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Castillos y Caballeros

Torre del Fénix > Cuarta planta > Dormitorio de Alyra Vaelys

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04/02/2017, 13:47
- Nueva Ubicación -

Notas de juego

No compartís dormitorio, solo compartís la misma planta, pero dormís en habitaciones separadas.

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06/02/2017, 12:39
(0) Alyra Vaelys

Alyra no soltaba la mano de su hermana, estaba preocupada analizando todas las opciones, y por sobre todo preocupada por la suerte de su padre, llegaron al cuarto y la pelinegro se quedo en silencio sentándose en el bordillo de la cama, pensar en la idea de que su padre moriría pronto la devastaba, pero reflejar con lagrimas o rabia sus sentimientos le costaba bastante, siempre había sido una chica fuerte, la mas fuerte de todas sus hermanas creía ella.

Ella tenia en sus manos la solución para conservar y resguardar la herencia familiar y la de sus hermanas, con Evan seria tan sencillo casarse, pero eso significaría que a nuestra casa la dejarían de respetar al tener como líder de casa a un plebeyo y esa opción tampoco era viable del todo.

Astrid es hermosa, refinada y educada, una mujer delicada que sin duda acapararía las miradas de los caballeros y nobles invitados, Tabhita poseía una belleza exótica y Lena una sonrisa seductora que pocos podían resistirse; mis ojos se fijaron en Mira, la mas pequeña, su belleza comenzaba a florecer como el botón de una delicada rosa blanca, hermosa y radiante, completamente deseable por algún noble que note el futuro prometedor que posea la menor de las Vaelys.

-Ay Mira, me preocupa nuestro futuro, Padre siempre nos ha protegido y velado por nosotras, al igual que nuestra Madre, pero somos mujeres y nuestro valor se determina mas que nada por nuestros maridos, me cuesta creer que debamos casarnos de forma apresurada para resguardar los intereses de nuestra familia, creía que los siete nos bandecirian con el tiempo suficiente para que Astrid encontrara un nuevo pretendiente, pero eso no era así-

Quizás Mira no comprendiera del todo lo que decía y mi mente pensaba en aquellos que podrían atentar contra nuestra familia, desde que llego Guinevra una serie de coincidencias negativas se habían desarrollado y al ser nuestra prima también podría heredar de casarse antes que nosotras, debla averiguar que planeaba la rubia y si alguien la apoyaba en esa idea.

-Vamos Mira, busquemos un vestido para la fiesta, ¿deseas llevar algo en particular?-

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08/02/2017, 00:59
(2) Mira Vaelys

Su hermana sostenía la mano de Mira con ternura. Llegaron al dormitorio y ella se sentó en el bordillo de la cama. Los ojos de la pequeña no la abandonaron, expectantes. Entonces sus palabras llegaron y con ellas esa responsabilidad que se cernía sobre los hombros de las hermanas.

-Lo entiendo –dijo la niña. –Entiendo que Padre no se quedará mucho tiempo entre nosotras y que tenemos que buscar esposo.

Suspiró. Bajó su mirada a aquella muñeca de trapo que sostenía en sus brazos y siempre la reconfortaba. Era hora de buscar las prendas que las harían ver más hermosas. “Aunque mi hermana es preciosa incluso si vistiera harapos…” pensó la menor con alegría.

-El rosa que me hizo traer Madre desde no sé qué lugar –dijo –ese que parece flotar en el aire –su tono era de pena. Haría todo por su padre pero eso no quitaba que la idea del matrimonio le resultase casi ajena.”¿Qué se supone que es casarse en verdad? Ojalá consiga a un mago, de seguro habrá un mago que pueda salvar a Padre de todo eso que le pasa. Los magos curan cualquier cosa, ¿verdad?”

-Cuéntame una historia mientras nos vestimos, hermana… cuéntame aquella de que todo saldrá bien.

Pidió con los ojos vidriosos y llenos de angustia. 

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14/02/2017, 13:33
(0) Alyra Vaelys

-Tranquila Mira, todo saldrá bien, te lo prometo- le dijo Alyra tomando las manos de su hermana y acercándose para rodearla con un abrazo.

