Partida Rol por web

Cuando se cumplía una semana de mi cautiverio se cumplió también una negra profecía. 

Andaba yo sin saber si empezar a pintar los títeres tallados o empezar a recoger mis bártulos con la esperanza de que viéndome listo para salir de aquella prisión me dejaran salir por fin si la amenaza había terminado. 

Pero no lo había hecho. Seguía habiendo Lobos en Castronegro y habían matado, como ella misma había promulgado, a MARÍA LUCRECIA COMARES

Sus ojos habían sido devorados y su cuerpo partido en dos y colgado de un tronco como si fuera una cruz. Su cuerpo aun sin ojos conservaba una paz espiritual, y ya nadie dudaba que aquella noche había muerto LA VIDENTE

¡Ay, terrible pena la del pueblo! 

El Capitán reunió a los supervivientes aunque aún le costaba mostrar respeto por el infante vagabundo que ahora ostentaba el cargo del alcalde. 

¿No pusiste los huesos de Bartolomé ahí por si acaso hubiera otro perro? ¿No decís que hay un Celestino que puede copiar las conductas de otros? De haber admirado a Bartolomé, habría de ser también alimentado ¿no? Aunque ahora ya es demasiado tarde. 

¿Y dónde está otro que clama tener algún tipo de Don? ¿Rodrigo Belmonte, el ebanista? ¡En el burdel ¡Cómo no! En serio que tengo casi más misterio en saber cómo funciona un prostíbulo sin mujeres que en quién aún de vosotros va a zamparse al resto. 

El rostro del Capitán seguía impertérrito pero en este tiempo parecía haber envejecido años. Se le notaba más destrozado que yo que apenas comía y dormía en suelo de piedra. Claro que yo podía abrazar a mis muñecos. Y él a buen seguro no podía hacer lo mismo con sus soldados. 

- Suerte en vuestras cavilaciones- dijo mientras se marchaba

-¿Acaso Don Miguel profería devoción por Don Bartolome?-Preguntaba el niño que nada sabia de aquello.

-Entonces, debemos suponer que bien puede ser Maria de Velli por no ser nombrada por Bartolome o Serafin por darse cuenta el primero de la falta de mención por parte del Perro, ¿Ayer? Si la elección en entre uno y otro, yo confió en Serafin y no me fio de la mujer. Pero que hable el resto y veamos a donde llegamos.

-Y antes de que olvide decirlo, que las votaciones sean publicas, como hasta ahora.-Dijo el niño alcalde, que sabiendo que murió María, ahora la cosa se pondría interesante.

Tristes noticias amanecen junto al alba. No sólo sigue existiendo un lobo, sino que la enviada de nuestro Señor Jesucristo ha sido dada muerte por la bestia esta noche.

El joven alcalde anda presto a anunciar el método de votaciones de este nuevo día.

- Públicas como debe ser. - asintiendo a la elección del Pies Oscuro, escucho con preocupación la exposición de sus sospechas.

- No caigáis en los engaños del maligno. Recordad lo que intentaron todos los lobos cuándo supieron que iban a ser ajusticiados: y fue confundirnos y engañarnos con su palabrería. Lo mismo hizo ayer el perro Bartolomé. No dejéis que lo que dijo se meta en vuestra cabeza, pues entonces el plan urdido por los siervos de Satanás tendrá éxito. -

Vuelvo mi mirada hacia Don Serafín.

- Como hice ayer, vuelvo a preguntarle, ¿porqué no desenmascaró la posibilidad de un plan urdido por los lobos para matarme a mí y así ver caer seguro a tres inocentes en 48 horas (dos noches más un día) poniéndose ellos en una buena posición para adueñarse ya del pueblo? Creo que es algo que a todos se nos ocurrió, pero usted dejó pasar por alto por algún motivo -

Serafín se levantó, después de pasar un rato cabizbajo y arrodillado frente al cuerpo de María Lucrecia. Se había hecho lo que se había podido para mantenerla con vida, pero tanto las pociones, como los placeres de la carne eran de uso y disfrute limitado. El viejo no había rezado mucho en su vida, pero en esta ocasión, rezó una oración por aquella monja, a la que había cogido un especial cariño a lo largo de estos días y noches y a la que debían el haber conseguido dar caza a 4 lobos y un perro y llegar tan lejos con vida.

Querida María, no se ponga a la defensiva, no era mi intención acusarla ayer de nada, simplemente quise hacer público un hecho del que me había dado cuenta y que me resultó extraño, como también hice con Lázaro en su día. Y ante todo, quise dejar muy claro que no sé qué había detrás de ese discurso de Don Bartolomé, si un mero despiste, o una intención, y dentro de “intención” contemplo tanto la posibilidad de querer ayudarnos, como la de querer confundirnos. Por ello la doy la razón en que no nos ceguemos ante las palabras de ese perro-lobo.

