Partida Rol por web

Castillos y Caballeros

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29/09/2018, 13:01
(0) Swann "Oso Erguido" Grizzly

Asistiendo a Lord Oberyn a caminar junto a Ser Lance se encontraba Lord Grizzly, quien miró a su alrededor conpungido, con los labios apretados y los ojos titilando. Cuando vio que Evan Ross y Mira salían, le puso una mano en el brazo al jefe de caballos y trató de decirle algo, con rabia se dió cuenta que articular palabra haría que su pena y angustia que sobrecogiesen y optó por limitarse a asentir y carraspear, tratanto de darle a entender que valoraba que él estuviese haciendo tanto por proteger a la pequeña princesa.

La pobre Mira, -pensó para sí mismo- ojalá hubiese podido abalanzarme cual oso sobre quien tanto mal había vertido sobre aquella familia.

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29/09/2018, 15:56
(1) Septón Tiziano

El Septón había bajado las escaleras de la biblioteca con dificultad, su paso era lento y cargar con el libro de la estrella de las siete puntas hacía que apenas lograse avanzar. La Capilla estaba vacía cuando llegó allí, lo primero que pensó es en ir a ver el estado en que se encontraba el Príncipe Oberyn, pero no lo encontró en sus aposentos. Si continúo así pronto me convertiré en un árbol, pensó lamentándose por su lentitud. Entonces recordó el báculo ceremonial que había usado en contadas ocasiones y se valió de él para acelerar su paso. La intensa lluvia le permitía ver algunas siluetas acercándose al recibidor, y decidió seguirlas hasta allí.

La habitación había resistido el inesperado terremoto, en el centro de ella yacían los cuerpos de los antiguos señores Vaelys, sus señores, sus amigos, su familia. Un nudo amargo se formó en su garganta, sabía que habían muerto, pero verlos era algo doloroso para él. Se acomodó la estola que llevaba encima dubitativo en qué era más apropiado en ese momento, sentía que debía abrazar a las niñas Vaelys, quería conocer el estado de Oberyn, quería ayudar al Maestre a dilucidar el motivo del deceso de Lord Rhys y quería también oficiar un adecuado responso. Pero en lugar de eso contempló en silencio los cuerpos de sus dos amigos, una amarga despedida. Pronto nos volveremos a ver.

Rompió el silencio recién cuando el Mayordomo invitó a todos a salir - No es apropiado que estemos en un momento así bajo la lluvia, Evan. El lugar para Mira y el resto de sus hermanas en éste momento es junto a sus padres fallecidos, dejad que se despida adecuadamente. No tiene porqué haber otro temblor, no dejemos que el temor nuble nuestro juicio- dijo, y dirigió una cálida mirada a la niña.

Se acercó hacia el jorobado luego - Gracias Sloth, los has recuperado a ambos - dijo agradecido, el sirviente había hecho cuanto le había pedido y gracias a su incansable esfuerzo ahora los señores Vaelys podían ser despedidos con dignidad- Sabes dónde está Astrid?- preguntó con inquietud. Continuó hablando en voz baja con él, cuidando no molestar a los presentes.

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29/09/2018, 16:59
(2) Alester Marbrand

Como había imaginado, el resto de la Fortaleza había quedado en tan deplorable estado como la biblioteca. Las reparaciones llevarían meses. Aunque, dentro de lo malo, podría darle a su nuevo hogar un pequeño cambio, haciéndolo más personal, y que así no se sintiera como un extraño en su propia casa.

Los cuerpos de los anteriores señores estaban ya dispuestos sobre mesas para recibir las oraciones oportunas. Al salir de la biblioteca, había ofrecido a Alyra su brazo para caminar junto a ella y ahora que estaban ahí, frente a sus dos progenitores fallecidos, el hombre le agarró con más fuerza.

Un gran grupo de personas se había reunido en el recibidor, entre los cuales se encontraban el dorniense y el Maestre Caelus. Se dirigió al primero, quien llevaba bastantes vendas, pero al menos parecía haber mejorado.

- Príncipe Oberyn, me alegra comprobar que ya podéis moveros, aunque sea con ayuda. Justo había mandado a Ser Bernard a comprobar vuestro estado, os habéis tenido que cruzar por el camino sin veros –le dijo, pensando en que Risefeller probablemente volvería al recibidor en cuanto comprobara que los aposentos del septón habían quedado vacíos.

No se le escapó el tono autoritario que usó Evan cuando mando salir a todos a los jardines.

- No se hará tal cosa - respondió, poniéndose del lado del Septón-. Aquí, al menos, tenemos algo de resguardo. Salir a la intemperie en plena noche es correr demasiados riesgos –Le dirigió unas palabras a su esposa al oído y luego volvió a hablar a Evan-. Lady Lenia y Lord Glover tienen pensado tomar sus caballos en cualquier momento. Comprueba que nada les ha ocurrido a las caballerizas y a los animales, por favor –le dijo al mayordomo.

A la pregunta que hicieron tanto el dorniense como Tiziano, Alester frunció el ceño. Miró entre los presentes y, efectivamente, comprobó que ni Tyler, ni Edric ni Astrid se encontraban allí. Pero no eran los únicos que faltaban. Se acercó unos segundos, junto a Alyra, a uno de los soltados para preguntarle algo.

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29/09/2018, 21:11
(0) Ser Lance Dayne

acababa de llegar junto con el principe Oberyn, lord Grizzly y el maestre, al ver los cadáveres de los señores de la casa, se confirman los rumores de su muerte, “primero Alwen y ahora sus padres” me digo a mi mismo y cierro los puños con furia, me calmo un poco y me acerco al principe y a lord Grizzly, “si me disculpan, voy a dar mis condolencia a las hijas de lord Vaelys, fui amigo de su difunto hermano Alwen” me acerco a las hijas de lord Vaelys, y al llegar hago una reverencia “señorita Alyra, señorita Lenia y señorita Mira, siento que nos volvamos a ver en una situación tan triste

 

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30/09/2018, 18:56
(0) Kyle Ironsmith

Kyle ya no sabía que hacía allí. Sin los señores que le habían acogido como a uno más, ya no tenía sentido quedarse. Sólo quería irse de allí lo más lejos posible, huir de nuevo, pero ¿A dónde? Se acercó a su amigo Evan para apoyarle en este duro momento -Duro momento para ambos. Deberíamos irnos de aquí.

