Partida Rol por web

Castillos y Caballeros

Las Mazmorras

Cargando editor
06/07/2018, 11:50
(1) Tabitha Vaelys

Tabitha se quedó helada ante las palabras de su amado. Sabía que no era el momento, pero esperaba algún gesto cariñoso hacia ella, un abrazo protector, una sencilla caricia que mostrase su apoyo a la joven con todo lo que estaba pasando. Simplemente por la muerte de su padre, que estaba allí en el suelo, de cuerpo presente. En cambio solo recibió lo que para ella eran órdenes en un tono serio. Instrucciones de algo de lo que ya la habían avisado anteriormente. Tabitha miró a Sloth lamentándose por no escucharle y preferir seguir el camino de su corazón. Pero lo que quizás más la dolió, fue saber que Ginevra había muerto mientras que ella misma pensaba que era una traidora y que todo aquello que le contó sobre Viserys era una burda mentira para mantenerla separada de su lado.

Tabitha se separó del hombre, quedando alejada de todos al menos a un par de pasos de distancia. Miraba a Ser Mordred y a Viserys pensando cuando habían forjado aquella alianza. Si había ocurrido todo allí mismo o si venía de atrás. - Entonces... Ginevra tenía razón... - Dijo al fin la joven con voz temblorosa y con dolor en su corazón. - Viniste a por la espada nada más... tu única idea era recuperarla y con ella recuperar el trono. ¿Y yo que he sido para tí todo este tiempo? - Le miró con dolor y lágrimas en los ojos. - ¿¡Un simple juguete!?¿Tu divertimento personal? ¿O quizás otra forma de hacer daño a mi familia? - Lloraba dolida. - Creí que me amabas... no que querías llevar a mi familia a la guerra y a la destrucción. - No había ninguna palabra de consuelo en el discurso de Viserys para Tabitha, no veía ningún gesto de su supuesto amor por ella.

En sus ojos pudo leer la ambición y las ganas de recuperar el trono de Viserys. Entendía el motivo, puesto que ella estaba en una situación similar en ese momento... pero no las formas. - El Septon solo nos casará por amor, no por obligación ni por amenazar la vida de nadie con una espada. Y yo solo veo odio y ambición en tus ojos ahora mismo. - Dijo un tanto más entera, para luego mirar a Ser Mordred unos instantes. Pero sus ojos se desviaron enseguida a la espada y al cuello de Sloth, viendo con horror como su amado amenazaba la vida del jorobado.

- ¡Basta! - Exclamó Tabitha tratando de interponerse entre el filo de la espada y Sloth. - ¡Dije que no quería más violencia y muerte en esta casa! Estás amenazando a alguien muy querido para mí, aunque haya estado fingiendo ser otra cosa todo este tiempo, forma parte de mi familia, de mi vida. - Tabitha se encaró de esa manera a Viserys. La dolía todo aquello, ver a su amor amenzando a Sloth, saber que todo este tiempo había vivido una fantasía, que su tiempo con Viserys había sido una farsa. Que él solo buscaba su trono, ser el rey.

Tabitha sacó un pañuelo y lo colocó sobre el corte de Sloth, limpiando con él su sangre, confiada en que Viserys no se atrevería a dañarla. No porque la amase, sino por el hijo que llevaba dentro y lo importante que era ella misma en su plan para recuperar el trono. - Vuelvo a repetir lo mismo. - Dijo más tranquila al ver que el corte no era gran cosa. - Yo llevaré la espada oculta bajo mi ropa. En caso de que alguien, quien sea, decida atacar a alguno de los dos, yo misma os entregaré la espada. - Dijo seria, girándose hacia ambos hombres. Llevando ella la espada se aseguraba al menos de que no moriría nadie de manera innecesaria. - Y no intercederé. - Añadió segura. Los únicos armados en la fortaleza eran los guardias y esperaba que estos no hiciesen nada si la veían a ella caminar junto a los hombres desarmados y de manera voluntaria.

- Y no formaré parte ninguna de un matrimonio forzado, - dijo tras pensar un rato en ello, su corazón seguía diciéndola que él la amaba y necesitaba saberlo, - por mucho que te ame, no veo que tu sientas lo mismo por mí. ¿Quieres que me case contigo? Demuéstrame de aquí a la Capilla que realmente me amas y que confías en mí... Tu primer acto de fe, será entregarme la espada. ¿Quieres que sea tu reina? ¿Ser el señor de la fortaleza y alcanzar tu sueño? Ya tienes el camino marcado. - Las tornas habían cambiado y Tabitha se aferró a ese dolor que sentía para tomar fuerzas y tratar de enderezar la situación. Buscar si esa sonrisa inicial de Viserys al verla en la mazmorra, antes de su rostro de tristeza, había sido real o solo una mala jugada de su imaginación. - Si confías en mí, sabrás que te devolveré la espada en cuanto estemos en peligro. Pero no permitiré que seas tu quien cree esa situación empuñando el arma por los pasillos de mi hogar.

Se giró hacia Ser Mordred. - Vos sabíais todo esto desde el principio, ¿verdad? Dudo mucho que os haya elegido como su mano derecha así, de pronto... y os haya contado de mi estado y nuestra relación sin conoceros. Decís que quereis demostrar que sois fiel a la casa Vaelys, os arrodillasteis ante mi... al igual que con él, os pediré la muestra de que puedo confiar en vos y vuestra palabra. Entiendo que al menos seréis menos cabezota que Viserys y entendereis porque quiero portar el arma, oculta. - Insistió. - Lograd que me la entregue si no hace caso a mi petición y mantengamos todos la calma. - Miró a Sloth. - Tu también, Sloth. Arreglaremos todo esto... Aunque no se como.

Notas de juego

*No es que yo me considere un experto en JdT así que prefiero dejar en el aire estos motivos

No me crucifiqueis... Yo no he visto aún JdT. Eso de que me decapiten a Stark... me jodió. Adoro a ese actor y me mata verle morir tanto xDD

Pero juro que la tengo descargada enterita y pendiente de ver ^^

Cargando editor
06/07/2018, 14:25
(0) Ser Mordred Rowain

Mordred presenció la escena en silencio. Hacía rato que sentía la necesidad de salir de aquellas mazmorras, pero cuando parecía que el desarrollo de la conversación les iba a llevar a una conclusión, la dulce pareja tuvo su pequeño momento de sinceridad emocional. Resopló y miró a otra parte, esperando que terminaran rápido, pero cuando vió la espada apuntando a un nuevo cuello se puso alerta, listo para actuar si la situación se descontrolaba demasiado. Esperaba que Sloth no hiciera ninguna locura, pero la reacción de Tabitha alargó al toma de aquella decisión.

- Mi Señora... -dió un par de pasos hacia ella, para evitar que la dama resultara herida, pero paró en seco.

