Partida Rol por web

Castillos y Caballeros

Torre del Fénix > Quinta Planta > Habitación del Maestre Caelus.

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03/03/2018, 02:06
(2) Mira Vaelys

Para disgusto de la pequeña no había nada relevante. Se había empleado a fondo pero se sentía mal por no poder ser de más ayuda. ¿Serían útiles las palabras de esas cartas? Estaba a punto de desistir en su búsqueda cuando le llamó la atención la limpieza de algunos libros en contraste con la nieve caída sobre el resto de los tomos de la biblioteca.

Miró pensativa al techo. Cuando ella leía un cuento no cogía otro hasta que lo acababa. Y esos libros eran gordos, muy gordos. Era imposible que se los hubiera leído tan rápido. A no ser que los mirase todos juntos. ¿Y si estaba buscando algo? ¡Qué divertido!

Se dispuso a coger los libros. Antes se fijó en cómo estaban dispuestos. Los cogería de uno en uno para no equivocar el lugar. Miraría el título, echaría un vistazo rápido pasando las hojas cual abanico para ver si había algo entre ellas y con suerte las hadas le ayudarían con su ingenio a desvelar ese misterio. Sólo así podría ayudar a su amado padre. 

Notas de juego

Cruzaré los dedos para que no me pillen ^^

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08/03/2018, 12:53
- Narrador -

El maestre parecía haber estado leyendo aquellos dos libros recientemente, en ellos se hablaba de la mayoría de casas de los 7 reinos. Sin duda habría estado analizando cada casa y viendo qué posición ocupaba cada uno de los invitados. Entre ellas había unas cuantas páginas arrancadas. Sin duda ahí no parecía aparecer, ni la casa de Alester Marbrand, ni la casa de Ginevra Blacwood, ni la de Evan Ross. Esas tres páginas habían sido arrancadas, junto a otras casas que estaban delante y detrás de cada hoja. 

Mira había prestado atención a las enseñanzas en clase, y sabía que las hojas arrancadas de delante y de detrás de la Casa Marbrand, la casa Blackwood y la Casa Ross habían sido arrancadas para despistar. Pues el verdadero robo estaba relacionado con esas tres. Pero, ¿qué tendrían en común, Alester, Ginevra y Evan para que el maestre o alguien hubiera decidido arrancar esas páginas de los libros?

Además, aunque hubieran sido arrancadas esas casas, también había información sobre el resto de ellas. Quizá si se sentase con detenimiento y empezara analizarlos podría averiguar más cosas sobre los invitados.

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11/03/2018, 18:35
(2) Mira Vaelys

Aparentemente era un libro normal con información de las casas de los Siete Reinos. ¿Para qué iba a arrancar el maestre hojas de un libro que tenía a buen recaudo en su habitación? Podía consultarlo siempre que quisiera, ¿qué sentido tenía romperlo? Si quisiera mostrar algo a alguien ¿no era más sencillo llevar el libro con él? Y de igual modo si deseaba consultarlo en cualquier otro lugar como el laboratorio. Además los sabios, pensaba Mira, por lo general tienen respeto a sus pertenencias y las tratan con cuidado.

También cabía otra posibilidad. Tal vez ella no era el primer ratoncillo que se colaba en aquella habitación.

Miró instintivamente hacia la puerta. Estaba bastante inquieta porque llevaba mucho tiempo allí. A pesar del intento de despistar arrancando más hojas de las necesarias pudo deducir cuáles habían sido de interés para quienquiera que las hubiese arrancado, aunque por el momento era incapaz de hallar una relación entre las tres casas.

La duda en estos momentos era si seguía allí o salía ya. Tenía miedo de que la encontrasen y dudaba si la información que pudiese encontrar sería de utilidad para su padre o no. Por un lado, creía que no. Imaginaba que en la descripción de las casas habrían datos de dominio público que seguramente ya conocía su amado padre, por el cual estaba realmente preocupada, especialmente tras los últimos rumores que había escuchado acerca de Bernard Risefeller.

Por otra parte, si no había nada destacable, ¿por qué habían arrancado tres páginas? A no ser que los brujos mágicos fuesen a realizar algún hechizo con ellas, tal vez pudiese encontrar alguna información relevante.

