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Castillos y Caballeros

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14/09/2018, 12:20
(0) Lenia Vaelys

Septon : ofrezco bendecir vuestro enlace aquí y ahora

Lenia sintió una extraña sensación agri-dulce, si bien era cierto que moría de ganas por ser la esposa de Galbart, no era la mejor situación para ello, pero al ver a su hermana sonrió suavemente, si ella se casaba en Bosqueespeso, sus hermanas no estarían. Una parte de ella gritaba que si, que al menos quería tener ese recuerdo junto a Alyra, otro que no, pues no era un día feliz para ella. 

Lenia escuchó que Galbart hablaba pero su cabeza estaba lejos, hasta que este, le preguntó directamente.

Galbart : Querida ¿Estás lista para unirte a éste norteño?

Lenia le miró y su corazón se enterneció, el no se había separado de ella en todo el día, el había cuidado de su estado de salud cuando no podía hablar, había protegido su cuerpo cuando se había quedado inconsciente... entonces, sintió de nuevo ese calor en el pecho y asintió - Lo estoy - dijo sin dudas, iba a ser su esposa, era lo que importaba. 

Alyra : Galbart, me agradas  y te llevas a una gran mujer, cuídala mucho, sino yo misma iré por ti, y no creo que quieras que eso pase  —

Lenia sonrió suavemente ante la amenaza velada de su hermana - Creeme, si alguien puede haceros temblar de miedo, esa es Alyra - dijo con un tono ligeramente más alegre mirando a su futuro marido y a su hermana. 

Alyra : Lenia, te prometo que cuando vuelvas, con Alester, habremos limpiado toda la oscuridad y la maldad de estas paredes, y que nuestros hijos tendrán un lugar digno y pacífico donde estar... pondré todo mi corazón en eso y tu matrimonio será el inicio de la alianza entre nuestras casas que se volverán hermanas —

La muchacha asintió y no pudo evitar abrazar a su hermana, a pesar de ser con la que más discutía, en el fondo sabía que era porque era con la única con la que tenía verdadera relación, eran las más cercanas, iguales y era a la que posiblemente más apreciaba.

- Hermana ... se que si alguien es digna de devolver la luz a estos muros eres tu y ... si estás acompañada por Ser Alester, la tarea será sencilla, pues no tengo la menor duda de que el sabrá estar a tu altura - miró al caballero y luego finalmente a su hermana. - Me marcharé, pero te aseguro que volveré y cuando lo haga, se que todo será diferente, hoy ha cambiado todo - dijo mirándola a los ojos - Pero eres la semilla que esta tierra necesita, brotarás y volverás a llenarlo todo de color, de vida - volvió a abrazarla. 

Alester : Había propuesto celebrar la boda de las tres hermanas, Alyra, Astrid y vos, justo después de la ceremonia por los fallecidos Lord y Lady Vaelys. Entendería que no quisierais esperar, pues ya habéis expresado vuestra urgencia de marcharos de aquí cuando antes, pero os dejo la idea, por si aceptarais retrasar vuestra partida unos momentos más.

Lenia miró al caballero y negó - Agradezco sinceramente vuestro ofrecimiento pero ... no puedo, no ... - el nudo de la garganta de la joven volvió a crecer en cuanto recordó a su padre, presenciar esa misa era jugar con fuego pues habría gente a la que quería hacer daño. Había gente a la que quería ver muerta ... y no quería caer en esa tentación. - Nada me haría más ilusión que estar presente en la boda de mi hermana, como siempre había soñado, pero lo que siempre he soñado no tiene absolutamente nada que ver con todo lo que está pasando hoy, a excepción de una cosa - Lenia giró el rostro y sonrió a Galbart. - Septón ... ruego me unas a este hombre en matrimonio, con la compañía de mi hermana y de Ser Alester - pidió Lenia. Otra de las razones por las que rechazaba el ofrecimiento de Alester era Astrid, la odiaba, ahora se daba cuenta de que la odiaba más que nunca y no quería compartir con ella esa pequeña felicidad que se había creado en ese instante. No necesitaba más que a los presentes.

El Septón para oficiarlo, Alyra, a la que quería, para sentir su apoyo y a Galbart, al que amaba, para sellar ese pacto. Apenas conocía lo suficiente a Ser Alester como para sentir que el era imprescindible en esa reunión, pero sintió que algo de cariño brotaba hacia el solo con la idea de que el cuidara de su hermana.

- Y recordar - miró a Ser Alester - Si mi hermana me escribe para decirme que la hacéis infeliz, tengo un enorme norteño por marido, yo no doy mucho miedo, pero estoy segura de que Galbart sabe hacerlo mejor - sonrió suavemente, no era una amenaza como tal, pero quería dejar claro que no deseaba que su hermana sufriera.

Lenia tragó saliva, miró a los presentes uno a uno, terminando en Galbart, alzando la mirada pues la dierencia de altura entre ambos era más que notable.

- Estoy preparada para ser tu esposa, salir de aquí y empezar de cero - aseguró.

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14/09/2018, 12:41
(0) Ser Bernard Risefeller

Bernard había permanecido apoyado en una de las estanterías mas al entrar la pareja compuesta por Galbart y Lenia se incorporó para recibirles. Pudo mirar al septón que no semejaba muy contento con él aunque por suerte Alyra se había tomado mejor el asunto del que habían estado hablando.

Escuchando a Lady Lenia le apenó que quisiera marcharse tan pronto aunque era comprensible dado el cúmulo de infortunios que arrastraban hoy.

- Les deseo un feliz futuro juntos. Han tenido suerte al conocerse.

Miró con satisfacción a la pareja alegrándose de que Lady Lenia fuera a conseguir un buen esposo y Ser Galbart una mujer de gran corazón. Definitivamente parecían hechos el uno para el otro.

