vayan preparándose para el momento más importante - les dijo a ambos con calidez y se alejó unos pasos - Voy a buscar los anillos y un poco de incienso, y regreso para comenzar la ceremonia -. Poco faltaba para sellar el compromiso entre ambos.

Notas de juego

Tiziano los dejará solo por unos minutos pero volverá en breve con los objetos. (los tenía preparados para la boda antes del suicidio, así que están a mano). No cambio de escena porque subir y bajar un piso no le lleva tanto tiempo XD.

Hice el escrito para cerrar los temas que hablamos (que buscarlos en los diálogos lleva muuucho tiempo!). Si quieren agregar algo más, me dicen.

 

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06/09/2018, 11:42
- Nueva Ubicación -

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06/09/2018, 16:38
(0) Ser Bernard Risefeller

Debía de estar muy cansado o ser ya muy viejo como para haber tardado tanto en llegar hasta la biblioteca. Bernard abrió la puerta para adentrarse y lo primero que hizo fue perder la mirada en la gran estancia.

Había subido siguiendo a Lady Alyra, pensando que el mensaje del castellano debía de ser preocupante, no en vano se había marchado de la fortaleza. No le encontraba demasiado sentido, pudiendo deberse a cualquier imprevisto. Quizá incluso un robo, si es que se había marchado llevándose oro consigo.

Al no tener pistas, mejor era aparcar cualquier pensamiento para evitar que derivara en prejuicios. Ya en el interior, el caballero alzó la voz para que le escucharan los que se encontraban dentro.

- Soy Bernard. ¿Tienen a bien que permanezca en la sala? He subido pensando que podía haber una emergencia que obligara al castellano a irse y que en ese caso podría ayudar.

Se imaginaba que había mucha tensión en este momento. Bernard creía que habían venido a este lugar a buscar entre los documentos pero a él ni le iba ni le venía. Miró hacia los tres allí reunidos esperando ver en sus rostros si preferían que se marchara o si por el contrario le informaban de cualquier asunto.

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06/09/2018, 17:37
(2) Alester Marbrand

Lady Alyra, el Septón Tiziano y Ser Marbrand, futuro Lord de la casa Vaelys, conversaban en la biblioteca cuando alguien alzó la voz. Alester giró la cabeza para observar a Bernard Risefeller, mientras en su mente pensaba cómo dirigirse a él tras toda la tensión anterior.

- Sí, por favor, quedaos. Precisamente tenía intención de bajar a buscaros en cuanto termináramos –contestó, asintiendo con la cabeza.

Miró entonces a los otros dos. Sabía que su prometida tenía cierta confianza con Ser Bernard, pero no podía usarla a ella de mensajera. Él tenía que encargarse de hablar con el caballero personalmente de varios temas importantes. Además, la propia Alyra le había aconsejado que lo hiciera, que confiara en ese hombre que acababa de entrar en la biblioteca. Volvió a mirar a Tiziano y a Alyra.

- Si no os importa –les dijo a ambos-, lo mejor será que hable en privado con Ser Bernard y le explique varios asuntos. Estaremos aquí en la biblioteca, un poco apartados. Podéis ir preparándolo todo –Aunque no especificó qué tenían que preparar, dio por entendido que ellos sabían a qué se refería.

Se acercó al caballero y le indicó el camino hacia unas estanterías, a la vista de donde estaban el Septón y Alyra, pero lo suficientemente alejadas como para que esa conversación fuera privada. Esperó quieto, no obstante, a que Ser Bernard aceptara esa entrevista.

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07/09/2018, 19:47
(0) Ser Bernard Risefeller

Un tanto extrañado por la actitud de los presentes, el caballero les observó preguntándose qué estaría ocurriendo. Alester le había hecho la propuesta de hablar a solas y viendo que podía ser importante le acompañó.

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07/09/2018, 19:49
(0) Ser Bernard Risefeller

Tras dar algunos pasos para apartarse de los otros dos presentes, Bernard observó a Alester.

- Qué es lo que sucede. Porqué el secretismo.