Mordred se sorprendió de pronto por la valentía de la dolida joven, y entendió que las tornas habían cambiado. Viserys necesitaba a Tabitha, y quizás realmente la amaba, por lo que ella había empleado muy inteligentemente su posición privilegiada. Incluso se permitió sonreir al ver que ahora era ella quien hacía demandas, y no quiso perder detalle de la reacción del Targaryen. Pero a él también le hizo una petición y una pregunta, y Mordred, aun con media sonrisa, se giró hacia ella.

- Yo he sido convencido para ayudaros por la misma espada que ahora "convence" a Sloth, Mi Señora. Los Siete quisieron que Viserys escapara de su calabozo cuando John intentaba meterme en otro. Que me haya visto mezclado en todo este asunto no era ni por asomo mi intención, como ya os he relatado antes, pero la espada venció a las palabras y aquí me tenéis. ¿Ser Viserys os utiliza para sus propios fines, como lo hace conmigo? Por supuesto. Pero no seré tan necio como para negar que había preocupación en su voz cuando supo que podríais haber sido envenenada. -alzó las manos y negó con la cabeza, pues todo aquello empezaba a perder el sentido para él.- Hagan lo que deban con su vida, pero háganlo ya. Yo no sujeto la espada, así que no puedo dárosla. Pero si me aseguráis que vuestro vestido no os entorpecerá para entregármela lo más rápido que podáis si hiciera falta, y si me prometéis que confiaréis en mi buen juicio y no en el vuestro cuando os la pida, entonces no mostraré oposición a que la escondáis. -hizo una pequeña pausa dramática, observando las caras de los presentes.- Pero yo también tengo mis propias peticiones. Soy el único capaz de evitar que Ser Edric se alce como Señor de Vaelys, por mucha boda precipitada que intente llevarse a cabo. Pero no hablaré más al respecto, tansolo diré que en estos momento ya habrá gente preocupada por mi ausencia, y yo no cuento con simples criados entre mis allegados. Sí que diré que no somos los únicos interesados en la espada de acero valyrio, por lo que tenerla con nosotros no es solo cuestión de defensa propia. -empezaba a estar algo más que harto de aquella situación, y en su voz se notaba su intención de acelerar las cosas.- Esta es mi propuesta: Ser Viserys mantiene su espada y aguarda aquí hasta que Sloth tome una decisión, la correcta a ser posible, y Lady Tabitha me acompaña hasta la espada de su padre, la cual podrá mantener escondida si ese es su deseo. Así ambos -señalando con las manos a Viserys y Tabitha- tendrán tiempo a solas para pensar en lo que quieren, en su futuro, en lo que piensan del otro, en el banquete de bodas o en lo que les venga en gana, y cuando volvamos a reunirnos, sea aquí o directamente en el Septo, hagan lo que crean que deban hacer. ¿Les parece?

Mantuvo la mirada a Lady Tabitha, de quien esperaba que entendiera la urgencia de hacer algo de una vez, y dió un par de pasos hacia la salida, esperando a que la dama le mostrara el camino.

Cargando editor
07/07/2018, 21:57
(2) Sloth ,"El Jorobado de Vaelys"

Sloth no podía estar más nervioso. La hija de sus señores se había metido en la boca del dragón, sin darse cuenta. Dio gracias de que parecía estar abriendo los ojos. Aunque, muy a pesar de Sloth, aún seguía amando a aquel que solo traería la desgracia a esa casa.

- No dudo de que Tabitha sería una gran líder. Pero no a vuestro lado. Lo que decís es que queréis arruinar a esta casa para pagar a ejércitos de hombres desleales que dejarán de seguiros en cuanto se os acabe el dinero. Todo por una cruzada imposible… -Ese hombre estaba demente, había concluido Sloth. Lo cual lo hacía incluso más peligroso. No le preocupaba lo que pudiera o quisiera hacer fuera de la Fortaleza, pues sabía que no llegaría muy lejos antes de que lo capturaran los ejércitos leales al Rey. Le preocupaba lo que pudiera hacer dentro, a su familia, si nadie lo paraba antes.

Cuando Sloth notó la punta de la espada en su garganta, no se movió. Su rostro no cambió su expresión ni hizo ademán de apartarse en ningún momento. Sloth no tenía miedo del Targaryen, ni de la espada, ni de morir. Sloth no temía por su propia vida y, mientras fuera a él a quien amenazaran, Sloth se sentiría tranquilo. Pero su tranquilidad se vio revuelta cuando Lady Tabitha se interpuso entre ambos, apartando la espada.

- No, mi señora, dejadlo. No os acerquéis… -comenzó. Pero fue tarea imposible, pues la voluntad y el coraje de la segunda hija de Lord Rhys era mayor que el de muchos. Para desgracia de Sloth, eso sí lo llenó de temor, pues no sabía cómo podría responder el Targaryen. Sloth esperaba que, al menos, no quisiera hacerle daño a su hijo nonato y dejara a la joven ilesa.

Mientras le limpiaba la herida, Sloth la miraba con ojos suplicantes. Si le hubiera hecho caso a Sloth y se hubiera marchado…

Ser Mordred decía haberse convencido únicamente por esa espada, pero ya había mostrado sus cartas, pues había defendido la causa de un hombre demente hacía apenas unos minutos. Seguramente, pensaba Sloth, no había requerido mucho esfuerzo en convencerlo. ¿Y qué clase de guerrero se deja amedrentar por un enclenque, por mucha espada que sostenga? ¿Acaso no ha tenido ocasión de arrebatársela, si así lo hubiera querido? No, a Sloth no le convencía esa explicación y su expresión no dejaba a dudas que no le creía. Él no estaba ahí forzado, él quería causar caos en la Fortaleza y el Targaryen era la mejor oportunidad.

- Lady Tabitha no irá a ninguna parte a solas con vos. Ni con vos tampoco –añadió, mirando a Viserys. Luego, girándose de vuelta a Ser Mordred, dijo-: ¿Queréis buscar esa espada? Yo me uniré a la búsqueda, pues no pienso perderla de vista mientras vosotros estéis a su alrededor.

Cargando editor
10/07/2018, 00:00
(1) Tabitha Vaelys

Tabitha miró a Targaryen cuando Mordred dijo que el tono de su voz fue el de preocupación cuando dijo que la joven podría estar siendo envenenada. - ¿Preocupación por quien? ¿Por mí o por nuestro hijo? - Pensó la joven con temor a pronunciar aquellas preguntas en voz alta y permaneciendo en silencio mientras los demás hablaban.

De pronto todo volvió a dejar de tener sentido en la cabeza de la joven. Ahora Ser Mordred solo ayudaba a Viserys puesto que él empuñaba la espada. - ¿Realmente le ha confesado su plan y mi estado a un completo desconocido? - Miró nuevamente a los ojos de su amado, solo que esta vez de manera suplicante, pidiéndole aquella espada con esa mirada suya, mientras ella misma se obligaba a calmarse y dejar el dolor a un lado.

