Partida Rol por web

Cuando Evan te mira tras descubrir la piel de Alyra puedes comprender lo que pasa por su mente, pues te das cuenta de la complicidad de esa mirada, es como un amigo miraría a otro antes de acudir a una pelea a muerte, una declaración de intenciones.

La voz de su amiga sonó contundente en la habitación. Fiona se paró junto a Kyle, manteniendo en el aire su pierna flexionada, a la pata coja, escuchándola, conteniendo la respiración. Sus ojos reflejaban el temor que sentía por volver a estar encerrada y quedarse sola. 

Estaban pasando cosas muy extrañas, y Alyra así lo confirmó también. Detectó en la piel de su amiga unas imperfecciones en forma de espinillas que parecían fruto de los nervios que estaba pasando ese día tan importante para ella y sus hermanas.
  
No se percató en un principio pero después si, Alyra tenía un comportamiento diferente con Evan, lo miraba con nerviosismo, hasta esquivaba su mirada. Parecía triste. ¿Por qué? Fiona no pudo entender nada, pero tampoco quiso darle una mayor importancia al asunto. 

Asintió a su señora dándole la razón, mirando a su hermano y a Evan para confirmarles que iba a acatar las órdenes de Alyra. - Todo estará bien. - su rostro no reflejaba realmente ninguna confianza en lo que decía. Estaba muy tensa por lo que Evan y Kyle le habían contado. 

Las dos solas en una habitación... parecía peligroso, pero su señora la necesitaba con urgencia. - Iré contigo. - reafirmó segura olvidando por un momento el protocolo, tratándola de tú. - Los rumores sobre vos y vuestras hermanas... - se corrigió. -... no han dejado de escucharse durante estos últimos días. Verdaderas barbaridades a las que nadie sensato da crédito.

Pero la peor pregunta estaba al caer, Alyra exigía saber si alguno de los presentes sabía o había hecho correr el rumor que una de las hijas Vaelys era una bastarda. Fiona negó con la cabeza, apretando sus labios y mirándola con pesar por esa calumnia tan destructiva. - No he escuchado nada acerca de eso, mi señora. 

Soltó un profundo suspiro, bajando su mirada que se enfocó en la mano de su amiga, Evan le había entregado algo de calor y si fuera el momento adecuado,lo abrazaría, lo abrazaría con todas sus fuerzas, e incluso, no siéndolo, lo haría, le costaba montones mantener su compostura característica, sin embargo las palabras del septon la golpearon con tal violencia que la hizo cerrar los ojos para evitar que las lágrimas salieran de ellos.

— gracias por tus palabras, Evan, por desgracia en este momento y para los que han venido, sólo sabrán de mi belleza, me siento estúpida la verdad, nunca pensé que algo así me afectaría e intenté que no lo hiciera, pero ya me vio Ser Tyler, y la expresión de su rostro fue...fue desconcertante, —  sonrió, ahora con más ganas, realmente se sentía tonta, ella siempre intentando valerse por su inteligencia pero ahora la única carta real que tenia para ayudar a todos se veía estropeada, y aunque confiaba que algo se le ocurría, el creer que había un traidor la mantenía en vilo. 

—  Tabitha necesitaba hablar conmigo, iría a mi cuarto para hacerlo, e iba hacia allá para verla, imagino que debe ser algo complicado para que ella me busque, pero supe del accidente de Fiona y necesité venir a ver que estuviera bien —  colocó su mano libre sobre la mano de ella —  sobre los rumores...entonces... ya había comenzado a correr, hubo otro, casi tan horrible, dijeron que mi hermana Lenia estaba embarazada de Edric Colina, obviamente fui con ella para consultarle y me lo negó, desconcertada, creo que es verdad, pero ya saben, no importa que sea un rumor, su existencia es suficiente para manchar el honor de cualquiera y más si se dice que una de nosotras es una bastarda, eso pone en duda la herencia y que los que se beneficiarían de nuestro fallo, ganen  — ya había mencionado el nombre de uno de ellos, pero realmente podría ser cualquiera. 

