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Castillos y Caballeros

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08/05/2018, 18:43
(2) Alester Marbrand

Cuando Lady Tabitha mostró estos nuevos síntomas de mareo y arcadas, Alester la sujetó de un brazo y de la cintura por detrás, dejándole espacio por si necesitaba vomitar, aunque finalmente no consiguió liberar el estómago. La joven temblaba y había perdido todas sus fuerzas. Él mismo tenía que luchar para mantenerlas mientras el olor seguía invadiendo todo a su alrededor, pero la hija de Lord Rhys era tan liviana que no le costó mantenerla, a pesar de todo.

Era extraño. Parecía que la joven ya se empezaba a encontrar mejor, sin embargo algo había hecho que volviera a debilitarse y sintiera náuseas. Y dudaba que fuera por ese olor. Ni siquiera creía que pudiera tratarse de una reacción a la noticia que la había sacudido hacía unos minutos. No, esto debía de ser un nuevo síntoma de aquella maldición que atacaba a las hermanas.

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08/05/2018, 19:49
(1) Tabitha Vaelys

- No os preocupéis Ser Alester. En todo caso la que debería excusarse soy yo por no ser capaz de recordar el nombre de tan gentil caballero. - Replicó Tabitha al hombre con voz amable.

- Supongo que así es, pero debo afrontarlo enfrentándome a problema y, puesto que los baños y los aceites no sirven para retirar este olor de mi cuerpo. - Tabitha miró nuevamente al grupo de hombres. - Me tocará hablarlo al menos. - Su voz sonaba solemne en ese momento y parecía que sus fuerzas se alzaban de nuevo.

- En cuanto al Maestre, tengo mis serias dudas sobre él... y no soy la única... - De pronto Tabitha frunció el ceño, recordando el suceso del cuervo y el mensaje. Pero si lo que se le acababa de pasar por la cabeza era cierto, su primo bastardo llevaría años viviendo con ellos. - Quizás... solo quizás, tengáis razón y quien me hizo apuntar hacia él no sea tan fiar como creía. - El Maestre conocía recovecos y pasadizos de aquel lugar que nadie más conocía. Sus ojos y oídos estaban por toda La Casa. Si él sabía el secreto de Tabitha, tal y como ella misma sospechaba, y no lo había usado en su contra, siendo un arma peor incluso que aquel hedor que la joven desprendía, es que el Maestre no era quien orquestaba todo aquello.

La cabeza de la joven daba vueltas y vueltas, no sabía en quien confiar y en quien no. Quizás los recién llegados fuesen su solución a la par que su condena. - Suposiciones que agradezco y que me hacen pensar y abrir más los ojos. - El hombre tenía razón, Tabitha no podía fiarse de nadie más que de ella misma. Pero los ojos de la joven se agrandaron cuando escuchó por boca de Alester el estado de sus hermanas. Sobre todo cuando escuchó el de Alyra. - Debo verla enseguida. - Pensó para sí antes de hablar. - Mira tiene la misma afección que Lenia, recuerdo perfectamente que ambas se quejaban de no poder hablar al entrar en el Gran Salón. Pero no sabía nada del estado de Alyra. - Quedaba Astrid por concretar, pero por la mente de la joven se agolpaban cosas más urgentes para hacer.

La arcada que la sobrevino y pilló de improvisto, hizo que Alester actuase con celeridad y lograse que Tabitha no terminase en el suelo. La joven no podía hablar en ese momento y se tomó su tiempo para volver a moverse y volver a hablar. - Mil gracias, se que no es fácil estar tan cerca mío con este hedor. - Dijo con voz temblorosa. - Debo hablar con ellos... - Miró al grupo de hombres de nuevo y comenzó a caminar hacia ellos.

 

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08/05/2018, 20:25
(1) Tabitha Vaelys

La conversación con Alester transcurría entre susurros y con miradas al grupo de hombres de vez en cuando, para luego volver a centrarse uno en el otro. La joven gesticulaba más bien poco y permanecía aún agarrada al caballero. Solo que parecía que sus fuerzas volvían de nuevo.

La arcada que la sobrevino y pilló de improvisto, hizo que Alester actuase con celeridad y lograse que Tabitha no terminase en el suelo. La joven no podía hablar en ese momento, pues quedó completamente debilitada y se tomó su tiempo para volver a moverse y tratar de a hablar. Susurró unas palabras a Alester y miró al grupo de hombres de nuevo, comenzando a caminar hacia ellos. No había dado por concluida la charla con Alester, pero quería dirigirse a los demás mientras se recuperaba de aquel nuevo mal.