Quería hablar con Ser Galbart Glover para ofrecer sus servicios. Regresar al Norte era algo que siempre había deseado. Deseaba hablar con Evan para que le acompañara, pero él nunca aceptaría ir allí.

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01/10/2018, 03:22
(0) Alyra Vaelys

Entrar a ese recibidor ha sido lo más terrible que ha tenido que experimentar en lo que va de su corta vida, pues a cada paso que daba se dan cuenta de la certeza absoluta de que su padre ya no estaba, de que no había forma de poder enmendar eso y que habían quedado solas. A su lado se encontraba su madre, Alyra intentó encontrar algo de pena o desamparo genuino a saber que estaba muerta, pero sólo hubo un silencio, ella se había suicidado cuando se dio cuenta que no tendría poder alguno sobre la fortaleza, en vez de haberse quedado para ayudar a la que fuera señora de Vaelys, lamentó, eso sí, que fuera su hermana pequeña testigo de todo aquello. 

Sin embargo, a pesar de la congoja que se anidaba en su corazón, caminó a paso firme y con la mirada fija en sus progenitores, pues aunque estaba sujeta del brazo de Alester, no daría muestras de debilidad, no era el momento, luego, cuando todos se fuera y hubiera que limpiar las heridas, lo haría, pero en ese preciso momento, no podía permitirse esa licencia, no obstante, agradeció infinitamente el apoyo que el hombre le brindaba y su afán de cuidar de ella, tal como lo había prometido sin tener obligación alguna con ella o con su familia. En algún momento ladeó su rostro para verlo y con un breve movimiento de sus labios, le agradeció, antes de encontrarse con la mirada de apoyo de Lenia, claro que iba a necesitarlo, más ahora que sus padres no estaba, que la fortaleza necesitaría reparación y que aún no sabían que sucedería a ciencia cierta.

Y esa calma en el rostro de Alyra se mantuvo incluso cuando Evan habló aunque dentro de ella, todo tembló y la fuerza pareció extinguirse con sólo algunos acordes de su voz, debiendo hacer un infinito esfuerzo en recordar las duras palabras que le profirió, esos ojos cargados de odio y cómo no comprendió nunca su propósito. Sí, debió hacerlo incluso cuando quizo dar órdenes. Alyra escuchó a Alester lo que le dijo y asintió, debía reaccionar, debía posicionarse en el puesto que había tomado.

— Mira, ven por favor, — se separó de Alester para avanzar algunos pasos hacia su hermana menor y tenderle la mano intentando mantener un gesto amable en su rostro que evidenciaba el cansancio y la fatiga de tan larga jornada*. Ser Lance fue el primero en acercarse a darles el pésame, Alyra levantó su mirada hacia él y la inclinó a modo de reverencia.

— la desgracia nos ha golpeado con violencia el día de hoy, incluso los muros de esta fortaleza se han agrietado y han caído parte, pero de aquí en más, y en el hombre de mis padres, reconstruiremos este lugar, su gloria y de su fuerza, por ellos... por nosotros mismos... también, muchas gracias Ser Lance por su ánimo y su apoyo, gracias por aún honrar la amistad con mi hermano mayor — su mirada fue hacia el cuerpo de su padre y sus ojos se llenaron de lágrimas, así como su voz se cortó por unos instantes — querido Sloth... — debería hablar con él, debería preguntarle tantas cosas, deberá agradecerle muchas otras — te deberé pedir un favor más, mi querido amigo, ¿puedes comprobar si la gente de La Cocina está bien y si lo están, pedirles que preparen algo caliente para todos... enviaremos a los soldados a revisar el castillo para evaluar los daños y la zona más segura para que nos quedemos, afuera llueve y el frío arrecia, sería una verdadera burla que luego de haber sobrevivido a tanto, alguno muera por alguna fiebre mal cuidada — le habla con afecto al hombre, antes de voltearse hacia Tiziano.

Ahí sí, la fuerza de Alyra fue prácticamente nula, su voz no volvió a salir de sus labios con la tranquilidad con la que había hablado antes, demorando un poco en continuar.

— el desconocido nos ha marcado un camino tortuoso... pero confió en la madre que luego de este mar de lágrimas, sea un amanecer nuevo y cálido el que nos espere... por favor... dígame qué necesita para despedir a los señores de este lugar y yo se lo traeré — los que gobiernan no son más que instrumentos para los hechos que se desenvuelven, la vanidad que está en todo líder, debe siempre ser aplacada por el espíritu de servicio, pero esa sería una lucha que se debe llevar a cabo día con día, momento a momento. Alyra lo comprendió esa noche y quedó marcado a fuego en su alma. 

Notas de juego

*no sé si Mira se acerca.

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01/10/2018, 22:36
(0) Evan Ross

No comprendía por que deseaban quedarse entre aquellas paredes de rocas agrietadas. Algunas piedras habían caído y si ninguna les había abierto la cabeza había sido por puro milagro. Según veía Evan no hacía falta otro temblor para que la fortaleza sufriese más daño, tan solo el asentarse de los muros que por ahora se mantenían en pie, un leve movimiento causado por un espacio vacío que estuvo ocupando una piedra en su momento... pero nadie pensaba en aquello, preferían dar por sentado que estar allí dentro sería seguro, sin escuchar las paredes que podrían seguir crujiendo hasta ser reparadas.

No importa, es su elección Y miró a la pequeña de los Vaelys, la única criatura completamente inocente que estaba allí, ella no merecía pagar el precio tan alto que ya se había cobrado aquel día, ni lo que pudiese estar por llegar. Sin embargo estaba convencido de que la niña no se separaría de sus hermanas, las seguiría ciegamente hasta dónde los dioses quisiesen que llevase aquella locura.