Pero Ser Mordred insistió de nuevo con el tema de la espada de acero valyrio y eso escamó más aún a la joven, sobre todo con la idea de dividirse. Dejar a Viserys a solas con Sloth, solo podía terminar en tragedia y ella no se fiaba de que Ser Mordred no tratase de hacerse con la espada por su cuenta. Al menos ella, al lado de Targaryen estaba más tranquila y confiada pues de alguna manera sabía que no la haría daño. Pero dudaba de las intenciones del caballero. Cuando iba a decir que no iría con él a ningún sitio, Sloth tomó la palabra.

A la joven se le puso el corazón en un puño cuando escuchó las palabras del jorobado. - Mi buen Sloth. - Observó la reacción de ambos hombres esperando algún tipo de respuesta física a todo aquello, mientras suplicaba porque todo saliese bien. - Nadie irá a buscar la espada. - Sentenció Tabitha en cuanto tuvo ocasión. - Será devuelta a su legítimo dueño cuando llegue el momento. - Miró a Viserys con seriedad, recordando en ese momento la historia que le contó Ginevra horas atrás, cuando aún vivía.

Luego miró a Ser Mordred. - Lo más importante para mí en este momento, es salvar a mi familia y su legado. - Se giró hacia Viserys. - No generar más daño y menos aún empezar una guerra. - La joven recordó parte de la historia de su amado, cuando perdió todo de pequeño en aquella guerra. - Dime, mi vida... - No pudo evitar llamarle así, pues era lo que sentía en ese momento recordando su cruel infancia. - ¿Quieres para tu hijo lo mismo que tuviste tu de pequeño? ¿Recuerdas todo lo que perdiste en aquella guerra? Tu padre, tu hermano... el trono... - Llevó sus manos temblorosas a su vientre.

- ¿Y si nos pierdes a nosotros? El Rey mandará que me ejecuten a mí a y tu hijo para evitar otro alzamiento en los años venideros si te alzas con el más mínimo poder. - Habló la joven con sinceridad y con temor. - ¿Realmente pondrás en peligro el bienestar y la salud de a quienes se supone que amas, por sentarte en un trono de hierro? Y no me digas que lo haces por nosotros, puesto que yo no deseo ser reina, ni señora de ningún ejército, ni dueña de esta casa. Lo único que realmente deseo es... ser feliz con el hombre al que amo, que me trate como a una reina en nuestro pequeño hogar y que tengamos sanos y robustos hijos. - Tabitha ya no sabía que más decir o hacer. Había pasado por todos los estados emocionales posibles en unos segundos. - Sabiendo que mi Casa y mi Familia están bien, cosa que ahora mismo no es así...

- ¿Quieres que me arrodille ante ti y te suplique que me des la espada y que vayamos a la Capilla en paz? - Preguntó a Viserys finalmente, pues era lo único que la quedaba en aquel momento: suplicar. A la joven no se le habían olvidado las palabras de Ser Mordred respecto a su primo, pero en ese momento quería que Viserys entrase en razón y decidiese que era lo más importante para él. Si ella y su hijo o el dichoso trono.

Cargando editor
11/07/2018, 14:55
(0) Ser Mordred Rowain

Mordred no pudo contener una sonrisa ante el esfuerzo continuo de Sloth de hacer cualquier tipo de demanda, como si tuviese alguna otra opción más que acceder a lo que se le pedía o terminar en un calabozo.

- La decisión no es tuya. -dijo cuando se ofreció a acompañarles.

Pero antes de que pudiera decir más, Tabitha decidió omitir de nuevo la necesidad de tomar acciones en lugar de intentar razonar con Viserys, además de volver a negarse a entender la importancia de contar con la espada. Viendo que la dama no parecía dispuesta a moverse de allí y que aquello empezaba a no tener nada que ver con él, dejó escapar una risa sorda y dió un par de pasos hacia la salida.

- Sois claramente hija de Lady Myriah, igual de testaruda. Pues del mismo modo que a ella os habré de responder, pues. Viendo que no aceptáis mi consejo, permitidme que siga con lo acordado y os ayude por mi cuenta antes de que me crezcan raices aquí abajo. Lo que tengan que discutir pueden hacerlo sin mí. No os preocupéis, no me veréis empuñar arma ninguna, pero ya que ni tenéis el detalle de decirme con quien podría estar casándose ahora mismo Lady Alyra, comprenderéis que quedarme aquí quieto me resulte una idea... Poco apropiada. -se giró hacia Viserys.- Queríais que trajera aquí a Lord Rhys y aquí está. Queríais que encontráramos a Lady Tabitha y frente a ella estáis. Solo resta que lleguéis al Septo y os caséis, pero sobre eso yo no puedo hacer nada aquí. -Lanzó una mirada sobre los presentes, con una mezcla de cansancio y desilusión.- Pónganse de acuerdo en lo que deban, yo iré a mantener a Ser Edric ocupado -alzó un dedo hacia Tabitha, temiendo que fuese a negarse-, quieran ustedes o no, y a ver si descubro qué más está sucediendo.

Les mantuvo la mirada un instante. Después miró la espada, pues sabía muy bien que, en cuanto se girara, podría caer víctima de ella. Mantenía la esperancia, sin embargo, de que Viserys no intentara algo así frente a Tabitha, a quien tanto debía demostrarle justamente ahora. Miró a Viserys una última vez y luego a Tabitha, a quien quiso haber dicho unas últimas palabras. Pero calló en el último instante, y se limitó a dedicarle una leve reverencia. Se giró lentamente, casi como si sus ojos no quisieran perder de vista la espada hasta el último momento, y echó a andar hacia la salida.

 

Notas de juego

Ser Mordred sale.

Cargando editor
12/07/2018, 11:26
Viserys Targaryen

Viserys se quedó muy sorprendido ante las primeras palabras de Tabitha y bajó la espada que apuntaba a Sloth. Negó repetidamente y sus ojos empezaron a empañarse en lágrimas. No, nunca vine por la espada. Yo ya sabía de su existencia la primera vez que me marché, he vuelto por ti, y por nuestro hijo. Porque no puedo dejar que le falte de nada, ni a ti, ni a él. Solo quiero lo mejor para los dos, y por eso estoy proponiendo el plan que digo. Ser Rey de los Siete Reinos es lo que me corresponde por derecho y yo quiero que tú seas mi Reina, quiero que tengas a los Siete Reinos a tus pies porque... Viserys dejó unos segundos, no pensaba que fuera a pronunciar aquellas palabras y más viviendo la situación tan tensa que se estaba viviendo en ese momento, porque te amo. Dijo con una sonrisa y lágrimas en los ojos. Y amo el fruto de tu vientre. Jamás pensé que podría tener un hijo, pensé que estaría maldito y que nunca le daría un digno heredero a este reino, pero tú... tú has hecho que germine uno de mis mayores anhelos de esta vida. Viserys sonrió de forma sincera, su rostro mostraba una calma que hasta ahora no había enseñado y sin lugar a dudas parecía sincera.