- Caballeros. - Dijo con tono solemne y serio, mirando a todos los presentes a los ojos durante unos instantes. - Creo que me corresponde a mí decirlo, a pesar de que muchos ya sepan el mal que pesa sobre mí. - Sus ojos se clavaron en Oberyn concretamente. - Y debo agradecer también la discreción de quienes lo han notado y han sabido guardarlo como un secreto propio. Pero tarde o temprano, será algo público y evidente para todos y no quiero que se inventen historias. - Miró un instante a Alester, quizás buscando el apoyo que creía que el hombre le daría. - El hedor de la Casa, esa peste tan asquerosa... Yo soy la causa.

La joven guardó silencio, con la cabeza alta y volvió a mirar a todos a los ojos, uno a uno, estudiando de alguna manera sus reacciones. - Alguien, no se quien, pero lo descubriré, está haciendo todo lo posible para que ninguna de nosotras logre contraer matrimonio con nadie. No se hasta donde llega dicha confabulación, pero mi mal olor, la mudez repentina de mis hermanas y la afección en la piel de Alyra... todo debe venir del mismo lugar. Del mismo hombre.

- No creo en las casualidades y que alguien se tuerza un tobillo y acabe tiempo después, el mismo día, muerta por caerse por las escaleras... - Sus ojos se empañaron de lágrimas nuevamente, a pesar que trató de despersonalizar por completo a Fiona para que la resultase menos doloroso, todo estaba demasiado reciente.

Quería andar por si misma, salir corriendo huyendo de sus propias palabras y alejar aquel asqueroso olor de quienes se estaban comportando como grandes hombres en ese momento. Ellos no debían sufrir su castigo, pero no tenía fuerzas suficientes aún y sabía que no llegaría a la Torre del Fenix si no se recuperaba un poco más.

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10/05/2018, 07:27
(0) Swann "Oso Erguido" Grizzly

Aquellas declaraciones abrieron los ojos del gigante como platos, pareció enumerar algo con los dedos dificultosamente y farfullando entre los labios. Miró alrededor y movió los pies, incómodo.

- Acusar está feo, bien lo dicen los padres, pero más feo es callar, como bien dicen las madres -se pasó la lengua por los dientes, cada vez más fuera de lo que conocía-; pero al bufón tullido le temen, aquí y afuera. Anna Arryn casi perdió la vida huyendo de él, dicen que ha matado a alguien en los recovecos de esta fortaleza y que por ello la peste es tan fuerte.

Se rascó la cabeza, pensando.

- Si yo fuese a hablar con él lo único que le sacaría serían los dientes que le quedan por el daño causado pero alguien más docto podría sacarle la verdad -miró entonces hacia Tabitha y negó con la cabeza para acabar forzándose a sonreír-. Como que es verdad lo que digo y que en verdad quiero veros felices a todas.

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10/05/2018, 11:16
- Abondonó el castillo - Marvin Curton

Marvin, quien había estado en completa quietud desde su llegada al recibidor, se quedó aún más silencioso si cabía en lo habitual en él. Las declaraciones de lady Tabitha, unas que no deseaba llegasen a los nobles invitados, impactaron de pleno en el castellano. Era la decisión de una de las damas de Vaelys ponerlos al corriente, pero estaba seguro de que la Señora Myriah, de llegar a enterarse de lo que había dicho la segunda de sus hijas, montaría en cólera contra ella.

Marvin suspiró. Como mucho se temía, tras oír los acontecimientos mencionados por la dama, ya surgían sospechosos sobre los desdichados hechos.

-Ser Swann -carraspeó por la falta de tacto al no dirigirse primero a quien debía, cosa que intentó corregir al instante -. Lady Tabitha, Sers, nada deben temer. Todo está bajo control y el culpable será hallado y debidamente castigado. Por favor, no se dejen llevar por habladurías o sospechas infundadas. Solo nos serviría para desviar la atención de encontrar al responsable de todo lo sucedido. Descuiden, será atrapado.

No dejo ver parte de sus dudas por lo señalado acerca de Sloth, a quién buscaba encarecidamente y todavía permanecía esquivo a ser visto, pues tal era la misión encomendada por la Señora de Fortaleza de Sangre. 

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11/05/2018, 13:18
- Muerto (terremoto) - Ser Edric Colina

Edric estaba sorprendido por la reacción del príncipe dorniense y, sobretodo, por las declaraciones de Tabitha.