Apretó los labios y asintió a aquel gigante cuando le puso la mano en el hombro. Y sintió que le volvían las fuerzas cuando Kyle se puso a su lado. Su amigo, el que lo era de verdad. ¿Ya nadie recordaba a Fiona? ¿dónde estaba su cuerpo? Ojalá él también encontrase su hogar, el de verdad, y ocupase su lugar en aquel mundo que apestaba a mentiras, traiciones y  maquinaciones.

Cuándo Alester se dirigió a él clavó sus ojos en los del noble sin ningún tipo de sumisión.

-No sois mi señor, no acataré vuestras órdenes. Os presentáis proclamando que sois el verdadero y legítimo heredero de la Fortaleza de Sangre, pero nada tenéis que apoye vuestras palabras. Me sorprende que tantos decidan simplemente creeros, sin pensar por un momento que todo os ha sido demasiado beneficioso.- Miró a los presentes, se le veía convencido de sus palabras -La enfermedad de Lord Rhys, que le fue marchitando lentamente, algo realmente extraño y para lo que ni el maestre supo encontrar cura o explicación. ¿Enfermedad o veneno? - volvió de nuevo su mirada a Alester -Habéis estado actuando con la ayuda de alguno sirviente de los Vaelys, alguien que pudiese acceder a nuestro señor para ir menguando sus fuerzas poco a poco. Y parece que la paciencia os ha recompensado, pues todo apunta a que os pondréis al frente de la casa a no mucho tardar.- Negó con la cabeza - No seré yo quien os lo ponga tan fácil.- 

Y siguió manteniendo la mirada a Marbrand, con todo el fuego interior otorgándole la fuerza que le hacía capaz de aquello. ¿Por que Alyra le escogía sin reservas? ¿Por qué no pensaban si acaso lady Myriah había saltado por la ventana incapaz de ver como el asesino de su esposo se sentaba al frente de la fortaleza? ¿Por qué nadie había preguntado por Tabitha? Demasiadas incógnitas, y todo el mundo parecía tan fatigado que seguirían a aquel hombre como borregos. 

-Os reto a un combate singular, que los dioses desvelen si sois o no inocente- Sabía que aquello podía suponer, casi con total seguridad su muerte, pero ¿acaso había algo más que pudiese hacer?

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02/10/2018, 16:03
(2) Sloth ,"El Jorobado de Vaelys"

Sloth sintió tal alivio al ver llegar a Lady Alyra, a Lady Lenia y al Septón que soltó un suspiro cuando aparecieron por la puerta. Gracias a los Siete, ellos tampoco habrían sufrido ningún daño. Se alegró Sloth también al ver a las dos hermanas juntas, confirmando que Lenia había decidido hacerle caso y despedirse de Alyra antes de partir hacia Bosquespeso.

Sloth agachó la cabeza ante el Septón Tiziano antes de responder.

- De nada, Septón. Pero Sloth solamente encontró el cuerpo de Lord Rhys. A Lady Myriah la trajo Evan –informó Sloth, apesadumbrado por no haber podido continuar con la ilusión de que la mujer aún viviera, ilusión que tanto él como el anciano habían compartido.

Luego Sloth, volviendo a agachar la cabeza, negó con esta a la pregunta que hicieron tanto el príncipe Oberyn como el Septón-. Sloth no lo sabe. Sloth hace tiempo que no ve a Lady Astrid. Ni tampoco a Ser Edric –Este último a Sloth le importaba poco, pues seguía sin confiar del todo en él. Pero ¿dónde se encontraría la primogénita? ¿Habría sufrido algún daño?

Sloth sonrió, aunque aún preocupado por el destino de Lady Astrid, cuando Lady Alyra se acercó a él. Ella sería una señora maravillosa, aunque no fuera la que su señora Lady Vaelys habría preferido para ese cargo. Sloth asintió con la cabeza mientras la joven hablaba.

- Claro, mi señora. Sloth hará lo que le pedís. Sloth también está preocupado por el destino de los demás –Con una reverencia, Sloth se alejó de ella, en dirección a las cocinas. Y, a medio camino, se giró al escuchar a Evan. Como antes había asentido, ahora negaba fuertemente. ¿En qué estaba pensando Evan al retar así a Marbrand? ¿No sabe Evan la ofensa que eso supone para los nuevos señores y para la casa Vaelys en general que un mayordomo decida enfrentarse de esa forma? Sloth se quedó esperando, entonces, a la espera. Sloth no quería marcharse, no si su asistencia podía ser necesaria en ese momento.

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02/10/2018, 16:42
(2) Alester Marbrand

Después de que Alester intercambiara unas palabras con el soldado, tuvo que reconocer su error. Al ver que los soldados obedecían sus órdenes y de que una parte de las personas que bajo esa Fortaleza se encontraban ya lo reconocían como señor, había dado por hecho que el resto del servicio haría lo mismo. Por supuesto, no había tenido en cuenta a Evan, quien obviamente se tomaba su derrota personal de peor forma que Ser Bernard Risefeller.

Pero también reconocía que estaba cansado de escuchar lo mismo y decidió que había cosas mucho más importantes que discutir con ese joven. Así que se negó a repetir de nuevo lo mismo que había repetido ya tantísimas veces y respondió con sencillez.

- Primero, si no hay tienes pruebas concretas contra nadie más que tu propio orgullo herido, en ese caso lo último que tienes que hacer es señalar con el dedo –contestó a Evan, sin levantar la voz, conteniendo su furia por las ofensivas palabras que Evan le había dirigido. Aunque, ciertamente, de todos aquellos que lo habían acusado a lo largo del día, aquel mayordomo era el que menos derecho tenía a difamar de tal cosa; no solo por cuestión de estatus, sino porque Evan cargaba a sus espaldas tantos o más rumores contra él que Alester-. Por suerte, el que yo sea o no señor de esta casa no depende de ti, sino de documentos oficiales, así que el hecho que tú no quieras ponérmelo fácil de nada servirá, muchacho.

