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Castillos y Caballeros

Las Mazmorras

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21/06/2018, 11:38
- Nueva Ubicación -

Por el suelo de la sala parecía haber regueros de sangre, no es que fueran gotitas o cosas similares, no, eran charcos enteros. Alguien había matado a otro alguien y luego había arrastrado el cadáver hacia una de las celdas. Por allí no había rastro de ninguno de los soldados que debían estar vigilando las mazmorras. ¿Qué habría podido pasar?

Fuera como fuese, podría seguir el rastro de sangre para encontrar el cadáver, o quizá darse media vuelta y avisar a los soldados de que había un asesino en la fortaleza.

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21/06/2018, 13:37
(1) Tabitha Vaelys

Tabitha se movió tan rápido cuanto pudo por los pasillos de su hogar. No quería tener que dejarlos. Era su hogar, donde se había criado, donde había hecho sus primeras travesuras, recibido sus primeros castigos y sus lecciones. Donde había descubierto el amor por primera vez y aquello la había llevado al lugar más oscuro e inquietante de su hogar.

Pero Tabitha no esperaba encontrarse con aquel reguero de sangre en el suelo en las mazmorras. Los guardias se habían esfumado y parecía que, el dueño de la sangre, había sido movido. Temiendo lo peor, que Viserys fuese la víctima, Tabitha decidió seguir aquel rastro de sangre y averiguar quien era el afectado de aquel cruel destino y de paso, encontrar a su amado en una de las celdas. Si es que aún estaba allí abajo.

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28/06/2018, 08:08
(1) Tabitha Vaelys

El cuerpo de Tabitha iba temblando a cada paso que daba, sabiendo que pronto encontraría al dueño de aquella sangre. Temía por encontrarse a quien ya sabía muerto, pues una cosa era saberlo y otra ver  a su propio padre tirado en el suelo, con el cuello cortado o los intestinos fuera de su cuerpo. Por otro lado se imaginaba a su amado en la misma situación, pues otra cosa no, pero enemigos no le faltaban en los muros de esa fortaleza.

Temblorosa, con sus manos sobre su vientre y la cabeza mirando al suelo, como si no quisiera realmente ver donde finalizaba aquel rastro de sangre, Tabitha continuó avanzando, con la esperanza puesta en que su amado la llamase por su nombre desde una de las celdas. Pero no podía tampoco evitar pensar en un posible intento de fuga por parte de Viserys. Él había estado toda la noche y seguramente casi todo el día allí encerrado y ella perdida entre los muros de su hogar, entre los invitados y con ese hedor en el cuerpo.

Al seguir avanzando y darse cuenta de que Viserys no parecía estar allí, su mente la dibujó dos escenarios. El primero lo descubriría en cuanto llegase al final del rastro de sangre. El segundo fue el de que Alester tuviese razón y tanto Ginevra como Viserys estuviesen compinchados y quisieran destruir a su familia. Fuese lo que fuese, ninguna de esas ideas era demasiado esperanzadora para Tabitha y se planteó regresar a la capilla con los demás, con su familia y allí defender a los suyos, incluso a su hermana mayor, de Ginevra y quienes estuviesen con ella.

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28/06/2018, 11:43
- Narrador -

Temblorosa Tabitha llegó a la celda donde estaba escondido del cuerpo que había dejado el reguero de sangre. La sorpresa fue mayúscula cuando lo que se encontró no fue solo un cadáver, sino tres. Sobre el suelo de la celda yacía el cuerpo de Ginevra Blackwood, el del ayudante del mayordomo y antiguo maestre de armas, John Kalhan y el de uno de los soldados que siempre estaba en las mazmorras custodiando a los presos. 

Por allí no había ni rastro de Viserys Targaryen, sin duda él no era el muerto, lo cuál implicaba que probablemente fuese el asesino.

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28/06/2018, 12:39
(1) Tabitha Vaelys

Su rostro reflejó el terror al ver los tres cuerpos allí tirados y sin vida. La dolió verles en ese estado pues, a pesar de pensar que era una traidora, la quería... como ocurría con quien fue el primer hombre en el cual se fijó al entrar en la adolescencia, John Kalhan. El soldado también fue una lamentable pérdida, pues él mismo fue testigo más de una vez, de aquellas ocasiones en las cuales una pequeña Tabitha, trataba de colarse en las mazmorras en sigilo para ver a los presos.

Ahora ya no podía hacer nada por ellos, salvo avisar al resto de su muerte. Pero entonces llegaron las dudas. Su amor no estaba allí y los cuerpos sin vida de quien le llevó al calabozo y de uno de los soldados si... - Y si... ¿y si fue...? - Ni siquiera en su cabeza era capaz de terminar aquella frase. Además, ¿cómo salió de su celda? ¿Acaso si estaba compinchado con Ginevra y ella vino a buscarle y fueron pillados por John? ¿O sabiendo Ginevra del estado de Tabitha, esta vino con John para acabar con la competencia y todo les salió mal?

Fuese como fuese, debía encontrarle. El hombre al cual amaba no era una bestia asesina, además, aún manco, John era el mejor de los guerreros de la zona. No... debía haber otra explicación para todo aquello. Y debía hablar con Viserys antes de que nadie viese aquello y diese la alerta... solo que... no sabía donde buscar.

La sangre... la ha pisado... debe haber dejado un rastro que seguir hasta algún lugar... - Pensó la joven, de manera acertada o no, aún así, miró el suelo ensangrentado e identificó enseguida sus pisadas, buscando las del agresor o agresores... pues mover a Ginevra  uno solo, vale... pero John era alto y pesado y el soldado llevaba su equipo... Y Viserys tiene fuerza, pero... para arrastrar tanto peso el solo, ¿también?

No lo sabía, ya no estaba segura de nada. Solo quería encontrar a Viserys, ver que estaba bien y que este la contase lo que había ocurrido allí abajo, con los únicos tres testigos sin vida.
 

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28/06/2018, 14:41
- Narrador -

Efectivamente los charcos de sangre habían dejado cierto rastro de pisadas que Tabitha no se había dado cuenta hasta que no había visto los cadáveres. Entre las manchas podría distinguirse cuatro pies que se habían movido por la zona. Era incapaz de reconocer más y las huellas se perdían en la salida de la puerta sin saber hacia dónde se habían dirigido.

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28/06/2018, 14:49
- Nueva Ubicación -

Por el suelo de la sala parecía haber regueros de sangre, no es que fueran gotitas o cosas similares, no, eran charcos enteros. Alguien había matado a otro alguien y luego había arrastrado el cadáver hacia una de las celdas. Por allí no había rastro de ninguno de los soldados que debían estar vigilando las mazmorras. ¿Qué habría podido pasar?

Fuera como fuese, podría seguir el rastro de sangre para encontrar el cadáver, o quizá darse media vuelta y avisar a los soldados de que había un asesino en la fortaleza. 

Tabitha también se encontraba allí que parecía estar mirando el suelo muy sorprendida.

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28/06/2018, 14:55
Viserys Targaryen

Segundos después de que Sloth llegara a las mazmorras, Viserys Targaryen y Ser Mordred llegaban también. Tabitha y Sloth se encontraron con una terrible y horrible sorpresa. Ser Mordred cargaba con el cadáver de Lord Rhys como si fuese un saco de patatas.

