Partida Rol por web

Lenia fue con paso enfadado y decidido hasta la cuarta planta, se dirigió directamente a la habitación de su hermana Alyra, esperaba encontrarla allí.

Una vez ante la puerta de la habitación de su hermana, llamó con energía, pero no habló para llamarla, esperó unos segundos y volvió a llamar, como estaba enfadada y tenía poca paciencia, entró en la habitación esperando encontrarla allí.

Llegó con su madre y Lenia a los aposentos de Alyra, pero ¿dónde se encontraba ella? Seguramente no tardaría en llegar, pensó. Aquella reunión debía de tratarse de algo importante, estaba convencida. El día no estaba saliendo tal como habían planeado y Mira estaba realmente preocupada por su padre. ¿Por qué no había aparecido? ¿El motivo era la enfermedad? 

Estaba bastante nerviosa en ese momento, y esperaba ansiosa a que su madre arrojase luz sobre cualquier extraño acontecimiento pasado o les diese alguna instrucción.

Se mordió el labio inferior. ¿Por qué no llegaba Alyra?

Lenia esperó pacientemente unos minutos pero al ver que Alyra no estaba, se giró para marcharse, justo en el momento en que su madre y su hermana pequeña aparecieron. 

Se paró en seco y miró a ambas.

Lo cierto es que Mira no tenía culpa alguna, pero Lenia estaba algo molesta con la actitud de su madre, aunque obviamente no iba a decirle nada, primer, por no poder hablar y segundo, por educación. Pero había sido descortés con Galbart, que solo buscaba cuidarla, también con Oberyn, aunque eso no la extrañaba y con Tyler, con el que aún tenía que hablar.

Lenia negó, queriendo decir que Alyra no estaba y no sabía donde se encontraba.

No creo que tarde en llegar. Dijo la señora de la casa. Mientras tanto, Lenia, qué tal si me cuentas qué está pasando entre ese norteño y tú. O mejor, qué tal si me lo escribes. Dijo mirándola a los ojos con cierta inquisición.

Lenia asintió a su madre, pero ante la pregunta tan directa sobre Galbart, hizo un mohín, dando un pequeño salto, sus mejillas se pusieron coloradas.

Automáticamente Lenia levantó la vista al techo y puso cara de inocente, como si la cosa no fuera con ella. Después se llevó su mano al pelo, tic que delataba que estaba algo nerviosa y sonrió intentando aumentar su aura de inocencia.

Tomó la pizarra.

" Solo es amable conmigo " escribió, Lenia se percató de que aún llevaba puestas la capa que el norteño le había cedido para darle calor y que no pillara frío.

" Ser Galbart trata de ser un buen invitado, nada más " Si algo conocía Lenia a su madre, sabía que no iba a creerselo sin más, trago saliva, ¿que podría decir para que se quedara tranquila?"

" Es un invitado, debemos conocer a todos los invitados, para eso es la fiesta, ¿no? " trató de darle la vuelta a la tortilla, como solía decirse, sin saber si sería efectiva la táctica.

Mira observó las sonrojadas mejillas de Lenia al preguntar su madre acerca de Ser Galbart. ¿Sería aquel caballero el que más le gustaba entre todos? Su hermana tenía tantos admiradores que la pequeña no sabía por cual se decantaría, pero en cualquier caso quería que fuese alguien que se desviviese por hacerla feliz.

Se mantuvo en un segundo plano en aquella conversación de pizarra, aunque leía todo cuanto Lenia escribía. La situación parecía un poco tensa. Tal vez con la llegada de Alyra eso cambiase, o por el contrario, fuese a más. Algo importante tenía que decir su madre si las había convocado allí, precisamente a las tres afectadas con repentinas dolencias en ese día tan desafortunado.

Lenia miró a Mira, quien callada, observaba la conversación entre su madre y ella a través de la pizarra. Sonrió con ternura a su hermana pequeña y miró a la puerta, ¿cuando vendría Alyra?.

Empezó a sentirse nerviosa.

Al percibir la ternura en la sonrisa de Lenia, Mira le sonrió también en un intento de infudirle calor y ánimo. Se colocó junto a ella y le cogió de la mano con dulzura mientras esperaban la llegada de la cuarta hermana.