— lo mismo corre para mi, si escuchan algo, deben informármelo, confío en ustedes y en Marvin, pues mis hermanas... Lenia vive en su mundo, y creo que no merece ser molestada, la cruel realidad es mucho para ella, como para Mira, ahora debo ir con Tabitha y espero encontrar una aliada en ella para enfrentar todo esto — no mencionó a Astrid, nunca la mencionaba como hermana. 

— ummm — arrugó el ceño, su gesto se hizo meditabundo — los rumores, mi rostro y ese olor, parecen más actos de una mujer, o de un hombre demasiado cobarde — medita en voz alta, tras escuchar a Fiona que había decidido hacerle caso, ya imaginaba que su amiga iba a rechazar la propuesta — en fin, tengo curiosidad, ¿qué se dice de mí? ¿con quien me he encamado?... quizás han dicho que soy hombre, si lo fuera, no tendríamos tanto problemas ¿no creen? — levanta las cejas usando un lenguaje un poco más procaz, y  quitando un poco al hierro a aquella situación, aunque tenía una curiosidad por saber, habían cosas que podrían ser verdad, o verdades a media, pero como dijo, la existencia de un rumor era suficiente para producir daño.

Evan miró a Alyra cuándo ella le respondió que los invitados tan solo la valorarían por su belleza física. En eso tenía razón, pero aquello no debería importarle demasiado.

-¿Tyler? No dejéis que su opinión os afecte, es posible que no sea el caballero que parece ser-  Dijo con tono cordial.

En cuanto a lo de que Tabitha  acudiría a su habitación le hacía dudar del punto de encuentro trazado. Seguiría las instrucciones iniciales, seguramente una vez allí encontraría respuestas.

-A cerca de los rumores sobre vos...- empezó a hablar mientras se dibujaba en su rostro una sonrisa ligeramente divertida, pues aunque en su interior sentía rabia e impaciencia por hacer justicia no deseaba preocupar a las chicas más todavía - ... he oído por los pasillos de la fortaleza que tenéis un romance secreto. Lo escuché hace unos días y al volver la esquina ya no vi a quienes hablaban de ello. Por lo visto estáis prendada de Merol Ríos, el ayudante del septón. Por mi parte no le doy ninguna credibilidad, pues estoy seguro de que tenéis mejor gusto para los hombres- 

Terminó esbozando una leve sonrisa, esperando que aquella ocurrencia que algunos habían tenido le provocase, al menos, cierta risa. Era impensable para cualquiera que Alyra, una mujer con tanto carácter y arrojo, mantuviese un romance con Merol, un chico tímido, poco agraciado y apocado ¿Qué podría ofrecerle él a una dama como Alyra?, a cualquier muchacha en realidad. 

Era inevitable que los rumores corriesen por los pasillos de la fortaleza, incluso por el pueblo. Había demasiada gente que se aburría y una mente desocupada siempre busca en qué distraerse, por desgracia el producto solía ser poco recomendable para todos.

Al llegar a su habitación, Kyle colocó suavemente a su hermana en su cama con los brazos cruzados sobre su pecho. Le dió un suave beso en la frente y le susurró - Aquí descansarás mejor.

Evan y Lady Mira habían acompañado a los hermanos Ironsmith hasta sus aposentos, y cuando entraron del todo, Kyle cerró la puerta. Hubiera preferido que sólo le acompañara Evan, pero dadas las circunstancias, entendía que Evan estuviera protegiendo a Lady Mira. Todo eso de la maldición era más de lo que Kyle podía comprender, y se sentía superado por todo lo que había pasado durante el día.

Se sentó en su cama, y después de poner en orden sus pensamientos, preguntó a su amigo Evan - ¿Qué está pasando aquí? ¿Qué les está pasando a las hijas de Lord y Lady Vaelys? Era completamente consciente de que Mira Vaelys se encontraba allí también, pero ya no podía permanecer ignorante más tiempo - ¿Por qué nadie me dijo que había desaparecido Lord Vaelys? Podía haber buscado alguna pista. Aunque no sea como cazar un animal, quizá pdía haber ayudado.

