Partida Rol por web

Observaba el rostro del Maestre, que parecía ir cambiando de un momento a otro, tomando consciencia de lo que realmente sucedía. Tomó nota mental de su sugerencia, Ser Allester, y asintió al escuchar su nombre, el anciano no lo conocía bien pero a partir de ahora lo incluiría entre los candidatos mas respetables. Luego sin embargo sobrevino un comentario que lo sobresaltó, e incluso con la dificultad que tenía para moverse se puso de pie - Que insinúa?- preguntó disgustado , claramente ofendido por lo que acababa de escuchar - Le avisé que lo esperaría aquí arriba y usted lo autorizó! Como se atreve a insinuar que he entrado aquí sin su permiso!- el Septón estaba desencajado, en sus años sirviendo a la casa nunca antes alguien había siquiera insinuado una barbaridad como la que acababa de escuchar - Si no quería que entrase me lo hubiese dicho, Caelus, yo le pedí permiso y usted me lo concedió- comenzó a caminar indignado hacia la puerta - Y yo que pensé que podía confiar en usted - dijo en voz baja, sin poder creer lo que acababa de escuchar.

Cuando hablo de Evan, agregó - Al menos Evan no juega conmigo - dijo, aunque de todos modos escuchó las acusaciones que el Maestre había hecho sobre él y Kyle, las cuales no había tenido presente hasta ese momento. Se paró junto a la puerta y prosiguió - Confío en los Siete y solo en los Siete, Caelus. Me hubiese gustado trabajar con usted, pero como hacerlo si insinúa que hago cosas a sus espaldas cuando usted mismo me autorizó? Eso es levantar falso testimonio y los Siete serán duros con usted por haber blasfemado contra mi - su mirada era severa, no había rastro de misericordia en ella - Si quiere colaborar, le pido que cuide de la salud de Lord Rhys y sus hijas, y que tenga sus antídotos a mano, puede que sean víctimas de un envenenamiento esta noche.-

- Yo me encargaré de los candidatos, pero tendré en cuenta a Ser Alester, como ha mencionado, si le parece honesto tal vez sea el hombre que buscamos, pero lo mantendré en secreto por respeto a usted y para asegurarnos que no corra ningún riesgo. Por cierto, hay algo que no entiendo, él le dejó una carta a usted para su tío, verdad? sin embargo no la llevó a la Torre de Cuervos, que es dónde yo me hospedo y en dónde se envían los mensajes al exterior, sino que se la trajo a esta torre. Eso significa que su tío está aquí en el Castillo. Esta claro usted confía en el muchacho y él en usted. Deduzco entonces que usted conoce al tío de Ser Alester, quién es?- preguntó con mas calma, como si enfocarse en un tema le hubiese hecho olvidar por unos segundos la ofensa recibida.

-Efectivamente, yo le dí permiso para esperarme en mis aposentos, pero creo que no dije nada acerca de que le permitía revolver mis pertenencias.-La cara de sorpresa del septón y de Evan, había sido delatadora y además había objetos colocados fuera de lugar que rompían el escrupuloso orden que mantenía Caelus allí. A pesar de todo, el maestre no parecía enfadado al respecto.-Puede seguir negándolo si quiere, pero creo que esto no favorece en nada nuestra recién pactada colaboración, ¿no cree?-Caelus hace un gesto con la mano como quitando importancia al asunto.-Entiendo que estamos ante una situación muy crítica y que todos podemos ser sospechosos de ocultar algo, así que le propongo olvidar el tema.-El maestre esperaba que Tiziano al menos valorara que estaba siendo sincero con él, para construir la colaboración de la mejor manera ya que el Septón podía ser un aliado muy valioso y nada hacía dudar de su honestidad.