Por esa misma razón le pido a usted contención. No sospeche de mi por hacer lo que venimos haciendo los aldeanos de bien todos estos días, que es querer aportar cualquier información que pueda resultar útil para desenmascarar a los lobos. Es lo único que está en nuestra mano hacer.
 

Asiento a las palabras de Don Serafín.

- Gracias por su explicación Don Serafín. Acepte también mis disculpas por mi acusativo discurso, no era mi intención alzar dedos contra nadie, sino escuchar vuestra opinión al respecto de lo acaecido ayer. -

Me giro hacia el reducido grupo de gentes que aún respiramos en este pueblo.

- Sin sospechas claras sigo sobre quién de entre los presentes sirve a satanás. Pero una cosa deberíamos tener todos los aldeanos bien presente de la situación actual: y es que nuestro presente alcalde fue elegido por el azar. -

Hago una pausa para aclarar un matiz antes de proseguir con la explicación.

- No quiero decir con ello que el joven Rodrigo sea más o menos sospechoso por el hecho de ser alcalde. La creencia en su inocencia la dejo al juicio de cada cuál. En ese sentido, yo por mi parte sigo dudando de él como ya lo llevo haciendo desde largos y aciagos días atrás. No. La cuestión la saco a la luz por el siguiente motivo. -

Tomo aire

- Quedando sólo siete seres con vida, que no diré siete almas pues uno de los presentes es una aberración a los ojos de Dios, aquél que ostente el puesto de alcalde debe ser alguien que de plena seguridad sea inocente. Por ejemplo, Don Rodrigo o Don Miguel. Piénsenlo bien. De ser linchado hoy un inocente, al amanecer quedarían sólo cinco seres con vida. Otro error en el día de mañana, y al amanecer del segundo día, con sólo tres seres abriendo los ojos al sol, los lobos habrán ganado de poseer la alcaldía, pues en ese caso, el alcalde-lobo podría votar a quién quisiese y siempre ganar la votación, ya que su voto cuenta doble, y en caso de empate es él el que decide cómo se desempata. -

- Dicho esto, y para asegurarnos la supervivencia de un alcalde inocente, propongo el siguiente plan: hoy votamos a Rodrigo de Pies Oscuros. El joven, de ser inocente, deberá elegir para mañana como alcalde a Don Miguel o a Don Rodrigo, asegurándonos así un alcalde inocente para, Dios no lo quiera  y sólo haya tres seres con vida en el pueblo, llegado el momento cerciorarnos de que los inocentes siempre sigan teniendo la mayoría en las urnas . De ser lupino... todo esto habrá acabado. -

Salto la mirada entre todos los presentes.

- Se que sabrán ver la verdad en mis palabras y que sabrán apreciar que el plan es la mejor estrategia a seguir si queremos salvar este pueblo. También reconozco que tiene un gran riesgo y que yo no soy quién para decirles a quién debe cada uno de ustedes votar hoy. -

Me vuelvo hacia el joven Rodrigo de pies oscuros.

- Respecto a tí, joven Rodrigo, de ser inocente también verás la verdad en mis palabras por mucho que te duela. Siento que la situación haya llegado a esto de ser tal el caso. Pero es un sacrificio que debemos hacer si queremos salvar al pueblo. -

Su propuesta me parece sensata María. De hecho yo mismo sigo teniendo mis sospechas sobre el pequeño Rodrigo. Y detentar el cargo de alcalde, con todo el poder que ello implica, sin haberse podido demostrar su inocencia, sin duda es un enorme riesgo.

Dada la falta de información, de elegir a alguien para ser linchado, creo que el pequeño Rodrgio es la opción para mi más sensata, asumiendo que puedo equivocarme. Pero acusarles a cualquiera de ustedes me resulta aún más difícil, pues a mis ojos, todos ustedes me parecen inocentes.

Aún así, guardaré todavía mi voto, para esperar a que todos hablen y compartan sus impresiones, pues nuevamente es importante que alcancemos un acuerdo en las votaciones de hoy y no sé si alguien pueda tener algún otro dato importante.
 

Pues si que lo tenemos difícil ahora -dijo Miguel. Pero coincido con lo dicho por doña María de Vellí en cuanto a confianzas. Temo haberme equivocado en con don Bartolomé ya que lo pensé dueño del burdel y por lo que había oido de su boca me había dado confianza, pero no había notado su transformación de hombre a perro. 