Abrió la puerta para que Kyle pudiese entrar con su hermana en brazos. Todavía le costaba asimilar que Fiona había muerto. Miró su cuerpo sin vida y pensó en que ya nunca más volvería a alborotarle el cabello cuando jugasen y ella se burlase de él. Nunca más escucharía su risa traviesa y musical. Ya no le prepararía más postres ni le enseñaría a hacer empanadas. Y allí, en la intimidad que le ofrecía el dormitorio de los mellizos y la compañía de su amigo y la pequeña de los Vaelys se desmoronó, dejándose caer de rodillas a los pies de la cama de Fiona y cubriendo su rostro con las manos para ocultar de algún modo las lágrimas que ahora caían sin remedio mejillas abajo. Sus hombros se movían como impulsados por un hipo mudo. No había podido hacer nada por ella, ni estar junto a Kyle en esos momentos, ni darle la terrible noticia cómo habia deseado, ni tan solo llevar su cuerpo a la capilla e incluso se le había negado el poder asistir a la ceremonia. -Lo siento. Lo siento- iba repitiendo como un mantra para los dos hermanos.
La pregunta de Kyle le sacó de aquel bucle en el que se encontraba, y enjugando sus lágrimas con la manga de la camisa le miró con los ojos enrojecidos.
-No creí que fuese una maldición, sospeché del maestre y sus pócimas. No había visto a Lord Rhys desde el desayuno, creí que estaría descansando y con el paso de las horas mi preocupación por él también fué creciendo- apretó los labios y los puños -Ha sido...está siendo un día de locos. Quería encontrar al señor pero parecía más acuciante dar con una solución para las damas, verlas sufrir así me partía el alma y crei que encontrado el artífice de estos males resolvería también el del traidor al señor de la fortaleza-
Había mucho que contar y Mira estaba allí delante. Siempre había procurado cuidar de su inocencia, de que su infancia fuese larga y feliz, no veía la necesidad de que hubiese de abandonar su niñez antes de que estuviese preparada y él la había ayudado como había sabido para atesorar su inocencia y sus ojos de niña. Sin embargo aquella fiesta estaba desmontando todo como si de un castillo de naipes se tratase. Por eso decidió hablar, porque Kyle querría saberlo, porque ambos podrían enfrentarse mejor aquello, porque Lord Rhys confiaba en ellos y porque Mira merecía no ser engañada, se trataba de su familia.
-Alester decía la verdad en cuanto a su -linaje, aunque también podría ser quién más se beneficiase de todo esto. Asegura que Lord Rhys... bueno, asegura que la herencia ya le pertenece, dando por sentado algo que nadie más puede asegurar. ¿Por qué? Por suerte no tiene pruebas, y propongo quemar lo que tanto anhela encontrar para respaldar ponerse al frente de la fortaleza- empezó a abrirse la camisa y cuando se hubo desabrochado no tan solo sus abdominales estaban al descubierto, si no que también pudieron ver varios papeles doblados y colocados alrededor de su cintura de modo que la cintura del pantalón los sujetase bien. Fué sacando las hojas que había arrancado de algún libro, las fue desdoblando y la ofreció a Kyle por si querían leerla. Después buscó otra y la mostró aunque no se las ofreció todavía -Según el Septón Ginevra no es sobrina de Lady Myriah si no su hija- no pudo evitar mirar a Mira ¿Cómo reaccionaria a eso? -Lady Myriah dijo que la habían encerrado en las mazmorras porque creía que sabía dónde estaba Lord Rhys. Pero esta mañana Ginevra despertó con una cojera ¿Y si la encerró para que nadie más viese que la maldición también le afectaba? Pero... La maldición debería afectar a la familia Vaelys y sus descendientes, por lo que según esta versión Ginevra no debería verse afectada por esa maldición. ¿Y si Ginevra sí fuese sobrina de Lady Myriah pero igualmente fuese medio hermana vuestra?- esta última pregunta la hizo mirando a la dama. Jamás habría pensado que Lord Rhys fuese capaz de algo así, pero ¿Y si hubiese sido infiel a su esposa con la hermana de ésta? Ofreció esta hoja a Mira, no había tenido tiempo de leerla pero esperaba que compartirse con ellos lo que descubriese para poder ganar tiempo entre todos. Miró las otras tres hojas y dejó dos en el suelo -Estas las cogí por despistar- mirando la que le quedó en las manos, pero sin ver ellos el nombre en letras grandes que declaraba de que casa se trataba continuó -Esta es por un tema personal mío, nada tiene que ver con los Vaelys ni el día de hoy- les miró entonces -Creo que deberíamos leer esto, destruir las hojas y decidir por donde comenzar. Aunque antes debo añadir otra cosa - aquello iba a costar un poco, aunque le quemaba en la garganta y no dejaba de darle vueltas en la cabeza - Cuándo Lady Myriah me pidió que llevase a Fiona a la capilla...bueno, quise encontrar respuestas. Busque pistas, el Septón y el maestre también. Al parecer ambos ancianos llegaron a la conclusión de que no fue un accidente- hizo una breve pausa -Sloth apareció en las escaleras cuando se descubrió el cuerpo de, de Fiona- las palabras de le atascaban -Nadie sabe cómo llegó. Por si eso ya fuese extraño.. bueno, Fiona me dijo una cosa... ella...ella, por alguna razón creía que Sloth...bueno, que Sloth podía ser un Vaelys, de hecho...el verdadero heredero- una mueca de dolor cruzó su rostro. En un principio no es que no creyese que su amiga tenía razones para creer que aquello pudiese ser posible. Pero su muerte y que el jorobado estuviese allí mismo, eso le había dado fuerza a la idea de Fiona y a que el sirviente más antiguo de la casa fuese un firme sospechoso.
Miró a ambos, aguardando a ver qué creían que debían hacer a continuación.