Luego, cuando Tiziano comenzó a hablar a Bernard se le dibujó una suave sonrisa durante un momento, pensando lo incorregible que era el anciano. Al pasar aquél segundo se centró de nuevo en lo que tenía delante aunque después se ausentó en pensamiento, barruntando si habría que comprobar que el cuerpo de Lord Rhys estaba en el recibidor. Fuera como fuese, tenían que esperar la contestación de la pareja, así que se quedó esperando alguna novedad la cual llegó enseguida* en las palabras de la joven dama. Bernard hubo de mirar a los demás preguntándose qué iba a suceder pues Alester aún no había sido declarado oficialmente señor del castillo. Imaginó que el septón intervendría ahora, así que él terminó por optar por el silencio.

Notas de juego

* Lenia me pisó el post.

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14/09/2018, 12:52
(1) Septón Tiziano

El Señor de Bosqueoscuro ya le había demostrado a Tiziano su nobleza y buen corazón con anterioridad, pese a profesar otra fe se respetaban mutuamente, y el anciano estaba agradecido de que Lenia contase con un hombre así a su lado. Lord Rhys hubiese estado encantado de ver a su hija casada con él, así como Lady Myriah estaría feliz de verla convertida en la Señora de Bosqueoscuro. Ser Galbart accedió a su sugerencia de inmediato, solo restaba la respuesta de la joven Vaelys.

Alyra tuvo un encuentro fraternal, cargado de emoción que enterneció a todos los presentes, dos hermanas que se aman, es una pena que se separen, pensó al verlas tan unidas. Tanto ella como Alester aceptaron la partida de Lenia y Galbart, y les expresaron su confianza. También apoyaron la idea de la boda, respetando la propuesta de Bernard. Tiziano observó al caballero, notoriamente disconforme, consciente de cuan peligroso era para los Vaelys e incluso los Risefeler la propuesta que había hecho el joven caballero, pero para ruina de todos ellos, había logrado convencer al futuro señor de ello.

La respuesta de Lenia no tardó en llegar y el rostro de Tiziano se encendió de repente. Una cálida sonrisa contrastaba con su cansancio, y de inmediato abrazó a Lenia - Hija, que importante decisión has tomado, que el amor siempre esté presente en tu vida, mi querida niña. Tus padres estarán felices de esta decisión, ellos descansan al amparo de los Siete y sólo desean la felicidad de ustedes - luego dio un paso atrás y miró al hombre que sería su esposo - Sé que cuidarás de ella y la harás feliz, me alegra saber que será amada por un hombre tan noble - le dijo respetuosamente. Luego se acercó al mueble en la esquina de la biblioteca, dónde tenía el incienso encendido y abrió una pequeña caja que contenía los anillos que Lord Rhys había encargado hacer para ese momento - No dudo que Alester y Alyra gustosamente serán testigos de vuestro casamiento - dijo mientras se colocaba la estola al cuello.

Miró a Alester y a Alyra - Ustedes dos ya me han expresado su voluntad de casarse, si desean compartir este hermoso momento y están listos para ello, los casaré también a ustedes en simultáneo con Lenia y Ser Galbart - dijo, mirando con ternura a Alyra. Ella había tenido apenas unos instantes atrás una emotiva conversación con el anciano, abriéndole el corazón - Bastará con el mutuo testimonio de ambas parejas para que los Siete les otorguen su bendición - dijo, mientras sostenía la caja con los diez anillos en sus manos. Que los Siete guíen sus corazones e iluminen su mente.

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14/09/2018, 14:56
(2) Alester Marbrand

Alester asintió a Lenia cuando esta declaró su intención de casarse ese mismo momento y sonrió con la advertencia que le dirigió la joven.

- Creedme, si Alyra se siente infeliz, la temeré más a ella que a Ser Galbart -aseguró, pues claramente su prometida tenía un fuerte carácter, además de destreza con las armas. Desde luego, no era una persona a quien infravalorar.

Alester se quedó al lado de su prometida, viendo al Septón prepararlo todo. Cuando se dirigió hacia ellos dos, volvió a asentir con la cabeza.

- Sí, seremos testigos de Lady Lenia y Ser Galbart -aceptó.

La presencia de estas dos nuevas personas, había cambiado toda la situación. Alyra y él necesitaban a dos testigos para finalizar con su propia ceremonia y la única persona presente, Ser Bernard, se había opuesto a que se hiciera en secreto y con tanta presteza, dando sus argumentos. Alester, por tanto, había llegado a la conclusión de que la boda tendría que aplazarse, algo que no le había importado, pues a él no le afectaba en absoluto casarse antes o después. Su situación estaba asegurada, no así la de Alyra.

Y ahora que los futuros Señores de Bosquespeso querían casarse sin demora, su oportunidad volvía a resurgir. Se giró hacia la muchacha:

-Si estás de acuerdo, podemos celebrarlo ahora los cuatro. Ellos, a su vez, podrán ser los testigos que nos faltaban ‑le dijo tomándole de la mano. Luego, dirigiéndose a Ser Bernard, le pidió:- Sé que a vos os incomoda esta situación, así que no tenéis por qué tomar lugar en ella si no queréis. Podéis ir al Recibidor a ver si está ya todo preparado o a visitar a Oberyn y comprobar que se encuentra en buen estado.

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14/09/2018, 15:00
(2) Alester Marbrand
Sólo para el director

Alester se estaba cansando de tanta pantomima. La boda con Alyra reforzaría su posición, pero le estaba dando más dolor de cabeza que otra cosa. Primero, Bernard se negó a ser su testigo. La verdad, no tenía nada que reprocharle, teniendo en cuenta que ese acto podía tomarse como una traición a su hermano; pero no le costaba nada haber hecho caso a su nuevo Señor. Al fin y al cabo, no le estaba pidiendo que le trajera la cabeza de Tyler en bandeja.

No obstante, Alester estaba dispuesto a esperar con tal de agilizar el resto de asuntos y que lo proclamaran de una vez por todas Lord de la Fortaleza de la Sangre. Pero, por supuesto, Tiziano tenía que ralentizar todo y poner obstáculos. Ese hombre estaba obsesionado con casar a las hermanas cuanto antes. Parecía que le iba la vida en ello. Ya le habían prometido protección, ¿qué más quería?