-Acerca de Alester Marbrand, preferiría que no lo incluyera por ahora como candidato a la sucesión de Lord Vaelys, ya que él mismo no desea presentarse como tal.-Caelus encoge los hombros como si no acabra de entender las razones de Alester a hacer tal cosa.-En realidad, dudo mucho que haya algún otro candidato que le supere en formación y en honradez, así que intentaré que cambie de opinión aunque respetaré su decisión en cualquier caso. Por cierto, su tío es Lord Marbrand de Marcaceniza, estoy seguro que ha oído hablar de él. Me encargó que le enviara una misiva, seguramente diciendo que había llegado sin contratiempos...

Tiziano frunció el ceño cuando el Maestre comenzó a responder, pero cuando hizo alusión a su mesa desordenada su rostro cambió, como si hubiese comprendido el verdadero motivo del malestar de su anfitrión. De un modo esquivo y un tanto avergonzado agregó - He hecho un desparramo, al apoyarme moví todo e incluso se cayeron cosas que Evan ayudó a levantar. Discúlpeme por el desorden. Intenté que todo quedase igual, pero no fue así por lo visto. Pero nada le falta de lo que tenía, por eso quédese tranquilo- luego se detuvo pensativo - Que lo hizo pensar que yo revisaría sus papeles, Caelus? Nunca han sido de mi interés en décadas, porque habrían de serlo hoy? Acaso no me conoce? Puede que estemos en un momento crítico, pero no es bueno sospechar de todos, Caelus, los Siete nos enseñan otra cosa- sentenció con expresión desorientada. Nadie se enfadaría de que las cosas estén removidas a menos que tuviese algo que ocultar, y el Septón comenzaba a mirar a Caelus diferente. Aceptó sin embargo la propuesta de dejar eso atrás y continuar trabajando juntos en beneficio de Lord Vaelys.

- Uno de sus tios es Lord Marbrand de Macaceniza entonces - asintió a la afirmación - Pero hay un par de cosas de este hombre que me inquietan. Usted menciona que lo conoce bien, da fe de su honestidad de un modo concluyente, como se hace con un fiel amigo o un familiar, además conoce sus motivaciones personales, como el hecho de no aspirar a la mano de una de las herederas - se llevó la mano al mentón y acarició su barba tratando de encajar lo que el Maestre le decía - Tengo tres preguntas para usted Caelus, pero si no le molesta, le haré primero dos. La primera, tiene usted alguna relación parental con el sobrino de Lord Marbrand  como para que sean tan cercanos? La segunda, dado que todos los caballeros que han venido a la fiesta lo han hecho con interés de tomar la mano de una de las hijas de Lord Rhys, cual sería el motivo de Allester en haber venido si no está interesado en el propósito de esta convocatoria?- el anciano estaba pegado a la puerta, con una mano apoyada en ella, pero demoró su salida para cerrar la conversación con el consejero.

-Un desparramo al apoyarse, claro, claro.

-Es usted un hombre curioso, ¿no es cierto, Septón? Desde luego valdría para el servicio de investigaciones de su majestad.-Le dice riendo Caelus.-Bien, bien... Efectivamente, Ser Alester es pariente mío, pariente lejano pero de la familia al fin y al cabo. No es ningún secreto que su madre es mi sobrina y que las relaciones entre las Casas Vaelys y Marbrand son cordiales desde mi llegada aquí.-El maestre no veía razón por la cual debía ocultar tal información.

-Ser Alester viene en representación de la Casa Marbrand para hacer honor a estas buenas relaciones y ganar quizá alguna influencia con los nobles de otras casas, pero no desea tratar de hacerse con la herencia del título, como ya le he comentado, muy a mi pesar.-Responde en referencia a la segunda pregunta.-Quizá tenga ya una prometida en Marcaceniza, aunque seguramente no quiere presentarse como candidato para no convertirse en el objetivo de nadie.

-Tiene una tercera pregunta? Adelante, dígame. Después será mi turno.-Le dice Caelus, ya pensando en las preguntas que formulará a Tiziano.