Suspiró, y tras meditarlo tan solo unos segundos, analizó los libros por si hubiese algo de interés, pero se mantuvo muy muy atenta a cualquier ruido que pudiese provenir del pasillo, para dejar todo en su sitio antes de que nadie entrase y la pillase con las manos en la masa.

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15/03/2018, 11:25
- Narrador -

Mira continuaba valientemente analizando el resto de los libros que tenían información relevante sobre las casas invitadas a la fiesta. 

La primera de ellas fue la casa del castellano, el Señor Curton. Una casa cuya antigüedad estaba ligada a la Casa Vaelys y que tan solo se remontaba atrás en el tiempo tres generaciones. Todos ellos parecían ser muy parecidos entre sí, tanto padres como hijos, sus genes eran sumamente dominantes e incluso el color de pelo de la mujer no influía nunca. 

Las imágenes del abuelo de Marvin que aparecían en el libro eran idénticas a la suya, la misma cara, el mismo pelo rubio, aunque diferente peinado. El padre era igual. Y su hermano también. Lo curioso de aquéllo es que el hermano de Marvin, Jorah tendría que haberse convertido en el castellano, pero por alguna razón que el libro no reflejaba, se había decidido nombrarle a él.

Marvin además tenía un hijo bastardo, cuyo nombre e imagen no salía en el libro. Por el contrario Jorah estaba casado con Grisonda, ambos trabajaban en el Dragón Borracho, una taberna muy cercana a la fortaleza y tenían dos niños. La imagen de la familia era muy hermosa, pero hubo algo que llamó poderosamente la atención: Kurt se parecía muchísimo a ambos Curton, tenía 7 años, pero lo más extraño de todo es que Lysa, de 11 años tenía un gran parecido con... ¡¡¡ellla misma!!!

Lysa y Mira se parecían más de lo que a ella le gustaría saber. El problema era que no entendía la razón de tal hecho, o realmente lo que pasaba es que no quería saberlo...

Y entonces escuchó los pasos de alguien subiendo las escaleras a toda prisa. Alguien se dirigía hacia allí a toda velocidad...

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15/03/2018, 12:40
- Nueva Ubicación -

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15/03/2018, 14:24
(0) Evan Ross

Al parecer las dos jóvenes Vaelys estaban en el laboratorio del maestre, por esa razón Evan trataría de no hacer ruido. Movió con cuidado el pomo de la puerta y la abrió despacio cerrando la puerta tras de si lentamente y con sigilo. Después se volvió y observó la habitación. 

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16/03/2018, 20:46
(2) Mira Vaelys
Sólo para el director

La casa Curton era una como cualquier otra para comenzar. Además tenía cierta curiosidad, puesto que había leído en la carta que el castellano dio acceso a la torre a Ser Alester. Detuvo su mirada en las imágenes. Que todos fuesen rubios era casualidad. Que todos tuviesen el mismo rostro era algo tremendamente perturbador.

¿Marvin tenía un hijo? ¿Dónde se encontraba? ¿Cuál era su nombre? Seguro que el Maestre Caelum lo sabía, pero no podía preguntarle o se descubriría. El aspecto del niño no le pareció algo relevante para reconocerle, visto que todos en la familia eran un calco de su antecesor.

Tal vez por ser la hermana menor no daba mucha importancia a si Jorah debería haber sido el castellano. A Mira no le interesaban mucho las luchas de poder. La vida era tan hermosa y las obligaciones conllevaban tantas privaciones...

Entonces vio la hermosa imagen de Jorah y su familia. Él, su mujer y sus hijos, cómo no, rubios, desprendían una luz especial. El niño era menor y la niña tenía exactamente su edad. De repente, le dio un vuelco el corazón. Prácticamente pegó su cara al libro, observando muy de cerca el rostro de la joven.

Es... es casi igual que yo!

Abrió los ojos de par en par, desorbitados. En lo más profundo de su ser sintió miedo. Cerró el libro de golpe y se quedó en silencio un instante, tan sólo escuchando sus propios latidos cuyo ritmo se había acelerado considerablemente.

