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Castillos y Caballeros

Torre del Fénix > Cuarta planta > Dormitorio de Alyra Vaelys

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05/02/2018, 21:19
- Muerta (terremoto) - Astrid Vaelys

Antes de que salgais dijo Astrid, que llevaba una máscara fría e indescifrable por rostro Si ningún invitado ha visto lo que le ha pasado a Fiona, y preguntan por ella, su lesión ha ido a más y debe descansar Agregó esas palabras a las órdenes de su madre, dejando muy claro que no sólo debía ocultarse la terrible noticia, si no que debía mentirse en caso necesario.

Si esto es cosa de la maldición, madre, ya sabe cómo creo que debe solucionarse. He tomado mi decisión dijo, recogiéndose lévemente el vestido para salir de la habitación en busca de Alyra y del maestre

Notas de juego

Astrid sale

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05/02/2018, 21:25
(0) Lenia Vaelys

Lenia asintió a su madre, estaba asustada con todo lo que estaba pasando, no sabía si debido a los nervios o no, había entendido mal pero ... ¿Fiona había sido lanzada por las escaleras? ¿se había roto el cuello?. Menos mal que no podía hablar, porque si no, estaría gritando.

Salio de la habitación en busca de su hermana Taby para que ella la acompañara a decirle al resto que debían ir a la capilla.

Notas de juego

Lenia sale de la habitación.

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05/02/2018, 23:03
(0) Evan Ross

Asintió a Astrid con un gesto marcado de la cabeza y mirando a la primogénita, de forma que ella entendiese que lo había comprendido y acataría su voluntad. Repitió una vez más la reverencia para las damas antes de empezar a bajar las escaleras con el corazón en un puño.

 

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08/02/2018, 00:13
(2) Mira Vaelys

Su pequeño cuerpo echó a temblar en cuanto se liberó de la presión que acarreaban esas dolorosas palabras. Sintió el impulso de estirarse por completo sobre la cama y hundir la cabeza bajo los almohadones, de apretar esas plumas contra sus mejillas y llorar hasta que el sueño apareciese y la librase de la pena que se anudaba en su pecho.

Mira sintió cierto alivio cuando las siguientes preguntas fueron dirigidas al soldado. Su hermana Lenia se acercó y Mira tomó su mano con afecto, apretándola con una suave pero significativa presión. Su otra mano halló consuelo en el bondadoso Sloth, cuyo gesto respondió la niña con una tierna sonrisa.

La conversación era sin filtros. La pequeña escuchaba aterrorizada cómo se barajaba la posibilidad de que Fiona pudiese haber sido asesinada y también que alguien les quería mal a ella y sus bellas hermanas. La posibilidad de que esa persona o personas estuviesen entre ellos, que no debían quedarse solas, etc. Entonces recordó algo que seguramente no sería importante y dudó si decirlo o no. Se mordía el labio inferior sin acabar de atreverse a hablar, pero la potente imagen de aquel charco mitad rojo mitad blanco no desaparecía de su mente.

-Hab-bía le le-che -musitó- en el el sue-lo. Temió que las preguntas de nuevo se dirigieran a ella, pero si eso podía ser importante debía decirlo. Personalmente creía que los responsables eran los innombrables. Habían cruzado el portal mágico y estaban causando muchos destrozos. Debían detenerlos antes de la media noche! Pero era extraño que hubiese leche, ellos habrían empujado a Fiona mientras se reían, pues eran criaturas astutas y crueles.

Su madre no quería que los invitados supiesen acerca de este trágico suceso y la inteligente Astrid elaboró una sabia excusa que dar a quien preguntase por Fiona. Lady Myriah se dirigió a todos cuantos estaban en la sala, dándoles instrucciones, y cuando mencionó su nombre a la pequeña Vaelys se le heló la sangre. Su rostro descompuesto observó a Lady Myriah. Debía acatar las órdenes de su madre pero le parecía algo tan doloroso, tan desagradable e incluso cruel... ¿Por qué debía ser ella quien lo explicase? ¿Por qué su madre le encomendaba esa ardua tarea que la condenaba a revivir una y otra vez aquel horror? No memorizó con quienes debía hablar, tan sólo le pareció una larga lista.

-Sss Sss sí mad-re -dijo cabizbaja con un hilo de voz. Su cuerpo se relajó entonces, sus hombros cayeron como los de un mártir que acepta su propio sacrificio.