El cuerpo aparentemente no tenía ninguna herida, pero estaba completamente helado como si llevara ya horas muerto. Si había muerto por causas naturales o por envenenamiento era algo que no sabrían a simple vista, pero de lo que sí que podían dar fe es que no había sido atacado con ningún arma blanca.

El Targaryen vio a Tabitha y sintió como si el corazón le diera un vuelco. Después una amplia sonrisa se convirtió en una mueca de tristeza. Lo siento, cariño.Le dijo. Hemos encontrado el cuerpo de tu padre en la capilla de Richard, Ginevra me contó que murió allí de un ataque al corazón. Dijo sin saber qué excusa más poner al hecho de que estuvieran llevándolo allí y no al septo. Confiaba en que Ser Mordred le echara una mano con la esperanza de hallar una buena excusa.

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28/06/2018, 15:21
(1) Tabitha Vaelys

Sloth. ¡Eso es! Él tiene su dormitorio allí abajo y yo llevaba todo el día sin verle. Quizás, solo quizás permaneciese en él ahora mismo, ajeno a lo que había pasado en la mazmorra. - Pensó la joven tras seguir aquellas pisadas y perder su rastro enseguida, mirando a todas las direcciones posibles.

Si realmente tiene la edad que se dice, él debe saber mucho más de lo que parece y siempre ha querido lo mejor para la familia. - No tenía mucho que perder, salvo unos minutos y si que ganar, si estaba allí. Era de los pocos en los cuales podía confiar en ese momento.

Caminaba con miedo, el miedo de no saber que estaba pasando. El de saber que su padre ya no estaba y que su amado se había esfumado. Le necesitaba, quería abrazarle y sentirse protegida en sus brazos como aquellas veces en las cuales se habían amado. Pero su hedor... La maldición de la familia... el fantasma... ¿cómo poder librarme de este horror? ¿Habría solución al mismo? - Sus pasos continuaban siendo temblorosos y el miedo la hacía permanecer alerta, sobresaltándose a cada sonido que se producía en aquel lugar.

- Cuando todo esto acabe... si logro ser la Señora de la Casa junto con Viserys, lo primero que haré será ofrecerle a Sloth un lugar mejor donde tener su habitación. - Pensó la joven, buscando borrar de su mente los tres cuerpos muertos y la idea de que hubiese sido aquel hombre al que amaba y admiraba, quien había acabado con sus vidas. E incluso evitar pensar en quien era el dueño del otro par de pisadas.

Un sonido la hizo girarse cuando a penas había dado unos pasos. Sloth aparecía como si hubiese escuchado su llamada. Tabitha no supo que decirle, le miró con dolor y pesar en silencio. Instantes después apareció lo que realmente la hizo quedarse helada. Ser Mordred cargaba con el cuerpo del padre de la joven y su amado le acompañaba. Sin duda lo iban a llevar junto a los otros tres... Sin duda, Ser Mordred era quien había ayudado a Targaryen a huir. - El traidor... quien no quería que el príncipe viese a mi padre... quien mató a la hermana de Oberyn...

El rostro de sorpresa de la joven, cambió a uno de dolor tras sentir aquella punzada en su corazón. Se alegró de ver a su amado bien, vivo, sano y salvo, pero aquella escena la mataba. Nuevamente, de manera instintiva, sus manos protegieron su vientre y dio un paso atrás. - ¿Qué- qué? ¿Qué ha pasado? ¿Qué es todo esto? - Preguntó enfadada y asustada a la vez, mientras miraba el cuerpo de su padre en los hombros de aquel hombre.

- ¿Por qué no lo dejásteis allí? ¿Para que traerlo aquí abajo? - Los ojos de Tabitha se comenzaron a empañar en lágrimas. Se rendía, todo aquello la superaba. - ¿Por qué los matásteis? - Preguntó señalando al lugar donde estaban los cuerpos de Ginevra, John y el soldado.

- Vine a buscarte... a llevarte a la Capilla para casarnos ya... y... y... - La joven dio unos pasos hacia atrás. Se sentía nuevamente mareada y buscó la pared con su cuerpo para permanecer apoyada en ella. - Necesito una explicación creíble... mi vida... Algo que realmente tenga sentido. - Sus ojos se centraron en Sloth, pensando si les estaba acompañando o no, para luego mirar a Ser Mordred. Alguin debía decir algo. Dar alguna respuesta.

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28/06/2018, 16:18
(2) Sloth ,"El Jorobado de Vaelys"

Sloth llegó a las mazmorras con unos víveres en la mano, pues con ellos esperaba recibir al fin respuestas del Targaryen. Se había cansado Sloth de tantos rumores, secretos y personas malvadas, por eso decidió tomar las riendas de la situación. El Targaryen sabía dónde se encontraba su señor y le iba a sacar la información, le costara a Sloth lo que le costara. Sloth no creía en esos comentarios malintencionados que decían que Lord Vaelys había muerto. No podía haber muerto, tantas desgracias juntas no podían ocurrirle a su familia.

Cuando Sloth bajó, algo lo paralizó. Sangre. Había sangre. ¿De quién era? ¿Del Targaryen? Sloth pensaba que aquello no sería tan malo, a fin de cuentas. ¿Quién era aquella muchacha? ¡Lady Tabitha! Sloth fue corriendo hacia ella, dejando caer la fruta y el pan que había traído.

- ¡Mi señora! ¿Estáis herida? ¿Es esta vuestra sangre? –preguntó Sloth, lleno de terror, tomándola de las manos y comprobando que su cuerpo estuviera intacto. Cuando Sloth se aseguró de que así era, pudo respirar, pero su ansiedad no se esfumó del todo. No, Sloth tenía mucho miedo, Sloth había visto esa sangre y tenía mucho miedo-. ¿Qué ha sucedido, mi señora? Contádselo a Sloth.

Pero no hizo falta que Lady Tabitha se lo contara.

El Targaryen y Mordred… juntos. El primero había escapado de su celda y el segundo había escapado de las manos de los guardias, pues ellos deberían haberlo encarcelado en el momento en el que puso pie en la Fortaleza. Oh… ¿qué era aquello con lo que Mordred cargaba? No… no podía ser. Los ojos de Sloth lo reconocieron, reconocieron a su señor. No era posible. Las lágrimas nublaron su visión e inundaron sus mejillas. Infarto... ¿infarto? No, no tenía sentido. ¿Qué hacía allí su cadáver? ¿Por qué sus enemigos lo transportaban? Rápidamente Sloth pasó de la tristeza a la ira.

Con instinto protector, Sloth se interpuso entre el Targaryen y Tabitha, apartando a esta hacia atrás con el brazo-. Mi señora, corred. Corred tan rápido como podáis, Sloth os lo suplica. Sloth no quiere otra muerte más y menos la de una de sus pequeñas. ¿Queréis una explicación? Sloth vino aquí a preguntar al Targaryen por el paradero de vuestro padre y él lo sabía. Él sabía dónde se encontraba, pero no se lo quito decir a Sloth. Se rio de Sloth. Y Sloth ha escuchado hace un rato que él ha matado a Lord Rhys. Probablemente ayudado por Mordred, piensa Sloth. Así que haced caso a Sloth, haced caso a Sloth. Salid de aquí y dad aviso a toda la Fortaleza –El tono de urgencia de Sloth era más que evidente. El jorobado era lo bastante grande como para bloquear a Lady Tabitha, pero ellos eran dos. Sloth sabía que probablemente no tardarían en pasar por él y, antes de que eso ocurriera, tenía que salvarla. Sloth no había podido salvar a Lord Rhys, pero tenía que salvar a sus hijas.

