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Castillos y Caballeros

Torre del Fénix > Planta Tercera > Dormitorio de Tabitha Vaelys

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18/02/2017, 13:34
- Nueva Ubicación -

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18/02/2017, 15:30
(1) Tabitha Vaelys

Tabitha logró llegar a su dormitorio después de intentar aparentar en todo el camino calma y tranquilidad. Obviamente, ni estaba calmada ni tranquila. Lo primero que hizo fue moverse hasta las ventanas y asegurarse que las cortinas estuvieran cerradas, se agachó para mirar bajo la cama y abrió el armario. Nunca se sabía.

Se sacó finalmente la espada de debajo el vestido, sintiendo que le abrasaba ya la piel de llevarla hincada en todo el camino.

Miró alrededor, y se dirigió a su armario para esconderla arriba: negó con la cabeza. Allí no. ¿Debajo el colchón? Demasiado obvio. Detrás del espejo, quizás... No, si a las sirvientas les daba por apartarlo y limpiarlo. En vistas de buscarle un buen lugar a la espada, lo primero que hizo fue sacar uno de sus vestidos viejos del armario, uno de esos que ya no se ponía nunca pero que no tiraba por el cariño que le tenía, y envolvió la espada en él. Luego miró alrededor de nuevo y su mirada se dirigió a la cama. Arriba.

Se mordió el labio inferior y llevó el reposa pies hasta el pequeño diván que tenía a los pies de la cama y lo puso encima. Aseguró que no temblara demasiado, pero todavía no era suficientemente alto. Apartó la lámpara de aceite de su mesilla de noche para cogerla y colocarla encima del reposa pies que había colocado encima del diván. La cosa no se veía muy segura, pero en el peor de los casos solo debía procurar caer sobre la cama.

Se quitó el vestido que llevaba para tener las piernas más libres, quedándose en el corsé y la ropa interior y cogió la espada envuelta en su vestido. Agarrándose a las cortinas del dosel de su cama empezó a subir por la torre que acababa de improvisar, sacando la lengua e intentando mantener cierto equilibrio. Una vez arriba, tuvo que ponerse de puntillas para poder estirar el brazo y esconder la espada en la parte superior del dosel de su cama.

Ahora tocaba bajar, que parecía más complicado que subir. Aún agarrándose en la cortina y aun a riesgo de romperlo, lograba bajar de la mesilla de noche y se dejaba caer a la cama, momento en el que caía también la mesa hacia un lado y el reposa pies hacia el otro. Al menos ya tenía la espada escondida. Se apresuró a volver a colocarlo todo en su sitio, incluyendo la cortina.

Tomó aire profundamente y miró hacia la puerta, de nuevo se mordió el labio inferior y negó con la cabeza.

Viserys está bien -era algo que no podía asegurar, pero intentó convencerse. Su mano se acarició la tripa como acto reflejo, cerrando los ojos y diciéndose de nuevo que iba a estar bien.

Buscó la bata de dormir y se metió en la cama después de apagar las velas. Mañana iba a ser la fiesta. Mañana podría hablar con su madre, ella la ayudaría y protegería... Pero antes debería saber qué había pasado con Viserys. Cerró los ojos, esperando el día siguiente.

 

Notas de juego

*Todo eso lo hago suponiendo que la espada sea imposible que cuele como una de la familia Vaelys, o que sea de Tabitha xD

Tabitha ya espera al día siguiente :)

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19/02/2017, 19:26
- Narrador -

Notas de juego

Sí, la espada es muy diferente y parece de un material diferente.

Perfecto

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19/02/2017, 19:52
El Fantasma de la Casa Vaelys

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20/02/2017, 15:43
(1) Tabitha Vaelys

Tabitha dio un respingo y se incorporó de inmediato. Todo estaba a oscuras. Había cerrado las cortinas totalmente y por supuesto las velas estaban apagadas para dormir. No debió haber comido tanto en la despensa, y además estaba preocupada por Viserys. Se llevó una mano a la barriga y miró hacia arriba, donde había dejado la espada. 

Se deslizó de la cama, colocando los pies descalzos sobre la alfombra y encendió una vela. La recogió con sus manos y se levantó, caminó hasta la ventana y entreabrió las cortinas para comprobar si todavía llovía. 

Seguramente la hubiese despertado un trueno, pero por algún momento se sentía con la piel erizada. 

Miró hacia la puerta y decidió salir al pasillo, comprobar que todo estuviera bien. Seguro que todo estaba bien. 

¿Hay alguien por ahí...? -preguntó en un tono más bajo que alto, con cierto temblor en su voz.

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20/02/2017, 19:20
- Narrador -

Notas de juego

No parece que recibas respuesta.