Todo indicaba que se iba a tratar de algo que podría ser polémico, quizás incluso una amenaza de algún tipo o todo lo contrario, alguna oferta. Dadas las circunstancias esperaba cualquier cosa pues los sucesos de la fortaleza eran imprevisibles. Desde el principio todo lo que iba ocurriendo era una sucesión de disparates que cuando parecían encaminarse surgía algo nuevo que los sumía de nuevo en el caos. Bernard siendo consciente de eso ni se preocupaba en anticiparse a lo que el noble podía decirle ahora. 

- Tan sólo decirle antes de nada que el Targaryen debería de ser capturado y entregado por el bien de todos.

Una posiblidad que le pasaba por la mente era que hubiera en camino hacia el castillo un destacamento. Mas como pensó al principio, mejor era no anticipar y tan sólo prestar atención.

 

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07/09/2018, 20:14
(1) Septón Tiziano

El Septón había dejado solo a los futuros señores Vaelys por unos momentos y había ido en busca de algunas pertenencias que tenía separada en uno de los muebles. No tardó en regresar y se dirigió hacia uno de los extremos de la biblioteca, allí encendió un poco de incienso. Entretanto subió Bernard y el anciano lo observó y asintió animado en un saludo silencioso, el Guerrero ha decido unirse al Padre y a la Madre para hacer posible lo imposible, pensó. Continuó concentrado acomodando algunos objetos religiosos mientras Alester invitaba al caballero a que lo acompañase para hablar en privado. Se alejaron unos pasos, los suficientes para ganar privacidad.

El anciano levantó su mirada e invitó a Alyra a que se acercase hacia él.

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07/09/2018, 20:20
(1) Septón Tiziano

Sobre un mueble bajo en una de las esquinas de la biblioteca el Septón había dispuesto algunos objetos sagrados sobre un paño blanco, una pequeña vasija con agua, un par de velas ceremoniales, un frasco con incienso que acababa de encender y una estola con la estrella de siete puntas bordada en dorado en cada uno de sus extremos. Por último, en medio de ellos había una pequeña caja, dentro de ella había 10 anillos de oro, todos ellos con el sello de la casa Vaelys inscritos. Hacía tiempo que Lord Rhys venía pensando en ese momento y había arreglado con el Septón tener preparadas esas sortijas para cuando cada una de sus hijas contrajeran matrimonio.  Tomó dos de ellos y los mojó en el agua, para luego ponerlos sobre el paño blanco.

Luego hizo una seña a Alyra para que se acercase, y cuidando de no elevar la voz para tener una conversación entre ellos, le dijo con una sonrisa en el rostro - Alyra... éste es uno de los momentos mas hermosos de tu vida, atrás queda la niña que solías ser y que tan feliz hizo a tus padres, y nace la mujer, la esposa, la dama, la señora de esta casa, Lady Alyra Vaelys - le dijo emocionado y tomó sus manos - Estoy ciertamente feliz de haber vivido para presenciar éste momento y que los Siete me hayan concedido el privilegio de poder casarte. Prométeme que harás a un lado el dolor en éste momento y disfrutarás de ésta sencilla ceremonia. Tus padres ya no están con nosotros, pero nos acompañan, así como cada uno de los Siete que han bendecido tus caminos, y a tu lado estará tu esposo, el hombre con el que has elegido compartir el resto de tu vida y el señorío de ésta casa. Un caballero con amistad genuina y un anciano que te quiere como a su propia nieta atestiguaremos ante los Siete del amor que se tienen... prométeme hija que serás feliz- algunas lágrimas salían de sus ojos, unas nacían de la emoción por el momento tan importante para ella, otras surgían por la ausencia de sus padres que no habían vivido para presenciarlo, una más espesa por la culpa que sentía por haberle propuesto que hiciera a un lado el amor que sentía por Evan, y una más, casi invisible, por el recuerdo de la única mujer a la que había amado, como si el casamiento de Alyra fuese una imagen de lo que podría haber sido su propia vida si hubiese atrevido a dejarlo todo y elegir ese camino. 