- Pagaréis por lo que le habéis hecho a Lord Rhys. No saldréis de aquí con vida –Sloth no era amigo de la violencia. Sloth odiaba la violencia. Sin embargo, en ese preciso instante, Sloth estaba dispuesto a dejar atrás sus principios, pues prefería ver la sangre correr por sus manos a ver el cadáver de otro ser querido.

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28/06/2018, 19:54
(0) Ser Mordred Rowain

Mordred andaba aun cavilando sobre todo lo que había ocurrido. Entendía que los juegos de poder de los que intentaban hacerse con la Casa Vaelys pudieran ser reprochables, pero sin saber cómo se había visto envuelto en una guerra sucia y descontrolada, que salpicaba a todo aquel que se acercaba. Tan caótico era el conflicto que él mismo había terminado camianndo junto a un Targaryen. Inmerso en sus propios pensamientos, se sorprendió al ver que las mazmorras no estaban vacías. Se vió entonces con sentimientos encontrados: Ver a Lady Tabitha era un alivio y una suerte, pero la presencia de Sloth suponía problemas.

Tras la sorpresa inicial por parte de los cuatro, Mordred dejó que el resto hablara. No quiso moverse más de la cuenta, ni siquiera soltó a Lord Rhys, y observó la reacción de los presentes. Cuando Sloth pareció ponerse lo bastante alterado como para hacer una locura, alzó una mano en señal de paz.

- Permitidme que os resuelva todas las dudas para las que disponga de respuesta. -dijo con calma, al tiempo que dejaba el cuerpo de Lord Rhys con cuidado en el suelo, con la espalda contra la pared, como si solo estuviese dormido.- De hecho, os haré un relato de los últimos acontecimientos ocurridos, porque creo que todos los presentes se beneficiarán de él. Como varios de los invitados hemos podido comprobar, hay un complot en marcha. Varios traidores han obrado contra esta familia, posiblemente siendo Lord Rhys su primera víctima. -miró con ternura a Tabitha, entendiendo que hablar de aquel modo de su padre podría hacerle sentirse mal.- Siento que tengáis que oir esto, Mi Señora. Pero vuestras hermanas también han sido víctimas, posiblemente envenenadas como vuestro padre. Podéis comprobarlo, Lord Rhys no tiene marca alguna de violencia. Quien fuese que llevó a cabo el asesinato del Señor de la Casa -desvió la mirada durante un instante hacia Sloth.- lo escondió en la cripta de Richard Risefeller, pero su paradero fue descubierto, al menos, por Ginevra. -volvió a girarse hacia Tabitha.- No olvidéis ese detalle, Mi Señora, será importante en un momento.

Comenzó a caminar pasillo arriba y abajo, con las manos a la espalda, como el profesor que recita la lección. Intentaba no olvidar ningún detalle clave, pues entendía que parte de todo aquel entuerto podía ser resuelto allí mismo.

- Lady Lenia llegó al recibidor, donde varios de los invitados nos encontrábamos, sin fuerzas y apunto de desfallecer. Sloth, quien nos entretenía con sus malabaras, pareció saber qué estaba ocurriendo antes de que vuestra hermana dijera, o intentara decir, una sola palabra. Él había sido enviado por vuestra madre, no olvidéis este detalle tampoco... Por dónde iba... Sí, el recibidor. Lady Lenia nos pidió que fuéramos a toda prisa al Septo, donde no encontramos nada fuera de lo común. Momentos después, apareció Lady Myriah con varios acompañantes. Nos enteramos de que Fiona había sido herida y que debía encontrarse en el Septo, cosa que no fue así. Informamos a la Señora de las desdichas ocurridas a sus hijas, a lo que ella no solo no pareció sentir dolor alguno, sino que se comportó como si... -paró de caminar.- Como si ya lo supiera y no le importara lo más mínimo. Fue entonces cuando vos llegásteis, Mi Señora, y cuando yo y otros de los allí presentes fuimos expulsado de malas formas. -continuó caminando, mirando a ninguna parte.- Bajo la sospecha de un envenenamiento en una reunión privada previa a nuestra llegada a la Fortaleza, bajé a las cocinas para intentar descubrir alguna pista. Allí me encontré con John Kalhan, quien luchara junto a mí en la Guerra del Usurpador, y quien resultó ser en su última hora un traidor y un cobarde que ataca por la espalda. Me dijo que Fiona había, en realidad, sido asesinada, y que Ginevra era la sospechosa y que se encontraba en las mazmorras. Con él bajé hasta aquí para hablar con ella, momento en que la ama de llaves nos reveló el fatídico destino de vuestro padre y el lugar donde se hallaba su cuerpo. Pero cuando me disponía a comprobarlo, John y el soldado encargado de velar las mazmorras intentaron apresarme. Los Siete quisieron que hubiera alguien más cautivo en estas celdas -alargó una mano para señalas a Viserys-, quien había sido enjaulado para ser protegido contra una supuesta amenaza desconocida. Ser Viserys consiguió salir y evitar que la tragedia y la traición se consumaran. -sonrió entonces, entendiendo que tenía que confesar su parte en todo aquel asunto.- MI traición, en este caso. Mi Señora, es sabido por todos que Lord Rhys y yo sentíamos antipatía mutua. Fue un cobarde, y deshonró a los que murieron en su nombre en una guerra a la que no quiso ir. Ha hundido su Casa tan hondo que Lady Myriah ha montado este circo para casar a alguna de vosotras. Y os confieso que esperaba que no surgiera ninguna boda de esta fiesta. A decir verdad, en cuanto los rumores de la muerte de Lord Rhys llegaron a mí, centré mis esfuerzos en apoyar a Ser Edric Colina como heredero, pues entendía que en su figura, esta Casa retomaría el ímpetu y el honor de antaño. John intentó detenerme, pero lo hizo atacándome por la espalda, aunque eso ya os lo he explicado. Lo que debe importaros es que he comprendido que hay otra opción, que reside en vos y Ser Viserys -fue a acercarse a ella, pero no quiso alterar a Sloth-, y en el hijo que lleváis dentro. Por eso hemos traido a vuestro padre aquí, para ocultarlo de Ser Edric, pues si llegara a saber que Lord Rhys ha muerto, eso lo convertiría por derecho en el nuevo Señor de la Casa Vaelys.

Hizo una pausa, pues se daba cuenta de que había explicado muchas cosas que necesitarían un tiempo para ser del todo comprendidas. Sin embargo, y dadas las circunstancias en que se encontraban, se vió obligado a proseguir.