Viserys dudaba que Tabitha creyera ya en sus palabras pero se arrodilló ante ella y le tendió la espada que portaba. Aquel arma era la única posibilidad que tenía de conseguir sus anhelos pero no si su amada no estaba a su lado. Mi señora, lleva contigo la espada, pórtala tú, y en caso de peligro, tiéndesela a Ser Mordred mejor, que es un caballero de capacidades mucho mayores que las mías. Después hizo una ligera pausa para ponerse en pie ya sin la espada. Recuerda que te confié La Espada a ti. Ahí debías de saber que tú para mí eras lo más importante de esta fortaleza. En cualquier caso espero que ahora puedas confiar en mi y si quieres seguiremos tus planes y tu forma de hacer, pero ya sabes cuáles son mis anhelos y mis deseos para labrar nuestro futuro. Quiero que seas mi Reina. Sentenció.

Pero las palabras de Ser Mordred no le terminaron de convencer y negó varias veces con la cabeza. Ser Mordred, entiendo sus intenciones y sus deseos, pero la Torre del Fénix está prohibida para vos y los soldados de Lord Rhys no os dejarán pasar. Así que me temo que no podréis acceder a La Espada, solo Lady Tabitha es capaz de obtenerla. Podemos acompañarla hasta la Torre del Fénix y esperar a los pies de la misma, aunque... dijo dejando un poco de espacio mientras pensaba... sé que Sloth conoce los pasadizos secretos de esta fortaleza, yo he descubierto algunos, pero no todos. Seguro que él sabe cómo acceder a la Torre del Fénix sin llamar la atención de los guardias, ¿Verdad?

Pero las últimas palabras de Tabitha le rompieron el corazón en mil pedazos. ¿Cómo que no quieres ser Mi Reina? Ante aquella afirmación, Viserys no supo qué decir. Pero ya sabías quién era yo antes de que nos enamoraramos, ya sabías de mis intenciones y de mis anhelos. Yo quiero que tú seas mi Reina, yo estoy cediendo por ti, tendiéndole la espada y luchando por nuestro amor. ¿No me ayudarás a cumplir mis deseos? ¿No dices tanto que me amas? Yo también necesito un gesto por tu parte que me lo deje claro, necesito que me apoyes en esta lucha. Efectivamente ya he perdido mucho y a mucha gente por el camino, por eso no quiero que tengamos que huir, ni ser unos renegados. Amo esta tierra y o trato de obtener mi trono o tendremos que exiliarnos. El Usurpador no dejará que esté aquí, te recuerdo que me desterró y fue vuestro padre quien me acogió bajo su techo.

Las últimas palabras de Ser Mordred le convencieron más. Está bien, id con Edric Colina y distraedle de sus intenciones. Conseguid que no quiera casarse con ninguna de sus primas, y evite a toda costa que sepa de la muerte de Lord Rhys.

Cargando editor
13/07/2018, 21:29
(1) Tabitha Vaelys

Tabitha dudó ante las palabras iniciales de su amado, quería creerle. Realmente deseaba hacerlo, pero escucharle decir que volvió por su hijo y por ella... cuando él no sabía nada sobre aquello, fue lo que la hizo dudar. Además, él tenía la espada en su poder cuando Tabitha fue a verle y le dijo que estaba embarazada. No, definitivamente las cosas no cuadraban con lo que Tabitha recordaba, por muy bonito que lo pintase su amado. Pero cuando le escuchó decir que la amaba, cuando vio aquella dulce y sincera sonrisa en su rostro y las lágrimas en sus ojos, Tabitha se sintió desfallecer.

El corazón de la joven comenzó a latir con fuerza y en ese instante solo quería abrazarse a su amado y disfrutar de aquel sentimiento que compartían. Pero allí estaba Sloth, el cuerpo de su padre presente y más allá los de dos personas muy queridas para la joven. Además, Viserys aún sostenía esa espada en sus manos aunque por poco tiempo. Tabitha se quedó perpleja al verle arrodillarse así ante ella y entregarle la espada con aquellas palabras. No pudo evitar mirar a Ser Mordred y a Sloth, preguntándoles con la mirada si estaban viendo lo mismo que ella.

La joven tomó la espada en sus manos y su amado se puso en pie. - Solo espero que no tengamos que utilizarla. - Fue lo poco que dijo la joven antes de guardarla bajo sus faldas. Si bien era cierto que le confió la Espada aquella noche y que la pidió que la guardase, Tabitha también pensó en la posibilidad de que le ejecutasen por robar a su padre en su propia casa, cuando este le había acogido en ella. El único que le dio cobijo tras su desgracia. Así pues, a Viserys no le interesaría para nada que le atrapasen con la Espada entre sus manos. Lo veía todo claro, como un cielo despejado, pero... ¿por qué se negaba a creerlo?

Nuevamente surgió el tema de ir a por la Espada. Viserys no era tonto y se había imaginado donde la ocultaría, aunque estaba segura de que jamás la encontraría nadie sin mi ayuda. - Como os he dicho, la Espada regresará a su legítimo dueño en su momento. Pero este no lo es. - Repitió con firmeza la joven ante tantas ganas de recuperar aquel arma. Sabía de la importancia de la misma. - Ahora mismo es más importante el destino de esta casa y esta familia, que el de una guerra o la pelea por un trono. - Tabitha hablaba con serenidad y seguridad, tomando cada vez con mayor soltura las riendas de todo aquello. Siendo la Reina y Señora de un Ejército que Viserys había visto en ella.

Ver los ojos de su amado cuando negó querer ser su Reina, al menos como tal, hizo daño a Tabitha por dentro. Jamás se había planteado que ver sufrir a quien se ama pudiera ser tan doloroso. - Yo... - Se quedó sin palabras ante sus explicaciones. Tenía razón en una cosa. El Usurpador vendría a por su cabeza, no tendríamos paz nunca. El futuro de nuestro hijo sería el mismo que el de su padre, vivir en el exilio y huyendo siempre.

Observó como Viserys permitía a Ser Mordred ir a entretener a su primo. El tiempo se agotaba. - La Casa. La Familia. - Pensó mientras se acariciaba el vientre. Dio un par de pasos y se quedó cerca de Viserys, al cual cogió de la mano y la apretó con fuerza. - Si realmente me amas como dices, casémonos ya. Discutiremos luego el tema del trono y el exilio, pero como marido y mujer. - Acarició su rostro con ternura. - Y buscaremos la mejor manera de recuperar tu sitio, tu trono, sin llegar a generar una guerra. - Habló con calma, buscando terminar de tranquilizarle lo suficiente para que Viserys siguiese atendiendo a razones.

Tabitha miró a Sloth. - Hagamos las cosas bien y con calma esta vez. - Sonrió al jorobado con dulzura. - Y si es cierto lo que leí sobre ti y viendo que no eras lo que aparentabas ser, creo que sabrás aconsejarnos sobre ello llegado el momento. - Tabitha le estaba ofreciendo ser el consejero, o uno de los consejeros de la familia ante el final de la farsa que Sloth había llevado durante años. Con ese gesto trataba de decirle que, a pesar de haberla mentido de aquella manera desde que nació, aún confiaba en él.