-Ven cepillemos tu cabello ¿quieres algún peinado, una trenza o suelto? - pregunto con cariño mientras la guiaba para sentarse frente a un tocador, suavemente comenzó a cepillar sus cabellos dorados, color que en muchas ocasiones llamo la atención de Alyra, pues sus padres eran de frondosas cabelleras negras y todas las hermanas habían nacido con cabellos oscuros, pero en cambio Mira era un ángel de cabellos dorados y suaves.

-Eres muy pequeña para que nuestros padres depositen una responsabilidad tan grande en ti hermanita, te prometo que antes que algún caballero te robe tu infancia me desposare primero y cuidare de ti hasta que llegue el hombre que te enamore y se merezca tus sonrisas y tu mirada, y por sobre todo al que desees entregarle tu corazón, nadie te obligara a hacer algo que ahora no quieras mi pequeña, te lo prometo- deposito un beso en la cabeza de la rubia.

Alyra siempre sintió que su hermana menor era una responsabilidad de la que debía encargarse, con gusto claramente, ella amaba a Mira más que a sus otras hermanas, quizás por ser la menor o por que las demás tenían como defenderse ante el mundo, cosa que ahora con la cercana muerte de su padre, se tornaría mas difícil si no lograba alguna de sus hermanas casarse; sin embargo, para Alyra todo podría solucionarse fácilmente.

-No necesito contarte historias Mira, porque te prometo que todo estará bien, confía en mí, pero si puedo contarte la historia de un cuando un ángel hermoso llego a esta casa a iluminar nuestro hogar con la radiante luz dorada de su mirada, con el dulce sonido de sus risas, con la preocupación contante cuando su llanto llenaba el castillo, yo apenas tenía cinco años cuando la conocí, era pequeña y parecía tan frágil como un hada, estaba convencida de que lo era, su belleza era inigualable, aún recuerdo cuando dio sus primeros pasos, camino sola alejándose de mi mano para llegar a los brazos de nuestros padres…uno, dos, tres y cuatro pasitos que desataron el llanto de madre y la alegría de padre, nuestra pequeña hada, nuestro dulce ángel crecía rodeada del amor de todos- Alyra miro al espejo el reflejo de su hermana -¿sabes de quien hablo?- la pelinegro sonrió al tocar la mejilla de su hermana, esperando que esta comprendiera que de ella se trataba.

Una de las sirvientas había traído el vestido que deseaba usar Mira, el rosa pálido con detalles en seda y tu, algunas piedras brillantes bordadas, Alyra tomo el vestido -Te veras hermosa, hermanita, seras el sol que ilumine la fiesta-

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14/02/2017, 22:32
(2) Mira Vaelys

El abrazo de Alyra la reconfortó y con una sonrisa se dispuso a escuchar la historia. No había nada que no gustase tanto a Mira como los cuentos, y este era uno de esos momentos que atesoraría en su imaginación.

-Suelto, me gusta más como se ve así, me hace sentir un hada.

Contestó y se sentó para que su hermana pasara las cerdas del cepillo por su melena dorada. Oyó lo que la joven contaba del matrimonio y no pudo evitar comentar, llena de ilusión.

-Tendrás un esposo guapo como tú, o algo como tú. Eres tan bonita que siempre pareces una princesa. Y será valiente, y galante, y te tratará como si fueras su mundo. Como si nada más existiera que te superara, dulce hermana. Y amaría vivir con vosotros.

Las palabras de ella sobre la vida que podría tener juntas la llenó de esperanza. La historia del ángel rubio la hizo sentirse mágica. Recordó los pasitos en el dormitorio, la dirección en la que sus pies iban de su hermana hacia un punto para luego volver a ella.

-Siempre eran tus ojos –le dijo –como las luces que me mostraban el camino. Y recuerdo a nuestros padres… Padre me hizo sentir que había saltado un abismo en vez de dar dos pasos. Eso, si a esa edad supiera qué era un abismo.

Su sonrisa se nubló un momento y aprovechó para abrazar a Alyra.