- Vuestra seguridad y la de vuestras hermanas sigue en peligro, Mi Señora. Y ya que he sido sincero con mi huella en todo este asunto, lo seré también con mis sospechas sobre qué está ocurriendo, pues yo también necesito escuchar un relato sobre lo ocurrido hoy aquí. -se centró entonces en Sloth, aunque no dejó de caminar por el pasillo.- Que me perdone quien deba perdonarme, pero no me queda más remedio que apuntar al bueno de Sloth como responsable de la muerte de Fiona Ironsmith, y posiblemente también como brazo ejecutor en el envenenamiento de las Damas, quien sabe si también de Lord Rhys. Pero no te preocupes antes de tiempo -dijo alzando las manos y con expresión suave-, entiendo que la culpa final no es tuya. Tú solo seguías órdenes, ¿no es así? El plan no fue tuyo, sino de Lady Myriah. La Señora de la Casa quería a Lord Rhys muerto y a sus hijas fuera de combate, por motivos que escapan a mi entendimiento. Ella te mandó expresamente a entretenernos en el recibidor, donde la llegada de la maltrecha Lady Lenia te sorprendió tan poco, porque ya sabías qué había ocurrido. Quería evitar que llegáramos al Septo, para que no viéramos a Fiona, de quien alguien ya se ocupó de hacer desaparecer, o apra que no presenciáramos la siguiente fase de su plan. Tal y como yo lo veo, Fiona descubrió parte de lo que estaba ocurriendo, y Lady Myriah te mandó a acabar con ella. Luego la Señora ordenó que se encarcelara a Ginevra como culpable, quizás porque la ama de llaves había encontrado el cadáver de Lord Rhys e informado a la Señora, convirtiéndose de pronto en una molestia para ella. Dos ratones de un solo escobazo... Pero tú no eres malo, Sloth. Solo cumples órdenes de alguien con un plan oscuro y sin límites. Si realmente te preocupa Lady Tabitha, ahora es el momento de contarnos lo que está ocurriendo. Has sido utilizado, pero tienes la posibilidad de corregir tus errores.- hizo una leve reverencia hacia Tabitha.- Mi Señora, espero que encontréis en vuestro corazón la capacidad de perdonarme por cualquier mal que haya podido causar, y que confiéis en mí y en mis buenas intenciones para con vos, vuestro amado y vuestras hermanas. ¿Podéis vos añadir algo a todo este asunto?

Notas de juego

Ojo al tocho! XD

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28/06/2018, 23:05
(1) Tabitha Vaelys

La reacción de Sloth hizo comprender a Tabitha que no estaba con ellos, aunque fue algo que tardó un poco en asimilar y darse cuenta de ello. Ni tan si quiera fue capaz de responder a las preguntas del más fiel sirviente de la casa. Sirviente que habló apresuradamente a la joven y que solo hizo confundirla más. Pero sus lágrimas eran tan reales como las de la segunda hija de los Vaelys.

- No me iré Sloth. Quiero respuestas a mis preguntas y él... no podrá hacerme más daño del que podría causarle a él mi propia muerte. - La joven puso su mano sobre el hombro "sano" de Sloth, buscando así calmarle un poco. Si no tomaba las riendas de aquel asunto, todo aquello terminaría muy mal. - Amo a Viserys y él sería incapaz de hacerme daño alguno. Necesito que te calmes y que... que puedan explicarse.

Los ojos de la joven miraban a Viserys. Su corazón la decía que le abrazase con fuerza y que huyesen de aquella pesadilla. Juntos serían felices sin nadie más entrometiéndose entre ellos y pronto serían tres. Su cabeza, su conciencia, querían saber que había pasado y todo apuntaba a que no la iba a gustar nada lo que tanto su amado, como el hombre que le acompañaba, fuesen a decir.

Entonces Ser Mordred rompió su silencio de tal manera, que no dejó hablar a nadie más. Tabitha le iba escuchando mientras observaba sus gestos con detenemiento. No pasó desapercibido para la joven, como dejó el cuerpo del hombre que tanto odiaba con aquella delicadeza en el suelo mientras su mente iba viajando por los momentos que el hombre iba narrando. Recordó a Sloth haciendo malabares para los invitados en el recibidor y de como insistió para llevarse a su hermana Lenia a su dormitorio. Era algo que le llamó la atención en su momento, puesto que su hermana estaba bien acompañada y aquella mudez no era para tanto. Pero enseguida lo borró de su mente pues Sloth siempre se había ocupado de ellas, de su felicidad y bienestar. Y sin duda alguna, si alguien necesitaba tener a Sloth a su lado en aquel momento, era Lenia.

John Kalhan... - Pensó en él unos instantes, justo cuando Mordred lo mencionó junto con su traición, recordando como hablaba en el patio junto con aquellos soldados y subían a la Torre de las Vistas para detener a mi amado, interrumpiendo nuestra charla y haciéndome huir de allí para protegerme, tanto a mi como a su futuro hijo. Tabitha trataba de asimilar todo, o al menos de buscar alguna contradicción en su historia, mirando de vez en cuando a su amado, recordando esa sonrisa al verla allí abajo y como su rostro cambió a uno más triste instantes después.

Cuando Ser Mordred dijo que la solución para el futuro de la casa sería su matrimonio con Viserys, Tabitha se sonrojó y agachó la mirada, la cual volvió a levantar y miró con sorpresa a Targaryen cuando Rowain añadió el dato del hijo que esperaban juntos. Se suponía que era un secreto, que debía serlo... La joven miró a Sloth, temiendo algún tipo de reacción extraña al enterarse de esa noticia de esa manera. Momento que Ser Mordred aprovechó para seguir hablando.

Las siguientes palabras la dejaron muda. Ser Mordred iba acusando a la propia familia de la joven, a su madre de ser la causante de todo aquello. - ¿Envenenadas? ¿Estamos...? - Miró con terror a Viserys sin poder terminar la frase. La frialdad de su madre respecto a ellas, su trato tan cruel en aquellos momentos que más la necesitaban... - Yo misma la dije que padre había fallecido en la Capilla. Y ni se inmutó. Simplemente hizo que quien me acompañana y yo guardásemos silencio. - Dijo en voz alta y clara para todos, pero sin mirar a nadie. Era como si eso siempre hubiese estado ahí, delante de ella y jamás lo hubiese visto y ahora alguien arrojase luz a todo aquello.

- Sloth, por favor, habla. Cuéntanos lo que sabes. Si Ser Mordred dice la verdad, mis hermanas y yo estaremos en peligro. Y se que no miente en la parte de que madre sabía que padre había muerto. Además, también es cierto que Ser Eric Colina aún no se ha enterado de nada y eso es una ventaja muy grande. - Tabitha caminó colocándose delante de Sloth y le miró fijamente a los ojos antes de clavar una rodilla en el suelo y agarrar las manos del jorobado con las suyas. - Te lo ruego Sloth, necesito saberlo todo. Si él tiene razón, el destino de mi vida y la de mis hermanas está en tus manos. - Sus ojos volvieron a humedecerse nuevamente, pero trató de contener el llanto mientras esperaba la respuesta de su criado.