¿Qué significaba aquéllo? ¿Lo quería saber? Sí. No.

Entonces escuchó unos pasos que se acercaban a toda velocidad y sintió un escalofrío escalar su espalda de un modo despiadado.

Se apresuró a guardar el libro perfectamente en su lugar y los pasos estaban tan cerca... Pensó en esconderse bajo la cama pero si registraban igual que ella no podría disimular. ¿Y si salía de la habitación como si nada? Había venido en busca de Alyra así que aquello sería más creíble que decir que andaba bajo la cama persiguiendo una lagartija.

La puerta se abrió y sintió que su pecho iba a explotar. Esperaba encontrar al Maestre Caelus o a alguien peligroso. Se quedó paralizada esos segundos hasta que su rostro se relajó al ver a Evan y un fino suspiro escapó de entre sus labios.

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16/03/2018, 21:00
(2) Mira Vaelys

El pomo de la puerta giró lentamente y alguien se coló en la habitación como un ratoncillo travieso. Mira se quedó paralizada unos segundos hasta que vio a Evan y un fino suspiro escapó de entre sus labios.

El modo en el que el jefe de caballos había entrado en la estancia delataba que no quería ser descubierto y apostaba a que no esperaba encontrar a nadie. Sin embargo allí estaba la joven Vaelys, inmóvil y cauta esperando ver su reacción.

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16/03/2018, 21:43
(0) Evan Ross

Y allí estaba él, mirando fijamente a la pequeña de los Vaelys y ella hacía lo propio con el mayordomo. Evan fue incapaz de pronunciar palabra ni realizar gesto alguno hasta que pasaron unos segundos, pues la sorpresa había sido mayúscula y no sabía qué consecuencias podría tener aquel encuentro inesperado. 

-Mi señora...- logró decir mientras realizaba una reverencia a la joven. Después empezó a caminar hacia ella con calma, mientras su mente barajaba posibilidades a gran velocidad -...¿qué hacéis aquí sola?- le preguntó manteniendo la voz baja y con una expresión preocupada en su rostro -¿Sabe el maestre que os encontráis en sus aposentos? ¿Y Lady Myriah?- Justo antes de formular esta última cuestión Evan ya había logrado situarse junto a la niña.

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16/03/2018, 22:20
(2) Mira Vaelys

Negó con la cabeza. Ni el Maestre ni Lady Myriah sabían que estaba allí.

-Dijísteis que Alyra sufría una grave afección y que aguardaba aquí a mi madre para reunirse con ella, pero vine y no hay nadie -se encogió de hombros sin entender el motivo de por qué había encontrado la habitación vacía. Seguramente Evan podría darle una explicación.

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16/03/2018, 22:30
(0) Evan Ross

Sonrió levemente a la joven. 

-No, Alyra está en el laboratorio, no en la habitación... y creo que Astrid está con ella- En cierto modo era un alivio que nadie supiese que estaba ahí, aunque por otro lado era preocupante que anduviese sola por la fortaleza -Creo que ha sido una suerte encontraros- O eso esperaba Evan, que aquello supusiese ventajas y no inconvenientes -me gustaría haceros unas preguntas antes de que vayáis al laboratorio- Se quedó un poco pensativo -Sé que es doloroso lo que habéis visto, pero necesito vuestra ayuda para resolverlo- Se acercó un poco más a ella y tomó asiento en la mesa, la silla o lo que tuviese cerca, su intención era quedar a la altura de Mira para que ella no se sintiese intimidada por su envergadura -Lamento que hayáis sido vos, ojalá no hubiese ocurrido, pero lamento que hayáis sido vos quien haya descubierto lo acontecido- Todavía se le humedecían los ojos al recordar el cuerpo inerte y ensangrentado de su amiga, quería ser fuerte delante de Mira, pero Fiona había sido más que una amiga y aún la sentía así. No lograba asimilar su muerte y enfrentarse a aquella realidad le llenaba de un profundo dolor -Mira... es muy importante que me digáis si visteis a alguien más. Quizás oyeseis alguna voz- El ceño de Evan estaba fruncido, pero no de enfado, si no de pura preocupación, como si aquello fuese de vital importancia. 