Y lamentablemente, ya que hay que elegir a uno, mis apreciaciones de días anteriores no han cambiado en gran modo, aunque como bien ha dicho nuestra difunta adivina, hay que reevaluar todas las opciones. Dicho esto, quien menos confianza me ha dado, mas allá de que no tengo fuertes razones para acusarlo, es el pequeño don Rodrigo Pies Oscuros, nuestro nuevo alcalde.

En caso de seguir el plan de doña María, propongo que el nuevo alcalde sea don Rodrigo quien goza de mayor confianza que yo, que comprendo se siga dudando de mi, pero sólo por si mis admirados hayan sido don Lázaro, don Francisco o ahora don Bartolomé, ya que no por tentado por estar en el burdel, ni por admirar al Fray, infecto jefe de las bestias, a quien voté entre los primeros cuando no estaba consensuado por la mayoría. 

Sin embargo, llegado el caso y si el pueblo lo requiere me someteré a la decisión que convenga a la mayoría.

Hoy por hoy, mi voto sería para Rodrigo Pies Oscuros, salvo mediar otro plan de acción o que el pequeño acusado argumente su inocencia de manera que me convenza.

Bueno. Pues quedamos 6 aldeanos y 1 lobo. Y a pesar de la superioridad aldeana confieso que siento nervios de que esto salga mal... Quizás es porque ya no contamos con la intuición de Lucrecia, no sé.

Tras mucho meditarlo la verdad es que no se me ocurre nada mejor que lo que usted propone, María. No nos garantiza la victoria pero sí nos otorga cierta seguridad durante los próximos días al anular la posibilidad de que el lobo llegue a la alcaldía. Además, aún contamos con la protección del prostíbulo, lo cual también es un punto a nuestro favor. Por otro lado, el plan que propone María requiere de la muerte de los únicos inocentes confirmados que conocemos, por lo que creo que para llevarlo a cabo deberíamos estar de acuerdo como mínimo 5 personas (no contamos al lobo ni a Belmonte, que no sabemos si querrá pronunciarse a tiempo para la decisión).

Yo por mi parte sigo haciendo cálculos y prefiero compartirlos por si fueran de utilidad... Aunque a estas alturas ya lo dudo bastante.

El tiempo corre y no hemos decidido nada. Estamos a punto de llegar al ecuador del día Adela miró al sol que ya casi se encontraba en lo alto del cielo y me gustaría saber qué opinan Catalina y los dos Rodrigos: Catalina porque aún no se ha pronunciado, Rodrigo Belmonte porque creo que nos puede resultar útil su punto de vista (es inocente y hoy no va a votar, pero los próximos días sí) y Rodrigo de Pies Oscuros porque en principio sería el candidato número 1 a ser linchado hoy... Y no ha dicho nada al respecto.

El pequeño alcalde negó con la cabeza y se llevo las mano al frente.

-No se que mas muestras queréis de que yo no soy amenaza para el pueblo sino una baza mas. Ataque sin miedo a todo aquel que era considerado lobo, siempre escuche a Maria y defendí su inocencia cuando apareció Lazaro con sus mentiras de orejas puntiagudas.-Dijo el chiquillo.-También fui acusado de Perro y demostró Don Bartolome que no era yo. Me ofrecí sin miedo, a sabiendas de que la buena Maria podría decir lo que soy sin posibilidad de morir, puesto que nada escondo. Y aun así, a pesar de todo aquello y el resto, me consideráis un lobo, y todo por las palabras de esa otra Maria, mi tercera elegida.

-Bien, yo os diré que creo que ella es la ultima entre sus filas, porque creo en Bartolome. Porque mentir si él, no fue creado desde un inicio, sino que fue obligado a ser Perro por culpa de un alcalde que no tuvo en bien darle de comer. Nada respetaba a los lobos, bien podría ayudar al pueblo con esas ultimas palabras y de ellas se saco en claro que nombre, Maria de Velli.-Señalo a la loba vestida de cordero -Serafin lo supo, lo mostró y ella lo ataco, por temor sin duda. Pero al ser él mas inteligente, se ha dado cuenta que es mas fácil volver a atacar al niño, quien nadie le cree, que atacar a quien había dado muestras de inteligencia. Ella es quien os manipula y vosotros quien os dejáis manipular.

Suspiro molesto antes los adultos, mientras se quitaba su sombrero.

-Pero adelante, acaben conmigo, ya no me importa, por mucho que diga, por mucho que haga, nunca se me escucha, nunca se me considera otra cosa que no sea rata. Estoy cansado de intentar salvar este pueblo lleno de adultos sordos, que han tenido la suerte de tener una vidente. Adelante, matarme de una vez, demostrar que hoy caerá un inocente, en la noche otro mas y los perros y lobos estarán mas cerca de acabar.-Dicho esto camino y deposito su voto en la cesta.