Y, cuando parecía que al fin iba a celebrarse el deseado funeral por Rhys, llegan Lenia y Galbart para interrumpirlos y, de nuevo, se proponen las bodas. Y, por supuesto, ahora ellos también tienen que aceptar casarse; de lo contrario, Lenia podría alegar que ella se había casado antes de la muerte de su padre y, aunque no tuviera pruebas para sostener tal argumento, los problemas que daría serían numerosos. No, si ella se casaba, Alester también. Parecía realmente que la joven estaba deseando marcharse para no volver, pero tampoco podía fiarse de una joven a quien apenas conocía. Tal vez tales decisiones las había tomado en caliente y en un mes se arrepentiría de todo.

Qué ganas de que acabara ya todo... Solo esperaba que Bernard no pusiera objeción ni fuera corriendo a avisar a Astrid y a Tyler. Lo último que necesitaba era comenzar su mandato con una guerra contra los Risefeller.

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14/09/2018, 15:11
(0) Alyra Vaelys

Asintió a la palabras que Alester le había dado antes de hablar con su hermana, confiaba en su criterio y que podría ver lo que era mejor, además, era lo que habían decidido al principio, no cambiaba en mucho las cosas y era hasta más seguro y tranquilo, aunque significara casarse ante los cuerpos de sus padres. Sin embargo las bendiciones de las que ella misma había hablado comenzaban a actuar y los dioses querían jugar un poco más con la pareja, en favor del septon, claramente. 

Lo bueno, eso sí, es que tenía la confianza de Lenia, aunque iba a irse, pero por lo menos no había terminado sin hermanas, aunque aun no se desataba el caos que había iniciado Tabitha, eso cambiaría mucho las cosas y Alyra no tenía cabeza para lidiar con aquello aún, pero tarde o temprano tendría que hacerlo y debería actuar como la señora de la casa y procurar el bienestar de toda la casa Vaelys y sus aliados. Mientras tanto, agradeció en el alma a Lenia y sus parabienes y rogó a los dioses la fuerza para cumplir la promesa que le había dado. Lenia vería como algo había cambiado en su hermana menor, ella nunca había hablado de matrimonio ni de hijos, de hecho, en esos cortos años de vida, nunca había mencionado estar dispuesta a ser madre pero ahora había hablado justamente de descendencia junto a Alester, como si fuera la promesa de un mundo mejor.

Cuando les preguntan de ser testigos, ella había asentido con la cabeza, sin embargo ahora había una pregunta más importante, Alester recogía la invitación para casarse junto a su hermana, y Alyra volvió a asentir con la cabeza, se le había formado un nudo en la garganta y sonrió con los ojos llorosos. A pesar de todo, eso era una mejor boda que la que podría realizarse después, pues, en ese momento no habría alguien que la quisiera tanto como Lenia. 

 sí... sí quiero... Alester, hagámoslo, quiero unirme a ti — no sólo para asegurar el futuro de su propia casa, no sólo por ser la señora de la casa, sino porque confiaba en aquel hombre, porque esos gestos que había tenido para con ella habían entibiado su corazón lastimado por la soledad y la tristeza de haber rechazado el amor dos veces en una sola tarde, además, Alester sabía con quien estaba comprometiéndose, sólo faltaba conocerse más en la convivencia que da el ser marido y mujer. 

Bernard — aún tomaba las manos de Alester al dirigirse al caballero, llamándolo son honoríficos para revelar la cercanía que quería mantener — como dijo Alester, puedes salir, no quiero que formes parte de algo no estas de acuerdo, pero espero que entiendas nuestras razones... mis razones — después de todo, ellos entendían las de él — no te preocupes... aun confió que todo saldrá bien, pero por favor, ten cuidado si sales solo de este lugar — le sonrió, aquel hombre podría odiarla, podría estar deseando matarla, pero no, no lo hacía, estaba ahí, preocupado aún por ella e intentando hacerle ver los problemas de sus actos, y por esa razón que no iba a considerar el hecho que se hubiera opuesto como un acto de traición, sino casi como un ajuste de cuentas para poder empezar desde cero su amistad. 

— Lenia, Galbart, ¿serían nuestros testigos? — les pregunta a la pareja con la voz aún con dudas, faltaba saber si ellos estaban dispuestos a ser parte de la boda de Alyra y Alester. 

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14/09/2018, 17:21
(0) Ser Bernard Risefeller

Ya se había imaginado lo que iba a pasar a continuación, que el viejo se iba a salir con la suya. No tenía nada en contra de Tiziano pero esta paranoia por realizar la boda cuanto antes supondría un gran dolor a parte de su familia. Quizás no. Quizás Tyler y Astrid tuvieran la entereza de aceptar lo que había sucedido incluso aquella boda que les relegaba. También él tendría que hacerlo, le tocaba ser el primero de los Risefeller en aceptar a los nuevos señores después de aquella competición. Por otra parte había sido bastante limpia en general así que creía que todo se resolvería para bien.

El caballero escuchó las palabras de Alester y Alyra. No sabía cómo responderles o que palabras usar. En estos momentos no se podía aclarar aunque sabía que lo que debía hacer era apoyarles.

- No me incomoda que se casen. Me alegro de que puedan casarse.

Le gustaría estar diciendo la verdad pero no era del todo así. Le hubiese gustado ser él el que se hubiera casado mas esa alegría tendría que postergarse hasta conocer a otra persona. No dudaba de que al final encontraría a alguien y quizás el viejo pudiera llegar a casarle algún día. "Tiziano, espero que sepas lo que haces."

Una vez más hubo de confiar en que las cosas mejoraran. Con fé y honor resultaría así. Incluso con algo de astucia si era dirigida en la buena dirección.

- Voy a estar al otro lado de la puerta para que si llega alguien espere al fin de la ceremonia. Cuando terminen, abran la puerta y así podré ser uno de los primeros en felicitarles.

Sonrió y alzó la mano izquierda unos centímetros. Todavía tenía el puñal en la mano así que contaba con algo de protección.