Evan transmitió entonces un mensaje de Alyra que deseaba ver a su madre. Estaba en los aposentos del maestre y no estaba bien. Mira observó a su madre y la miró con evidente preocupación. Debían atender primero a Alyra antes de informar a los demás.

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08/02/2018, 12:18
- Muerta (suicidio) - Lady Myriah Vaelys

Lady Myriah estuvo unos minutos charlando con Sloth entre susurros. Después asintió ante la petición de Evan sobre ir a visitar a su hija la cuál se hallaba en el laboratorio del maestre. ¿Te encargas tú? Le preguntó a su primogénita. Lady Myriah tenía muchos asuntos en los que concentrarse en ese momento y atender los lloriqueos de su hija no podían ser una prioridad en ese momento.

Notas de juego

Lady Myriah sale.

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09/02/2018, 20:34
(2) Mira Vaelys

Mira cogió su muñeca preferida y la abrazó. Observaba cómo su madre hablaba con Sloth, pero no supo bien a qué se refirió cuando miró a Astrid y le pidió que se encargase de algo. Lady Myriah se dispuso a salir de la habitación y parecía ser que olvidaba a la pequeña.

La pequeña Mira se deslizó ágil por el lado de la cama como si resbalase por una pequeña pendiente y siguió rápida a su madre. Estaba decidida a ver a su hermana Alira y si alguien intentaba detenerla haría lo imposible por escabullirse.

Notas de juego

[Salgo]

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14/02/2018, 18:25
(1) Septón Tiziano

El Septón salió del cuarto agarrándose del brazo de su asistente, impactado por las desgracias que sucedían en la familia. Mas abajo debía estar el cuerpo de Fiona, quería ver a la joven,- le dije al Maestre que la entablillara... - seguía repitiéndose, seguro de que esa muerte podría haberse evitado. Luego pareció tomar conciencia de que Merol estaba a su lado cuando comenzó a bajar y su mirada se tornó severa - Niño, se que has estado coqueteando con Tabitha. Quien te crees que eres, eh? Vas a pedirle su mano a Lord Vaelys? En que pensabas? - dijo mirándolo fijamente - Si tu me lo hubieses dicho sería mas piadoso pero me he tenido que enterar por otros, ciertamente no lo esperaba de ti. Ella está allá abajo, estaré mirando lo que haces y mas te vale que no vuelvas a pasarte de listo o te duplicaré el castigo, muchachito - dijo con cierto enfado. Luego, como si dudara en seguir bajando o no, agregó - Ven , ayúdame que apenas puedo moverme -  

Notas de juego

Septón y Merol bajan las escaleras

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26/04/2018, 11:42
- Nueva Ubicación -

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27/04/2018, 16:13
(0) Alyra Vaelys

Las hermanas entraron en el cuarto de Alyra, que en dimensiones no era muy distinto a la de la pequeña, pero su decoración e indumentaria era completamente distinta aunque en algo coincidían. la cama en el centro con un dosel de color rojo con borlas doradas que pendía sobre la cama con edredón de color crema con los bordes dorados, tal como las que cubrían la parte superior de aquella cama amplia. Parecía haber sido usada, la almohada del lado derecho no estaba mullido y había una manta color crema más oscuro recogida sobre la cama.

Sobre el escritorio habían varios pergaminos, un anaquel a un costado, pintado de rojo también tenía pergaminos doblados, y libros, habían varios libros que habían salido de la biblioteca pero que nunca había devuelto. Al otro lado del escritorio, había un tapete que retrataba un campo de flores y una torre, y hacia el que Alyra caminó quedado delante de él. Al lado de este tapete había un atril con un comedero donde descasaba Alma, el halcón de Alyra y que había adomesticado desde pichón durmiendo con ella por un largo tiempo hasta que el halcón decidiera aceptarla como su par. 

La hermana mayor de Mira llevó su mano al tapete y lo jaló en dirección contraria, revelando un anaquel lleno de armas, espada, lanzas, un arco y una armadura con el escudo de la familia, movió su velo para descubrir su rostro marcado, estaba molesta, demasiado molesta, pues mientras veían a su cuarto, escucharon ambas hermanas un terrible rumor en donde señalaban que la culpable era Astrid de todo lo que les estaba pasando, que ella era la que estaba usando la magia negra y Alyra estaba furiosa, así que sacó el arma y la blandió sin mayores problemas, quizás Mira nunca se dio cuenta, pero ahora era evidente, había entrenado más que sus hermanas en la lucha y el manejo de aquella espada que se adaptaba a su estatura.