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29/06/2018, 00:09
(2) Sloth ,"El Jorobado de Vaelys"

A Sloth le daba vueltas la cabeza. Por un lado, Lady Tabitha no se marchaba. ¿Por qué no se marchaba? Sloth tal vez no podría protegerla si se quedaba. Por otro lado, Ser Mordred comenzó a lanzar absurdas acusaciones contra Lady Vaelys y contra él mismo. Pero Lady Tabitha no lo creería. Ella conocía a Sloth desde que nació, sabía que nunca haría nada que las perjudicara. ¿Verdad…?

¿Y qué ha dicho Mordred? ¿Un hijo? ¿Lady Tabitha? ¡Oh, terrible noticia! Sloth sabía lo ocurrido entre Lady Tabitha y el Targaryen, todo por obra del maestre, había escuchado Sloth. Y ahora… ahora… No podía ser. ¿Qué le había hecho ese hombre?

Pero Sloth perdió casi toda esperanza al escuchar a la joven-. Sloth no ha hecho otra cosa más que protegeros a vos y a vuestras hermanas. No, no… Lady Myriah no sabía nada, ella mandó a Sloth a buscar a Lord Vaelys. Ella… ella no es malvada, ella quiere a su familia –le dijo a la joven, con ojos suplicantes. Se negaba a creer tal maldad de una mujer que tanto había dado a los suyos. Luego se giró a los dos hombres.

- ¿Sloth matar a Fiona? ¿Envenenar a las hermanas? ¡No, no es así! ¡Sloth no ha matado a nadie y mucho menos a su mejor amiga en esta Fortaleza! ¡Cómo osas hablar así de Lady Myriah, de Lord Vaelys y de Sloth! ¿Cómo iba Sloth a envenenar a sus queridas damitas? –La furia se intensificaba cada vez más y ocupaba cada minúscula parte de su cuerpo. A Sloth podían insultarlo, reírse de él, tratarlo como un bufón, un adefesio, una visión espantosa… Pero lo que Sloth no consentiría era que lo acusaran a él de matar a Fiona y de hacer daño a sus pequeñas.

Se dirigió de nuevo hacia la segunda hija del Lord, aunque no apartó la mirada de los dos hombres que tenía delante-. Vuestro padre os advirtió contra Ser Mordred, Lady Tabitha, Sloth lo escuchó también. Y ahora intenta envenenar vuestra mente contra Sloth y, lo peor de todo, contra vuestra propia familia. ¡Nadie ha pedido tales cosas a Sloth y Sloth nunca habría hecho algo así! A Sloth le duele que siquiera se os pase por la cabeza. Y Sloth sabe de vuestro cariño por el Targaryen, pero él tiene algo que ver con la muerte de vuestro padre, Sloth está seguro –Alyra no le había querido escuchar cuando la advirtió sobre su amado, pero esperaba que Tabitha sí lo escuchara-. Él se burló de Sloth… se burló de Sloth antes, cuando Sloth le preguntó dónde estaba Lord Rhys y él lo sabía y él no quiso responder a Sloth, se rió de él... –El pobre jorobado se repetía, pues en ese momento se sintió culpable. Pero no culpable de haber cometido un asesinato, sino culpable de no haberlo cometido. Él había tenido delante al Targaryen, a sabiendas de que escondía algo, y no había acabado con él. Había decidido seguir su línea pacifista y dejarle encerrado y vivo. ¡Ojalá Sloth hubiera hecho algo antes!

- Si es cierto lo que dice este hombre, que estáis embarazada, con más razón debéis huir, mi señora. Haced caso a Sloth, por favor, Sloth os lo ruega, os lo suplica… -Las lágrimas que salían de Sloth eran una mezcla de tristeza, rabia y frustración.

- Claro que no hay heridas en el cuerpo de Lord Vaelys, porque lo habrán envenenado, igual que han hecho con vos y vuestras hermanas. Se han aprovechado de su debilidad… No lo creáis, Lady Tabitha, no creáis sus malvadas palabras. Es todo mentira, todo mentira. Lo único cierto que ha dicho es su odio contra vuestro padre y que quería poner al bastardo de heredero. Eso sí se lo cree Sloth. Y, contando dos verdades incómodas, espera poder ganarse vuestra confianza para que os creáis un millón de mentiras. Pero no lo creáis, mi señora, no lo creáis –Sloth hablaba desesperado. 

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29/06/2018, 20:55
(0) Ser Mordred Rowain

- No has dicho nada que desmonte mi teoría -dijo calmadamente-, ni tampoco que demuestre tu inocencia. Somos muchos los que hemos visto la indiferencia de Lady Myriah ante el mal de sus hijas, y Lady Tabitha nos dice que hizo lo mismo ante la muerte de su esposo. Dime una cosa, Sloth. ¿Verdad que amas a las Damas como a tus propias hijas? ¿No se te revuelven las entrañas al saber que alguien quiere verlas sufrir de este modo, quizás morir? Explícame entonces cómo su propia madre puede haberse comportado tan friamente, incluso insultantemente, si no es que ella misma es la fuente de ese mal. Te lo repito: No voy contra tí. Pero la sombra de Lady Myriah se alarga hasta cubrirnos a todos minuto a minuto, y debemos hacer algo. Tú eres un siervo fiel, lo entiendo, pero debes tomar una decisión. ¿Seguirás siendo fiel a la Señora de la Casa, o evitarás que las cinco Damas corran un destino amargo? Si realmente quisiera escupir veneno con mis palabras habría dicho mucho más sobre Lady Myriah, pero no es el momento. Ahora debemos actuar, y eso te incluye.

Caminó de nuevo, esta vez con cierto gesto de cansancio. Sentía que perdían el tiempo repitiéndose, sin llegar a nada nuevo. Decidió dirigirse de nuevo a Tabitha.

- Mi Señora, podéis preguntar a cualquiera que me conozca y os dirán muchas cosas malas de mí. Os dirán que bebo demasiado, que hablo más de la cuenta, que me pierdo por cualquier mujer. Pero no encontraréis a nadie que me conozca que diga que soy un mentiroso. En esta Fortaleza hay hombres que lucharon conmigo en la Guerra, preguntadle a ellos si eso os ha de convencer. Y si eso no fuera suficiente, pensad qué podría sacar yo de todo esto. Ya os he desvelado mis intenciones iniciales, y os confieso que el resto de mi tiempo pensaba emplearlo en vaciar las bodegas de la Fortaleza, pero descubrir que alguien atentaba contra las Damas ha cambiado las cosas. -el tono de su voz cambió de pronto, inconscientemente, volviéndose más suave y triste.- Yo también tengo gente aquí a quien quiero defender, Mi Señora. Y no haber llegado a ella me está matando por dentro. -carraspeó, dándose cuenta de que volvía a hablar más de al cuenta, y se recompuso.- Debemos ser capaces de defenderos, a vos y a vuestra futura familia, pero no contamos más que con una espada. Mi Señora Tabitha, quizás ahora me exceda en mis palabras más que en ningún otro momento, pero espero entendáis la urgencia de nuestra situación. No hay soldado en esta Fortaleza de quien podamos fiarnos, y eso incluyo a los que guardan la armería. Pero hay un arma que duerme en algún lugar de la Casa. Me refiero a la espada de vuestro padre, forjada con acero valyrio. Por lo que a mí respecta, la espada os pertenece por derecho, pero dejadme que la empuñe hasta que la paz vuelva a esta Casa. -se arrodillo frente a la dama.- Hubo un tiempo en que llevé a las troaps de vuestro padre a la guerra y la victoria. Su estandarte ondeó junto al mío, en tiempos que algunos ya empiezan a olvidar. Confiad en mí y en mi disposición a volver a serviros, aunque sea una última vez. ¿Conocéis el paradero de la espada?