- Enhorabuena a los cuatro.

El caballero miró a los nobles reunidos, al septón - sin crudeza pues al fin y al cabo Tiziano era una gran persona - para después dirigirse a la puerta y cerrarla a su espalda.

Notas de juego

Pues no me marquéis ya que sigo en la biblioteca pero al otro lado de la puerta. O marcadme si da igual.

Asumo que Lenia y Galbart harán de testigos.

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14/09/2018, 17:43
(1) Septón Tiziano

El anciano escuchó con atención las palabras de los dos enamorados, y tanto Alyra como Alester ratificaron su voluntad de casarse en ese momento. Tiziano no ocultaba su alegría, dos hijas amadas por su amigo se casarían juntas, y él había sobrevivido a ese día de muerte como para poder hacerlo. Lenia y Alyra se llevaban especialmente bien, en nada se parecían a la orgullosa Alyra y a la caprichosa Tabitha, ellas eran sencillas de corazón y decididas, juntas iban a apoyarse mutuamente aún a la distancia.

Bernard finalmente se retiró de la sala, algo que el anciano lamentó pues desde el primer momento había sido convocado para estar allí, y él había sido como un hijo para Lord Rhys. El muchacho no se daba cuenta, pero irse lo único que hacía era aumentar la distancia entre sus familias, su testarudez tendría consecuencias para los suyos. Una lástima, pensó.

Restaba la respuesta de Lenia y Ser Galbart para confirmar que serían testigos, pero el anciano contaba con eso, así que separó cuatro anillos de la pequeña caja y los puso sobre el lienzo blanco que había desplegado sobre el mueble. Encendió la vela y los roció con el agua que había en el pequeño cuenco metálico, tras lo cual agregó mas incienso al caldero y la sala se impregnó de un aroma dulce. Luego puso su mirada sobre Alester y Ser Galbart asintiendo en aprobación - Pronto dos nobles hombres, ambos señores de sus respectivas casas, toman la mano de las hijas de Lord Rhys y Lady Myriah y los Siete bendecirán ésta unión- dijo, mientras aguardaba que Lenia y Galbart aceptasen ser testigos.

Notas de juego

Me pisé con Bernard, así que edite un poco el post y lo pongo en copia.

Aguardo respuesta de Lenia y Galbart ... luego empezamos la boda XD (ya sin Bernard)

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14/09/2018, 23:45
(2) Ser Galbart Glover

La conversación entre Alyra, Lenia, Alester y el Septón se sucedió con rapidez y Galbart no debaja más que sonreír de forma tenue pero feliz. La muerte había tocado aquella familia y tras toda aquella pena y dolor aparecería de nuevo la dicha y felicidad en aquel castillo gracias a la unión de Alester y Alyra.

En una situación normal las bodas estarían ballenas de ornamentos, música, bailes y un gran banquete, pero en ésta ocasión no iba a ser así. En absoluto, era una situación muy delicada, una mezcla de experiencias, tristes y amargas juntos con otras que prometían un futuro esperanzador.

Cita:

- Lo estoy - Estoy preparada para ser tu esposa, salir de aquí y empezar de cero -

Aquellas sencillas palabras consiguieron que el corazón del norteño diese un vuelco dentro de su pecho y sus ojos se llenaron de felicidad mirando a aquella pequeña muchacha que tanto había cambiado su vida por completo en tan pocas horas.

Cita:

Creeme, si alguien puede haceros temblar de miedo, esa es Alyra -

-Lenia está en lo cierto Ser Alester, Alyra será mucho más peligrosa que yo-dijo Galbart con una pequeña sonrisa, sin duda aquella dama sería mucho peor que yo si llegase a ponerse furiosa sin necesidad de espada ninguna. Cuando el Septón habló, el norteño cambió su gesto por unos más serio.

Cita:

Sé que cuidarás de ella y la harás feliz, me alegra saber que será amada por un hombre tan noble -

-No lo dudéis, encontrar a mí futura mujer aquí, para mí era poco más que un sueño y gracias a ella, ese sueño se ha hecho realidad-dijo con solemnidad morando durante un instante a Lenia con ojos emocionados-Solo quiero ser el hombre que ella necesita, la haré feliz tanto como los años de vida que me quedan sobre ésta tierra- aseguró mirando al anciano, momento en el que Alester afirmó su consentimiento junto con el de Alyra para ser los testigos de la boda de Galbart y Lenia.

-Os agradecemos que tengáis tan detalle con nosotros, significa muchísimo para nosotros que estéis aquí y ahora dando vuestro consentimiento a ser testigos a nuestro casamiento-dijo el norteño agradecido cogiendo la mano de Lenia con fuerza. A continuación intervino Alyra que cruzó unas frases con Bernard haciendo que él saliese de la sala durante la doble ceremonia.

Cita:

— Lenia, Galbart, ¿serían nuestros testigos? —

Galbart cruzó una silenciosa mirada con Lenia y supo al momento que estaba de acuerdo con él y miró seguidamente a Alyra.

-Digo sin temor a equivocarme que seremos vuestros testigos Lenia y yo para vuestra ceremonia-contestó con una feliz sonrisa.

Cita:

- Pronto dos nobles hombres, ambos señores de sus respectivas casas, toman la mano de las hijas de Lord Rhys y Lady Myriah y los Siete bendecirán ésta unión-

Galbart se situó junto a Lenia mirando ambos al Septón frente a frente junto con Alyra y Alester. Al fin su sueño se hacía realidad y si corazón comenzó a latir con velocidad debido a los nervios contenidos en su interior. Habla luchado en muchas batallas había derramado sangre propia y ajena y nunca se había sentido tan nervioso como ahora y eso era algo inaudito para él, pero en aquella ocasión el resultado no sería un baño de sangre si no una boda con la mujer de la que había quedado prendado.