Cargando editor
16/07/2018, 14:36
(2) Sloth ,"El Jorobado de Vaelys"

Sloth a punto estuvo de responderle a Ser Mordred que la decisión por supuesto que era suya. Nadie iba a impedir que Sloth acompañara y protegiera a Lady Tabitha y mucho menos dos traidores que solo querían el mal para la familia. Pero Sloth no dijo nada. El caballero decidió marcharse y se habían librado de un problema. Decía que a la capilla. Donde estarían el resto de las niñas y la señora.

El corazón volvió a latirle a Sloth con fuerza. ¿Se aproximaría otra sangría? No tiene arma, no tiene arma, se hizo recordar Sloth. Pero, según lo que había contado Tabitha, en la capilla había varios caballeros. Si Ser Mordred intentaba algo, sería detenido de inmediato. Sloth volvió a tranquilizarse, aunque no del todo.

Aún quedaba un gran problema. Y ese problema no era el Targaryen, sino Lady Tabitha y su ceguera.

Si ella desconfiara de ese hombre que tenía delante, cuyas palabras de amor no se correspondían con sus gestos violentos, Sloth lo tendría mucho más fácil. Pero ¿cómo podía creerlo, después de que ese hombre hubiera aparecido trayendo el cadáver de su padre y tras haber matado a otras tres personas? ¿Solo porque le había entregado una espada? Si la había conseguido, estando encerrado, podía conseguirla una segunda vez. Además estaba obsesionado con el Trono, loco, lo que lo hacía incluso más peligroso.

Y quería que Sloth lo ayudase.

- No –negó con rotundidad-. Yo conozco ningún pasadizo, solo aquellos atajos que van entre las dependencias del servicio, para trabajar más rápido. En ningún momento me he puesto a investigar si había alguno que llevara a los aposentos de los señores, pues ese no es mi lugar.

Por suerte, Lady Tabitha parecía mantener la cordura respecto a ciertos temas y también se negó a ir en busca de esa espada. Por desgracia, seguía tan obsesionada con casarse con aquel demente, como él con el Trono de Hierro. Así que, cuando ella le pidió su consejo futuro, él la tomó de las manos.

- Os ofrezco mi consejo ahora, mi señora. No lo hagáis. No os lo pido porque vuestra madre se vaya a oponer, pues vuestra felicidad es mayor que sus deseos, eso lo sé. Os lo pido precisamente por vos misma. Reflexionad sobre los peligros que conlleva esta decisión para vos, para el bebé, para la familia. No podréis controlar eternamente a este hombre, pues solo os está utilizando para conseguir lo que quiere.

Cargando editor
17/07/2018, 01:07
(1) Tabitha Vaelys

A Tabitha le alivió de alguna manera que Sloth no conociese camino alguno hacia los aposentos de sus hermanas y el suyo propio, aunque no la agradaba saber que existían, puesto que cualquiera que los conociese, pudo usarlos para llegar a su padre y envenenarlo mientras descansaba en su cuarto. Pero la joven trataba de mantener la compostura y se aferraba a su hijo no-nato para continuar luchando por no derrumbarse. Aunque motivos no la faltaban para ello, pues el cuerpo de su padre permanecía inerte y frío a escasos metros de ella.

Sintió como Sloth tomaba sus manos con firmeza y seguridad. Algo que nunca había visto en el jorobado hasta entonces. - No estoy tan ciega y sorda como parece. - Respondió al hombre sin soltarse de sus manos. - Y lo estoy sopesando todo. Pero madre solo nos permitirá casarnos por amor y por sus palabras y lo que escuché antes de salir de la Capilla, no está conforme con la boda de Astrid y Ser Tyler. - Repetió con más calma a Sloth, aunque parecía que lo que estaba haciendo era tratar de convercerse a sí misma de que su boda era la única y mejor opción.

- Luego está Alyra, quien quiso casarse con Ser Bernard y, cuando el Septon les negó el matrimonio, vino a pedirle la mano a quien poco después descubrí que era otro primo nuestro. Lenia se mantenía alejada de todo junto con aquel norteño y se que es lo que ella siempre deseó. Casarse y viajar lejos, al norte... Luego está nuestro primo bastardo, que se hará con la casa de un momento a otro, salvo que la boda sea inminente. ¿Realmente es lo que quieres? ¿Que sea él quien se haga cargo de lo que nuestra familia ha mantenido y peleado? ¿Que todas seamos expulsadas de nuestro hogar? - Había dolor en las preguntas de Tabitha. Dolor y miedo.

- Y estamos él y yo. - Se separó de Sloth y regresó junto su amado. - Si madre no autoriza ninguna de esas bodas, estaremos en manos de Ser Eric. Si permite a Astrid casarse, Viserys y yo nos convertiremos en fugitivos, puesto que adora a los Lannister... lo cierto es que cualquiera que se case, que no seamos él y yo, nos hará vivir en el exilio y la miseria. - Nuevamente Tabitha se aferró a la mano de Viserys y entrelazó los dedos con los suyos. - Si permite la boda de Alyra con nuestro otro primo, estaremos igual o peor... - Suspiró, casi no la quedaban fuerzas para seguir discutiendo por todo aquello.

- Vayamos a la Capilla, veamos como están las cosas. Lo mismo estamos discutiendo por nada y madre ya ha permitido alguna de esas bodas... o está esperando mi llegada. Lo que si se, es que no podemos retrasarnos más con esta charla, Sloth. Piensa en lo que quieres para nosotras realmente y que opción será la mejor, pues con esa será con la que tengamos que vivir. - Tabitha tira ligeramente del brazo de Viserys, indicándole así que está dispuesta a irse a la Capilla y dar por terminada la charla.

Notas de juego

Si no pasa nada raro que lo impida:

[Tabitha] junto con [Viserys] va desde [Las Mazmorras] hacia [La Capilla: Septo de los Dioses]

Cargando editor
18/07/2018, 10:57
(2) Sloth ,"El Jorobado de Vaelys"

Sloth negó con la cabeza. Lady Tabitha no parecía entender que, si el Targaryen se hacía con el control de la casa, serían sus hermanas las expulsadas.

- Una deberá casarse y el hombre que gobierne con ella deberá aceptar la presencia del resto de la familia. Ese es mi cometido. ¿Creéis que, si os casáis con él, ninguna de vosotras será expulsada? Probablemente todas vuestras hermanas tengan que huir –respondió, aún con el tono de súplica en su voz.

- No quiero por nada del mundo que Edric gobierne, sería el fin para todos. Pero también con vuestro elegido llegará nuestro fin. Y otra guerra, pues nadie le pondrá el camino libre al Trono, por mucha diplomacia que uséis. Por eso espero que el hombre correcto despose a una de las hermanas para que la casa siga en pie –Y ese hombre no era, en absoluto, Viserys Targaryen.

Sloth nunca creyó que en el corazón de Lady Tabitha estuviera el gobierno de la casa Vaelys, con lo que imaginó que todas esas ideas de tomar ella el poder y casarse antes que la primogénita eran manipulaciones de su amante. Sloth sufría por ella, por eso no le dijo que, en su mente, la mejor candidata era sin duda aquella que había sido preparada para tomar el título. La heredera. Lady Astrid. No, era mejor callarse ese dato, pues no quería hacerle más daño.