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20/02/2017, 22:15
(1) Tabitha Vaelys

Negó con la cabeza. Seguro todo venía por lo mismo: su preocupación por Viserys, su preocupación por lo que se estaba gestando en su vientre. Las cosas se habían complicado demasiado, y en gran parte era su culpa. Si hubiera mantenido las piernas cerradas y la lengua en su boca... 

Suspiró, dio un último vistazo y volvió a meterse en su habitación, cerrando bien la puerta y asegurándose de ello. De nuevo dirigió la mirada hacia el dosel de la cama, donde había escondido la espada y volvió a mirar hacia la ventana. Esperaba que para mañana ya hubiera cesado la tormenta. 

Regresó a la cama y dejó la vela donde le correspondía y la apagó con un soplido. Volviendo a cubrirse hasta los hombros y volviendo a cerrar los ojos, mejor dormir y dejar de imaginar cosas raras.

Notas de juego

Con lo que me cagan a mí estas cosas... xD

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25/02/2017, 12:26
- Narrador -

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27/02/2017, 10:15
(1) Tabitha Vaelys

Tabitha despertó sintiendo un hambre atroz. Como desde hacía semanas que le pasaba. Le daba la sensación que no estaba gestando un niño, sino un monstruo... Se llevó la mano a la barriga y se incorporó lentamente. Hoy era el día de la fiesta, cosa que le recordaba el vestido azul que la estaba esperando junto al armario y a su espejo. Debía vestirse y hablar con su madre, y también enterarse de lo que había ocurrido la noche anterior en la Torre de las Vistas. Su mirada se dirigió al dosel y se recordó que debía mantener la compostura. 

Así que eso hizo. Se aseó rápidamente y se vistió con presteza, haciéndose un medio recogido. Se perfumó un poco y finalmente salió de su dormitorio. 

Tenía claro donde debía ir a buscar información a la par que saciaba su hambre... A la cocinas, esperaba poder encontrar a su amiga Fiona, con un poco de suerte sabría algo sobre lo que había ocurrido la noche anterior. Tenía prioridades y lo primero era saber cómo estaba el padre de su hijo.

Pero ante debía recorrer prácticamente todo el castillo. 

Notas de juego

Me muevo hacia las COCINAS.

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21/04/2017, 01:30
- Nueva Ubicación -
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Lady Myriah salió del cuarto de Alyra para ir a ver a su hija Tabitha. Pero cuando llamó a la puerta, no recibió contestación alguna.

Notas de juego

¡Retomamos la partida! Gracias por esperar, y disculpa la demora!!

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25/04/2017, 10:46
- Muerta (suicidio) - Lady Myriah Vaelys
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Lady Myriah iba con paso presuroso sin por ello perder ni un ápice de elegancia, iba con buen sabor de boca de la reunión con su hija, había hecho un buen trabajo con ella, aunque por supuesto tenía claro que Alyra y su padre pensaban que era la que menos había aportado, pero bueno, no había que entrar a todas las batallas, solo a las importantes.

Esperó a que su hija Tabitha le abriese y después le cambió el gesto a incomprensión cuando no recibió respuesta, ¿Dónde se abría metido? Respiró profundamente para calmarse, tras esperar otro poco y asegurarse de que no permanecía dormida se giró, dispuesta a no perder la mañana en aquella puerta.

Comenzó a dirigirse hacia las cocinas, a supervisar todo el asunto de las comidas y menús, contrariada pero resuelta.

Las demás hijas tendrían que esperar para que las atendiera, no se podía permitir una mala calificación de las viandas y manjares que ofrecerían en la fiesta. No estaba nada dispuesta a que eso pasase.

Su paso volvió a ser ligero, concentrada en que los minutos y segundos de aquel día no se escurriesen de entre sus dedos sin ser fructíferos, pero teniendo cuidado de no dejarse llevar por la desesperación y que la tranquilidad no desapareciese de su semblante.

Notas de juego

A las cocinas

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05/06/2017, 21:47
- Nueva Ubicación -

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10/06/2017, 08:58
(1) Tabitha Vaelys

Nerviosa dio un par de vueltas en su habitación. Tenía que esperar a Fiona y a su prima, ¿pero cuánto iban a tardar? Debían encargarse de los invitados, de sus hermanas, de que la fiesta fuera un éxito... Arrugó el ceño. No dudaba que fueran a ir, pero puede que lo hicieran dentro de un rato. No tenía un rato. ¿Dónde estaba Viserys? ¿Por qué su padre no había respondido a la pregunta? Y vio a los soldados anoche subir por la torre, hacia su dormitorio.

Su mirada se dirigió a la parte superior de la cama, donde estaba la espada.

Se humedeció los labios. 