- Siento lo que te ocurre, Tabitha, y eres muy valiente al enfrentarte al hecho con la cabeza bien alta. - le dijo serio y apesadumbrado a la muchacha. - ¿Alguien ha ido a llamar al maestre? ¿y no deberías reposar tranquilamente en tu habitación hasta que te encuentres mejor?

El bastardo no acababa de entender todo lo que estaba ocurriendo: ¿confabulación? ¿mal olor? ¿mudez? ¿afección de la piel? ... - A Fiona la conocí esta mañana cuando llegué y ví cómo se torció el pie. ¿Se ha muerto? - dijo asombrado intentando asimilarlo todo. - ¿Pero cuándo había pasado? Debió de ser mientras estábamos en los jardines antes de caer la lluvia porque es la primera noticia.

Edric notaba cierta tensión en el ambiente. Pensó que era normal dada las circunstancias.

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12/05/2018, 14:11
(0) Oberyn Nymeros Martell

Oberyn escuchó en completo silencio las palabras de Lady Tabitha, Curton y los dos caballeros, con los brazos cruzados sobre el pecho y la mirada baja, oyendo con atención aquellos hechos que, por otra parte, ya conocía.

-Fiona no se ha muerto, Ser Edric -dijo el dorniense, en tono serio y frío-. La han matado, que es distinto. Ya tropezó y se torció un tobillo esta mañana por lo que tengo entendido. Probablemente supiera más de lo que le convenía y alguien ha decidido silenciarla.

El príncipe asintió a lo dicho por Tabitha y esbozó una ligera sonrisa.

-Os agradezco la sinceridad que habéis mostrado, incluso sin saber si podríais confiar en los aquí presentes, Lady Tabitha -aseguró Oberyn, y dirigió una mirada extrañada a Colina. Le desconcertaba la confusión que mostraba, pese a que había estado en los jardines como la mayoría de los invitados-. Hace no mucho, tuve una interesante conversación en el recibidor con otro de los caballeros invitados, estando vos también presente. No parecía saber nada sobre los males que os han sucedido a vos y a vuestras hermanas, aunque me reveló información interesante acerca de vuestro padre. Si no me equivoco, se encuentra enfermo y alguien le ha amenazado para que no se reúna conmigo. -La Víbora Roja de Dorne se dirigió entonces hacia Marvin Curton, el único de quien pensaba que tendría las respuestas que necesitaba. El tono con el que se dirigió al castellano era duro. Desde aquella conversación en el recibidor, las prioridades del dorniense en la Fortaleza de Sangre habían cambiado-. Decidme, maese Curton, ¿a quién teme tanto Lord Rhys como para no querer reunirse con un amigo de su juventud? ¿Qué sabéis acerca del porqué de la cuestión de que los invitados entraran sin armas en la Fortaleza de Sangre?

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14/05/2018, 10:53
- Abondonó el castillo - Marvin Curton

No iba a mostrar contrariedad por lo que sucedía, pues Marvin, al igual que cualquiera en tal situación, esperaba que las dudas empezasen a hacer mella en los invitados, y así era. Lejos de evitar las preguntas, ya que eso sería tema de mayores habladurías y rumores por parte de los nobles caballeros, decidió responder.

-Principe Oberyn, Se me encomendó esta mañana hallar a Lord Rhys, Señor de la Fortaleza de Sangre, pero, desdichado de mí, he fallado en tal tarea. Desde el amanecer, horas ha, no he vuelto a verlo y no sé si se trata por indisposición o por motivos de otra causa, mas, sin duda, mi Señor justificado estará por no poder reunirse con vos y con el resto de invitados. Éso, Sers, no tiene cabida a dudas.

Paseó un poco, dejando su estatismo e inmovilidad, buscando ejercitar un poco sus piernas y tomando una mayor cercanía con los invitados y lady Tabitha. 

-La razón de que no se permitan armas, mi buen Señor, no es otra que para evitar accidentes o conflictos entre los invitados. No hay mayores conspiraciones o factores ocultos que buscar a tal imposición. Habéis de tener en cuenta que, pudiese ser, alguno tomase como afrenta alguna palabra por parte de otro de los invitados y, de acontecer tal, quisiera teñir lo que es un festejo con sangre -humedeció un poco sus labios, puesto que empezaba a notar sequedad en ellos -. Se trata de una fiesta, señores, una fiesta que está teniendo múltiples vicisitudes y que, de haber tenido armas, podría haber tenido muchas más. No hay mayores motivos que esos, príncipe. Solo es cautela y precaución.