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07/09/2018, 23:33
(2) Alester Marbrand

Alester se alejó junto a Bernard, mientras observaba de reojo cómo el Septón atendía a sus tareas. No sabía qué pensar del hombre al que tenía al lado, pues tras todo lo ocurrido en la capilla, las acusaciones, las malas palabras… Quién sabía si podía confiar en él. Sin embargo, Alyra le había pedido que lo hiciera y Alester quería pensar lo mejor de antiguos compañeros de batalla. Por eso ahí estaba.

Escuchó a Bernard y la sugerencia que le hizo. Asintió con la cabeza, dando a entender que él ya tenía esa idea en mente.

- No os preocupéis. Viserys Targaryen será entregado al Rey Robert Baratheon, en cuanto consigamos alejarlo de Tabitha –le aseguró Alester-. Tal vez Lord Rhys muriera por enfermedad, pero está claro que John Kalhan, Ginevra Blackwood y un soldado han perdido la vida a manos de ese hombre. No quedará impune.

Calló unos segundos, sopesando a Ser Bernard y sopesando sus próximas palabras, que debía elegir con cuidado, hasta que volvió a abrir la boca.

- En primer lugar, quiero pediros disculpas por el malentendido que hubo en la capilla –comenzó, llevándose la mano al pecho-. Nunca fue mi intención haceros tal ofensa, pues os aseguro que no sabía nada sobre vos y Alyra cuando ella me propuso nuestra unión. Y sé que tampoco fue esa la intención de la joven –dijo, mirando hacia donde se encontraba su futura esposa.

- Si os soy sincero, después de ese momento tan tenso, me cuesta imaginar que podáis sentir cualquier tipo de lealtad hacia mí –confesó, con una media sonrisa-. Pero Alyra me ha asegurado que estáis de nuestro lado y confiaré en su criterio. Por ello, y si tenéis a bien aceptar, me gustaría proponeros como nuevo Maestro de Armas de la Fortaleza –anunció, sin mucho preámbulo-. Sois un experto guerrero, creo que mis futuros hijos podrán aprender mucho de vos. He sugerido ya vuestro nombre para ese puesto al Tiziano y a Alyra y ambos han considerado que es una gran idea. ¿Qué opináis vos? ¿Os interesa?

Antes de continuar con la conversación hacia otros temas, esperó la respuesta de Bernard y su confirmación o negación a esa propuesta. Sin duda, Alester opinaba, era una oferta excelente para el hijo menor de una casa vasalla; y sabía que Bernard era un hombre hecho para la acción, para la lucha, no para la política o la diplomacia. Ser maestro de armas era un puesto perfecto para él. Pero podía ocurrir que el hombre no se sintiera cómodo trabajando para Alester y Alyra.

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08/09/2018, 01:35
(0) Alyra Vaelys

 

Prepararse pero para algo, Alyra quedó ligeramente apoyada en la mesa, y quedó completamente sin nada que decir, miró por unos segundos a Alester como preguntándole sobre qué debían hablar, se habían dicho pocas pocas, pero intensas y realmente tiempo a solas no habían tenido, encontrar ese punto en donde debía existir la intimidad de dos personas, en sólo horas no era posible, pero ella terminó sonriéndole encogiéndose de hombros y caminando hacia aquel hombre que sería su marido, pero esa caminata fue interrumpida por la entrada de Bernard, Alyra se giró hacia él y temió por unos instantes que trajera malas noticias, pero sólo quería las respuestas que ella no había podido darle.

Ahí volvió a mirar a Alester esperando que ahora pudiera él responder aquellas dudas y hacer que Bernard comprendiera la situación, suspiró con alivio cuando se dio cuenta que su prometido lo haría y se apartaba con el caballero para conversar, ahora quedaba esperar a saber qué pasaría entre ellos dos.

Se quedó sola y debió poner sus manos en la mesa, cuando se da cuenta de ese momento a solas por fin, toma un poco de aire y va hacia donde estaba el septon, apurando el paso para poder ayudarle con las cosas que iba a preparar, pues de todo lo que había en esa noche, entre muertos, asesinatos, conspiraciones y vestidos mojados y rotos, lo que sacaba el anciano era lo más cercano a la boda que supuestamente debía celebrarse ese día.