Iba a girarse hacia el Septón, para ultimar con él los últimos detalles de los responsos de Lord Rhys y Lady Myriah, pero no llegó a completar esa acción. Cuando escuchó la particular proposición de Evan, tuvo que contener una risa, incrédulo de aquellas palabras. El dolor de cabeza que le estaba dando ese hombre no era en absoluto divertido, y mucho menos en la situación en la que se encontraban ahora todos, a punto de celebrar un funeral; pero que un mayordomo creyera podía retar a un Señor era, sin duda, ocurrente.

- No digas sandeces. No eres ni noble como para retarme a un duelo, ni soldado como para lucharlo –respondió, desestimando esa proposición tan ridícula como era e intentando enseñar algo de lógica a aquel muchacho. Fruncía el ceño, pues, aunque le hubiera divertido su comentario, no dejaba de ser ofensivo para un noble que un sirviente lo retara como si fuera un igual-. Si aprecias tu vida, joven, te mantendrás tranquilo, dejarás tus amenazas y acusaciones, te despedirás de tus antiguos señores a quienes tienes de cuerpo presente y te marcharás de la Fortaleza en cuanto hayamos terminado con esta ceremonia.

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02/10/2018, 17:08
(1) Septón Tiziano

Sloth le había revelado que Lady Myriah había sido encontrada por Evan, él miró al Mayordomo y asintió agradecido. La habrá encontrado sin vida? se preguntó el Septón, que sabía que ella no había muerto en la caída. Nuevas dudas aparecían en su mente, pero su rostro se mostraba relajado. El jorobado dijo no haber visto a Edric ni a Astrid, pero la fortaleza era grande, bien podían estar por llegar. Luego Alyra se acercó dolorida y preguntó acerca de lo necesario para el oficio, él la tomó de sus manos con ternura - Mi querida Alyra, los Siete se hacen presentes en todo lugar, basta con mi presencia para realizarlo. Pero sería justo para Lord Rhys y Lady Myriah que sus cinco hijas estuviesen presentes en el oficio - sólo dos personas faltaban para despedir a sus dos amigos del modo en que hubiesen querido.

Luego sucedió lo impensado, Evan acusó a Alester públicamente y además lo retó a un duelo, Alester  respondió de inmediato con altura, pero algo de eso no estaba terminado, había en el aire una tensión que debía llegar a su fin. Tiziano sabía que había un sólo modo para acabar con el asunto. Giró su cabeza hacia el Maestre que inspeccionaba los cuerpos. Viejo zorro, llegó la hora de la verdad.

- Evan, sé más respetuoso con Lord Alester Vaelys, es tu señor te guste o no - dijo con la mirada firme, había cosas que no podían cambiarse - Señor, éste Mayordomo ha servido en ésta casa por mucho tiempo y de modo fiel a las hijas, en especial a Alyra. Os pido que disculpe su ofensa y permita que permanezca en la fortaleza hasta que Alyra decida el destino de éste hombre - agregó de inmediato, inclinando levemente su cabeza hacia abajo. Evan y Alyra se debían una charla, el anciano lo sabía, la reacción del Mayordomo estaba inspirada en la lealtad hacia Lord Rhys, pero la verdadera causa era más profunda, un inmenso dolor atravesaba esos corazones, y sólo ellos dos podían ponerle fin. 

- Maestre Caelus, Príncipe Oberyn, mucho se ha dicho acerca de la enfermedad de Lord Rhys, yo mismo he denunciado ante todos lo sospechoso que me resultaba. La partida de Lady Myriah también despierta mis sospechas, pues su cuerpo no estaba en el lugar de la caída. Sospechas y más sospechas que perturban el descanso de nuestros señores. Hay un sólo remedio para ello... la verdad - le dijo a ambos en voz alta - La muerte de nuestra querida Fiona y de mi fiel Merol han sido un accidente, la muerte de nuestro respetado John y de los soldados de las mazmorras ha sido obra del único asesino que conozco en éste lugar, Viserys Targaryen - mencionó con desprecio ese nombre, enfurecido por la conducta traicionera del Príncipe  - Pongamos luz en éste asunto de una vez, Caelus, Oberyn, ayúdenme ustedes a encontrar la verdad a la luz de los Siete para que cuando comience el oficio no haya dudas acerca de lo que realmente ocurrió con la muerte de éstos dos nobles señores, nuestros queridos amigos Rhys y Myriah. Y que la palabra de un Maestre, un Príncipe y un Septón ponga fin a las habladurías y traiga la verdad a ésta Fortaleza - dijo, y luego se acercó hasta el Príncipe y le extendió su báculo para que se apoyase en él.

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02/10/2018, 17:56
(0) Alyra Vaelys

Solo quería pensar en su padre, ahí muerto, el hecho que no podría escuchar más sus palabras, sus bromas, esa forma desvergonzada que era cuando no habían protocolo que cumplir y donde ella parecía más adulta que su propio padre. Extrañaría las charlas y el apoyo que le daba, es verdad, sentía pena porque no la reconociera como alguien digna de sucederle, pero quizás él busco que fuera libre de esas paredes y de las obligaciones, y quizás él buscó que fuera feliz siendo ella misma, sin comprender que la mujer que había criado lo admiraba y quería ser como él. Siempre quiso ser como él, y él intentó protegerla de eso. Ahora comprendía las palabras de Tiziano.

La chica quería poner término a esa noche y simplemente quedarse a despedirlo como correspondía, junto a todos los que se habían ido ese fatídico día, pues Alyra no sólo había perdido a sus padres, sino que había perdido a su mejor amiga, aquella que fue más una hermana que sus propias hermanas; perdió a su maestro, John, quién confió en ella y la vio como digna de portar un arma. De paso también había perdido a una persona que fue tan importante como John, Mordred, pero esa pérdida no era por la muerte, sino por la traición. 