 — si es verdad que Astrid está detrás de todo esto, no le tendré piedad  — anunció colocando su espada delante de ella, haciendo un juramente ante aquella hoja  y luego la bajó rápidamente, cortando el aire en un silbido que no auguraba nada bueno. — ¿estas lista, hermana?  — le preguntó para ir hacia la capilla, la joven ahora tendría que ver como esconder su espada, además, sacó dos puñales que tenía cruzados sobre el pecho de la armadura que tenía montada en aquel mueble que mantenía oculto.  

Notas de juego

este es el rumor que me dio el master y que puse que habíamos escuchado ambas: 

Parece ser que la culpable de las desgracias que sufren las hermanas Vaelys es precisamente una de ellas Lady Astrid. Que es capaz de usar la Magia Negra y está conspirando contra ellas para que no supongan una amenaza para ser ella la primera en casarse.

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01/05/2018, 23:04
(2) Mira Vaelys

Mira caminaba como siempre, con un pie en la realidad y otro en un mundo de fantasía. Sin embargo en este día ambos mundos habían colisionado, fundiéndose en un caos imprevisible, haciendo imposible discernir qué huella pertenecía a un mundo o al otro.

Lo primero que hizo al llegar a la habitación fue acercarse a Alma, el precioso halcón de su hermana. Ladeó la cabeza dedicándole una cariñosa sonrisa.

Alyra destapó su rostro y podía comprobar que la mirada de su hermana era tan afectuosa como siempre. Por supuesto que Mira deseaba devolver la luz a su piel y haría todo lo posible, pero su querida hermana era todo corazón y eso brillaba tanto que no había mal posible que pudiese apagarlo.

Al coger la espada Mira la observó con atención. Sabía que era hábil en la lucha y ahora solo deseaba que no se viese forzada a utilizarla. -Cre cre-es que se me me daría bien? -preguntó señalando el arco con su brazo estirado. Observó también cómo cogía dos puñales. ¿Dónde escondería tantas cosas? La pequeña le ofreció su ayuda, si bien no se ofendería si Alyra declinaba su idea-. Si lo de-deseas pode-mos escon-conder u-no bajo su ca ca-pa -miró a su inseparable muñeca- y si lo nece-si-tas te la entrrrega-ré. -concluyó con la mejor de sus sonrisas.

Alyra se refirió al rumor que escucharon sobre Astrid y a la pequeña le costó esfuerzo no derramar sus lágrimas. ¿Era acaso posible? ¿Cómo podría hacer tanto mal una persona a sus hermanas? No era capaz de entenderlo porque ella sentía puro amor por todas ellas. Jamás haría algo que pudiese dañarlas, al contrario, le gustaría que todas encontrasen a su amor verdadero y que las tratasen como princesas.

-Me ro-rom-pería el cora-zón si eso fue-se ci cier-to -respondió a las palabras sobre Astrid, negando con la cabeza puesto que no quería creer ese horrible rumor.

Había varias cosas que azotaban el corazón de Mira, pero una se imponía sobre las otras. Le costó un poco sacar el tema pero temía tanto por él...

-Aly-ra... -la miró a los ojos con tristeza- he escu-cucha-do que -hizo una breve pausa- nuestrrro pad-dre agoni-za. Que está escon-di-do en algún lugar del casti-llo-. Su mirada bañada en desesperación y congoja esperaba esperanzada que su hermana aliviase su pesar, bien desmintiéndolo, lo que sin duda era su mayor deseo, bien ofreciéndole su ayuda para buscarle.

Notas de juego

Gracias :)

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02/05/2018, 16:06
(0) Alyra Vaelys

La cuarta hija se inclinaba para acomodar los puñales, tenía una pequeña navaja en su pantorrilla, en un arnés de cuero pero ahora acomodaba el puñal, y hacía lo propio en su otra pierna, mientras la espada descansaba sobre su cama. Estaba demasiado ensimismada en sus ideas, perdiéndose en sus propias cavilaciones mientras su hermana le ofrecía salidas alternativas.