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29/06/2018, 21:42
(1) Tabitha Vaelys

Tabitha observaba a uno y otro, cada vez más confusa. Suponía que de alguna manera Ser Mordred estaba diciendo lo que ella realmente quería oir. Que Viserys no era culpable de nada, salvo de robarla el corazón un tiempo atrás y que su fría madre andaba detrás de todo aquello. La malvada perfecta. Pero, ¿dónde encajaban entonces aquellos que consideró traidores? Ser Mordred dio una buena explicación sobre Ginevra, aunque no podía quitarse de la cabeza que "Viserys y Ginevra estubiesen confabulando juntos para destruir a su familia" ni que ella misma, tratase de que Tabitha se alejase del Targaryen y buscase el matrimonio con Kyle. Ser Mordred trataba de convencer a Sloth, pero la joven sabía que así no lograría nada.

- No, no, Sloth. Cálmate. - Repitió nuevamente. - Yo se que tu no has matado a nadie. Pero... ¿y si tiene razón en una cosa? Y si te usaron a tí, engañándote, ¿para traernos bebida o comida envenenada? - Le explicó con más calma. - Tu no sabías que el veneno estaba ahí. Nadie te culpa de nada. - Tabitha le miró con cierta ternura al hablarle. Sabía que podía confiar en él. Su mismo padre se había burlado de aquel hombre en más de una ocasión y siempre le había sido fiel. - Y sí, Sloth... le amo. Y en mi vientre está creciendo un Targaryen, un pequeño inocente que vendrá a esta casa llena de locura si no ponemos fin a todo esto. - Tabitha sonrió al jorobado y le limpió las lágrimas del rostro con su mano. - No es el momento de llorar. Es el de salvar a lo que queda de nuestra casa.

Tabitha se separó de Sloth y caminó hacia Viserys, colocádose a su lado. Lo cierto era que deseaba abrazarle y besarle, pero sabía que eso debía esperar. Simplemente le cogió de la mano y entrelazó sus dedos con los del hombre, que permanecía en silencio. - Astrid tirará hacia los Lannister y yo prefiero estar muerta antes que tener que tratar a esa familia de manera amistosa. Alyra quiere casarse con otro primo nuestro, al cual ni conocemos y con quien tan solo ha cruzado dos frases. Lenia esta loca por un norteño, que parece que la corresponde. Y yo... - La joven apretó la mano de Viserys con fuerza. - ... le quiero a él.

Luego Sloth comentó lo del veneno. - Espera, espera... ¿Cómo estás ahora seguro de que padre ha sido envenenado como lo hemos sido nosotras? ¿Sloth? - Aunque podía ver la desesperación en sus ojos y en sus gestos, Tabitha no pudo evitar preguntarle por aquel detalle.

Ser Mordred se dirigió a ella. - No os equivocáis. Me han dicho cosas horribles sobre vos, al igual que he encontrado a quien aún os defiende. Los soldados de esta casa nos son aún fieles, Ser Mordred. Ellos fueron quienes me avisaron de lo ocurrido con mi padre y quienes están evitando que la noticia se extienda por la fortaleza. - La joven miró al cuerpo de su padre unos instantes. - No quiero más muertes en esta casa. No son necesarias. - Dijo con firmeza en sus palabras y escuchó atenta la petición de Ser Mordred.

- Desconozco el lugar donde está esa espada, Ser Mordred. Y aunque lo supiera, no lo diría. He de respetar la voluntad de padre, quien determinó que nada de armas en este lugar, por lo que os ruego que me hagáis entrega de la espada que poseéis. Se usarla igual o mejor que un soldado, no me cortaré con ella. - Respondió la joven a pesar de tener al hombre de rodillas frente a él. - Debéis entender algo, los dos. - Miró también a Viserys en esta ocasión. - Ahí arriba, ambos tenéis más enemigos que amigos. Si uno solo os ve armados, no preguntarán y se lanzarán a por ambos. Por eso he de quedarme esa espada, por la seguridad de todos. - Su mano libre volvió a colocarse sobre su vientre, protegiéndole. - No quiero un bastardo que jamás pueda conocer a su padre porque este haya muerto cuando aún permanecía en mi vientre. - Miró a su amado a los ojos, rogándole por que intercesiese por ella. Por ellos.

- Sloth, caballeros, lo mejor que podemos hacer ahora es tomar las riendas de la casa, antes de que otro lo haga y calmar los ánimos. Los traidores serán sacados a la luz y juzgados. El septón está en la Capilla, esperando mi llegada con mi amado para casarnos y procurando frenar las ceremonias hasta nuestra llegada. No podemos perder el tiempo en discursiones. ¿Me ayudarás, Sloth? No te lo ordeno como fiel criado. Te lo pregunto como amigo. - Concluyó por fin la joven, tratando así de acelerar un poco las cosas y de mantener al menos un mínimo de control sobre lo que estaba pasando allí. - Tendremos tiempo después para honrar y enterrar a los nuestros.

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29/06/2018, 23:26
(2) Sloth ,"El Jorobado de Vaelys"

Sloth estaba asustado, furioso, cansado y triste. Una mezcla de emociones que llevaba cociéndose desde casi primera hora del día y, ahora, estaban hirviendo en su interior. Pero ¿ver a Lady Tabitha apoyando a quien tanto daño hacía a su familia? Eso fue lo peor. Tal vez fue por ello por lo que, cuando escuchó de nuevo a Mordred, Sloth no pudo aguantar más y explotó.

- ¡Dejad de tratarme como si fuera tonto! –exclamó, perdiendo de repente la tercera persona. Su rostro, iracundo, no parecía entonces tan bobalicón. Su mirada era penetrante y sus palabras, más inteligentes que nunca-. Probablemente hayáis pensado que podáis jugar conmigo, que podáis echarme la culpa de todo y que yo me iba a callar. "Sloth es tonto y no se entera de nada, ¿verdad?" ¿Y vos habéis dicho algo que demuestre vuestra inocencia? Lo único que habéis dejado son tres cadáveres sangrientos en una celda y a un cuarto, a mi señor, en el suelo. Esos son vuestros argumentos, lo demás son excusas. Se me revuelven las entrañas, sí. Por eso estoy aquí, enfrentándome a vos. Porque vos sois la mayor amenaza para esta familia, incluso más que el bastardo Colina. Vuestra aparición con el cuerpo de nuestro señor bastante bien lo demuestra.

No podía tampoco seguir escuchando tales infamias contra su señora. Que la tacharan de mala madre era algo imperdonable y que Lady Tabitha apoyara tales ideas, sorprendente. Sloth siempre pensó que con quien más chocaba la joven era con su padre, no con su madre. ¿A qué venía ese cambio? A las palabras envenenadas de Ser Mordred y el Targaryen, claramente.