¿Habría sido capaz de llevarlo a las mazmorras? ¿Para qué? ¿Y por qué? Necesitaba hablar con su madre. Necesitaba hablar con Viserys. Si se lo decía a su padre lo mismo lo mataba del disgusto. Se acarició la barriga. Todos odiaban a Viserys. ¿Pero con quién más podía casarse? 

Se sentó en la cama, esperaría un poco a su prima y a su amiga. Sino saldría. A dar un paseo, al menos.

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13/07/2017, 12:34
- Nueva Ubicación -
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13/07/2017, 20:22
- Muerta (asesinato) - Ginevra Blackwood

Notas de juego

Estoy sola? D:

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13/07/2017, 20:26
(1) Tabitha Vaelys

Tabitha llevaba un rato esperando. Decidió finalmente pedir a alguna de las criadas que les recordaran a Ginevra y a Fiona que habían quedarse en verse en su dormitorio. 

Abrió la puerta con su ímpetu habitual, encontrándose de pronto con su prima. Se sorprendió y por poco no le fue que le arreó un puñetazo, pero al reconocerla solo pudo sonreír y finalmente reírse. 

¡Ya era hora! -exclamó sin ninguna formalidad- Pasa. 

Cerró la puerta tras ella después de mirar que nadie más estuviera en el pasillo, y cerró la puerta con su pestillo. 

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13/07/2017, 20:36
- Muerta (asesinato) - Ginevra Blackwood

Estuvo a punto de retroceder al ver el puño a punto de alzarse. El alivio de verla fue suficiente para hacerle olvidar sus aflicciones pasadas. Al pasar no pudo evitar rodearla entre sus brazos, en un gesto impulsivo. Con pocas personas, como su pequeña Mira, tenía esos gestos, pero ella era Tabitha. Y en el fondo, necesitaba uno.

Lo siento, querida - a puertas cerradas y a salvo de las indiscreciones ajenas, podía hablar. ¡Ah, que alivio que las criadas estuvieran ocupadas! Aunque en el camino, había armado un plan. Veamos que tan bien les sentaba a sus intentos de sabotaje.

Vine lo más rápido que pude - tras intentar evitar que este castillo se hunda, pensó con un deje de amargura, pero el alivio volvió al recordar que por ahora, había logrado alertar a Sebastian y acercarlo a su familia. Solo esperaba que fuera un consuelo y ayuda para ambos. Parpadeo para retirar ese pensamiento, y concentrarse en su prima.

No le iba a gustar la plática que tenía que tener. Pero esa maldita duda la carcomía. Y en el fondo temía la posibilidad de que ella la hubiera traicionado. No quería tocar el tema de los cuervos, pero debía de.

Tenemos que hablar. - soltó la frase tan trillada, que siempre antecedía asuntos graves y serios. La tomó de la mano, inconscientemente calmándose a sí misma, y tratando de conectar con su prima. Suspiró, había pensado en el camino sus palabras, y seguían siendo una píldora amarga. - Hace unos días recibí una carta. ¿Recuerdas a mi hermano Lann, del que tanto te he hablado? - con muy pocas personas, solo Alyra y ella, hablaba de Lann, pese a que estaba tan orgullosa de él. Su hermanito, el futuro maestre de Desembarco. - Me envió un regalo muy importante. Pero jamás lo recibí. Creo que el maestre me lo robó. Y te vieron en la torre de los cuervos con el maestre.

No sabía que tenía el paquete. Y odiaba iniciar la conversación así. Pero no soportaba la duda, y no quería desconfiar de ella.

- Perdóname por hablarte directamente de esto, pero desde anoche han sucedido muchas cosas y no confío en ese hombre. - apretó ligeramente su mano - Solo dime que no tuviste que ver.

 

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14/07/2017, 15:15
(1) Tabitha Vaelys

Le devolvió el abrazo, algo sorprendida, pero no la apartó. Nunca la hubiese apartado. Incluso ella también la estrechó sintiendo cuánto necesitaba aquello. Cerró los ojos y se permitió el lujo de relajarse un poco, al menos hasta que ella se separó y soltó las tres palabras más aterradoras del mundo.

Ladeó la cabeza, "tenemos que hablar" nunca sonaba bien... De los labios de nadie. Eran tres palabras que juntas provocaban que se encogieran estómagos y corazones, que se formaran nudos en la garganta y que rápidamente se te pasara por la cabeza todo lo que habías hecho mal en las últimas horas, o semanas. Pero Tabitha no recordaba haber hecho nada contra Ginevra... ¿La habrían regañado por su amistad?

Conforme hablaba, fue abriendo los ojos. El Maestre. Ella había estado con el Maestre y lo que él podía saber, si realmente era la sucia serpiente que estaba demostrando...

Necesitó sentarse. Se sintió agobiada de pronto. 