-Yo no diría curioso, pero sí un buscador de la verdad. Por eso sigo a los Siete con tanto fervor - contestó con un tono amable pero sin sonreír ante la broma. No hacía falta demasiadas luces para darse cuenta que el hombre al que todos le contaban sus mas íntimos secretos, era justamente el que más información manejaba en esa casa. Escuchó atentamente las palabras del Maestre sin emitir ningún comentario, con su mirada atenta y su mano apoyada en puerta. Asintió cuando hizo referencia a una tercera pregunta, y respiró hondo antes de formularla. Vieja sabia, ayúdame a encontrar la verdad.

- Gracias por responder con tanta claridad. La tercer pregunta, sin embargo, requerirá aún mas sinceridad de la que ha mostrado, Maestre. Le pregunté si conocía al tío de Allester y me mencionó a Lord Marbrand, tuve que hacerle una nueva pregunta para que usted me manifestase que también es su tío, su tío abuelo con mayor exactitud. Me dice que las relaciones entre los Marbrand y los Vaelys son buenas desde su llegada, lo cual no es falso, pero no del todo cierto, no es así? Ya eran buenas desde antes, desde otro hecho que usted conoce muy bien. Me dice que Allester no está interesado en casarse con las hijas de Lord Rhys, lo cual le creo, pero dice que no le interesa ser el heredero... y no dejo de preguntarme si esconde algo más, Caelus - con su mano entreabrió levemente la puerta, de modo que sus palabras se escuchasen desde el vestíbulo, dónde Evan probablemente esperase. 

- Reconoce entonces que Allester Marbrand es descendiente de su hermano. Niega saber que su hermano se casó con Arwen Vaelys? Niega saber que entonces Allester es primo directo de Lord Rhys? Niega saber que Allester tiene derechos de heredad dentro de la familia? Niega saber que si Lord Rhys muere Allester podría heredar sin requerir casarse con ninguna de sus hijas? Niega saber que Allester es consciente de sus derechos y que no ha renunciado a ellos? Niega saber que solo Ser Edric Colina y Allester Marbrand son los únicos que se beneficiarían con la muerte de Lord Rhys? ... y si está al tanto de todo esto, como se perfectamente que lo está, porque lo ha ocultado a ojos de Lord Vaelys? - lo miró profundamente, tratando de dilucidar si realmente estaba frente a un aliado o frente a un asesino.

- Usted es quien cuida la salud de nuestro Lord y no puede curar su enfermedad, incluso asegura que no es producto de ningún veneno. Casualmente esta enfermedad ha matado a todos los hijos varones de Rhys y ahora viene por su vida, usted asegura que es algo familiar. Pero Edric y Allester son de sangre Vaelys y no la llevan, como tampoco los hermanos de Rhys... Usted me pide que confíe en sus palabras,  pero mantiene en secreto que es tío de un heredero, que se convertiría en el siguiente Lord Vaelys si nuestro amado Lord Rhys muriese. Es profundamente sospechoso que oculte estas cosas, Caelus, más cuando el secreto que oculta convertiría a su sobrino en el nuevo Lord.- dijo, ya con la puerta abierta de par en par - Porque lo aprecio tendré la delicadeza de escuchar su respuesta antes de encontrarme con Lord Rhys, que me espera en breve. Y no intente hacer una tontería, le entregué a Alyra una carta de mi puño y letra explicando todo esto, que le llegará a Lord Rhys si no me junto con él en breve. - lo miró fijamente -Luego que me de su respuesta, responderé sus preguntas, si es que quiere aún hacerme alguna - dijo, consciente de que la relación entre ambos se rompería a menos que el Maestre le hablase con absoluta verdad.

La pesada puerta de madera del laboratorio del maestre se abría, a lo lejos podía escucharse la voz de Tiziano proveniente del interior.

