Partida Rol por web

Castillos y Caballeros

Por el simple placer de narrar...

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09/08/2017, 13:26
- Muerta (accidente ) - Fiona Ironsmith

Notas de juego

Por mi bien :)

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10/08/2017, 17:43
- Muerta (accidente ) - Fiona Ironsmith

Enarcó una ceja audaz observándolo de lado. -No te imagino sin tu melena - volvió la vista hacia el frente sonriendo.

Evan ya se había preparado y estaba en posición listo para empezar. Fiona por su parte se aseguró de que el nudo estuviese bien atado.

-Yo, no me fio de un mozo de cuadras. - estaba muy bromista. Ya veríamos quien de los dos ganaba.

-1...2...3!!! - dijo en voz alta nadando lo más rápido que pudo. Cuando vio a los pocos segundos que Evan le tomaba ligeramente la delantera se sintió un poco mal pero no se iba a rendir. Trataba de nadar más rápido moviendo sus brazos y piernas.

El nudo de su falda se empezó a deshacer enredando sus piernas y dificultandole el nado. Evan estaba en una posición muy aventajada pero Fiona continuó nadando con el vestido embombado bajo el agua.

Que mala suerte tengo. Yo nado mucho mejor! - Evan llegó a la meta y ella detrás nadando avergonzada por el ridículo que había hecho.

- Tiradas (1)

Motivo: Gana 1-E 2-F

Tirada: 1d2

Resultado: 1

Notas de juego

Lo he echado a suertes y gana Evan xDDD

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12/08/2017, 01:24
(0) Evan Ross

Evan ni se planteó dejarse ganar, no por ser poco cortés, si no porque por un lado estaba acostumbrado a tratar con hombres, y por otro creía que no esforzarse por estar compitiendo con una mujer era discriminación positiva, pero discriminación al fin y al cabo. Dejar que Fiona ganase o no tomar en serio el juego era asumir de entrada que ella no podía vencerle, cosa que no creía.

A la de tres se tiró hacia adelante y empezó a nadar aprovechando el impulso. Al principio él salió con más fuerza, pero ella no se amilanó y a los pocos metros Evan pudo verla a su lado. Sin duda era una buena nadadora y aunque Evan no era el mejor ni el más ágil en la materia Fiona no perdía mérito.

El muchacho se centró en las raíces, en la meta, y se esforzó por acelerar. Cuándo llegó al pié del árbol y se volvió se sorprendió de haber sacado tanta ventaja a su amiga. Todo cobró sentido cuándo ella llegó a su lado con el vestido libre del nudo que había hecho.

-¿Lo ves?-dijo riendo-Los vestidos son muy bonitos y realzan mucho vuestra figura, pero también son una trampa mortal-

Claramente exageraba, pero era cierto que creía que eran atuendos poco prácticos.

-¿Y bien? ¿Cómo debería llamarte ahora? Fiona no es un nombre que le pegue a un gordo, calvo y borracho.

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12/08/2017, 21:55
(0) Kyle Ironsmith

Notas de juego

Adelante!

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13/08/2017, 09:15
- Muerta (accidente ) - Fiona Ironsmith

El mayor de sus problemas no era haber perdido, sino tener un vestido interior empapado, embómbandose de nuevo por la fuerza del agua.

Fiona observó su vestido, bajando inquieta la mirada. Miró después a Evan quien se reía claramente por su aspecto y dijo orgullosa. -Las damas debemos usar vestidos, aunque los pantalones de hombre sean más útiles y permitan un mayor movimiento. - por supuesto que Evan sabía aquello, pero como se había empeñado en chincharla...

Cuando le preguntó por su nombre nuevo bromeando con la excusa de que había ganado, Fiona frunció los labios y salpicó de repente a Evan usando su mano derecha. - Agua para el ganador! - exclamó riendo y saliendo apresurada de su posición.

Era un espectáculo nadando con el vestido hacia arriba pero no se paró en ningún momento.

Tengo que volver. - lo había pasado muy bien con Evan pero no podía desantender sus labores eternamente.

Al llegar a la posición inicial donde les esperaba cada uno su ropa, Fiona trató de colocar bien su vestido antes de salir. Evan le había visto las pantorrillas seguro y ya no le dio vergüenza salir aunque vestirse delante de él era otra cosa.

Tomó su falda y la estrujó con ambas manos dejándola seca, hizo lo mismo con su pelo. Volvió a atárselo con el pañuelo y se dio la vuelta para recoger su ropa.

Evan la observaba pero no le importaba. Fiona se dio cuenta aquella tarde de que muchas percepciones suyas acerca de los hombres eran exageradas.

Pero lo cierto es que dependía mucho de quien la mirase y con que intenciones lo hiciese. No hacía tanto que alguien se había burlado de ella.

Evan por suerte era su amigo y también apreciaba a Kyle. Le sonrió y se ocultó detrás de un árbol para vestirse.

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13/08/2017, 18:29
(0) Evan Ross

Evan había preparado tres caballos, pues había llegado el día en que junto con Kyle y Fiona cabalgarían hasta el pueblo. Estaba ansioso por verles llegar, una alegría invadía su corazón, era tan fuerte que siquiera lograron borrarle la sonrisa de la boca sus compañeros mozos. De todos eran tres en concreto los que le preocupaban, y aquella mañana habían empleado sus energías en urdir un buen plan para amargar al nuevo mozo de cuadras, que en tan poco tiempo estaba ganando confianza por parte del jefe de caballos considerándolo por ello una amenaza.

Habían tomado al joven entre los tres, más grandes y fuertes, y le habían quitado los pantalones y las botas encerrándolo después en un box sucio y en aquel momento vacío. Cuándo Evan logró salir de allí vio sus pantalones y sus botas en la puerta de los establos, se apresuró en vestirse de nuevo, la mayor sorpresa llegó cuándo al introducir el pié descubrió que habían llenado sus botas con estiércol.

Por suerte el muchacho tenía más de un par y fue a cambiarse, quizás alguien le viese entrar en la fortaleza descalzo. En su hora de comida no apareció por la cocina, pues estaba limpiando las botas sucias.

Pero ahora llegaba su mejor momento del día, el que llevaba tiempo esperando. Ahora saldría con sus amigos y todo lo demás no podía ensombrecer aquello.

Cuando Kyle y Fiona llegaron vieron tres corceles listos para ser cargados y montados para salir.

La primera no podía ser otra que Flecha, una yegua de 5 años esbelta, de patas finas y capa castaña con una marca blanca en la frente y en alguna de sus patas. Sus ojos vivarachos y sus orejas atentas dejaban patente el interés que sentía por la inminente excursión, aunque por lo demás estaba tranquila.

FLECHA

 

Había también otro caballo, este era totalmente negro. Era un macho de 3 años, un potro recién domado y con mucho carácter, cosa que le había hecho ganarse su nombre, Salvaje. De complexión fuerte, patas rápidas y una energía inagotable resoplaba por los ollares impaciente por correr, ver y descubrir. Un caballo solo apto para jinetes expertos y con ganas de acción.