— hermana, puedo con estas armas, no te preocupes —  de hecho, preferiría que ella se mantuviera de todo lo que podría pasar, —  puedo guardar estas armas, por eso es ideal un vestido tan amplio —  agrega mientras avanza hacia su armario para buscar un nuevo vestido y quizás, otro velo, para intentar parecer menos tenebrosa lo que era complicado —  y creo que podría dársete bien, Madre es una excepcional arquero, incluso mejor que Padre, así que creo que puedes hacerlo, lo llevas en la sangre —  Mira no podía ver su expresión, pero había pena en esas palabras, el rumor de que Mira justamente no era hija de su padre la tenía aterrada, no porque fuera verdad, eso era irrelevante, sino, que se supiera, y se pusiera en duda  su legitimidad, eso podría destruirle todo su futuro. Alyra debía protegerla y cortar de raíz cualquier duda sobre el origen de su hermana menor.

 ¿Padre desaparecido—  se giró sorprendida, es decir, ya le había extrañado no verlo, pero que estuviera agonizando, era un duro golpe para la joven, pero estaría en sintonía con todo lo que estaba pasando, ¿Astrid sabía algo sobre eso?, quizás de ahí su apuro con casarse, pero ¿por qué no le había dicho nada?, Maldita sea, Astrid estaba confabulando con todo, pero eso... eso... Alyra llevó su mano a su pecho, sabía o mejor dicho, había escuchado el rumor de que alguien estaba confabulando en contra de su padre. "Uno de los Vaelys está intrigando para matar a Lord Rhys".

 debemos buscarlo, vamos hermana, no hay tiempo que perder... — ¿dónde podrían estar?, pensó al joven, había un lugar, uno en donde nadie los buscaría en esos momento pues, nadie buscaba a los muertos, así que ahí podría estar oculto. Su corazón se estremeció profundamente — ¿crees que podemos confiar en Evan? — no quería ir sola, había un poco de miedo pero que intentó ocultar, pues si Mira no confiaba en Evan, irían solas. 

Notas de juego

no te preocupes por el ritmo, lo bueno es que has podido rolear, así que ahora, sigamos jugando ^^

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03/05/2018, 00:09
(2) Mira Vaelys

Esbozó una amplia sonrisa al escuchar la confianza que depositaba su hermana en su capacidad para ser una arquera competente, aunque la imagen que la pequeña imaginaba sosteniendo el arco no era apuntar a una persona y herirla, mucho menos matarla, sino que en su mente las flechas buscaban esas criaturas invisibles, las bestias tenebrosas cuyo nombre no podía ser pronunciado o se harían visibles y peligrosas. Trazaban haces de luz brillante y al hallar su objetivo una explosión de colores anunciaba que las había hecho regresar a su oscuro mundo, alejándolas del castillo y de su familia.

Se centró nuevamente en el presente. Alyra no había escuchado ese rumor, pero por fortuna, su amorosa hermana le ayudaría a buscar a Padre. Sus ojos se iluminaron con mil estrellas, esperanzada de poder hallarle bien y darle un gran abrazo. Asintió rápidamente con la cabeza cuando le dijo que debían darse prisa en buscarlo.

-Sssí! Con-fío en E-van -respondió convencida. Por alguna razón le transmitía cercanía y se sentía segura a su lado. Deseaba que él y Alyra se casaran y viviesen en el castillo porque Mira quería compartir su vida con ellos.

Había escuchado rumores de que Alyra tenía un romance con otra persona, alguien de quién había escuchado cosas que le causaban gran angustia. La pequeña no creía ese rumor, pero tampoco quería quedarse con la duda, y aunque tal vez fuese una pregunta demasiado directa, el tiempo apremiaba tanto que no había lugar a dar rodeos.

-Escu-ché un ru-mor que Ser Bernard y tú mante-te-tenéis un roman-ce -reveló con una expresión de preocupación, temiendo que pudiese ser cierto o que su hermana pudiese sentirse molesta por decirle lo que había oído- pero a mí me agrada E-van, hacéis una pa pare-ja tan hermo-sa... sonrió con dulzura con la mirada entornada como si contemplase la escena más bella de un cuento cuando pasados mil percances todo es amor y felicidad.

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03/05/2018, 00:19
(0) Alyra Vaelys

Comenzó a desvestirse, sin sentir pudor alguno, estaba tan concentrada en otras cosas que no tenía tiempo para sentir algo semejante a la vergüenza, menos con su padre por ahí, agonizando. Su corazón se comprimió, ya era duro soportar la partida de Fiona, pero al de su padre, nada la había preparado para esa eventualidad, nada, y menos que su padre muriera antes de que alguna de sus hijas se casara. 