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14/05/2018, 23:05
(2) Alester Marbrand

Alester permaneció en silencio durante todo el discurso de Tabitha, aunque se mantuvo cerca, por si volvía a necesitar su ayuda para caminar. No habían terminado la conversación y esperaba poder retomarla en cuando la joven se hubiera dirigido al resto de hombres que los acompañaban en el recibidor. Asintió con la cabeza cuando la muchacha lo miró, para darle ánimos y que aclarara las cosas sin vergüenza.

El primer acusado fue el jorobado Sloth, por quien Alester sentía curiosidad. Su nombre lo había escuchado por primera vez de los labios de Anna Arryn, quien parecía terriblemente asustada por él. Sin embargo, a Ser Marbrand le había parecido una criatura totalmente inofensiva las pocas veces que se había cruzado con él. Pero quién sabía lo que se escondía tras ese rostro deforme y esa apariencia de bufón.

- No deberíamos precipitarnos en sacar conclusiones y señalar culpables, Ser Grizzly. Hasta que no haya más pruebas no podemos condenar a nadie –replicó Alester, quien se sentía igual que la noche anterior, cuando una parte de los caballeros por poco no propusieron llevar a la horca a la mujer que había acudido en su ayuda, acusándola de graves delitos, solo porque mencionó la palabra "asesinato"-. El tema de la peste, como acabáis de escuchar, ya lo ha resuelto Lady Tabitha.

Escuchó entonces a Colina, mirándolo con fijeza, intentando buscar algo en él que no llegó a encontrar. Sus ojos no abandonaron al bastardo hasta que el dorniense preguntó por Lord Rhys. Muchos se habían preguntado lo mismo desde primera hora de la mañana. ¿Dónde estaba el Señor de esas tierras? ¿Por qué no ha recibido a los invitados a una fiesta organizada en su casa y en honor de sus hijas? ¿Eran ciertos los rumores sobre su enfermedad? ¿Eran ciertos los demás rumores que había escuchado?

No parecía que Curton dejara escapar mucha información. Su respuesta fue mecánica, dijo exactamente lo que se esperaba que el protocolo dictara que se dijera sobre la situación. Nada concreto, nada nuevo.

- Marvin, ¿sabéis algo sobre las demás chicas? ¿Sabéis cómo se encuentran Lady Alyra y Lady Lenia? –le preguntó, pues no había vuelto a saber nada de ellas desde que se marcharon de forma repentina durante el almuerzo.

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15/05/2018, 07:47
(1) Tabitha Vaelys

Tabitha guardó silencio tras su intervención. En parte para escuchar las opiniones de todos los presentes y darles opción a hablar y por otra parte para darse tiempo e irse calmando un poco más. Aquella mala sensación que había acompañado a su fuerte arcada, continuaba en su estómago, en su vientre.

Los ojos de la joven se encendieron de rabia al escuchar al tipo grande hablar así de su fiel Sloth y oír de sus propia boca aquella amenaza hacia uno de los sirvientes de la casa. Alguien que para ella era de la familia, pues le conocía desde que tenía uso de razón y, a pesar del miedo inicial cuando era pequeña y le veía, con el tiempo aquello se pasó y lo que más sentía por él era pena por su estado. Pero siempre se había mostrado fiel a la familia y jamás había dado motivo alguno para temerle.

La joven se sentía apoyada y respaldada por Alester y, a pesar de haberle conocido hacía poco, se sentía segura a su lado. Eso la daba fuerzas para poder continuar, al menos con la charla con aquellos hombres.

- Si realmente quisiera vernos felices, Ser, no diría esas cosas de Sloth. Y tenga vuestra merced la prudencia de no amenazar a ningún miembro de esta casa tan a la ligera, puesto que nunca sabrá lo que los demás sentimos por él. - Apretó los puños con fuerza. Seguramente, de no encontrarse en ese estado, le hubiese dado un bofetón por su insolencia. - Y tal y como dice Ser Alester, el problema del olor está resuelto. Soy yo.

- Cuanto antes mejor.  - Respondió a Marvin, quien sin duda tendría sus reparos en la confesión de la joven. 