Compañeros ¿Qué hacemos? El discurso de Bartolomé me confundió sobre María de Vellí, sin embargo, las palabras del joven Rodrigo Pies Oscuros me suenan sinceras. Temo nos estemos confundiendo. Pero cierto es que ahora mismo tiene mucho poder con su voto.

Nuestro plan de acción debe ser conjunto, pues María lleva ya 2 votos, y lo que no debe ocurrir es un empate... pues quién sabe cómo se desempatará y no deberíamos dejarlo en manos de nuestro alcalde, pues ya sabemos por quién se decantará. Debemos hacer una elección nosotros...

Repasando la estrategia que propuso María, creo que dar muerte hoy a nuestro alcalde (sabiendo que tiene voto doble y que no tenemos nada clara su identidad) es lo más sensato. De lo contrario, si ahora linchamos a un aldeano distinto a nuestro alcalde y fuera inocente, esta noche morirá otro. Quedaran 5 aldeanos (Rodrigo Pies Oscuros entre ellos, con 2 votos). Si uno de esos 5 está resguardado en el burdel, quedarán 4 personas para votar: Rodrigo Pies Oscuros votará a una de ellas y los otros 3 deberían organizarse muy bien para no dispersar su voto, pues de haber empate, creo que la votación siempre se decantará por lo que prefiera el alcalde. Es decir, si Rodrigo Pies Oscuros fuera lobo y no muriese hoy, tendríamos la supervivencia muy complicada.

Eso sí Rodrigo, si eres inocente y quieres aún ayudarnos a salvar este pueblo, pasa la alcaldía a tu tocayo Rodrigo Belmonte, el único al que sabemos inocente, y sabrás que tu muerte no habrá sido en balde y serás venerado por siempre en este pueblo.

¿Qué opináis? ¿Estáis de acuerdo todos en seguir la estrategia mencionada por María? Por lo que he entendido a Miguel y a Adela no os parece mal... y queda escuchar a Don Rodrigo y a Doña Catalina. A María la omito por ser la que lo ha propuesto.

Serafín. A mí las palabras de Rodrigo también me han parecido sinceras, pero la verdad es que si nos fijamos en el comportamiento que ambos han tenido desde que todo esto empezó me decanto más por confiar en María. Además, que Rodrigo se vaya nos garantiza tener mañana un alcalde inocente 100% (si él decide colaborar cediendo la alcaldía, claro), así que no me parece mala idea votarle.
En cualquier caso me gustaría escuchar todas las opiniones antes de votar por si alguien aporta algo nuevo que me incline a pensar lo contrario.

Un papelajo llegó arrastrado por el viento tras salir de manera poco ortodoxa por unos ventanales del burdel del pueblo, lanzado de forma apresurada. La letra, tosca y torpe además de poco esmerada, del prácticamente analfabeto ebanista, declaraba sus intenciones y pareceres acerca del devenir de los asuntos de aquél día.

"Qerido puevlo de Castrongro. Les ablo desde hesta estraña situación qe me encuentro sin saber vien el como ni el porqe." - comenzaba Rodrigo - "Antes qe nada les pido por fabor tengan a vien ser discretos con heste asunto y no le yegue a mi Lusía a los sullos presiosos oidos, qe mal disgüsto le fuera a dar. No a sido de mi voluntad el benir a esta c este lugar del plazer de la carne, ni pienso alla sido la mejor de las ideas porqe esta noche estava cantado qe la bictima no fuera a ser yo si no la vendita Lucrecia, Dios la tenga en su gloria por los siglos y los siglos. Y ahora me quedo yo a disposisión de los perros esta noche qe se avecina. Aun qe si ubiera suerte y el lovo qe qedase fuera a ser mi tocallo el niño, pues de esa qe me libro. Mis sospechas, a falta d'algien mejor, estan sobre su persona, porqe fue a proponer al perro BVBelmonte qe dijera qien es lovo, y eso me pareciera estratejia barata de mercadiyo, pues se save qe los lobos nada pueden ni devben ni qieren decir contra los de su calaÑa, y asi solo fuera a crear el caos y senvrar falsas sospechas. Pero yo oy ni puedo botar asi qe de poco valen mis palavras mas que para tratar de arrojar algo de luz sobre el asunto.

Siempre sullo,

Rodrigo Belmonte de la Poza"

El final de la carta es apresurado e incluso varios goterones de tinta coronan el final del papelajo, como si con las prisas se le hubieran derramado. El ebanista, sin duda alguna, parece bastante ausente hoy, por motivos más que evidentes.