 ¿eh? — esa pregunta la tomó por sorpresa, aunque a juzgar de los rumores que andaban dando vueltas, que incluso hablaban de que ella estaba enamorada de Merol, no le sorprendía, lo que si le sorprendía era que nadie hablara sobre su romance con Evan, lo que si era verdad, esa peculiaridad le preocupaba más que de aquello que se hablaba — ¿Ser Bernard?, es un buen sujeto, me agrada bastante y creo que congeniamos, pero si es por gustos amorosos, prefiero a Ser Tyler, tenemos muchas mas cosas en común, y creo que somos almas a fines, por lo menos, como amigos — reflexión, pasando su mano por su hombro lastimado, tenía moretones en toda su espalda por el entrenamiento de los días anteriores donde había terminado lastimada pero que lo ocultaba bastante bien. 

— pero no, no hay nada entre los dos, y dudo que le agrade mi cara, demás, a quien amo es a Evan, a pesar de que eso no ayude en nada a la familia — suspiró encogiéndose de hombros, su voz sonó con tristeza por esas ultimas palabras, el septon ya le había dicho — el Desconocido tiene un camino distinto preparado para mi, hermana, y aunque puedo escoger la vida tranquila y bucólica estando con Evan... eso está alejado de todo el trabajo que he hecho todos estos años para que nuestros padres me noten, aunque imagino que por no haber nacido hombre o no ser la primogénita hace que sea invisible o prescindible — miró sus libros, desde los 8 años ha estado estudiando y desde mucho antes, educándose en la batalla. 

creo que no siempre todo termina en finales felices, Mira, a veces, solo termina y ya — concluye, no quería llenar de toda esa pesadumbre a su hermana menor, menos ella que aún vivía en un mundo de ensueños y fantasía, pero... pero nada, no debió decirlo y sintió culpa — lo siento, no debería contarte sobre estas cosas, Mira lo siento mucho — se giró hacia su hermana y la miró a los ojos, esbozando una sonrisa cansada.

Mira, ¿sabes por qué tartamudeas? — era una duda que traía desde hace rato y necesitaba despejarla. 

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08/05/2018, 00:00
(2) Mira Vaelys

Sintió un gran alivio cuando su hermana confirmó que no mantenía un romance con Ser Bernard, pues había escuchado numerosos rumores sobre él y ninguno era bueno.

Las palabras que vinieron a continuación le dieron a entender que Alyra era la heroína de un cuento y se encontraba en ese mismo momento en una difícil encrucijada donde debía escoger algo que parecía definitivo e invariable.

¿Acaso Evan no podía acompañarla en una vida trepidante, lejos de convencionalismos? Mira no comprendía por qué Alyra debía escoger entre el amor y la espada, pues ella veía todo mucho más sencillo y creía que todo podía conseguirse solo con desearlo. Ser la menor de las Vaelys le había permitido eludir numerosas responsabilidades puesto que ya habían sido cubiertas por sus hermanas, y todavía en su niñez vivía en un mundo onírico donde reinaba la fantasía y el amor que su familia le profesaba.

-Tú ja ja-más serás in-vi-si-ble ni pres-cin-di-ble para mi, querida herma-na, como tampoco lo e-res para na nadie que te conoz-ca -sonrió con ternura ladeando su cabecita y mirándola amorosamente- eres espe-pecial y yo te ado-ro con todo mi co-ra-zón-reconoció con dulzura estrechándola en un breve pero sentido abrazo.

Sintió algo de tristeza en las palabras de su hermana, puesto que Alyra no creía que el Destino fuese a contentar todos sus deseos. La pequeña miró hacia el techo pensativa, trasladándose durante unos segundos a su mundo ideal lleno de esperanzas y promesas cumplidas. Canturreaba por lo bajo una bella melodía que interrumpió poco después.

-Los cuen-tos na-rran que que el amor ver-da-de-ro no es fácil de encon-trar- y que un fi-final feliz requi-e-re supe-rar nunu-mero-sos obs-tá-cu-los -hizo una breve pausa para respirar- mas bien mere-ce la pe pena pues na-da puede su-su-perar al más pu-ro de los sen senti-mien-tos -afirmó con una mirada ensoñadora. Deseaba que todas sus hermanas y ella misma hallaran el amor verdadero, aunque el suyo propio prefería que no fuese en ese día tan aciago ni en esta edad tan temprana-. Pero tam-bién pode-de-mos reco-rrer mun-do cabalgan-do a lo-mos de un corcel o de un drrra-gón -concluyó con una mirada cómplice y una sonrisa algo traviesa, pues en verdad este plan le resultaba de lo más interesante. 