Alyra quería solo mantenerse de pie ante los cuerpos de sus padres y guardar silencio, ¿acaso era mucho pedir tranquilidad y silencio?. Sin lugar a dudas la respuesta era un sí, pues Evan no le daría tregua, ¿necesitaba seguir lastimándola?, sí, era necesario, Alyra no quería escucharlo en ese momento, quería que guardara silencio y que esperara a que el funeral se llevara a cabo, en medio de una fortaleza destruida. Evan explotó, desafió a Alester y los ojos castaños de la joven se posicionaron sobre él cual halcón. Las mejillas de la doncella se pusieron rojas y si no fuera por que Alester la tomó por el brazo por unos instantes antes de contestarle a Evan, ella misma hubiera aceptado el duelo, pero ese leve roce hace que ella reaccione, desviando su mirada hacia un costado, pudiendo tomar el tiempo necesario para no responder algo que sería una estupidez. 

Evan, no podía desafiar a Alester, no porque él fuera su señor en ese momento, sino porque no era un noble, además, hacer eso sería llevarlo a la muerte y el joven merecía mucho más que terminar sus días en ese lugar por una mala decisión. Alyra cerró sus ojos y volvió su mirada hacia sus padres, que eran los que le importaban mientras tanto Tiziano como Alester intentaban poner algo de razón a ese arrebato que no existiría si Evan conociera las razones de fondo de Alyra, si conociera el porqué de las decisiones de la chica y el porqué había actuado de ese modo. Alyra por unos instantes miró a Lenia, ella le había dicho que dejara de hacer lo que se esperaba de ella, que hiciera algo que no fuera ordenado. "hermana... justamente hice lo que me dijiste, pero es doloroso", fue lo que pensó en esa mirada que le dio a su hermana mayor y deseo con todas sus fuerzas que la abrazara, sin embargo eso no podía pasar. 

Tiziano pide piedad por Evan, intentando convencer a Alester de que lo deje, ella, al ser interpelada asiente levemente a que estaba conforme con esa petición, sin embargo sería Alester el que tendría que decidir si aceptaba esa licencia ante la falta de respeto de Evan, que debería hacerlo merecedor en ese momento de la cárcel.

— ¿dónde encontraron el cuerpo de mi madre?, cuando salimos a buscarlo, no lo encontramos — al fin habló, lo que de seguro crearía un momento de tensión máxima, los que conocían a la chica podrían jurar que no dejaría pasar la ofensa del mayordomo, porque ya le había dejado pasar una, pero no estaba en sus planes enfrentarlo, comprendiendo su dolor y comprendiendo que no tenía toda la información y que carecía de lo que otros también cuestionarían, documentos que certificaran lo que decía Alester, los que existían, claro que existían, todos y cada uno de ellos, los que los ataban a todos a una suerte de juego cruel que los había llevado hasta ese día, no obstante ¿no había escuchado de boca de Lady Myriah cómo reconocía a Alester como el señor de ese lugar?. Mantuvo el control y la templanza, y su voz sonó monosonante, envuelta en el sobrecogimiento de ese momento, esperando la llegada del resto de sus hermanas y por fin terminar aquello. 

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04/10/2018, 01:40
(2) Mira Vaelys

Seguía abrazada a su padre cuando la Fortaleza de Sangre tembló, pero Mira no se inmutó. Parecía a la niña que aquello no era sino el eco de su dolor incontenible rebotando contra las paredes para volver a ella de nuevo. Allí hubiese seguido de no ser por Sloth.

Quisiera haber agradecido su protección, aceptar la mano de Evan, ser amable y preguntar a Oberyn por sus heridas y agradecer a Lance el pésame. Pero fue incapaz. Mira permanecía bajo la mesa con la mirada fija en sus padres, con los pulmones inundados en pena y la garganta vestida con el velo metálico de aquel licor que había resbalado por ella.

Había leído muchas historias donde el mal acechaba e irrumpía para corromper y someter a las personas de bien, pero en todos los relatos el bien y la justicia prevalecían a pesar de las almas oscuras que deseaban imponer el miedo y el caos en el mundo. Sin embargo, aquí estaba ella, viviendo un cuento equivocado.

Evan se enfrentó a Alester y la pequeña no pudo sentir sino más dolor. Ya no vería más al jefe de caballos que tan amable era siempre con ella, pues si no moría en duelo sería expulsado de la fortaleza. Mira sentía que importaba a muy pocas personas en realidad y no podía evitar sentirse sola, pues le estaban siendo arrebatadas de un modo u otro.

Alyra la llamó, y aunque un gesto de cabeza indicaba que saldría de debajo de la mesa, sus piernas no respondieron. Y allí continuó escuchando las conversaciones, con la mirada perdida en algún punto indefinido.

Notó la mirada del Septón pero lo que la hizo reaccionar fue escuchar acerca de las muertes de Merol, John y dos soldados en las mazmorras. Sintió una nueva punzada de sorpresa y horror. ¿Era esto el fin del mundo? El del suyo tal vez sí.

Salió lentamente de su cobijo y se puso en pie. No escuchaba en ese momento nada más, solo el latir de su corazón, temeroso por las hermanas que faltaban.

-Tabitha... fue a las mazmorras... -observó alrededor en una súplica por encontrarla.

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04/10/2018, 01:43
(0) Alyra Vaelys

Las mazmorras, no tenía sentido, ¿como había escapado?, pensó Alyra pero no hizo esas acotaciones, Alester y el resto tendría que hacerse cargo de ese asunto, ella debía preocuparse por su hermana menor, después de todo, los sacrificios hechos ese día fueron para protegerla, para darle esa libertad y la tranquilidad que los demás no habían tenido, es así que cuando Mira salió de su escondite, ella avanzó a grandes zancadas hasta ella y la rodeó con ambos brazos y pegó a su pecho. No dejaría que la lastimaran más, no dejaría y aunque ella misma tuviera que revelarle aquella verdad, sería lo último y sería con tiempo.