- ¿Quién es ese primo del que tanto habéis hablado y por qué no se sabía nada de él? –preguntó Sloth. Lady Tabitha no había querido contestar ante Ser Mordred, pero tal vez ahora que no estaba sí dijera algo. Por supuesto, Sloth querría comprobar las intenciones de tal caballero, pero, por lo que había dicho la muchacha, al menos quería casarse con una de las hijas y hacerla, así, señora. Lady Alyra era muy joven para ello, cierto, pero podría ser peor. Y, dentro de lo malo, que ese hombre fuera una mala decisión no quitaba para que el dragón fuera una mucho peor.

Sloth finalmente accedió a ir a la capilla. En su fuero interno deseaba que Astrid ya hubiera podido contraer matrimonio, aunque él no hubiera estado presente. Ser Risefeller era un digno candidato. Dentro de lo que cabía, por supuesto, pues ningún hombre estaba completamente a la altura de sus pequeñas, en opinión de Sloth.

- Sé lo que deseo para vosotras, mi señora. Paz, felicidad, justicia. Y eso espero conseguir al final de este día –respondió a Lady Tabitha, mientras se disponía a seguir a la pareja.

Notas de juego

Salgo.

Cargando editor
19/07/2018, 11:50
Viserys Targaryen

Viserys asintió ante las palabras de Tabitha, si para ella lo primordial ahora era su matrimonio así sería, pero que Sloth no hiciera más que oponerse a las palabras de su futura señora no hacía más que hervirle la sangre y más cuando hablaba de cosas que sucederían en el futuro que no tenía ni idea. ¿Qué sentido tendría desterrar a sus hermanas? Pensaba para sí Viserys.

Pero por si acaso, el Targaryen mantuvo el temple necesario para lidiar con aquella situación y no dijo nada, dejó a su futura mujer que dijera lo que creyese necesario con el que había nombrado futuro consejero. Lo primordial ahora era casarse aunque él sabía que no iba a ser un trabajo tan sencillo como Tabitha pensaba. Todos los allí se opondrían y era muy probable que todo terminase en una batalla...

Notas de juego

[Viserys] junto con [Tabitha] va desde [Las Mazmorras] hacia [La Capilla: Septo de los Dioses]

Cargando editor
02/08/2018, 19:24
- Nueva Ubicación -

Por el suelo de la sala parecía haber regueros de sangre, no es que fueran gotitas o cosas similares, no, eran charcos enteros. Alguien había matado a otro alguien y luego había arrastrado el cadáver hacia una de las celdas. Por allí no había rastro de ninguno de los soldados que debían estar vigilando las mazmorras. ¿Qué habría podido pasar?

Fuera como fuese, podría seguir el rastro de sangre para encontrar el cadáver, o quizá darse media vuelta y avisar a los soldados de que había un asesino en la fortaleza. 

Junto a una pared había un cuerpo ajeno a la sangre que había en la estancia, se trataba del cadáver de Lord Rhys que más que muerto parecía que se hubiera dormido apoyado en una de las paredes, pero no respiraba aunque de su cuerpo no brotaba ni una pizca de sangre. Parecía haber muerto por otras causas, quizá por una terrible enfermedad o víctima de algún envenenamiento.

Cargando editor
02/08/2018, 21:09
(0) Lenia Vaelys

Nada más entrar en las mazmorras, Lenia arrugó la nariz debido al olor, odiaba ese sitio, siempre le había dado miedo, mucho miedo, pero necesitaba saber donde estaba su padre.

Al ver los charcos de sangre, Lenia se tapó la nariz, la boca, tanta porción de su cara como pudo y se giró para abrazar a Galbart - Algo ha pasado aquí - susurró aterrada - ¿que extraña maldición ha despertado hoy? Fiona, mi madre ... - jadeó - Tenemos que encontrar a mi padre - dijo temblorosa pero decidida.

El instinto de la muchacha pedía a gritos salir de ahí, pero era cabezona y su cabezonería podía con todo lo demás. Continuó andado - Padre - dijo con emoción al distinguir la figura de su padre apoyado en una pared. - Padre están todos buscándole, que hace aquí - Lenia, ajena a la realidad, se acercó - ¿Padre? - al verle, sintió una punzada de miedo - Pa .. padre - las manos de Lenia se acercaron lentamente al cuerpo de su padre pero no llegó a tocarle, en cuanto entendió que no respiraba su boca se desencajó - PADRE - repitió una vez mas, esta vez en un grito - Galbart, avisa a los soldados, AYUDA, AYUDA - Lenia empezó a llorar y se abrazó al cuerpo sin vida de Lord Rhys.

Cargando editor
02/08/2018, 21:25
(2) Ser Galbart Glover

Cuando ambos entraron en las Mazmorras y Galbart vió los grandes charcos de sangre recordó aquel mundo en guerra que había sufrido, muerte y sufrimiento por doquier y ver esa sangre allí..no era nada alagüeño y el cuerpo del norteño se puso tenso y alerta al instante.

Cita:

- Algo ha pasado aquí - ¿que extraña maldición ha despertado hoy? Fiona, mi madre ... - Tenemos que encontrar a mi padre -

-Cuidado Lenia, ten mucho cuidado-dijo preocupado poniéndose delante de ella como un escudo, si algo había delante, él lo detendría como si fuera un Huargo rabioso. Y entonces lo vieron, era su padre, muerto, desangrado, Lenia corrió hacia el cuerpo sin vida eludiendo el muro que era el norteño con rapidez sin poder cogerla a tiempo, así que Galbart se puso a su altura en dos zancadas, pero Lenia ya estaba sobre él.

Cita:

- Padre - Padre están todos buscándole, que hace aquí - ¿Padre? - Pa .. padre - las manos de Lenia se acercaron lentamente al cuerpo de su padre pero no llegó a tocarle, en cuanto entendió que no respiraba su boca se desencajó - PADRE - Galbart, avisa a los soldados, AYUDA, AYUDA -

La muchacha lloraba desconsolada abrazada a su padre muerto y el norteño sólo podía hacer una cosa-Lenia, déjalo, se ha ido, ya no está con nosotros-le susurró cogiéndola de los hombros con firmeza intentando apartarla del cuerpo sin vida de su padre para luego girarla hacia él y abrazarla con fuerza para que no viese aquel horror.

-Querida, no podemos hacer nada por él, créeme se ha reunido con sus dioses, ha partido, pero nosotros seguimos vivos, salgamos de aquí, es posible que quien le hizo ésto a tu padre siga aquí y no voy a permitir que sigas aquí ni un minuto más ¿me entiendes? mírame Lenia-Galbar sujeto su barbilla para mirarla a los ojos con fuerza-Reponte, luego podrás llorar a tu amado padre pero ahora debemos irnos y contarles a todos lo que ha ocurrido-siguió susurrando mientras la obligaba a ponerse de pié y salir de allí lo antes posible.