Pocos o ninguno se habrían imaginado que la menor de los Vaelys saldría de la capilla en compañía precisamente de los dos hombres que trasladaban el tristemente inerte cuerpo de Fiona,

No era sencillo para Mira caminar junto a esa trágica realidad como tampoco lo era permanecer en el lugar en que su madre había decidido acabar con su propia vida. Tenía una prioridad que la atormentaba y era encontrar a su padre. No dejaría que nadie se lo arrebatase también. Mientras otros removían el pasado y se interesaban en herencias, confiaba en que aquellos dos hombres le ayudarían.

Había pensado en buscar a su padre en los lugares que todavía no habían mirado. ¿Qué lugar habría escogido Lord Rhys para ocultarse? Porque ella creía que él se había ocultado intencionadamente. Escuchando a Evan y Kyle otra idea asaltó su pensamiento. Hablaban de culpables, lo que le hizo pensar que su padre tal vez no se hallaba en un lugar escogido por sí mismo, sino por alguien que no era de fiar. Tendrían que considerar ambas opciones. Y también le preocupaba el pasadizo, pues podría haber sido conducido por él y queriendo ahora buscarle en otro lugar, hallarse más lejos.

Mira arrugó la nariz cuando Evan habló del linaje de Alester.

-No creo que pueda asegurarse por ahora -opinó encogiéndose de hombros. El jefe de caballos entregó una hoja a Kyle y Mira le preguntó algo en voz baja, tratando de no molestar mientras él la leía.

Al escuchar que Ginevra era su hermana, la pequeña palideció. Su rostro se tornó más confuso que nunca. ¿Era eso posible? ¿Por qué su madre habría ocultado algo así? No podía creerlo. A cada nueva frase que se sucedía Mira alucinaba más y más. Cogió con su mano temblorosa el papel que Evan le tendía, pues en ese día las noticias más crueles eran las que se hacían realidad.

Antes de leer escuchó cuanto se mencionó acerca de Sloth. Sloth el mágico, el bueno, el tocado por las hadas. Si su rostro había mostrado gran confusión con el descubrimiento de tener una posible hermana, se hallaba boquiabierta cuando señalaron al jorobado como culpable de haber asesinado a Fiona.

-Pero... Sloth -balbuceó intentando no llorar de nuevo- es incapaz de hacer daño a nadie. No me haría daño a mí ni a Fiona.... -pensó en voz alta. Y es que no podía creer que fuese tan malvado, aunque ciertamente no lo podía creer de nadie. ¿Qué necesidad tendría de hacerle daño a Fiona si él era un heredero?

De repente una idea asaltó su mente.

-¿Y si alguien quiso hacer daño a Lord Rhys o a nosotras y Fiona lo descubrió?