Alester... — le dirigió la palabra al hombre para que mandara a los soldados, mientras abrazaba a su hermana y pasaba sus manos heladas por su rostro, besando su frente y volviéndola a abrazar.  

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04/10/2018, 01:46
(0) Kyle Ironsmith

Kyle sintió un escalofrío en la espalda cuando su amigo Evan desafió a Ser Alester Marbrand a un combate singular ¡Evan! ¿Estás loco? Quiso gritarle, agarrarle para llevárselo muy lejos de allí, pero ya no había marcha atrás. Después de eso, Evan ya no podría quedarse nunca más en la Fortaleza de Sangre, y sólo con suerte saldría de allí con vida. Quizá le mandarían al Muro con un poco de suerte, y si así fuera, Kyle le acompañaría Seguro que allí podríamos tener una buena vida. Dejemos a los nobles con sus juegos pensó Los únicos perjudicados son los inocentes.

Estaba a punto de llevarse de allí a Evan cuando Mira habló tímidamente ¡Tabitha! ¿Está en las mazmorras? Allí corre peligro Sin perder más tiempo, Kyle le dió un toque a Evan en el hombro para llamar su atención y salió corriendo en dirección a las mazmorras - ¡Vamos Evan! Si encontraba a Tabitha con Evan, quizá Ser Alester olvidaría el incidente,

Notas de juego

A las mazmorras

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04/10/2018, 23:21
(2) Ser Galbart Glover

Lo que debía convertirse en un momento solemne y triste para las hijas de la familia Vaelys antes los cuerpos de su padre y madre fallecidos había desenvocado en que Evan quisiera retarse en duelo ante el nuevo Señor del Castillo y eso era inadmisible-Evan, por favor, te ruego que tengas respeto por las hijas aquí presentes, pretenden estar en paz y realizar una última despedida, no es adecuado ni necesario ésto ahora mismo-Dijo el norteño pacificador apoyando las palabras del Septón para luego mirar a Lenia y haciendo oídos sordos a lo que allí ocurría se centró en su mujer acariciando una de sus mejillas.

-Despídete cuando gustes querida-dijo con una tierna y apenada sonrisa. Galbart lo único que deseaba era irse de allí cuanto antes y le urgía saber el estado de sus caballos para quedarse lo estrictamente necesario. Ya lo que ocurriese en esa casa a partir de ahora no le incumbía, su hogar estaba en Bosquespeso y ahora que Lenia estaba con él y era su esposa se convertiría en su nuevo y cálido hogar.

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05/10/2018, 08:48
(0) Evan Ross

Todo se retorcía cada vez más, volviéndose más rebuscado y oscuro. Evan tenía el corazón galopando dentro de su pecho, envuelto en un torbellino de sentimientos y con una necesidad de que todo aquello se zanjase que incluso su propia muerte le parecía algo válido. De algún modo ya le habían sido atestadas varias puñaladas, siendo la última la que acabaría con su vida. Ser Marbrand recurrió a su falta de sangre noble para rehusar el combate, a pesar de que Evan no se había criado con una espada en sus manos. ¿Acaso aquello no demostraba temor al juicio de los dioses? 

Estaba convencido de que ser Alester era culpable, quizás no había ejecutado todas aquellas maldades con sus propias manos, pero sí había movido los hilos. Entonces habló Tiziano. Evan siempre había escuchado al anciano, a pesar de no ser el más devoto tampoco era un incrédulo de los siete. Era cierto, adoraba a Lord Rhys y aquel era su último intento de hacer algo por su señor. Por todos los Vaelys y por él mismo. Mira no se recuperaría de aquel día, ninguna de las hijas lo haría, y no podía evitar notar la falta de Astrid y Tabitha.  

¿El viejo septón es capaz de ver en las almas? Se preguntó mientras Tiziano continuaba hablando.

¿Merol ha muerto? Aquel chico rechoncho podía ser muchas cosas, pero no merecía la muerte. Dos accidentes en un mismo día a Evan tampoco le parecía lo más normal. ¿John? ¿Jhon ha muerto? Apretó los puños mientras los recuerdos con su amigo se abrían paso junto a una enorme y dolorosa pena. ¿Qué será de su niña? No pensaba dejar a su familia a la suerte, no si podía hacer algo por su parte. El capitán de la guardia había sido su amigo, confidente y juntos habían llevado el peso y responsabilidades del cargo de Mayordomo. ¿Entonces Viserys había escapado? Maldito, mil veces maldito...

Tiziano solicitó entonces al maestre y al príncipe Oberyn que dijesen la verdad, lo cual siginificaba que debían haber estado ocultando cosas todo aquel tiempo. Evan esperaba que Caelus tuviese parte de la culpa, de él había sospechado todo aquel tiempo, pero ¿Oberyn? ¿Qué tendría que desvelar aquel príncipe de tierras lejanas? El norteño le instaba también a callar, por las hijas, Evan comprendía sus palabras, pero también se debía a Lord Rhys y era imprescindible descubrir a sus asesinos.

Cuándo escuchó de nuevo la voz de Alyra sintió tanto calor como frío, ¿porque había sido ella tan cruel?. Evan tenía la respuesta a su pregunta, podría haber callado o hacer oídos sordos, pero quizás por la costumbre o porque donde hubo fuego seguía habiéndolo volvió el rostro hacia ella para responderle. En esta ocasión los ojos del jefe de caballos no reflejaron rabia, pareciese que todo lo demás hubiese desaparecido por un instante. 

-Encontraron el cuerpo mis muchachos.- declaró con tristeza verdadera - verla bajo la lluvia les pareció mal y la guarecieron en los establos. Después Mira y yo mismo la trajimos hasta aquí- Dejó su mirada posada en los ojos de ella un segundo de más, Evan seguía siendo él, pero parecía tratar de descubrir si ella fue alguna vez ella. Todo fue mentira, idiota. Se recordó, y bajando la mirada al suelo la voz de Mira resonó en su interior. Miró a la pequeña y no se hizo rogar por su amigo, sus pies se movieron rápido para salir por ella. Evan sentía que ya no tenia señor en la fortaleza de sangre, pero su cariño por las hijas, la coqueta y risueña Lenia,  la pequeña y dulce Mira, Tábitha que había sido más que una señora para él, incluso Astrid, de la que tampoco sabían nada después de aquel temblor horrible, ellas todavía le tenían. 