SALVAJE

 

El tercero era un caballo que ya llevaba años en las cuadras de los Vaelys, había participado en muchas cacerías y salidas de reconocimiento. Era un animal de estatura notablemente más alta que los otro dos, muy bien proporcionado y con una capa isabella preciosa (cuerpo crema con crines y patas negras/oscuras). Ese era Dardo, un caballo de 15 años, valiente y decidido, obediente hasta el fin con quienes se ganaban su confianza.

DARDO

Cuando llegase Kyle le dejaría escoger entre los dos caballos, Salvaje o Dardo, pues Flecha estaba destinada a Fiona.

Notas de juego

Años más tarde Dardo iría al cielo de los caballos, en su lugar llegaría Perla, la cual adquiriría Evan para las cuadras Vaelys con 2 años y medio y empezaría a trabajar con los tres recién cumplidos. Una yegua torda muy inteligente y con nervio. Muy vivaracha y despierta. Pondrá a prueba a los jinetes, de modo que solo podrán montarla en las partidas de caza y otros con la suficiente experiencia. Perla suele retrotarse y darse alguna que otra alegría (bote) exceto con Kyle, con quien no pierde su energía alegre pero al que adora, cuando la monta él mantiene las orejas bien atentas al jinete y la cola en alto con orgullo.

 

Por alguna razón se han roto varios enlaces, entre ellos los de las cuadras. Los reestableceré en cuanto llegue a mi casa, que ahora estoy en el pueblo.

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16/08/2017, 00:35
(0) Evan Ross

Rió cerrando los ojos en reacción al agua que le salpicó Fiona. Cuando volvió a abrirlos ella huía nadando alejándose de él.

-¡Vuelva aquí caballero!-
Le gritó bromeando mientras se disponía a seguirla.

El cuerpo femenino no era un misterio para Evan, y aunque hacía tiempo que no veía uno sabía cómo los hombres solían verlos como un mero objeto de placer. Hacía muchos años que se había prometido no ser ese tipo de hombre. Sin embargo cuando Fiona salió del agua con el vestido pegado a su piel las hormonas empezaron a trabajar, a fin de cuentas él era un chico y ella una chica y en el caso de Evan estaba en aquella edad en que algunos impulsos despiertan con vida propia. Se sumergió por completo en el agua fresca del lago, como buscando en el frío silencio recobrar el control de su imaginación. Cuando salió de nuevo a la superficie Fiona se había escurrido las ropas, ya no se le ceñían tanto, y mintras ella estaba recogiendo las prendas secas y buscando intimidad para vestirse Evan le sonrió.
Cuando Fiona llegó al lugar que había escogido Evan salió también del agua. Los calzones también se le pegaban al cuerpo. Convencido de que Fiona estaría más preocupada de estar bien oculta que de él, y también porque buscar cobertura suponía ir en dirección a dónde había ido ella, Evan dió la espalda al lugar dónde debía estar Fiona, se quitó los calzones y se puso la ropa seca. Después se sentó mirando al lago, aún con el cabello mojado aunque sin gotear.
Suspiró. Aquel lugar era hermoso, y sus momentos con Fiona y Kyle le hacían sentir felicidad. Lo demás....era demasiado incierto y prefería que no ocupase su mente en ese preciso instante.

Notas de juego

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21/08/2017, 22:39
- Muerta (accidente ) - Fiona Ironsmith

Respiró hondo cuando se hubo vestido. La ropa seca no la mantenía caliente del todo, debajo llevaba el vestido mojado. No se lo había quitado por vergüenza a que alguien la viese, así que no le quedaba mucho tiempo para estar con Evan y no ponerse enferma si no volvía al castillo y se cambiaba de ropa.

- ¿Evan estás visible? - preguntó un tanto nerviosa ocultándose detrás de su escondite. Evan no respondió nada, quizás porque no le escuchó, así que Fiona asomó la cabeza lentamente pegando sus manos a la corteza del árbol. Observó tranquilamente de espaldas a Evan vestido y sentado junto al lecho del rio.

Al verlo así suspiró aliviada. Unos segundos de incertidumbre bastaron para que su corazón latiera deprisa pensando que podía encontrarlo en una situación incómoda para ambos.

El cuerpo masculino era un secreto para ella. La ignorancia en la que vivía le hacía temer la desnudez de los hombres.
Más tranquila caminó hasta la posición donde estaba Evan. Se sentó a su lado y admiró el paisaje junto a él unos minutos.
- La próxima vez llevaré pantalones. - sonrió. - Y te costará un poco más ganarme.

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22/08/2017, 00:22
- Muerta (accidente ) - Fiona Ironsmith

El día que había esperando con tanta ilusión había llegado. Estaba emocionada por ir al pueblo junto a Kyle y Evan. Parecía sencillo hacerle feliz, desplazarse a otro lugar suponía una inyección de vida para ella.

Habitualmente pasaba sus días trabajando duro en la fortaleza, en sus horas libres paseaba por los alrededores, y solo en contadas ocasiones tenóa oportunidad de visitar el pueblo acompañada por su hermano.

Esa mañana se dijo a si misma que montaría a caballo como lo haría un jinete. Sería la última vez que un vestido le coartase la libertad para moverse. Se vistió con unos pantalones ajustados que dejaban entrever la silueta de sus piernas, arriba optó por una camisa blanca, un chaleco marrón y en los pies se calzó unas botas desgastadas que usaba cuando tenía que pisar el barro. Recogió su pelo con una trenza y salió sonriendo de la habitación al lado de Kyle.

Al llegar al establo donde les esperaba Evan saludó entusiasmada. - Buenos días! - sacó de su bolsillo un pequeño papel que le había entregado Anna Arryn. Contenía la lista de la compra. - Esto me permite acompañaros. - señaló a Evan mostrándole el papel. - Le he pedido a Anna que me diese algo que hacer. - la dama de llaves era como una segunda madre para ella.

Miró a su hermano esbozando una sonrisa cuando Evan les presentó a los caballos. Salvaje era imponente, su pelaje negro relucía brillante, proyectaba haces de luz sobre él, Dardo era del color de la tierra, sus patas y melena oscuras contrastaban con el resto de su anatomía. Ambos parecian fuertes, rápidos y con carácter. ¿Qué caballo elegiría su hermano?

Siguió echando un vistazo hasta que reconoció a Flecha. Le pareció más preciosa aún de lo que recordaba. El viento mecía su melena morena... Fiona se acercó con cuidado y le susurró bajito. - ¿Me recuerdas? - acarició su lomo y después miró nerviosa a Evan. - ¿Hay algo que deba saber antes de montarla? - estaba deseando partir.

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22/08/2017, 21:16
- Muerta (asesinato) - Ginevra Blackwood
Siete reinos. Uno de hijos de hierro, otro de caminantes blancos, otro de truchas y otro de águilas. Uno de arena y otro de flores. Y uno, el más controversial de todos, de oro.                        
En las tierras de Occidente, cerca de la riqueza de las minas Lannister, pero lo bastante lejos para ser autónomos, con una riqueza y poder propios, la casa Vaelys pasó de la legitimización de un ancestro bastardo a una de las casas más importantes de ese reino.                        
Semanas anteriores a la fiesta, una salida a caballo probaría ser fatídica. Tras desmontar para beber agua de un río, un extraño atacó a lord Rhys por la espalda, navaja al cuello. Este le preguntó qué deseaba. El desconocido comerció la vida del lord a cambio de refugio. Al despegar el filo de su cuello, al girarse, pudo ver los cabellos de plata y ojos violeta de Viserys Targaryen                        
Su amigo personal, la víbora roja Oberyn Martell, le ayudó a deshacerse del incómodo huesped, quien prometió no regresar... pero a un dragon la palabra parece ser un empeño barato.                        
Todo parece ir de mal en peor. Los criados cuentan rumores a cada vez más cruel. Historias de fantasmas comienzan a aparecer. La maldición Vaelys parece comenzar a afectar al señor.                        
A una semana de la fiesta, ¿qué harán ustedes?
 