Habló con voz quebrada a la par que un escalofrío trepaba sin piedad por su espalda. Miró de soslayo a la joven, ojalá Fiona pudiese contar a las hadas lo que pasó, entonces seguro que ellas se lo trasmitirían a Mira.

-Deberíamos comenzar a buscar a Lord Rhys. No tengo idea de dónde pueda estar mi padre pero seguro que podemos descartar algunas estancias.

El tiempo transcurría y su inquietud aumentaba a cada minuto que pasaba.

-¿Os parece apropiado desplazarnos a la Sala de Reuniones, la Sala del Consejo o la Cripta? ¿Por cuál optamos en primer lugar?

 

Alester Marbrand, es el caballero de Lord Damon Marbrand, su tío. Es un gran cazador y sus habilidades con la lanza hacen de él alguien indispensable en dicha labor. Acostumbra a ir en partidas de caza con las casas nobles de las Tierras del Oeste. Luchó en el bando de Robert Baratheon pero solo a las órdenes de Tywin Lannister durante el saqueo a Desembarco del Rey. 

En el Torneo de Harrenhal se cayó del caballo poco después de empezar por culpa de su escudero que había ensillado mal el caballo y por tanto lo descalificaron.

De él se sabe que le gustan los torneos, los banquetes y sobre todo las partidas de caza.

Hijo de Rebar Marbrand y de Myranda Banefort, sobrina por parte de madre de Lord Rhys y sobrina por padre del Maestre Caelus. Aquello tan solo implicaba una cosa, Alester Marbrand era familiar de Lord Rhys, concretamente un primo bastante lejano, pero un primo al fin y al cabo. Por lo que entraría dentro de la herencia de Joston Ríos y realmente aquello le convertía en el verdadero heredero. Pues era el único varón y no era bastardo como Edric Colina. Probablemente Joston Ríos no sabía de su existencia, por lo que se olvidó de incluirle en el testamento. Pero si esto se sabía, y en el libro estaba bastante claro, y Lord Rhys moría, Alester Marbrand se convertiría en el señor de la Casa Vaelys de forma totalmente legítima.

La casa Blackwood no tenía nada relevante, lo único que podía ser relevante eran los antecedentes  de Ginevra y Myriah pero tan solo se conocía los nombres de sus antecedentes. Y dejaba clara la relación que tenían ambas. Ginevra Blackwood es sobrina de Lady Myriah por parte de padre: Rickard Blacwood, hijo segundo, lord de un pequeño feudo y excelente navegante. No tiene nada más relevante, no hay ninguna noticia de lo que dice Evan sobre que Ginevra es su hoja de Myriah, con lo cuál nada de una hermana.

Lo único que ocurre es que el testamento de Joston Ríos habla de "los primos" y Ginevra es tan prima como cualquiera, aunque en este caso sea prima por parte de madre, pero eso la convierte en una heredera tan válida como cualquier otro.

Kyle escuchó atentamente a Evan y mientras leía la carta que le entregó, también escuchó a Mira. Aún le sorprendía que la joven Vaelys les siguiera hasta las habitaciones, pero suponía que lo mejor era que no permaneciera en el Septo con todo lo que estaba ocurriendo.

Evan propuso quemar las pruebas de que Ser Alester era heredero de la Casa Vaelys, cosa que a Kyle no le pareció correcto - Siempre te apoyo, amigo mío, pero no podemos quemar estas cartas. No somos quien para negar el linaje de otra persona. No sabía cómo explicar a su amigo, y menos delante de Mira, como se sentía y como empatizaba con Ser Alester Ojalá pudiera contárselo, pero ¿Y si Mira se lo cuenta a alguien más? ¿Y si alguien está espiándonos? Miró en todas direcciones buscando espías o posibles escondites. Después, intercaló su mirada entre Evan y Mira, nervioso por si debería contar uno de sus secretos más antiguos. ¿Ya que más da? No creo que ocultárselo más tiempo a Evan tenga sentido. Dudo que su amistad cambie si se entera. Y Mira... ¿Que más dará que lo sepa o a quien se lo cuente? - No puedo dejar que queméis esa carta. Entiendo a Ser Alester, ya que yo mismo, soy un heredero lejano de la Casa Stark. Si alguien me robara eso pudiendo tener la oportunidad de ser el Señor de Invernalia, me mataría.