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19/09/2018, 20:50
(1) Septón Tiziano

Tiziano asintió ante las palabras de Ser Galbart, luego tomó el cuenco con el incienso humeando y caminó lentamente por la biblioteca, susurrando unas plegarias para bendecir el espacio. Sin duda nunca se había celebrado una boda allí, la biblioteca mantenía el buen gusto que la familia Vaelys tenía por el arte y la arquitectura, y si bien el colorido de los libros no se comparaba a los grandes vitrales dedicados a los Siete que había en la Capilla, el anciano había hecho todo lo que estaba a su alcance para que el lugar ganase algo de beatitud.

Luego se paró frente a las dos parejas, ambas dispuestas delante de la gran mesa en la que estaba el libro que el Septón había usado para asentar el deceso de los antiguos señores Vaelys. Sobre el final de la ceremonia asentaría allí el enlace de sus hijas y todos los presentes firmarían en consentimiento. Guardó unos minutos de silencio, mientras su mirada se cruzaba con cada uno de los cuatro, deteniéndose más en las dos hijas que había visto crecer en esa Fortaleza.

- En esta noche ustedes cuatro me han abierto sus corazones y me han expresado el amor que sienten por la persona que está a su lado, del mismo modo cada uno se ha vuelto testigo de el amor que los demás dicen profesar, por tanto la ley de los hombres me permite casarlos - dijo con formalidad, luego su mirada se alzó a lo alto - Y los Siete bendicen el amor que sienten, pues para ellos nada es oculto y conocen la verdad de sus corazones. Sé que la silenciosa e invisible presencia de Lord Rhys y Lady Myriah nos acompaña también, y me consta que éste es un momento de felicidad para ellos también - dijo, con la voz entrecortada y emocionado.

Hizo señas a cada uno de los caballeros que tomasen los anillos y los colocaran en el dedo de sus amadas - Lady Alyra Vaelys, Lord Alester Vaelys, señores de la casa Vaelys, por la autoridad que los Siete me han dado, los uno en matrimonio. Lady Lenia Vaelys, Lord Galbart Glover, señores de Bosqueoscuro, por la autoridad que los Siete me han dado, los uno en matrimonio - dijo conmovido, la garganta se le hizo un nudo y de los ojos parecían brotar lágrimas - Son libres de expresar el amor que sienten, ya son marido y mujer - les dijo a ambas parejas y se mantuvo expectante.

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19/09/2018, 21:42
(0) Lenia Vaelys

Lenia estaba nerviosa como nunca lo había estado, emocionada y aunque no era el día, no tenía el vestido ni era la situación de sus sueños, solo con mirar a Galbart todo cobraba sentido para ella.

El septón empezó a prepararse, le dedicó una mirada cómplice a su hermana y una sonrisa cordial a Alester, pero después, no pudo alejar la mirada de Galbart. Otra vez no podía hablar, pero esta vez no era debido a un dolor de garganta, si no a la emoción de lo que estaba apunto de suceder. Ya tendría la boda de sus sueños, ahora, era el momento de unirse a Galbart.

Lady Lenia Vaelys, Lord Galbart Glover, señores de Bosqueoscuro, por la autoridad que los Siete me han dado, los uno en matrimonio

Cuando el Septón nombró a ambos enamorados, Lenia sintió que quería gritar de la emoción, pero se contuvo. Cuando notó el metal del anillo rozar su piel, sintió que se creó un lazo entre ambos que esperaba, solo se rompiera con la muerte.

  Son libres de expresar el amor que sienten, ya son marido y mujer -

Sin poder evitarlo, porque en ese instante, Lenia era todo emoción, se puso de puntillas, alargo sus manos hacia el rostro de Galbart y con una sonrisa de oreja a oreja, le pidió con los ojos que la besara. Le hizo gracia el darse cuenta de que hacía tan solo unas horas, ellos ya se habían besado, allí, en esa misma biblioteca, como si en ese momento hubieran sabido que de algún modo, con otro beso y en el mismo lugar, su amor se sellaría.

 

Tras poder besar a Galbart, sin ser a escondidas y bajo el nuevo título de su mujer, sintió que por fin, después de tanta tormenta, algo de luz volvía a brillar. Se separó y le miró a los ojos - Esposo - susurró sintiendo ganas de llorar de la emoción.

Notas de juego

Muero de amor!

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19/09/2018, 23:59
(2) Alester Marbrand

Cuando la ceremonia fue a comenzar, Alester, agradeciendo con una mirada a Ser Galbart y a Lady Lenia que hubieran aceptado ser sus testigos, tomó las manos de Alyra y sonrió. No se le notaba nervioso. Sabía que todo iba a salir bien, que ambos deseaban unirse en matrimonio, que contaba con el apoyo de todas las personas presentes en la biblioteca. No hacía ni tres horas estaba convencido de que todo el mundo bajo ese techo lo odiaba; y, ahora, se sentía arropado, en cierto modo.

Alester era un hombre de fe, que rezaba y respetaba a los Siete; sin embargo, la idea de celebrar la boda en la biblioteca tenía cierto encanto. Era un lugar de sabiduría y con sabiduría esperaba gobernar junto a Alyra, de cuyo rostro no apartó la mirada durante las palabras del Septón.

Cuando recibió la orden, tomó el anillo y con delicadeza se lo puso en el dedo de quien ya era su esposa. Acarició el mentón de Alyra con la mano, alzándole la cabeza y se acercó a ella para besarla. Primero, un beso tímido, con reserva y decoro; luego, tomándole el rostro con ambas manos, algo más intenso.*

Se separó de ella tras unos segundos.

- Espero de verdad que seas feliz a mi lado –le dijo, levantando la mano en la que le había puesto el anillo y besando el dorso. 

Luego se giró hacia la otra pareja para felicitarles.

- Enhorabuena, Lord y Lady Glover –les dijo, dándole la mano a Ser Galbart primero y, luego, acercándose sonriente a Lady Lenia-. Espero que esa visita que vuestro esposo me ha prometido a Bosquespeso se pueda cumplir pronto –le dijo y entonces, recordando otra conversación que habían tenido esa misma tarde, aunque parecía que hubieran pasado meses desde entonces, añadió sonriente a la joven-. Por cierto, ¿recordáis nuestra pequeña apuesta? Vos teníais que adivinar quién me había hablado tan bien de las hijas de Lord Rhys Vaelys. Ya que marcharéis en breve, os daré la respuesta: Fue vuestro antiguo castellano –desveló-. No habéis acertado, pero es cierto que tampoco habéis tenido ocasión ni ánimo para continuar con ese pequeño juego, así que lo dejaremos en tablas.