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08/09/2018, 02:03
(0) Alyra Vaelys

Le intentó ayudar como pudo al anciano para sacar aquellas cosas, pero quedó abstraída viendo los anillos y pensando en su padre, no pudiendo ocultar la tristeza de pensar en él y en el hecho que lo había perdido. Sólo levantó la mirada cuando el anciano le habló, él, dentro de todo, era la única persona le estaba quedando, aquellos a los que consideraba mentores y amigos, se habían ido, su amor, la había repudiado de la peor de las formas y sus hermanas, seguramente no habría a quien llamar hermana cuando todo se supiera. Se quedó con el gesto abstraído, pensativa, sumida en una profunda tristeza y cuando esos ojos marrones buscaron la mirada sabia del hombre, él podría notarlo.

Tiziano hablaba con razón, ya no quedaba nada de aquella niña llena de ilusiones, de sueños, aquella rebelde que buscaba un nombre y desafiar a todas las reglas porque sentía que así debía hacerlo, pero ahora aquellos ojos brillantes se habían apagado por completo, quizás pasaría pronto aquella pena, y con la ayuda de los que darán, posiblemente lo haría, y era esa fortaleza que era parte de su personalidad, la que le hizo asentir a la petición del anciano, porque a pesar de sentir que no podría apartar todo el dolor que traía en su corazón, y que ese día estaba lejos de ser el más feliz de su vida, había prometido que intentaría ser feliz. 

Alyra acortó la distancia entre los dos y lo abrazó, lo abrazó con fuerza y comenzó a temblar entre los sollozos, entre profundos sollozos contenidos de la mejor manera para no hacer demasiado ruido pero si lo suficientemente intenso para poder expiar esas culpas y esa penas antes de enfrentar los votos que la unirían a su desconocido. Cuando al fin pudo calmarse, se apartó del anciano, limpiando sus propias lágrimas con sus manos heladas y sonreírle al fin, sonreír con inocencia y esperanza, pues, podría existir un nuevo comienzo para todos. 

— quiero ser feliz, siempre he querido eso, aunque hasta este día no sabía cómo lo lograría — pensó que sería con Evan, pero en el fondo sabía que ese mundo nunca sería suficiente para ella, al final, a pesar de su amor sincero por él, al final hubiera sido infeliz a su lado, hasta él mismo debería saberlo, ella no era mujer para sólo ser una esposa y tener hijos, su alma se hubiera secado en aquella vida tranquila y pacífica — pero creo que.... que lo lograré al lado de aquel hombre, ser feliz — miró a Alester, y sus mejillas se sonrojaron ligeramente, había notado la mirada que le había dado a su vientre y eso había producido una cálida sensación en ella misma que la desconcertaba pero le agradaba — por favor, quédese a mi lado, necesito su consejo, ya sabe como es mi carácter y que cometo errores por apresurarme — se mordió el labio inferior  y tomó las manos del anciano — no fui educada para gobernar, me tuve que educar sola, pero me faltó mucho por aprender, no tengo la templanza de Astrid, ni siquiera me acerco a ella, pero creo que tengo otras virtudes y las que me falten, las aprenderé, quiero hacerlo, y necesito gente de confianza, que quiera cada una de las personas que viven en este lugar, y quiero ser la mejor gobernadora, esa es mi felicidad, maese Tiziano, así seré feliz  — suspiró, reconocía la superioridad de ella, Tiziano la había hecho sentir inferior en algunas ocasiones y se preguntaba porqué seguía ayudándola — por favor... quédese a mi lado, sea mi abuelo — buscó en sus mangas y le dio un pañuelo, estaba limpio, a diferencia del resto de su ropa, mojada y sucia por el barro de afuera. Se lo tendió con una nueva sonrisa, realmente estaba apartando la tristeza que sentía para poder empezar esa nueva vida. 