Se quedó mirando a Kyle un instante, sin pestañear, no podía negarse que la sorpresa era grande. ¿Un lejano heredero de la casa Stark? Algo sabía de su pasado, de que en realidad les correspondería ser más que sirvientes, pues algo le había explicado Fiona, sin embargo resultaba que eran más de lo que había podido imaginar. Una posibilidad remota ocupar el trono de Invernalia, pero una posibilidad al fin y al cabo. Finalmente pareció volver a respirar, a recuperar un poco su compostura.

-Kyle, lo comprendo- Comprendía que fuese capaz de ponerse en el lugar del caballero y creyese que quemar aquella hoja fuese una canallada -Pero recuerda que no estamos hablando de unas circunstancias normales.- volvió su mirada a Mira tan solo un segundo para mirar de nuevo a Kyle después, directamente a sus ojos -Alester asegura que Lord Rhys ya no está aquí. ¿Lo comprendes? Por eso creo que sabe algo, y si sabe algo es que está en el ajo. Esta página - señaló llegando a tocar la hoja con su dedo índice -la arranqué yo de uno de los libros que tenía el maestre en sus aposentos. Estoy seguro de que estuvo ojeándolo, lo se. Eso me hace pensar que evidentemente estaban compinchados, el caballero y Caelus. ¿Qué dice tu olfato de cazador? Porque el mío huele a traición podrida y asquerosa. Y desde luego no estoy dispuesto a que un asesino- esa palabra escapó de sus labios antes de poder meditarla, claramente estaba calentándose, la sangre en sus venas siempre había sido temperamental, aunque no violenta. Se arrepintió de haber lanzado esa palabra tan alegremente, Mira estaba allí con ellos y podría haberla sentido como un puñal frío hundiéndose en su pecho. Apretó los labios, trató de sosegarse un poco y continuó -un usurpador, se ponga al frente de la fortaleza ni contraiga matrimonio con ninguna de las damas. ¿Qué vida les esperaría si resultase ser quien temo que sea? Ambos sabemos que conoce al que todavía no hemos nombrado, aquel del que nuestro señor ya nos advirtió. ¿Y si todo estaba ya trazado? No, amigo mío, no podemos entregar esta página sin más. Continuo creyendo que lo más aconsejable es quemarla. Mírala, es la hoja de un libro que habla de familias y linajes, un libro del cual verán claramente hay páginas arrancadas y desde luego querrán tenerlo entero. Te aseguro Kyle que hay uno de estos en cada fortaleza, así que no le estamos arrebatando nada a ese joven, tan solo estamos ganando tiempo. Si al final no tiene las manos manchadas seguirá siendo el heredero. Pero si es un traidor... bueno, entonces habremos librado a mucha gente de tenerle como señor, y a nuestras damas de que les arrebaten lo que es suyo- Apretó los dientes mientras miraba fijamente, pupila contra pupila, a su amigo. Era cierto que Alyra le había herido de muerte, cierto también que Alester no era santo de su devoción por prometerse con ella. Pero ante todo, si no se había dejado caer en cualquier sitio, su camastro o un establo, emborrachándose hasta desfallecer, era por su honor, por su fidelidad a Lord Rhys. Después ya habría tiempo para locuras.

Tras leer cada uno sus hojas, Kyle la de la familia de Alester, Mira la que se refería a Ginevra, y Evan la que le interesaba personalmente, llegaba el momento de tomar decisiones. En primer lugar decidir qué hacer con aquellas páginas, cuales les interesaba conservar y cuales era mejor destruir para evitar que todo se volviese más oscuro. Después a dónde debían ir en primer lugar par encontrar a Lord Rhys. Mira era muy joven, cada día parecía más una mujer, pero en su interior era una niña, dulce, soñadora pero inteligente. Evan la escuchó con atención. Sin duda es la más pura, su corazón noble, su espíritu bueno, inteligente... ella debería heredar la fortaleza. 

Pensó un poco.