Lady Myriah leía a toda velocidad la pizarra de su hija y a medida que iba leyendo cada palabra su rostro cada vez parecía estar más molesto. ¿Solo un invitado? Preguntó. Ay, querida hija, ¿no te das cuenta que yo me entero de todo lo que pasa en esta fortaleza? Preguntó. Te han visto a solas con él. Dijo mirándola directamente a los ojos con rostro serio e indignado. ¿Estás segura que no tienes nada más que contarme?

En ese momento entraba Astrid interrumpiendo la conversación, pero Lady Myriah no se giró y mantenía fija la mirada en la cara de su hija con la esperanza de que hablase y le contase la verdad. 

Por un momento desvió la mirada a Mira, pues parecía darse cuenta de que quizá ella aún fuese demasiado pequeña para participar en esa conversación. ¿Hija, qué tal si vas a buscar a Tabitha? La última vez que la vi fue en el gran comedor. Dila que venga. He mandado a una criada, pero parece que se está demorando. Con eso quería que Lenia, Astrid y ella se quedasen a solas y así cuando Mira regresase con Tabitha, ya podrían reunirse las seis para hablar de lo que realmente estaba pasando allí.

Lenia tragó saliva ... ¿quien le había dicho eso a su madre?. Lenia alzó el mentón, con orgullo y seguridad en si misma. 

" No tengo porqué negar algo que es cierto "

Escribió en respuesta a que se habían visto a solas.

"Ser Galbart es un hombre admirable y está aquí, como el resto, con intención de conocernos"

Miró a su madre con seguridad aunque con respeto.

"¿Como voy a conocer a un futuro posible marido rodeada de gente que solo quiere llamar la atención?"

Lenia suspiró volviendo a borrar la cuidada caligrafía.

"Si queréis que os sea sincera, madre, lo seré, Ser Galbart me resulta de lo más interesate y entre todos los caballeros, es quien más cómoda me hace sentir".

Tras darle la vuelta a la pizarra miró a su madre, sabía que no iba a gustarle la respuesta, que quizás la regañara por osada, pero estaba cansada de actuar como una niña pequeña y asustadiza. Su padre había organizado el baile para buscarles marido, Lenia estaba aprovechando la ocasión para buscar la mejor opción. Prefería elegir, que tener que ser obligada.

-Por supu-puesto mad-re -asintió Mira en respuesta a Lady Myriah. Si necesitaba que fuese en busca de Tabitha, eso haría! Besó la mano de Lenia con ternura e hizo una graciosa reverencia a todas las damas antes de salir de la habitación.

Sonrió y se fue decidida a realizar su misión pensando que le encomendaban una tarea importante e ignorando por completo el verdadero motivo de su madre para alejarla de aquella conversación.

Astrid entró en la habitación justo para escuchar las últimas palabra de su madre y leer la pizarra de su hermana. No le resultó extraño lo que leía. Quizá no tenía mucha relación con ningua de sus hermanas, pero tonta no era, y la sensación que había tenido respecto a ellos había resultado.

Pero no era el asunto a tratar, no al menos en ese momento. Se acercó hasta ellas titubeando, si mostrar o no mostrar sus males, pero esperó que su hermana pequeña se fuera de allí antes de hablar.

Madre, tenemos que terminar esto de inmediato se colocó de tal manera que su madre pudiera mirarla a los ojos una de nosotras debe casarse ya. Temo por nuestra salud señaló a su hermana y empezó a enumerar Tabitha huele peor que nunca se atrevió a pensar pero no decir Lenia ya no puede hablar, Alyra parece que tiene un arrozal en la cara y Mira tartamudea... Y yo pensando que era una de sus tonterías

Negó con la cabeza, como reprochándose no haberse dado cuenta, mientras se quitaba el guante de su mano derecha. El guante le llegaba hasta el codo, era así de largo por una razón: El brazo de Astrid estaba cubierto de un vendaje que había adquirido el color de la sangre. Poco a poco, y con mucho dolor, deshizo un poco del mismo, para que su madre y su hermana pudiesen ver su dolencia: Tenía el brazo lleno de herida, de rajas que no cicatrizaban, y granos que no dejaban de supurar. La visión era tan desagradable que no la dejó al aire mucho tiempo, se volvió a vendar y a cubrir con su guante

Me levanté esta mañana con una pequeña herida en la palma, como si fuera un corte. Fui a la habitación del maestre y, al llegar allí, ya me había cubierto la mano. Creí que era a la única a la que le ocurría algo, pero ya es obvio que algo nos han hecho a todas.