No sé nada de ningún paquete, Ginevra. Yo subí a ver al Maestre porque tenía que mandar una carta... -la miró a los ojos, sabía que la creería, Tabitha no tenía ninguna necesidad de hacerle la vida más difícil a su prima, y mucho menos sabiendo lo que adoraba a su hermano, aun así necesitaba hablar con alguien, soltarle la verdad... ¿Y quién mejor que ella? Ella y Fiona eran sus confidentes- Estoy embarazada -lo susurró. Toma explosión número uno, pero con eso se daría cuenta de la gravedad de la situación-, y si el Maestre lo sabe... -no terminó la frase, se mordió el labio inferior y nerviosa miró hacia la ventana.

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15/07/2017, 09:54
- Muerta (asesinato) - Ginevra Blackwood

Soltó el aire que no sabía que estaba conteniendo. Al ver su reacción supo que ella no había tenido nada que ver. Pudo sentir su propio ánimo mejorar. Le creía.

Pero el alivio le duró poco. Al verla sentarse así supo que algo no andaba bien. La observó atentamente, sabiendo con poco no solo que estaba en problemas, sino que los mismos gestos que la hicieron sospechar encubrían algo más serio.

Y la tierra dejó de girar.

Tenía tantos pensamientos en la cabeza que casi sonaban en su cabeza a la vez. Miró a su prima, y luego al vientre que ahora sabía albergaba a otro ser humano. Lo primero fue la sorpresa, y luego una mezcla de espanto con una inusitada alegría. La miró por unos segundos, aun asimilando lo que eso podía ser para Tabitha. Hasta que escuchó que el maestre sabía.

Sintió sus manos helarse. Un escalofrío la sacudió como si de un hachazo fuere. Recordó sin desearlo y demasiado impactada como para bloquear su dolor aquella noche, y a la distancia de los años sentía que se repetía esa historia. Pudo ver en su cabeza a ese desgraciado, hurgando y planeando en las sombras. ¡Ese maldito cobarde!

Y si se atrevía a intentar lo mismo, o algo peor...

Miró a su prima. No sabía si desearía tener a su hijo o no, pero sí que fuera como fuera corría peligro. Pudo sentir en carne propia el miedo que debía sentir su prima. A Ginevra no le habían dejado elegir. Pero ya no era esa indefensa doncella. Ella estuvo sola, Tabitha no iba a estarlo. Y esta vez sabía que clase de monstruo era aquel hombre que podía estar conspirando atrocidades, y pudo sentir la sombra del peligro sobre su prima.

Sobre mi cadáver...

Corrió los breves pasos que la separaban de la cama, casi sin sentir su pierna por el impacto de la noticia. Antes de que la otra pudiera replicar, la rodeó en un abrazo más fuerte, enteramente protector. Acarició si cabello, con sus manos aun temblando, pero la mirada gélida de determinación pura.

- Por los siete que me escuchan, ese hombre no va a volver a respirar tranquilo si se atreve a dar un paso en tu contra. ¡Lo juro!

Se separó de ella, apartando el cabello de su cara y acariciando su brazo, para confortarla.

- Vas a estar bien. No sé aun como, pero me encargaré de que así sea. - la miró fijamente, antes de preguntar. - ¿La carta era para el padre de tu hijo?

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15/07/2017, 15:01
(1) Tabitha Vaelys

Así como la reacción de Tabitha fue una que calmó a Ginevra... Su reacción hizo lo mismo con ella. No estaba sola. Y sabía que su prima era sincera. Al decirlo había sido como quitarse un gran peso de encima, pero también hacer su problema algo real, algo que estaba pasando. Se acarició la tripa al mismo tiempo que cerraba los ojos sintiendo sus manos. 

Y eso era sin haber escuchado lo "peor" de la noticia. 

Está claro que voy a contra corriente -asintió con la cabeza. No sabía si el plan del maestre era ir en su contra, o si es que pretendía hacer algo con aquella información, lo que sí estaba claro es que tenía poco tiempo. Se estaba celebrando una fiesta en su casa para encontrar marido a las hermanas, era una oportunidad que no debía desaprovechar, estando sus padres predispuestos a casarlas tanto como lo estaban ahora.

Sonrió cuando le dijo que estaría bien. Tomó su mano y la alzó hasta sus labios para besarla... 

Tú también lo estarás, aun debes contarme lo que te ha pasado en la pierna. 

Y allí estaba la pregunta del padre. No era como se la había esperado, la verdad, Ginevra siempre la sorprendía con sus formas de reaccionar... No lo hacía cómo lo harían las demás personas. 

Eso es la peor parte -confesó, cerrando los ojos un segundo-. El padre es Viserys Targaryen, y sí... La carta era para él. Pero me dijo anoche que él nunca recibió ninguna carta, y hoy ha desaparecido -calló un instante-. Demasiadas cosas están desapareciendo en las manos del Maestre...