- Reconoce entonces que Allester Marbrand es descendiente de su hermano. Niega saber que su hermano se casó con Arwen Vaelys? Niega saber que entonces Allester es primo directo de Lord Rhys? Niega saber que Allester tiene derechos de heredad dentro de la familia? Niega saber que si Lord Rhys muere Allester podría heredar sin requerir casarse con ninguna de sus hijas? Niega saber que Allester es consciente de sus derechos y que no ha renunciado a ellos? Niega saber que solo Ser Edric Colina y Allester Marbrand son los únicos que se beneficiarían con la muerte de Lord Rhys? ... y si está al tanto de todo esto, como se perfectamente que lo está, porque lo ha ocultado a ojos de Lord Vaelys?... 

- Usted es quien cuida la salud de nuestro Lord y no puede curar su enfermedad, incluso asegura que no es producto de ningún veneno. Casualmente esta enfermedad ha matado a todos los hijos varones de Rhys y ahora viene por su vida, usted asegura que es algo familiar. Pero Edric y Allester son de sangre Vaelys y no la llevan, como tampoco los hermanos de Rhys... Usted me pide que confíe en sus palabras,  pero mantiene en secreto que es tío de un heredero, que se convertiría en el siguiente Lord Vaelys si nuestro amado Lord Rhys muriese. Es profundamente sospechoso que oculte estas cosas, Caelus, más cuando el secreto que oculta convertiría a su sobrino en el nuevo Lord....

- Porque lo aprecio tendré la delicadeza de escuchar su respuesta antes de encontrarme con Lord Rhys, que me espera en breve. Y no intente hacer una tontería, le entregué a Alyra una carta de mi puño y letra explicando todo esto, que le llegará a Lord Rhys si no me junto con él en breve... Luego que me de su respuesta, responderé sus preguntas, si es que quiere aún hacerme alguna - 

La puerta ya estaba abierta de par en par cuando terminó de decir esas palabras.

Oyeron como la puerta del vestíbulo se abría, pero al escuchar el mayordomo que la conversación continuaba no supo si era oportuno que entrase. Por ese motivo esperó un poco antes de decidir qué hacer.

Al abrir la puerta, la figura de Evan apareció al otro lado. ¿Cuánto rato llevaría escuchando?

-Lord Vaelys está al corriente de su relación familar con los Marbrand, Septón. ¿Cómo no iba a estarlo? Es de su familia de quien estamos hablando, de hecho Lord Rhys tiene un parentesco más cercano con Allester que yo mismo. Le recuerdo que yo pertenezco a la Casa Banefort y que renuncié a mis títulos y derechos al aceptar la cadena y convertirme en maestre-Caelus no pasó por alto el hecho de que Tiziano parecía tenerle miedo. Eso lo reconfortaba.-Los hombres inocentes son los que suelen temer por sus vidas, no los asesinos.-Pensó Caelus.-Bien, bien.-Las relaciones entre los Vaelys y los Marbrand no eran tan familiares como lo son desde mi llegada, a pesar de que ya eran familia, ¿Entiende? Marcaceniza está muy lejos, sin embargo yo sirvo a la Casa Vaelys desde hace décadas. Y como le he dicho, Allester me ha comunicado su no-intención de presentarse como candidato a la sucesión de Lord Vaelys.

-Hola Evan, espero que no me hayas hecho mucho desparramo en mis aposentos también.-Le dice al caballerizo con una sonrisa.

-Por cierto, Septón, no tiene que tener miedo de mí,mi deber es cuidar de los demás y no al revés. Le propongo que vaya ahora, si lo desea, a reunirse con Lord Rhys y acuda más tarde a responder mis preguntas. Me parece que me lo he ganado, ¿no le parece?

-Sin él.-Susurra el maestre por lo bajo, de manera que únicamente Tiziano pudiera oirlo.