Rhys
                   
Cruzaba las habitaciones una tras otra con nerviosismo: Nada podía salir mal en aquellas celebraciones...                        
Mandó llamar a la bruja que vivía en el bosque                        
De todas aquellas mujeres, esta era su favorita: nunca le habían fallado sus pócimas ni sus hechizos                        
¡¡Necesitaba conocer el futuro!!                        
Dudó en ir él mismo a buscarla aunque ello supusiera para sus siervos el verse rebajarse ante ella.
 
Alyra
       
Alyra venia desde su cuarto, con un libro sobre leyes en las manos, un verdadero tesoro en sí mismo.  había aprendido a leer a temprana edad, como lo hizo al cabalgar, superando con crecer a sus hermanas en aquellas artes, al punto de lograr cabalgar a pelo sin problemas y no rechazar desafió alguno. 
Mueve su mano, estaba vendado, el entrenamiento de la mañana había terminado con la chica en el suelo, luego de un mal movimiento, aunque había mejorado bastante, ella sabía usar un arma casi como un hombre, la espada, era una extensión de ella. 
- ¿sucede algo, padre? - levanta la mirada castaña a al rostro del hombre, ladeando un poco el rostro.                        
Al verlo moverse con nerviosismo por el pasillo, casi creyendo que chocaría con el hombre. //                        
 
Rhys
 
No... No, mi pequeña Alyra -dijo jugueteando brevemente con un mechón del cabello de ella- Es solo el ajetreo que vamos a tener la próxima semana y quiero saber si todo irá bien: Y necesitaré algo mucho más poderoso que tus libros para averiguarlo...                        
 
Alyra
 
Cambio su expresión, no era muy dada a las superticherias de brujas y demasés, y menos si no eran cercanas a la religión de los siete, pensaba que con la oración, los siente pueden manifestar los planes o mejor dicho, dar las herramientas para superar los problemas que se presentaban.
- * yo no los descartaría del todo, padre * - se lo dice suavizando su voz, pero luego suspiró - * padre, cualquier cosa que vaya a pasar, pasará, y aunque lo sepas, no quiere decir que lo puedas detener, todo depende de como lo enfrentemos y como logremos superar los contratiempos * - pone su mano en su hombro - * saldrá bien, ya verá, amado padre, prometo comportarme como una dama * - intenta relajarlo, soltandolo y abrazando el libro que tenía. //   
 
Rhys
 
La muchacha había conseguido arrancarle una sonrisa: no era una mujer como se entendía que debía ser una mujer, pero sobre todo cuando no había más gente delante, le complacía oírla hablar.
- ¿y entonces tú crees que tus libros podrían revelarme el futuro? ...Sabes que me gusta jugar con ventaja y saber como anticiparme a cualquier traición, sería algo que me permitiría dormir más tranquilo, ahora que sé quienes vienen... ¿Tú podrías anticiparme algún buen augurio?
        
Alyra
 
Se mordió el labio inferior, y tomó aquella pregunta como un desafió intelectual, bajando su cabeza para empezar  meditar las opciones. Alyra era alta a comparación de sus hermanas, y contra todo pronostico, se volvió hermosa, a pesar de que todos pensarian que sería demasiado masculina. 
- * pues... creo que lo que pregunta es complicado, creo que sólo podemos sacar algo en limpio estudiando a todos y cada uno de los que ha invitado y estimar si hay posibilidades de traición, además, padre, siempre se debe presumir mala fe de aquellos con los que no se ha formado lazo, y por otro lado, todos los que vengan, lo harán con un objetivo claro, hacerse de la fortaleza y de la fortuna de nuestra casa, eso no lo puede negar, así que si bien mis libros no pueden dar una respuesta, creo que entre todos los invitados deberá elegir a los males menores, o eso creo, espero que mis hermanas tengan el mismo pensamiento y no se dejen llevar por simples cursilerías * - estaba el problema de la maldición, ella creía firmemente que eso se debía solo a los intentos de los hombres y no de los espíritus.                        
 
Rhys
                 
Bueno!! Pues ahí lo tienes, hija!! ¡Tú misma lo has dicho! Debo luchar contra quienes vienen a mi casa como amigos, debo luchar contra la maldición... Y no solo es el brazo que empuña el duro acero la solución de mis males... Debo ser listo... Sutil. Dejarles mostrarse confiados... Me has hablado de tus hermanas: ¿acaso sabes si alguna de ellas está prendada de alguien en particular? -dijo clavando sus ojos en ella- Sabes que eso nos haría estar en situación de inferioridad... ¡¡No dejaré que una estupidez romántica eche a perder lo que con tanto trabajo hemos levantado para nuestra casa!! -dijo furioso mientras esperaba que su hija pudiera darle alguna pista al respecto-.
 
 
Alyra
 
Esa reacción le produjo aflicción, porque justamente ella tenía su corazón atrapado, pero tenía claras sus opciones, así que recobró la compostura rápidamente. 
- * padre amado * - suaviza su voz - * no tengo certeza, usted sabe que no tengo gran relación con mis hermanas, no las entiendo en mayor medidas, o ellas no lo hacen conmigo, no obstante, aquí el corazón no importa, no creo que sean tan insensatas para poner en peligro sus destinos y su honor, sin embargo, padre, como dije, el corazón no importa, es el deber lo que debe primar, como sus hijas... * - apretó los labios, había un poco molestia pensando en eso  - * de su heredera, padre, después de todo, para madre y usted, es ella la que debe primar * - y eso le molestaba mucho, pero mantuvo la tranquilidad, como siempre.
- * mis hermanas, si son buenas damas Vaelys, dejarán sus corazones un lado, sus felicidades por proteger a la familia, a la casa y a nuestras personas, las han educado bien, padre, así que... calma, * le vuelve a sonreir, intentando calmarlo. //                        
 
Rhys
 
Satisfecho con la respuesta de ella, pese a no haberle dado un solo dato, el hombre sonrió.
-Con razón me dicen que eres la mas valiosa de mis perlas: eres tan inteligente como un buen consejero y tan lista como alguien que pueda ver el futuro.
Al decir la palabra "futuro" vuelve a su cabeza su primera idea de llamar a la bruja:
-y yo necesito conocer ese futuro ¡Maldición!
Cerrando el puño, se acercó a la ventana mirando hacia el exterior con seriedad para luego decir:
¿Tú conoces las artes de la brujería? ¿Alguna vez has visto a alguien adivinar? Esta vez quiero que sea así, hija mía y me vas a acompañar. Espero que no haya nada que te lo impida...                        
 