-Yo creo que na na-da termi-na mientras hay esperan-za y has de sa sa-ber que que que estoy contigo y te te ayuda-ré en todo lo que necesi-tes, herma-na. Lo que se-a.

La felicidad de Alyra repercutía en la suya propia, y no por interés sino por el gran afecto que le profesaba, estaba realmente dispuesta a devolverle la sonrisa.

-Esta ma ma-ña-na comen-cé a a tarta-ta-mu-de-ar. Creo que que son los ner-vios -se encogió de hombros tratando de quitar importancia a este asunto cuando le preguntó acerca de este fastidioso contratiempo. 

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10/05/2018, 12:35
Soldado (PNJ)

En ese momento sonó la puerta del dormitorio de Alyra. Era uno de los soldados que acostumbraban a montar guardia a los pies de la torre.

Lady Alyra, Lady Mira, su madre les espera en el Septo. Ha solicitado que todas estéis presentes en la ceremonia que va a oficiar el Septón. Después ha pedido a Evan que tenga todo listo a las 20.00 así que creo que hay que hacer todo cuanto antes para que no se demore demasiado. 

Además, dijo con otro tono menos regio y más suave y sensible, vuestra madre está de muy mal humor, y creo que sería mejor no hacerla enfadar más. Tras aquellas palabras el soldado salió de la estancia a no ser que quisieran algo más de él.

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10/05/2018, 17:13
(2) Mira Vaelys

La puerta de la habitación se abrió y Mira escuchó al soldado. Hizo un gesto tenso con la boca al escuchar que su madre estaba de mal humor. No era algo que le sorprendiera dado el horrible día que tenían, pero ciertamente sería mejor no hacerla esperar.

-Yo yo yo tengo que ir un mo mo-mento al ba ba-ño -dijo cambiando el peso de un pie al otro repetidamente- iré a mis aposen-tos y ense-se-guida estaré lis-ta -dijo convencida dirigiéndose ya hacia la puerta. Esperaba que no hubiese objeciones puesto que no tardaría demasiado al estar su habitación en la misma planta. Además podían acompañarla hasta allí si lo deseaban. A saber si no cuándo podría ir de nuevo al baño!

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16/05/2018, 20:56
(0) Alyra Vaelys

El molesto tartamudeo que perturbaba la voz de su hermana no impedía que su discurso fuera fuerte y claro, luchar por un sueño pero para desgracia de Alyra, sus sueños eran contradictorios, por un lado estaba el ser señora y por otro, el estar con el hombre que amaba, pero como se dio cuenta que había perturbado a su hermana mas de la cuenta, no agregó nada, sólo asintió a sus palabras.

— ummm ¿un dragón?, creo que es una maravillosa idea, montar uno y salir a recorrer el mundo — si sólo existieran aún, pensó para sí misma, mientras observa a a su hermana pequeña que danzaba entre mundos ideales en donde todo era posible. Suspiró y terminó de arreglar su vestido, lo que le hizo recordar a Fiona, a sabiendas que no volvería a ayudarla con sus ropas. Dioses, debió pedirle antes a Madre que dejara a Fiona ser su dama de compañía, así hubiera tenido una mejor vida. Alicaída, la joven, buscó entre sus prendas un velo adecuado para usar y salir de su cuarto, tenía en mente desde ya encarar a su hermana mayor.

 debes estar tranquila hermanita, creo que tienes razón, todo estará bien — le dice a Mira, agachándose un poco para hablarle a su altura, Mira era pequeña y menuda, a diferencia de su hermana que era alta y de contextura fibrosa gracias al entrenamiento. Alyra iba a agregar algo más, cuando el soldado los interrumpió informándoles de la urgencia de Madre de verlas.

— eh... está bien— de espaldas al soldado, colocó de mejor manera el velo para que el hombre no lo viera su rostro lastimado — iremos — agrega con solemnidad, pero Mira tenía otros planes — en ese caso... por favor escolte a mi hermana soldado — le pide al hombre que cuide a su hermana pequeña, con todo lo que estaba pasando, era preferible que Mira no esté sola — yo me adelantaré para aplacar la ira de Madre — se inclina sobre la frente de Mira y la besa — nos vemos allá...—.

Notas de juego

salgo al septo