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08/09/2018, 12:50
(0) Ser Bernard Risefeller

Que el septón encendiera incienso era una extraña señal. Estaban todos muy callados y algo significaba. Bernard enseguida sacó sus propias conclusiones aunque no tenían mucho sentido cuando la situación parecía favorecer a los aquí reunidos.

- Decís que no creéis que pueda sentir lealtad hacia vos, mas no sucede de ese modo. Mi lealtad sería hacia el señor de la casa. Era mi deseo casarme con Lady Alyra y yo en ningún momento creí que eso fuera a ocurrir pues apenas habíamos coincidido en este tiempo, hasta que hablé con ella y lo quiso plantear al septón. En todo caso habría sido un matrimonio posterior al de mi hermano y Astrid pues yo no me dedico a batallar por la herencia de esta fortaleza. Al poco Lady Alyra cambió de opinión, cuando su hermana os rechazó a vos, confesando como sabéis que vos érais a quien quería. Fue algo muy efímero todo y no puedo desoir mis deberes por unos minutos de desentendimientos. Me hubiese gustado casarme con una de las hermanas pero no ha sido posible, lo mejor es terminar la historia ahí.

Diciendo todo aquello, Bernard trataba de mantener la compostura y la frialdad, cierto era que se notaba un rastro de emoción detrás pero estaba obligado a vencerlo por responsabilidad.

- Ahora mismo todo indica que seréis el lord y mi deber es apoyaros. Ser Maestro de Armas, bien, creo que podría hacerlo, pero es muy pronto para que me propongáis nada y no porque yo no quiera sino porque temo que mi hermano o Astrid puedan hacer una locura llevados por la frustración, aunque espero que no pues suelen ser comedidos, pero si sucediera mis otros familiares y los siervos de los Risefeller me necesitarían para poder hacerles entrar en razón. Si le parece bien podemos hablarlo unos días después de que seáis nombrado señor de la fortaleza, cuando pueda estudiar yo la actitud de mi hermano.

Al final tenían el deber de cuidar las tierras de los Risefeller siendo eso de vital importancia. Bernard veía una posible confrontación con su hermano sobre todo si Astrid la alentaba. En realidad esperaba que con unos días de descanso Tyler pudiera razonar.

- Parece que preparáis una ceremonia. Eso me da a entender que no habéis encontrado los documentos que os relacionan con Lord Rhys. Ya he podido ver que el septón os apoya incondicionalmente pero vuestra búsqueda de esas pruebas ha sido demasiado corta. Con un documento así y con el cuerpo de Lord Rhys ya sería ridículo decir que no sois el sucesor. Además cuando el septón se niega a casar a nadie por lo que nadie más tiene opciones. Yo en caso de lucha estaría de vuestro lado, no quiero que este día desemboque en un enfrentamiento armado entre nosotros. Si está claro quién es el sucesor, dejemos los enfrentamientos para poder seguir adelante. Pero si a alguno se le va la mano habrá que detenerlo y estoy dispuesto a eso.

Después de explicarle a Alester su modo de pensar y en cierto modo esperando que viera que actuaría con responsabilidad, miró de nuevo hacia el septón. El viejo se debía de haber puesto nervioso.

- Si vamos juntos a Tiziano no le sucederá nada.

Ladeó un poco el labio decepcionado por esa posible actitud del viejo.

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08/09/2018, 21:51
(2) Alester Marbrand

Alester asintió a la explicación de Ser Bernard sobre lo ocurrido hacía unas horas. No le pareció prudente seguir insistiendo en ese tema, pues ya todo había quedado explicado y no había necesidad de incomodar más a su interlocutor. Así que, zanjado ese asunto, pasaron al siguiente.

- Os lo propongo precisamente porque confío en que tanto vuestro hermano como su prometida asumirán pacíficamente tal situación. Es cierto que Lady Astrid ansiaba tal título y que Ser Tyler, enamorado como está de la joven, lo deseaba para ella. Pero creo que ambos son personas sensatas. Y yo en ningún momento planeo atacarlos ni marginarlos –Acompañó estas palabras de una negación con la cabeza, dando a entender que en ningún momento tenía intención de ir contra ellos.