Notas de juego

Así, pero sin esa ropa tan elegante, obviamente. xDD

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20/09/2018, 00:20
(2) Ser Galbart Glover

El Septón comenzó a caminar por la estancia con incienso y mientras recitaba unas plegarias, Galbart se mantuvo al lado de Lenia, comenzaba a estar nervioso y la miró con una sonrisa amplia sin decir una palabra, pero sus ojos hablaban por él, se veía reflejado en los de la joven Velys. Su hermana y Alester se encontraban a nuestro lado por lo que les brindé una sonrisa dichosa, al final mayor sueño de Galbart, algo tan nimio y sencillo para mucha gente como era casarse, para el norteño había resultado una empresa casi imposible.

En ese momento llegó Tiziano ante las dos parejas y continuó con la ceremonia hablando de forma solemne y eso hizo que el corazón de Galbart comenzase a latir con fuerza y velocidad, cual caballo desbocado.

 

Lady Lenia Vaelys, Lord Galbart Glover, señores de Bosquespeso, por la autoridad que los Siete me han dado, los uno en matrimonio

El corazón del norteño pareció estallar dentro de su pecho, aquellas breves palabras habían cambiado su vida por completo, más que ganar una guerra, o perder una batalla. Aquel metal que rodeaba su dedo había obrado en él un cambio instantáneo y miró a Lenia, su mujer sonriéndola como no había sonreído nunca.

Cita:

- Son libres de expresar el amor que sienten, ya son marido y mujer -

Lenia sujetó el rostro del norteño y le dió un fuerte beso lleno de amor y felicidad, él automáticamente la cogió de la cintura y la elevó como si fuera una hoja para tener su rostro a la misma altura y la besó de nuevo, sabía que no era protocolario, que era demasiado efusivo, pero le daba igual, había contraído matrimonio con la mujer que amaba.

Tras aquel beso, Galbart dejó en el suelo de nuevo a Lenia y sin dejar de mirarla escuchó su voz ya recuperada.

Cita:

- Esposo -

El norteño volvió a sonreir, una vez más, lleno de felicidad y posó el dorso de su mano sobre la mejilla de Lenia, con suavidad y mimo-Esposa mía, te amaré hasta el final de mis días, lo juro ante Dioses nuevos y Antiguos-dijo con una seguridad plena sellando sus palabras con otro dulce beso.

Cargando editor
20/09/2018, 12:40
- Narrador -

Y cuando el último de los besos, el de Ser Galbart y Lady Lenia fue concluido un fuerte temblor sacudió los cimientos de la Fortaleza de Sangre. Aquellos instantes parecía que hubiesen durado horas.

Grandes trozos de piedra de la fortaleza se vieron precipitados contra el suelo levantando gran cantidad de polvo. La mayor parte de los libros de la biblioteca cayeron al suelo y todo parecía venirse abajo.

Después un fuerte estruendo en el exterior y una gran nube de polvo que se mezcló con la lluvia que aún seguía precipitándose en el exterior. Algo se había caído o algo se había derrumbado. Pero fuese lo que fuese había hecho pedazos la fortaleza durante unos instantes. Afortunadamente todos estaban bien, no había habido ningún herido pero la que peor parte se había llevado había sido la Fortaleza de Sangre que claramente necesitaría ser reparada de inmediato.

Parecía que el nuevo Señor Vaelys tendría trabajo desde el primer segundo.

Notas de juego

XDDDDD

BOOOOOM!!!

Y esto se acaba, señores y señoras... Lo ideal sería que fueráis yendo al recibidor para hacer la ceremonia y despedirse de los señores.

Cargando editor
20/09/2018, 12:45
- Narrador -

De pronto un fuerte temblor sacudió los cimientos de la Fortaleza de Sangre. Aquellos instantes parecía que hubiesen durado horas.

Grandes trozos de piedra de la fortaleza se vieron precipitados contra el suelo levantando gran cantidad de polvo. La mayor parte de los objetos que componían aquella sala cayeron al suelo y todo parecía venirse abajo.

Después, un fuerte estruendo en el exterior y una gran nube de polvo que se mezcló con la lluvia que aún seguía precipitándose en el exterior. Algo se había caído o algo se había derrumbado. Pero fuese lo que fuese había hecho pedazos la fortaleza durante unos instantes. Afortunadamente él no había sufrido ningún daño, pero... ¿los demás estarían bien?. Sin duda, la peor parte se la había llevado la Fortaleza de Sangre que claramente necesitaría ser reparada de inmediato.

Notas de juego

XDDDDD

BOOOOOM!!!

Y esto se acaba, señores y señoras... Lo ideal sería que fueráis yendo al recibidor para hacer la ceremonia y despedirse de los señores.

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20/09/2018, 14:43
(0) Ser Bernard Risefeller

Todo tembló cuando sucedió aquél derrumbe. Era una locura que ahora parte del castillo pudiera haber caído, además algo así no podrían haberlo causado ninguno de los presentes. Bernard no fue capaz de imaginar lo que estaría ocurriendo en ese instante. Dándose media vuelta abrió la puerta para internarse de nuevo en la biblioteca. Todo indicaba que no iba a llegar nadie más y la ceremonia no sería interrumpida. Ahora ya podría incluso haber terminado, si el septón había apurado.

Con grandes zancadas alcanzó al resto. Pudo ver a las dos parejas frente a Tiziano. El caballero no dijo nada, pretendiendo ser respetuoso con la ceremonia, tan sólo estaba atento al anciano queriendo ver si le faltaban palabras por pronunciar.

Notas de juego

Vuelvo a la escena.