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16/03/2018, 23:30
(2) Mira Vaelys

Arqueó una ceja al escuchar que Alyra estaba en el laboratorio. Bien! Estaba cerca y acompañada. Pensó en reunirse con ella de inmediato, pero Evan le hizo una pregunta. Estaba muy preocupado por lo que había pasado a Fiona.

Mira había desplazado ese suceso durante unos minutos pero ahora que él se lo recordaba, el rostro de la pobre muchacha fallecida volvía a imprimirse en su mente.

No quería que el Maestre volviese a su cuarto y la encontrase allí. Aunque no había roto nada, tal vez pudiese enfadarse. Por otra parte Evan siempre había cuidado de ella y parecía preocupado por lo que le había pasado a Fiona, así que la pequeña Vaelys se concentró en un visible esfuerzo por recordar cualquier cosa que pudiese haberle pasado desapercibida.

-Pu pu -hizo una pausa que no disimulaba el suplicio que le resultaba esta complicación en el habla- Yo... ba-bajaba las esc-aleras y... y y y -parecía atrabancarse debido también al impactante recuerdo que intentaba relatar- la la vi.

Se tapó la cara con ambas manos. Había sido tan horrible! Pobre Fiona. Era buena. ¿Por qué le había pasado eso a una persona buena? No era justo! Los ojos comenzaban a humedecerse de nuevo al recordar la terrible imagen, pero sobretodo al saber que la amable criada ya nunca volvería a caminar por la fortaleza.

Tengo que ser fuerte! Evan descubrirá qué ha sucedido y todo irá bien. Capturará a los seres malignos y la magia mala será derrotada y las hadas buenas que nos ayudarán y padre se curará y Alyra se curará y Lenia se curará y yo también me curaré.

Sin pensarlo mucho, la niña comenzó a representar la escena. Aquello le parecía lo suficientemente serio para explicarlo del mejor modo posible. Primero hizo ver que bajaba las escaleras, con lo cual el mayordomo podría imaginar el recorrido que había hecho, el espacio y la posición.

-Yo ve-nía de arri-ba. Y aquí paré. Y Fi- Fi- Fiona esta-ba así.

Se tendió en el suelo, imitando la posición en la que había encontrado a la pobre Fiona.

-A aquí había lí-quido ro- rojo. Y blan-co -señaló el lugar exacto que no era otro que junto a la cabeza- mez-cla-dos. Mira intentaba pensar en el líquido blanco más que en el rojo y apretaba los ojos para no recordar la cabeza abierta de la criada. Se le ocurrió también compartir lo que para ella era un gran descubrimiento-. Pensé que que el blan-co era le-che. Pero no no había jarrrra, ni va-so, ni na- nada.

Esperaba que una vez le hubiese contado todo a Evan ya no haría falta que volviese a hablar de ello. Aunque entonces recordó la petición de su madre que quería que lo contase a más personas. Por algún motivo el jefe de caballos le daba confianza y sensación de entereza. Tal vez por eso o porque tenía otras muchas preocupaciones, consiguió mantener el tipo.

También le había preguntado acerca de si escuchó algo, pero negó con la cabeza. -No vi a na-nadie ni escu-cuché nada. Solo vi-no corrrrien-do el solda-do cuando grrrité -concluyó totalmente convencida.

-Te he ayu-da-do? -dijo mirándole expectante, preguntándose si estaría contento con su detallada contribución.

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16/03/2018, 23:48
(0) Evan Ross

Mira escenificaba los acontecimientos mientras los explicaba. Evan no había esperado aquello, pero realmente le ayudó a comprender que había visto aproximadamente lo mismo que él al bajar las escaleras para ir al encuentro de Fiona. Asintió a la joven y le miró con la mayor calma que le era posible. Sus ojos azules se clavaron en los claros ojos de Mira, siempre soñadores e inocentes. Aquella niña había sido para Evan como un milagro, verla crecer sin tener que sufrir las crueldades del mundo, por encima de la vileza del hombre... sin embargo ahora no podía permitir que aquellas nubes de algodón pudiesen nublar sus actos, que su buen corazón pudiese arrastrarla a las garras del monstruo. Prefería ser él quien le hiciese despertar de aquel sueño por un instante, si todo iba bien podría ser reparado en un futuro, pero para eso era imprescindible que hubiese futuro.