Evan estaba dudoso de si entrar o no, pero finalmente no hubo de tomar decisión alguna, pues el maestre abrió la puerta encontrándose con él. El maestre y el septón continuaban hablando, y Caelus no detuvo su lengua al encontrarse con el mayordomo. Evan se mantuvo callado y sin moverse de dónde estaba mientras sus ojos saltaban de Caelus a Tiziano y de Tiziano a Caelus mientras este último terminaba de hablar. Cualquiera diría que no tenía ni idea de qué iba todo aquello.

Maestre Caelus:

-Hola Evan, espero que no me hayas hecho mucho desparramo en mis aposentos también.-

Evan se sorprendió ante aquella frase, frunciendo levemente el ceño. ¿De dónde sacaba el maestre que había estado en su habitación?

-Tengo mejores cosas que hacer que oler sus sábanas maestre- Respondió medio en broma. - Tenía ciertas tareas que supervisar, y una vez hecho quería saber si ya habíais terminado con el fin de acompañar al septon, tal y como me ofrecí. Pero si no es así regresaré más tarde, aunque iría siendo hora de acudir a comer algo, no se ustedes pero yo necesito un bocado - El hambre aullaba en su interior y su estómago amenazaba con devorar al resto del cuerpo si no se le apaciguaba en breve.

-Por vuestra parte bien haríais en solucionar lo que ocurre a las damas, a este paso pocas encontrarán pretendiente alguno- Le dijo ahora con tono más serio. -Parece que el trabajo se os amontona, maestre-

Cuando había logrado salir del shock en el que estaba con lo que estaba pasando, ya creyendo que estaba enferma y que nunca más podría ver su rostro nuevamente sano, recurrió al único lugar donde creyó que podría encontrar alivio, además, el dolor y el ardor eran insostenibles, y luego de limpiar con cuidado sus lágrimas tras mirarse al espejo, cogió un velo y se lo colocó sobre la cabeza, sujetándose la tela con un una pequeña diadema de flores plateadas y se cubrió con una capa, ya tenía suficiente con los rumores como para que se propagase que había una peste o algo... peste... quizás estaba enferma...

Apretó los dientes y puso su mano en la puerta, dudando en tocar, pero decidida, tocó tres veces, más fuerte, si era una enfermedad, había que tratarla lo antes posible y evitar contagiar a otros, era lo único que razonablemente podía pensar...

Tiziano había entreabierto la puerta, dudando de cual sería la reacción del Maestre a sus palabras, esperaba que Evan estuviese cerca de allí de necesitar ayuda. Afortunadamente así fue, pero lo que mas tranquilizó al Septón fue la respuesta de Caelus, había contestado cada una de sus preguntas y ciertamente se había ganado el derecho a interrogarlo. Cuando el erudito se acercó a él, cruzaron miradas - De acuerdo, Caelus, conversemos mas adelante. Gracias por su generosidad y paciencia. Le propongo venga a buscarme mas tarde a la Capilla, lo haré llamar por Merol cuando esté disponible y estaré esperándolo con un té caliente - dijo al hombre. 

Evan contestó al Maestre pero Tiziano intervino de inmediato cuando sugirió demorarse más - No, no, continuaré con él mas tarde, es justo lo que el Maestre pide, pero hay tiempo para ello - dijo, y comenzó a avanzar. Le llamó la atención el comentario sobre las damas, no lo entendió hasta que una se acercó hacia la puerta. Estaba envuelta con un velo pero al observarla detenidamente la reconoció -Alyra!- exclamó sorprendido, en parte preocupado por su salud y en parte reconociendo que la Dama la había enviado allí en ese momento Los Siete se mueven rápido esta tarde, y en que modo! Observó a Caelus, a Evan y a Alyra, solo faltaba que el Desconocido enviase a Allester y en esa sala podría definirse en destino de toda esa casa.

Se hizo a un lado para que la mujer pasase y aguardó en el vestíbulo, expectante de lo que estaba sucediendo.