Cargando editor
02/08/2018, 22:12
(2) Sloth ,"El Jorobado de Vaelys"

Sloth bajó a las mazmorras unos minutos después que Lady Lenia y Ser Galbart. En sus brazos llevaba un buen montón de trapos enormes, limpios. Justo cuando llegó abajo, la pequeña había descubierto el cuerpo de su padre. ¿Pero qué hacía ahí? ¿Por qué había bajado a las mazmorras? Ese no era lugar para la damita. Por desgracia, Sloth no había encontrado allí a quien esperaba encontrar.

- No hace falta que llaméis a nadie, Lady Lenia –dijo Sloth, acercándose a la pareja, con el rostro descompuesto al ver de nuevo a su señor muerto-. Todo el mundo lo sabe ya. Sloth ha bajado para buscarlo y llevarlo al Recibidor, donde se harán los responsos –Sloth miró a los otros tres cadáveres, bajando después la mirada al suelo, abatido por cómo había acabado todo-. Un soldado, John Kalhan y Ginevra han sido asesinados también –anunció, señalando a los cuerpos con un movimiento de la cabeza.

Entonces, Sloth se llevó las manos al rostro y lloró desconsoladamente. Lloró durante un buen rato, pues hacía tiempo que Sloth tenía ganas de desahogarse. Tanta tensión, tantas amenazas, tantos cambios, tantas muertes… Sloth no había podido aún asimilar todo lo que había ocurrido.

- Sloth… Sloth debería haberlos p-protegido a t-todos –dijo sollozando-. Sloth ha f-fallado a sus señores –Sloth continuó llorando unos segundos hasta que consiguió calmarse. Se secó las lágrimas delicadamente con la punta de uno de los trapos que traía consigo. Entonces, explicó lo sucedido:

- Sloth bajó aquí hace un rato para buscar a Lord Rhys; para obligar al Targaryen a contarle dónde estaba el señor, porque el Targaryen lo sabía y no se lo había querido decir antes a Sloth. Así que Sloth iba a insistir y a insistir más –comenzó, apretando los puños con rabia y mirando furibundo a la celda donde hasta hacía una hora había estado encerrado Viserys-. Cuando Sloth bajó encontró esos tres cadáveres y a Lady Tabitha. Y en ese momento llegaron por el pasadizo Mordred y el Targaryen con… con el cuerpo de Lord Rhys –dijo, conteniendo el llanto para no volver a explotar-. Ellos mataron al soldado, a John, a Ginevra. Lo han confesado. Pero dicen que no mataron a vuestro padre. Dicen que murió de un infarto. Sloth no sabe si creérselo, Sloth sabe que Mordred y Viserys odiaban a vuestro padre… Y ahora vuestra hermana Tabitha quiere casarse con el Targaryen. Y tantas cosas han ocurrido, que…

Pero no terminó su discurso, pues Sloth volvió a llorar.

Cargando editor
06/09/2018, 12:25
- Narrador -

Notas de juego

Podéis seguir roleando, que ya estamos de vuelta

Cargando editor
06/09/2018, 13:39
(0) Lenia Vaelys

-Lenia, déjalo, se ha ido, ya no está con nosotros-

- No ... Gal ... Gal, es mi padre, no puede dejarme sola, no ... no puede abandonarme - dijo la muchacha con los ojos llenos de lágrimas, mirando al norteño como si fuera el único resquicio de cordura al que se pudiera agarrar.

 Reponte, luego podrás llorar a tu amado padre pero ahora debemos irnos y contarles a todos lo que ha ocurrido-

Lenia no quería irse, quería abrazarse a su padre y volver a sentirse protegida como se había sentido cuando era niña ... pero nunca más, su padre nunca más podría hacerla sentir así, se aferró al torso del norteño buscando en el aquella protección. El cuidaría de ella, eso le había prometido.

- Galbart ... - jadeo angustiada - quiero irme lejos de aquí - aseguró, ya nada le retenía a ese castillo, quería a sus hermanas, claro que las quería, pero el amor que sentía por ellas no era suficiente, menos después de todo lo que estaba sucediendo. 

Un soldado, John Kalhan y Ginevra han sido asesinados también 

Lenia alzó la cabeza - ¿John? ¿Ginebra? - sintió que sus rodillas flaqueaban, ¿porqué tanto muerto?. - El Targaryen ... el, el es el culpable de todo, estoy segura, el ... tengo que acabar con el - dijo Lenia de pronto sintiendo una furia interna. Soltó a Galbart - Acabaré con el - murmuró con la mirada perdida.

 Sloth ha f-fallado a sus señores –

- No Sloth, no ha sido culpa tuya - La mirada de la muchacha estaba perdida al final del pasillo, había dejado de llorar aunque sus ojos seguían inundado en lágrimas y su nariz taponada - Sloth no tiene la culpa - susurró. 

Y en ese momento llegaron por el pasadizo Mordred y el Targaryen con… con el cuerpo de Lord Rhys

Lenia se giró y miró a Sloth - ¿Ser Mordred tiene algo que ver? pagará por ello también - la cara de pena y angustia de Lenia se volvió tensa, reflejaba ira. Apretaba los dientes y abrió los ojos con verdadero odio.

 Ellos mataron al soldado, a John, a Ginevra. Lo han confesado. Pero dicen que no mataron a vuestro padre. Dicen que murió de un infarto. Sloth no sabe si creérselo, Sloth sabe que Mordred y Viserys odiaban a vuestro padre… Y ahora vuestra hermana Tabitha quiere casarse con el Targaryen. Y tantas cosas han ocurrido, que…

- JAMÁS - gritó Lenia cuando escuchó que Tabitha tenía intención de casarse con el Targaryen - No lo permitiré - sin decir más, Lenia comenzó a caminar hacia fuera de las mazmorras. Movería cielo y tierra hasta acabar con el Targaryen y ahora, también con Mordred si el tenía algo que ver con la muerte de John. 

Lenía tenía que haber acabado con el sucio Targaryen hacía tiempo y no lo había hecho y ahora, por esa decisión, su padre estaba muerto ... culpaba al Targaryen de todo, fuera así o no y no pararía hasta encontrarle y matarle con sus propias manos.

Por un instante se olvidó de donde estaba, de quien era, de quien la acompañaba, su visión se había alterado, todo era negro, el corazón le latía con fuerza y solo tenía un objetivo. Ver como la vida del Targaryen desaparecía.

Cargando editor
06/09/2018, 23:09
(2) Ser Galbart Glover

Galbart escuchó con atención el relato del jorobado y apretó los labios con fuerza al escuchar el apellido Targaryen ¿Esas serpientes estaban detrás de todo aquello? Siempre lo habían llevado en la sangre.