-El comedor es el último lugar dónde vi a Lord Rhys, esta mañana cuando desayunabais- dijo a ambos aunque mirando a la pequeña -No creo que esté en la sala del consejo o la de reuniones. Aunque quien sabe, tampoco podemos descartar que hubiese de reunirse allí con alguien. La cripta es un lugar al que no se suele acudir durante una fiesta- excepto esta, pues ya se había cobrado dos muertes, recordó amargamente mientras miraba de soslayo el cuerpo de Fiona - me parece un escondite válido. Si os parece propongo dividirnos en dos grupos para empezar. Kyle, ¿quizás fueses capaz de encontrar alguna pista en la sala de reuniones o la del consejo? Yo acudiré un momento a los establos para dar órdenes a mis chicos. Que nadie salga, que ningún caballo abandone el establo. El culpable tratará de escabullirse y poner tierra de por medio, estoy seguro. Eso deberá evitarse, y de paso me enteraré de si algo fuera de lo normal ha ocurrido por allí. Después nos encontraremos en la cripta. Y de allí quizás debiésemos ir a las mazmorras, a ver a Ginevra, o al dormitorio de nuestro señor, dónde se me aseguró se le vio por última vez- ¿Realmente le había dicho aquello el anciano? Llegados a este punto ya no estaba seguro ni de si debía fiarse de los hombres santos. -Mira, vos podéis ir con el que deseeis, tanto Kyle como yo mismo os protegeremos con nuestras vidas si es preciso- Dio por hecho que el Ironsmith actuaría como él si la dama se econtrase en peligro, ni siquiera se planteó por un momento que pudiese tener otras prioridades.

Cuando Evan mencionó lo que el Septón había dicho sobre Ginevra, Mira abrió los ojos de par en par realmente sorprendida. ¿Tenía otra hermana? ¿Habría sido Lady Myriah capaz de apartar a su hija y no criarla como al resto?

La niña se había hecho su propia idea de por qué su madre habría encerrado a la joven en las mazmorras, pero jamás hubiese imaginado que también achacase una dolencia en este día. ¿Sería casualidad o podría tener razón el Septón?

Leyó con atención la hoja referente a Ginevra Blackwood que Evan le entregó y cuando acabó la volvió a leer, como si quisiera asegurarse de que no se le escapaba nada.

Su atención regresó a los caballeros, pues Kyle dio su opinión acerca de quemar las hojas. Mira tampoco tenía claro que debiesen reducirlas a cenizas.

-Por qué deseáis quemarlas? -preguntó al Jefe de caballos.

Tras mencionar el Jefe de cazadores su relación con la familia Stark la niña le miró boquiabierta y le sonrió.

-Oh! Me recordáis al príncipe de una bonita historia: el Príncipe Olvidado. Era el menor de tres hermanos y fue apartado de su familia pero superó muchos infortunios y se hizo sabio y fuerte y cuando regresó él y sus hermanos debieron superar duras pruebas y en tal empresa se alzó victorioso, pues destacó por su valor e ingenio -asintió resumiendo un cuento que había leído hacía largo tiempo.

Sus ojos centelleantes se distrajeron un momento recordando los detalles de tan interesante historia, pero pronto se percató de que estaban tratando algo serio y tras sonrojarse un poco atendió a lo que Evan tuviese a bien responder. Mira estaba realmente abrumada, especialmente cuando él se refirió al asesino de su padre, como si él ya estuviese muerto. Le lanzó una mirada inquisitiva. ¿Sabían ellos algo que no decían? ¿Por eso en vez de buscar por las estancias buscaban sospechosos a quien interrogar?

Cuando las palabras cesaron la niña no había acabado de procesarlas pues la urgencia de hallar a su padre volvió a imponerse. Encontrarle a salvo y que nadie sufriese ningún mal era todo lo que le pedía a este día.

-Eh... uh... iré con vos Evan -dijo tras mirar a ambos caballeros llevando la mirada varias veces de uno a otro- pero ¿dónde nos reuniremos después? -preguntó, pues los tres debían encontrarse de nuevo.

Antes de despedirse Mira se acercó a Kyle y le susurró cómplice:

-Vuestro secreto está a salvo conmigo, Príncipe Olvidado -sonrió con franqueza, pues no quería que nadie pudiera robarle su posible destino tal como el caballero mencionó. Y tras ésto se dispuso a emprender la gran aventura de encontrar a su padre.