 
Alyra
 
Le tomó por sorpresa la propuesta de su padre, y sus palabras la hicieron sonrojarse, para Marvin si era la más valiosa, o para el Septon, pero aun así consideraba que debía estar constantemente probándose. 
- * pues nada padre, vamos, todo conocimiento es bien habido, aunque sea de una bruja, espero que no sean superticherias, pero si aquella mujer tiene una conexión con los dioses o el futuro, quiero verlo * - sonrió la joven, su padre había quedado satisfecho con su respuesta, lamentaba ocultarse su amor por aquel joven, pero si lo confesaba, castigarían al dueño de su corazón, o lo expulsaría. Sufría, en el interior de su pecho. 
- *dejaré el libro en mi cuarto  y saldremos, padre, si eso lo tranquiliza, a mí también, * inclina su cabeza y va a su cuarto, al poco aparece, de vuelta ante su padre.
- * vamos * - agrega, esperando las instrucciones de Rhys.*  
 
Rhys
                     
¿Has dicho algo sobre nuestra pequeña excursión? Creo que será prudente llevar unos cuantos hombres armados pues no quiero exponerme ni exponerte al peligro de caer en una celada... Me gustaría salir de incógnito pero resultaría imposible con tanta gente como hay en el patio. Por suerte cabalgas con soltura: Ir los dos en una sola montura, nos retrasaría innecesariamente: avisad a vuestra madre que venís conmigo: Yo bajo a reunir 4 ó 5 hombres y os espero en las cuadras. No tardéis.
 
 
Alyra
 
- * en ese caso, padre iré a cambiar mis ropas por algo adecuado, y sí, llevemos unos tres hombres más, todos sabemos usar la espada * - no recordaba haber visto a su padre así, aunque llevaba tiempo más paranoico de lo normal, sobre todo cuando  se refería a su salud. 
Va a su cuarto y vuelve con ropas sencillas casi de campesina, y ata su cabello, bajo su capa se podía ver su espada, la que usaba son problemas.//                        
 
Rhys
 
Sonrió satisfecho al ver a su hija aparecer casi pareciendo un perfecto varón. Quizás de no haberla sabido hembra, el también la hubiera tomado por uno. Bien, no quiero que se nos haga tarde en el camino. Vamos.
Tres hombres acompañaban al Señor de Vaelys, que subió a su caballo y espero a que los demás lo hicieran.
//                        
 
Ginevra
 
Tras recorrer las tierras de madrugada, despertar a las criadas al alba, dictar órdenes y hacer parte del trabajo ella misma  en toda la mañana, despertar a Mira, luego a Tabitha, disponer del baño de la menor y del desayuno para el resto de la casa, es que Ginevra volvió a los establos.                        
Cepilló la crin de su caballo, un magnífico corcel que se encontró por azares del destino justo antes de iniciar su viaje a la Fortaleza. Evan era casi un caballo de tanto hablar con ellos, pero con Meraxes casi era un centauro. Un caballo que solo se dejaba tocar por ella, pero que podía guiar sin montura, a veces incluso solo con una leve presión de las rodillas, y que podía andar infatigable.                        
Ya libres de una peste, las tierras parecían prometedoras. Requerirían abono tras tanto tiempo sin sembrar. Pero aun no se atrevía a sugerir que retomaran la agricultura en esa casa.                        
Tras cepillar su crin se aproximó al caballo, para montarlo de nuevo.                        
 
Rhys
               
Vio a la mujer cepillando su fantástico animal.
-¿Es que el Señor de la Casa Vaelys no merece siquiera un saludo de una bella amazona -Dijo mientras clavaba sus ojos en ella y recorría su cuerpo con la mirada- He conocido muchos otros momentos mas... Amigables -dijo con una sonrisa sardónica-                        
 
Alyra
                       
Alyra resopla molesta al escucharlos, sabía perfectamente que había pasado entre los dos y su mirada asesina fue hacia su prima, ella le había jurado que no pasaba nada entre ellos dos, pero luego de esas declaraciones de su padre, ya lo dudaba. Entornó los ojos y quedó mirando a su padre. Lo amaba, pero había cosas que le costaba tolerar.
- * padre, debemos partir ya * - tenía las riendas de Indomito entre sus manos y lo guiaba para salir, montando sin problemas en el gran corcel de guerra y que contrarrestaba con su cabello.//                        
Ginevra
 
Escuchó pasos. Seguro un mozo de cuadra, o John, o Evan. Alzó la vista para decirles que le dejaran sola, cuando al ver a Rhys sintió tal sorpresa que perdió el aire un instante. +                        
Su corazón latió con fuerza. Soltó el aire, alzando la barbilla para tratar de aparentar indiferencia y decir algo ingenioso que le permitiera salir al paso. "Mi señor parece merecer tanto un saludo como una despedida" estuvo a punto de decir. Sería bueno, decirlo, sonreír con fingida frialdad y pasar de largo, pero un resoplido y nueva compañía le hizo palidecer.                        
 
Rhys
 
¿Venís a pasear con nosotros? -Dijo escondiendo el verdadero motivo de aquella salida- Seguro que nos resulta más amena si vos nos acompañáis ¿no es así, querida? -dijo volviendo la mirada hacia su hija-                        
Se estaba divirtiendo al poner a la mujer en la idea de tener que elegir acompañarle o no                        
Era una de esas cosas que le encantaba del poder                        
La posibilidad de manejar a los demás cual marionetas en sus manos.                        
 
Ginevra
 
- Parece que mi señor obtuvo un saludo y despedida - no pudo evitar observar al ver la salida de Alyra. ¿Por qué tuvo que contarle todo? Se sentía atacada por dos frentes. Apretó las riendas por el enfado. Aquella sensación de impotencia era frustrante. Rhys era insufrible. Era insoportable. Era...                        
Al mirarlo de frente, con ese brillo divertido en la mirada que la desesperaba, era increíblemente atractivo.                        
Bufó, estirando levemente las riendas.                        
                   
Rhys
 
¿Eso es un "si", querida? Jajajaja                        
Hizo arrancar a su caballo y miro hacía atrás levemente                        
Vamos Alyra: Será divertido ver queé nos encontramos en el bosque                        
 
Alyra
 
- * si se comportan, claro, amado padre * -  rodó los ojos y se adelantó a ambos, estaba molesta, se daba cuenta que aquella historia no estaba concluida, Ginevra y su padre mantenían su amorío, y si no, habían muchas brazas, tarde o temprano algo pasaría, pero no se metería, no era su asunto, eran adultos, y se lo repitió, quien debía actuar así, era su madre, ella debía hacer los reclamos pertinentes. 
- * padre quiere ir con una bruja, necesita saber sobre el futuro para estar tranquilo, así que, prima, ve por tu capa, tardaremos tiempo en volver * - mantuvo su voz en un tono muy neutral, ese frío de la que tanto hablaban muchos.                        
 