Madre, seré sincera. De entre todos los caballeros aquí presentes, ya he elegido a uno, y él me ha elegido a mí. Quiero terminar con esto cuanto antes, no quiero que se alargue más de la cuenta y todos nuestros problemas se agraven. No se si el bastardo tendrá algo que ver, pero debemos terminar con esto ya, incluso antes de la fiesta, aunque sea muy descortés. ¿Dónde está padre?

Lenia miró a Astrid, nunca había tenido una especial relación con su hermana, eran muy distintas, pero en el fondo la quería.

Astrid : Madre, tenemos que terminar esto de inmediato se colocó de tal manera que su madre pudiera mirarla a los ojos una de nosotras debe casarse ya. Temo por nuestra salud señaló a su hermana y empezó a enumerar Tabitha huele peor que nunca se atrevió a pensar pero no decir Lenia ya no puede hablar, Alyra parece que tiene un arrozal en la cara y Mira tartamudea... Y yo pensando que era una de sus tonterías

Así que al final, todas habían llegado a la misma conclusión, estaban malditas ... se preguntaba que extraña "maldición" tenía Astrid, ella siempre tan perfecta ... pero al ver el vendaje de su mano se preocupó de veras, se puso en pie y se acercó.

Una cosa es que no fuera su hermana favorita, otra que quisiera que sufriera.

 

Astrid : Me levanté esta mañana con una pequeña herida en la palma, como si fuera un corte. Fui a la habitación del maestre y, al llegar allí, ya me había cubierto la mano. Creí que era a la única a la que le ocurría algo, pero ya es obvio que algo nos han hecho a todas.

Madre, seré sincera. De entre todos los caballeros aquí presentes, ya he elegido a uno, y él me ha elegido a mí. Quiero terminar con esto cuanto antes, no quiero que se alargue más de la cuenta y todos nuestros problemas se agraven. No se si el bastardo tendrá algo que ver, pero debemos terminar con esto ya, incluso antes de la fiesta, aunque sea muy descortés. ¿Dónde está padre?

Lenia miró de manera intermitente a su madre y a Astrid, ¿acaso casándose la maldición de todas las hermanas terminaba? ¿quien sería el caballero que habría elegido Astrid?.

- Qui ... - puso cara de dolor al intentar hablar un horrible gallo seguido de un dolor inexplicable cruzó la garganta de Lenia. Tenía tantas preguntas y podía hacer tan pocas.

Miró nuevamente a su madre, quería saber que estaba pasando.

Se extrañó que Lenia se levantara a observar sus heridas, pero fue para bien. Le gustó sentir cómo una de sus hermanas se preocupaba por ella, fue una sensación muy extraña. No pudo evitar una sonrisa antes de responder la pregunta inacabada de Lenia.

Creo que la respuesta es la más obvia hubo una pausa, un silencio casi dramático mientras Astrid no miraba a ningún punto en particular Ser Tyler Risefeller. A ese caballero y a mí nos ha unido mucho la muerte de su hermano ya no quería hablar de que había sido su prometido, pues le resultaba demasiado extraño y, además de esa unión, creo que no casarme con alguien de la familia Risefeller podría considerarse un insulto además. Estoy convencida de que es lo mejor, y no sólo por intereses políticos, si no para mí y para todos. Ser Tyler es un hombre muy capaz y sensato, además de una persona agradable y maravillosa. Además se volvió directamente hacia Lenia que yo me case les quitaría peso a mis hermanas, pudiendose casar con los hombres que ellas mismas decidan No iba a decir que preferiría casarles con hombres de familias poderosas e influyentes, es algo que todos sabían. Pero, en esos momentos todo parecía cambiar. Si conseguían salir vivas todas las hermanas Vaelys de aquella situación, se daría por satisfecha.

Tenemos que actuar con premura, madre sus palabras denotaban cierto toque de ansiedad Pero no quiero que parezca que mi ansia es por querer gobernar la casa. Estamos en pelibro. Edric Colina está aquí. Padre ha desaparecido y nosotras cada vez vamos a peor. Hay alguien que desea nuestra destrucción. Puede ser Edric Colina, puede que no. Pero está claro que en esta guerra vamos en desventaja porque no sabemos contra qué o quién luchamos. Tenemos que prepararnos.