-Ha sido muy valiente mi señora- le hubiese dado un abrazo para transmitirle fuerza y afecto, pero sabía que aquel gesto sería propasarse -Fiona se hizo daño en un tobillo durante la recepción de los invitados en el recibidor, tropezó y hubo de ser atendida por el maestre. Por suerte resultó no ser nada importante, sin embargo Caelus le ofreció leche de la amapola para que pudiese apaciguar el dolor si ella lo deseaba. Creo que no la tomó, pero sin duda el líquido blanco es eso, la leche de la amapola- hizo una breve pausa, observando a la pequeña para ver cómo iba asimilando todo aquello -Es posible que tropezase y ... y la mala suerte....- No pudo terminar esta frase, ya no por Mira, él mismo hubo de apretar los labios para evitar que una lágrima resbalase por su mejilla. Ahora sí tomó las manos de la pequeña Vaelys, las estrechó y las sintió delicadas y frágiles entre las suyas grandes, fuertes y curtidas por el trabajo. Posiblemente no sería el tacto más agradable para una dama, pero ella debía atender ahora a sus palabras, debía grabárselas a fuego, pues de tomarlas o no en serio podría depender su vida.

-Mira, es muy importante que evites quedarte sola. Debes estar siempre con tus hermanas o uno de tus padres- 

Por los dioses, no puedo creer que lo que me dijo ese anciano pudiese ser cierto. ¿Qué madre haría daño a sus hijos? Negó muy ligeramente con la cabeza al cruzarle este pensamiento, pues enseguida le vinieron recuerdos y con ellos que el amor no es lo dado por naturaleza obligadamente, no sería la primera vez que una madre daña a su prole.

-No os separéis de Alyra, ella sabe luchar, la habéis visto entrenar con la espada, es mejor que muchos hombres, es una guerrera. Quédese con ella. Es muy importante. Y no se fíe de nadie, ni del maestre, ni de Merol, ni siquiera de Sloth. De nadie. Nadie- Recalcó -Solo de vuestras hermanas. Ni de Ginevra... ¿lo comprendéis? Hay alguien muy malo y hemos de encontrarlo. Prometo que lo encontraremos. Y cuando todo esté arreglado os llevaré a ver los potrillos en el prado, ¿os gustaría?-

Hizo una pausa y le dedicó una tierna sonrisa, no quería aterrarla pero tenía derecho a saber la verdad y poder reaccionar a tiempo si se presentaba la necesidad.

-Necesito una cosa más de vos. No digáis a nadie que he estado aquí, es muy importante, debo encontrar algunas respuestas... podéis quedaros conmigo si lo deseáis, después os acompañaría al laboratorio. Pero si mi señora prefiere marchar ahora para econtraros con vuestras hermanas hacedlo, pero saludadlas para que yo os oiga desde aquí. Por favor- No debía moverse sola por la fortaleza, pero el laboratorio era la habitación de al lado, solo debería cruzar el pequeño recibidor del maestre, no le debería suceder nada, y sin embargo pensar que la perdería de vista y recorrería esos metros sola le llenaba de angustia. Casi prefería que viese lo que había ido a hacer. Por eso imploraba que si al final decidía marchar con sus hermanas en ese preciso instante ella le hiciese saber que había llegado bien a su destino sin delatarle.

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17/03/2018, 01:02
(2) Mira Vaelys

Evan le dijo que había sido muy valiente y Mira asintió esbozando una escueta sonrisa. Luego le explicó acerca de la leche de amapola y la niña prestaba atención, pero no comprendía muy bien a dónde quería llegar el jefe de caballos. Entonces, de repente, ató cabos de lo que podría ser y se llevó las manos a la boca. Debía sospechar del maestre o no habría venido a sus aposentos.