Rhys
     
- ¿Acaso crees que tu padre no sabe comportarse como debe, querida?
Tsché, tsché -chasqueó la lengua un par de veces- tienes bastante claro de quie eres hija... Si no ahora mismo ordenaría que te rebanaran las orejas... Tu padre sabe comportarse en cualquier situación.
Los ojos del hombre, parecían echar llamas, pero estaba claro que no quería liarla mas de lo necesario, así que volvió de nuevo su cabeza y echó a andar hacia el gran portón                        
 
 
Alyra
 
Las mejillas de Alyra se pusieron muy rojas de la rabia al escuchar la reprimenda de su padre, pero sabia que se había pasado, y estuvo a un paso de recomendarle mantener sus comentarios y miradas al limite para no dar lugar a los rumores. Ahi volvió a mirar a su prima y exigirle que controlara a su padre, o los pondría en una situación vergonzosa, a manos. 
- disculpe padre, es solo que con comentarios así, hacia otra mujer, aunque fuese de la familia, puede darse para malos entendidos y tenemos suficiente con lo de la maldición como para darle más comida a quienes nos desean hacer daño - replica, manteniéndose al lado de su padre, ahora mirando al frente.//                        
 
Rhys
 
Honra a la casa Vaelys tu celo por guardar su buen nombre, Alyra, pero no olvides que hay que mostrar alguna vez el poder que reside en el propio puño. El hombre se acercó a su hija y casi en un susurro, le dijo: Y tomar por su propia mano lo que se le antoje, jajajaja rió con ganas su propia ocurrencia.
¿Os apetece que llegue el momento de empezar las celebraciones, mi señora? -dijo volviéndose hacia la otra mujer- Estoy seguro que si                        
 
Alyra
 
Se quedó mirando a su padre, habia sorpresa en sus ojos, ¿realmente le deseaba dar ese consejo?. Pensó en responder, rápidamente, que haría aquello si amaba a un hombre, pero consideró que el horno no estaba para bollos, y sonrió para sí. 
- lo tendré en cuenta, padre, su consejo cuando desee tomar algo por mi propia mano - y eso incluía el titulo de heredera, quizas en eso, no eran tan distintos ambos. Sonrió y movió la cabeza de lado a lado, sin saber si su padre era consciente de lo que le acaba de decir a la penúltima de sus hijas. //                        
 
Ginevra
 
Guió afuera a Meraxes, mortificada. Alyra era fría, pero los ojos de Ginevra echaban chispas.
- No puedo ver el futuro, pero puedo oler una tormenta en él - el cielo estaba azul y el sol lastimaba de brillante, pero lo podía oler. Las criadas se sorprenderían que tanto de la tierra y el clima sabía una lady que se ensució las manos.
Vio a Rhys susurrar algo a Alyra. ¿Ahora qué? Conocía bien ese tono bajo para no sospechar, y casi podía adivinar qué fue por la respuesta de Alyra. Estiró con suavidad las riendas para que el animal se apartara un poco más a la derecha.
- Claro. Siete veces más trabajo, catorce veces más prisas, y veintiocho veces más presión sobre todos. Los siete lo encontrarían halagador
Aunque tenía algo de divertido.
//                        
 
Rhys
 
Uuuuu... Dijo el lord sonriente: Tu prima Ginevra, también es una mujer de carácter ¿No crees Alyra? ...Hace falta tener mucho carácter para afrontar determinadas situaciones - y miró a Ginevra con semblante serio de arriba abajo, como el que examina un caballo que está a punto de comprar.
Pareció hartarse de sentirse atacado por ambos flancos y azuzó a su caballo hasta ponerlo por delante con un suave trotecillo                        
 
Alyra
 
Parece que se había cansado, pensó la chica, viendo como su padre se había escapado de su lado. Alyra se pone al lado de su prima.
- si no hay nada entre ustedes ya, quedan muchas brazas, no sé como lo harán, pero por le bien de todos, es mejor controlarlo o dejarlo para la intimidad, Ginevra - le susurra, ella no hablaría nada, pero no podía dejar de pensar que su prima le había mentido y eso si que le molestaba.                        
 
Ginevra
 
No dejaba de meterse en problemas. Esta vez ya roja y por ello sin poder disimular su molestia.
Quedó nuevamente muda, ahora por algo que sintió mucho peor.                        
Alyra volvía a desconfiar de ella, estaba a menos de cinco metros de Rhys, y no sabía como solucionarlo o zafarse                        
- ¡No he dicho nada! - explotó, molesta                        
 
Rhys             
 
Rhys mira hacia atrás ante el grito de Ginevra                
 
Alyra
 
Levanta una ceja y mira a su padre.
- lo sé, pero él sí, y ya viste como me reprendió por haberle dicho algo, me cortará las orejas, sólo me quedas tú, sabes que ese no es mi tema - rueda los ojos, estaba molesta por estar en medio de esa situación. //                        
 
Ginevra
 
-Vuestras orejas están a salvo, gracias - respondió a la "amenaza" que le habían hecho a su prima.
Al mirar de frente sus ojos captaron los de Rhys. Por ese breve instante, cuando ambas miradas se cruzaron, volvió a quedar perdida de ella.
Cuando fue consciente de que volvía a sonreír se alarmó. ¿Cuanto tiempo estuvo así?
Estoy en problemas                        
 
Rhys
 
Rhys le devolvió la sonrisa. La verdad es que tenía una bonita sonrisa. Aún así, intentó que no fuera algo muy prolongado, para no escandalizar a su hija.
 
Alyra
 
Alyra rodó los ojos, eran adultos, por lo menos su padre, pero se comportaban como niños, lo que no correspondía para sus posiciones, sin embargo ya era mejor obviarlo, Ginevra y su padre tenían a otra persona con la que rendir cuentas, sin embargo no podía dejar de pensar que su prima podría sacar la peor parte.
Quedaría sin hogar... y parecía no importante.
Azuzó a indómito y tomó la delantera en el grupo, era mejor así, podría alegar demencia.
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22/08/2017, 21:31
- Muerta (asesinato) - Ginevra Blackwood
Las noches, pese a ser pleno verano, eran frías a causa de las tormentas.
La mayoría de los soldados, las criadas y el resto de servicio y guardias dormían o se escondían. Pero no era una mayoría absoluta. Criadas cuchicheaban en los rincones, soldados hacían guardias...          
Esa noche, era luna llena. Había historias rondando el castillo. Desde tragedias, hasta maldiciones. Pero la más reciente era un fantasma de cabellos de plata, penando en los pasillos, mirando a través de las ventanas.                        
Era esta noche, a solo tres de la fiesta que decidiría el destino de todos en ese castillo, que el espectro hacia su aparición.
 