Cita:

- No ... Gal ... Gal, es mi padre, no puede dejarme sola, no ... no puede abandonarme -

El norteño miró con ojos apenados a Lenia, estaba sumida en la tristeza y angustia por haber perdido a una de las pocas personas para ella que eran tan vitales, su padre.-Ven aquí pequeña-dijo con una ternura inusitada rodeándola con sus enormes brazos y protegiéndola con su enorme cuerpo-Sé que le querías, era tu padre y te quería pero se ha ido y no podemos hacer nada..-dijo de nuevo apretándola contra su cuerpo, gesto al que correspondió la joven Vaelys.

Cita:

-Galbart ...- quiero irme lejos de aquí -

Galbart miró a Lenia con puro amor, no podía ser otra cosa y le dió un breve beso-Te juro por mi sangre norteña, por los dioses nuevos y antiguos que saldrás de aquí, hoy mismo si es necesario- musitó observando sus preciosos ojos, pero algo cambiaba en ellos según fue procesando la información que les brindó Sloth soltándose del norteño.

Cita:

¿John? ¿Ginebra? ¿porqué tanto muerto?. - El Targaryen ... el, el es el culpable de todo, estoy segura, el ... tengo que acabar con el -Acabaré con el -

Los ojos de Galbart se pusieron en alerta, sabía de sobra lo que daba como resultado la rabia, el ansia de venganza y no quería que arraigase en Lenia-Querida, espera...-pero la muchacha le interrumpió.

Cita:

- ¿Ser Mordred tiene algo que ver? pagará por ello también -

El tono había cambiado drásticamente en conjunción con su mirada, estaba llena de ira, por la sensación de furia y traición por parte de su hermana, empezaba a no no razonar y sus gritos comenzaron a reverberar en la mazmorra mientras se encaminaba con paso decidido hacia la salida.

Cita:

- JAMÁS - No lo permitiré -

-NO-dijo el norteño con una voz atronadora alcanzando a la muchacha en dos zancadas, sujetándole el brazo con firmeza deteniendola-¡Lenia escúchame, mírame!- inquirió girándola hacia él-piensalo, con sangre no vas a conseguir nada, sé lo que sientes, créeme esa sensación de hacerles pagar por lo que te han hecho y lo que van a hacer pero matándolos no vas a conseguir nada, no podrás venir a Bosquespeso conmigo ¿Eso es lo que quieres?- preguntó sujetándola de ambos brazos.

-Vayamos a hablar con el Septón y contémosle todo, destaparemos toda ésta intriga y conseguirás que paguen- aseguró-Tú no eres así y no debes meterte en algo tan oscuro como la venganza, ¡te terminará consumiendo por dentro!- aumentó el volumen de su voz-Si hace falta llevaremos el cadáver de tu padre ante ellos, si no creen en nuestra palabra que lo vean por sus propios ojos-la voz del norteñó se endureció-Sloth ¿Tienes algo con que poder cargarle?- preguntó Galbart mirando de nuevo a su amada-Éste es tu último día en éste castillo-dijo como si fuera un juramento de sangre.

Cargando editor
07/09/2018, 00:06
(0) Lenia Vaelys

Te juro por mi sangre norteña, por los dioses nuevos y antiguos que saldrás de aquí, hoy mismo si es necesario-

Lenia asintió, no pensaba pasar allí la noche, hoy iba a ser un día especial en muchos sentidos, Lenia llevaba esperando y planeando esa fiesta mucho tiempo ...y el día, su vida ... se había venido a pique. Galbart era lo único que le daba esperanzas y ya, sin padre, sin madre ... no pensaba separarse de el.

 no podrás venir a Bosquespeso conmigo ¿Eso es lo que quieres?-

Lenia paró en seco y le miró - Lo único que deseo más que matar a esos traidores es ... ir contigo - le dijo ella conteniendo las lágrimas. Quería venganza, vaya si la quería ... pero quería más el huir de ello.

 Vayamos a hablar con el Septón y contémosle todo, destaparemos toda ésta intriga y conseguirás que paguen-

- No, no me fío de nadie ya ... ya no se quien es quien - sollozó con la voz temblorosa - Solo de ti - por alguna extraña razón de la única persona de la que se fiaba era de Galbart y no tenía mucho sentido pues solo hacía horas que le conocía, pero su corazón era suyo. 

Éste es tu último día en éste castillo

- ¿Me quieres? - sabía que si, pero necesitaba oirlo - Pues sácame de aquí, no quiero volver a ver estos muros ... no quiero volver a ver a nadie que aquí habite - apretó los dientes con ira, pensó en Tabi, en Mira ... pero por el dolor que sentía las metió en el mismo saco. - No quiero el consentimiento de nadie para irme, nadie tiene ahora mismo ningún poder sobre mi, si no me sacas de aquí, mataré a ese asqueroso Targaryen ... y quiero tener una vida contigo - jadeo volviendo a derrumbarse. 

Cargando editor
07/09/2018, 00:27
(2) Ser Galbart Glover

Cita:

- Lo único que deseo más que matar a esos traidores es ... ir contigo -

Galbart notó como algo en su interior explotaba. Se sintió henchido de felicidad y alegría, aquella pequeña muchacha estaba dispuesta a dejar todo y a todos por él. Y el norteño no iba a decepcionarla, mostrando una sonrisa que nunca nadie había visto en su vida.

-Entonces no hay más discusión- contestó mirándola con ojos brillantes.

Cita:

- ¿Me quieres? - Pues sácame de aquí, no quiero volver a ver estos muros ... no quiero volver a ver a nadie que aquí habite -

-Claro que te quiero Lenia y aún más allá... te amo. No veo mi vida sin tí a mi lado, te necesito a mi lado siendo mi Señora y viviendo todo lo que ésta vida nos permita-el norteño posó la palma de su mano contra la mejilla sonrosada de Lenia notando su calor, sólo los Antiguos Dioses sabían ahora cuánto la quería-Nadie más de éste castillo volverá a verte- aseguró elevando la barbilla con extrema seguridad.

Cita:

- No quiero el consentimiento de nadie para irme, nadie tiene ahora mismo ningún poder sobre mi, si no me sacas de aquí, mataré a ese asqueroso Targaryen ... y quiero tener una vida contigo -

Tus padres desgraciadamente ya no están y el Septón no tiene poder alguno allá donde vamos, no necesitamos permiso de nadie y si aún así fuera, no lo iba a pedir ni esperar querida mía-dijo con severidad mirando al sirviente-Sloth, dejamos el castillo, eres libre de comunicárselo a los demás, incluido el descubrimiento de ésta terrible traición, díselo al Septón. Nosotros iremos directamente a los establos y cogeremos mi caballo. Temo por su vida y tu eres una buena persona-dijo sin dudar un instante para luego mirar a Lenia.

-Vayámonos de aquí, nos casaremos en Bosquespeso, ante los arcianos, ante el árbol corazón donde se desposaron mis padres y mis abuelos, lejos de todo.. esto-dijo con gesto desagradable mirando todo cuanto le rodeaba-No verás nunca más ésta cruel roca, fría e inerte-dijo con desagrado para luego alargar la mano cogiendo la de Lenia.

-Vamos, te llevaré a tu nuevo hogar- musitó el norteño sonriente mientras salían ambos de las mazmorras hacia los establos.