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20/09/2018, 17:39
(0) Alyra Vaelys

Y ahí estaban, los cuatros reunidos delante del Septon y en la improvisada capilla en su adorada biblioteca. Libros, el olor a viejo que se impregnaba en todo, Alyra pasaba gran parte de su tiempo en ese lugar, pues el hecho de no ser precisamente la hermana social y que su madre la hubiera desplazado al verla inútil para las labores cotidianas de una doncella, la hacia dueña del suficiente tiempo para leer y para entrenar. ¡Era todo tan sencillo en aquellos momentos! pero ahora se veían tan lejanos, como si realmente hubieran transcurrido en otra vida, en otro lugar. Alyra miraba a todos lados, con una mirada pensativa, intentando ver algún rasgo, como un olor o un color que le hicieran recordar para siempre ese momento, y el aroma que encontró fue el de libros viejos y el de la lluvia, sí, serían aromas agradables los que sentiría mientras sujetaba la mano de Alester, ahora más atemorizada que antes.

Casarse, no era precisamente la más ferviente seguidora de aquellos votos, en otro escenario, quizás se hubiera ido a recorrer el mundo, si hubiera considerado que Astrid era digna sucesora, sí, porque ser la esposa de un hombre y tener sus hijos no era su plan de vida. Si Evan lo hubiera tenido presente, quizás no hubiera sufrido tanto, si la hubiera conocido lo suficiente como para saber que a su lado, hubiera sido una ave encerrada. Una águila que no podría volar. 

El anciano comenzó a oficiar la ceremonia, los votos y los anillos, Alyra aún no podía creer que estuviera pasando, su cabeza daba vueltas y nuevamente las dudas la asaltaron, pero veía a su hermana, completamente enamorada de un hombre que apenas conocía, y él parecía también estar igual, ¿por que ella no?, era como si no pudiera apagar su cerebro y se autoboicoteara, pero cuando sintió el aliento de Alester cerca de ella, y sus dedos deslizar el anillo por su  mano, sonrió, sintió fuerzas renovadas y lo miró a los ojos, esos ojos que la acompañarían por el resto de su vida. Vio en ellos sinceridad, lealtad, fuerza, vio en ellos la calma que muchas veces le faltaba. 

El primer beso sería recibido con mucho pudor por parte de Alyra, no dejaba de ser el primer beso y hubiera esperado que hubiera sido más furtivo, más privado, como una declaración de sus afectos, del enamoramiento que de ser otro el escenario, hubieran cultivado con tiempo. Aún así, ese beso fue tibio, más de lo que creyó, a pesar de que las manos de Alester estaban heladas, como las de ella. Abrió nuevamente los ojos y sintió el segundo beso, este, en cambio, si respondió con mayor propiedad. Le gustaba, y comprobar eso le hizo latir el corazón con tal violencia que las mejillas se le tiñeron de rojo. Quiso más, pero el hecho que estuviera su hermana y su esposo y el septon, impidió que la joven lo volviera a besar con mayor propiedad, con mayor intensidad. Habría tiempo, se dijo, aún sonrojada y tomando la mano de su marido.

— también quiero que seas feliz a mi lado, lucharé con todas mis fuerzas para que así sea... Alester — sin pensarlo, sin esperarlo, incluso resistiéndose a esa idea, sabía que lo que le producía este hombre estaba lejos de la indiferencia. Era admiración, una profunda admiración de la que pronto podría nacer el amor. Apoyó su sien en el brazo de él, ahora al fin descansando luego de tantas tensiones, sin soltarse de él. Mientras su hermana besaba a su marido, y era mucho más efusiva que ellos, era así Lenia, y ahora comprendía parte de su locura linda, pues Alyra se mantuvo aferrada al brazo de Alester, y con su otra mano sujetaba sus ropas, como declarando que no se separaría de él jamas. 

Lastima que los dioses quería seguir jugando con ellos, y cuando su hermana besó a su marido, una nueva catástrofe se desató, todo comenzó a temblar y a estremecerse, Alyra, que no soltaba a Alester, lo jaló, junto a su hermana bajo la mesa donde habían celebrado la ceremonia, gritándole al septon y a Galbart que se escondieran bajo la mesa mientras todo se desataba, los libros caían, los pedazos de construcción, uno de los estantes con libros caería justo donde estaban las parejas. Alyra comenzó a rogar a los dioses que parara, aunque en silencio, mientras sus sentidos estaban en alerta, afortunadamente estaba lloviendo por lo mismo, si se desataba un incendio, podrían controlarlo. Su mente trabajaba tan rápido como podía a pesar de que no podía hacer nada.    ¿acaso era el castigo por casarse antes?... Obvio que esa idea se cruzó por su cabeza y le revolvió el estómago.

 ¿están todos bien? — preguntó rápidamente, cuando escuchó que Bernard había entrado, afortunadamente estaba bien, le gritó que estaban bajo la mesa, y salió de ahí con ayuda de los hombres, socorriendo al anciano también — ¿estás bien? — le preguntó rápidamente, comprobando que no estuviera herido.

 de-debemos salir de aquí, — anunció algo que era más que evidente, pero volvió a tomarse de Alester, ahora si sentía los nervios y la histeria casi se apodera de ella, pero logra controlarse, reparando profundamente y pestañeando para despejar las lágrimas que se agolpaban en sus ojos — todas las velas, apáguenlas correctamente, ahora solo falta un incendio — no quería ser pájaro de mal agüero, pero era necesario, lo había leído en varios libros, enormes incendios tras movimientos de tierra, Alyra llamó la atención de Alester y quedó frente a él.

— la gente de la fortaleza nos necesita, debemos salir y poner orden — sus manos estaban en las mejillas de él. y lo abrazó con mucha fuerza, aún temía que todo eso fuera castigo de los dioses por su rebeldía.

Notas de juego

jajajaj la imagen del off XD hubiera sido memorable XD

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21/09/2018, 00:03
(1) Septón Tiziano

El Septón estaba conmovido por la demostración de afecto de las dos parejas que acababa de casar, sabía que había hecho lo correcto y que Lord Rhys y Lady Myriah estarían satisfechos el casamiento de Lenia y Alyra, ambas serían señoras de importantes casas y contaban con el apoyo y el amor de dos hombres nobles y de buen corazón, Tiziano no podía pedir más. 