Cuando el joven envolvió las pequeñas manos de Mira con las suyas la niña sintió que el mundo alrededor desaparecía. Le miró como quien va a ser testigo del secreto más importante de todos los tiempos, como si le fuese a revelar un hechizo mágico para volverse invisible o dónde estaba la entrada al reino de las hadas. Pero en lugar de eso sus palabras fueron de extrema cautela. La pequeña Vaelys estaba asustada y no hacía más que asentir a sus palabras. Creía que Evan se preocupaba por ella y le agradecía su consejo.

-De de-acu-cuerdo no me que-daré so sola -respondió bajando la voz imitándole- grra-cias -añadió con una dulce sonrisa. Ojalá ella tuviese poderes, así podría volar y llevar a una montaña muy alta al malvado del que hablaba Evan, para que no pudiese bajar nunca y nadie más resultase dañado. Algo más preocupaba al mayordomo, pero ese deseo ya lo habría cumplido Mira sin necesidad de ser pronunciado-. Claro que que no diré na-da. No hemos esta-tado aquí nin-gu-no de los dos -le miró con complicidad. Tenía más preguntas y decidió confiar en él. -Es estoy preocupa-da por mi pad-rrre. ¿sa-béis dónde está? -dijo con evidente preocupación. Hacía tanto que no le veía... y temía tanto por su estado de salud, sobretodo tras los rumores. Tenía miedo. Mucho miedo de que le pudiese pasar algo.

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17/03/2018, 01:13
(0) Evan Ross

Las respuestas de Mira le complacían, al parecer la pequeña le había escuchado y haría caso de sus palabras. Evan le sonrió cuánto pudo y asintió para que comprendiese que nadie sabría nada de la visita a los aposentos del maestre de ninguno de los dos. ¿Significaba aquello que la pequeña tampoco veía como agua clara a Caelus? 

El semblante del jefe de caballos volvió a recuperar la seriedad cuándo Mira preguntó por su padre. Era normal que estuviese preocupada, Evan no quería asustarla más, pero él mismo temía por su señor.

Negó con la cabeza poco antes de empezar a hablar -No le he visto desde el desayuno- Miró a la pequeña con toda la serenidad que pudo reunir -pero en cuanto termine con esto voy a ir yo mismo a buscarle. Lord Rhys es un hombre muy sabio y un gran guerrero, seguro que estará bien - él mismo dudaba de sus palabras, pero lo último que necesitaba Mira era temer por su padre. Evan la veía capaz de empezar a correr sin fin por toda la fortaleza, quedando expuesta al asesino que andaba suelto o a sus compinches -Lo buscaremos y le explicaremos lo que ha pasado. Seguro que encuentra una solución- Rhys era un hombre con determinación y a ojos del mayordomo el más inteligente que había conocido. Su forma a menudo inusual de lograr resolver enigmas y problemas había logrado que Evan le admirase sinceramente.

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17/03/2018, 01:28
(2) Mira Vaelys

Cuando Evan habló acerca de su padre Mira se vino abajo y no pudo retener por más tiempo las lágrimas en sus ojos. Lloraba sin atreverse a emitir sonido alguno, pero la pena la consumía. Temía caminar por la fortaleza y hallar en cualquier recodo el cuerpo de su padre, al igual que había encontrado el de Fiona. 

Además estaba aquello que había visto. Aquello que no quería ni pensar, pero que temía desde lo más profundo de su ser. 

-Vos me... me reco-conocer- cono-cerí-a-is siemprrre, ver-dad? Por mi mi for-ma de mon mon-tar -le dijo sin venir aparentemente a cuento, pero a juzgar por su mirada inquisitiva parecía ser algo realmente importante para la chiquilla.

Tras la respuesta del jefe de caballos, la pequeña de los Vaelys tenía otra en la recámara.

-Qu-qué habéis veni-do a bus-bus-car a-quí? -preguntó a continuación sin rodeos.

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17/03/2018, 01:42
(0) Evan Ross

Al ver las lágrimas de la niña su corazón se encogió compadecido. Mira debería sonreír siempre. Evan se había propuesto muchos años atrás ayudarla a conseguir eso y a su juicio su mayor logro había sido encontrarle el caballo perfecto para ella, un animal precioso, delicado y de aspecto mágico. Un ser sacado de un cuento de hadas. Y sin embargo ahora la hacía llorar. Pero era preciso, ¿en qué la ayudaría ocultarle las cosas?