- Pero, si lo deseáis, volveremos a hablar de ello en unos días. Pensadlo hasta entonces y, según cómo acontezcan los hechos, me comunicáis vuestra decisión.

Cuando Ser Bernard mencionó la ceremonia y tras sus siguientes palabras, Alester sonrió ligeramente mirando hacia el suelo. Escuchó el discurso del caballero y, cuando acabó, alzó su mirada de vuelta a Ser Bernard. Le alegró escuchar sus últimas palabras, en las que dejaba claro que lo apoyaría. Sin duda, no se había equivocado ofreciéndole un puesto en la Fortaleza.

- Por el contrario, sí hemos encontrado tan ansiados documentos –comenzó, mirando un instante hacia el Septón y Alyra. Era el momento de ser completamente sincero y hacerle saber aquello de lo que se había hablado hasta ese momento-. Están al fin a buen recaudo. El Castellano, antes de huir de la Fortaleza, ha hecho entrega a Alyra del testamento de Joston Ríos, en el que se encuentran sus palabras tal y como yo las había escuchado. El Septón, por otro lado, había encontrado anteriormente el árbol genealógico de la familia Vaelys, con mi nombre escrito relacionándome con Lord Rhys. Por eso Tiziano me apoya, porque siempre supo que yo decía la verdad. Solo que no se atrevió a demostrarlo por toda la tensión y la histeria del momento. Además él teme por su vida. Teme que alguien quiera acabar con él para evitar que pueda oficiar la boda –Volvió a mirar hacia la pareja que había dejado atrás y continuó con su explicación.

- Por tanto, la ceremonia que preparamos no es para que yo me haga con el poder. El Septón ha propuesto enlazarnos ya por si muriera y fuera incapaz de hacerlo mañana. Además, una vez casados, acabar con la vida de Tiziano ya no tendría sentido, así que servirá también para proteger al anciano. Y, por supuesto, esta boda servirá para afianzar la posición de Alyra, ya que la mía está asegurada por los documentos, pero la suya depende de su unión conmigo.

Aunque ya trataban a Alyra como la Señora de la casa Vaelys, era cierto que no ostentaría tal cargo hasta que no contrajera matrimonio con el heredero. Y ese heredero deseaba que se hiciera cuanto antes, pues Alyra era una joven tan influyente como querida en esa casa y eso le ayudaría a él presentarse como legítimo sucesor, sin que pareciera que un extraño se hacía con el poder de malas formas.

- Estoy con vos –continuó-, los enfrentamientos no llevarán a nada bueno, solo a destruir a esta casa, más aún de lo que se la ha destruido. Me alegro que penséis así y que estéis dispuesto a luchar a mi lado, aunque espero que no llegue a tal extremo.

A continuación, enumeró sin entrar en mucho detalle, los planes inmediatos que tenía para impartir justicia en ese lugar.

- Como ya os dije antes, arrestaremos a Viserys. A Ser Mordred le daremos la opción del Muro. Sus crímenes no han sido sangrientos, pero ha ayudado al Targaryen y le será difícil defenderse de eso. Si quiere evitar la muerte, lo más seguro es que elija tomar el negro –le informó a Ser Bernard-. Por lo demás, seguiremos investigando a varias personas, entre ellas Evan Ross y Caelus –pronunció el nombre de su tío con hastío, molesto con viejo maestre-. Aunque tendremos que llevarlo sin hacer mucho ruido. No tenemos pruebas concluyentes contra ninguno y tal vez nunca las encontremos.

Finalizado el resumen sobre todo lo que habían tratado Tiziano, Alyra y él, Alester le hizo una última propuesta a Ser Bernard.

- Por ahora, lo único que necesito de vos es que asistáis a esta ceremonia. Pues no podemos llevarla a cabo sin al menos dos testigos. Aún necesitaríamos de un segundo, pero de no encontrarlo el propio Tiziano podría ejercer como tal, dadas las circunstancias.