Ginevra
 
Ginevra sabía que Alyra tenía por costumbre estudiar en las noches. Y aun tenía energía para practicar la espada al día siguiente.
Había bajado a las cocinas y llenado una jarra de una infusión de té negro, que le ayudaría a mantenerse despierta. Y cubos de azúcar. Y una jarrita de miel. Y una azucena.
Traducción: "disculpa que siga estúpidamente enamorada de tu señor padre".
Podemos citar de la confusión a la incertidumbre, pero al menos trataba de enmendar algo. O necesidad de hablar. O solo de no sentirse sola.                        
//                        
 
Alyra
 
Ginevra al tocar a la puerta, encuentra durmiendo sobre el escritorio, con la cabeza entre sus brazos y los libros entorno a ella. Era una escena común, siempre terminaba rendida al final del día por sus estudios. //        
 
Ginevra               
 
Negó con una tenue sonrisa. Depositó la bandeja en una mesa al lado de la cama y buscó en el armario una manta gruesa. Cubrió con ella a Alyra, lentamente para que no la despertara. 
Comenzó a ordenar y guardar sus libros. Guardó las tintas y limpió las plumas, y al terminar de acomodar colocó con suavidad ambas manos sobre los hombros de Alyra.
- A la cama -                        
 
 
Alyra
 
— * ¿ummm? * — preguntó aún sin comprender bien lo que estaba pasando, pero se da cuenta que era Ginevra, por un segundo pensó que podría ser su madre, pero aquello era más cercano a un deseo que a una realidad.
— * ¿tan tarde se hizo? * — preguntó bostezando y poniéndose de pie, pero vuelve a su escritorio para ordenar, pero ya estaba todo más o menos hecho —  * ah, ya lo habías ordenado, gracias prima * — volvió a bostezar un poco más y fue a la cama en donde se sentó.
— * Ginevra * — hace una pausa que no presagiaba nada bueno — * ¿que está pasando con padre? * — comenzó a desatar su vestido para poder sacárselo. 
— * lo de la otra noche... fue extraño y no quiero pensar que me has mentido, creo que has dicho la verdad pero eso no quiere decir que no sea... como deseas * — bosteza de nuevo. No estaba usando su terrible tomo gélido, era una pregunta directa y franca. //          
             
Ginevra
 
- Tan tarde que pronto será temprano.  - Sacó el camisón de dormir de Alyra, extendiéndolo sobre una silla. - de nada
Acomodó la cama, esponjando las almohadas. Entonces vino esa pregunta.
"Todo término hace tiempo", hubiera sido la respuesta que hubiera dado ayer. Pero después de todo, no estaba segura.
Lo pensó bien, tratando de encontrar una respuesta. En el fondo, sabía que esa nunca había sido la real. Miraba al suelo, intentando analizarse a sí misma. Es más fácil fingir que enfrentar, y se había engañado a si misma, ocultándose sobre capas de resentimiento y melancolía.
- Creí saberlo - confesó. Levantó la vista, enfrentando la de su prima. Se frotó las manos. - A veces no lo sé.                        
 
Alyra
 
Tomó una bocanada de aire y pasó su mano por su nuca.
— * sabes perfectamente que en ese juego, tienes las de perder, no solo el techo sobre tu cabeza, sino la cabeza misma * — no lo decía a modo de reproche sino con genuina preocupación. 
Alyra fue donde su prima y tomó sus manos.
— * ¿que harás? Creo que debes casarte e irte a otro lugar... eso te salvará, prima * — la miraba, era algo factible, ¿cierto?.
— * te buscaré esposo, prima, si quieres * —    
           
Ginevra       
 
- ¿Crees que no lo sé? - se dejó caer en la silla, desesperada. - Un hombre ajeno, al que no puedo aspirar ni compartir... A quien extraño, ¡viviendo en el mismo castillo! - y muchas cosas más, que podía nombrar. Pero estaba la emoción del peligro y lo prohibido, aquella pasión arrebatadora, y sentimientos mucho más profundos.
 Imaginad pasar cada día así.
- Una lady sin tierras ni dote ni virginidad. Veo una gran competencia.
Pero estaba lo del testamento. Esa mosca que revoloteaba cerca. Si se casaba, tendría más que una dote.
Si se casaba.
Si se atrevía.
Miró a Alyra. No podía pasar sobre su prima. Si triunfaba, lo haría de otra forma.                        
 
Alyra
 
— * una dote... quizás se pueda arreglar, prima, pero necesitas salir de aquí antes de que realmente estés perdida, Ginevra * — va donde su prima y se sienta delante de ella, tomando sus manos, se arrodilla junto a la mujer.
— * no me costó mucho ver que aún lo amas, y no dudo que puede ser intenso... y sincero, pero... bueno, ya sabes, Ginevra, ya sabes todo lo que se podría desatar, no sé si Lady Myriah podría tolerar esto, no porque mi padre sea infiel, sino por ti, por traerte aquí y porque la has traicionado, y eso es lo más terrible, prima * — besa su mano.
—  * in... incluso podrías casarte primero... * — miró hacia otro lado, con tal de salvarla — * es una opción... * — no le dirigía la mirada, pero abrirse a esa posibilidad, era una opción, incluso para ser libre y mantener a la fortaleza de la sangre en buenas manos. //                        
 
Ginevra
 
A veces quería crear una coraza y mostrar todo lo que no era, pero en realidad era transparente.
Escuchó todo lo que dijo. Desvío la vista de su prima, por la culpa y las lágrimas traicioneras que amenazaban con salir.  ¡Claro que sabía que su tía no lo toleraría! ¿Pero era miedo lo que sentía? No, era culpa. Y confusión. Y enojo. 
Sintió como besó su mano, lo que la hizo bajar la cabeza, negando. Apretando los ojos para tratar de contener las lágrimas.
Su prima habló, ofreciéndole casarse primero. Alzó la vista, viendo que ella miraba a otro lado a su vez. Era algo nacido de la generosidad pura, un sacrificio enorme. Conmovida, sintiéndose realmente querida por ella, la abrazó, con los ojos llenos de lágrimas. Se separó de ella, colocando ambas manos en sus hombros.
No voy a pasar por encima de ti. – aclaró.
La miró dulcemente, con agradecimiento y cariño. En poco tiempo se habían acercado tanto. No pudo evitar acariciar su cabello, acomodando un mechón tras su oreja.
 – Gracias, pero puedo salir de esta. Sobreviví al ataque cuando barrieron mi feudo. Sobreviví al hambre y a tener que sembrar bajo el sol mi comida. Sobreviví a la serpiente. Sobreviví a las muertes de los que amé, sobreviví a los Lannister y voy a sobrevivir a esto.                        
 
Alyra
 
Se dejó acariciar con cariño, acomodándose en su pecho, dejándose mimar aunque era Ginevra la que debía ser consolada. La joven sonrió a sus palabras.
- hay... varias por encima de mí, prima, mis tres hermanas de hecho - le susurra, separándose - quizás si... si Tabitha o Lenia, al casarse puedan darte una dote o tierras para tu matrimonio, ¿se lo has dicho a padre? el deseo de casarte?... quizás el mismo lo haga, o a madre, con tal de que te vayas, puede hacerlo, ¿no crees? - preguntó, intentando encontrar una solución.                        
 
Ginevra
                 
 - Quiero mucho a Tabitha, pero sería como meter un gato a una jaula. Y Lenia es más pájaro cantor que ave de presa. - su prima se separó. Escuchó que seguía hablando sobre un posible matrimonio. Nunca, ni pese a ser lo más lógico, había pensado en hablar de ello con Rhys. No tenía estómago para eso.                        
 