 

Notas de juego

A las mazmorras con Kyle

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05/10/2018, 09:54
(0) Lenia Vaelys

Desde el mismo momento en que Lenia había entrado en el recibidor y había visto a sus padres, se encerró en si misma, miró a las personas, miraba los cuerpos, pero sus pensamientos estaban muy lejos de allí, hacía un gran esfuerzo por no volver a derrumbarse y correr a abrazar el cuerpo de su padre, permanecía sujeta al brazo de Galbart, pensando en como despedirse.

Todo parecía ajeno a ella, como si estuviera dentro de una burbuja, hasta que escuchó que una de sus hermanas estaba en las mazmorras. Alyra actuó con rapidez, como siempre y la voz de su norteño, hizo que volviera brevemente a la realidad.

Galbart : -Despídete cuando gustes querida-

Los ojos de Lenia pasaron de mirar a los de Galbart, a mirar a los presentes y por último, los cuerpos sin vida de sus padres. Iba a comunicar algo pero algunos salieron hacia las mazmorras, así que Lenia se mantuvo en silencio. Soltó el brazo de Galbart y se acercó a los cuerpos de sus padres. 

Miro primero a su madre, un instante, sentía pena porque no quería que las cosas hubieran acabado así, pero el amor que le tenía a su madre, ni de lejos llegaba a rozar al que le tenía a su padre, así que se giró para mirar el cuerpo de su padre y sintió como una lágrima resbalaba por su mejilla, en silencio.

Lenia alargó la mano para acariciar el pelo de su padre - Padre ... lo siento mucho - dijo de manera ahogada en apenas un susurro. - Hoy, nada de esto debía pasar así - el nudo de su garganta volvió a aparecer - Siento que no pudiera decirte que te queria por última vez - se inclinó un poco hacia adelante para poder verle el rostro - Siento ... que no puedas volver a vernos sonreir - su nariz empezó a picarle - Galbart ... Galbart y yo ... bueno, me voy al norte, con el, Alyra se quedará aquí cuidando de todos, lo hará bien, sabes que a ella siempre se le dio bien ser la hermana mayor, aun siendo de las pequeñas - sonrió con amargura - Yo volveré, lo prometo - volvió a acariciar el pelo de su amado padre - Igual, cuando regrese, lo hago con algún pequeño, ojalá pudieras verlo - otra lagrima cayó por su rostro. Se secó la mejilla con el dorso de la mano. - Te quiero papá - dijo de manera cariñosa, se inclinó para besarle la frente, fría y dura y rompió a llorar durante un par de segundos que trató de controlar lo antes posible.

Tardó otro par de segundos en recomponerse, volvió a secarse las lágrimas y se giró para volver junto a Galbart, pero cambió el rumbo hacia Alyra y la abrazó - te quiero hermana - le susurró y se separó para mirarla a los ojos - Cuidarás bien de todos, de esta casa, del resto ... y conseguirás que la luz vuelva a brillar - aseguró, si alguien podía hacerlo, era Alyra. Después se acercó a Mira y le acarició el pelo con ternura - Mira ... me marcho, Galbart, el y yo ... nos hemos casado, así que me voy con el a Bosqueespeso, pero volveré - trató de explicarle - Y tu podrás venir siempre que quieras - le dio un abrazo también - Ayuda a Alyra a que no se estrese, ya sabes que cuando lo hace, se le arruga la frente y es muy guapa para tener arrugas tan pronto - trató de bromear - Que Alester se porte bien con ella o si no, me escribes y vendré lo más rapido que pueda - dijo, sin perder la triste sonrisa para dejar claro que era una broma.

Le dio un beso en la frente y miró al resto de presentes, sobre todo a Oberyn, con quien había tenido más trato a la mañana, antes de que todo sucediera. Oberyn le parecía un hombre increible, apuesto, inteligente, pero no había sido el quien le robara el corazón, le hizo una reverencia con la cabeza y le dedicó una sonrisa sincera, por alguna razón, ese hombre le caía extraordinariamente bien y le despertaba mucha curiosidad, después, por último, al Septon y a Bernard, quienes ya sabian todo.

Volvió junto a Galbart - Podemos marcharnos, no quiero llevarme nada - dijo con la voz cansada, quería que todo quedara allí, porque temía que si se llevaba algo, lo malo les persiguiera. Antes de salir, se giró para mirar a Sloth - Cuida de mis hermanas -le dio un ligero apretón cariñoso en el antebrazo y miró a Galbart, ahora, estaba preparada para irse.

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06/10/2018, 13:02
(0) Oberyn Nymeros Martell

El dorniense se apoyó en el báculo que le ofrecía el septón Tiziano mientras escuchaba que Evan Ross desafiaba a Alester Marbrand a un juicio por combate. Era una medida desesperada por parte del jefe de caballos. Y para hacerlo todavía más desagradable, había pronunciado aquellas palabras con los cuerpos de los antiguos señores Vaelys aún presentes. Para Oberyn, resultaba difícil saber qué era lo que movía al joven mayordomo a comportarse de aquella manera. ¿Era la frustración ante la pérdida de sus señores o el hecho de saber que Alyra tomaría a Marbrand como esposo?

-Septón, contad conmigo para poder sacar la verdad de todo lo sucedido a la luz, y apuesto a que también podremos contar con el apoyo del maestre Caelus -indicó el príncipe, con un gesto de asentimiento-. Alester Marbrand es el legítimo heredero de la Casa Vaelys. Quien niegue eso tal vez tenga intereses no son tan cristalinos como pudiera pensarse o, más bien lo que yo pienso, pretende realizar un movimiento desesperado. Evan, ya ha muerto demasiada gente en el día de hoy. No debéis dejar que vuestro ímpetu os ciegue.