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09/09/2018, 11:08
(0) Ser Bernard Risefeller

Bernard estuvo escuchando las palabras de Alester. Habían muchos planes y varias cosas que hacer, demasiadas. Le terminó por confirmar que preparaban una boda lo cual hubo de ponerle nervioso. Tiró suavemente de la ropa hacia abajo, como otras veces en otras situaciones complicadas aunque de un modo más controlado de lo habitual. Se había metido en una situación difícil por haber acompañado a la joven Alyra pensando que había un peligro sobre todos ellos. Ahora el septón lo estaba liando todo con sus propios miedos.

- Creo que lo mejor ahora es buscar el cuerpo de Rhys, además de asegurarnos de que el Targaryen no escape. Piénsenlo bien, si ahora se casan en secreto perderán toda la confianza de la mayoría de las personas que hay en el castillo. En cuanto alguien le acuse de haberse beneficiado de la la muerte de Rhys y de lo demás, ya sabe, de la muerte de sus herederos varones, se producirá una rebelión. Todo esto, Lord Alester, sólo obedece a esa obcecación de Tiziano, pero no es lo pertinente ahora. Menos todavía si ya tienen el testamento y esos documentos acreditando la relación sanguínea. Lo pertinente sería reclamar ya mismo su posición, y para ello hay que mostrar el cuerpo del antiguo señor de la casa.

Desde luego la situación no era agradable para el caballero, que no estaba conforme con participar en aquello.

- Yo puedo ser testigo pero no así. Se tendría que encontrar el cadáver y realizar el casamiento con las demás hermanas. Le han negado la boda a Tabitha y a Lenia, a Astrid, para ahora precipitar la que le interesa al septón. Suena a doble conspiración de Tiziano y Caelus, que es lo que esgrimirán los demás para recurrir a la violencia pues ya será la única vía posible después de semejante desplante.

Explicó al que podría ser el señor de la casa, convencido además de que lo que decía era lo más oportuno.

- Me puedo quedar con el septón si tanto miedo tiene, pero mejor podría ser movernos todos juntos.

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11/09/2018, 00:06
(2) Alester Marbrand

Alester asintió a las primeras palabras que dijo Bernard sobre el cadáver de Lord Vaelys. Pero, por su gesto tranquilo, daba a entender que ellos ya habían pensado en ese asunto y que estaba resuelto.

- No os preocupéis, el cuerpo de Lord Rhys ya está localizado y hemos mandado a Sloth a que lo busque y lo lleve al recibidor, donde el Septón hará la ceremonia pertinente –le comunicó-. Lady Alyra no quería hacer el funeral en la capilla por todos los malos momentos que ha pasado hoy en ese lugar –le explicó, pues de primeras podía parecer raro hacer unos responsos en el recibidor de un castillo.

Entendía las preocupaciones de Ser Bernard sobre la boda. Sin duda, la primera idea que había tenido él era celebrarla al día siguiente o incluso días más adelante, cuando las aguas hubieran vuelto a su cauce. Y lo que decía el caballero era cierto, Tiziano era quien le había convencido de lo contrario; pero no menos cierto era que el anciano había dado buenos argumentos.

- Desde luego, yo no negaré la boda a Lady Astrid y Lady Lenia, no soy como la fallecida Lady Myriah –comenzó, dando a entender que nunca se le ocurriría negarles el matrimonio que las jóvenes desearan-. En cuanto a Tabitha… Obviamente no creo que sea conveniente dejar que se case con un hombre que será entregado al Rey y ejecutado en cuanto ponga un pie en Desembarco del Rey –dijo, alzando las cejas de forma significativa. Aunque la muchacha hubiera renunciado a su apellido, seguía siendo de su sangre, y convertirse en viuda de un traidor probablemente acabara afectándoles a ellos también.

- Los tres estábamos de acuerdo en que esta boda era lo más apropiado, por si acaso –continuó su explicación-. Pero no pensábamos hacerlo oficial al momento, por supuesto, precisamente por lo que vosotros decís. Primero, despedir a los antiguos Señores y, una vez calmados los ánimos, anunciarlo o incluso repetir una ceremonia con todo el mundo. Esto es únicamente una forma de resguardarse, de resguardar a Alyra, en caso de que al Septón le ocurriera algo.