Una cosa es ser un niño y otra cosa es ser estúpido.

Si le disfrazaba las cosas, si tratase de hacerle creer que nada sucedía, tarde o temprano ella se daría cuenta de la verdad. En ese caso él perdería toda su confianza y su respeto. 

Estuvo a punto de ofrecerle su pañuelo y decirle que no llorase con tono tranquilizador, pero cambió de idea.

A la mierda, que me cuelguen.

Abrió sus brazos y rodeó con ellos los hombros de la pequeña, dejando que ella apoyase su cabeza en su pecho si lo necesitaba. Si Mira hiciese el mínimo gesto por rechazar su abrazo Evan la liberaría. Si necesitaba llorar que llorase, que lo sacase todo fuera. 

-Por supuesto mi señora Mira. Os reconocería en plena noche y a muchos metros de distancia si os viese cabalgar- Evan era quien les había enseñado a montar. En el caso de Mira desde que tuvo edad para montar en un poni. No comprendía a qué venía aquella pregunta, supuso que era por causa del estrés, el temor, la tristeza y el impacto de haber encontrado a Fiona. Era demasiado para alguien como Mira. 

- Letras, papeles...- Respondió a la pregunta de la pequeña -... información que contienen los libros y que puede arrojar luz sobre las motivaciones de algunos- Confiaba en que ella le guardaría el secreto. Es más, si algo le sucediese a él habría quien supiese el posible porque. ¿Acaso era malo que de no poder terminar sus indagaciones otro pudiese retomarlas? A fin de cuentas era una Vaelys, padecía las consecuencias como sus hermanas, era una de las partes interesadas. Si a él le sucediese algo... bueno, entonces ella podría contárselo a Alyra.

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17/03/2018, 02:57
(2) Mira Vaelys

Mira aceptó el consuelo que Evan le brindaba y rodeada por sus brazos se sintió reconfortada. Apoyó la cabeza en su pecho y le rodeó con sus delicados brazos mientras sus temores resbalaban humedeciendo sus mejillas. Tan sólo era una niña que no quería crecer, una niña que ahora descubría el alcance de una maldad que traspasaba los cuentos y que había puesto su objetivo en su hogar. No quería que se instalase allí con su familia, no quería que nadie sufriese ningún mal. ¿Qué podía hacer? Debía confiar en que su padre estaría bien, pero le echaba tanto de menos...

Desde que había comenzado el día las cosas habían ido de mal en peor y todo el mundo estaba tan ocupado en sus propios asuntos que Mira se sentía prácticamente invisible, pero ahora, el abrazo y la atención de quien le había regalado el caballo más precioso del mundo le infundía serenidad y fuerzas renovadas.

Cuando se sintió mejor se secó las lágrimas y miró a Evan. Ella creía que él y Alyra hacían una pareja perfecta y deseaba que ellos fuesen los herederos, aunque no había hablado de esto con ninguno de los dos, era solo una fantasía suya. Imaginaba que vivirían felices todos juntos hasta que Mira encontrase a su adorado príncipe y se casase con él. 

Cuando él afirmó completamente convencido que desde luego la reconocería, los hombros de Mira se relajaron y exhaló un suspiro de tranquilidad. Después escuchó el propósito de su presencia en las estancias y decidió ayudarle en su investigación.

-En la la me-sa hay dos car-tas -explicó para ahorrarle tiempo- y y en esos librrros de las ca-sas -señaló exactamente los libros a los que se refería- han arrranca-do unas pa-páginas. La vu-vuestrrra es una de e-llas.

Seguía pensando que era absurdo que el Maestre Caelus las hubiese arrancado ya que las podía consultar siempre si las tenía allí, a no ser que alguien se las hubiese pedido. Tal vez Evan descubriría eso. Se alisó el vestido dispuesta a salir de los aposentos del Maestre. Ya había estado allí mucho tiempo. Evan le transmitía auténtica preocupación por ella y al hecho de ir sola al laboratorio encontró la solución.