Tabitha inclinó a continuación la cabeza frente las palabras del hombre rubio que estaba con ellos, agradeciendo así su alago.  Pero guardó silencio en cuanto a la pregunta sobre el Maestre se refería. - Sí, debería... pero son demasiadas cosas que  hacer... y tan poco tiempo. Pero cuando el hombre mencionó a Fiona y su muerte, Tabitha sintió esa punzada en su corazón. Aún no podía creérselo y la resultaba terriblemente doloroso. Sus ojos se empañaron de lágrimas nuevamente mientras los caballeros hablaban sobre aquel tema, pero aguantó estóicamente las ganas de llorar. 

- Es más fácil que esto se haya orquestado desde el interior de la fortaleza que por los recién llegados y por quienes no conozcan el lugar. Además, entiendo que es un saboteador, quizás dos, quienes pretenden no solo perjudicarnos a nosotras, sino que a todos los que estemos bajo este techo. Cuantos más busquemos, cuanta más información movamos, más rápido podremos parar toda esta locura.  - Respondió más serena la joven a Oberyn, tratando de mantener su cabeza centrada en encontrar a los culpables de todos aquellos males, antes de quedarse encerrada en si misma llorando por la pérdida de su amiga. - Ya tendré tiempo de llorar cuando esto termine. - Se dijo a sí misma tratando así de animarse.

Con cierto disimulo asintió a las palabras de Oberyn sobre el rumor de la enfermedad de su padre, mientras miraba al hombre a los ojos con dolor en la mirada, para luego sonreír a Alester por la preocupación que mostraba para-con sus hermanas.

Los ojos de Tabitha se clavaron en Marvin cuando este respondió a algunas de las preguntas que quedaron en el aire. - ¿Qué estáis diciendo? ¿Padre no aparece? ¿No estará en sus aposentos descansando? ¿Ha mirado alguien allí?

La joven miró hacia la puerta, tenía ganas de salir corriendo en busca de su padre. Quizás le hubiese dado un ataque de tos en cualquier sitio y se hubiese desplomado, permaneciendo solo, tendido sobre el frío suelo de piedra con el que estaba creada la Fortaleza.

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17/05/2018, 04:22
(0) Swann "Oso Erguido" Grizzly

El gigante negó con la cabeza ante todas las réplicas que le llovieron, demasiado torpe como para responder a cada una de ellas según le venían pero demasiado cabezota para retractarse. Él creía haber visto pánico en la mención de su nombre en los ojos de otras personas y aquello parecía cimentar su convicción.

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17/05/2018, 09:24
- Muerto (terremoto) - Ser Edric Colina

Ser Edric Colina escuchó las observaciones de los demás.

- Podría ser todo casual pero veros a todos tan preocupados me inquieta a mí también. Si tenéis razón y hay algún tipo de sabotaje entonces, Tabitha, tienes razón. Debemos ser precavidos y atentos. - comentó Ser Edric con gesto ceñudo.

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17/05/2018, 15:10
(0) Oberyn Nymeros Martell

-Maese Curton, le recuerdo que se ha producido un asesinato -le recordó el dorniense, molesto de que el castellano no pudiera darle las respuestas que necesitaba-. Esa joven, Fiona, ya sufrió un "accidente" esta mañana y ahora alguien ha acabado con ella para silenciarla. Hay personas que están sembrando el caos en la fortaleza, tal y como querían desde primera hora. No puede ser casualidad que las cinco hijas Vaelys hayan sufrido percances durante un período de tiempo tan escaso. Como tampoco es casual que la salud de Lord Rhys haya empeorado y que ahora mismo ya no aparezca.

En el rostro de la Víbora Roja de Dorne apareció una expresión de amargura mientras imaginaba qué podía haberle sucedido a su viejo amigo. Dirigió una rápida mirada a lady Tabitha. Prefería no entrar en detalles sobre lo que a su padre pudiera haberle sucedido. Que nadie hubiera visto al señor de la Fortaleza de Sangre desde la mañana no era una buena noticia.

-Le agradecería, maese Curton, que se sincerara y no ocultase información sobre las órdenes de Lord Vaelys. -El dorniense acababa de dejar de lado cualquier atisbo de amabilidad. Ignoraba si el castellano mentía o no había sido informado por Lord Rhys al respecto-. Sé que él quería revelarme información de vital importancia, en privado, y a la vista está que alguien se lo ha impedido. La razón de que no se permitan armas en la fortaleza no es la que ha revelado. Lord Rhys ha sido amenazado de muerte por la persona que no quiere que me reúna con él, con toda seguridad uno de los invitados. La precaución no es para con ellos, es para proteger al señor de la Casa Vaelys. Puede que usted lo niegue o que no haya sido informado al respecto, pero me consta que hay miembros del servicio que están al tanto de lo sucedido.