Alyra
 
- * pero son nuestras mejores opciones, porque si Lady Astrid es la señora, nos echara a todos, empezando por ti y por mí * - realmente lo creía, Astrid les haría la vida un infierno si llegaba a ser señora.
- * entonces... queda hablar con padre, incluso la misma fiesta es un buen momento, abogaré por ti, prima, pero necesito saber si es lo que realmente deseas * -                        
 
Ginevra
                   
Deseaba tantas cosas... deseaba estar cerca, y deseaba estar lejos. Deseaba alejarse de Rhys, y su ausencia dolía. Deseaba dejar el servicio, pero poder frecuentar a sus primas. Deseaba estar cerca de su familia, y tener una propia.                        
- Dadme tiempo para pensar - debía de revisar su propio corazón. - Pero os aseguro, que elegiré lo mejor para todos.                        
                     
Alyra
 
Sonrío con un poco de pesadumbre, pero no podía forzarla, era su vida y podía arruinarla como quisiera, porque su padre no dejaría a Lady Myriam.
- * una semana, no quiero presionarte, pero si no te pongo plazo, no lo harás, una semana, y justo se cumple el día de la fiesta * - se pone de pie y la mira desde arriba. 
- * ahora levanta esa cara, eres una noble, y no puedes olvidarlo * - endurece ligeramente su voz , sonaba casi como su padre pero con la elegancia de su madre. 
///                        
 
Ginevra
 
Se levantó, con el mentón alzado. Aceptó el plazo. Pensaría después en ello, cuando todo lo demás se resolviera.
- Una noble con obligaciones - bromeó, pero mucho más tranquila. Debía ir a las cocinas, y a inventariar las bodegas. - Y tú eres una noble que necesita dormir. - Dijo, acercándose a la cama de Alyra y corriendo una de las cortinas del dosel                        
 
Alyra
 
Le hace caso y va a la cama, sentándose en ella y acariciando la mejilla de su prima.
— * has sufrido demasiado, prima, es hora de que tomes control de tu vida y busques un mejor lugar * — se mete en la cama y deja que la arrope .
— * una semana, no lo olvides ¿bueno? * — no sabía si había puesto una gran carga sobre los hombros de Ginevra y deseaba pensar que podría con aquello. 
— * buenas noches * —                        
 
 
Ginevra
 
Sonrió al sentir la confortante caricia
- Una semana - suspiró, sabiendo que no se podía escapar de esa, pero sin pensar aún plenamente en ello.
Salió, cerrando suavemente la puerta.                        
Se encaminó a las cocinas. Debía de contar las botellas (no confiaba en los criados para ello) y además, no podía dormir.                        
                                
Buscó uno de sus libros de contabilidad en la cocina, en uno de sus escondites. No confiaba en guardarlo en su cuarto por la sencilla razón de que lo compartía, y si bien Gwen no había hecho nada sospechoso, era regla estricta que no arriesgaba nada gratuitamente. Además, la niña no destacaba por su inteligencia                        
Dejó la tetera que había llevado a Alyra para limpiarla y comenzó a calentar agua, para prepararse una infusión. Mientras se calentaba el agua, abrió el libro de cuentas que solía llevar, revisando sus números.                        
             
Rhys
    
Andaba paseando por los pasillos sin rumbo fijo cuando oyó a alguien trasteando en la cocina. No era hora de cocinar nada, así que encaminó sus pasos hacia allí. Al entrar por la puerta, distinguió una figura femenina que le era muy familiar. El gesto le cambió casi al momento y se acercó a ella por su espalda.
¿Que haces en las cocinas, querida?            
 
Ginevra            
 
Comenzó a hacer cuentas. Podría hablar con el castellano Marvin sobre los fondos, porque tenía algunas ideas.  Escuchó pasos. Detuvo el trazo de la pluma súbitamente, dejando una mancha sobre un nueve. Agudizó el oído.
La historia del fantasma pasó por su mente. 
- Tonterías - se dijo, ¡no debería asustarse por una historia de criados! Dejó la pluma al lado del tintero, para levantarse y ver ella misma quien estaba allí, cuando a su oído escuchó una clase distinta de fantasma. Se sobresaltó por el susto, casi brincando en la mesa. Al girar la cabeza y ver que era Rhys respiró profundamente para serenarse, pero verlo allí no ayudaba.
- Luchando por no morir del susto, mi señor.
La conversación con Alyra aun le daba tumbos en la cabeza.
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22/08/2017, 22:25
(0) Kyle Ironsmith

Kyle llegó al establo con las pieles cargadas en una carretilla. En total llevaba siete pieles de conejo, dos de zorro y una de un oso negro.

- ¡Buenos días Evan! Saludó al joven que se encontraba al lado de los caballos. 

Su hermana fue directa a por Flecha, así que Kyle tendría que montar a Salvaje o a Dardo. Los dos eran unos especímenes preciosos, y estaba seguro que cualquiera seria una excelente opción. -¿Cuál es el mío? Me gustaría llevar la piel del oso conmigo, así que el que me toque llevará unas cincuenta libras extra.

 

Notas de juego

Que mal cuerpo me ha dejado buscar el peso de las pieles de osos. Que fotos más desagradables :(

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25/08/2017, 01:59
(0) Evan Ross

Sonrió ante el comentario de Fiona.

Estoy seguro de ello. Podría ponerme yo un vestido, pero seguro que entonces tendrías que rescatarme.

Rió un poco imaginando la escena. Si se pusiese un vestido se imaginaba siendo arrastrado hasta el fondo por el mismo.

-Podría hacer empanadas de algas, aprovechando mi visita al fondo del lago-

Miró a Fiona cómo esperando que riese de su broma, ¿Tenía los lábios azulados o se lo parecía?

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25/08/2017, 02:12
(0) Evan Ross

Sonrió sinceramente a los hermanos mientras terminaba de ajustar la cincha a Dardo.

Pronto Fiona se dirigió hacia Flecha. La yegua volvió la cabeza para olerla al escuchar su voz y al sentir sus caricias.

-Bonitos pantalones- Dijo divertido a la muchacha antes de responderle - Bueno, es bastante sensible en la boca, así que no deberás tirar mucho de las riendas para que reaccione. Por lo demás suele portarse bien. A veces le da por mordisquearme las botas cuando nos detenemos un rato.-

Flecha escuchaba los susurros de Fiona, parecía que le relajaban pues ella se dejaba hacer.

Kyle iba bien cargado, la piel de oso destacaba sobre todas las demás. Evan creía no equivocarse si dijese que era la pieza más cara, que quizás tuviese tanto o más valor que el resto juntas. Era normal que Kyle quisiese llevarla él, por tener controlado su adecuado transporte y porque si tratasen de asaltarles sería el plato más goloso.

Pues creo que entonces mejor lleves a Dardo. Es más fuerte y más tranquilo que el potro. No se alterará tanto con la piel de oso. Desde luego hay que felicitarte

Realmente no había esperado ni tantas pieles ni tan buenas. No es que supiese mucho del tema, más bien lo poco que podía saber cualquiera, pero la calidad se apreciaba por lo llamativas y bonitas que resultaban a simple vista.

Entre él y Kyle cargaron los caballos, Evan seguía las instrucciones de cómo colocarlas y juntos se aseguraban de que quedasen bien sujetas y no entorpeciesen a los caballos. Una vez hubieron terminado se acercó a Flecha para comprobar una vez más que la cincha estuviese bien ajustada y para brindar su ayuda a Fiona para montar.

-Cuando estés arriba ajustaremos los estribos a la altura que te sean cómodos y la soltare de la argolla.
¿Lista?-

Notas de juego

Aix Kyle, :( no pienso indagar en lo que te debe haber salido. Por suerte hoy en día podemos evitar (y evitarnos) muchas cosas que antes eran necesarias.