-Él no puede irse… no todavía.

Le trajeron el vestido. Poseía la alegría y emoción de sentirse mágica entre telas rosas y la pena de conocer el motivo de la fiesta.

-Si realmente soy un hada, debería encontrar el poder de cambiar las cosas –la abrazó más fuerte, sin poderlo evitar, rompió en llanto.

-No quiero que muera, Alyra… no quiero que Padre muera aun.

 

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19/02/2017, 19:52
El Fantasma de la Casa Vaelys

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25/02/2017, 03:51
(0) Alyra Vaelys

No pude hacer más que sonreír y continuar cepillando su cabello, Mira era una ternurita y la amaba, como quisiera cumplir sus deseos y salvar a padre, pero no éramos hadas; la noche avanzaba y ya era hora de ir a dormir, así que acompañe a Mira a su cuarto y una vez arropada en la cama y despidiéndome con un beso en la frente, le di las buenas noches a mi dulce hermanita, entonces volví a mi cuarto.

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25/02/2017, 03:51
(0) Alyra Vaelys

En la intimidad de este, desee que Evan estuviera ahí, le necesitaba, necesitaba su confort, pues mi mayor miedo se hacía realidad, la muerte de mi padre amado se acercaba y nada podía hacer para evitarlo, sentía como el corazón se me apretaba y un nudo en la garganta se tornaba insoportable, entonces el llanto vino sin poder contenerlo, las lágrimas fluían con total libertad mientras mis manos empuñadas atrapaban la tela de mi vestido.

Comenzaba a creer que los Siete nos maldecían al enviarnos tantas desgracias, primero mis hermanos y ahora mi padre, y toda esta absurda fiesta y urgencia por casarnos, maldije, si maldije liberando mi frustración.

No recuerdo como ni cuando me quede dormida, solo sentía el dolor más profundo al pensar en que perderé lo que más amo en mi vida.

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25/02/2017, 12:24
- Narrador -

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28/02/2017, 01:50
- Narrador -

En cuanto Alyra se despertó y se miró en un espejo, pudo observar una terrible desgracia. Su rostro se hallaba lleno de granos y de pústulas. Estaba cubierta de espinillas, es como si la adolescencia hubiera brotado en ella de nuevo. Estaba horrible, precisamente hoy...*

Notas de juego

* Lo de tus granos añádelo a la descripción de tu personaje, y tendrás que interpretarlo; Tu personaje ha sufrido un percance para el nuevo día.

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02/03/2017, 01:20
- Nueva Ubicación -

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02/03/2017, 01:20
- Narrador -

Alguien llama a la puerta, es Lady Miriah Vaelys

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02/03/2017, 19:55
(0) Alyra Vaelys

La noche había pasado tan rápido que no le permitió recordar sus sueños o al menos parte de ellos, más la imagen de la mano de su padre alejándose de la suya la hizo despertarse apenas aclarar el alba, se mantuvo en la cama mirando el cielo de su habitación, pensando en que la inminente muerte de su padre era una realidad, la fiesta poco le importaba, casarse o no ya no estaba entre sus planes, ahora su mente buscaba como prolongar la vida de su amado padre.

Al rato se levantó y fue al cuarto de baño, al pasar por frente al espejo noto algunas marcas en su cara, se acercó para verlas y sus labios se abrieron sorprendida al igual que sus ojos, su perfecta cara y su tersa piel están cubiertas por marcas de pubertad, espinillas y granos que no tenía claro de dónde vendrían, jamás había presentado síntomas de ese tipo.

- ¡Por los Siete! - sus manos apenas tocaron su rostro pues temía empeorar la situación, se lavó la cara solo con agua, pero nada ocurría, miro sus infusiones y cremas y nada parecía servir.

Ahora como podría presentarse en el baile, tomo asiento un momento para asimilar y analizar lo que haría, observo su vestido que colgaba esplendoroso en un perchero.

Alguien llamo a la puerta, la voz de su madre se escuchaba del otro lado.

-Adelante Madre- respondió girándose para evitar que la viera nada más entrar.