Ahora que tengo algo mas de tiempo, pues la panadería sigue funcionando, mas no sea para los pocos vecinos que quedamos y para el ejército del capitán, y me tenía a maltraer, expongo mis ideas.

La razón por la que hoy votaría por el pequeño Rodrigo el alcalde no es sólo el plan de doña María (que ahora sin tocaya es la única en portar ese bendito nombre), sino que, lamentablemente, es el único que por descarte no encuentro motivo fuerte para confiar, como ya he dicho. Pero explayo mis pensamientos:

Doña Adela, aún luego de los motivos que tenía antes para confiar en ella, luego de la tentación del infecto jefe dirigió sus sospechas, entre otros, contra Fray Olegario y don Bartolomé, el mismo infecto y quien resultó perro. Considero que en ella se debería confiar entre las primeras.

Don Rodrigo Belmonte, pese a su dudosa caligrafía, ha demostrado conocer los secretos de la alquimia, salvando a doña María Lucrecia y dando muerte a don Lázaro Lobo.

Doña María de Vellí siempre votó por don Francisco Lobo, y luego dirigió sus sospechas contra el Fray Infecto, además de que a mi entender siempre fue una de las que mas activa participación han tenido en la búsqueda de licántropos. Lejos quedan mis sospechas iniciales sobre ella, de las que me disculpo ahora, ya que no la creo lupina.

Doña Catalina ha sido atacada desde el principio por don Pedro Lobo, y aunque sería una excelente estratagema de las bestias de satán si fuera de ellos, considero que de haber sido la tentada, pues en todo caso sería eso y no de los cuatro "originales", hubiera actuado distinto. En esos  frágiles cimientos baso mi confianza en ella, en eso y en sus palabras, que confieso me han convencido en gran medida.

Y don Serafín, quien hasta antes y después no ha tenido a mi humilde entender acciones determinantes suyas propias o de otros que se ganen mi confianza, su certera emboscada a Lázaro lobo lo coloca dentro del grupo entre los que no considero lobos.

No encuentro, dentro de lo que la memoria me ha permitido, pues en estos días no he podido revisar actas, acciones del pequeño don Rodrigo Pies Oscuros que me inclinen a pensarlo inocente. 

Dios y el pueblo me perdonden, es a él a quien yo votaría por esas débiles razones. 

Me dispongo a dar ya mi voto, pues no creo que mi parecer pueda cambiar mucho en estas horas y no me gustaría quedar fuera del plazo de votaciones.

La carta manuscrita de Don Rodrigo Belmonte es como un rayo de sol en las tinieblas, y trae a mi rostro una sonrisa en esta hora tan oscura. El buen ebanista sabe alegrar los ánimos incluso en estos momentos de tensión y pesar.

- Si queremos vencer a los lupinos, aquel que cuente con doble voto debe ser de total confianza. Esa sigue siendo mi opinión, y así la mantendré pues considero es la vía más certera posible que veo para salvar este pueblo -

- Añadir he además que, independientemente de dichas estrategias necesarias para la supervivencia de las gentes de bien de Castroviejo, la inocencia de Rodrigo es la que más pongo en duda de entre el resto de los presentes. Ya expliqué en su momento las razones que me llevan a confiar de todos los demás, y las que me llevan a dudar del joven. Añadido he a estas últimas lo mentado por Don Rodrigo, pues pasóseme por alto que el pies oscuros dio pie al mercenario para la treta que empleó luego Bartolomé para, como todos los lobos antes que él, tratar confundir al pueblo. -

Miro al cielo y al los ponientes rayos de sol que poco a poco comienzan a desaparecer tras las pizarras de los tejados.

- Que Dios nos guarde pues sólo Él es quién para para juzgarnos ante las puertas de San Pedro. Joven Rodrigo, de ser usted inocente, siento que las cosas tengan que ser así. Pero recuerde que el mismísmo Jesucristo se sacrificó por salvar a los hombres de las tentaciones del maligno, del mismo modo que su sacrificio ahora ha de servir para salvar las almas de este pueblo. De ser usted un lacayo de Lucifer, espero que arda eternamente en el limbo. - 

Cerrando los ojos deposito mi voto en el cesto del joven alcalde.

Adela asintió solemnemente mientras depositaba su pedazo de pan en el cesto del crío. Nada había cambiado desde su última intervención y no quedaba nada más por negociar.

Sea, pues.

Tampoco puedo esperar mas para escuchar otras opciones y me será difícil votar luego. Si fuerais inocente lo siento, pequeño Rodrigo.*