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31/08/2017, 20:29
- Muerta (accidente ) - Fiona Ironsmith

La idea de verlo ahogarse luchando por no hundirse con su vestido de señorita hacia el fondo del mar le hizo reír divertida.

- Apuesto a que si, pero lo haría como un caballero. - levantó la barbilla orgullosa en un gesto paródico pensando en invertir los papeles y ser ella la caballero que lo rescatase como a una damisela en apuros.

- Todo un manjar, mmm... Empanadas de algas. Podrían confundirse con empanadas de verdura. Imagínate la cara de Kyle al probar una. - rió como una niña traviesa.

Era agradable compartir aquellos momentos con Evan, sin embargo el sol de la tarde iba menguando y el cuerpo de Fiona reaccionaba ante el cambio.

La brisa que soplaba y entró en contacto con su vestido húmedo le provocó un escalofrío. - Tengo frío. - dijo acariciándose los brazos. Era momento de despedirse y volver al castillo para poder cambiarse de ropa.

Notas de juego

Vamos terminando esta escena si te parece :) no veo otra forma de continuarla sin riesgo de que caiga enferma.

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02/09/2017, 00:48
- Muerta (accidente ) - Fiona Ironsmith

- Gracias. - respondió con una sonrisa amplia a Evan. Hasta que no se subiese encima de Flecha no podría considerarse una jinete por más pantalones que viestese ese día.

Escuchó las indicaciones de Evan asintiendo atentamente. Tomó buena nota de que Flecha era sensible en la boca, eso significaba que no tendría que realizar mucha maniobra con las riendas para que la yegua obedeciese, lo cual para ella estaba muy bien. - Movimientos suaves, de acuerdo.

Su hermano llegó cargado con varias pieles de animales, todas de una calidad excelente, conseguiría un buen dinero con su venta. Mientras ellos las cargaban Fiona permanecía a la espera acariciando a Flecha, familiarizándose más con ella, permitiendo que la oliese, la viese y la sintiese.

- No pasa nada si me muerde las botas, soy una chica pero... ahora soy un jinete. - bromeó con una sonrisa. Estaba emocionada. Se ayudó de la mano de Evan para montar. El corazón le latía rápido, no recordaba la sensación de montar y ver el resto del mundo elevada desde lo alto del lomo de un caballo. Cogió las riendas con respeto y esperó a que ellos también montasen para guiarla en el camino.

Notas de juego

Disculpas por el retraso, semana complicada >.<

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02/09/2017, 13:37
(0) Evan Ross

Como hombre caballeroso sintió el impulso de ofrecerle su chaqueta, pero no llevaba prenda de abrigo, tan solo la camisa, y si se la quitaba quedaría desnudo su torso. Quizás fuese peor las  habladurías que surgirían en la fortaleza al ver llegar a Fiona cubierta con la camisa de Evan y a éste a pecho descubierto que recorrrer unos metros pasando frío. 

-Volvamos entonces, debes entrar en calor- Le dijo con cierta preocupación en sus ojos. No sabía bien bien como reaccionar, ¿frotar sus brazos y espalda con sus manos? No deseaba violentar a Fiona al invadir su espacio personal de ese modo, no se conocían demasiado todavía y la apreciaba lo suficiente como para no arriesgarse a perder su amistad. 

Se incorporó y le ofreció la mano para ayudarle a ponerse en pié. Hizo un ovillo con sus calzones y los llevó en la mano de forma que pudiesen pasar perfectamente por un trapo mojado.

Notas de juego

Sí, a ver si va a pillar una pulmonía :P

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02/09/2017, 17:07
(0) Kyle Ironsmith

- Gracias Dijo un poco avergonzado cuando Evan le felicitó por las pieles. Acto seguido se acercó a Dardo y comenzó a acariciarle el cuello - ¡Buen chico! Quería que el caballo se acostumbrara a su olor, y poco a poco fué acercando la piel del oso para que también la oliera. No quería ponerla encima sin más y que se asustara.

- No pasa nada si me muerde las botas, soy una chica pero... ahora soy un jinete.

- Pareces la viva imagen de Visenya Targaryen montando a Vhagar. Dijo en tono de burla mientras le sacaba la lengua.

Kyle se subió a lomos de Dardo y cogió las riendas para iniciar la marcha. -¡A conquistar Poniente! Digo...¡Al pueblo!

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05/09/2017, 12:53
- Muerta (accidente ) - Fiona Ironsmith

Asintió a lo que le dijo Evan y con la ayuda de su mano se incorporó para marchar en su compañía hacia el castillo.

Era curioso porque apenas conocía a aquel joven. Sin embargo, el tiempo y el trato que iba surgiendo entre ellos y su hermano le hacía comprender que tenía buenas cualidades en muchos aspectos.

Al sentir la calidez de su mano se sintió protegida por él. Sonrió y agradeció a los antiguos dioses la bonita tarde que había pasado junto a Evan.

Notas de juego

Y hasta aquí :P

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13/09/2017, 14:25
(0) Evan Ross

Sonrió ante las bromas que se hacían entre los hermanos. Debía ser fantástico tener hermanos. Fiona y Kyle respetaban y trataban bien a los animales, sus formas iban muy acordes con la filosofía de Evan y esto le reafirmaba en el echo de que los consideraba ya sus primeros amigos en la fortaleza. No era muy común encontrar gente que respetase a los animales, la mayoría disfrutaban haciéndose respetar mediante el miedo, o directamente los consideraban meras herramientas.

 

-¡Al pueblo!- apoyó la exclamación de Kyle.

Había ayudado a Fiona a subir sobre Flecha y soltado la yegua de la argolla. Flecha había girado sobres sus cuartos traseros al sentirse liberada pero se mantuvo bastante tranquila, aunque de vez en cuando trataba de avanzar un par de pasos. Dardo por su parte olfateó la piel del oso y aceptó la carga sin problemas, era un animal con experiencia, pero lo más importante era el proceso que había seguido Kyle, de modo que el animal ya sabía lo que llevaba. Salvaje por su parte dio varias vueltas mientras Evan trataba de subirse sobre él, girando alrededor del muchacho que llevaba el pie colocado en el estribo y daba dos o tres saltitos. Finalmente se propulsó con más fuerza y subió sobre el potro negro mientras éste seguía girando. 

-Todavía debe acabarse de acostumbrar- Dijo sonriente.

Esperó a que Kyle abriese la comitiva, después dejó que se colocase Fiona y él cerró la marcha. Para empezar era mejor ir en fila, hasta que Fiona se viese más segura con Flecha y que Salvaje hubiese calmado un poco las ansias. Además era Kyle quien conocía el camino y sabía montar bien a caballo. Fiona y Evan fallaban en una o la otra cosa. El corazón del mozo daba brincos, contento y nervioso a partes iguales. Esto lo debía sentir Salvaje, que de vez en cuando se retrotaba o daba un par de pequeños botes. 

De excursión al Pueblo, ¿cómo será? 

Miró a sus compañeros de viaje, Evan estaba lleno de esperanza en esos momentos.

-¿Cómo vas Fiona?- Preguntó a la muchacha tras un rato ya al paso.