El tono del príncipe se relajó, aunque la sonrisa maliciosa que se formó en sus labios dejaba entrever que las palabras del castellano le parecían una excusa.

-Entiendo que debáis intentar que no se forme el caos durante la fiesta, pero no puede negar que hay un intento por hacer fracasar esta fiesta, desde impedir los posibles compromisos de las hijas Vaelys hasta evitar que Lord Rhys pueda reunirse con sus invitados.

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19/05/2018, 01:13
(0) Swann "Oso Erguido" Grizzly

Escuchar al príncipe hablar le ayudó a entender algo mejor al lord de Grizzly lo complejo de la situación pero a la vez que alguien parecía estar siendo capaz de separar la paja del trigo. Aunque estuviese poco orgulloso de sus conclusiones y palabras el gigante se sonrió ante la tensión en el ambiente, si se desatase la violencia por fin estaría en su salsa, aunque fuese a puños.

Los chasquidos de sus nudillos se dejaron escuchar en cuanto fue cerrando y apretando los dedos, inconsciente de su su gesto hasta ese momento, en que los volvió a soltar; no sin antes mirar al maese a los ojos, tratando de leer una perfidia que, aunque estuviese escrita en su frente, se le escaparía.

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19/05/2018, 10:36
- Abondonó el castillo - Marvin Curton

-Yo mismo he acudido a la alcoba de vuestros padres para asegurarme de que Lord Rhys no estuviese allí -le comunicó a la dama, buscando no provocar más angustia en ella, aunque sabía que tal noticia era contraproducente para tal cosa. 

Marvin, que no quería mostrarse como realmente se encontraba por dentro, prefirió mantener un tono relajado en la conversación. Además, por mucho que le afectase su labor era la de intentar evitar que se produjese lo que parecía inminente por suceder: que los invitados entrasen en un juego de sospechas de unos contra otros o, lo que sería peor, intentos de agresión contra gente de la que nada podía ser demostrado por el momento.

-Ser Edric, creo que lejos se halla la casualidad de todo lo que acontece. 

El castellano, asumiendo cierta responsabilidad que se le pedía, no hizo más que suspirar antes de responder al señor de Dorne.

-Príncipe Oberyn, aunque supiese la identidad del individuo en cuestión, ¿no creéis que desvelarla solo serviría para provocar un creciente sentimiento de animosidad contra tal persona? -preguntó con consideración, sin deseo de sonar como que ocultase algo -. Vos mismo lo habéis señalado y se ha de considerar como factible que fuese un invitado el que provocase todo ésto, mas no os preocupéis ya que, de ser así, la guardia y muchos de los miembros de la casa tendrán bajo vigilancia a tal invitado. Además, ciertos sucesos han acontecido previamente a la llegada de todos ustedes, como el asunto del olor; así que, aún sin ser excluyente de que uno de los nobles señores invitados esté tras el sabotaje, es acertado el pensamiento de Lady Tabitha de que se ha orquestado por alguien de la propia casa. y se hallará al responsable o responsables. Descuiden.

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20/05/2018, 08:05
(1) Tabitha Vaelys

Tabitha escuchaba atenta a los hombres hablar. Buscaba gestos, detalles en sus movimientos, en su voz, en sus palabras. Algo que la hiciese decantarse por confiar en alguno de ellos o  no. El hombre grande le parecía bastante sincero a la joven, a la par que torpe en cuanto a inteligencia se refería. Estaba segura de que él no hubiese podido hacer todo esto, era demasiado complejo. O quizás fingiese ser lo que no era. Pero verle hacer crujir de aquella manera sus nudillos me hizo comprender que él era un hombre de puños, no de palabras. Descartado.

- Y no es casualidad, alteza. - Dijo refiriéndose a lo que nos ocurría a las hija de la casa Vaelys. Lo cierto es que la joven pensaba exactamente lo mismo que el Príncipe - Una mano negra se oculta detrás de todo esto, diga lo que diga Maese Curton. - Miró a Martin a los ojos con valentía. Sabía que con esas palabras iba a desafiar a su propia madre. - Y yo os pido que no calléis lo que sabéis sobre todo este asunto. Entiendo que mis padres quieran que permanezca en secreto, pues quizás para ellos sea una vergüenza lo que nos está ocurriendo. Más para mí y mis hermanas se trata de una que debe terminar cuanto antes.