Oberyn se volvió entonces hacia Alester y Alyra, cojeando de una pierna pero manteniéndose firme.

-Una gran amistad me unía al anterior señor de la Casa Vaelys -explicó, posando la mirada alternativamente entre Alyra y Alester-. Como representante de la Casa Martell de Dorne, espero que nuestras casas puedan seguir estando vinculadas como aliadas por largo tiempo. Si alguna vez necesitáis ayuda, Dorne os la concederá. Como indica el lema de vuestra Casa, Lady Alyra: Unidos ante la adversidad.

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06/10/2018, 14:19
(0) Ser Bernard Risefeller

Un poco después llegaba Bernard al recibidor, el caballero pasó rápidamente la vista por los allí reunidos, reconociendo la situación actual. Parecía haber algo de alboroto y pronto pudo constatar que Evan estaba retando a Alester, lo que no era muy razonable. Más llamativo era que Viserys no estaba presente, como había imaginado, debía de haber aprovechado para largarse de allí. Noticias nefastas a las que luego tendrían que enfrentarse.

El Risefeller se encaminó hacia Lord Alester y Lady Alyra, pensando que sería necesario informarles de lo que había llegado a ver en la otra estancia que había examinado en este tiempo.

- Saludos a todos. Traigo una mala noticia más, la capilla se ha derrumbado parcialmente, Ser Mordred y Ser Edric estaban allí, el primero estaba aturdido pero vivo, sin embargo Ser Edric parecía muerto. También constaté que Ser Mordred estaba armado.

Añadió por no dejar ningún dato por aportar. Al haber fallecido el Colina, las pretensiones del general habían concluido y ya no tenía opciones de ganar en su lucha de despojar a las hermanas de su herencia.

Ahora, no sabía si la familia preferiría oficiar el responso con la inclusión de Edric, mas al menos había dado el aviso y se podrían tomar las decisiones pertinentes.

Dirigió la mirada hacia el septón y el príncipe, encontrando que el Martell estaba relativamente bien lo cual agradó a Bernard, sabiendo que su apoyo iba a ser de gran ayuda para los Vaelys.

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08/10/2018, 17:20
(2) Alester Marbrand

Alester agradeció con una mirada y un gesto de la cabeza el apoyo del Septón ante el reto de Evan. Como noble orgulloso que era, le costaba aceptar que un mayordomo continuara bajo su mismo techo después de tal ofensa; pero, tras meditarlo, pensó que, dadas las circunstancias, podía hacer una excepción.

Asintió cuando escuchó su nombre pronunciado por Alyra y luego le hizo un gesto a la joven, señalando al soldado con el que había estado hablando. El mensaje estaba claro: Ya se había encargado de todo. Él también había escuchado a Mira, pero ¿hacía cuánto la hermana pequeña había visto a Tabitha? ¿Tal vez se refería a cuando había acudido a la mazmorra hacía horas, en busca del Targaryen? No recordaba haber visto a Mira la última vez que coincidieron todos en la capilla.

Estuvo pensativo unos segundos hasta que la voz de Oberyn le hizo prestarle toda su atención. Las palabras del dorniense aliviaron a Alester por muchos motivos. No solo reiteraba su aceptación como nuevo señor de la Fortaleza de la Sangre, sino que una amistad con una casa tan poderosa como los Martell era de agradecer.

De hehcho, esperaba no enemistarse nunca con él, sobre todo después de todo el apoyo que el príncipe le había brindado. Era una de las personas que mejor sensación le había transmitido y no dudaba de que era un poderoso y leal aliado. Pero Alester no dejaba de pensar en la tensa relación de los Martell con los Lannister y no imaginaba cómo podría mantener, por tanto, una estrecha amistad con el dorniense. Hacía años que la guerra había acabado, pero los roces entre las casas rivales seguían existiendo.

No obstante, él pensaba esforzarse en reforzar ese vínculo, pues ese hombre le había caído en gracia. Ya que Oberyn les ofrecía su ayuda, Alester no pensaba negarle la suya.

- Os agradezco vuestras palabras, príncipe. Espero que llegue el momento en que vuestra presencia en las Tierras de Occidente y vuestra relación con todo el Reino sea tan normal como antes. Nuestra casa está abierta a los Martell siempre que lo necesitéis –le respondió con una inclinación de cabeza.

En ese instante, Lady Lenia y Lord Galbart se preparaban para marchar definitivamente, tras haberse despedido de los antiguos señores y padres de la joven. Alester se acercó a ellos, dándole la mano al norteño e inclinándose ante su cuñada.

- Sois bienvenidos a visitar la Fortaleza cuando lo deseéis –les dijo a ambos-. Espero que la lluvia amaine y os deje disfrutar del viaje de vuelta a Bosquespeso. Que los Siete os protejan en vuestro camino y os bendigan vuestra nueva vida.

A punto estaba de verlos marchar cuando reapareció Ser Bernard, de vuelta de la capilla. Alester giró rápidamente la cabeza para atender a las noticias que traía, que, por desgracia, no eran alentadoras. Marbrand se llevó la mano a la frente, masajeándose con suavidad las sienes mientras asimilaba aquella información.

- Maldita sea –juró, por lo bajo, pensando en el destino de Edric. Tras unos segundos, preguntó a Risefeller, centrándose primero en el caballero que continuaba vivo-: ¿Sigue Mordred allí, entonces? ¿Le habéis podido quitar el arma? –Antes de saber si mandar al maestre solo o con un guardaespaldas, debía de conocer exactamente el estado de Mordred.

Tras aquello, se giró hacia Alyra:

- Ser Edric era tu primo. No tuvo tiempo de recibir el apellido Vaelys, pero era nuestra intención dárselo. Tú decides, por tanto, qué quieres hacer con su cuerpo. Podemos traerlo y darle ahora el responso que necesita; o que las hermanas silenciosas se encarguen de él hasta mañana.