Astrid : Creo que la respuesta es la más obvia hubo una pausa, un silencio casi dramático mientras Astrid no miraba a ningún punto en particular Ser Tyler Risefeller. A ese caballero y a mí nos ha unido mucho la muerte de su hermano

Un ligero deje de celos cruzó la cara de Lenia, a ella le gustaba Tyler también, de hecho, durante toda la mañana había considerado que Tyler era la mejor opción para ella, era muy atractivo, todo un caballero, le había prometido el primer baile de la noche e incluso habían coqueteado ... pero el deje de celos desapareció en cuanto recordó a Galbart y lo que el le había hecho sentir. Galbart era un hombre extraordinario y a pesar de apenas haber podido hablar con el, Lenia tenía claro que lo que Galbart le había hecho sentir, no se lo había hecho sentir ni el mismísimo John Kalhan.

Miró a Astrid y suspiró, no podía ponerse celosa de su hermana, porque su corazón empezaba a pertenecer al norteño, además, que se casara con Tyler sin duda era beneficioso para todos, Tyler le caía bien, quería tenerle en la familia, así que sonrió a Astrid, quizás algo forzada porque en su mente se sentía ligeramente engañada, pues Tyler había coqueteado con ella, pero se quitó esa idea rápidamente. Asintió conforme con su decisión.

Astrid : Además, que yo me case les quitaría peso a mis hermanas, pudiendose casar con los hombres que ellas mismas decidan 

Lenia miró a su hermana, ¿estaba haciendo esto por ellas? ¿por ella misma? siempre había creido que a Astrid solo le importaba su posición y era lógico, era la hermana mayor al fin y al cabo, pero que pensara también en sus hermanas, enterneció a Lenia. ¿Realmente ella podría casarse con quien quisiera? nuevamente a su mente, vino la cara y la sonrisa del norteño. Lenia aún llevaba la capa que este le había prestado para protegerse del frío y no pudo evitar acariciarla suavemente, como si pudiera acariciarle a el mismo.

Miró a su madre esperanzada, ¿podría entonces intentar casarse con el norteño? era sin duda el caballero que más le interesaba de todos los que allí había.

Astrid : Estamos en peligro. Edric Colina está aquí. Padre ha desaparecido y nosotras cada vez vamos a peor. 

Lenia bajó la mirada. No sabía que tendría que ver del todo Edric, aunque no le caía bien ... la desaparición de su padre le preocupaba enormemente y el estado de las hermanas era cuanto menos irritante, cada una con sus afeciones. Lenia se sintió mal porque a pesar de lo que le dolía la garganta, si no hablaba, podía contener el dolor, ¿pero y la cara de Alyra? ¿Y el brazo herido de Astrid?.

La muchacha asintió apoyando la idea de su hermana, debían prometerse,  casarse o hacer lo que fuera necesario para acabar con aquella maldición.

Astrid : Pero está claro que en esta guerra vamos en desventaja porque no sabemos contra qué o quién luchamos. Tenemos que prepararnos.

Lenia asintió nuevamente, ella sabía que podía confiar en Galbart y el la protegería, ¿podría decir Astrid lo mismo de Tyler? si era así, ya contaban con dos aliados, pues Galbart jamás permitiría que a Lenia le pasara nada, esperabad que Tyler y Bernard se unieran a la causa ... Bernard, Lenia miró a Astrid, tomó la pizarra y escribió.

"¿Crees que Bernard y Alyra harían buena pareja?"

Podía parecer una pregunta estúpida, pero si iban a entrar en algún tipo de guerra, era mejor tener buenos aliados y Bernard podía ser uno sin duda. Alyra era guapa, fuerte, había demostrado sus dotes, su alianza con Bernard sería maravillosa pero ... ¿querría eso Alyra? ¿donde narices estaba?. 

Observó cómo su hermana cogía la pizarra y escribía con agilidad unas palabras. Al girarla, descubrió una pregunta.

Frunció el ceño. ¿Alyra y Bernard? Ladeo lentamente la cabeza, como si intentase ver algún tipo de misterio en ellas.

En ese castillo, al igual que en todas partes, los rumores se escuchaban. Todos los secretos sólo parecían conocerlos las paredes, y éstas no estaban dispuestas a hablar. Había oído cosas sobre Alyra y Bernard, sobre posibles relaciones que tendrían, cada uno con parejas distintas... ¿Sólo se quedaría en rumores? Terminó sonriendo a su hermana

La pregunta sería si Alyra quiere establecer una relación son Bernard. Si ambos lo quieren, harán una pareja excelente.