-Cuan-do lle-llegue al labora-to-rio, da-ré trrres gol-pes en la pa-pared. Así sabrrreis que es-toy bi-bien.

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18/03/2018, 10:24
(0) Evan Ross

Al rodear con sus brazos al jefe de caballos la pequeña Mira notaría casi con total seguridad que bajo la ropa del hombre, alrededor de su cintura, se ocultaba algo, como si de unas placas aproximadamente rectangulares se tratase. Evan sabía que posiblemente con el contacto ella le descubriría en aquello, pero era más importante para él que la niña recibiese el consuelo que tanto necesitaba en ese momento. ¿No estaba haciendo todo aquello para protegerla? No podía permanecer frío e inquebrantable ante el dolor de la menor de los Vaelys, se le rompía el corazón.

Mira quiso ayudarle revelándole sus propios descubrimientos y aquello le hizo comprender que la niña había ido también buscando respuestas, que estaba investigando. La miró serio, pero no con dureza si no con afecto. 

-No os preocupéis pequeña, estuve antes aquí, leí las cartas y fui yo quien arrancó las hojas de los libros, ya que no podría llevarme los tomos y es imprescindible que sepa más sobre algunos invitados- Seguramente aquella revelación le sorprendería mucho, pero confiaba en que ella guardase el secreto por el momento y le ayudase a poder llevar todo aquello a buen puerto - cuando todo esto termine estoy dispuesto a pagar de mi sueldo un ejemplar nuevo y completo. Por supuesto en cuanto vea a vuestro padre compartiré con él toda esta información, también estas páginas, pero por eso necesito que no expliques a nadie que faltan. No quiero que se den cuenta de que alguien husmea en las casas, no sería conveniente que se pusiesen alerta antes de encontrar las respuestas.- Le sonrió un poco -Eres una Vaelys de pies a cabeza, estás siendo muy valiente y muy lista. ¿También desconfías del maestre?¿Qué esperabas encontrar aquí?- dibujando un ligero arco horizontal con la mano señaló la estancia, pues a eso se refería, si ella había ido a los aposentos de Caelus y había buscado en los libros es que también sospechaba cosas y buscaba respuestas a sus temores.

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18/03/2018, 11:33
(2) Mira Vaelys

Levantó las cejas sorprendida. ¿Así que fue Evan quien había arrancado las páginas? Aquello tenía más sentido. No había visto oportuno preguntarle qué relación había entre su casa y las de Alester y Ginevra, precisamente porque le había dicho que no confiase en esta última, pero ahora entendía el motivo. Mira se preguntaba por qué Evan no se había llevado todas las páginas que le interesaban, pero supuso que tal vez no le cabían tantas en ese cinturón raro que llevaba bajo la camisa.

Sus ojos brillaron con esperanza cuando él dijo que informaría a su padre de sus hallazgos. Ya imaginaba a los dos valientes caballeros luchando codo con codo, venciendo a la oscuridad. Después todo volvería a ser bueno y hermoso y las dolencias de sus hermanas quedarían atrás, como un amargo y lejano recuerdo.

-No sabía qué encon-trrraría aquí, pe- pero vi que esos librrros no tenían pol-vo como los de- demás y decidí mi-mi-mirar-los -se sonrojó un poco al admitir su travesura.

Cuando le pidió que no dijese nada, la niña le miró directamente a los ojos, con convicción y seguridad, e hizo un gesto con sus delicados dedos sobre sus labios, simulando cerrarlos con llave. Desde luego no pensaba decir nada de ésto! Era un secreto entre ellos dos.

-De-debo ir-me ya -susurró. No quería que la viese el Maestre allí y tampoco que Alyra abandonase el laboratorio antes de su llegada. 

Cogió su preciosa muñeca y se dirigió hacia la puerta. Justo antes de abrirla se giró un instante.

-Te-tened cuida-do -le dijo preocupándose por él- y grrra-cias -concluyó con una dulce sonrisa. A continuación salió de la habitación con naturalidad. Si veía a alguien en el pasillo avisaría a Evan, pero no creía que eso sucediese puesto que no se escuchaba nada. Cerró la puerta tras salir y se dirigió rápidamente al laboratorio.

Notas de juego

[Salgo]