- Lady Myriah ha estado todo el día estresada, aterrorizada por amenazas, por las enfermedades de sus hijas, por preparar una fiesta, por atender a todo el mundo, por prepara un funeral. Si se ha mostrado fría, es fruto de esas preocupaciones, fruto de su deber como señora y anfitriona. Pero todas las tareas que me ha encomendado tenían como objetivo proteger a su familia ante todo –Entonces, Sloth resumió en una lista todo aquello que su señora le había mandado durante el día-: "Busca a mi marido, Sloth. Busca a Ginevra, Sloth. Ve a hablar con el prisionero, él sabe dónde está el Lord, Sloth. Vigila a tal persona, es sospechosa, Sloth. Voy a llevar a mis hijas a descansar, están enfermas, Sloth. Entretén a los invitados mientras yo preparo el funeral por Fiona, Sloth. No dejemos que esta tragedia arruine el día de mis hijas, Sloth". ¿Esas son las palabras de una mala madre? ¿Y os creéis que no me doy cuenta de las consecuencias de vuestro plan?

Se giró hacia la joven, la desesperación en sus ojos-. Lady Tabitha, pensad en lo que ocurriría si le hacéis caso, si os casáis con Viserys y asumís el control de la casa. Acabamos de pasar una guerra contra los Targaryen, sus aliados han sido derrotados. Si se alza como señor de esta casa, ¿creéis que el Rey y todos los lores de los Siete Reinos no cabalgarían hasta la Fortaleza para mataros a todos? ¿Al Targaryen, a vos… y a vuestro hijo? De sobra es conocido el odio del Rey Robert por esa familia. Arrasarían con todos, ningún ejército apoyaría vuestra causa. Tal vez sea lo que Mordred quiera. No le hagáis caso, sus intenciones son acabar con esta casa, con todos los Vaelys y poner a otro al mando.

El corazón de Sloth se iba rompiendo poco a poco, a cada frase que decía su señora. ¿De verdad Lady Tabitha lo veía tan ingenuo como para pensar que alguien podía engañarlo para dañar a sus damitas? Era cierto que siempre se había hecho el necio, pero pensaba que las hijas de su señor lo conocían mucho mejor.

- Yo no os he servido nada, ni ayer ni hoy. Me he dedicado únicamente a supervisar a los criados y a protegeros a vosotras.

Escuchó de boca de Lady Tabitha los planes que sus hermanas ya tenían formados. Lenia… Sloth había conocido a ese norteño y le había parecido honorable. Pero Alyra, ¿casándose con un primo? ¿Con Edric Colina? No, eso no podía ser. Eso Sloth tendría que evitarlo, Alyra no sabía dónde se metía. Igual que Tabitha tampoco sabía dónde se metía.

- No estoy seguro de que haya sido envenenado. Pero como el propio Mordred ha dicho, no hay heridas visibles en su cadáver. Y él mismo ha hablado de venenos sobre toda la familia. Así que, ¿de qué otra forma pueden haberlo matado?

¿Mordred quería una segunda espada? No, por encima del cadáver de Sloth. Ese hombre quería provocar una sangría en la Fortaleza y él no pensaba permitirlo. Su angustia se alivió ligeramente al ver a su señora pedía el arma que portaban los dos traidores, aunque no estaba del todo tranquilo.

- A vos os ayudaré, mi señora. A él, no –dijo, señalando a Viserys. A Sloth le dolía negarse a las peticiones de sus señoras, pero la familia estaba por encima de todo. Y él protegería a los Vaelys de amenazas como él-. Él no es digno para llevar las riendas de esta casa. Me duele que confiéis en dos enemigos de la familia, Lady Tabitha. ¿Queréis casaros con él? Entonces el mejor consejo que puedo daros es que huyáis tan rápido como os sea posible y lo mantengáis en secreto; vuestro matrimonio y a vuestro hijo. Yo no diré nada. Pero os ruego que no lo hagáis. Vuestra madre y hermanas os protegerán a vos y la criatura. ¿De verdad deseáis enfrentaros a ellas y ocultarles la muerte de su propio padre? Sois inteligente, ¿de verdad pensáis que este hombre quiere vuestro bien? El amor os ciega, mi señora.

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02/07/2018, 14:05
(0) Ser Mordred Rowain

- No soy yo quien porta la espada -dijo levantándose y mostrando las manos vacías-. Y aunque no puedo hacer nada en contra de vuestra decisión, sí os diré que es errónea. No hará falta que vean a Ser Viserys armado para que vayan a por él. -inspiró profundamente, algo harto de que nadie pareciera ver las cosas del mismo modo que él.- Espero que tengáis con vos la gracia de los Siete, pues todo esto es una mala idea.

Se alejó un par de pasos, frotándose la cara con las manos, intentando relajarse. Pero los comentarios de Sloth empezaron a hervirle por dentro. Habló entonces con un tono de voz más alto y violento.

- ¿Además de jorobado eres sordo? ¡Nadie te está culpando directamente! Hay un complot en marcha y tú te has visto metido en él. Eres otra víctima, ¿lo entiendes ahora? Deja de intentar girar las cosas sobre lo malo que Viserys o yo podamos ser y dinos qué piensas hacer para ayudar. ¿Vas a enfrentarte a Viserys para detenerle? Adelante, me encantaría verte intentarlo. Si no, plantéate al menos por un segundo la posibilidad de que yo tenga razón y que Lady Myriah haya estado usando al servicio para sus asuntos turbios. Es solo una teoría, necesitamos averiguar más, pero no voy a rechazarla solo porque ella te haya tratado a tí con normalidad. Puedes ir a preguntar a los invitados si ellos han visto la misma actitud. Pregunta al Príncipe Overyn, que estaba conmigo en la capilla. ¿Crees en la inocencia de La Señora? Perfecto, hagamos algo por ver quién está detrás de todo esto, entonces. Pero con esta conversación ya veo que no vamos a conseguirlo, así que decide qué vas a hacer. -hizo una breve pausa, como distraido en sus propios pensamientos, y se dirigió a Tabitha con un tono ahora más calmado.- Yo puedo acercarme a Ser Edric para ver si la noticia de la muerte de vuestro padre ha llegado a él. ¿Pero quién es ese primo con el que Lady Alyra pretende casarse?

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03/07/2018, 13:41
(1) Tabitha Vaelys

Tabitha dio un paso atrás, alejándose de Sloth cuando este exclamó aquellas palabras, dejando de hablar como era habitual en él. En su rostro se reflejó la sorpresa al ir escuchando sus respuestas, sus palabras y, quizás lo que más la llegó a doler, su forma de hablarla. Buscó protección en los brazos de su amado sin dejar de mirar al enojado jorobado. La intención de la joven no había sido otra más que tratar de calmar las cosas y buscar una especie de consenso entre todos. No quería herir a Sloth, pero amaba a Viserys y realmente quería casarse con él.

- Yo, no... no... - Tibuteaba ante las palabras de Sloth. - No pensé en que los Lannister fuesen capaces de atacar la Fortaleza y Viserys y yo nos alzábamos en ella... Eso sin duda acabaría con toda mi familia, con mis hermanas, con mi amado... - Miró a Viserys y tembló. - ... a nuestro hijo. - Eso no podía permitirlo. Comenzó entonces a ver con claridad porqué el jorobado quería que huyese de allí, aunque la desconfianza hacia él se empezaba a apoderar de ella. - ¿Desde cuando está engañanado así a la familia? ¿Estarían mis padres al tanto de esto?