De repente todo se sacudió, el piso parecía moverse y los libros comenzaron a caer de los estantes. Al estruendo que se escuchaba fuera del recinto le sucedió el sonido del cuenco con incienso que golpeó el piso y desparramó todo el incienso. El anciano se protegió como pudo, apoyándose contra el mueble que estaba a sus espaldas para evitar caer. Han vuelto los dragones! pensó, desorientado, sin comprender lo que sucedía.

Bernard entró apenas se detuvo el terremoto temeroso por el estado de salud de todos ellos, afortunadamente nadie estaba lastimado pero el hermoso momento que habían vivido volvía a estar empañado por una desgracia. Pronto Lady Alyra dio indicaciones de salir de allí y apagar las velas de la sala, y en ese momento el anciano se lanzó sobre la mesa con evidente preocupación. Corrió varios libros que habían caído sobre ella, hasta dar con el gran libro con la estrella de siete puntas en la tapa, el cual aún estaba abierto en una página en blanco. - Por favor, aguardad, ésto es importante! - 

Le llevó unos instantes escribir de modo prolijo el registro del casamiento, había solo una vela encendida pues el resto se habían apagado y las manos le temblaban de la extrema tensión que acababa de vivir, de no haber sido que sabía de memoria cada palabra que debía escribir le hubiese resultado imposible completar la ceremonia. - Firmad aquí antes de irse, hacedme ése favor y seréis libres de ir  por los demás- señaló a cada uno. La hoja en blanco describía el enlace de los Señores Vaelys y de Bosqueoscuro, nombrando a los recién casados y a los testigos de la boda, de modo que bastaba que cada uno asentara por escrito su consentimiento acompañando la firma que Tiziano acababa de hacer.

El resto del grupo parecía inquieto por salir pero él no mostraba más que cansancio, había cumplido la promesa a su amigo y señor, y estaba agotado, sólo quería descansar.

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23/09/2018, 03:35
(0) Alyra Vaelys

Alyra se giró hacia el anciano, verdad, habían olvidado esa formalidad, y si no hubiera sido por Tiziano, de seguro no lo hubiera reparado que faltaba firmar. La joven resopló ligeramente, aún con el corazón a mil por hora, y tomó la pluma, su pulso estaba alterado y debió tomarse algo de tiempo para calmarse y firmar el documento tanto como contrayente como testigo, entregándole la pluma a su marido.

 

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24/09/2018, 10:17
(2) Alester Marbrand

Todo ocurrió en cuestión de segundos. Los primeros temblores le confundieron; los libros cayéndose comenzaron a asustarlo; pero cuando vio el techo desprendiéndose, el terror lo invadió. ¿Qué ocurría? ¿Un ejército los atacaba? ¿Eran, esos desprendimientos, el resultado de las catapultas?

Cuando todo paró, Alester se convenció de que ninguna tropa había frente a sus puertas, pues alguien habría dado la alarma mucho antes y, además, no habrían parado tan pronto. No había visto nada igual en Poniente. Removiendo en su mente, recordó las historias de la caída de Valyria: la tierra se abrió, las colinas se desprendieron y una ola gigante arrasó con la ciudad. ¿Era eso lo que había pasado allí? ¿Era todo fruto de la misma maldición que asoló a los primeros Reyes Dragones?

Bajo la mesa se habían refugiado todos, aunque probablemente si un enorme bloque de piedra hubiera caído justo encima de ellos, el mueble poco habría hecho para salvarlos. Cuando salieron, Alester miró a su alrededor para comprobar el espantoso estado en el que se encontraba todo. Apagó las velas con rapidez y, cuando Tiziano los llamó, firmó sobre el libro sin apenas ser consciente de ello. Su mente, ahora mismo, estaba más preocupada por el estado del resto de personas que por una firma, pues eso podría esperar unas horas; o si había que repetir la boda, podrían repetirla. Pero la actuación rápida en ese momento era fundamental.

Miró a su alrededor para comprobar que nadie había salido herido. Vio entrar a Ser Bernard, sano y salvo; y los que habían permanecido en la biblioteca estaban igualmente ilesos. Entonces fue consciente del abrazo de Alyra.

- Sí, y hay que sacar al Targaryen de aquí cuanto antes –dijo a su esposa cuando esta se dirigió a él. Seguía repitiéndose a sí mismo que no creía en maldiciones. Pero todo aquello era demasiado raro. Era imposible que tantas desgracias ocurrieran en el mismo día, aparentemente sin relación alguna. ¿Y si, realmente, Viserys Targaryen tenía algo que ver? ¿Y si estaba ocurriendo lo mismo que les ocurrió a los antepasados del Dragón, por haberlo acogido bajo ese techo? Lo mejor era no arriesgarse.

Y, tal vez, la recompensa por entregarlo al Rey podría ayudarlos a pagar los gastos de reparación de la Fortaleza.

Urgió al resto que lo acompañaran rápidamente. Primero se dirigió a Ser Bernard-. Si sois tan amable, ¿podríais acudir a la capilla y ver si todos allí están ilesos? –le pidió. Luego habló con los Señores de Bosquespeso-. Vosotros podéis acompañarnos al recibidor. Ahora imagino que no habrá mucha gente, pues no hemos dado aviso aún de que la ceremonia se celebrará ahí. Podréis despediros de los antiguos señores y partir cuando estéis listos –Por último, miró a su esposa-. Ahí estará Sloth. Lo mandaremos a que revise el resto de la Fortaleza y se cerciore de que nadie ha salido herido.

Sin más dilación, salió sorteando escombros de la biblioteca.

Notas de juego

Sale.

Pido escena nueva para mí, sin marcar a otros porque aún no sé si Lenia, Galbart o Alyra van a querer venir conmigo al recibidor o quieren pasar antes por otro lugar.