¿Ser Galbart? Cuestionó Lady Vaelys a su hija. No te das cuenta de que Ser Galbart es un norteño y que no querrá convertirse en señor de nuestra casa. Es el Señor de Bosqueespeso, ha venido en busca de una mujer para llevársela a su tierra y convertirla en su señora. Dejándola en un segundo plano y cuya única intención sería la de engendrar un varón digno de convertirse en señor de su Casa.

Nosotros necesitamos a un hombre, pero no con tanta posición. O un hombre capaz de someterse ante nuestra Casa y capaz de saber que tú serás la que mandas y no él. Lady Vaelys tenía prisa en casas a sus hijas, pero no lo haría a cualquier prisa. Si te casas con él, te convertirías en Señora de la Casa Vaelys y tendrías que encargarte de la Fortaleza de Sangre y de más cosas. ¿Crees que podrías hacerlo desde cientos de kilómetros? ¿Crees que Ser Galbart te permitiría vivir aquí y no pasar los días junto a él? Myriah negó con la cabeza. No seas ingenua hija. No puedes casarte con él.

Cuando terminó de echarle la reprimenda a la tercera de las hermanas, Astrid habló de sus dolencias. Lady Myriah recordó la ciática también de Ginevra y la torcedura del pie de Fiona. Aquéllo no podía ser casualidad. La maldición de la Casa Vaelyes estaba actuando a un ritmo desbordante y más rápido que nunca. Aquéllo no podía estar pasando. 

Lady Myriah no se apenó por las heridas de su hija, no iba a consolarla, debía ser fuerte si quería ser la heredera de la casa y se imaginaba que Astrid tampoco querría sus cariños. Pero cuando preguntó por su padre, el rostro de Lady Myriah cambió a más que pena, odio. Vuestro padre ha desaparecido. Llevo horas sin saber de él y no sé qué está pasando. Temo que el Targaryen haya lanzado una maldición sobre nuestra casa, o que le haya hecho algo. Pero lo último que sé de él es que fue enviado a las mazmorras. No sé si su poder puede llegar desde tan lejos. 

Y entonces escuchó que entre tanto problema, Astrid ya había elegido marido. ¿Ya? ¿Y de quién se trata? Espero que sea un digno señor de la Casa Vaelys y que sea sumiso ante las órdenes de la señora de la Casa.

Al escuchar que era el hermano de su prometido chasqueó la lengua. Ser Tyler no me gusta, nunca me ha gustado. Siempre ha sido la sombra de su hermano, le podía la envidia y te confesaré una cosa, hija mía. Los rumores dicen que fue él quien mató a su hermano para poder casarse con vos. Dejó que aquellas palabras calasen en lo más hondo del corazón de la joven. Astrid había amado a su prometido, no solo era una unión eficaz, sino que verdaderamente era amor. Ahora, no se fiaba de las intenciones del que era su hermano. ¿No preferirás a su hermano, Bernard, no? Dejó caer aquello como última opción.

Aunque quizá tengas razón, algo sucede, no había pensado en que sea Edric Colina el que haya traído la magia negra a esta casa. Puede que el culpable no sea el Targaryen, sea como sea quizá lo más sensato sería solicitar una orden de captura y encerrarle. Para prevenir al menos.

¿Ser Galbart?

Lenia asintió, sabía que era imposible que su madre lo aceptara pero aun así tenía un deje de esperanza, aunque con sus últimas palabras su esperanza se esfumó.

 No te das cuenta de que Ser Galbart es un norteño y que no querrá convertirse en señor de nuestra casa. Es el Señor de Bosqueespeso, ha venido en busca de una mujer para llevársela a su tierra y convertirla en su señora. Dejándola en un segundo plano y cuya única intención sería la de engendrar un varón digno de convertirse en señor de su Casa.

Lenia abrió los labios para quejarse pero no pronunció palabra alguna, primero por respeto, luego por su estado de garganta, ¿no era eso bueno? que una de las hijas Vaelys fuera señora de bosqueespeso ... a ella le parecía una gran opción. Lenia sabía que Galbart no la dejaría en un segundo plano, el mismo se lo había prometido, ella sería igual a el. En cuanto a lo de engendrar hijos, ¿no era eso para lo que las habían educado al fin y al cabo? una mujer podía ser muchas cosas, pero madre, ante todo. 