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06/03/2017, 09:53
- Muerta (suicidio) - Lady Myriah Vaelys

¿Alyra? - Su madre llamó a la joven justo después de tocar la puerta con resolución, sorprendiéndose de que su hija ya estaba despierta, pues no tardo nada en abrir, cuando había llamado con un par de golpes.

Pero tenía uno de “esos días”. Ni la miró. Cogió aire sin que su gesto cambiara, pese a que ni una mísera mirada le había dedicado al entrar, tan rápido que ni había podido ver el rostro de la joven. Lady Myriah ya se había acostumbrado a la correcta -generalmente- indiferencia que recibía por su parte, aunque solía ser en presencia del señor y a ella solía cogerla totalmente preparada.

Pero “esos días” no se podían prever.

Buenos días, hija – Era educada hasta la médula, entró armándose de valor, no la amilanaba ni remotamente, tenía un callo que rodeaba la parte de su corazón que amaba a esa chica. No se lo demostraba, para no ser débil, y para que ella no supiese el poder que realmente tenía o lo que sinceramente se preocupaba por ella.

Venía a comprobar si necesitas que mande a alguien para que te ayude a prepararte, o si quieres hablar algo de la fiesta de hoy antes de que empiece, -Creía saber la respuesta, pero aun así, se obligaba a hacer lo correcto – los invitados vendrán pronto, no habrá posibilidad después de comentar ciertos temas...

Lady Myriah sí se había arreglado ya, es más, estaba resplandeciente, incluso parecía más joven. El rojo fuego y distintos tonos dorados se mezclaban en un traje que no todas las mujeres del castillo podrían llevar. Había tardado bastante rato en peinarse y vestirse, pero merecía la pena totalmente.

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07/03/2017, 14:58
(0) Alyra Vaelys

Definitivamente esto no podía estar pasando, precisamente el día a de la fiesta la naturaleza le enviaba un brote de granos a su cara, estaba molesta y preocupada, pero… ¿Por qué?, no es que le interesara conseguir marido, ni ser la hija casamentera de la familia, es más, tenía a Evan, él entendería lo que ocurría, otras veces le vio con estas cosas en el rostro… ¡maldición!

Alyra abrió la puerta para recibir a su madre, sin ocultar su rostro lleno de granos y espinillas.

-Buen día madre-, la mujer entro con andar refinado y casi perfecto, cualquiera diría que flotaba, vestida ostentosamente para el gusto de Alyra, pero su madre jamás dejaba detalles sin cuidar y lo cierto, era que se veía preciosa y completamente fabulosa.

-Por el momento madre, nada, tengo todo bajo control, el vestido está listo y las joyas que llevare, más tarde mi nodriza me cepillara el cabello y lo arreglara, pero…- Alyra hizo con un gesto de sus manos mostrando su cara -tengo un leve problemilla- sonrió con cierta ironía.

Luego con la mano en el mentón y actitud analítica, comenzó a pensar en alguna idea para aliviar los síntomas de su cara, pero nada lograría que desaparecieran los granos antes de la fiesta, fue entonces, cuando se acercó al espejo, notando que el contorno del cuadro de su mirada estaba intacto.

- ¡Tengo un plan! - volvió a mirar a su madre sonriendo con mayor ánimo. -Creo que tu segunda hija menos, será toda una sorpresa esta noche madre-

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09/03/2017, 22:34
- Muerta (suicidio) - Lady Myriah Vaelys

Lady Myriah escuchó seriamente a su hija, sabedora de que sus inquietudes preferiría contarselas a su padre, pero no le dio tiempo a resignarse, pues su hija mostró su cara y la mujer acabó demostrando lo que pasaba por su cabeza, el gestó cambió bruscamente a sorpresa y preocupación, llevándose la mano a la boca como acto reflejo.

Que crueles son los dioses cuando quieren...

La dama dio unos pasos hacia su hija, la sorpresa desapareció poco a poco, pero la preocupación no, las palabras de su hija, un día tan importante como aquel, no inducían para nada a la tranquilidad.