Tras sus últimas palabras Evan sacó la última hoja que tenía guardada y empezó a leer las palabras más importantes.

- Ya que estamos sincerándonos me gustaría contaros lo siguiente. Dijo mientras enseñaba una página más del libro. Aquí viene la historia de la Casa Ross, mi supuesta casa.

Es por pura curiosidad, hasta que vio la hoja Evan nada sabía de qué existiese esa casa. Evan es un bastardo y un hijo de mil padres xDDD así que de Ross no tiene nada, se lo inventó, y ahora los azares de la vida han querido que exista una familia noble con ese apellido. De ahí que quiera saber algo, pero si no es transcendental pues ya diremos algo si llega el momento. Mientras podemos dejarlo en que lee la información y desde luego no lo comparte con nadie. Esa hoja es una prueba de su mentira, así que no la va a mostrar

Kyle suspiró resignado, sin saber que más decir a su amigo para que no quemara la carta. - Si quieres quemarla, adelante, no te detendré. Pero espero que entiendas que yo no puedo quemarla. Era posible que hubiera más libros en otras fortalezas donde estuviera reflejado el linaje de Ser Alester, pero ¿Y si no era así? Kyle no podría tener eso en su conciencia el resto de su vida.

Era mejor centrarse en encontrar a Lord Vaelys, como había dicho Evan, así que cuando este propuso que buscara alguna pista en la sala de reuniones o en la sala del consejo, Kyle asintió - Muy bien, empezaré en la sala de reuniones. Si allí no encuentro nada iré a la sala del consejo. Quizá deberíamos buscar por los pasadizos, aunque cuando abandonamos el Septo, Oberyn Martell se disponía a la explorarlos. No tenía sentido explotarlos después del grupo del Príncipe de Dorne, pero quizá los pasadizos eran más grandes y laberínticos de lo que ellos imaginaban. Puede que Oberyn y el resto no encontraran nada. De todas formas, yo después de explorar las dos salas os esperaré en la cripta.

Cuando Mira contó la historia del principe olvidado, Kyle sonrió con ternura. La más pequeña de las hijas de Lord y Lady Vaelys demostraba muchas veces tener el corazón más grande y más inocente. - Bonita historia Mi Señora. Espero que me la podáis contar entera en momentos más felices, que seguro llegarán. Aunque estoy seguro que mi final no será como en el cuento. Para que yo fuera el Señor de Invernalia, la tragedia se tendría que cebar con la familia Stark y con parte de la familia Ironsmith. Y, aunque se acerque el invierno, el lobo huargo resistirá.

Al despedirse, Mira le aseguró que su secreto estaba a salvo con ella, y Kyle la creyó. Gracias Mi Señora.

Era un buen plan, así podrían encontrarle antes o descartar varios lugares con mayor rapidez. Mira también pensaba que su padre podría haber utilizado los pasadizos, pero le tranquilizaba saber que si le encontraban ningún mal podrían hacerle puesto que iban varias personas.

Sonrió a Kyle y asintió a contarle la historia completa en momentos mejores. Su idea de reunirse en la Cripta le pareció perfecta.

-De acuerdo, nos veremos allí. Id con cuidado por favor -rogó al despedirse, pues parecía que más de un mal acechaba en aquella fortaleza.

Evan comprendía la inquietud de Kyle, pero a su parecer habían cosas en juego de más peso que la legitimidad de Alester. Por eso tras leer su hoja y recoger la que le había dado a Kyle, arrojó ambas al pequeño brasero que servía para calentar la habitación los fríos días de invierno. Allí las quemaría si nadie lo impedía, destruyéndolas con la intención de ganar tiempo, un tiempo que en aquella velada podía suponer una enorme diferencia.
-Entonces nos vemos en un rato en la cripta. Ve con cuidado Kyle, no podemos estar seguros de que nadie este por aquí por tu propio linaje- dijo a su amigo sinceramente preocupado. La muerte de Fiona no había sido accidental, y tras conocer más detalles de quienes eran dudaba de que ella misma hubiese puesto fin a su vida.
Después pondría rumbo junto a Mira para ir a los establos.