Nosotros necesitamos a un hombre, pero no con tanta posición. O un hombre capaz de someterse ante nuestra Casa y capaz de saber que tú serás la que mandas y no élx

¿Porqué querían que se sometiera a su casa y no que fuera un gran aliado? Lenia no entendía nada, se le escapaban esos juegos de política ... ella no quería mandar sobre Galbart, pero sabía que tenerle de aliado era algo positivo, tenía tierras, ejército, poder ... ¿porqué su madre no podía ver lo mismo que ella?.

 Si te casas con él, te convertirías en Señora de la Casa Vaelys y tendrías que encargarte de la Fortaleza de Sangre y de más cosas. ¿Crees que podrías hacerlo desde cientos de kilómetros? ¿Crees que Ser Galbart te permitiría vivir aquí y no pasar los días junto a él? Myriah negó con la cabeza. No seas ingenua hija. No puedes casarte con él.

Lenia miró a Astrid, ¿no era ese su cometido? ser la señora de la casa Vaelys ... Lenia solo era la 3º hija, ella no debía ser la señora de la fortaleza de sangre, pero podía serlo de Bosqueespeso y ser aliada de su hermana siempre que ella la necesitara.

Lenía tomó la pizarra y escribió con cierta ira.

- No estoy deacuerdo madre - dijo contradiciendola - Porqué conformarme con cualquier cosa pudiendo optar a un gran hombre - Lenia escribía y borraba con ira, su cuidada letra pasó a ser bastante salvaje. - Astrid debe ser la señora de esta casa, no yo - escribió y señaló a su hermana con la cabeza. - Ser señora de Bosqueespeso podría ser una gran alianza - no se trataba solo de alianzas, Lenia era una muchacha romántica y enamoradiza, se había enamorado de todo lo que Galbart le había prometido, pero tratar de no mostrar esos sentimientos y llevarlo al lado político era mas sencillo para convencer a su madre, que hablándole de sentimientos.

Vuestro padre ha desaparecido. Llevo horas sin saber de él y no sé qué está pasando. Temo que el Targaryen haya lanzado una maldición sobre nuestra casa, o que le haya hecho algo. Pero lo último que sé de él es que fue enviado a las mazmorras. No sé si su poder puede llegar desde tan lejos. 

Lena buscó asiento en la cama de su hermana Alyra y tomó aire, su padre ... ¿donde estaba su querido padre? al escuchar oir del Targaryen, Lenia apretó los dientes, cada vez tenía mas motivos para acabar con el.

  Ser Tyler no me gusta, nunca me ha gustado. Siempre ha sido la sombra de su hermano, le podía la envidia y te confesaré una cosa, hija mía. Los rumores dicen que fue él quien mató a su hermano para poder casarse con vos. 

- JA - A Lenia le salió inconsciente aunque se llevó un latigazo de dolor ante sus palabras. Tyler era una gran persona, era un buen hombre, ¿que le pasaba a su madre hoy? miró a Astrid esperando que su hermana no creyera que las palabras de su madre eran ciertas.

 ¿No preferirás a su hermano, Bernard, no?

Lenia se estremeció al recordar uno de los rumores de Bernard y negó con la cabeza. Lenia quería a Tyler muchísimo, incluso había sido su primera opción al pensar en marido antes de conocer a Galbart, pero sabía que si Astrid se casaba con el era por tema de politiqueo más de que de cariño, pero que podría terminar encariñándose con el, incluso amarle, porque Tyler tenía esa capacidad.

Lenia miró la puerta, maldita sea, donde estaba Alyra ... ella tenía que tener voz y voto en todo esto. Lenia siempre había sido una de las hijas mas rebeldes, junto con Taby, Astrid era doña perfecta, Alyra siempre intentaba hacer las cosas de tal manera que agradara a sus padres, Mira era muy pequeña y Lenia era un manojo de nervios, al juntarse con Taby siempre terminaban liando alguna ... la vista de Lenia giró entonces a la ventana, al exterior, ¿seguirían los caballeros alli?.

- Lo más importante es encontrar a Padre - escribió Lenia, sin mirar a su madre, estaba enfadada por su negativa a casarse con Galbart, pero no iba a rendirse