Deja que te vea – Giró el rostro alrededor de su hija, con gesto concentrado, muy similar a como Alyra se había estado observando en el espejo.

Frunció el ceño, estaba descartado que desapareciese en un breve lapsus de tiempo, pero algo se podría hacer para tapar el desastre. Por lo menos la mayor parte.

Ahora mandaré una criada a la alcoba, tengo unos polvos que disimularan las rojeces de tu piel -Intentó sonreírle animada, aunque por dentro estaba maldiciendo su mala suerte -Primero pondremos algo para que no te pique el rostro... -Solo faltaba que los invitados pensaran que había una sarnosa en la sala - Mejorará mucho, ya lo verás.

Estuvo a punto de decir “confía en mí”, pero no sabía si aquello era realmente posible, así que se mordió la lengua.

Hoy nos jugamos nuestra permanencia en nuestro hogar, nuestro prestigio... te ruego por favor que no hagas ninguna tontería -La miraba seriamente, era la que mejor peleaba de sus hijas, la que mejor montaba, pero a veces también podía ser la menos sensata - Podemos perderlo todo, Alyra. Todo.

Sus ojos transmitían gravedad, casi se le escapó “Incluido a tu padre” pero simplemente suspiró. Se encaminó a la puerta y se asomó, buscando a algún criado o criada que estuviese cerca para mandarlo urgentemente a por los ungüentos que tenían que arreglar el inoportuno estropicio.

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14/03/2017, 16:53
(0) Alyra Vaelys

Las manos de madre eran cálidas y suaves, su tacto siempre la reconfortaba, recordando cuando era tan solo una niña y le encantaba pasar en junto a ella y su padre, aunque su predicción por Lord Vaelys era mayor, jamás dejo de demostrarle amor a su madre y siempre tenía un gesto dulce con ella, como una flor cortada del prado o algún objeto hermosos que hiciera con sus manos.

-Tranquila Madre, verme así no es algo que me preocupe en extremo, es cierto que a los invitados pueda parecerles extraño, pero me tiene sin cuidado, además no me pica la cara, por fortuna-

Fue hasta donde estaba su vestido para la fiesta.

-Apenas me vi en el espejo me puse a idear algo, no quiero cubrir mi rostro con cremas o polvos que solo empeorarán mi aspecto o podrán infectarse y dejarme marcas en la cara, me lavare con agua cocida y le pediré al Maestre algunos cristales de sábila para refrescar y por la noche usare un velo Madre-

Llevo la tela a su rostro dándole forma como un velo, donde solo dejaba a la vista sus ojos verdes intenso.

-Con un buen maquillaje que resalte mis ojos, será suficiente, usare un velo que me cubra completo el rostro, con algún tocado que incluya el cabello para que haga armonía, le aseguro madre que será más interesante que usar un montón de polvos y cremas para ocultar estos granos que con suerte en unos cuatro días se irán-

Por lo demás lo que más le interesaba a Alyra era que Evan comprendiera.

-Madre, hay algo que debo comentarle…- se acercó y tomo de las manos a su queridísima progenitora – lo de nuestro Padre nos toma por sorpresa, las lágrimas me acompañaron hasta que el sueño me cobijo, sé que no soy como Astrid y que quizás jamás este a su altura, pero te prometo Madre, que nadie ni nada nos quitara lo nuestro, sé que sabes de lo mío con Evan y de nuestra relación, la que hasta ahora ha sido hermosa, es una carta que tenemos bajo la manga, aunque sé que el origen de Evan no es noble, puede ayudarnos cuando sea necesario, como también ambos sabemos de qué existir algún noble interesado en mí, lo primordial para mi es el futuro de mi familia y el legado de nuestra casa, por lo que quiero que sepas que estoy dispuesta a cualquier opción que permita mantener nuestro futuro asegurado- las palabras de Alyra eran serias y su rostro mostraba la rigurosidad de la situación y la importancia de lo que estaba ocurriendo y contando a su Madre.