» ¿Qué hay de malo en que nuestros invitados estén al tanto de lo que está pasando? Son más ojos y oídos para encontrar al culpable de todo esto. Además, cabe la posibilidad de que cuatro de nuestros invitados acaben formando parte de esta familia, lo justo es que sepan a lo que se enfrentan desde ahora. - Sus ojos emitieron un extraño brillo mientras hablaba.

- Y si padre no está en su dormitorio ni lo encontráis por ningún sitio, ¿cómo es que no ha sido avisada la guardia y a los criados para que inicien una búsqueda por toda la Fortaleza? - No entendía que, estando como estaban las cosas, no se hubiese desplegado ya a  todo el mundo en busca de padre. Eso volvió a alterarla de nuevo.

Procuró que no la afectase demasiado esta vez. Debía aguantar. Ser fuerte. Aún tenía muchas cosas que hacer antes de la fiesta y el tiempo se iba agotando. Los ojos de la joven se giraron hacia Alester, quien permanecía atento a ella. Quería continuar compartiendo información a solas con él, pero la conversación con los demás aún no había finalizado, asi pues la joven espero para ver si alguien más tenía algo que decir y esperó un poco más antes de decidir si salir ya de allí o si quedarse con los demás.

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21/05/2018, 21:36
(2) Alester Marbrand

Nadie había resuelto sus dudas al respecto del estado de Lady Alyra y Lady Lenia. Imaginó se encontraban igual que hacía unas horas o Marvin habría dicho al respecto; pero también era posible que el castellano no hubiera sabido nada sobre ellas. No las había visto en la capilla, lo cual era extraño pues allí se suponía que debía haberse reunido toda la familia. O tal vez... , su pensamiento elaboró otra teoría sobre la localización de ambas jóvenes.

Martell seguía manteniendo que Lord Vaelys corría serio peligro. Alester no sabía quién podría ser esa misteriosa persona a la que se refería el dorniense, pero se extrañó al escuchar a Marvin que el señor no se encontraba en sus aposentos. ¿Cómo podía ser así, teniendo en cuenta lo enfermo que decían que se encontraba? Si su gravedad era tal como había escuchado, no era posible que se hubiera movido del lecho. Con el ceño fruncido, siguió la conversación que mantenían los demás. ¿Dónde se encontraría Lord Rhys?

Estuvo a punto de hacer un comentario al respecto al castellano, pero en el último segundo se retractó y calló. No creía que fuera necesario divulgar información imprecisa delante de tanta gente. O, más que necesario, no creía que fuera protocolario. Ese tipo de conversación, basada en rumores y especulaciones, estaba destinada a ser privada. Lo cual le llevó a su siguiente reflexión que, además, reforzaba la idea que ya había transmitido Lady Tabitha:

- De hecho, es mejor que se nos informe a todos con claridad. Ya no pensando en qué invitado podrá formar parte de la familia. Hay que pensar, sobre todo, en el daño que pueden hacer los rumores que se difunden por la Fortaleza –Hablaba con tranquilidad, pasando la mirada de uno a otro, no solo a Curton-. Esa información, que no sabemos ni siquiera si es cierta o no, está haciendo que se desconfíe de personas que bien podrían ser inocentes. La información falsa es más peligrosa que la real, por lo que, aunque seamos nuevos en la Fortaleza, no creo que se nos deba ocultar datos certeros sobre un tema tan importante. Marvin –Esta vez, se dirigió solamente al castellano y en su voz se escuchaba la misma amabilidad que lo había caracterizado durante todo el día. Aunque la situación ahora fuera delicada, esa voz no parecía perder la compostura- sé que os encontráis en una posición complicada, pues vos no nos debéis a ninguno de los invitados ninguna lealtad, sino que cumplís órdenes de vuestros señores. Si vuestra lengua está atada, al menos transmitidle a Lady Vaelys este mensaje, para que reconsidere el silencio al que os obliga.

Al terminar, Ser Marbrand miró a Lady Tabitha. En sus ojos, a diferencia de en sus palabras, sí que se veía la urgencia de la situación. Habían comenzado una conversación que, en algún momento, tendrían que acabar.

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23/05/2018, 12:19
- Muerto (terremoto) - Ser Edric Colina

Las palabras del mayordomo y de su prima le acabaron de poner en guardia. Fué como una chispa que prendió su ser y lo puso en tensión como si hubiera aparecido en vísperas de una batalla y, de repente, se dió cuenta que no sabía quien era el enemigo. Pero tenía que reaccionar.