Que Sloth no les hubiese servido nada también cambiaba mucho las cosas, puesto que él no había sido engañado por nadie. Y quizás no hubiese veneno en su cuerpo ni el de sus hermanas. Aún así, escuchar a Sloth hablar así, dándole la razón por un momento a Ser Mordred cuando este apoya la teoría del veneno. - Ahogado. - Dijo la joven sin pensar. - O quizás su enfermedad... Eso ahora da igual. Sloth, hay que salvar esta casa, a esta familia. Y madre sabe que padre ha muerto, se lo dije y no me hizo caso. Y Alyra lo sospecha, pero no tuve valor para confirmárselo. Sabes lo que adoraba a padre.

Los ojos de la joven se volvieron a empañar en lágrimas cuando el jorobado dijo que la ayudaría, pero que solamente a ella. - Viserys no es un enemigo de la familia. De serlo, padre no le hubiese dado cobijo tras la guerra bajo nuestro techo. - Dijo la joven para ambos. - Otra cosa es que algunos invitados quieran su cabeza de trofeo, pero... - Miró a Viserys después de escuchar a Ser Mordred y ver sus manos vacías. - Confíame esa espada como te he confiado yo a ti mi corazón.

Luego se giró a Ser Mordred. - Desde el primer indicio de sabotaje, de traición... todo esto se convirtió en una mala idea. Ahora solo me importa salvar a mi familia y a mis seres queridos... y Sloth, si casarme con Viserys la primera, calma las cosas lo suficiente como para poder orden en la Casa y quitar la mitad de los problemas, que así sea. Si realmente me ama como espero que así sea, será capaz de renunciar a la Fortaleza y cedérsela a una de mis hermanas y su marido en cuanto se casen. Huyendo lejos después.  - Tabitha estaba decidida en casarse con su amado, ahora más que nunca. A ella no le había preocupado jamás el hecho de casarse, no tenía intención ni ganas de dirigir la casa, a la familia. Pero sabía y entendía el significado de una boda en aquellas circunstancias.

- No podemos perder más tiempo discutiendo esto. Sloth, necesitamos tu ayuda, por ellos... - Dijo refiriéndose a los dos hombres. - Por la casa, la familia. Tu sabes mejor que nadie que jamás soñé con ser la matriarca de la misma. Sabes que renunciaré llegado el momento.

- Y no, no quiero a nadie lejos de mi lado y menos aún cerca de Ser Edric. - Dijo un tanto más seria. - Ni quiero más discursiones entre nosotros. La mayoría están en la Capilla. Vayamos allí, veamos como están las cosas y que sean los Siete quienes decidan. - La joven dudó en decirle el nombre del nuevo primo descubierto y prefirió mantenerlo en secreto. No por él en sí, sino por la fuerza que podría ejercer el no saberlo. - Si queréis saber de quien se trata, está en la Capilla, seguramente pegado a Alyra, puesto que ella le ha propuesto matrimonio y él ha aceptado.

Miró a Sloth. - ¿Realmente debemos seguir aquí discutiendo por nada? Le prometí a Mira que regresaría en breve agarrada del brazo de mi amado a la Capilla y eso pretendo hacer. - Tabitha miró nuevamente a su amado, esperando que este la entregase la espada antes de salir de las mazmorras.

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05/07/2018, 12:15
Viserys Targaryen

Viserys Targaryen había permanecido tan silencioso como siempre. Era un hombre de pocas palabras y siempre dejaba a los demás hablar antes de que él interviniera. Asintió todo el tiempo a las palabras de Ser Mordred, sin mucho más que añadir, pero cuando Tabitha propuso que la espada se la dieran a ella, el Targaryen negó. ¿Dónde se había visto empuñar una espada a una mujer embarazada?

Cuando alcance el Trono de Hierro, Ser Mordred será mi más fiel guardia y por eso no te entregará la espada, querida. Es mejor que la guardemos y la use en nuestro favor. ¿Y qué es eso de que no sabes dónde está la espada de tu padre? Yo mismo te la di para que la escondieras. Será mejor que vayas a por ella, donde quiera que la hayas escondido y la traigas. Tal y como dices, no son pocos los enemigos que tenemos allí arriba, pero si es necesario que el septón nos case, aunque sea por la fuerza, así lo haremos. ¿Queda claro? Dijo hablando muy serio a su amada. No dejaré que nuestro hijo se convierta en un bastardo por no casarnos a tiempo. Nos casaremos ahora mismo y se hará cuanto antes. Después reuniremos un ejército y recuperaremos el Trono de Hierro y tú serás La Reina de los Siete Reinos y nuestro hijo el heredero que necesita este mundo. ¿Entendido? Viserys parecía tener el plan más que estudiado, sabía cuál era la siguiente pieza que tenía que mover y sabía que ficha tocaba comerse en esa partida.

Sus ojos miraron directamente a Sloth que parecía haber fingido un comportamiento hasta entonces. 

Los Targaryen perdimos la guerra por muchas razones*, pero ahora yo comandaré a nuestro ejército. Tenemos aliados muy poderosos y esta casa posee una gran cantidad de oro que nos servirá para pagar a mercenarios que luchen a nuestro lado. Además, muchos son fieles a la casa Vaelys y Ser Robert está perdiendo el favor de sus hombres y su gobernados. Los Targaryen también hemos tenido muchos seguidores y tan solo es necesario recuperar esa fidelidad que nos entregaron entonces y que mi padre tras su locura, perdió. Además, Lady Tabitha será una gran reina, y será la primera mujer que comande a su propio ejército Viserys no hacía más que mirar el futuro y por pensaba que Tabitha como una gran líder. Además, cuando seamos reyes de los Siete Reinos podrás dejar la Casa Vaelys en manos de la hermana que tú quieras y no tendrás que hacer caso de ese estúpido testamento que hizo vuestro abuelo. Nosotros seremos los reyes y nosotros dictaremos las leyes.

En ese momento, Viserys Targaryen levantó la espada y apuntó al cuello de Sloth, ya has oído a Ser Mordred, o estás de nuestro lado o estás en nuestra contra, dijo mientras el pobre jorobado sentía como el filo de su arma se le clavaba con tan solo respirar. Si estás de nuestro lado, ayúdanos a que podamos casarnos, ayúdanos a hacer que Lady Myriah se mantenga al margen, y si no lo estás, apártate de en medio y métete en esa celda o sino... Viserys hizo un gesto de tan solo un par de centímetros que hicieron un breve corte en la garganta de Sloth provocando que empezara a sangrar. Tan solo era un par de gotas de sangre, pero la advertencia era más que evidente. O estaba con ellos, o estaba contra ellos.

Toma una decisión ya, Sloth. Nosotros nos vamos a la capilla.

 

Notas de juego

*No es que yo me considere un experto en JdT así que prefiero dejar en el aire estos motivos

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05/07/2018, 13:34
- Narrador -
Sólo para el director

Viserys irá por los pasadizos y esconderán los cadáveres en ellos.