Hizo una breve pausa antes de continuar, mirando a Ser Bernard de forma pensativa.

- Como habéis dicho, yo no perdería nada por esperar, pues el título ya es mío. Si lo hago, es por ellos dos –dijo, señalando con la cabeza a Tiziano y a Alyra-. Si vos no estáis de acuerdo, sois libre de comunicarles vuestras dudas al Septón y a mi prometida. Al fin y al cabo, no hay otra opción más que escucharos, teniendo en cuenta que os necesitaríamos como testigo –añadió con una pequeña sonrisa.

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11/09/2018, 10:02
(0) Ser Bernard Risefeller

Que saliera el nombre de Lady Myriah aunque fuera de un modo irrelevante le ponía de mal humor. El caballero miró hacia el septón tras escuchar las palabras de Alester. Tiziano estaba más que conforme con una precipitada boda aquí y ahora tras haberle puesto inconvenientes a él mismo hacía poco tiempo y a todas las hermanas Vaelys. El caballero miró de nuevo al noble y se encogió de hombros, dando media vuelta para acercarse hacia los demás.

- Si me disculpan todos, voy a ver si Sloth ha encontrado el cuerpo de Rhys como se le encomendó. Si quieren le puedo comunicar un mensaje.

Era más apropiado que el criado hiciera de testigo en esa boda secreta que Bernard y más apropiado que el caballero custodiara el cuerpo del antiguo señor del castillo. El semblante del Risefeller era ahora frío mientras su mente era un cúmulo de malas sensaciones al respecto de lo que querían hacer allí en la biblioteca y al propio hecho de que a pesar de sus deseos de ponerse del lado del que parecía el legítimo señor se hubiera encontrado con una situación tan difícil desde el punto de vista emocional. Si al menos se planteara aquello como un matrimonio de todas las hermanas como se había dicho antes, pero el nuevo curso de acción no facilitaba las cosas. El corazón le latía rápido como preliminar quizás de un nuevo enfado, aunque no iba a permitirse ceder delante de esta gente que seguía siendo importante para él.

Notas de juego

 

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11/09/2018, 14:46
(1) Septón Tiziano

El Septón estaba abrazando a Alyra en una esquina de la sala, ambos estaban emocionados. - Serás feliz mi niña, muchos te amamos y estaremos a tu lado. Cuidaré de tí como fiel amigo de tu padre, hasta que los Siete me lleven - le dijo entre sonrisas y lágrimas. Luego se incorporó, se sentía vulnerable en ese estado. Vio a su alrededor y comprobó que Alester había terminado su dialogo con Bernard, pero el Septón conocía lo suficiente al caballero como para notar cierto nerviosismo en su mirada. Que ha ocurrido? Se apresuró a dar unos pasos hacia él - Muchacho, tan pronto te vas? Me pareció escuchar que viniste a ofrecer tu ayuda por lo concerniente a Marvin - dijo, poniendo en evidencia que la reacción del Risefeler resultaba inexplicable para él.

- Esta noche ha sido muy dura y aún no ha terminado, en tiempos difíciles con lo único que contamos es con los amigos de la familia y con la asistencia de los Siete - dijo mientras se acercaba al caballero - Tu has demostrado serlo, Rhys siempre tuvo a los Risefeler en su corazón, y Alyra te tiene un gran aprecio. No te vayas aún por favor - cruzó su mirada con él de un modo intenso y silencioso, el anciano parecía gritar a través de sus ojos pidiendo ayuda - Concédeme unos minutos a solas, Sloth sabe hacer su trabajo, además le encomendé otra tarea adicional muy personal, así que no lo hallarás con facilidad- dijo y apoyó su mano en el hombro del muchacho con la esperanza de poder hablar en privado unos instantes.

Notas de juego

Bernard, dime por el off o por aquí si te quedas con el Septón unos minutos, así continuamos el diálogo.