La puerta se abre y se da cuenta de quienes estaban ahí, Evan, Tiziano y el maestre, la chica, se mordió el labio inferior en un puchero pero recobró la entereza, si no estuviera Evan le sería más sencillo, pero estaba asustada, al no saber qué era lo que tenía y claro, estaba lejos de comprender que había reunido a esas tres personas en el laboratorio.(

— yo... yo... — tragó saliva, y llevó su mano al velo que cubría su rostro, apartándolo de su cara, cerró los ojos, más bien los apretó para no ver sus expresiones de asco de verla, pues su cara estaba llena de granos y postulas de color amarillo, que realmente producía repulsión, si era acné era una violeta erupción de granos y espinillas. Las lágrimas cayeron por sus ojos que se abrieron pero quedaron mirando al suelo, con vergüenza de que justamente Evan la viera en ese estado.

— me... me duele y arde mucho... — era como una niñita, los tres presentes pocas veces la habían visto llorar si es que nunca, pero ahora la veían hacer pucheros que intentaban controlar el llanto que había explotado antes en su habitación, pero hacia todo el esfuerzo para poder mantener la compostura y la frialdad con la que siempre se movía, no sabía ser de otra forma — ¿es una peste?...¿estoy...enferma?— hizo la pregunta que tanto temía por eso cuando viera a Evan o a Tiziano acercarse, ella iba a dar un paso hacia atrás, sin saber si podía contagiarlos de algo. 

Asintió a Tiziano y estaba a punto de ofrecerle su brazo para que el anciano pudiese afianzar su paso cuando llamaron a la puerta y apareció Alyra.

La reconoció sin mucho problema, podía reconocerla desde gran distancia, en su mente estaban grabados su forma de andar, de gesticular, su porte... pero ¿porqué cubría su rostro con un velo?  Ya había visto antes a Alyra, pero le sorprendió de tal modo que ocultase su cara que tardó unos segundos en percatarse de lo que sucedía realmente. 

-Lady Alyra...- Dijo mientras se acercaba a ella con preocupación. Avanzó unos pasos pero la distancia no se acortó, pues la dama retrocedió para mantenerla, y eso hizo que los nervios y la impotencia se adueñasen de él. Se giró hacia el maestre, sus ojos emanaban rabia, pues en su fuero interno algo le decía que el artífice de todo aquello debía ser él, ¿porque si no era el maestre entonces quien?. Avanzó a grandes zancadas hacia el anciano, con porte amenazador, y a punto estuvo de cogerlo de la pechera para increparle. Su mano ya se alzaba hacia Caelus, pero cuando todo apuntaba a que lo cogería con violencia algo en su subconsciente debió recordarle la educación y que el maestre era anciano, porque en el último momento desvió su gesto para propinar un golpe fuerte y seco contra el mueble más cercano.

-¡TERMINAD CON ESTO YA!- gritó al maestre. El chico alegre y amable que solía ser parecía haber quedado muy lejos. La salud de Lord Rhys y sus hijas le tenía demasiado preocupado, sentía que el tiempo corría en contra y todo aquello no podían ser coincidencias, dentro de los muros de la fortaleza se mofaba de ellos un traidor, una amenaza terrible. Además el hambre y la sed minaban su paciencia. -¡miradla! ¿Tan poco os importan? ¿tan poco valen vuestros votos?- Añadió con cara iracunda a pesar de que estaba tratando de controlarse.

Evan intenta acercarse cuando la ve con la cara así, los ojos de la joven se llenaron de lágrimas cuando se enfrentó a la mirada  del hombre, y sus labios se movieron pero sin emitir palabra alguna pero Evan podría entender perfectamente lo que le decía, se lo había dicho tantas veces antes. Esa escena duró solo unos segundos pues, al instante Evan se gira hacia el maestre para descargar su rabia contra él, reclamándole que se detuviera... ¿acaso era el responsable de todo lo que estaba pasando?, los puños de Alyra se encresparon, dejando atrás su miedo y avanzando hacia él, sin inmutarse ante el golpe del hombre.