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23/03/2017, 22:25
- Muerta (suicidio) - Lady Myriah Vaelys

La señora de la casa se giró a escuchar lo que su hija le decía, con el mismo rostro inescrutable de siempre, a veces para esconder unos sentimientos y otras para no demostrar desacuerdo, buscando siempre la corrección y perfección en el trato.
En aquellos momentos le costó enormemente no sincerarse con su hija.
Asintió a lo que proponía sobre ir con un velo, de poco serviría una discusión sobre si era idóneo o no, lo que le había quedado claro era que la chica no depositaba la confianza en su madre y ella poco iba a conseguir a la fuerza de su segunda descendiente menor viva, así que simplemente calló, encogiéndose de hombros, por suerte para las dos no era la primera opción de la dama.
Estaba dispuesta a irse, resignada, cuando empezó a hablar de nuevo, y su rostro se congeló por la sorpresa. La escuchó seriamente, mirándola a los ojos, sin duda eran preciosos y resueltos, dos características prácticamente indispensables para la mirada de cualquier mujer de la época que les había tocado vivir.
No esperaba aquello, se obligó a no decir nada sobre el parecido que tenía con su madre, aunque había sacado un tema que ella nunca llegó a comentar a su progenitora. Por todos los dioses, le habían echado una buena dosis de valentía y resolución a aquella muchacha, y no, no le venía por su padre, ese tipo de sacrificio solo eran las mujeres las que tenían que hacerlos y padecerlos.
Se acercó a ella, recordando su propia vida, sus anhelos abandonados para llegar hasta donde había llegado, y aunque ya no dolía el corazón, en su momento le pareció que las mismísimas entrañas de la tierra se abrían para comérsela y seguramente algo parecido era lo que acongojaba a su pequeña, sin por ello amilanarla, o eso parecía.
La miró con infinito amor, con el que rara vez mostraba, orgullosa hasta la médula de que al igual que Astrid sabía lo que había que hacer y estaba dispuesta a desempeñarlo.
Te agradezco tu sinceridad hija mía –la que ella no había tenido con su difunta madre -, creo que todo se desarrollará bien –Alyra habia conseguido dar esperanza a su corazón, y eso no era nada fácil – con el esfuerzo de todas.- Ella tenía claro de quiénes dependía todo, y no pensaba que el padre tuviese mucho que aportar, entre otras cosas por lo enfermo que estaba.
La abrazó, sin pensar, sabía en sus propias carnes el daño que le haría si Evan no era su marido y, pese a lo que adoraba a su pequeña, iba a hacer todo lo que estuviera en su mano para que no lo fuera. Se separó de ella, cogiendo con delicadeza su barbilla.
Estoy muy orgullosa de ti, no lo olvides nunca... –Ni siquiera si, finalmente, te rompo el corazón. Se separó de ella, con un brillo en los ojos que no se podía permitir, pues no se había maquillado tan esmeradamente para echarlo a perder tan pronto- Tengo que ir a ver como van los preparativos, nos vemos abajo cuando estés lista.
Sonrió, volviendo a ser la mujer infranqueable de siempre y salió, dispuesta a conseguir el futuro que sus hijas se merecían. 
A cualquier coste.

Notas de juego

perdón, no me acordaba que tengo que poner a donde voy... habitación de tabitha

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21/04/2017, 01:28
- Narrador -

Notas de juego

¡Retomamos la partida! Gracias por esperar, y disculpa la demora!!

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27/04/2017, 04:31
(0) Alyra Vaelys

El gesto tierno de su madre  la alienta a seguir adelante, estaba orgullosa de ella y agradecía que lo estuviera, pues Alyra siempre luchaba contra la idea de que su madre no estaba del todo conforme con su actuar, después de todo, era la hija que debió nacer varón, aunque a juzgar por la suerte de sus hermanos, quizás hubiera corrido su misma suerte. Antes de que se fuera la observó con suma admiración pues reconocía en ella la inteligencia de moverse en la corte, una fuerza que estaba segura que ella no gozaba del todo.

- Madre - se levantó antes de que ella saliera - podrías de todas formas traerme aquellas cremas, pueden ayudar - le quiso dar un voto de confianza y le volvió a sonreír antes de que saliera.