- No debemos separarnos. Además habría que encontrar al resto de invitados y sirvientes. Y, sobretodo, debemos encontrar al señor de la casa.  ¿Dónde estan tus hermanas y tu madre, Tabitha, y el resto de invitados? - le dijo con decisión.

Edric miró al resto de invitados para conocer su postura pero estaba convencido que a los sirvientes se les estaba escapando de las manos esa terrible situación y, tal vez, los invitados debían de tomar cartas en el asunto. Por el bien de todos.

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23/05/2018, 14:34
(0) Oberyn Nymeros Martell

-Es cierto, maese Curton. Quien está actuando contra Lord Rhys y las hijas Vaelys ha recibido ayuda de alguien del interior de la Fortaleza de Sangre -dijo el dorniense, llevándose un dedo al mentón, pensativo-. Lo sé desde que le he dado vueltas esta mañana a cómo alguien podría provocar tantas afecciones sin llamar la atención. Tuvo que ser alguien que pudo desplazarse con total facilidad a los dormitorios de las cinco damas y su padre, por lo que debe de tratarse de una persona del servicio o vinculada con la familia.

-Pero, por la información que he recibido, la persona que amenazó de muerte a Lord Rhys no es la misma que está provocando estos males a las muchachas. E incluso es probable que les preste su ayuda porque quiera obtener un rápido compromiso con una de las hijas de Lord Rhys para convertirse en señor de la Casa Vaelys a la menor oportunidad que tenga.

En la mente del príncipe ya había un nombre circulando desde la reunión que había mantenido con su informante en el Gran Comedor y, si no se equivocaba, aquel caballero no había actuado solo.

-Me consta que vos y vuestras hermanas estáis buscando el modo en que esta terrible situación acabe -se dirigió brevemente a Lady Tabitha, esbozando una ligera sonrisa-. Y estoy de acuerdo con Alester. Recientemente he recibido toda clase de rumores, que podrían ser tanto falsos como ciertos, por lo que os pediría, maese Curton, que pensárais si vuestro silencio de verdad está ayudando a la Casa Vaelys o está facilitando que entre los muros de esta fortaleza puedan seguir aconteciendo más desdichas.

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25/05/2018, 12:22
- Abondonó el castillo - Marvin Curton

Con cierta pesadumbre, un tanto amargado por no saber bien qué hacer y con los incesantes intentos de averiguar la identidad del posible "enemigo" externo, Marvin suspiró y entornó la mirada. Muchas dudas corrían por su mente, mas consideraba que una parte de lo que todos los caballeros expresaban era para el bien de la casa Vaelys. Consideró si debía mencionar o no el nombre, sopesando pros y contras de dar identidad al sospechoso, pero incluso lady Tabitha, con sus palabras, buscaba que el castellano cediese.

-Si vos lo pedís, lady Tabitha, lo diré. Solo comunicaré que no es ninguno de los aquí presentes, así que no tienen que mirarse con recelo de ningún tipo entre ustedes, sino que el caballero que tiene algo contra Lord Rhys es Ser Mordred. No  por ello, Sers, ha de ser marcado como culpable de lo que ha sucedido. Se carece de pruebas para ello, así que les pido discreción y que no actúen contra él.

La idea de que las damas Vaelys hubiesen sido vilipendiadas por uno de los miembros de la casa ya era algo más que palpable entre los presentes, solo que faltaban pruebas para tener un nombre seguro. Era preferible guardar los que barajaba para sus adentros.

-En cuanto a los perpetradores de tales atrocidades contra las hijas de mi Señor, aún no puedo posicionarme con plena seguridad. Así que, debido a ello, mantendré silencio para evitar lanzar simples conjeturas que nada aportan si no les importa.

Retomó la causa apremiante que hostigaba a lady Tabitha, la de la desaparición de Lord Rhys. 

-Desconozco si se ha informado a la guardia aún para iniciar la búsqueda de su padre, lady Tabitha. Seguramente, se está organizando de una forma que no hemos percibido para no provocar incomodidades a los invitados. Puede que haya aparecido ya y se encuentre descansando para la fiesta. No temáis, vuestro padre aparecerá.

Había contravenido la idea de mantener silencio total, pero tras recibir la petición por parte de la segunda hija de los Vaelys consideraba que podía transgredir ciertas reglas.

-Concuerdo con lo que mentáis, Sers. Hay toda una serie de rumores y charlas que se están esparciendo a toda velocidad por la Fortaleza como bien señaláis, así que debemos separar la paja del trigo para ver cuales son verdad y cuales no.