— ¿eres el responsable?... ¡ERES EL RESPONSABLE!— exclama y lo jala de sus ropas, sin importarle que fuera un anciano, en ese momento era el enemigo y la violencia se despistó en los ojos castaños de la joven, que de haber tenido su espada en ese momento, lo hubiera puesto de rodillas — HABLA AHORA... ¿tú me hiciste esto? — se refería a su cara mientras lo jalaba y lo empujaba contra la mesa llena de pociones y frascos de vidrio que vibraron y algunos se cayeron con el movimiento de la cuarta hija. 

Cuán decepcionado se sentía en ese momento el maestre Caelus, tanto con los allí presentes que le culpaban de haber provocado la enfermedad que estaba asolando la Casa Vaelys, como consigo mismo por no haber sido capaz de determinar las causas y aún menos con hallar la cura para sus cada vez más variopintos efectos.

Evan estuvo a punto de agredirle, en sus propio laboratorio e insinuaba que él era el responsable de todo, mientras que Alyra parecía estar convencida de ello.-LARGO DE AQUÍ, EVAN! NO TE VOY A TOLERAR ESTAS SALIDAS DE TONO!-Puede que el caballerizo hubiese sido víctima de sus propios nervios, que últimamente estaban a flor de piel en todo el mundo, o puede que estuviera montando una bien medida escenita para tratar de engañar a los demás, fuese como fuese, Caelus no estaba dispuesto a aguantar las broncas de cualquiera que pasara por allí.

-Yo no soy el responsable de nada, Lady Alyra.-El maestre trató de usar un tono más sosegado con la hija de Lord Rhys, a pesar de verse zarandeado por ella. Obviamente, la muchacha estaba asustada por la aparición de esos espantosos sarpullidos.-Tengo muchas tareas aquí, y la más importante siempre ha sido ocuparme de la salud de los miembros de la Casa, ¿para qué iba yo a querer haceros daño? Voy a tener que observar de cerca esas pústulas, acompáñame, por favor.

-Septón, nos reuniremos más tarde en la capilla, entonces.

bajó las manos desconcertada, no pediría disculpas, aunque debería hacerlo, en cambio, desvió su mirada hacia Evan en busca de alguna explicación a sus acusaciones, o algo más, quizás una solución, alguna forma de evitar sentir su rostro de esa manera, ya casi no importaban las heridas, sino que parara el dolor y el ardor que sentía. Apretó los dientes al punto que sintió el rechinar de sus muelas, unas contra otras, mientras buscaba alguna cosa que decir, algo, cualquier cosa, pero su voluntad se estaba viendo sobrepasada, recordaba, con amargura que no era más que una chiquilla de 16 años, que la apariencia de respeto que los demás le tenían se debía más a quien eran sus padres que a sus méritos propios. 

— arden y bastante — sus labios se fruncieron, las costras ocupaban su cara, su piel y la inflamación se estaba haciendo evidente, cerró los ojos y fue ella la que ahora se apoyó en el borde de la mesa donde había empujado al maestre.

— Evan, trae a mi madre, por favor, miéntele de ser preciso, necesito que ella esté aquí, ahora — su voz volvía a sonar calmada, aunque era evidente lo contenida que se encontraba, separándose de la mesa y pasando pesadamente saliva por su garganta. — maestre...— ahora se dirigía al hombre, esperaba aún que Evan se explicara en sus sospechas y en cierta forma confiaba más en el joven que en anciano Caelus, pero sin pruebas, no podía seguir culpándolo de nada, pues a pesar de sus sospechas, no tenía certeza de que todo estuviera siendo concertado por terceros. — si no hay cura, necesito que me informe cuanto antes — si no había cura, ahí tendría que determinar qué haría, un paso a la vez, se dijo, antes de mirar a Tiziano, espera que no intentara hablar del desconocido, ya él le había causado demasiado dolor en sólo una mañana y al paso que iba prefería tomar la otra opción y vivir una vida tranquila al lado de un lago.